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El Emperador y el pirata por reydelosPK2

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Un adiós improvisado

Dante escuchaba atentamente los rumores. El estrés subía al comprender que sus temores se hacían realidad.

-¡Han atacado desde el mar!- exclamo una mujer a su cónyuge, ambos con la cara sucia por trabajar en las minas y la ropa desgastada y mugre, comentaban los sucesos que oían de los nuevos viajeros, y es que varios ciudadanos de Celeste migraban a algún reino que no se hallara en medio de conflictos- ¡Todo el puerto está destruido!- Seguía lamentándose- ¡Hay cientos de muertos!… ¡Una desgracia!-lloriqueaba compadeciendo a las familia afectadas.

-Dicen  que el emperador ha arrasado toda la ciudad de Embarco. La reina prepara sus tropas. Lo mejor sería marcharnos por las tierras de fuego, el control de migrantes no es tan estricto allí- comentaba su marido pues eran de nacionalidad Celestinos. Era obvio que si entraban en guerra todos los reinos de Asgar contra Celeste los migrantes serian esclavizados o muertos.   

Comprender que la predicción de Loki era verídica le puso los pelos de punta. Ahora que se hallaban en las fronteras de zafiro llegaba a comprender que tres puntos los unían con el imperio de Asgar, mas solo por el punto de unión entre celeste y trueno se daba la masacre.

Dio media vuelta con los víveres. Loki aun reposaba en la habitación que alquilaron, aunque se hallaba mejor que la anterior semana aún no se animaba a iniciar el viaje. El dinero apenas si les alcanzaba. Debían comprar la máxima cantidad de víveres, era un largo camino para llegar al reino de nieve y de allí embarcarse al continente norte.

Escucho en su mente y sintió su pecho paralizarse al comprender que quizás su madre también había muerto.

“Sé un buen rey…”

Rememoro las palabras de su madre que no alcanzó a oír, pero leyó sus labios. La culpa lentamente lo acribillaba. Decidir dar la espalda a sus responsabilidades no era nada fácil. Pero tampoco podía dejar asolo a Loki, menos llevarlo con él a Celeste.

-Mierda…- soltó la bolsa de víveres y golpeo una piedra lastimándose los nudillos de su mano. Debía regresar a Celeste, proteger a su pueblo- Loki…-susurro derrotado.

La puerta se abría y Loki le miraba a Dante entrar.

Dante vio a Loki enterrado bajo la fría arena. En definitiva no podían gastar agua a gusto, era demasiado cara. Debían economizar lo más posible. Sinceramente decir: fuguémonos y seamos felices. Dejaba de tener encanto. En el reino pese a su destino tenía todo lo que deseaba, todo se le era dado fácilmente y el dinero era constante. Si bien Dante sabía lo que era trabajar y vivir en la clase media, jamas en su vida sufrió tale percances como la escases de comida y dinero, siempre estuvo con su madre y ella supo solucionar todo. Ahora estaba solo cargando  a alguien enfermo y un niño que aún no nacía. Los gastos se duplicaban y pronto se triplicarían.

Suspiro acercándose a Loki para besarle la frente.

-¿Y cómo te fue?-Pregunto Loki mirándole fijamente, noto la mano de Dante herida en la parte de los nudillos. Suspiro comprendiendo las dificultades que comenzaban a atravesar. Era obvio que ese niño se convertía en una carga. Quizás era hora de tomar responsabilidad sobre su destino y el de Dante. Dante no merecía arruinar su vida por culpa de sus rarezas.

-creo que podríamos marchar el lunes. Ese día me pagaran y con ese dinero y los víveres que hemos acumulado podríamos llegar al reino nieve. Aunque…

-¿Qué?- Interrogo Loki

-La guerra ha comenzado… supongo que cada reino de Asgar expulsara a los ciudadanos de celeste fuera de sus tierras.

-Así que ya empezó…- dijo Loki con desanimo. Su cara estaba marcada por el cansancio y sus ojos por una par de ojeras. Lentamente saco sus manos de la arena y tomo un pedazo de papel y lápiz dibujando el mapa del reino de Asgar y celeste- ¿Solo trueno o algún otro reino intervino?

-Solo trueno…- respondió acercándose para sentarse a su lado y mirar la graficas que hacia Loki.

-entonces Deonela o alguno de los generales ya debió contactar con los otros reinos. Estoy seguro que ellos también tomaran cartas en esto, si Thor ha decidido invadir celesta también lo hará con los otros reinos. Será una reacción en cadena. Todo el continente entrara en guerra.

-Eso mismo creo. Pero les tomaron de sorpresa… han destruido la ciudad de Embarco.

-¡¿Y el resto de las fronteras: fuego y Zafiro?!

-No, solo atacaron por trueno. Solo los soldados de trueno- Loki seguía dibujado y analizando cual podría ser el siguiente movimiento de Thor, y más que nada como defenderse.

-Debemos ir a reino negro- repuso Loki mirando fijamente a Dante

-No, ¡no!. Lamento las cosas, pero debemos ir al reino nieve. Debem…

-Hablamos de tu reino. De tu gente, este niño no es importante- callo al mirarlo serio. Finalmente decía lo que también Dante concluía, pero no deseaba aceptar- más adelante podremos tener más hijos si eso quieres, ahora mismo debemos anteponer la prioridades Dante- agacho la cabeza ignorando las lágrimas del su pareja. Podía parecer frio, pero con sentimientos no se gana las guerras y ahora mismo estaban en medio de una- ¿qué clase de vida llevará este niño si nace sin nación y bajo el yugo de la esclavitud de Asgariana?

-…- Dante no supo que decir, pues Loki tenía razón. Si no hacían algo. Si como rey no hacía algo su reino seria esclavizado por ese emperador- llamare al médico, consultaremos que tan riesgoso es. Si es posible que así sea, hare que te saquen ese feto, pero si tu vida está en riesgo no me importaría arrastrarte al continente negro. Allí Asgar ni sus imperios no fastidiaran.

Dante salía y Loki le miraba desaparecer tras esa puerta.

Ir por el medio demoraría más de dos horas y su regreso otras dos horas. Era el tiempo suficiente.

Sabía lo mucho que Dante quería a ese bebe. El también, pero también comprendía que no era el momento de ser padres. Tomo más hojas y comenzó a escribir una carta de despedida.

“Amado mío…

Te prometo que estaré bien, que tratare de traer al mundo tu legado. Más no sufras y no me busques. Enfócate en recuperar tu reino, yo no puedo acompañarte pues ahora mismo soy una carga y no puedes concentrarte. Gana esta guerra. Que cuando acabe y te sepa victorioso yo mismo regresare a tu lado solo o con el hijo que ambos creamos.

Siempre Tuyo: Loki”

……

-ese idiota…- renegaba Deonela mirando a Iris- ¡Ese idiota ha ataco mi reino! ¡Ha roto el tratado de paz de su padre!.

-Que haremos ahora madre- pregunto Iris

-¡¿Que haremos?!- Exclamo la reina para luego reír – Si quiere guerra. Guerra daremos. Iris ve con tu tropa al reino oscuro, es hora de que los reinos libres mostremos nuestro poder. Yo mantendré la defensiva. Resistiremos hasta que sus tropas lleguen.

Iris miro a su madre antes de partir. Sintió orgullo de su fuerza y también tristeza de dejarla sola, peo tenía razón. Debían mover al resto de los reno libres y dar un contra ataque. Recordó la leves conversaciones con Loki y como este siempre advertía que el tratado no era ninguna garantía, pues ahora el nuevo emperador era Thor, y era diferente a su padre, era un ser ambiciosos y poco le importaba el honor de su padre y sus tratados, solo seguía su camino.

Los otros reyes pertenecientes a Asgar reaccionaron a su manera en cada uno de sus reinos. La mayoría desaprobando las acciones del emperador. Era obvio que las acciones de Thor acababa despertando una guerra que los envolvería a todos lentamente. La furia de los reinos libres llegaría en respuesta a su atrevimiento.

Cada rey mando un halcón con una carta en dirección del reino fuego.

Marflow miro un halcón llegar al balcón real. Tomo al ave entre sus manos y acaricio su nuca antes de quitarle la cartita que llevaba atada a su pierna. Una carta diminuta, sin nada escrito, solo una mancha de sangre. La olfateo y reconoció la esencia de Judas. Al cabo de media hora llego otro halcón. Le tomo también entre sus finas manos y miro el mensaje, olio la sangre era la sangre de Brian… y así llegaron nueve halcones más. Antes de anochecer Marflow mudaba sus ropas y tomaba su espada. Podían enviar a Sebastián, Brian u otro rey con más experiencia en combate pero obvio que no lo harían… era obvio que aprovecharía este momento ya sea para deshacerse de ella o simplemente lograr que fuera aceptada.

Marflow rio por la ironía… había golpeado a ese chico malcriado hacia solo seis semanas atrás y ahora debía matarlo y entregar su cabeza como compensación al reino celeste para evitar más muertes.

Camino a la puerta acomodando su capucha negra sobre su rubia cabellera cuando de la nada sintió a alguien jalándole de esta. Era Saqra.

-¿Dónde crees que vas?-reprochaba su consejero molesto. Marflow hacia las cosas sin consultar, era un mal habito que esperaba con los años desaparecer- ¡Un rey no puede abandonar su reino! no ahora que entramos en guerra. Que dirán los generales si el rey se pierde sin avisar.

-Olvídate que soy rey- repuso Marflow mirando fijamente a su consejero. Sus ojos verdes se tornaban rojos escarlatas y su piel misma dejaba de ser rosa pálido y se tornaba rojo lila con líneas negras. Su espada dejaba de ser de metal y se convertía en llamas vivas de color azul- ahora solo soy un mensajero…- elevo su arma al cielo y se escapó una gran bola de fuego que curio todo el reino por fracción se dé segundos y cientos de aves de fuego se formaron comenzando su vuelo en dirección de trueno.

Saqra trago saliva al comprender las intenciones de su reina

-No tarde mucho- dijo dándole la espalda y caminando rápidamente en dirección de castillo. No tenía ganas de estar con la reina ahora que estaba en su forma demoniaca. No quería morir achicharrado. Más se detuvo al ver en el centro del palco real los halcones y las notas.

Corrió al balcón y miro a su reina alejándose en su caballo demoniaco en la misma dirección de las aves de fuego. Su  mirada dejo de ser neutra y se tornó melancólica y triste.

-¿dónde va?-Pregunto Yuuki que se aceraba al balcón y notaba a Marflow marchándose sin despedirse de él.

-Llego una solicitud de los otros reyes. No tardara mucho. Es mejor que marches, aun debes terminar tus estudios Yuuki, recuerda que en ausencia de tu hermana tu eres el rey sustituto.

Yuuki de 12 años asentía con la cabeza. Yuuki era el hijo legítimo del rey, a quien el pueblo si respetaba y admitía como su verdadero rey. Quizás uno de los pocos como Saqra, Brian, Judas y Odín que no miraba a Marflow como un demonio, sino como alguien digno, tan digno que una de las armas la eligió.

“Mi querido inoportuno que atormentas mis noches al no saber

Si serás la luz de mis días o la oscuridad que segara mi existencia…

Mi querida esperanza que ardes en la incertidumbre de no ser nada

Tú que compartes mi sangre y me envenenas como si mi peor enemigo fueras.

Serás normal o una insensatez como mi existencia en este mundo.

Pequeño intruso, sabrás que hay alguien que desea conocerte?

O te dará igual pues no tienes memoria.

Existes realmente o solo eres el parasito que devora mi alma.

Mis sueños y metas… todo me lo arrebatas

Y aun así… Creo que puedo llegar a amarte más que mi propia existencia

Extraño mío que te escondes en mis entrañas y devoras y quemas de dentro a fuera

Por favor ten piedad y permíteme ver la luz del día a tu lado…

No nos hundas a ambos en el fondo del barranco.

Te prometo entonces que te dare aquello que todo niño anhela: una familia.”

 

Loki seguía caminado atreves del desierto del reino Zafiro. Miro a varias personas cerca suyo huyendo de la guerra, todas en diferentes dirección y algunos como él en dirección del reino nieve. El camino no sería fácil ni corto… era casi un mes de viaje a caballo y ellos iba a pie.

Recitaba el poema que escribió entre dudas de poder lograrlo o no para darse fuerzas. Quizás su cuerpo caería en medio del desierto y el sol secaría su carne dejándolo en simples huesos… y finalmente muerto. Pero aun así seguía su marcha. Tenía una promesa que cumplir:

Tratar de traer ese niño al mundo y después de la guerra reunirse con Dante.

Dante con el dolor de su alma emprendió el viaje a Celeste. Si alguna vez dudo ahora no lo haría. Él era el rey y destruiría a Thor.  

  

 

 

 

 

 


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