-Vamos a darnos un baño, nos lo merecemos y después te mostrare nuestra habitación…- decía Strange mientras salía lentamente del rubio y con delicadeza lo cargo saliendo del jardín; -nuestra habitación- preguntaba Danny muy ilusionado acurrucándose en el pecho del Doctor, -sí, nuestra…-; -eres mi novio ahora…?- decía mientras sonreía y besaba el pecho del mayor, -claro que sí, ya que si quieres le puedo decir a Fury que si te pueden dar un permiso especial para podernos casar…porque todavía no eres mayor de edad-, -casarnos…!?- los ojos del rubio brillaban de la emoción, -sí, antes de que piensen que soy un pervertido, hay que hacer papeleos…- decía divertido el Doctor; -no abusaste de mí, yo estuve de acuerdo con esto-, decía mirándolo fijamente; -claro, pero hay que hacer todo conforme a la ley; ya que si quieres nos casamos mañana o el día que tú quieras-, -sí, mañana mismo- le contestaba lleno de ilusiones. –Yo te amo y si esperamos más no podre soportarlo…- le decía el rubio, -entonces tengo muchas cosas que hacer… mi bien amado-.
Danny le sonreía –mi amor, yo quiero ayudarte a organizar-, -pues… si quieres puedes organizar los pocos invitados y yo organizo lo legal mientras convenzo a Fury para que sea el ministro…-, decía Strange, -pues solo serían mis amigos de la academia y mis maestros de mi lado, y del tuyo…?- le preguntaba dándose de cuenta que ya habían llegado al baño, -solo son los vengadores, Coulson… y uno que otro del templo de Kamar-taj… ahh y unos conocidos de otras dimensiones… lo normal-; -amor, eso no es normal… pero no somos normales, necesito nombres y quizá podamos llevarles invitaciones personalmente-, Strange lo deja con cuidado en la bañera –le puedo decir a Coulson, es de confiar pues los vengadores no están en un solo lugar como tus compañeros de la academia… y los dimensionales… yo me encargo...-; -el agua esta perfecta, ven aquí amor…-, le toma de la mano para que lo acompañe. Acepta la invitación del rubio.
–Sabes, vamos a estar muy apretados en esa tina- se comienza a reír Strange, -puedo sentarme en tus piernas o me ducho en la regadera- lo decía entre risas el rubio, el doctor le tomó la palabra y lo sienta en sus piernas, -me gusta de esa manera…- le dice amablemente; -abrázame…-.
Han pasado dos semanas y las cosas se han complicado un poco, Danny se ha sentido muy extraño y tiene nauseas más continuas, Strange comienza a notar los síntomas extraños, así que decide revisarlo, pues él es doctor, -a ver Danny, cuéntame que te pasa…-, este está sentado en un sofá del despacho del doctor; -pues tengo náuseas y bueno… a veces cuando como, algo siempre me da asco o tengo muchos antojos… no… no sé qué me pasa es… extraño-, Stephen le hacia una anamnesis –interesante, te duele algo… acuéstate para que te revise-, comienza a hacerle un examen físico, lo comienza a palpar, hasta que siente algo en la región abdominal; -si… si bueno, me duele la espalda baja y voy mucho al baño…-, -bueno, observó un pequeño bulto en la región abdominal, te duele la cabeza continuamente…-, Strange quiere sacar más datos porque por los síntomas piensa en algo que no podría ser posible. –Algunos otros síntomas, porque hasta el momento con los datos que me has proporcionado, podría diagnosticar un embarazo-, decía poniéndose en su papel de médico.
Danny se puso más pálido y se quedó mudo al oír aquello, -s… si me duele la cabeza y también como mucho… e… eso ya lo dije- está muy nervioso; -Danny… tienes algunos detalles médicos que no me hayas contado o algún proceso mágico que no sepa…?, para pensar en todas las posibilidades por mas locas que parezcan…-. El chico lo pensó mucho, hasta que dio con algo, -u… una vez me convertí en chica… pero fue por algo estúpido-, tapa su boca –lamento la mala palabra, era yo un principiante… no sabía que podía quedar embarazado…-; comenzó a llorar pues estaba algo sensible, -no puedo creerlo… soy un fenómeno-, cubrió con sus manos el rostro para que no lo viera llorar. Strange mira al rubio sorprendido, pues con los cambios mágicos todo puede pasar si no se hacen correctamente, -no te asustes, cálmate por favor; no eres un fenómeno, además yo también estoy sorprendido…- ; él estaba más blanco que un papel por dentro peo por ser Doctor no lo podía demostrar, -ahora que se eso…-, lo mira a los ojos llorosos –vamos a ser padres…-.
Danny sigue llorando y evitándole la mirada –esto es mi culpa, no estaríamos pasando por esto, soy un tonto…- se levanta bruscamente y se dirige al baño porque tiene nauseas, Strange lo esperaba, tenía que darle unas palabras que el necesita, -mi pequeño ya es niño grande- decía para sí mismo. Adentro del baño, el rubio terminaba y jalaba la cadena del inodoro, se lavó la boca y miraba su abdomen, “como puede estar preñado” pensaba sollozando y tocando su abdomen. Strange ya sin poder esperar más, abrió la puesta para consolarlo, -esto es una bendición, no debes de sentirte mal… no a cualquiera se le da la oportunidad de gestar una vida…-, Danny lo mira sonrojado por lo que dijo, -te amo, pero estoy asustado mucho-; -obviamente estas asustado, eres joven; pero yo estoy a tu lado y vamos a salir adelante juntos, así que por favor, no estés triste…- le dice con mucha seguridad en sus ojos y lo besa suavemente.
-Seremos padres…- decía el rubio mientras sonreía acariciando las mejillas del Doctor, este lo cargo para llevarlo a sus habitaciones, pues tenía que tranquilizarse más porque no le hacía bien al bebe. –Puedo… puedo preguntar algo Doctor…?-, Danny se cubría el rostro, -e… es natural que… que… me… caliente muy rápido?-, -por supuesto, porque tus hormonas están preparando tu cuerpo, a parte de los síntomas normales tu libido estará loco algunos días…- le respondía a la manera natural de un médico. –E… entonces hazme tuyo… te… tengo ganas- de decía el más joven muy rojo por lo que había dicho, -si eso quieres, todos tus deseos son ordenes…- decía Strange muy complaciente. Su respiración se agitaba mucho de los nervios, pues comenzó a quitarle la ropa al Doctor, este se deja hacer a manera del rubio, solo deseaba que su niño hermoso hiciera con él lo que quisiera –tu mandas mi precioso…-.
En su habitación al poco tiempo quedaron desnudos, Danny toma la mano de Strange para colocarla en su abdomen, al ver su mano en ese lugar estaba feliz –pensar que en este lugar esta algo pequeño que es de los dos…-, -algo de los dos… un pequeño que nos va a necesitar-decía muy sonriente el rubio, siente muy bonito, y gran placer de que Strange lo acaricie en el abdomen. –Me gustaría que sacara tus hermosos cabellos dorados…- decía el Doctor, -siento que será como tú, con tus ojos y tu nobleza- decía un Danny muy ilusionado; -será nuestro pequeño maestro místico… y si quieres que sea como yo, entonces será muy alto- decía Strange entre risas. Danny sale corriendo hacia el baño, siente mareos y nauseas, -ok, tendré que hacerle una prescripción médica para controlar un poco sus malestares…- decía mientras esperaba que el rubio saliera para darle un regalo.
Danny regresa secándose la boca, y lo mira –amor estoy desnudo…-, viendo las circunstancias decide actuar, –como quieres que me quite la ropa, lento o rápido… en la cena te daré mi regalo- le preguntaba a un ansioso rubio; -quítatela lento… me vas a dar un regalo?- decía emocionado. Strange comenzó a quitarse la ropa lenta y provocativamente, -claro, hay algo que he querido darte pero me demore mucho en escogerlo porque no me decidía-, el aludido lo miraba sonrojado y suspiraba enamorado. –Bueno amor, yo creo que podría quitarte los malestares si me besas, yo podría ser tu mejor medicina-, este lo beso suavemente, Danny se colocó encima de las piernas del doctor –amor… qui… quiero…-; sabe que debe ser más cuidadoso con el rubio, lo atrae a su cuerpo, -haz lo que quieras, tu mandas pues tengo que cumplir los caprichos de mi hermoso príncipe-, Danny rápidamente se auto penetra y se mueve muy rápido, no puede evitarlo, le necesita, Strange siente como el rubio se siente muy efusivo, lo toma de las caderas para darle un ritmo; -no sabía que tenías un lado salvaje-, este se acopla al ritmo que le marca el Doctor, una más lento y calmado, lo mira a los ojos –mas… más rápido- decía entre gemidos. –Sabes, que me gusta ver tu expresión de placer, tu aura de inocencia se expresa con belleza…- le susurraba al oído, este se mueve lento muy rojo de la vergüenza y acaricia a su amor; el Doctor quiere que su príncipe se sienta pleno, lo acaricia como si fuera de cristal y se mueve estratégicamente para que esta vez el clímax final sea lento y placentero, -nuestros espíritus son solo uno…- Strange abraza con fuerza a Danny, este le besa el rostro y sonríe moviéndose lento –a… amor…-, -dime mi príncipe- le besa suavemente la mano; -a… amor… estoy llegando- de dijo mientras le mordía suavemente el cuello. En un movimiento llegan ambos a un gloriosos clímax, - te amo mi príncipe- le decía suavemente mientras besaba todo el rostro de Danny; –soy… soy todo tuyo mi amor- le decía su príncipe, Strange sale suavemente del rubio, quieres tu regalo ahora?-, -si… si quiero- le decía acurrucado en los brazos del mayor. El doctor le entrega un capullo de una flor negra.
–Esta flor es de una dimensión a la que una vez fui, y me la traje, sopla el capullo para abrirlo, adentro esta tu sorpresa…-; Danny tomo el capullo entre sus manos,-la… la abro ahora…?-; Strange inclino la cabeza indicándole que sí; soplo sobre él y lo observo sonriendo… este comenzó a abrirse,-espero que te guste, es un anillo hecho en Uru, no preguntes donde lo saque y la piedra es un cristal verde que se forma entre las rocas de una de las tres fuentes de Yggdrasil, la del destino… tiene que ser especial para mi príncipe-, estas palabras hicieron que el rubio se pusiera muy rojo, -me lo pones amor…-, -por supuesto, ahora con esta sortija llevas mi promesa de amarte hasta el final de los tiempos y las dimensiones…-, se lo coloco y le beso la mano. Stephen Strange era feliz.