El tiempo pasa rápido cuando estas con la persona que amas, un Danny muy sonriente está en el jardín acariciando su abultado abdomen de tres meses. Por los corredores va llegando Strange hacia ese lugar con su típica ropa. –Y dime, como te sientes hoy, por cierto tus compañeros de la academia de Shield vinieron a verte, pero como les comente que estabas dormido no quisieron despertarte; así que te dejaron tus deberes y un pastel que te hizo la tía de Peter…-, le beso la rubia cabellera. –Mmm… pastel, lo que se me antojaba…- le decía muy sonriente, -me veo extraño embarazado…?- continuo el rubio; -claro que no, eres hermoso-, el Doctor le acaricio el abdomen, -aquí percibo una energía muy poderosa-, -yo no percibo nada… no me deja verlo… no me deja escucharlo… tu si lo oyes Stephen?- le decía un preocupado rubio, -lo siento…, quiero creer que por estar más entrenado en las artes místicas puedo sentirlo… más adelante naturalmente podrás sentirlo, pues es parte de ti… -, -si… es verdad- Danny bajo la mirada viendo su abdomen; -creo que te amara más a ti- le decía algo afligido, -nos amara a ambos-, Strange lo beso suavemente no le gustaba verlo así. –Te parece si tomamos una taza de té con el pastel… también quiero ir contigo al centro comercial, necesitamos comprar ropa nueva para ti-, pues la ropa que tenía ya no le empezaba a quedar, el Doctor le acaricio con delicadeza el rostro.
–No… no quiero salir- puso ambas manos en su vientre, protegiendo a su bebe, -los de mas no entenderán, me harán daño…- le decía un alterado Danny, -tranquilo, nadie le hará daño a nuestro hijo, vamos, tiene rato que no voy al mundo normal, déjame decirte que usar todos los días el mismo tipo de ropa del Hechicero Supremo a veces aburre… además que para hacerte daño tendrán que pasar por mí y mis poderes antes…-. Ya más tranquilo el rubio, lo abrazo sonriendo –me voy a arreglar- se fue “corriendo” a la habitación, no podía correr pero estaba ahora muy emocionado. Strange ya cambiado con un elegante traje negro se dirige a su cochera, para sacar el auto y esperar al rubio en la entrada principal, lo encendió con calma, pues raramente lo usaba; era el único objeto junto con el reloj en su mano que le quedo cuando vendió todo para curar sus heridas, un Mercedes Benz negro muy elegante. –Creo que ya estoy listo-.
Danny se había arreglado muy bien para Strange y se veía hermoso, este se sentó en el lugar del copiloto, -ya estoy listo amor-, -me encanta como te ves- le decía el Doctor quien lo beso suavemente. Salieron de la casa rumbo al centro comercial, y en el automóvil se escuchaba música de Pink Floyd. Estaba el rubio mirando por la ventana, y sonreía feliz; pues tenía tiempo que no habían salido, -amor… me compras un chocolate…?- , -claro que sí, nada más llegamos y compramos uno o mejor aún, un helado enorme de chocolate-, unos enormes ojos brillan -uno grande?!!!-; dijo emocionado –si… si lo quiero- decía un muy emocionado Danny. –Tan enorme como quieras, yo también quiero uno- decía Strange, él también estaba muy feliz por salir con Danny, este mueve sus pies con emoción –siiiiii!!!!!!!!... puede tener fresa encima?- le decía a su amor con mucha ilusión –a donde lo comeremos?-. Mientras decían esto, estaban entrando al estacionamiento del centro comercial, bajaron del auto y Danny muy feliz iba del brazo de Stephen.
Caminaron dentro del edificio, hasta que Strange encontró un lugar que le pareciera adecuado para tomar un helado. –Me gusta este lugar-, era una heladería que parecía sacada de un folleto, bonita y colorida; -pide lo que quieras mi príncipe-, muy sonriente se acerca a pedir lo primero que ve, pero unos chicos en una de las mesas del fondo se comienzan a burlar por su aspecto, el doctor al ver eso, se levanta – mi príncipe, permíteme- le dijo al afligido rubio y se dirige hacia donde están los chicos, este los amenaza de la manera más aterradora que puede haber: destruir sus futuros, -creo que no van a molestar a nadie nunca más…-, lo que los demás no sabían es que les hablo en sus mentes y les enseño unas cosas muy escalofriantes; los chicos se acercaron a Danny a pedirle disculpas. El rubio sonríe, aunque le duele que lo vean raro, él no se sentía a gusto con su estado… se sentía un fenómeno, -no hay problema- les dice a los chicos, -solo piensen en que pueden hacer sentir mal a una persona si la juzgan así…-; les dice a manera de consejo. Los chicos aceptaron el comentario y se retiraron,-amor, no te da pena que te vean conmigo…?- le decía un afligido Danny, -si lo pones así… soy más raro que tu… te lo demuestro?- le decía Strange; -claro que no sentiría algo así…, sabes, no quería llamar la atención pero…- chasquea sus dedos y aparece su traje de siempre, -y te presento a mi mascota dimensional…- abre un portal no importando que estuvieran ahí comiendo, del portal sale un enorme lobo Wargo de color castaño: -se llama Bilbo…-. Ahora si la gente les llamaba la atención el par.
Danny sonríe mientras acaricia al lobo –es hermosa su mascota…- mira a las personas, unas molestas y otras algo asombradas o molestas…; -debimos quedarnos en casa, me estoy cansando, él bebe pesa mucho…- decía porque quería volver a casa –aún falta mucho para que nazca-, -a mí no me importa llamar la atención; además ya solo nos falta que nos entreguen las cosas, pues yo ya había pedido todo; pero no quería que te sintieras encerrado, pues eso tampoco te hace bien… vamos-. Pago los helados y regreso a su mascota a su dimensión, -cuando lleguemos puedes jugar con él en el jardín-. Las mujeres a pesar de su extraña ropa se le quedaban mirando y mataban con los ojos al rubio que llevaba de acompañante. Danny miraban a aquellas mujeres que devoraban a su novio, pero a él lo miraban muy mal, se sintió triste, hasta que una de ellas tuvo el descaro de acercarse.
-hola, podrías darme tu hora?- se dirigió a Strange mostrándole su gran escote, Danny al ver esto continuo caminando, pues sentía feo que una mujer estuviera haciendo eso, Strange ve a la descarada chica y le responde calmadamente –Tiffany, no soy un reloj-, la mencionada se sorprendió mucho –y te preguntaras porque se tu nombre… sé que te gusta presumir tu apariencia, pero solo eres una persona vacía, que en el futuro tendrá una muerte horrenda al conducir por hacerte un selfie… así que disfruta tus tres días de vida, ahora, tengo que acompañar a mi príncipe y prometido, lindo futuro simple mortal…- volvió con Danny, inco una rodilla y le beso la mano tal cual princesa, el rubio se puso muy rojo al ver lo que su amado hacía, sus lágrimas corren por sus mejillas, tapo su boca con sus manos y este avergonzado le susurro –te amo tanto…-. La mujer los miraba y muy enojada tomo a Danny de los cabellos haciéndolo caer de golpe.
-Así que sabes mucho no?... aquí va a morir tu maldito novio!- decía la mujer mirando fieramente a Strange y llena de odio le dio una fuerte patada al rubio, este se hizo bolita para proteger su abdomen; Danny estaba llorando, pues la patada había sido fuerte. Esa fue la gota que derramo el vaso, no debió hacer eso… la capa de levitación entendió la situación y por primera vez en años el Gran Hechicero era de temer. –Como te atreves simple mortal, nadie toca a mi amado y a mi hijo…- decía con un eco espectral que ni Dormamu podría igualar; -por los poderes del Ojo de Agamoto, que el tiempo pase y muestren lo que eres por dentro… -los ojos de Strange brillaban como la muerte , la chica comenzó a envejecer aceleradamente, -no te voy a matar, pero vivirás así hasta que mi príncipe y mi hijo estén fuera de peligro… y si te arrepientes de tu forma de vida-. Todos los presentes corrieron espantados.
-Mi hermoso…-, lo comenzó a revisar ya que es médico; - tengo que llevarte a casa…- decía Stephen, Danny comenzó a sangrar por la boca, estaba más lastimado de lo que pensó –me duele, le decía el rubio llorando. La mujer se aleja sin poder aceptar lo que acaba de pasar. –A… amor…- Danny comenzó a quedarse dormido, el golpe tal vez no fue muy fuerte, pero si peligroso.
Danny alzo la mirada hacia Strange -a… amor…- comienza a quedarse dormido, en verdad el golpe fue muy fuerte.