Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El fin del mundo y más allá por Ghost princess Perona

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“Como respuesta a la pregunta de ese libro, estoy seguro que sí” Yashamaru finalmente respondió. Habían pasado días desde que partieron de Suna, alcanzando los campos rápidamente y cosechando sin problemas. Ahora estaban rumbo a Iwa, con el líder de la misión preguntándose si era realmente una buena idea. Sin duda los demás refugios estarían agradecidos, pero…

“Llegará ayuda, lo sé” Gaara hizo lo que pudo por acallar sus preocupaciones. Vigilaba el camino… woow, realmente era escapado. Muy difícil que una de esas cosas lograra llegar siquiera a los satélites. Incluso los caminos en mal estado ayudaban mucho a las barreras naturales alrededor del centro poblado. “Muy bien, nos acercamos.”

“Espero que nos reciban bien” finalmente entraron en lo que parecían plantaciones arruinadas, marchitas. La gente salía de sus casas, que eran de madera y muy antiguas o artesanales, observando sus movimientos con un poco de miedo. Entonces el pelirrojo le dio a un niño un pequeño atado de trigo y todos comenzaron a correr hacia ellos, reclamando su parte. Les entregaron la comida, sorprendiéndose de lo rápido que desaparecían en el interior de las casas.

“Enhorabuena, ya pensaba que no iban a venir” Sasori apareció en ese momento, acompañado por unas personas sumamente extrañas. “Pensábamos que tendríamos que sobrevivir el resto del año solamente con agua… o los estofados de rata de Kurotsuchi” hizo un gesto hacia la chica del grupo, que cruzó los brazos. “Son bienvenidos a probar.”

“Sí, creo que vamos a hacerlo ahora” el mayor le extendió una mano, que este tomó para subirse al auto, con el que habían subido a Iwa. Sus compañeros lo siguieron, guiándolos hasta el corazón de la población montesa. El Tsuchikage los esperaba en una casa con unos tótems de madera en el centro. Se notaba a leguas que no estaba feliz de depender de otros, pero no tenía opción, así que…

“Bienvenidos a Iwa” les señaló el suelo frente él, donde los soldados se sentados. “Acaban de salvarnos la vida, gentes de Suna, y esa será una deuda que no sabemos si podremos saldar” su nieta les puso delante unos cazos calientes de estofado con las pocas verduras que se pudieron salvar, pedazos muy sospechosos de carne. Gaara lo tomó, esperando que no fuera algún roedor. “Por favor, disfruten nuestro estofado de rata.”

“¿Ra… rata?” él apartó un poco el tazón. No le gustaban las ratas, ni los ratones… en lo absoluto. Estuvo a punto de rechazarlo, más una mirada de su tío fue suficiente como para obligarlo a tomar una cucharada. Vaya, no estaba mal.

“¿Verdad que está rico?” la muchacha que los acompañó hasta la casa del líder de la aldea se adelantó en ese momento con una actitud demasiado alegre para la ocasión. “Es mi receta secreta, sólo así podía hacer que ellos co…”

“Era la única cosa que había para comer” Sasori acortó la explicación, devorando su propio cazo. “Una sola comida al día de lo único para comer que abundaba en este lugar, las ratas que se comieron su alimento o los pescados que nadan por los ríos” mordió un pedazo de zanahoria. “Supongo que el menú será más variado a partir de ahora, porque han traído otras cosas, pero todavía tendremos que racionalizar el alimento.”

“No tanto como en casa” Yashamaru respondió. “Esta es la última cosecha de la temporada, se las estamos entregando por entero. No sé cómo va a reaccionar Raza ante esto.”

“Ja, seguro que irá por ahí echando fuego” se rio, feliz de estar en la montaña y no en Suna. “Bueno, supongo que no nos han elegido sobre nuestro hogar. Deben de tener un plan para alimentar a Suna también.”

“Si, cambiar comida por metal con Konoha” las cucharas cayeron sobre los cazos. “Así es, finalmente encontramos Konoha. Necesitaban desesperadamente metales para reabastecerse y les planteamos entregarles unas cuantas placas a cambio de su comida. Todavía no hemos escuchado su respuesta, pero confiamos en que sea favorable.”

“¿Y si no?”

“Entonces estamos en un grave aprieto” siguió comiendo su plato. “Seguro que podemos vivir a base de ratas como ustedes” bromeó. “¿Tienen un par más?”

“Hay bastantes en las ratoneras y jaulas” señaló otro de los que los llevaron ahí. “Y si quieren algo a cambio… no tendremos muchos alimentos, más nuestra experiencia manejando explosivos sin duda les será útil”

“Gari nii-chan”

“El cuerpo de explosivos puede funcionar sin dos miembros, que podrían acompañarlos hasta su aldea para establecer una especie de alianza con ustedes y Konoha” sugirió el chico. “Si ellos han respondido para ese momento, entonces iremos con ellos. Seguro que hayan nuevos usos para nuestros pequeños amiguitos.”

“Quizás” el Tsuchikage no estaba muy convencido. “¿Cuántas aldeas han descubierto hasta ahora?”

“¿Ustedes no han visto ninguna otra?”

“La política de Iwa siempre ha sido el aislamiento, no hemos ni siquiera tratado de hacer contacto en todos estos años con aldeas fuera de nuestros satélites. No es que no haya habido personas que se hayan aventurado, pero… no han regresado” Oonoki se puso a pensar. “Normalmente seguiría con esa línea… aunque ahora no es la mejor idea, ¿verdad?”

“No, definitivamente no” Yashamaru miró al anciano. Sin duda tuvo que haber sido muy fuerte o muy suertudo… probablemente ambos… para haber vivido tanto tiempo. De repente se le ocurrió algo. “¿Han escuchado hablar de R-corporation?”

“¿R-corporation?” él levantó la cabeza de repente. “Sí, uno de nuestros ancestros trabajaba ahí antes del brote. Estaba de vacaciones con su familia aquí cuando ocurrió la catástrofe y… no sé qué más. Su laboratorio hace mucho que está deshabitado” se frotó la barbilla. “Aún debe tener ahí algunas muestras del virus.”

“¿Fue uno de los que se marchó?”

“No, en lo absoluto. Se quedó aquí el resto de su vida” dejó su corta barba en paz. “¿Qué tiene esto que ver con lo que estábamos hablando?”

“Quizás nada, pero sí con la misma plaga. Esa fue la compañía que fabricó el virus” todos los presentes se quedaron pasmados. El estofado fue obligado y corrieron hacia el viejo edificio que el científico tenía en la aldea. Era muy básico, con microscopios sencillos, cuadernos de notas y una computadora malograda al costado. Yashamaru cogió la primera de las libretas. Estaba amarilla, pero aún legible.

“¿Qué dice?” Gaara se acercó, intentando leer por encima de su hombro. Los demás se quedaron en su sitio, aunque Deidara moría de ganas por hacer lo mismo. Lo único que lo mantenía en su sitio era la mano de Sasori cerrada alrededor de su muñeca.

“Bueno… al parecer colaboró en la fabricación y modelamiento del virus original” pasó una página con cuidado. “Era una terapia alternativa para tratar enfermedades neurodegenerativas. Su objetivo es promover la multiplicación de células sanas cerebrales como reemplazo de las enfermas y mejorar las sinapsis neuronales… pero luego se dieron cuenta de que tenía aplicaciones militares si se mezclaba con algunos códigos de otros virus fabricados por ellos.”

“Déjame adivinar, el de los embarazos, ¿no?”

“Pues… parece que sí” volvió a pasar la página. “El resultado en los sujetos de prueba… no puede ser” se quedó sorprendido. “Nos engañaron. Según este doctor, la mayoría de sus experimentos fueron un fracaso. Sólo hubieron un puñado de resultados positivos entre cientos de sujetos de prueba. Y todos estaban” lo bajó. “En los laboratorios de Estados Unidos.”

“Cerca de casa, ¿eh?” todos se quedaron pensativos. El documento era hasta el momento el más importante que habían obtenido hasta el momento. Si habían sujetos de prueba que soportaron el virus, entonces quedaba la posibilidad de que tuvieran inmunidad. Lo que tanto habían estado esperando. “Tenemos que ir a ese sitio”

“No es tan fácil” odiaba sonar como pájaro de mal agüero, pero tenía que poner las cosas en claro. “Aparte, no hay ninguna garantía de que siguieran vivos mucho tiempo. Según esto las pruebas de venta fueron realizadas apenas unos días después de ser expuestos al virus…”

“Aún así tenemos que tratar” y estaba en lo cierto. No podían dejar pasar la oportunidad de encontrar la inmunidad que tanto tiempo habían estado buscando.

-En Suna-

“Ya deberían haber llegado” Kankuro decía a su padre, siguiéndolo por toda la oficina. Esto ponía al otro de los nervios, pero no perdió su aura de perpetua tranquilidad. “Las expediciones nunca tomaron tanto tiempo y… ¡¿Qué es eso?!”

“Hummm” Raza observó por la ventana el mismo panorama que su hijo. Al muelle acababa de llegar un barco mediano con una gran bandera blanca oleando en la parte superior. De él emergieron pequeñas figuras negras que bajaban a tierra por tablas que se pusieron a toda velocidad. “Creo que deberíamos darles la bienvenida a nuestros invitados.”

“¿Qué…? Pa… ¡padre!” el corrió detrás del hombre, que se apresuró al lugar. Estaba lleno de curiosos, todos observando con la boca abierta el enorme navío. Las personas que bajaban de él estaban vestidas de negro, con pesados abrigos de lana encima. Uno de ellos se le hacía muy familia, como un Sasuke mayor con el pelo largo. A su costado, el auténtico Sasuke le contaba animadamente acerca de un viaje por la nación. El líder del poblado carraspeó, llamando la atención.

“¿Kazekage Raza?” el pelinegro mayor se volteó a verlo, dando una suave venia. “Lamento no haberme presentado antes, soy Itachi Uchiha. En nombre de Konoha y de mi propia familia le agradezco por haberles brindado asilo a mi hermano menor y a su novio.”

“No fue nada” respondió en tono frío. Ante sus ojos, talegas de comida eran bajadas del barco con un símbolo de yin yang pintado encima. Un joven de ojos blancos estaba tomando la contabilidad, apuntando en un cuaderno. “Supongo que a cambio querrán nuestro metal. Tengo su pedido listo” hizo una seña, a lo que los herreros respondieron trayendo una carreta. “Será suficiente para arreglar sus armas y algo más”

“Se lo agradecemos” el chico de la cubierta apuntó más cosas. Mientras lo hacía, Itachi sacó un papel de su chaleco. “El hokage-sama extiende una invitación cordial a los gobernantes de los cinco refugios a Konoha para hacer un tratado de comercio entre nosotros y posiblemente una alianza estable en un futuro. Extendimos una invitación similar a los gobernantes de Iwa, Kumo y Kiri.”

“Vaya” no sabía cómo tomar esta información. No sólo Konoha, sino otras tres aldeas más que sobrevivieron a la catástrofe del brote. “¿Qué es lo que pretende con esta alianza? Hemos sobrevivido durante mucho tiempo sin necesidad los unos de los otros…”

“Y este invierno pudo haber sido el último para ustedes y para los montañeses” la comadreja suspiró. “Además, no es sólo una alianza. El Hokage está dispuesto a renunciar a algunos de nuestros recursos y cree que podrá convencer a los otros de que hagan lo mismo en pos de un bien mayor” Itachi se alejó hacia su barco. “No tiene por qué responder ahora, pero le agradeceríamos que lo hiciera antes de que partamos de regreso.”

“Lo discutiré con mi estado mayor” señaló, dándose la vuelta. Miró por la ventana, viendo a la gente celebrar por todo lo alto que sus graneros estaban llenos. Poco les importaba que hubieran tenido que darles su metal.

“Padre” Temari entró en ese momento, con un poco de té en las manos. Seguramente era una de las cosas que los extraños trajeron, hace mucho que no había té en Suna. “Prueba un poco, tienes que relajarte” ella se sirvió con un poco de temor. “¿Estás esperando al tío Yashamaru para dar tu respuesta definitiva?” él no respondió. “Seguro que estará feliz, los de Konoha nos han traído algunas medicinas que…”

“Paz y prosperidad, ¿eh?” Raza la interrumpió, volteándose. Ella retrocedió un par de pasos, pero su padre no hizo nada violento. “La historia nos ha enseñado siempre que los que prometen esas dos cosas rara vez cumples… bueno, nunca en una situación como esta” de todas maneras se tomó el té. “Aunque…todavía podríamos acordar un intercambio si logro imponer mis condiciones.”

“Vas a…”

“Primero tengo que saber lo que tiene para ofrecer cada una de ellas. Konoha al parecer tiene suficiente comida como para permitirse alimentar a otra aldea…” se frotó la barbilla. “Además todavía tengo curiosidad acerca de lo que saben sobre R-corporation. Cada uno de ellos.”

“Padre…”

“Esperaré a que Yashamaru y Gaara vuelvan, luego se lo plantearé al concejo. Daremos nuestra respuesta antes de que se vaya” y así fue. Gaara y Yashamaru regresaron con carga extra, lo que no puso precisamente alegre al Kazekage. El rubio bocazas y su amigo castaño recibieron la invitación para el Tsuchikage y prometieron entregársela. La respuesta les llegaría por paloma. Sasori, por su parte, se puso a exponer las virtudes de Iwa, sobre todo cuando se trataba de explosivos.

“Y luego…”

“Gracias” lo calló con un movimiento de la mano. “El Hokage planeaba hacer la reunión en Konoha, pero a mí me parece que lo mejor será mantenerla en territorio neutral… si es que planeo asistir” paseó su mirada por la habitación. “Seguro que podrán asegurar algún refugio en un terreno que no esté colonizado por ninguna de las demás aldeas…”

“Podemos ofrecer Kuza es que…” uno de los concejales empezó a hablar, pero una penetrante mirada de su líder lo calló. Al parecer era reacio a mostrar todas sus cartas, especialmente si era el lugar donde conseguían alimento.

“No sé si debamos reunirnos con las demás aldeas, es un gran riesgo que…”

“Concejal, por favor, les debemos el seguir con vida” Yashamaru se levantó. “Como le dije al Tsuchikage cuando visité Iwa, no hay manera de que esta política de aislamiento siga funcionando ahora que nos hemos encontrado todas las aldeas. Cada una tiene algo que a otra le falta, por lo que intentarán apoderarse de esos recursos” Raza estaba de acuerdo con eso. “Creo que es mejor pactar ahora que podemos antes que destruirnos unos a otros.”

“Sin embargo, a pesar de poder aliarnos entre nosotros, no hay manera de que confiemos ciegamente” el Kazekage se levantó. “No, se tiene que andar con paso seguro… pequeño, pero seguro” suspiró. “Yashamaru tiene razón en que la política de aislamiento ya no va a funcionar, sobre todo con semejantes hordas bloqueando nuestro acceso a la comida” se frotó las manos. “Hay que pactar… mercado, pienso que se llama. Podemos aguantar eso.”

“Intercambiar nuestro metal por…”

“Tras haber comprobado que podemos confiar en ellos, creo que podemos compartir algunas cosas más… quizás hombres para ir limpiando nuestra tierra” eso era lo que esperaba. “Aunque no será gratis… creo que tendrán que hacer algunos sacrificios.”

“¿Sacrificios?” Gaara le preguntó.

“Ellos tampoco confiarán en nosotros si no hacemos sacrificios” juntó los dedos. “Antes, las alianzas se sellaban con matrimonios, era una práctica muy aceptada por todas las comunidades del mundo” el pelirrojo menor se tensó. “Y si ellos pueden hacer ese tipo de sacrificios, yo también. Y confiaría en ellos más por nuestro vínculo sanguíneo.”

“¿Qué diablos estás diciendo?”

“Sasori ya tiene tratos con el nieto del Tsuchikage” su sobrino se puso del color de su cabello. “Vamos, para que te haya seguido hasta aquí deben al menos tener una relación un poco más fuerte que la amistad.”

“Nos… nos llevamos bien… los dos estamos interesados en el arte, pero…” su lengua se trababa. Deidara era un buen chico, no merecía ser arrastrado a las maquinaciones de su tío, sobre todo si incluían alianzas con las demás aldeas.

“Oh, fantástico, un interés en común es perfecto en un matrimonio. Seguro que serán muy felices juntos” se volteó hacia su hija, que trataba de hacerse invisible. “Tendré que pensar en otras uniones, pero tú y Gaara deberían prepararse para el matrimonio también. Sobre todo tú, que vas a emigrar”

“Emi… ¿en qué estás pensando, padre?”

“Gaara, tú eres mi heredero al haber sobrepasado a tu hermano. No digo que Kankuro sea un inútil o Temari una inepta, pero… descansaría más tranquilo al saber que Suna está en tus manos que en las de tu hermano o tu hermana” la mencionada se encogió más. “Y ella seguro que hace una excelente embajadora en Konoha.”

“¿Quieres una alianza con Konoha?”

“Es la aldea más fuerte, por eso una alianza bien establecida con esa aldea nos servirá mucho” Raza simplemente respondió. “Y tú y tu hermana deben ser ese puente que nos una a los dos pueblos” se revolvió incómodo. “¿Crees que eres el único que va a tener que hacer sacrificios? Las otras aldeas seguro que ya están ofreciéndoles jóvenes dispuestos a las demás para hacer alianzas. Tenemos que adelantarnos y formar las más fuertes antes.”

“Si usted lo dice” Temari y él se miraron. Sentía un poco de pena por ella, casi tanta como la sentía para sí mismo. Sólo esperaba que terminara atada a una persona que la hiciera feliz, una buena persona. Sólo eso podía pedir, porque no había forma de convencer a su padre de que los matrimonios políticos eran una basura.

-En Konoha-

“Todos aceptaron” Minato informó a su concejo mayor. Itachi y su equipo acababan de regresar, con Naruto y Sasuke. Ni que decir que ambos adolescentes recibieron un regaño y se casaron en seguida por insistencia de sus padres. “La condición en la que todos concuerdan es que debemos reunirnos en un lugar neutral, no en nuestro territorio. Incluso se comprometen a traer una escolta que se encargue de parte de la seguridad de la zona si accedemos.”

“Aceptaremos estas condiciones” Hyuuga, con el respaldo de los demás, dijo. Parecía muy emocionados por esto, lo que le daba al Hokage una mala espina. “Y creo que ya sabemos en qué lugar se celebrará”

“¿Cuál propone?”

“¿Recuerda el sitio de donde viene la esposa de su sobrino, lord Hokage?” él apretó los dientes. Konan y Nagato se habían casado hace poco y ella solía hablar más libremente con los miembros de la aldea, su tema favorito era su tiempo en el refugio de la lluvia. “Creo que podemos limpiarlo y protegerlo fácilmente. Sería un lugar propicio para la reunión.” Paseó la vista. “Todos a favor”

“Bien” el Namikaze observó todas las manos alzadas. “¿Puedo dejarte las preparaciones a ti?”

“Será un honor, lord Hokage”

Notas finales:

¿Les ha gustado? Hiashi va a ser un poco ambicioso a partir de este capítulo, pero bueno... los Hyuuga siempre se han creído superiores y monopollizan muchasa cosas de Konoha, verdad? Review!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).