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100 f*cking reasons why por MarLe514

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Notas del capitulo:

ENJOY

 

INTRO DEL FIC: AQUI 

 

010

 

En fechas como esas, el Instituto celebraba algo llamado: “Festival de Castas” donde todos los estudiantes debía crear un espectáculo con sus debidos clubes, para los invitados y familiares. Algo como eso se realizaba dos veces al año y siempre recaudaba mucho dinero para donar a las fundaciones a las que el Instituto era asociado.

Era un excelente objetivo, pero la organización y todo, siempre dependía del rendimiento del Consejo de Estudiantes y los clubes. 

Y Baekhyun era del tipo flojo que hasta este momento no tenía un club definido, pues no se sentía bueno en algo en específico, nunca era elegido para participar en algún partido, ya sea de futbol baloncesto o voleibol. Además no existían clubes de patinaje, o algo parecido, por lo que simplemente se tenía que conformar con ayudar de extra en situaciones como esa.

El día era fresco, y el cántico de los animales silvestres era opacado por el bullicio natural de los humanos. Tanto el Consejo Estudiantil, como los líderes de los clubes caminaban de un lado a otro con mil cosas en la cabeza.

Baekhyun los observó con lástima desde su lugar en el balcón mientras terminaba de devorar su paleta congelada.

“Pobres almas en desgracia.” Lamentó sin mucho interés, dándole lamidas a su helado que se derretía rapidísimo por el calor que hacía.

—¡Hey! ¡Baek! —De pronto la profunda voz de Chanyeol atrajo su vista hacia el patio en el primer piso. Cuando sus ojos cafés se encontraron con los negros del alto, Baekhyun se atragantó con un poco de hielo.

Baekhyun se golpeó el pecho dos veces y en casi medio segundo estudió todo el atuendo del alto, su cerebro identificó el cordón rojo que solo los miembros del Consejo Estudiantil podían portar en eventos especiales.

“¡¿Estás de broma?!”

—¿Qué haces ahí? —Preguntó, mirando hacía arriba con una sonrisa, y su mano cubriendo sus ojos como un sombrero, por la luminosidad cegadora del sol.

Baekhyun tragó saliva poniéndose de pie, intentando lucir como si trabajara duro.

“¡¡Es un miembro del consejo!! Si sabe que estuve tonteando aquí, seguro va a pensar que soy de lo peor.” Pensó, y rápidamente simuló limpiar las barandas con la manga de su chaqueta. —A-ah… ya sabes… aquí está bastante sucio a-así que e-estoy… ya sabes contribuyendo… hehe.

Chanyeol sonrió. “Whoa, es pésimo mintiendo.” —Ah, claro, ahí se acumula bastante la suciedad. —Agregó mirándole divertido. —Esto me recuerda, aún tengo mucho trabajo que hacer, si ya terminaste con eso, ¿te gustaría ayudarme un poco? —Preguntó con un linda mueca.

Baekhyun se tocó el pecho como si un proyectil le hubiera impactado. “¡Está usando su lado lindo otra vez!” —¡Cl-claro que puedo! Di… digo, sí, ya que terminé aquí…—murmuró desviando la mirada.

—Muchas gracias, nos hacen falta algunas manos. —Agregó apenado.

Baekhyun negó rápidamente. —N-no sé si seré de mucha ayuda… pero…

—Descuida, yo estaré contigo. —Aseguró con su sonrisa brillante.

“Okay, ya me tienes.”

 

Y aunque había empezado con mucho entusiasmo, aquello de: «Yo estaré contigo.» Había sonado increíble hace casi media hora, ahora se daba cuenta que era una mentira horrible, pues al ser Chanyeol el líder del Consejo ahora todo el mundo estaba pegado a él. Ni siquiera le dejaban un segundo a solas con el alto. Casi parecía ser un complot contra él.

Baekhyun hecho un vistazo a los demás miembros del consejo que rodeaban al pelinegro, frente al alto eran puras sonrisas, pero cuando se trataba de Baekhyun mostraban sus garras y dientes.

—Genial. —Masculló el castaño cargando algunas cosas hacia el deposito. Era muy decepcionante ser ignorado de esa manera. “Yo solo quería pasar tiempo con él.” Se lamentó.

Pero en medio de su camino al almacén, unas nuevas manos aparecieron de pronto frente a él, rodeándole desde atrás.

—Se ve muy pesado. —Comentó Yeol tomando la caja él mismo.

Baekhyun levantó la mirada al cielo topándose con el rostro del alto. —¡¿…Heh?!

Chanyeol soltó una risita, colocándose a su costado. —Has sido de mucha ayuda. —Dijo con una mueca avergonzada. —Debería estar llevando mejor el evento pero sin el presidente es un poco duro para mí. —Admitió. 

Baekhyun intentó recomponerse, aclarando su garganta. “Oh Dios mío, cada vez me hago más cercano a él. Creo que esto cada vez vale más la pena.” Lloró de felicidad en sus adentros. “¡Incluso se está quejando frente a mí! ¡Mamá, gracias por parirme!”

Chanyeol desvió su mirada hacia Baekhyun, el bajito estaba demasiado metido en sus pensamientos que no notó la mirada fija del otro. —Sabes…—empezó, con tono algo serio.—Hay algo que necesito sacar de mi pecho…—confesó mirándole.

Baekhyun agrandó los ojos. “¿Es tu camisa? ¡Por favor di que sí!”

Chanyeol miró a los costados, notando que habían estudiantes por todos lados, y sin más acomodó la caja con una mano y tomó la muñeca de Baekhyun, arrastrándolo. —Ven conmigo.

Ni siquiera fue capaz de negarse, pues la mano de Chanyeol era bastante grande y se sentía tan increíble cuando se aferraba con fuerza a su muñeca. Eso de alguna manera le hacía sentir especial.

Cuando estuvieron en la parte trasera del gimnasio, el alto le soltó, empezando a caminar en círculos. Lucia afligido, como si algo realmente le afectase.

Baekhyun encarnó una ceja, mirando con atención. ¿Qué significaba esa expresión? Nunca la había visto antes.

“¿Está triste? ¿O es… estresado? Más, más, quiero ver todas sus facetas. Sólo muéstramelas todas a mí.”

Y en ese instante supo que incluso siendo un bobo, también podía ser codicioso, y celoso.

—Yo…—empezó murmurando, como si le fuese difícil continuar. Y de esa manera captó la completa atención del castaño quien agudizó sus sentidos, intentando adivinar lo que decía sus labios, cuando murmuraba. ¿Qué era…? ¿qué…?

«Lo siento.»

Baekhyun arrugó su expresión. —¿Por qué… te estas disculpando? —Murmuró.

Chanyeol dejó la caja a un lado, en completo silencio, y ante la patidifusa mirada de Baekhyun, acortó la distancia entre ellos con tres pasos largos, y lo atrajo a su pecho en un abrazo.

El castaño contuvo la respiración como si acabara de sumergirse en una piscina. El corazón loco de Baekhyun empujó contra su pecho con fuerza, mientras se derretía en aquel abrazo, que no duró más de diez segundos, pero que para él fue casi eterno.

“Ah… me gusta tu aroma… y la forma increíble que combina con tu sudor.”

Pensó cerrando los ojos, y disfrutando de ese instante.

Chanyeol suspiró, tomándole de los hombros y alejándolo ligeramente para verlo a la cara. —Lo siento, me entrometí demasiado en tus cosas y creo que me pasé de la raya esa vez en el bar… Además, te dije cosas duras ese día… y terminaste metido en un problema más grande. —Chanyeol en serio lucía apenado y muy avergonzado. —Yo no debí decirte esas cosas… realmente lo siento.

Baekhyun movió los dedos de las manos involuntariamente, conteniendo el impulso de rodearle el cuello con los brazos.

“Esta haciendo una cara muy triste solo por eso… ¿En serio estas preocupado por cómo me siento? ¿Por qué haces que me enamore tanto de ti?”

Baekhyun tomó una profunda respiración, y simplemente le dio unas palmaditas en la espalda. — Está bien, está bien~ Es mi deber como amigo, poder lidiar contigo, así que no te preocupes. —Agregó intentando quitar la seriedad al asunto, de ninguna manera le guardaba rencor a Chanyeol por esos acontecimientos.

Chanyeol imitó un rostro ofendido, mientras le tomaba con el brazo por el cuello.—¿Así que lidiar conmigo? ¿eh? —Dijo en tono amenazante.

Baekhyun se echó a reír. —¡¿Estas disculpándote y luego amenazándome?! ¡Eres el peor amigo del mundo!

Después de eso, un miembro del consejo los encontró, y les riño por estar jugueteando en vez de ponerse serios con el tema del festival de Castas. Chanyeol asumió toda la culpa, como el vicepresidente del Consejo. Baekhyun no pudo evitar fangirlear al ver al alto comportándose de forma burocrática y elegante. Definitivamente tenía el crush más sexy de todo el universo.

El resto del día, Chanyeol le encargó a Baekhyun tareas sencillas como doblar servilletas o colocar anuncios en la pared, era obvio para todos que el alto tenía preferencia por el más enano y eso solo hacía sacar al resto del consejo su lado más malvado.

—Hey, enano Byun. —Llamó una chica de cordón rojo. —¿Dónde están los demás anuncios? —Preguntó cruzada de brazos.

—Ah, los dejé por…—Baek miró la mesa vacía, y se arrodilló pensando que tal vez se habían volado por el viento, pero no había nada en el suelo tampoco. —Yo estoy seguro que lo dejé ahí. —Dijo confundió.

Ella le miró altiva. —Si no lo encuentras, por lo menos lleva las bigas al patio principal, yo puedo quedarme haciendo los afiches. —Alegó.

Baekhyun ladeó la mirada hacia las vigas y lo que encontró fueron piezas del tamaño de un tronco. Desvió la vista a sus brazos escuálidos y luego la miró con ojos llenos de lágrimas. — Lo que tú quieres es destrozarme ¿cierto? ¡Si cargo eso mis brazos pueden ser arrancados de mi cuerpo! —Se quejó. Haciendo riña.

Ella se cruzó de brazos igual de infantil.—¡Pues debes hacerlo! —contraatacó, ambos echando fuego de sus cuerpos. —¡¿Acaso no eres un hombre?!

“¡Espera, ella solo quiere provocarme! Pequeña granuja…”

Baekhyun se arremangó con pose de Rambo, pero antes de que pudiera tomarlos, alguien más soltó un suspiró pesado.

—En serio, ¿qué voy a hacer con ustedes? —Chanyeol estaba apoyado en el árbol detrás suyo con una sonrisa cansada. —Está bien, Yeomin, yo llevaré esto. Baekhyun, ¿puedes ir con los de comité de bienvenida?

—Pero, vice…—Quiso refutar la bajita.

—Dije que lo haré. —Sonrió brillantemente.

Todos los del consejo que estaban ahí, quedaron flechados por esa simple mueca.

El alto alborotó los pelos de Baekhyun y simplemente tomó las vigas, empezando a andar. —No hay tiempo para descansar, el festival aun no acaba. —Les recordó antes de marcharse.

—Es tan alentador tenerle de nuestro lado. —comentó uno.  

—Sí, sí, además su aura positiva es contagiosa. Incluso siendo de clase baja se esfuerza al máximo, es genial. — Alegó otro, algunos hombres habían caído ante su encanto. 

Baekhyun los escuchó sorprendido. “Ellos lo admiran mucho.” Y ese hecho solo le hizo sentirse aun más orgulloso de él. “Por supuesto, mi Chanyeol es perfecto por donde lo veas.”

No lo sabía hasta ahora, pero Chanyeol era asombroso de diferentes maneras, y sin quererlo, estaba metiendo aun más profundo en su corazón, haciéndole muy difícil respirar.

 

Cuando las siete llegaron los fuegos artificiales se activaron haciendo al público disfrutar del espectáculo en el cielo, era la primera vez para Baekhyun estando del otro lado, pues los años atrás él solo disfrutaba del festival sin contribuir en absoluto. Ahora sentía sus huesos doler y el cansancio acumularse en su espalda.

—¿Es muy duro? —Dijo colocando una lata fría contra su mejilla. Chanyeol lo encontró en el campus, y se sentó a su lado. —Discúlpalos, no son malos, sólo deben estar sorprendidos de que nos conozcamos. —Dijo.

Baekhyun cerró sus puños contenido su ira, al recordar todo lo que le hicieron hacer. Eso era como abuso de autoridad. Definitivamente un caso de esclavitud moderna. “¡Todos esos te rondan como moscas a la miel, es completamente enfermo!” Pensó, pero en realidad no podía culparlos, Chanyeol causaba ese efecto en las personas. Cualquiera que se enamorara de Chanyeol era como un compañero para él, pues si alguien amaba a ese chico, definitivamente no podía ser una mala persona.

—Está bien…—suspiró Baek, dándose por vencido. —Supongo que los entiendo un poco. —admitió apoyando su mentón sobre sus rodillas dobladas. El sonido explosivo de los fuegos artificiales era genial y el olor que emanaba también. —Todo resultó bien, ¿eh? —Dijo mirando el cielo. —Buen trabajo, vice. —felicitó con una sonrisa sincera.

Chanyeol no le respondió, tomó sus tobillos y los estiró sorprendiéndole. —Préstame tu regazo un rato. —Dijo de la nada y un segundo después apoyó su cabeza ahí, durmiéndose de inmediato.

Baekhyun parpadeó confuso, para luego rendirse. Simplemente desvió la mirada al cielo y vio las luces brillantes estallar en lo más alto.

“Debes estar súper cansado…” Pensó mirándolo de soslayo. Sus ojos cerrados y su expresión tranquila, todo era tan atractivo, de hecho más que eso… Su expresión de serenidad le daba tranquilidad. Acerco sus delgadas manos acariciando su cabello, como había adivinado era suave al contacto. Sintió la textura de la hebras entre sus dedos, y cerró los ojos grabando ese instante.

“Quisiera poder estar a tu lado más tiempo.”

—Si… ahora te digo que me gustas… ¿Vas a hacerme a un lado? —Susurró, con expresión triste, aun haciéndole piojito con sus uñas. —De verdad… ¿puedo aguantar solo siendo tu amigo…?—murmuró inclinándose sobre su rostro, y sin pensarlo realmente, cerró los ojos juntando sus bocas en un beso corto, solo un roce de sus labios.

 

 

A unos metros Hanji sacó su móvil, automáticamente, y sin desperdiciar tremendo momento, fotografió el instante.

Y antes de guardar su móvil en su bolso una mano apareció frente a sus ojos arrebatándole el aparato. —¡Oh! Lo siento no se permiten las fotos. —Dijo la voz cantarina de Chen, y antes de que la chica pudiera procesar su aparición eliminó la fotografía, no sin antes dudar un segundo al ver la imagen con sus propios ojos.

—¡Yah! —Chilló ella tomándolo de vuelta y revisando su galería. —¡Idiota, ¿por qué hiciste eso?! —Dijo enfadada.

Chen se encogió de hombros. —¿Por qué fotografías a las personas? ¿Eres una stalker o una pervertida? —devolvió, sin mostrarse interesado, sacándose la pelusa de la oreja con su meñique. —¿Debería reportarte a la policía?

Ella arrugó su bonita expresión en una mueca irritada. —Bastardo, piérdete.— Masculló pisando fuerte y largándose, echando humos.

Chen la vio desaparecer de su campo visual. “Ay… ¿Cómo dejan entrar a este tipo de personas a un evento como este. Definitivamente estamos perdiendo estatus.” Metió las manos a los bolsillo y se dio la vuelta, pero antes, no pudo evitar mirar en dirección al bajito, notando la escena de esos dos.

 “Ugh, en serio… ¿tienes que ser tan obvio?”

Chen bufó, encogiéndose de hombros.

 

Cuando el festival acabó, el moreno se encargó de esperarlo en el patio principal. Era de noche, y los sonidos nocturnos eran casi acogedores. Revisó la hora nuevamente, apoyado en el muro de la entrada principal, luciendo aburrido, pero su mirada captó rápidamente a Baekhyun, que también lo vio.

Jongdae le hizo una señal, y empezó a caminar hacia el campus. Baekhyun no entendía que sucedía pero no refutó, y simplemente le siguió.

Cuando el moreno se detuvo, Baekhyun sintió la atmosfera algo tensa.

“¿Sucedió algo…?” Pensó, jugando con sus dedos en su tic nervioso. Naturalmente Jongdae, no hacía cosas misteriosas o algo.

—Ah, Chen…—Baekhyun sonrió de forma algo incómoda, no había tenido una conversación decente con él desde ese día, y el Chen tampoco actuaba de forma habitual, saltándole encima o molestándole, y eso era jodidamente extraño, hasta parecía del diablo. —¿C-cómo estás? —Peguntó rascándose la nuca.

Jongdae tenía los brazos cruzados sobre su pecho y una mirada fría sobre el castaño. —Estoy bien. —Dijo serio. —¿Cómo estás tú? —devolvió la pregunta.

Baekhyun se sorprendió por esa actitud, pero intentó no concentrarse en ello. —Ah, bueno…

—Debe ser duro, parar ti. Ya sabes, lidiar con un romane no correspondido. —Terminó por decir.

Baekhyun levantó la mirada apresuradamente, luciendo perplejo. —¿Qué…?

Jongdae se cruzó de brazos. —¿Me equivoco? —Apoyó su peso en una pierna, y soltó un suspiro pesado. —De todas formas lo que hagas no es de mi interés, ¿no? —alegó aún siendo rencoroso por aquella vez. —No tienes que contarme todos tus secretos, lo entiendo. Pero, al menos, si quieres mantenerlo como un misterio, ¿no deberías ser mas cuidadoso? —Masculló mirándole severamente.

Baekhyun retrocedió un paso, siendo lastimado por sus palabras duras. —¿De qué estás…?

Chen apretó la mandíbula, haciendo crujir sus dientes. —Te vi, Baek. —Le cortó. —Frente a los fuegos artificiales. Y verte, fue incluso doloroso para mi vista. —Agregó en tono agrio.

Baekhyun bajó la mirada con ambos puños cerrados con fuerza. —Eso…

Jongdae sintió la molestia mezclarse con su decepción. —Como sea. —sacudió su mano. —Es tu vida después de todo, y ya me di cuenta que no estoy cordialmente invitado a ella, así que solo te estoy dando un consejo por los viejos tiempos. —Se puso las manos al bolsillo, y le dio la espalda. —Sé más cuidadoso la próxima vez, porque no estaré ahí para salvarte el trasero. —Masculló

Baekhyun sintió sus ojos acuosos, y la sensación de pérdida le azotó con fuerza cuando vio su espalda alejarse. ¿Por qué estaba actuando de esa manera?

“No… yo no quiero…”

Tembló en su sitio, apretando los dientes.

“No quiero que las cosas se vuelvan incómodas entre nosotros…”

Y los recuerdos de los tres juntos llegaron a su mente, siempre Chen, Baekhyun y Kyungsoo. Ellos, los tres mosqueteros y esa mierda de juntos contra el mundo. ¿Se estaba acabando por… una pelea?

“No…”

—Es… espera…—Jadeó extendiendo su mano, y solo en aquel momento notó sus mejillas húmedas. Chen no se detuvo, tal vez ni siquiera lo escuchó.

“Yo… no quiero perderlo…”

 

Chen caminó a paso firme sin mirar atrás, no tenía idea de por qué estaba tan irritado, pero lo estaba. Se sentía, jodidamente enfadado con todo. Y eso incluía a Baekhyun.

De pronto escuchó una ramita quebrarse detrás de él, e inevitablemente la sensación de ser perseguido llegó a él, por lo que se detuvo de golpe.

En ese instante, Baekhyun se estrelló contra su espalda, pues no tuvo tiempo de frenar, y ambos cayeron dolorosamente al suelo.

—¡Ack! Mierda, eso duele. —Chen escupió el dulce que tenía, y miró sobre su hombro al castaño. —¡¿Cuál es tu problema?! —Le gritó.

Baekhyun tenía la nariz roja, pues había estrellado su cara contra la espalda del moreno, y le miró con ojos retadores. —¡Mi problema es que mi amigo es un idiota! —Alegó, aferrándose a la cintura de Chen, abrazándolo de forma estranguladora. —No te dejaré ir hasta que me perdones. —Amenazó.

Chen no podía respirar, y ya estaba morado. —M-me ri-rindo…—Jadeó, golpeando el suelo con su mano, dándose por vencido.

Baekhyun lo liberó de aquel abrazo de oso, pero no se quitó de encima. —¡Lo siento mucho! En serio… fui un tonto, sólo me sentía avergonzado… y… lo siento. Eres mi mejor amigo, no te ocultaré nada de hoy en adelante, lo juro. —Alegó como boy scout. —¿Amigos, otra vez?

Chen puso los ojos en blanco. —Si eso es todo, quítate, pesas, gordo. —Y sin más le apartó de un empujón.

Baekhyun ni siquiera se sintió ofendido, sabía que Jongdae era terrible demostrando sus sentimientos, por lo que lo tomó como un sí. —Oye, no estoy gordo…—dijo con pose de sirena. —Mi cuerpo fue tallado por los mismo ángeles. —Canturreó en tono divertido.

Chen suspiró viéndole en el suelo. —Sí, sí, deberías hacerte ver la cabeza, parece que te golpeaste muy fuerte. —Murmuró, alejándose, pero inconscientemente, una sonrisa pequeña bailaba sobre sus labios.

“Ese… tonto idiota”

 

Un mensaje llegó a su móvil, de pronto y revisó sin mucho interés. Baekhyun se había quedado atrás y le gritaba a la lejanía que era un pésimo amigo, por abandonarlo.

Al ver el remitente del mensaje, frunció el ceño, normalmente la secretaria de su madre no le informaba nada a menos que se tratase de algo importante.

Secretaria Jung: Joven Jongdae, el vuelo de su primo se adelantó para la próxima semana. Tenga un excelente día.
09:04pm

El castaño detuvo su paso al instante y sus dedos temblaron sobre su pantalla táctil al ver el contenido.

—Este… pequeño bastardo. —Masculló.

.

.

.

Los días trascurrían con la naturalidad de siempre, la primavera había llegado y era tan calmado como aterrador, pues, en la vida de Byun Baekhyun el desastre y la calidad eran pan de cada día.

El castaño estaba feliz de disfrutar aquellos momentos de paz, en esos instantes, todo parecía ir de maravilla, la escuela seguía siendo un fastidio, y obtener un 51/100 era como un récord propio, después estaban sus amigos, las cosas habían vuelto a su lugar con Jongdae, y por supuesto el bullying había llegado con el doble de fuerza, Kyungsoo seguía siendo su fiel terapeuta que escuchaba todos sus problemas amorosos, también se acercaba la batalla de bandas, lo cual lo ponía de increíble humor, y Chanyeol… bueno, él seguía siendo su platónico numero uno.

Por fin su barco empezaba a navegar aguas tibias y calmadas, y esperaba que nada rompiera con esa cadena de paz.

 

Baekhyun estaba de camino a casa, había recuperado su patineta por lo que los aburridos recorridos en auto a su casa, por fin habían terminado. Extrañaba las veredas angostas y onduladas, el viento contra su cara era lo mejor.

Patinó bajo la sombra de los espesos árboles, mirando el cielo. Era una sensación de libertad completamente renovadora.

“Esto es el paraíso en la tierra.” Pensó devolviendo la vista al frente, y en ese momento alguien se atravesó en su camino.

No fue capaz de detenerse, y simplemente se dejó arrastrar por la desgracia, se estrelló contra el sujeto mandando a volar su patineta. El golpe raudo le hizo jadear, y sin querer enterró su rodilla en la entrepierna del pobre chico.

—¡Agh! Mier— Se quejó adolorido.

Baekhyun se frotó la cara pues se había abollado contra el pecho del chico, pero más importante cuando sus ojos divisaron su patineta esta estaba en medio de la pista. Fue demasiado tarde cuando extendió su brazo hacia ella, pues un camión le pasó por encima, quebrándola. Nuevamente.

“De… debes estar bromeando.” Pensó mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.

—Vaya, eso no me lo esperé. —Masculló el chico a sus espaldas mirando la tragedia en la autopista, aun frotándose las bolas. En serio ese rodillazo le había dejado K.O.

Baekhyun caminó hasta la carretera y levantó las piezas volviendo con un semblante triste.

—Ya chico, recupérate. —Dijo intentando animarlo.

Baekhyun frunció el ceño mirándole con rencor. —Fue culpa tuya, te atravesaste. —Apuntó, y solo en el momento que sus miradas se encontraron Baekhyun reconoció esa cara de chico flor. —¡Tú! ¿Qué haces aquí? —Apuntó con su dedo acusador.

Hongkyu puso cara de póker, apartando su dedo de su rostro. —“¿Tú?” —Repitió. —Soy, usted, pequeño. —Corrigió empujando su frente con su índice.

*Baekhyun usó el sin honoríficos, que normalmente se emplea con personas de bajo rango. 

—Soy mayor que tú, así que puedes decirme: Hyung. —Aclaró, parándose recto, luciendo alto y elegante.

Baekhyun frunció el ceño, inconforme.

Pero Hongkyu alargó una sonrisa. —O oppa, como mejor te parezca, lindura. —guiñó un ojo, evidentemente bromeando.

El castaño hirvió como una furia. —¡¿Estas tomándome el pelo?! —Se quejó intentando apuñalarlo con sus poderes otorgados por la fuerza.

Hongkyu solo rio divertido. —Escuché que el cumpleaños de Chanyeol se acerca, ¿has preparado algo para él? —Preguntó de la nada frotándose el mentón.

Baekhyun estaba a punto de irse cuando sus orejas escucharon eso último, y retrocedió sus pasos hasta quedar frente al alto. —¿Qué… dijiste? —Preguntó con una sonrisa falsa.

—Hahahaha, son como antenas satelitales, ¿eh? —Se burló tocando sus orejas con ambas manos, pues en realidad no lo había dicho en voz alta.

Baekhyun enrojeció cubriéndolas con sus manos. —Déjame en paz. —Masculló. —¿Va-vas a decirme o… no? —Preguntó tragándose su orgullo. ¿Cumpleaños de Chanyeol? ¿Por qué no lo sabía?

—Escuche a Hanji comentar algo acerca de que su cumpleaños estaba cerca y que no sabía si debía preparar algo para él. —Hongkyu alargó su sonrisa. —Bueno… ¿qué deberías hacer para obtener toda la información? —Dijo en tono altivo.

Baek puso los ojos en blanco. —Si no vas a decir algo de mi interés, me voy. —Dijo empezando a caminar, pero Hongkyu le tomó de la mochila, rápidamente.

—Espera, espera. ¡¿Ni siquiera vas a intentarlo?!—Se apresuró, sonriendo incómodamente. Era la primera vez que alguien lo abandonaba sin más. —Te lo diré, pero si vas a comprarle un obsequio tendrás que llevarme contigo. —Alegó.

El castaño encarnó una ceja. —¿Por qué haría eso? —Se quejó.

Hongkyu bufó. —No he estado en Seúl por mucho tiempo y quiero visitar todos los lugares posibles, pero Hanji ya no quiere llevarme consigo. —Hizo morritos.

“¿Acaso eres un niño?” Baekhyun puso los ojos en blanco. —Ya veo por qué. —Murmuró.

Hongkyu chascó la lengua ofendido. —¿Aceptas o no?

Baekhyun mordió su labio inferior. —Ah, mierda, está bien. —Accedió, cruzando los dedos tras su espalda.

Pero el alto fue mucho más astuto y le rodeó tomando su mano tras su espalda, en un extraño abrazo. —Bien, trato hecho. —Dijo con una sonrisa socarrona, mientras Baekhyun se sonrojaba furiosamente.

—¡De-deja de jugar conmigo! —Masculló nervioso, tomando su distancia.

Él levantó sus manos. —Nos vemos el jueves por la tarde para comprar un lindo regalo. —Añadió despidiéndose.

Baekhyun chascó la lengua. —Así le digo adiós a mis días tranquilos. —masculló, resignado.

Ese chico era bastante extraño, y de alguna manera, sentía que le conocía de algún lugar… sólo no recordaba de dónde.

.

.

.

—¿Qué? Pero, prometiste que me acompañarías. —Dijo Chanyeol con el móvil apoyado contra su mejilla y hombro. Estaba en la cafetería donde trabaja a medio tiempo.

Baekhyun mordió su labio inferior, desde el balcón. Sus amigos estaban en su habitación y no quería ser molestado por ellos, así que huyó hacia el balcón para tener una conversación normal. —En serio, lo siento. Yo también quería ir, pero surgió algo y…—se sonrojó al recordar que iría por un regalo para él, por su cumpleaños. Por supuesto no podía decirle o la sorpresa dejaría de serlo. Duh.

Chanyeol esperó que concluyera después de esa inesperada pausa, pero Baekhyun nunca terminó la frase. —¿Es muy serio? ¿Pasó algo? —Se preocupó, dejando su labor de limpiar las mesas.

Baekhyun negó como si el alto pudiera verlo. —¡N-no! Es… ya sabes… huh… algo.

El alto encarnó una ceja, dejando sus tareas de camarero un segundo, para atender plenamente a la llamada. —¿Algo? —Lo imitó, pues Baek había usado un tono bastante raro para pronunciarlo. Y sólo un segundo después de pensarlo, Chanyeol creyó entenderlo. —Ah…—dijo con su gruesa voz. —Tendrás una cita con el sujeto que te gusta.—Alegó asintiendo. —Bueno, si es el caso, no puedo hacer nada para retenerte. —Suspiró.

—¿Ah? ¿qu-qué? —Baekhyun se puso rojo de la nada. ¡¿Cómo había llegado a esa conclusión?!

—Ah, ahora tengo que volver al trabajo, tal vez nos veamos en la escuela. Adiós, Baek. —Se apresuró en decir el alto, al ser descubierto por su superior.

Baekhyun quedó perplejo oyendo la línea cortada del otro lado.

—¡¿Por qué?! —Chilló irritado. —¡¡Es culpa de ese idiota chico flor!! —Se apoyó como un muerto sobre el muro de piedra de su balcón esperando a morir. No podía volverle a llamar ahora para aclarar las cosas, porque dijo que estaba ocupado en el trabajo.

Suspiró rendido entrando en la habitación.

Dentro, Chen tenía el guante de beisbol de Baekhyun, mientras lanzaba la bola y la atrapaba, echando como una papa sobre su cama.

Se suponía que se habían juntado para terminar los últimos arreglos de la canción que cantarían en la Batalla de Bandas de la próxima semana.

Mientras el castaño caminaba de un lado a otro. —¿Que voy a hacer? Chanyeol piensa que lo cancelé para salir con el tipo que me gusta. —Dijo mordisqueando sus uñas.

Kyungsoo encarnó una ceja. —Creí que te gustaba él. —Murmuró, mirándole de reojo, sentado en el push de Pikachu.

Baek levantó los brazos al cielo. —¡Y así es! —chilló.

Chen se lamentó, ahora que había descubierto el pequeño secreto de Baekhyun, también era incluido a esas conversaciones super gays de ambos. —Ya admíteselo, corta todo el maldito suspenso. —Chen suspiró sobre su cama, luciendo cansado.

Kyungsoo asintió. —Esto sería más fácil si le dijeras que lo amas, y ya. —Acotó sin mucho interés viendo una revista, que hablaba acerca de Kai como un nuevo actor revelación.

Baekhyun se puso rojo como una señal de tránsito. —¡N-no lo amo! —Alegó con nerviosismo, súper avergonzado.

Chen soltó una risa sarcástica.—Ajá, no lo amas. Sólo lo extrañas cuando no está, y te pones triste cuando te ignora, hablas como un idiota todo el jodido día de él, y también amas el olor de su suave cabello cuando usa shampoo de coco que lo hace oler como una princesa tropical llamada Talula que sirve piñas coladas en vasos hechos de cocos, con una sombrilla rosa y una cereza encima. —Narró como adolescente retrasada, agitando sus pestañas y luciendo dramática.

Kyungsoo asintió coincidiendo con Jongdae.

—Soo. No me ayudas. —se quejó.

Kyungsoo se encogió de hombros recortando la pagina que hablaba acerca de los “7 secretos del guapo y talentoso Kim Kai” para su colección personal.

Baekhyun se dejó caer de rodillas. —¡¿Acaso no puedo estar enamorado secretamente de un tipo en la comodidad de mi habitación, sin que mis amigos me juzguen?!

Chen lanzó la bola al aire y la atrapó. —Nop. —Dijo. “Además… sería más fácil si te confiesas de una vez, y te rechazan rápidamente. Así volverías a ser como antes.” Pensó.

.

.

.

El jueves por la tarde, Baekhyun se había colocado algo casual, unos shorts y una camiseta fresca, no tenía muchas ganas de lucir fabuloso, después de todo, por culpa de ese mocoso que acababa de conocer, no podría ir con Chanyeol a los bolos como había acordado. Y ni siquiera había podido arreglar aquel malentendido de la cita inventada. Chanyeol estaba muy ocupado con los proyectos del consejo, y ahora el alto había conseguido un nuevo empleo de medio tiempo así que las posibilidades de estar juntos tanto tiempo como antes se había reducido bastante, y traer ese tema otra vez, se le hacía super incómodo.

De alguna manera hablar sobre amor y cosas como esas con el alto se le hacía simplemente imposible, no sabía que cara poner, y sabía que se sonrojaría como un idiota por el simple hecho de pronunciar la palabra con “s”.

El bajito vio por octava vez la hora en su reloj de pulso, había estado parado en aquel lugar por casi media hora. Ya había empezado a sudar y el sol empezaba a tostar la piel de sus hombros. —Increíble, este tipo es increíble. —Masculló enfadado.

 —Yoh. —Un golpecito en su hombro le hizo saltar en su lugar. —¿Esperaste mucho? —Preguntó con una sonrisa irritante.

Baekhyun sintió las ulceras formarse en su cuello. —¡Claro que sí! ¿Por qué tardaste tanto? —Gritó enfadado, poniéndose a andar.

El alto se encogió de hombros. —No sabía cómo usar el metro.

A Baekhyun se le cerró un ojo en un tic. —¿Acaso eres un niño? —Masculló. 

Hongkyu suspiró. —Hace mucho calor, vamos por un helado. —Lo tomo de la camiseta y lo arrastró hasta el puesto de hielo más cercano.

—Hey, es-espera…—Chilló.

 

El resto del día terminó complaciendo a ese idiota, habían ido al puente de Udon, a Namsan, a Changdeokgung el palacio histórico famoso en la capital. ¿Cómo demonios todo resultó de esa manera? ¿Acaso era su guía turística?

Pero Baekhyun no podía hacer nada en contra, ya había cancelado a Chanyeol por ese momento, no se echaría para atrás, y aunque sus piernas dolían, siguió a Hongkyu por todo el extenso pasillo de reliquias.

—¿Vas a decirme cuando es su cumpleaños? —Preguntó secándose el sudor de la frente.

Hongkyu no le prestaba atención. —Ven, tómame una foto. —Le extendió su carama fotográfica y posó junto a una escultura.

Baekhyun la recibió con mala cara y presionó el botón sin siquiera ver la imagen. —Ahí tienes, ahora si me dirás. —Insistió.

El le miró con los brazos cruzados. —Si te lo digo ahora, vas a abandonarme aquí.

Baekhyun apretó los dientes. —Incluso si no me lo dices, estoy tentado a hacerlo.

—No eres nada lindo. —Le acusó.

Baekhyun sintió otra ulcera. —De verdad, no intento parecerte lindo.

Hongkyu le tomó de la mejilla estirando su piel. —Deberías, soy un hyung, ¿sabes?

Baekhyun lo apartó. —Deja de jugar, ya fui tu guía turista, ahora cumple tu parte y dime. —Exigió, logrando que los trabajadores del lugar le chitasen.

El guapo chico se rasco la cabeza. —Vale, vale, ¿confías en mí? —preguntó mirándole sin expresión.

Baekhyun ni siquiera se inmutó.—No para nada.

Él sonrió enternecido. —Aww, tomare eso como un señal positiva. Andando. —Le tomó del brazo y volvió a arrastrarlo.

Baekhyun sollozó. —¿Por qué me pasa todo esto a mí?

 

Treinta minutos en tren después y ya estaban frente a un parque de atracciones. Baekhyun sólo tuvo que echarle un vistazo para tirar la toalla y dar media vuelta.

Hongkyu se aferró a su cintura con ambos brazos. —¿Estas abandonándome? —Fingió llorar.

Baekhyun quiso apartarlo con todas sus fuerzas. —Lo siento, el tour se acabó. —Siseó. Era el fin, ya no le importaba nada, estaba literalmente muerto del cansancio, esa salida había sido un completo fraude, sólo había sido utilizado para ayudarle a tomar el metro, y para comprar entradas, comida y ser su guía particular.

—Está bien, está bien, está bien. Su cumpleaños es el 16. ¡El 16! —Alegó.

Baekhyun se detuvo y lo miró. —¿E-en serio? —Preguntó, eso estaba a solo unas semanas.

El asintió. —Lo es. —Aseguró. —Ahora acabo de cumplir con mi parte, solo entremos un rato, consigue algo lindo en la tienda de suvenires y felices todos. ¿Va?

Baekhyun esta vez sonrió pensando en qué debía comprar para Chanyeol.

Hongkyu sonrió de costado, era súper sencillo manipular a alguien tan ingenuo como ese chico, y ese hecho le pareció, hasta cierto punto, adorable. —¿Que dices?

Baekhyun se aclaró la garganta. —Eh, está bien. —dijo más animado. —L-lo que sea, sólo será un rato. —Aclaró, caminando hasta el parque.

El alto mostró una sonrisa triunfante.

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.

.

Chanyeol estaba en casa, no había ido al boliche, después de todo sería aburrido sin Baekhyun. Su abuelo le había pedido que refaccione su vieja radio, y eso le mantenía la mente ocupada por esos momentos, tenía unas gafas de medida con marcos grueso, mientras colocaba cada pieza en su lugar, esa época era la más caluroso, y aunque tuviera siempre la ventana abierta, estar con una camiseta no era opción, por lo que no traía nada en la parte de arriba. Estaba metido en aquello, hasta que una silenciosa voz en su cabeza le recordó algo.

“Él… ¿qué está haciendo?”

Suspiró, sin poder concentrarse. “A todo esto, ¿Quién es ese chico que tanto le gusta?” Se preguntó, pero un segundo después sacudió su cabeza, lo que sea que su amigo haga en esos momentos no era de su interés.

Pero cuando quiso volver a su labor, ya era demasiado tarde, no podía continuar, su concentración se había roto. Se quitó las gafas y las dejó sobre la mesa de mala gana, simplemente caminó hasta su futón y apoyó su cabeza sobre sus manos cruzadas, mirando el techo. Definitivamente no había nada interesante en él, pero tampoco podía apartar la mirada.

“¿Por qué me siento tan inquieto?” Cerró suavemente los ojos, había estado tratando todo el día, para mantener sus ansias bajo control, pero ahora, solamente… ¿debía dormir?

 

“‰“‰“‰

 

—Ah, ¿qué es este lugar? —Un indefenso Baekhyun, se cubrió con sus dos manos, el pecho. —Tengo miedo, ¿qué hacemos aquí?

El hombre al cual no se le veía el rostro levantó las manos pervertidamente, acercándose. —¡Ahora serás mío! —Dijo arrancándole la camisa.

—¡Ahh! —Baekhyun intentó pelear, pero fue arrojado sobre una cama, que quien sabe cuando apareció. —¿Por qué haces esto…? —sollozó Baekhyun con el pecho descubierto.

El hombre sonrió con la nariz sangrando. —No hay una explicación, sólo lo haré, porque soy un pervertido. —Alegó lanzándose sobre él.

—¡Kyaaa! ¡No, no… ayuda! —Exclamó el castaño. —¡Ayuda, Chanyeol!

 

“‰“‰“‰

 

En ese momento Chanyeol despertó de golpe, estaba sudando y tenía los ojos como platos. “¿Qué demonios fue eso?” Pensó alterado. Había sido un sueño bastante pintoresco y hasta ridículo, pero, por qué no se le quitaba la sensación de ansiedad.

Se sentó y tomó su celular, marcando el número de su amigo. No pasaba nada si sólo se aseguraba de que estuviera bien, ¿verdad?

Un pitido, dos pitidos, y luego la casilla de voz. Chanyeol mordió su labio sintiéndose algo preocupado.

—Está bien, está bien. —Se aseguró. —Es solo una coincidencia, tal vez sólo está ocupado…—Pero su propia respuesta no lo calmó en absoluto. —Ah, demonios, ¿por qué no está tomándolo? —Se preguntó alterado. Y aunque luciera como uno, se negaba a aceptar que ahora se comportaba como una mamá gallina.

Tomó de vuelta su móvil y envió un mensaje a Jongdae. Era su última opción, pero no perdía nada, ah, solo su dignidad, pero la situación, lo ameritaba.

Chanyeol: Hola, ¿puedo hacerte una pregunta?

09:15pm

 

El alto fue a la cocina a servirse algo de agua, y cuando regresó ya había un mensaje en su buzón.

 

Kim Jongdae: Ah, eres tú. ¿Qué quieres?
09:29pm

Chanyeol: ¿Sabes donde está Baekhyun? No contesta su móvil.
09:31pm

Kim Jongdae: ¿Ah, sí? Tal vez esté tonteando. Ya sabes, su vida no es nada interesante.
09:31pm

Chanyeol: Ah, ya. Gracias.
09:32pm

Kim Jongdae: ¿Por qué lo dices? ¿Habló contigo?
09:32pm

Chanyeol: ¿Conmigo? ¿Tenía que hacerlo?
09:33pm

Kim Jongdae: No. Sólo digo.

Espera, estas preguntando por él. LMFAO
¿Por qué estas preocupado por ese idiota?
09:33pm

Chanyeol: No lo estoy.

Chanyeol: Lo estoy.
09:33pm

Kim Jongdae: Ah, pues deberías. Oí que hoy se encontraría con el amor de su vida y toda esa mierda.
10:00pm

Chanyeol: Lo supuse.
10:00pm

Kim Jongdae: En serio no sé que le ve a ese tipo, es todo un idiota, además creo que se inclina por lo sado. Ya entiendes ;)

Chanyeol escupió el contenido de su vaso, y tosió, releyendo tres veces el mismo texto.

Chanyeol: [está escribiendo…]

Kim Jongdae: Bueno, es todo, tengo que procrastinar, así que deja de mensajear.
10:04pm

Chanyeol: ¡¿Qué dijiste?! ¡¿SADO?!

Sadomasoquismo: Conducta o comportamiento sexual en el que la persona experimenta excitación y satisfacción sexual mediante el sufrimiento físico o psíquico que inflige a otra persona o que recibe de ella.

Kim Jongdae: Hazte una paja si tienes los dedos inquietos.

Dije que estoy ocupado. Adiós, imbécil.

 Y en algún lugar de Seúl, Chen se descostilló de la risa por la pequeña bromita.

 

Cuando Chanyeol quiso seguir cuestionando notó que ese bastarde lo había bloqueado. Ahora definitivamente no podía estar tranquilo. Tomó su móvil y volvió a llamar, pero esta vez, Baekhyun contestó.

—¡Baek! ¿E-estas bien? —Preguntó casi gritando.

—¡Chanyeol! —saludó, con la respiración agitada. —¿Eh? Sí, estoy bien. —Contestó algo confundido.  

Chanyeol aun parecía inseguro. “¿Esta agitado?”—¿En serio…? ¿Dónde estás? —escudriñó.

Baekhyun tomó una gran respiración. —Ah, sobre eso… A-ahg, n-no… Oye…—La llamada se cortó y Chanyeol sudó, eso…

“¿Baekhyun… gimió?”

 

Esa noche, Chanyeol no pudo dormir, pues en su cabeza sólo podía pensar en Byun Baekhyun de la clase 4 A.

.

.

.

Baekhyun golpeo Hongkyu, que le había arrebatado el móvil —¡Idiota, ya basta! —Alegó. —Devuélvemelo. Ugh, ¿qué pasa contigo? —Se quejó mirando que la llamada había sido cortada. —Estaba hablando con alguien ¿sabes?

 

Él sonrió. —¿Era Chanyeol verdad? —Pregunto con tonito meloso.

—Eh, ¿cómo lo sabes? —Cuestionó ligeramente sonrojado. Había sido reconfortante oírlo. Su voz era definitivamente curativa.

—Sonreíste como idiota, además dijiste su nombre. —Dijo con obviedad. —Y además te hice un favor, sonabas tan necesitado, que debía intervenir. —Dijo sabiamente. —Te daré un consejo, si eres tan fácil con él, no te tomará en serio. —Se encogió de hombros.

Baekhyun puso los ojos en blanco. —Chanyeol no es tan superficial. —Sentenció.

Pero Hongkyu se acercó lo suficiente para hacerle contener la respiración. —¿Estas siento por siento seguro? —Preguntó.

Baekhyun bajó la mirada.

—Lo sabía. —Le revolvió los pelos. —De nada. Ahora sí, volvamos.

El castaño guardó el llavero de One Pice que había comparado en el suvenir en su bolsillo. 

Notas finales:

Dadme amol~<3


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