014
"Bien..."
Caminó en círculos, el espacio parecía tan pequeño, el techo bajo casi rozaba con su cabeza, y pues aunque midiera 1.87cm se sentía claustrofóbico.
"Baekhyun... está desnudo en mi cama."
Chanyeol suspiró tomando un segundo entero, era increíblemente difícil, sus pensamientos estaban revueltos y sus manos sudaban como un niño.
—¿Qué estoy haciendo ahora mismo? Parezco un idiota... Aah...—Se frotó la cara, hablando consigo mismo. —Waah. ¿Por qué... me siento tan ansioso? —Tomo una gran bocanada de aire, sacudiendo las manos en un tic nervioso adorable, levantó la mirada y abrió la boca. —No quiero que esto sea como cuando tengo una aventura con alguna chica en un bar, ¿entiendes? Tú definitivamente no eres como ellas, pero..., ahora tampoco eres sólo mi amigo. Es decir... normalmente no se hacen estas cosas con tu amigo. Ha, ha... —Maldijo por no decir lo que realmente quería. —Lo que trato de decir es...—tomo una bocanada de aire. —Nunca he sentido esto por alguien más en toda mi vida, no sé que es, tampoco sé si es algo bueno o malo, pero... ¡Dios mío! Ayer me gustaste mucho, mucho, y ahora mismo quiero volver a besarte... y... aah, soy un idiota. Aah, ¿qué debo hacer?—Golpeó la pared dando vueltas y cubriendo su rostro sonrojado. — ¡¿Por qué no puedo concentrarme?! Esto no está funcionando. —Se dio dos palmadas en la cara, y carraspeó. —Vamos, otra vez... —murmuró a su reflejo en el espejo de su baño.
Había despertado antes que Baekhyun y joder, había entrado en pánico. Baekhyun. En su cama. Desnudo.
Todo estaba ocurriendo demasiado de prisa. ¿Ahora... eran algo más? ¿Eran pareja? ¿No debía tomarlo en serio? ¿Baekhyun estaría de acuerdo?
Si bien anoche parecía sentirlo bastante bien, él... tenia a ese otro chico en mente. Y por supuesto, Chanyeol tenia que preguntar por ese otro sujeto.
Demonios esta era la primera vez que ocurría algo como eso, no tenía idea de cómo actuar en esa situación.
Era claramente algo inusual. Pero, aún más inusual, había tenido unas tremendas ganas de acurrucarse junto a él hasta que éste despierte, y de hecho lo había hecho, pero luego se sintió culpable. No podía simplemente acurrucarse junto a Baekhyun sin tener claro lo que diría cuando este despertara.
No era nada similar a sus acostones de una noche, en primer lugar, jamás se quedaba a dormir, nunca lo hacía con amigas cercanas, y menos lo hacían en su casa.
Había reflexionado todas sus actitudes la noche pasada, y había llegado a la conclusión que de alguna manera también había sacado provecho del estado vulnerable del bajito para tenerle. Era inútil negar la potente atracción que sentía hacia él, pero, lo que sentía... ¿Iba más allá que sólo deseo?
"¿Qué sientes por él?" Se preguntó a si mismo. "Bien... Cuando lo vi hoy en la mañana tuve unas tremendas ganas de besarlo. Y abrazarlo. Y morderlo, tal vez un poco."
—Aah, ¿qué estoy diciendo? Sueno como un completo pervertido. —Siseó a su reflejo en el espejo. Sus sentimientos eran claramente inmaduros.
Pero nadie podía juzgarlo, esa noche había sido una revelación total para él. Se había puesto duro con otro hombre, eso jamás había ocurrido, sí había una conexión increíble entre ellos, y no se podía negar la pasión latente y el gusto personal, pero... ¿significaba amor? ¿amor real?
Evidentemente le gustaba. Mucho.
Baekhyun era alguien valioso para él, y no quería juguetear sin estar completamente seguro de sus sentimientos. Tampoco quería sonar como un aprovechado, tenía que buscar las palabras adecuadas y rápido.
"¿Te gustaría intentarlo...? ¿Quisieras intentarlo? Mierda, ¿cómo suena mejor?" Se paseó por el baño dando vueltas. Se sentía tremendamente estúpido. Baekhyun definitivamente había derribado sus murallas.
"Joder, me gusta Baekhyun. Me gusta tanto que me va a volver loco."
—¿Debería pedirle un consejo a Sehun? —Murmuró, y sólo en ese momento notó que no había traído consigo su celular. Maldijo y volvió a su habitación, cuando abrió la puerta, vio a Baekhyun sentado sobre el futón. Tenía el cabello alborotado, mientras mirada hacia la ventana.
"Despertó..." Pensó alterado. Había esperado ordenar todas sus ideas antes de que aquello ocurriera. Chanyeol observó su perfil, era muy bonito, siguió por su terso y largo cuello, y ahí divisó una marca de mordida, tragó saliva, algo incómodo.
Baekhyun de pronto se giró hacia él, y las sabanas que le cubrían el pecho se deslizaron hasta su regazo, dejando a la vista su pecho, cada centímetro tenía una marca de beso o mordida que evidenciaban la saciedad de la noche pasada.
Chanyeol avanzó hasta él, arrodillándose junto al futón y una suave sonrisa que temblaba en su boca. —¿Cómo estás...? —Preguntó, y aunque no lo pretendió su tono sonó muchísimo más dulce y preocupado.
Baekhyun tomó una gran respiración, como si se sumergiera en una piscina, y de forma violenta e inesperada despabiló; recordó todo lo que había sucedido la noche anterior. Y el pánico le invadió. Sus manos se hicieron puños contra las sabanas y su cuerpo entero se estremeció ante la cruda realidad.
"Yo..."
Chanyeol le observó con preocupación. ¿Tal vez se había lastimado? Su rostro lucia terriblemente descompuesto y pálido. —¿Te encuentras...?— Levantó su mano hacia él, intentando tocarlo, pero el sonido sordo de un manotazo resonó en la habitación. El alto quedó inmóvil con el dorso de la mano enrojecida por el golpe.
Baekhyun respiraba forzosamente, con un tono pálido y algo enfermizo en la cara, mientras se cubría con el antebrazo, luciendo vulnerable y avergonzado. Ni siquiera había podido controlar su propio impulso y ahora se sentía terrible. Era imposible, lo recordaba todo, absolutamente todo. Las cosas vergonzosas que dijo, lo humillante, lo deprimente que se había comportado, lo doloroso y lo placentero.
"Yo... siento... tanta... tanta vergüenza."
Se puso de pie rápidamente intentando escapar de los ojos del alto y el movimiento hizo que le diera vueltas la cabeza, acompañado por un agudo dolor. —Agh...—Trastabilló debido a la resaca, pero Chanyeol fue rápido cuando lo atrapó entre sus brazos evitando que callera. Baekhyun apoyó su frente contra el pecho del pelinegro y su calor le contagió haciéndole suspirar.
El alto notó la expresión que puso cuando lo tocó y lo soltó rápidamente, dándole espacio. —Lo siento... —Dijo rápidamente, su voz no había sido ni siquiera un atisbo de su tono real, había sido un murmullo ahogado y débil, pensando que su toque incomodaba al bajito.
Baekhyun mordió su labio inferior sintiéndose completamente culpable. Lo había lastimado. Su estúpida reacción le había dado una mala impresión a Chanyeol, quien mostraba una expresión herida, pero que forzaba una sonrisa. Baekhyun bajó la mirada, no podía ni siquiera corresponderle. —Ropa...—susurró, y en ese instante notó lo rasposa que sonó, y al buscar en el suelo su vestimenta, descubrió el desagradable vestido y las náuseas atacaron su cuerpo, como si las ganas de vomitar llegaran hasta su garganta.
Chanyeol siguió el camino de su mirada y vio el vestido, rápidamente se paró frente a él, obstruyendo la visión del bajito. —Está bien, puedo prestarte algo... —Carraspeó, y caminó hasta su armario, tomando la ropa que creyó que le quedaría mejor, pero se detuvo antes de entregársela. —¿No quieres tomar una... huh, una ducha antes? —Preguntó dudoso. Lo menos que quería hacer era ponerle incómodo.
Baekhyun ni siquiera le dirigió una mirada, negó con la cabeza y tomo la ropa rápidamente. —...gracias...—susurró.
Chanyeol se giró viéndole, y por un segundo permaneció como un bobo sólo mirándolo. —¿Eh...?— Sacudió la cabeza y asintió. —De nada.
Baekhyun miró de reojo a Chanyeol y le dio la espalda. "Desaparece Baekhyun. Todo sería más fácil si... sólo desaparecieras." Se dijo así mismo. Era tan claro en esos momentos, lo humillante, lo avergonzado... lo terrible que era.
El alto abrió la boca, intentando persuadirlo, pero el castaño simplemente dejó caer las sabanas mostrándose completamente desnudo y empezó a colocarse la ropa al instante, como un robot.
Las palabras se quedaron suspendidas en el aire para Chanyeol cuando miró de reojo su cuerpo, su rostro se encendió y apartó la mirada, avergonzado. Precisamente ahora, Baekhyun le resultaba completamente tentador.
"No es el momento para que te entusiasmes." Se amenazó, aclarándose la garganta.
Cuando terminó Baekhyun miró la puerta de salida como un gran regalo divino. Ahora mismo no se sentía capaz de lidiar con esa situación. De hecho no creía estar listo nunca. Ajustó el buso y la polera que tenía puesta y caminó hacia la salida, sin decir una palabra.
"Huye." Era lo único que pensaba en esos momentos. Estaba tan desequilibrado, sentía toda la responsabilidad de sus acciones sobre sus hombros, y eso le asustaba. Había cometido un error, había actuado egoístamente, había sido un bobo, y se auto reprochaba. Se sentía increíblemente avergonzado.
Quería huir, sin ser seguido por nadie. Y esa necesidad empezaba a ahogarle.
Cuando tomó la perilla, la gran mano del alto bloqueo la puerta al instante cerrándola de vuelta. Baekhyun pudo sentir su aliento agitado detrás de su oreja.
—E-espera. —Pidió alelado Chanyeol al verle correr.
Baekhyun se estremeció sosteniendo con fuerza el metal de la perilla. "No estoy listo. No digas nada. Por favor..." pidió en silencio.
Chanyeol empezaba a ponerse nervioso. Nada estaba saliendo como tenía previsto, y aquello lo dejaba totalmente a merced de su impulso.—Baek... por favor quédate un segundo. —pidió el más alto. —¿S-sabes? Aún hay algo que quiero decirte...
"No lo hagas..." Baekhyun bajó la cabeza tensando sus músculos.
—De-déjame salir...—susurró apretando los ojos.
"Si dices eso... No voy a poder resistirlo." Baekhyun arrugó su mentón evitando las lágrimas.
¿Por qué había existido el hoy, si ayer había rezado porque no sucediera? Tal vez Dios no existía, realmente.
Chanyeol frunció el ceño confundido. —Entiendo que este tal vez no sea el momento adecuado, pero, sólo será un minuto, ¿vale? —Insistió.
O tal vez Dios existía, pero no tenía la intención de oírlo en absoluto.
Baekhyun no respondió, pero tampoco le dio la cara.
—¿Podemos hablar? —preguntó. "Está evitándome." —Sólo será un segundo, por favor. —"¿Te arrepientes de anoche? ¿No fue lo que esperabas? ¿No debo hacerme falsas ideas?" Todas esas preguntas se amontonaban en su cabeza, y ahora dudaba de si era el mejor momento para decirlas. Conocía lo suficiente a Baekhyun como para notar lo indispuesto que estaba, no había dejado de temblar desde hace rato, pero un sentimiento le decía: «Si lo dejas ir, será el final.»
—Chanyeol...—pidió temblando, aun dándole la espalda, como si advirtiera algo. —No es el momento...—masculló.
El alto tensó la mandíbula evidentemente ofendido. "¡Tú y yo, lo hicimos anoche! ¡¿Cuándo podría ser el momento?!" —Mírame a los ojos. —dijo en tono duro y ansioso. "¿Por qué... sigues actuando como si estuvieras arrepentido?"
Baekhyun se aferró a la perilla, haciendo caso omiso.
"Si ayer fue un error que no debió ocurrir, dímelo a la cara." —No te obligaré a quedarte. —dijo con voz trémula. —"Quédate." Y antes de que pudiera decir algo, sintió en su espalda la típica sensación de un cosquilleo que advertía un mal presentimiento. —Sólo dime... ayer...
Baekhyun mordió su labio inferior.—O-olvídalo...—susurró. —Olvida ayer.
Y aquella simple palabra fue suficiente para derribar sus expectativas. "¿O... olvidar ayer?" se repitió así mismo en su mente, y cada vez la palabra se hacia más y más confusa. —¿Olvidar, dices? —repitió, y no pudo evitar sonar enfadado y... herido. —¿No lo estas diciendo muy fácilmente? —reprochó completamente lastimado. —¿Te pareció todo un error?
Baekhyun tembló, conteniendo las lágrimas.
—¿Crees que es fácil para mí? Sabiendo... que tenías en mente a otro sujeto... ¡¿Y dices que no es el momento?! —Gritó exaltado.
Baekhyun ladeó el rostro mirándole fijamente con lagrimas acumuladas en las mejillas. —¡N-no debí hacerlo... lo sient—
—¡No quiero! —Ladró perdiendo el aire, y golpeando con ambos puños la puerta que retumbó. —No quiero oírte decir que lo sientes...—murmuró derrotado
Baekhyun le observó con los ojos bien abiertos a solo unas pulgadas de su rostro, vio bien el daño que le estaba provocando. El resultado de sus acciones y le asustó. —Per...perdóname...—susurró, sin apartar la mirada.
Chanyeol apretó los dientes, y su estúpido impulso le hizo actuar como un idiota. —¿De verdad? —preguntó, deslizando su mano sobre la estrecha cintura del bajito atrayéndola a su cuerpo, y pegando sus caderas a su trasero.
Baekhyun se estremeció bajando la mirada y reteniendo el jadeo en sus mejillas.
—¿Anoche lo lamentabas también...? —preguntó sobre su oreja lamiendo su lóbulo. "¿Qué estoy haciendo...? Yo no... Detente, ya no digas más."—¿Lo sentías cuando empujé...—pero un sollozo le hizo reaccionar, cuando su miraba nublada permitió paso a la razón, escucho a Baekhyun llorar en silencio, sin oponerse, sin quejarse, sólo estaba quieto, muy quieto.
Chanyeol se avergonzó de si mismo apartando su mano de su estómago, y deslizando la palma izquierda lejos de la puerta hasta dejarla libre, dio un paso atrás dándole la oportunidad de irse.
"Qué idiota soy..."—Ba-Baekhyun...
"No huyas..."
Pero el sonido de la cerradura y un segundo después el portazo advirtió que se había marchado. Permaneció en esa posición por unos minutos más, en la absoluta soledad de su habitación.
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"¿Qué tienen ellas de bueno, Yeol-ah?" "¡Puedo ser lo que quieras!" Baekhyun recordaba todas aquellas cosas y la humillación se hacia cada vez más pesada. "¡¿Te parezco una chica?!" "Seré mejor que ellas... Lo juro." "Si tan sólo fuera una chica..." Baekhyun se detuvo en medio de la autopista y gritó con todas sus fuerzas, tan fuerte que su cuerdas vocales se lastimaron, cubrió sus orejas con ambas manos intentando callar esa voz, pero los recuerdos seguían dando vueltas en su mente, haciéndose cada vez más insoportable.
Las lagrimas y el sabor amargo no se detuvieron. Jamás se había sentido tan... desvalorado. En todo ese tiempo había perdido la percepción de sí mismo, había perdido todo lo que lo hacía ser él, y anoche todo aquello, todo ese autodesprecio, esa baja estima, ese recelo, esa forma repulsiva en la que se miraba así mismo había salido todo frente a Chanyeol.
La vergüenza era tan insoportable que su cara ardía y su cuerpo se estremecía.
—Hey, chico, ¿te sientes bien? —una voz a su espalda le llamó, pero él no le prestó atención.
Baekhyun corrió todo el camino escuchando la voz preocupada de esa mujer llamarle, no le importaba. Quería ir a casa, la ropa bolsuda de Chanyeol emanaban su olor y aunque su cuerpo se sentía tibio su pecho estaba congelado. Los recuerdos, la razón todo caía sobre su propio peso. Y era demasiado pesado para sus hombros.
Cubrió su rostro con su ante brazo, sin detenerse.
Era un cobarde que lo único que podía hacer en esos momentos era correr a su habitación y protegerse bajo sus sabanas.
"¿En que... demonios estabas pensando?"
Cuando se detuvo sus piernas empezaron a doler, se sentía agotado, y el aliento se helaba en su laringe, por haber llorado todo ese tiempo, no lo había notado, pero ya no podía dar un paso más sin que le tiemblen las rodillas. Miró los alrededor algo desorientado, sus pies le habían guiado a la zona residencial. Ladeó el rostro y a unos metros encontró el parque de la comunidad. Era de tarde y el manto negro de la noche ya se había instalado sobre su cabeza tiñendo el arrebol de purpura. No había un alma en ese lugar y lo agradecía, caminó desolado hacia el columpio y se sentó, las cadenas le mecieron suavemente.
"Chanyeol debe odiarme ahora mismo... Tal vez lo merezco." Se dijo así mismo, tensando la mandíbula y aguantando las lágrimas. Él había elegido el camino del cobarde, y ahora simplemente obtenía los resultados de sus acciones. Así que no tenía permitido llorar más.
Hongkyu atravesó la calle con ambas manos en los bolsillos y un cigarrillo en la boca, no era inusual para él vagar por la noche, pero el tintineo de unas cadenas atrajo su atención. Fue entonces cuando notó a un chico en la soledad del parque, el chirrido lento del columpio se oyó tremendamente deprimente junto al sonido de su nariz mocosa.
"¿Baekhyun...?"
El alto lo observó por dos segundos enteros para luego dar media vuelta y desaparecer. Cuando volvió sus pasos, ya había arrojado su cigarrillo intercambiándolo por una golosina. Por suerte Baekhyun no se había movido ni un centímetro.
Camino hasta estar frente a él.—Ten. —Dijo de la nada, tendiéndole una bolsa llena de golosinas.
Baekhyun levantó la mirada sorprendido, encontrándose con la cara sonriente de Hongkyu. —¿Eh? ¿Chico flor...?—murmuró reconociéndolo vagamente, y le dolió tanto la garganta.
El alto ladeó el rostro, moviendo su chupetín con su lengua. —Hola. —saludó.
El bajito miró la bolsa y la tomó, casi más por costumbre que por acción propia, mirando su interior. —¿Qué... es? —murmuró. ¿Qué era esta situación? ¿De dónde había salido ese chico?
El de cabello negro hizo el signo de paz con los dedos. —Te vi desanimado, y pensé que esto podría animarte. —Se encogió de hombros. —Después de todo eres de mente simple,. ¿no? —se burló, esperando una reacción pero, nada ocurrió.
Baekhyun no se movió. Tenía la mirada fija en sus pies y la arena bajo ellos, pero rápidamente pequeñas gotas mojaron su regazo. Su vista se empañó y todo se tornó borroso cuando las lágrimas se deslizaron violentamente.
Hongkyu agrandó los ojos poniéndose de cuclillas y mirándole así la cara. —¿Estas llorando? —Preguntó patidifuso.
—N-no lo estoy. —Jadeó rápidamente. "Para... no llores."
—Lo estas. —Señaló. —Tu nariz está moqueando.
"No quiero... que me veas llorar. No quiero... tener que ver tu cara cuando me siento tan mal."
—Aww, ¿te conmovió tanto esos dulces, que estas llorando? —Preguntó Hongkyu poniendo una mano sobre su mejilla. —¿Ahora te has enamorado de mí? —Preguntó con una sonrisa.
Baekhyun aferró sus manos con fuerza a las cadenas del columpio, sintiéndose debilitado emocionalmente.
"Si tan sólo no pudiera ver nada en absoluto... podría pensar que eres él, y llorar libremente."
—¿Debería besarte? Así tal vez dejes de llorar. —Comentó en tono juguetón.
"Si tan sólo... fueras él..."
—Di-dije q-que no e-estoy llorando...—sollozó con la garganta estrangulada, siendo evidenciado por su voz temblorosa y las furiosas lagrimas que bajaron sin detenerse por sus mejillas.
—Puedo verlas, están en toda tu car—
—¡AAAHHG! ¡AAAHG! —Baekhyun le interrumpió gritando. Abrió la boca y de ella sólo salieron gritos ahogados, mientras lloraba con fuerza, apretando su pecho con sus puños. Toda la frustración que se había acumulado en su corazón tomó la forma de gritos.
Hongkyu borró su sonrisa al escucharlo, el dolor, la ira, la frustración, la vergüenza, todo, pudo sentirlo en su llanto, y este le atravesó. El alto no había visto a alguien tan vulnerable en toda su vida como ahora. En silencio levantó la mano y cubrió el rostro de Baekhyun con su palma abierta. —Basta. —dijo en tono serio. —No deberías llorar de esa manera frente a un hombre que te ha dicho que le gustas. —murmuró, sintiendo las lágrimas del bajito empapar por completo su mano.
Baekhyun no pudo contener su tristeza y desolación, el llanto se convertía en un puño que se atoraba en su garganta y por más que intentaba no se liberaba.
—¡Lo siento! —bramó encogiéndose sobre su sitio. —¡Me traicioné a mí mismo! ¡Te hice ver una parte asquerosa de mí! ¡Lo siento! ¡Ya no quiero ser así!—Bramó con la garganta rasposa y compungida.
Esta vez Hongkyu no dijo nada, permaneció en silencio, mientras le observaba con detenimiento. El dolor en su máxima expresión frente a sus ojos. Y aceptando esas palabras, que sabía muy dentro suyo, que no eran para él.
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En la escuela las cosas siguieron su ritmo habitual, esa noche no fue más que un ayer que lentamente se perdía en la memoria de todos salvo...
—Hey, infeliz. —Chen saludó con una sonrisa.
Chanyeol levantó lentamente la mirada, de hecho no estaba de ánimos para nada. Su cuerpo se sentía pesado y aquejumbrado, habían ojeras en sus parpados y ya no recordaba la ultima vez que había podido descansar sin nada en mente.
El castaño se sentó sobre la mesa mientras sacaba un chicle de su bolsillo. —¿Quieres uno? —preguntó, hablando sobre el bullicio de la cafetería.
El alto le miró de reojo y se puso de pie dispuesto a irse.
—No, no, espera. —Chen agitó las manos sonriendo. —Vamos, no te enojes.
Yeol suspiró volviendo a sentarse. —¿Qué quieres?
Jongdae le miró con sus afilados ojos. —Iré al grano. —murmuró. —Baekhyun y tu... ¿ocurrió algo? —preguntó mirándole serio.
El silencio fue la respuesta más contundente. Chanyeol desvió la mirada a un lado y Jongdae fue lo suficientemente perspicaz para comprenderlo.
—Mierda. —dijo el bajito, sonando más afectado de lo que procuró.
Chanyeol le dio la razón. A estas alturas también comenzaba a pesar lo mismo. "Mierda."
—Eres un imbécil. —Y aunque Chen mordió su labio inferior controlando su impulso violento, no pudo evitar ser rudo con sus palabras.
—Lo sé. —concordó el alto, alborotándose el pelo con la mano.
—¿Qué demonios estabas pensando? —continuó reclamando. "Mierda, quiero golpearlo."
Chanyeol frunció el ceño ahora a la defensiva. —Espera, ¿por qué soy el único siendo culpado? —dijo frunciendo el ceño. Sí, sabía que había sido un idiota a la mañana siguiente cuando le insinuó esas cosas fuera de lugar, pero... no todo era culpa suya.
Chen se puso de pie de un salto. —¿Por qué? Y todavía lo preguntas. —reclamó mirándole con ojos amenazadores.
El alto también se puso de pie. —Si tienes la respuesta, sólo escúpela. —graznó.
El moreno soltó una risa sardónica. —Exacto, has eso mismo, —alegó—como si no tuvieras idea de nada. —masculló. "Qué Baekhyun está enamorado de ti." —Tal vez eso te permita dormir cómodamente por las noches.
El alto le tomó del cuello de la camisa en un arranque de demencia. —¡¿Dormir cómodamente?! ¡Qué mierda sabes de esto! —Le empujó, y para calmar sus nervios, empezó a caminar en círculos. —No puedo cerrar los ojos sin recordar esa noche, ¡¿sabes lo desquiciante que es esto?! —bramó exaltado. —¡Se ha negado a darme la cara, y sólo actúa incómodo cuando estoy a su alrededor! —De pronto Chanyeol empezaba a hablar cada vez más pausadamente y a desinflarse. —Lo he perdido... ya ni siquiera somos amigos. —murmuró sentándose como peso muerto en la banqueta.
Chen sonrió. —Bien, ese es mucho como un final feliz para mí. —Agregó en tono sardónico.
Chanyeol le envió una mirada mortal.
—Escucha. —empezó mirándole con desdén. —No me agradas, no quiero que sea un secreto. Y es por eso que debes tomarte en serio lo que digo. Si sigues creyendo que no tienes la culpa de nada, entonces, sí, ya lo has perdido. —Dijo.
Chanyeol miro el suelo. "Lo sé más que nadie."
El bajito se colocó su mochila, mientras masticaba su chicle. —Bueno, me alegró verte ser miserable. Bye.—Sacudió su mano y caminó hasta su clase de química.
"Así que ustedes... ¿pelearon?" Inevitablemente una sonrisa apreció en sus labios. "Tal vez deberían permanecer así..."
—Ah, te doy un consejo... —miró de costado. —Dale un poco de tiempo. Tal vez las cosas se calmen.
—¿Tiempo?
—Sí. Bueno, es solo un consejo, es tu problema si lo tomas o no.
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El día común de un ser humano está regido por el tiempo, la realidad de ello le da un sentido, un propósito. Estas vivo. Pero, ¿realmente lo estás?
"¿Cuánto...? ¿Uno...? ¿Un mes ya...?"
Chanyeol miró el calendario sin poder creer que abril se fuera volando en un abrir y cerrar de ojos. Estaba en su habitación, lo habitual, tenía el estéreo encendido, y su escritorio estaba lleno de piezas viejas. Caminó hasta la cama y recogió su ropa sucia, en silencio.
"Desde el último otoño, Baekhyun y yo... no hemos hablado. Es difícil para mí acercarme a él últimamente. Pero incluso aunque yo este enloqueciendo por dentro, me pregunto, ¿Cómo él puede sonreír junto a sus amigos?"
Chanyeol había percibido una nueva aura sobre el bajito, como si fuese alguien nuevo, más fresco, más brillante. La forma que sonreía mirando al suelo, o como arreglaba su cabello detrás de su oreja. Sentía que algo había cambiado en el bajito. Era una corazonada.
Baekhyun daba pasos más seguros al caminar, Baekhyun seguía avanzando. Pero él se había estancado en el mismo lugar.
Sacudió las cortinas con un plumero largo, era domingo y el aseo era indispensable para una casa tan antigua como esa. Movió el pesado mueble de sus libros y despolvó las cortinas blancas.
"Es extraño como alguien que veías todos los días ahora ves únicamente una vez por semana si es que no hay mucho que hacer en el consejo. Es extraño como lentamente la distancia entre ustedes se hace más y más grande, y sin darse cuenta terminan como desconocidos. Es extraño como no puedes hacer nada al respecto."
Abrió las ventanas tendiendo su ropa en los cordeles y sintiendo la briza removerle el pelo, el vecindario se veía tan calmado en esos instantes.
"Pero... supongo que esto es más tranquilo ahora, ¿verdad? ¿Debería dejarlo así? ¿Superarlo ya?"
Volvió sus pasos, y acomodó lentamente las cosas con una serenidad casi abstracta, y cuando el sonido sordo de la madera crujió contra el suelo, Chanyeol encestó su puño contra la pared más cerca haciéndola retumbar.
"Aah... ¡¡Cómo si pudiera hacerlo!!"
Chanyeol tensó la mandíbula conteniendo su frustración. No quería que se acabase no quería perderlo. Tarde, tarde, pero por fin se había dado cuenta de lo que sentía.
Escuchar su voz era necesario para él, pensaba en su sonrisa que lentamente se hacia difusa en sus recuerdos, aun recordaba el calor de su cuerpo, y el olor de su piel.
El alto camino a paso lento hasta su armario y dentro de un cajón extrajo el vestido, ese que había usado esa noche. Chanyeol había pensado mil veces en tirarlo a la basura, pero era imposible para él.
Su expresión se contrajo entristecida al sentir la textura en sus dedos. Lo sabía, ese mal presentimiento se había hecho realidad.
"Si no lo detienes ahora, será el final." Recordó. "¿Cómo no lo preví antes?" se lamentó, doblando sus rodillas y sentándose en el suelo tibio.
—Por supuesto... fui un ingenuo idiota. —Masculló atestado de sentimientos contrarios. —Debí... ¿debí aferrarme a ti? —susurró, acercando la tela a sus labios, sintiendo el aroma que desprendía, ese leve aroma que aun pertenecía a Baekhyun.
Cerró los ojos aspirando con fuerza, estremeciéndose, inconscientemente su parte inferior se calentó. "Patético... de esta forma he intentando seguir conectado a ti." Guio su mano dentro de sus pantalones y acarició su miembro humedecido.
La imagen de Baekhyun, el recuerdo de él con las pupilas dilatadas, las mejillas rojas y su voz quebradiza que le llamada.
—B-baek... Baekhyun... ugh...—Murmuró con su tenue y rasposa voz, suspirando sobre el pedazo de tela, aumentando el ritmo de su mano. —¡Baekhyun! —su mano se humedeció en ese instante.
Chanyeol recobró lentamente el aliento y sus nublados ojos vieron su derrota contra la razón. Suspiró pesadamente, lamentándose de si mismo.
—Ya... fue suficiente de este tiempo.
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El ambiente era animado, el olor de la comida estaba por todas partes y el bullicio era la combinación que resultaba de un restaurante de comida rápida.
Chen guardó su móvil, sentándose frente a Chanyeol, y dejando su chaqueta a un costado.—Realmente... eres como un perro callejero al que alimenté por accidente. —Jadeó con cansancio el moreno refiriéndose al alto.
Chanyeol no se mostró ofendido, muy por el contrario sonrió. —Es genial que hayas decidido venir.
Jongdae le miró sarcástico. —Estabas a punto de hacer estallar mi móvil con todos esos mensajes.
El pelinegro ignoró aquello.—Pensé en lo que dijiste. —comentó. Ambos estaban en un restaurante de comida rápida. —Después de analizarlo con calma llegue a la conclusión de que también fue culpa mía. No sé cómo fui tan ciego...
Chen encarnó una ceja, con el menú abierto. Cuando vio al mesero, desvió su mirada a las papas. —Quiero un especial de pollo con una cajita feliz. —dijo.
El alto sólo negó. —Para mí sólo agua. —dijo, pues no era su prioridad comer.
Cuando el sujeto se marchó Chen se cruzó de brazos acercándose un poco al alto. —Bueno... no esperé que lo reflexionaras. Pero, ¿qué tiene que ver eso conmigo? —masculló en tono curioso. En primer lugar no había sido su intención ayudarle.
El alto se apoyó en el respaldar. —Eres lo único cercano a Baekhyun que tengo en este momento. —admitió. —Quiero saber de él. Me ha estado evitando...
—No puedes culparlo por eso. —dijo.
—Ayúdame, tengo que hablar con él.
Chen soltó una risa pegajosa. —Olvídalo. —respondió serio. —¿No estas siendo muy insistente últimamente? —preguntó. —Además, ¿qué ganaría yo?
—Pagaré tu comida. —respondió.
Jongdae sonrió de costado. No ganaba nada con él, pero al ver la intención del alto a hacer lo que sea por algo de información le dio un poder que no había creído poseer nunca. El poder sobre el enemigo.
—Bien. —Dijo con una nueva sonrisa. El mesero llegó y dejó su orden frente a él. —Puedes preguntar lo que sea hasta que termine de comer. —y así le dio un mordisco al pollo.
Chanyeol suspiró casi aliviado. No se rendiría tan fácilmente, había dejado pasar todo ese tiempo como un bobo, pero ya era suficiente, haría las cosas a su modo ahora. Completamente improvisado y de forma espontánea. —¿Cómo está él? —preguntó.
El moreno vio su semblante derrotado. —Bueno parece afectado, he notado que cada vez come en menores cantidades. —comentó encogiéndose de hombros. "Y todo es por tu culpa."
—Ya... ya veo...—murmuró. —¿Él está... solo? Eh, digo, yo nunca supe nada más de ese otro sujeto.—Dijo, frotando sus manos en un tic ansioso. —¿Él en verdad existe?
Jongdae encarnó una ceja. "Así que aún no lo se lo ha dicho... ¿Por qué? ¿Qué es lo que no quieres que sepa, Baekhyun?"—Ah, sí. Como dije, Baekhyun no habla mucho de sí mismo.—respondió, intentado no evidenciar a Baekhyun. —Tal vez se trate de ese otro sujeto. —desvió la mirada comiendo las papas. —Oí que fue rechazado... —murmuró.
Chanyeol asintió, de alguna manera había esperado que no fuera así. En toda su reflexión, había llegado a la posibilidad de que, tal vez, Baekhyun también gustase de él, porque... la forma en la que hicieron el amor, no podía haber sido frívolo y sin emociones, ¿verdad?
El sexo que tuvieron no podía haber sido tan superficial, estaba seguro. Aún había una oportunidad.
—Él... ¿te dijo algo acerca de nosotros? —intentó con otra nueva pregunta.
Chen negó. —Lo supe gracias a ti. —Era verdad. —Que ustedes se acostaron. —agregó sin tacto. —Él no ha abierto la boca para contármelo.
Chanyeol asintió, carraspeando. —Crees que...
—Se acabó el tiempo. —Chen se limpió la boca, había comido rápidamente, cuando lanzó la servilleta y se puso de pie.
—Espera...—Chanyeol se giró a verlo alarmado. No había conseguido suficiente.
—Si quieres lograr algo, ve un paso a la vez. —tomó su cajita feliz. —Si te sirve... Mañana es su cumpleaños. —y sin agregar algo más se marchó.
El alto sintió una sonrisa formarse en sus labios. —Gracias.
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Chanyeol había estado pensándolo duro. En todo ese tiempo Baekhyun no respondía sus mensajes, y lo evitaba en la escuela, había pasado un mes de esa forma, ambos distanciados, como si ya no se conocieran, pero había sido el final. Chanyeol no planeaba continuar así.
Era obvio que algo entre ellos se había fracturado, y no podía recuperarlo de una vez. Pero ahora ya tenía una increíble excusa para verlo, y él no podía evitarlo, ¿verdad?
Lo sabía. Baekhyun era alguien muy emocional, y sabía que debía estar confundido, y Chanyeol sólo había estado presionándolo para hablar acerca de un tema con el que no se sentía cómodo. Podía entenderlo de cierta forma. También había contribuido en distanciarse.
Caminó por el corredor, tenía una junta del consejo, y se dirigía ahí ahora mismo, no había nadie más por los alrededores, pues estaban en clase de autoestudio en la biblioteca, por lo que le extrañó el ruido metálico proveniente del pasillo alterno. Frunció el ceño desviando ligeramente su ruta para descubrir el origen del alboroto.
Ante sus ojos Baekhyun fue azotado contra los casilleros, había sido tan inesperado que había roto su labio cuando lo mordió por accidente.
—Oí lo que hiciste con Seungjae, pero ahora estás solo, ¿no? —esta vez lo golpeó con su mano. —Odio las basuras de primera generación como tú. Siempre mirando a los nuevos ricos, por sobre el hombro.
El castaño endureció su expresión tomando la muñeca con la mano, intentando apartarla de su garganta. Después de que aquel rumor se esparciera, algo como eso, no era nuevo. Esos idiotas esperan el momento cuando estaba solo para molestarlo.
—Hey, tienes mucho dinero, ¿no? A partir de mañana deberías comprar mi almuerzo. —Dijo divertido.
Baekhyun tosió un poco, pero esta vez no se dejó amedrentar. Había sido jodidamente suficiente de ser víctima. —Por eso... desprecio a los nuevos ricos... son tan... patéticos...
—¡¿Qué dijiste?! — levantando su puño, y antes de ser arremetido, alguien más lo detuvo. Él giró la cabeza mirando con enfado a quien sea que haya irrumpido.
Chanyeol presionó con más fuerza su muñeca. —No... más peleas. —Graznó con tono escalofriante.
—Agh...—Se quejó el chico mirándole con ojos abiertos y retorciéndose por la presión punzante.—¿Quien... carajo eres...?—siseó, adolorido. —Aun no termino... con ese enano de mierda...
Chanyeol sintió la descarga de adrenalina, y un flash de aquel momento cuando Baekhyun fue abusado por Sungjoon apareció en su cerebro clavándose profundamente. La ira tomó poder de él y no reparó en empujar el rostro de ese chico con la mano, y la azotó contra el casillero.
El sonido sordo estalló junto con una grito sorprendido de Baekhyun.
Chanyeol enterró su puño junto a su rostro abollando el metal del loquer. —Ya terminaste con él. —gruñó haciéndole estremecer.
El otro se deslizó cayendo sobre su trasero, su cabeza daba vueltas por el golpe, pero no dudó en largarse rápidamente. —E-e-estas... loco... esto no se quedará así.
El puño cerrado de Chanyeol temblaba, había echo un esfuerzo inhumano por no continuar, pero definitivamente no olvidaría su rostro fuera de la escuela.
Baekhyun no se movió de su lugar apoyado contra los casilleros, miró los nudillos del alto y notó que estaban raspados y sangrando.
"Así que no he cambiado nada... sigues salvándome, ¿eh?" Su corazón agitado no le permitía oír sus propio pensamientos. Tal vez ese momento era el primero en mucho tiempo desde que estaban tan cerca el uno del otro.—¿Qué... haces? —preguntó en un hilo. "¿Por qué te lastimas a ti mismo?"
El alto se giró hacia él con una nueva expresión. "Está hablado conmigo." Pero al ver la dirección de la mirada del bajito, sacudió la mano restándole importancia.—Me pediste que permaneciera a tu lado hasta que pudieras hacerte más fuerte. ¿O es que vas a retirar esa petición? —Dijo, remembrando aquella vez, cuando Baekhyun lloró en sus brazos.
El silencio se hizo eterno. Si Baekhyun respondía que sí, Chanyeol no estaba seguro si su temple lo resistiría.
El bajito bajó la cabeza, negando.
El aire llegó a los pulmones de Chanyeol y se tocó el pecho aliviado. —¿Suelen molestarte a menudo? —preguntó suavemente. "No menciones esa noche, no la menciones aún."
—Ah...—Baekhyun desvió la mirada. "Desde que supieron que ya no cuidabas mi espalda." —Sólo unos días... Pero he sabido como lidiar con ellos. Hoy, se pusieron violentos.
Chanyeol asintió. "Como lo pensé, está muy incómodo... ¿Realmente... algo se quebró entre nosotros?" Miró a los lados sintiendo la pesadez del silencio. "¿Qué ocurre...? Estos no somos nosotros. Baek, ¿realmente quieres que termine?"
—O... oí que hoy es tu cumpleaños. —dijo con la voz seca, la lengua se había sentido pastosa.
Baekhyun levantó la mirada algo sorprendido al oír aquello. —Ah, sí... ¿Cómo lo supiste? —Tartamudeó desviando la mirada. "Mi corazón se sale de mi pecho... duele."
Chanyeol se acercó un paso, cortando la distancia física entre ellos, el aroma de Baekhyun rápidamente llegó a sus fosas. —Lo siento, no traje ningún presente...
Baekhyun negó rápidamente. —N-no, tienes porque...
Pero el alto le interrumpió.—Haré lo que me pidas...—Dijo con su voz ronca cortando la atmosfera con solo una frase.
—¿Eh?
—Ya que no te traje ningún regalo. Es lo mínimo que puedo hacer. —objetó.
Baekhyun boqueó como pez fuera del agua.
Chanyeol dio un nuevo paso ahora atravesando el espacio personal de Baekhyun, tan cerca que el bajito tuvo que elevar la mirada patidifusa para verle a los ojos.—Si quieres que olvide lo que sucedió, lo haré... Pero no soporto que me ignores. —confesó.
Baekhyun escuchó atentamente sus palabras y una lagrima escapó de sus ojos, viajando lentamente hasta su mentón.
—Así que... sigamos siendo amigos, Baek...—pidió. después de todo, la amistad puede ser una excusa para ocultar algo que no quieres admitir. —¿Qué significó esa noche para ti? Yo... puedo decir con seguridad que no fue solo... un error. —dijo con ojos esperanzados. —¿Estoy equivocado? Respóndeme, dime la verdad.
Baekhyun se cubrió la boca con la mano, y se giró.—Chanyeol, en verdad no lo entiendes, ¿no es así? —titubeó.
El alto frunció el ceño.
El bajito ladeo el rostro mirándole seriamente por sobre el hombro, su rostro lucia descompuesto, y pálido. —Ese chico del que estoy 'enamorado' no es nadie más que tú. —confesó mirándole. —Todo lo que dije hasta ahora es una mentira... Te he mentido. Mentí. ¡¿Lo entiendes ahora?! —Sollozó. —Cuando decía que me gustaba alguien eras tú. —apretó los dientes, increíblemente la verdad era sumamente sencilla, y salía como verborrea de su boca. Había estado deseando tanto ese momento.—El día que te besé en el partido de beisbol lo hice porque eras tú...—alegó con las lágrimas acumuladas en los parpados. —Yo... te puse contra la pared esa noche. Manipulé tus decisiones para obtener egoístamente lo que quería. ¡Te mentí, me mentí a mí mismo intentando ser alguien que no era!—declaró interrumpiéndose por las contracciones del llanto. —Yo... estoy agotado de esto.
Chanyeol escuchó cada palabra, pero aun así le era difícil procesarlo todo a la vez.—¿Qué...?
Baekhyun suspiró con los ojos cerrados, como si intentara buscar la calma.—Estoy agotado de ser tan deprimente y vergonzoso. —confesó, dejándose ver vulnerable. —Ya no quiero sentirme avergonzado de mí mismo. Por eso...
—No...—El alto negó con la mirada preocupada. De nuevo ese... mal presentimiento.
Y en ese instante la cuenta regresiva inició.
—Hay que detenernos. —pidió.
—Baekhyun... —advirtió.
—Chanyeol, ¿qué sientes por mí? —Dijo de pronto Baek, mirándole con los ojos apagados y cansados.
—Me gustas, por supuesto. —Respondió rápidamente acercándose.
Baekhyun sonrió suavemente, sintiendo su pecho tensarse.—¿Eso... fue antes o después de tener sexo?
Chanyeol se paralizó ante la respuesta de su cerebro. —...
El bajito cerró los ojos.—Si nunca hubiera actuado así... si yo no hubiera recurrido a ti de esa forma tan humillante y lastimada, ¿tu habrías imaginado hacerme esas cosas? —preguntó. Le había costado tanto decir aquello, pues el recuerdo de su yo deprimente aun le provocaba nauseas.
—Yo...
—Te puse en una situación imposible. —Agregó Baekhyun mirando el suelo. —Me aproveche de que eras mi amigo y no me importó si lo que sentías por mí era amor o no. Fui egoísta y estúpido. —Confesó.
—Baekhyun, me gustas. —Apeló Chanyeol sintiéndose maniatado. ¿Por qué... estaba ocurriendo esto?
El bajito apretó los dientes, sintiéndose frustrado.—¡No puedes decir que te gusta una persona sólo después de acostarte con ella!
Chanyeol estalló de igual manera, con la revolución en su corazón. —¡¿Y qué debería haber hecho?! ¡¿Tal vez debí echarte de mi casa?! Incluso en el estado en el que estabas. ¡No tienes idea de lo preocupado e involucrado que me sentía! ¡Por supuesto que no lo habría hecho!
Baekhyun le observó en silencio, viendo su expresión enfada y desesperada, sus ojos enormes mirándole con recelo, sus labios rosados y su cabello negro alborotado, que nunca permanecía en su lugar. Una imagen de Park Chanyeol su perfecto príncipe azul, que nunca había visto. Baekhyun pudo dar crédito, que antes era infantil y superficial. Se odiaba por haber ignorado aquellas facetas del alto, se odiaba por no mirar aquellos momentos del alto. Chanyeol no era perfecto, no era un príncipe de cuentos. Chanyeol era tan real como él... Y aún así, Chanyeol seguía siendo el único para él.
—Deja de ameritarte todo, yo también lo decidí por mí mismo. —Masculló alocándose los cabellos.
"Detente, Chanyeol, lo sé... pero no quiero oírlo de tu boca."
Baekhyun le miró a los ojos entristecido.—¿Lo hiciste? ¿Realmente? —preguntó con voz calma.
Chanyeol abrió la boca para responder, pero un instante la duda y reflexión truncaron su habla, dando un segundo de silencio.—...
Baekhyun sonrió suavemente, fue una mueca triste y aliviada.—Eres amable Chanyeol. —dijo con voz temblorosa. —Es una de las razones por las que te amo tanto. —dijo por fin dejando salir la verdad. —Pero... esa amabilidad tuya puede lastimar profundamente a alguien.
Yeol encarnó una ceja inconforme.—¿Amabilidad? —repitió.
Asintió.—Eres tan amable que ni siquiera lo ves, ¿verdad? —suspiró. —Eras tan amable que no quieras ver que yo estaba enamorado de ti, para no cambiar tu actitud conmigo. Eres tan amable que te hiciste cargo de mi cuando fui vistiendo eso a tu casa, y pidiéndote tener sexo. Y ahora eres tan amable que aún esperas algo de mí. ¿Amistad? Yo no puedo darte eso. ¿Romance? No estoy listo para eso. —dijo. —Sabes, yo... hubiera preferido mil veces que me rechazaras esa noche. —murmuró. —He pedido tanto que... ese recuerdo desapareciera...
—¡Baekhyun!
Pero el bajito no se detuvo. —Yo realmente, prefería mil veces que me hubieras echado de tu casa...—su voz se rompió a mitad del llanto. —A mostrarte esa parte tan humillante y...vergonzosa de mí mismo. —masculló con rabia y las mejillas rojas.
—No es así, tu no...
—¡Lo sé...!—Gritó. —Deja de intentar consolarme todo el tiempo...—pidió entre el hipo y las ganas de gritar. —El patético yo que llora y desea desesperadamente ser un mujer, lo odio, lo odio. —masculló con tanto rencor que su pequeño rostro se trasformó en una arrugada mueca. —Que despreciable idea... Yo odio esa parte humillante de mí, y no quiero que vuelva a aparecer en mi mente. Nunca. —pidió.
Chanyeol quedó sin habla, Baekhyun... ¿Se sentía de esa manera? ¿Había soportado todo aquello solo? ¿Él había provocado eso?
—¿Sabes... cómo me sentí cuando desperté en tu cama la mañana siguiente? —volvió a hablar con tomo trémulo.
Chanyeol guardó silencio sin decir una palabra.
—Mi cuerpo estaba adolorido, pero de todas maneras el peso en mi corazón fue más insoportable. —agregó. —Yo, por fin había hecho el amor con la persona que amaba. Pero... la persona que amaba no estaba a mi lado.
—Baek...
—No lo digo físicamente. Tú... no estabas ahí, debido a mis mentiras. —explicó tragando el nudo en su garganta. —Te hice creer que me interesaba otro sujeto, incluso antes de hacer el amor, tu... pensaste que yo lo hacía por esa otra persona. —negó recordando lo cobarde y estúpido que había sido. —Siempre estuve mintiéndote para no alejarme de ti, pero... cada vez me distanciaba. Cada vez que me mentía a mí mismo diciéndome que estaba bien permanecer como un amigo, yo... ponía distancia entre nosotros. ¿Sabes cómo me hizo sentir eso? —preguntó.
—No. —respondió Chanyeol.
Baekhyun se limpió la cara con las mangas dejando enrojecida la zona.—Yo por fin lo supe. Estaba tan claro frente a mis ojos. Cuando desperté al día siguiente me vi a mí mismo siendo el cobarde y patético Byun Baekhyun, y me sentí tan avergonzado... —recordó. —No era yo. Ya no sería más el chico que miente o que no se acepta a sí mismo... Yo no volveré a sentirme humillado, nunca más. —Agregó. —Por eso, quiero dejar este amor deprimente.
Chanyeol levantó la mirada con ojos fieros y atentos. —Está bien. —coincidió.
Baekhyun desvió la mirada limpiando sus lágrimas. —Me alegra que lo entiendas...
—Ese amor deprimente, te ayudaré a terminar con él. —agregó. —Y a partir de hoy, haré que te enamores de nuevo de mí.
—¿Qué?
—Pero esta vez será un amor puro, que no te permitirá sentirte avergonzado nunca más.