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TÚ NOMBRE por 691396

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Notas del capitulo:

Hola mis lectores, he aquí el primer capítulo y mientras estoy en esto, le hago publicidad a un Drabble que hice -el único que he hecho -se llama "S.A.I" agradeceria que lo leyeran y me dijeran que les parece, no tengo idea de si quedó bien o lo borro.

 

 

Capítulo I

 

 

 

 

Retrospectiva

    

 

 

Fue hace siete años que lo descubrí, ya saben, la curiosidad de un niño que está solo la mayor parte del tiempo, que tiene dinero hasta para lanzarlo de un puente si quisiera, más solo cosas materiales, ni una pizca de algo sentimental porque ¿Cómo deshacerse de algo que se ruega por obtener? Así que sabiendo como era mi familia, en específico mi padre, parecía curioso que tan amargada persona, después de desaparecerse al llegar a casa, reapareciera con una sonrisa, y no cualquiera, una llena de satisfacción, una como de colegiala enamorada perdiendo la vista en el horizonte; Siempre pasaba lo mismo cuando traspasaba esa puerta, que después de esconderse de la servidumbre y dar unas cuantas vueltas cruzaba tan silencioso como un fantasma, lo sé porque lo seguí, todos tenemos un talento, el mío es espiar sin ser detectado, tuve que hacerlo por meses para descubrir la existencia de aquella fortaleza y más meses para conseguir lo necesario y poder entrar, una combinación, una contraseña y poder sacar copia a una llave fueron el fruto de casi un año de inteligencia.

 

 

Me sentía como un aventurero que encontraría un tesoro ¡Y vaya que lo encontré! La primera vez que pasé por ese pasadizo mis ojos brillaban contemplando lo que esas puertas resguardaban, 6 en total, por completo blancas sin nada que llamara mucho mi atención además de que la cerradura necesitaba una llave especial, la que lo hacía estaba en medio, imponente, un portón de buen tamaño, mucho más grande que las otras, sin quererlo, sin pensarlo anhelaba lo que contuviera, lo que estuviera reteniendo; dos puertas enormes con ornamentos de oro y joyas; una cerradura digital que pedía huella y clave, odio decir esto, pero como todo Uchiha soy inteligente –no quiero sonar arrogante, pero así es- por eso esperé meses para obtener lo necesario, lo que me permitiera hacer el gran descubrimiento, por eso ahora estaba de nuevo frente a esos portones, temblando, con una impresión de una huella y la clave en la memoria.

 

 

Abrí la puerta sin contemplación alguna, las luces me cegaron por un momento para verlo, la persona más hermosa que he visto jamás, quien perezoso levantó la cabeza de lo que parecía una cómoda almohada, me miró sorprendido, luego, me sonrió, mi corazón latía descontrolado, esa sonrisa, esa esplendorosa sonrisa que –aunque odie admitirlo –me hizo sonrojar; escuché algo metálico chocar con el suelo, el rubio corría hacia mí con los ojos llorosos y los brazos extendidos, me quedé quieto esperando el abrazo que no llegó, el continuo tintineo del metal me comenzaba a hartar, el rubio había caído con fuerza al suelo antes de llegar a mí, le examine con cuidado viendo el origen de la molestia, una cadena gruesa y dorada, un grillete igual con rubís incrustados ¡un tesoro! Me emocioné, pero por algún motivo segundos después me sentí triste y le abracé ¿Pueden creerlo? Yo, el antipático, problemático y frio heredero mostrándole afecto a alguien ¿Qué era ese rubio para hacerme sentir esas cosas? De todas formas el me recibió gustoso, sus brazos me apretujaron, me levantaron dándome vueltas hasta lo que su cadena permitió, reí por ese acto infantil ¡Me sentía tan bien en sus brazos! Sus ojos no se separaban de los míos ¡Tan hermosos!

 

 

Me besó de improviso, sus labios se apoderaron de los míos ¡Mi primer beso! Luego mi frente, mejillas, parpados, todo mi rostro, ni un milímetro se salvó de tan suaves belfos y luego, entre lágrimas y dejándome sin respirar por la fuerza del abrazo me llevó al cielo ¡¿Era un ángel?! ¡¿Cómo una voz puede ser tan hermosa?!

 

 

“Reiji”

 

 

¡Jamás me sentí tan bien de tener ese nombre! Sonreí sintiendo de nuevo sus besos, sus caricias, no importaba quién fuera, me sentía bien con él, con su calor, su suavidad, su olor, su voz, sus sonrisas; me acurruqué a él, quien gustoso me aceptó, él quería saber de mi ¡Le interesaba! Me preguntaba cosas cotidianas, gustos, aversiones, comidas, colores, chicos, chicas, amigos, ropa, animales etc. Sin saber por qué le respondí todo, mi lengua como si hechizada estuviera no dejaba de moverse y formular respuestas con tal seguridad y sinceridad que no creí existiera en mí, él me daba confianza a pesar de haberlo conocido hace pocas horas, de hecho, me sentí confiado a los segundos de verle, desde allí comprendí que él podía ser mi pieza faltante en lo que era el rompecabezas de mi vida, que él era la pieza que me completaba, él era mi corazón, él me daría amor, todo el amor que necesitaba, no solo amor carnal, estoy harto del sexo, ya lo había dicho, si no amor familiar “Un amor de madre” de la madre a la que le arrebaté la vida al nacer y el amor de un padre, el cual, aunque vive conmigo le presta más atención al aire, a sus ojos soy insignificante, tiene más grado una partícula de polvo que yo en su mente, soy inexistente, incluso si me regañara sería feliz, pero tengo suerte si un día me saluda con un movimiento de cabeza, sé que mi padre es un hombre ocupado, un hombre de negocios –un codicioso- que se adueñó de toda la salud en Konoha, siempre creí que era honesto, digno y correcto hasta ese día, el día que descubrí a Naruto, de quien decidí que sería mi padre y madre y a quien decidí –si podía- poner en libertad.

 

 

En ese entonces no tenía ni la más mínima sospecha de lo hacia Naruto en ese lugar, mi mente infantil supuso que como era tan valioso, padre lo tenía resguardado como a un preciado tesoro.

 

 

Le pregunté varias veces lo que hacia allí, más una sonrisa falsa era la respuesta, tan amarga que ya no insistí, le visitaba casi a diario después de que padre se iba a trabajar, incluso le llevaba algunos juegos y algunos instrumentos que me pedía para tratar de romper la cadena, solo allí podía ver esas grandes sonrisas ¡Como las extraño ahora! Mis visitas duraron cerca de dos años hasta que fui descubierto, allí, durmiendo en sus brazos fui sorprendido, mi cuerpo fue lanzado con fuerza al suelo y le vi ¡jamás había sentido tanto miedo!

 

 

Padre me miraba furioso, podía jurar ver luces rojizas en sus ojos, sentí terror, mis piernas temblaban, él iba a golpearme, pero mamá –como decidí llamarle a mi tesoro –fue quien lo recibió, se interpuso, sus zafiros miraban las obsidianas con deseos asesinos mientras me protegía entre sus brazos, mi padre soltó una carcajada de la nada, una que resonó como algo lúgubre, insano, un claro signo de locura, escuché el metal, la cadena fue jalada, Naruto me soltó para no ser arrastrado junto con él; padre lo volvió a golpear para lanzarlo a la cama, jadeaba, le arrancaba la ropa, mamá se resistía con fuerza, padre fue golpeado, ambos peleaban, unos zafiros conectaron con mis ojos por un segundo, sin necesidad de palabras comprendí, tomé una lámpara y la estrellé en una cabeza, una de cabellos negros que no era la mía, el cuerpo cayó con fuerza sobre la cama y Naruto rio aun jadeando, me miró risueño “te decía que escaparas –sonrió –pero tu reacción fue mejor, cuando se pone así es insoportable” sentí sus brazos abrazándome, su nariz oliéndome “Tengo un fetiche con tu olor” me dijo una vez, bien, que oliera todo lo que quisiera, me encantaba –me encanta –tenerle cerca.

 

 

Nos apuramos, usé todas las llaves que había robado con esperanza de abrir los grilletes –el grillete –ninguna sirvió, Naruto revisó a mi padre, solo la llave de la puerta principal, le vi enojado, luego se desilusionó, jalaba con fuerza, con violencia el oro desperdiciado sin logro alguno, mi tesoro se lastimó, podía ver sangre resbalar por el tobillo, intenté detenerle sin resultado hasta que escuchamos unos leves gemidos, padre estaba despertando; Naruto miró los pedazos rotos de porcelana y miró a mi padre, un brillo que me estremeció se posó en sus ojos, luego me miró y miró las cadenas, la luz se apagó “Vete” me dijo con voz suave acercándose lo más que podía a la puerta antes de que las cadenas se tensaran “Será mejor que no estés aquí cuando despierte” me sonrió “Yo lo calmaré, estate tranquilo” besó mis labios, me hizo cerrar las puertas, él no podía –No alcanzaba –y me marché –preocupado por supuesto –me encerré en mi habitación, la nieve cubría por completo los jardines –cierto –recordé, cumplía doce años, me quedé absorto en la tormenta, no me di cuenta de lo tarde que era hasta que le escuché entrar, mi padre, quien siempre era pulcro y serio, ahora estaba con la ropa desordenada y un rostro satisfecho, una extraña sonrisa mientras se me acercaba, me acarició la cabeza dándome el mejor regalo, no me prohibiría ver a Naruto, me dejaría verle más solo una vez al año, un día donde pondría mi huella como clave de acceso y me daría una clave, un día, éste día cada año, sé que no recordaba que era mi cumpleaños, pero en definitiva fue el obsequio perfecto, asentí agradecido mientras él se retiraba, al escuchar la puerta cerrarse alcé la cabeza, mi sonrisa se borró, lo había entendido, entendía por qué Naruto no hablaba del tema, Naruto, mi madre era un esclavo ¡¿Quién lo creería?! En tiempos modernos y aun así la esclavitud existe, pero no era cualquier esclavo, era uno utilizado como inodoro por mi padre, esa sonrisa de enamorado, la ropa desordenada, si pasamos por alto la cara golpeada, un brillante cutis y allí fue cuando comenzó, mi alma se tiñó de odio, de deseos de venganza, ahora sé, que con eso me estaba convirtiendo en el hijo perfecto, en su hijo perfecto, la perfecta replica de Sasuke Uchiha, más, ni yo mismo podía saber cuan perfecta sería.

Notas finales:

Jajajaja

¿Cómo les quedó el ojo?

Ahora, quiero leer a los fans de Reiji, los de Naruto y los de Sasuke ¿Quien vivirá?

¡Que empiece la pelea!


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