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¿INOCENTEMENTE ERÓTICO? por Algodon de azucar3096

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Notas del capitulo:

Hola, he vuelto, la verdad es que me esforcé mucho para traerles el nuevo capítulo y estoy muy emocionada porque lo lean, perdonen si tiene algunas faltas de ortografía pero me moría de ganas por subirlo,  de verdad que me alegra que aun haya gente que quiera seguir leyendo la historia, de verdad que se los agradezco, les mando un beso enorme con mucha azúcar, y un saludo súper especial a:


Mgui


Lucy


Muchas gracias por dejarme un comentario y apoyar la historia, bueno sin más demoras les dejo el nuevo capítulo.

Hace un mes


Incluso en esta escuela existen diferentes niveles de castas, las cuales dependiendo de su posición jerarquía se les serán otorgados diferentes privilegios, en primer lugar se encuentran los considerados reyes aquellos cuya fortuna es extremadamente grande como para comprar medio país de los cuales solo había 6 hasta el momento, sus nombres eran Akashi Seijuro, Kuroko Tetsuya, Kagami Taiga, Murasakibara Atsushi, Kise Ryota, Aomine Daiki y Midorima Shintarou, después a ellos seguían los príncipes los cuales a pesar de tener mucho dinero no lograban alcanzar el nivel de estatus de los antes mencionados, posteriormente seguían los denominados clase media y la clase baja que aunque su nombre pudiera indicar lo contrario estas clases poseían el suficiente dinero como para comprar una cuarta parte del país, también teníamos una clase más baja denominada plebeyos la cual no poseía riquezas en absoluto esta categoría muy rara vez era ocupada por alguien y para mala suerte de Himuro Tatsuya él era acreedor a ese título, las castas tenían todo el derecho de relacionarse entre sí y convivir, sin embargo esto era un poco difícil puesto que siempre existían algunos prejuicios por el nivel jerárquico que ocupaba cada persona. Además de los plebeyos existía otra casta a la cual me gusta autodenominar como los auto-rechazados esta casta era conformada por los hijos de familias cuyo capital se centraba en la compra y venta de acciones lo cual quería decir que a veces podían ser extremadamente ricos como los reyes y príncipes acomodados como la clase media y baja o mendigos como los plebeyos, esta clase era integrada por Sakurai Ryou, Takao Kazunari y yo Kasamatsu Yukio nosotros sabemos exactamente qué tan superficial puede ser la vida de los ricos, sabemos que hay días que tendrás muchos “amigos” y días en los que no tendrás ninguno, sabemos que el dinero no puede darte la felicidad y que es ridículo guiarse por el dinero que lleva la gente en el bolsillo, habíamos estado juntos desde siempre, yo era el mayor de los tres, después seguía Takao y al último Sakurai al principio todos éramos perteneciente a la clase baja casi rozando a los plebeyos lo cual nos trajo demasiadas situaciones incomodas, sin embargo esto nos hizo más unidos y prometimos siempre estar juntos y no dejarnos llevar por los tontos prejuicios de jerarquía.


-Kasa-chan- me dijo un apuesto pelinegro de mirada afilada- Sakurai me quito mi fresa


-Eso no es verdad, Takao-Sempai ya se comió la suya -Dijo el castaño algo tímido-


-Takao deja de molestar a Sakurai


-Pero quiero otra fresa


-Pareces un niño-Tome la fresa que adornaba la punta de mi pastel y se la di al pelinegro-


-Gracias Kasa-chan-Dijo sonriente mientras comenzaba a comerse la frutilla, cuando de repente su atención fue captada por un apuesto azabache con un lunar debajo del ojo- miren ahí esta Himu-chan, solo, como de costumbre


-Siento algo de pena por el-Dijo entristecido el castaño-


-¿Qué les parece si lo invitamos a comer?-Dijo extremadamente feliz el azabache de mirada afilada-


-Saben que no podemos hacer eso, traería problemas-Dije calmadamente mientras seguía comiendo-


-Pero Kasu-chan siempre nos dices que no debemos dejarnos llevar por lo que diga la jerarquía-Refuto el pelinegro haciendo un puchero-


-El problema no es la jerarquía sino que después los trataran mal a ustedes-


-Bueno pero entonces no deberíamos preocuparnos, porque si alguien nos trata mal Kasamatsu-Sempai nos defenderá-Dijo tiernamente el castaño-


-Di un fuerte suspiro ante tal respuesta- Dejemos esta conversación por el momento, ¿de acuerdo?


-De acuerdo-Contestaron los menores al unísono-


-Bueno ya casi toca la campana, es hora de que me vaya- De mi mochila saque una cintilla para hombro en la cual se podía ver un logotipo de guardia de pasillos, la coloque en mi hombro y comencé a levantarme- los veré después, Sakurai por favor cuídate de ese estúpido de Aomine y Takao…


-¿Si?...


-Cuídate de ti mismo.


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-Recorría los pasillos en busca de algo fuera de lo común, había recibido esta tarea desde hace dos semanas, la verdad es que mi familia en estos momentos se encontraba en una situación muy mala, las acciones en las cuales habíamos invertido habían caído abruptamente por lo que en estos momentos me encontraba en la casta más baja, por el momento no todo el dinero que teníamos se encontraba invirtiéndose en planes alternativos para poder salir de la crisis por lo que la colegiatura de este año escolar no había sido pagada, llegue aun acuerdo con la dirección yo prestaría mis servicios a cambio de aplazarme por un tiempo el pago, por lo cual me habían asignado este puesto de vigilante, no me avergonzaba en absoluto yo más que nadie sabía que a veces se está arriba y a veces a bajo y que jamás llegarías a ningún lado sin trabajo duro, es por eso que a veces me molestaba en sobre manera las personas que creían que podían comprar todo con el maldito dinero y trataban a aquellos que no lo poseían como basura. Realizaba mi rondín por el gimnasio cuando escuche un estruendoso golpe corrí hacia el interior del mismo para ver qué es lo que había ocurrido cuando note como un joven rubio yacía tirado en el suelo con el carro que contenía los balones encima de él y diversos balones tirados por todo lados, me dirigí corriendo a él para ayudarlo a levantarse.


-¿Te encuentras bien?


-Sí, muchas gracias por ayudarme.


-¿Qué intentabas hacer?


-Estaba intentando practicar un rato pero no me fijado por donde caminaba y termine tirándome el carro de balones encima- Dijo algo ruborizado mientras comenzaba a recoger los balones suelo-


-Deberías tener más cuidado para la próxima-Dije algo molesto mientras también recogía los balones-


-No se preocupe yo puedo recogerlos


-Son demasiados además si no te das prisa llegaras tarde a clases


-Eso no importa mucho, de todas formas tenía pensado faltar a la siguiente clase


-¿Qué dijiste?-Pregunte completamente molesto- estás pensando en saltarte las clases, te puedo asegurar que no lo permitiré, ¿sabes con quien estás hablando? Estas hablando con el nuevo guardia de pasillos y no me importa quién demonios seas pero me encargare de mover tu trasero hacia tu salón-Una pequeña risa ahogada se escuchó de parte del apuesto rubio- ¿acaso te burlas de mí?


-Claro que no, es solo que nunca pensé Kasamatsucchin reaccionara de esta manera


-¿Cómo sabes mi nombre?


-Bueno se encuentra en segundo lugar del cuadro de honor, además que es considerado como el mejor alumno de tercer grado, ex­-capitán del equipo de baloncesto de hace dos años y todas las chicas siempre dicen que es muy inteligente y caballeroso-Lo dicho anteriormente por el rubio había sacado un pequeño sonrojo en mis mejillas-


-Creo que por esta vez puedo permitir que faltes a clases


-¿Enserio? Muchas gracias Kasamatsuchin


-Por favor dime sempai y apresúrate a recoger esos balones-Dije mientras tomaba un balón en mis manos-


-De acuerdo, Yo me llamo


-Lo se… Kise Ryota, modelo, titular del equipo de basquetbol actual, considerado por la chicas atractivo y… perteneciente a la casta de los reyes lo que te hace tener un gran estatus dentro la escuela.


-Oh… bueno creo que todo eso es algo superficial, la verdad es que no me agradan ese tipo de cosas, ya sabes todo ese asunto de los reyes y eso…


-¿Enserio?...- yo más que nadie sabía que a veces se está arriba y a veces a bajo, es por eso que a veces me molestaba en sobre manera las personas que creían que podían comprar todo con el maldito dinero, odiaba a todas las personas de esta escuela por ser tan idiotas, superficiales y sobre todo odiaba a esos malditos a los que consideraban reyes, lance el balón en dirección al aro haciendo una canasta- supongo que es bueno que no te agrade ser un rey, porque yo los odio…


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Actualmente


Había pasado un mes desde mi primer encuentro con Kise y se había vuelto costumbre vernos dos veces a la semana para pequeños juegos de basquetbol, sinceramente él era diferente a lo que había imaginado, incluso puedo decir que me agradaba.


-Sí que eres bueno Kasamatsu-sempai-Me elogiaba el rubio mientras nos sentábamos en las gradas del gimnasio a descansar después de nuestra partida de baloncesto- ¿Por qué no se une al equipo de la escuela?, debería ser fácil para usted, después de todo es el excapitán de la antigua generación.


-Eso es imposible para mí, los de tercero tenemos demasiada tarea, de hecho esa fue la razón por la cual se cerró el club el año pasado, puesto que todos los titulares estaban muy ocupados con sus deberes, debo admitir que me alegre mucho cuando supe que lo volverían a abrir pero jamás fue mi intención unirme nuevamente.


-Ya veo, pero creo que es una pena que alguien tan talentoso como usted no quiera formar parte del equipo- Tales palabras habían hecho que mis mejillas se ruborizasen, haciendo que el rubio me diera una pequeña sonrisa, también logre sentir una especie de calidez en mi pecho, ¿Qué mierda me estaba pasando?


-¡¡¡Rubia!!!...te he estado buscando por todas partes, estoy aburrido y quiero buscarme unas buenas chicas para pasar el rato, te necesito ya sabes que cuando estas a mi lado caen más rápido –De repente fuimos interrumpido por un escandaloso chico de piel morena-


-Ahominecchi, idiota, no digas ese tipo de cosas, además ahorita no puedo estoy ocupado y no puedo acompañarte


-¿ocupa…?-La mirada azulina se posó en mi mientras me miraba de una forma un tanto divertida- Ya veo… es un placer conocer a Kasamatsu-sempai, debo decirle que Kise no para de hablar de usted, de lo inteligente, amable y sobre todo lo atractivo que es.-Tal vez estos comentarios podría tomarse como una simple broma por parte del moreno, pero estas palabras solo tenían el único fin de molestar-


-Aominecchi para…-La bisexualidad de Kise era un tema altamente conocido y no me afectaba para nada, incluso el mismo Takao me había comentado de algunos rumores acerca de que yo no le era indiferente al modelo-


-Aomine ¿verdad?... gracias por la información, pero estoy enterado que Kise se encuentra un poco deslumbrado por mi personalidad, de hecho se podría decir que él también me agrada-Cuando solté estas palabras tanto el rubio como el moreno se quedaron completamente en shock- así que le quisiera pedir que no vuelva a intentar molestarme y tampoco a Ryota, haa… y una cosa más para mí no fue un placer conocerte.


-Idiota…-Susurro el moreno por lo bajo y se retiró del lugar-


-Por favor disculpe a Aomine sé que puede ser un tonto en ocasiones pero le aseguro que es una buena persona.


-¿Cómo puedes decir eso de alguien que solo utiliza a los demás?, alguien tan malditamente egocéntrico y superficial... odio a todas las personas que son así, odio a todos aquellos que llaman “REYES”


-¿Entonces también me odia a mí? Por qué le recuerdo que aunque no me agrade ese apodo sigo siendo un “Rey”


-Claro que no Kise, no me quise decir eso…perdón es solo que me altere un poco-Suspire-


-Hay otra razón por la cual no soporta a Aomine, ¿verdad?


-…


-Corríjame si me equivoco pero existe otra razón por la cual usted odia a Aomine


-El no deja de molestar a Sakurai…


-Y eso es malo… ¿Por qué?


-Por qué yo quiero a Sakurai.


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Un adorable castaño se encontraba tomando unas cosas del casillero antes de entrar a clase, de mas esta decir que era observado por un sin número de personas tanto chicas como chicos que prestaban importante atención e cualquier actividad que el pequeño hacia y es que era una de las personas más cotizadas dentro de la escuela, puesto que además de ser absolutamente guapo en este momento poseía un estatus de príncipe, puesto que solo era alcanzado por él y otras dos personas, mientras acomodaba sus pertenencias había encontrado cinco cartas con declaraciones de amor, con estas ya eran quince en la semana, las guardo dentro de su libreta, ya después las devolvería y se disculparía por no poder corresponder a sus sentimientos y les daría un chocolate, eso le recordaba que debía pasar a comprarlo y es que eso de pedir disculpas sí que salía caro pero después de todo estaba en su naturaleza hacerlo. Aunque la verdad ya se comenzaba a cansar de esto, todas las semanas era lo mismo multitudes de personas acercándose a él solo para conseguir prestigio y llevárselo a la cama, más lo segundo que lo primero pero eso era un asunto en que intentaba no pensar, termino de guardar sus cosas y comenzó a caminar hacia el salón, para ser sinceros a él le molestaba completamente que lo vieran solo como una cara bonita o un símbolo de objeto sexual, el espera poder encontrar a alguien que lo viera por aquello que poseía en su interior y no solo por su físico, constantemente se preguntaba cuando llegaría esa persona.


-¡¡¡Lindura!!!...-Un moreno con el cabello azul eléctrico le grito llamando su atención- ohhh… hoy te ves completamente hermoso, al menos con verte me has alegrado el día, hace un momento un imbécil me hizo enfadar, pero ahora que te siento cerca me encuentro mucho mejor-


-Aomine-sempai, lo siento si soy insolente pero le he dicho muchas veces que no me llame de esa manera- Mire hacia el suelo ocultando mi sonrojo odiaba tanto cuando mi naturaleza tímida salía a flote sin siquiera quererlo, no me gustaba cuando mis mejillas se sonrojaban y voz se quebraba-


-¿Pero por qué no? Si es la verdad eres una lindura-El moreno dijo esto en un tono libido mientras acorralaba al castaño contra los casilleros- de verdad me encantaría salir contigo y que paso un rato muy agradable-acaricio levemente el cabello del menor- te prometo que te la pasaras genial, asi que… ¿Qué dices?


-Lo siento pero no tengo ningún interés en salir con Aomine-sempai-Dijo esto el castaño de manera un poco tímida pero autoritaria mientras se libera del aprisionamiento del moreno, así que si me disculpa debo irme a clases- Dicho esto comenzó a caminar pero sintió como una fuerte mano lo jalaba del brazo-


-Escúchame bien lindura, te he tolerado varios desplantes como este antes, pero me niego a seguir asiéndolo, así que más vale que comiences a captar la idea que Aomine Daiki siempre obtiene lo que quiere.


-Y usted debe comenzar a captar que yo seré lo primero que no obtenga, y si me disculpa me está lastimando-Dijo esto el castaño soltándose de forma un tanto tosca del agarre y nuevamente comenzó a caminar hacia su salón, dejando atrás a un molesto moreno.


-No lindura… yo lo siento más porque esto no se quedara asi


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-Por qué yo quiero a Sakurai.-Note como el semblante del rubio palidecía y comenzaba a entristecer, esto me confirmaba lo que temía, el modelo no solo se sentía atraído por mi sino que se estaba comenzando a enamorar, lo cual me preocupaba bastante puesto que no estaba seguro de poder corresponderle- así es… quiero a Sakurai igual de como quiero a Takao.


-¿?...-Su cara mostraba completa confusión, lo cual me hizo mucha gracia y solté una leve sonrisa-


-El padre Sakurai lo abandono al nacer y su madre se tuvo que hacer responsable de él, hasta que se volvió a casar, al principio Sakurai no aceptaba al nuevo esposo de su madre e incluso estaba muy molesto con ella por haberse vuelto a casar, así que solo se refugiaba conmigo, su madre estaba muy preocupada por su conducta y me pidió que mientras Sakurai se acostumbraba al cambio, le cuidara y apoyara, con Takao fue un poco más complicado su madre murió cuando estábamos en primaria, no la conocí mucho pero recuerdo que era muy alegre igual que él, la última vez que la vi me dijo que se había enterado que yo cuidaba muy bien de Sakurai y que quería pedirme que hiciera lo mismo con Takao, mi abuela siempre me enseño que en la vida siempre se debían hacer dos cosas cumplir nuestras promesas y cuidar a nuestra familia, ellos son mi familia y daría todo por ellos, pero… las acciones de mi familia cada día caen más y poco a poco nos quedaremos sin dinero, lo más probable es que el próximo año ya no pueda asistir a la escuela y entonces… ¿Quién cuidara de ellos?, debo confesar que eso me tiene muy preocupado y es que yo solo quiero protegerlos, de verdad no quiero que nada malo les pase.


-Yo… no sé qué decir.


-No te preocupes…-Le sonreí levemente- la verdad es que me siento algo tonto por contarle este tipo de cosas a alguien que apenas conozco.


-Bueno tal vez podríamos solucionar eso-Sentí como la cálida mano del rubio se apoyaba sobre la mía- Tal vez desde ahora en adelante podría empezar a conocernos más…


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Al día siguiente


Tenía mucha pereza de entrar a la siguiente clase es por eso que me escondí en la biblioteca, rogaba porque Kasa-chan no me encontrara porque me daría un buen regaño, la verdad la única razón por la que asistía a la escuela era para ver a Kasu-chan y Saku-chan, puesto que desde que murió mi madre la casa se sentía muy sola y aunque mi padre me adoraba y siempre intentaba consentirme, casi nunca estaba en la casa debido al trabajo, así que mi único refugio era venir aquí y convivir con mi amigos, puesto que era lo que me hacía feliz, me encontraba viendo algunos libros pero nada me parecía interesante, tenía la intención de devolverlos a su sitio cuando las tarjetas en las cuales se ponían los nombres de quienes los tomaban prestados al momento de recogerlas pude notar como en todas ellas se repetía un nombre, Midorima Shintaro, una especie de escalofrió recorrió mi cuerpo y mis mejillas se ruborizaron, ¿por qué tenía que recordar a esa persona?, lo había olvidado pero hace muchos años él también había sido mi refugio y él también me hacía feliz, aunque a estas alturas ya no tenía caso recordarlo, coloque las tarjetas y los libros en su lugar y me dispuse a salir para despejar mi mente, me dirigí a los hacia los casilleros cuando mire como un gigante de cabello morado prácticamente arrastraba hacia al baño al pequeño plebeyo de la escuela, no sé qué opinen ustedes pero para que mí que algo estaba mal.


-Debo avisarle a Kasu-chan


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Me encontraba sentado en uno de los jardines recordando las palabras tan embarazosas que le había dicho a Kasamatsu-sempai, él no me respondió nada concreto pero al menos no se había negado, eso me daba esperanzas, sinceramente él siempre me había gustado desde que llegue a esta escuela cuando lo vi por primera vez dando el discurso de bienvenida en la asamblea, su porte y gracia me cautivaron totalmente, fue un extra el hecho de que también le gustara el baloncesto y que fuera el segundo lugar del cuadro de honor, simplemente era perfecto, además también era muy amable, recordé como le había dicho a Aomine que yo también le agradaba, aunque no sabía si lo había dicho solo para no hacerme quedar mal ante el moreno o si lo había dicho de verdad, fuera como fuera yo me encontraba muy emocionado quería creer que si me esforzaba un poco podría llegarle a gustarle aunque fuera un poco.


-¡¡¡Rubia!!!... te estuve buscando por todas partes- Me decía un moreno de cabello azul eléctrico, el cual era acompañado por dos jóvenes realmente hermosas- Mis amigas quería saludarte-Sonrio mientras los tres se sentaban a mi lado-


-Aominecchi no creo que debas a hacer esto


-Por favor Kise no estoy de ánimo para escuchar tus sermones así que coopera-Dijo el moreno mientras comenzaba a besar el cuello de una de las jóvenes a manera de juego-


-Aomine-sempai… basta me hace cosquillas-Ambas chicas se reían mientras le seguían el juego al moreno mientras un incómodo rubio intentaba desviar la mirada, quería acabar con esta tonta situación de una vez y sabía que si hartaba un poco al moreno este se iría rápidamente y él sabía exactamente qué tema tocar para que el moreno se hartara-


-Oye Aominecchi…  ¿no has visto a Sakurai?


-¿Eh?... Sí, pero la verdad que ya no me interesa…


-¿Y eso porque-Aomine-sempai?- Preguntaron al unísono las dos chicas-


-Porque a mí no me gusta que acepten tan rápido


-¿Eso quiere decir que Sakurai ha sido amante de Aomine-sempai?


-¿Amante?... más bien Zorra, acepto acostarse conmigo sin ningún reparo.


-Eso no puede ser verdad con lo tímido que es-Las chicas se reían levemente mientras escuchaban a Aomine de verdad que era un gran chisme enterarse que uno de los chicos más deseados de la escuela era una zorra-


-Pues será tímido y todo lo que quieras, pero bien que sabe hacerlo en la cama.


-Aominecchi basta no…-Mi mirada se congelo cuando me di cuenta que delante de nosotros se encontraba el pequeño castaño y Kasamatsu- sempai escuchando toda la sarta de mentiras que acaba de decir el moreno, los ojos del castaño se comenzaron a cristalizar y brotaron unas pequeñas lagrimas mientras salía corriendo hacia el interior de la escuela seguido del sempai, a estas alturas Aomine también se había percatado que había sido escuchado y se encontraba como en una especie de trance, me levante, mire al moreno por unos segundos y le di un puñetazo en el rostro- Eres un idiota Aominecchi- Tras decir esto salí corriendo detrás de Sakurai y el Sempai, alcanzando de esta manera al pelinegro el cual había perdido de vista al castaño- Ksamatsu-sempai, por favor disculpe a Aominecchi, de verdad sé que lo que hizo estuvo muy mal pero…


-No Kise, no pienso disculpar a ese hijo de mierda y escúchame bien la única razón por la cual no le partí el maldito trasero es por qué debo encontrar a Sakurai.


-Yo lo ayudo a buscarlo


-No, Kise no necesito tu ayuda, y al decir verdad no creo estar interesado en relacionarme con el mejor amigo de Aomine


-¿Eso qué quiere decir?....


-Lo siento Kise, pero nunca me vuelvas a hablar


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-De mis ojos brotaban lágrimas, mis mejillas nuevamente estaban rojas y mi respiración entrecortada, pero al contrario de lo que todos pensaban no estaba herido ni triste mis lágrimas no era de tristeza, sino de enojo, nuevamente mi naturaleza había sacado esta estúpida parte de mí que odiaba pero ya estoy harto de que todos me miren como un pequeño conejito, es hora de demostrarles de lo que soy capaz.


-Aomine Daiki te juro que te arrepentirás-Decía un furioso castaño-


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Corría lo más rápido que podía no quería que nadie viera las lágrimas que estaban a punto de salir de mis ojos, acaba de perder la única oportunidad que tenía con Kasamatsu- sempai, me sentía como un imbécil, abri la puerta del sanitario más cercano que encontré para poder esconder, la campana había sonado hace un rato asi que nadie estaría cerca para apreciar mi dolor, o al menos eso creía, cuando entre al sanitario logre contemplar como Murasakibaracchi se encontraba acorralando al plebeyo de la escuela, ¿Cómo era que se llamaba? ¿Himuro?


-¿Murasakibaracchi?


-¿Se-chin?...


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-¿Qué está pasando?, ¿Qué estás haciendo?-El rubio se puso completamente rojo al darse cuenta había interrumpido una situación más que incomoda.


-Mmm…-El pelimorado miro a su amigo y al moreno que se encontraba encima del lavabo más que espantado por haber sido descubierto ante tan comprometedora situación.- Muro-chin es mi novio, y lo quiero mucho


-¿Eh?... novio pero… ¿desde cuándo? ¿Cómo?-Todo esto no le encajaba al rubio-


-Eso no le debería importar Kise-chin, lo único que Kise-chin es que Muro-chin es mi novio y que acabas de interrumpir algo muy privado.


-Espera, espera… esto es muy repentino, ¿quien más lo sabe?, ¿ya le dijiste a Akashicchi?


-Aparte de ti nadie más lo sabe, además no me importa que piense Aka-chin, nadie me quitara a Muro-chin y si alguien lo intenta hacer lo aplastare- Dijo mientras miraba serio al rubio- Se-chin si no te importa debes salirte de aquí nosotros llegamos primero- Decía el titán mientras sacaba lentamente al rubio de los sanitarios-


-Espera, espera otra vez, ¿por qué Himuro está llorando?


-Se-chin es imposible que algo tan grande como yo quepa dentro de el sin lastimarlo- Dijo con voz perezosa pero un tanto picara haciendo que el rubio se sonrojara aún más- haaa… se me olvidada si Se-chin dice algo de esto también lo aplastare.


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-El gigante cerró la puerta del baño y dirigió su mirada hacia el pelinegro el cual se encontraba acomodándose la ropa-


-¿Por qué demonios le dijiste eso?


-¿Qué cosa?...- Pregunto de manera despistada-


-Lo de que éramos novios


-Eso… bueno no creo que sea nada malo, Muro-chin está haciendo un drama por algo insignificante


-¿Y qué pasa si toda la escuela se entera?-Dijo el azabache un tanto molesto


-Se-chin no dirá nada, además no me importa si la escuela se entera por mi mejor porque así sabrán que Muro-chin es mi niño bueno-Dijo mientras tomaba de la cintura al menor-


-Yo no soy tu niño -Alejo bruscamente al titán de su cuerpo y salió apresurado del lugar mientras el gigante le seguía, hasta llegar a uno de los jardines donde el mayor lo atrajo hacia su cuerpo tomándolo de los brazos-


-Ya dije que me estoy cansando de la actitud de Muro-chin, así que más vale que se comience a portar bien, porque me está haciendo enojar y eso no será nada bueno, esta vez te salvaste por Se-chin nos interrumpió pero será mejor que te prepares para la próxima vez -Dicho esto el gigante comenzó a besarlo de una forma sumamente apasionada quitándole cualquier oportunidad de replicar al menor, los labios del pelinegro eran obligados a seguir esa danza desesperada entre sus labios provocando que sus mejillas se sonrojaran, mientras sentía como nuevamente era aprisionado por este gigantesco monstruo, tal vez era momento de rendirse, tal vez era momento de aceptar el trato del peli-morado y comenzar a venderse, y permitir que lo devorara como lo hacía con todas esas golosinas en la hora del almuerzo, tal vez ya era hora de convertirse en su nuevo dulce.


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-¿Shintaro?-Respondió el teléfono de manera calmada-¿Qué sucede? Ya me estoy dirigiendo a la cafetería en la que acordamos vernos.


-Es sobre el plebeyo


-¿Qué pasa con él?-Dijo en un todo serio-


-Recuerdas que me habías dicho que mantenía algo con Taiga…


-Sí, de eso mismo hablaríamos hoy en la cafetería


-Bueno creo que es más grave de lo que pensábamos-Dijo el peliverde mientras acomodaba sus lentes y recordaba como el gigante peli-morado devoraba a besos al frágil azabache- debemos darnos prisa Akashi, esto se nos está saliendo de las manos.


Continuara…

Notas finales:

Bueno y con esto comenzamos a incluir a las nuevas parejitas, aun no sé si tendrán muchos o pocos capítulos pero poco a poco iremos viendo ese asunto, también si alguien tiene alguna duda puede dejarme un comentario, también acepto sugerencias y alguna que otra petición si es que se adapta a la loca trama que tengo en la cabeza. Bueno me retiro espero nos veamos pronto y si gustan puede dejarme un comentario que a mí siempre me motivan, los quiero y hasta pronto. Y no se ustedes pero yo creo que ya es hora de que Himuro se porte bien.


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