-Yo no robe nada –Dijo molesto el azabache mientras alzaba la voz, se encontraba en la oficina del director discutiendo sobre del presunto brazalete “robado”-
-Y yo te creo Himuro-chan, de hecho todo el personal te conocemos y sabemos que no eres ese tipo de persona.
-Revisen las cámaras –Dijo casi en una súplica-
-Ya lo hicimos pero al parecer algo paso y las cámaras de ese pasillo dejaron de funcionar por una avería en los conectores y al haber encontrado al brazalete en tu mochila eso te hace el único sospechoso del robo.
-Y con sospechoso quiere decir culpable
-… -Hubo un pequeño silencio antes de que el mayor siguiera hablando- Himuro de verdad que yo soy el que menos quisiera hacer esto pero debes comprender que esta institución educativa depende en mayor parte del financiamiento de las familias de los estudiantes y para tu desgracia la dueña de ese brazalete es la hija de una de las 9 familias más ricas de Japón, así que aunque quisiera hacer algo esta vez estoy atado de manos, lo lamento pero no puedo hacer nada por ti.
-¿A qué se refiere? ¿Qué pasara conmigo?
-La señorita Hanako ha solicitado tu expulsión de esta institución
-¿Qué?...-El azabache quedo en shock-
-Debido a que no se poseen pruebas suficientes para incriminarte en el robo, logre apelar a esa condición pero…
-¿Pero?
-Tu beca estudiantil será revocada desde el día de hoy.
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Corría con todas mi fuerzas por los pasillos, quería encontrar un lugar en donde nadie notara mis lágrimas, solo quería estar solo, me encontraba totalmente destrozado, no comprendía como esto me estaba pasando a mí. De verdad que no lo comprendía, me dirigí por las escaleras hacia la azotea del edificio principal, por ahora solo quería pensar que esto no podía ponerse peor…
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Hace 2 meses aproximadamente
Frialdad…
Fue lo primero que percibí al entrar por primera vez a esa gran mansión, frialdad y crueldad.
-Señorito Akashi permítame llevar sus cosas-Me dijo amablemente uno de los tantos sirvientes que se encontraban alrededor-No es necesario yo puedo llevarlo y por favor no me llame de esa forma… me hace sentir incomodo, solo dígame Kuroko -Después de haberme instalado en mi “habitación” la cual era más amplia a lo estaba acostumbrado fui guiado hasta la oficina de mi padre… yo era el segundo hijo de los Akashi y como es de esperarse soy por así decirlo un ilegitimo, mi madre fue la amante del señor Akashi desde antes de que yo naciera y al contrario de lo que todos podrían pensar el señor Akashi nos trata muy bien a pesar de no haberme dado su apellido, todos sus allegados saben de mi existencia y me reconocen como un hijo legítimo. Sin embargo las veces que he podido convivir con él han sido escasas, mi madre y yo siempre hemos teníamos todo referente a lo material pero jamás gozamos de la compañía del señor Akashi, tal vez es por eso que tengo sentimientos encontrados hacia “mi padre”, la razón por la cual él siempre se encontraba ausente era por respeto a su esposa porque aunque me duela admitirlo tal vez a mi madre la quería mucho pero amaba a su esposa, pero eso será una historia para otro día…
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-No aceptare que él se quede en esta casa, me reusó- Decía furioso un pelirrojo de mirada heterocromatica a un alto e imponente hombre de cabello rojizo y mirada del mismo color-
-No te estoy preguntando qué es lo que quieres, te estoy comunicando lo se va a hacer y espero que por tu bien que lo trates como lo que es, tu hermano- Decía el mayor en un tono tranquilo pero autoritario-
-Él no es mi hermano- Expreso más exaltado el de mirada heterocromatica mientras se escuchaba como se abrían las puertas de la habitación-
-Espero no interrumpir algo… -Dijo sin expresión alguna un pequeño peli-celeste-
-Adelante Tetsuya, no te preocupes solo estaba arreglando algunos asuntos con Seijuro-El mayor miro su reloj- Debo retirarme a una junta de la compañía, así que los dejare solos para que se conozcan un poco mejor.-Dijo tranquilamente el mayor, saliendo de la habitación, después de eso se formó un silencio incomodo por algunos minutos hasta que el peli-celeste decidió romperlo-
-Creo que sería bueno presentarnos formalmente mi nombre es Kuroko Tetsuya, espero nos logremos llevar bien-El pelirrojo se acercó lentamente al peli-celeste con un rostro que asustaría a cualquiera-
-Sera mejor que no te acostumbres a vivir aquí, porque yo mismo me encargare de echarte.-Dijo en tono autoritario y sin más se retiró de la habitación-
-Esto no será nada sencillo.
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-Los días prosiguieron y está de más decir que Akashi Seijuro me odiaba y siempre que podía no perdía la oportunidad de fastidiarme, sinceramente la única razón por la cual me encontraba en este lugar era porque mi madre me lo había pedido al parecer mi padre quería que mi hermano y yo nos lleváramos bien y que realmente nos tratáramos como hermanos, la verdad es que yo estaba dispuesto a intentarlo pero Akashi era un caso realmente especial el prácticamente era obligado por mi padre a dirigirme la palabra y para ser honesto no creía poder soportar esta situación por mucho tiempo. Cuando logre instalarme por completo en la mansión me fue comunicado que ingresaría a la misma escuela que Akashi al menos estaríamos en salones distintos debido a que él era mayor que yo, el hecho de cambiarme de escuela había sido una táctica de mi padre para poder estar más tiempo juntos y poder convivir, además de ir a la misma escuela estableció algunas condiciones como que siempre debíamos ir juntos a la escuela, tomar el almuerzo por lo menos una vez a la semana juntos y de vez en cuando regresar a la casa juntos obviamente, eso tal vez parecería sencillo pero conociendo a Akashi era un milagro seguir vivo y es que en varias ocasiones el pelirrojo me había amenazado con unas tijeras-
Había pasado una semana desde que ingrese a la escuela por fortuna logre entablar una amistad con un compañero de clase el cual se nombraba Himuro Tatsuya, el director me había comentado acerca de él, me dijo que él no poseía riquezas como los demás que nos encontrábamos aquí pero debido a sus buenas calificaciones había conseguido una beca escolar, lo cual me resulto sorprendente y muy admirable, me alegraba mucho haber entablado una relación con él aunque si les soy completamente sincero me encuentro preocupado porque he comenzado a notar que se comporta un poco extraño.
Me encontraba caminando en dirección al gimnasio puesto que debía regresar a casa junto con Akashi y él se encontraba practicando con el equipo de baloncesto, la verdad es que no tenía la más mínima intención de esperarlo pero de solo pensar en el regaño que nuestro padre nos daría al enterarse que estábamos faltando a una de sus órdenes me daba un poco de miedo así que lo mejor era hacerle caso, entre al gimnasio y vi como aún se encontraban practicando, lo cierto es que el baloncesto me llamaba un poco la atención pero nunca lo había practicado, estaba sentado en las gradas esperando a que la practica terminara cuando un joven alto de piel bronceada y cabello rojizo llamo mi atención, su forma al jugar era impresionante y la sonrisa que tenía mientras jugaba me resultaba muy tierna, instantáneamente sentí una especie de calor en el pecho y mis mejillas se ruborizaron levemente, ¿qué me estaba pasando?, no lo sabía exactamente pero desde ese día casi siempre pasaba por Akashi para regresar a la mansión, sé que dije que estar junto a él era prácticamente un suicidio pero creo que ver esa hermosa sonrisa y esos preciosos rubíes valían la pena.
Ya había pasado ya algo de tiempo en donde se me hizo costumbre sentarme en las gradas del gimnasio y ver como entrenaba el equipo de baloncesto o mejor dicho como entrenaba el chico de los ojos escarlata, aunque está más que claro que el único que notaba mi presencia en ese lugar era Akashi y al principio estaba bien confieso que me sentía un poco apenado porque el de piel tostada me notara pero ahora era diferente, quería que me saludara y así poder intercambiar palabras, así poder conocer su nombre, me encontraba ensimismado en mis pensamientos cuando note como el de ojos rubí se acercaba a las gradas no muy lejos de mí para buscar algo en su mochila haciendo que se le callera su botella de agua y esta rodara hacia mis pies, esto no fue notado por el pelirrojo y algo dudoso tomo la botella entre mis manos y comencé a caminar hacia el reí ligeramente al imaginar el hecho de que tal vez se asustaría al notarme pero antes de poder tocarle escuche una voz conocida hablar.
-Kagami apresúrate- Dijo el de mirada heterocromatica con autoridad y un deje de molestia-
-Ya voy Akashi-Dijo el pelirrojo de piel tostada un poco nervioso y se apresuró a regresar a la cancha mientras me quedaba con la botella de agua en las manos y una mirada bicolor un tanto fulminante en mi persona, sin más deje la botella al lado de la mochila del ojo-rubí y me retire del lugar-
A la mañana siguiente mi padre ordeno que desayunáramos juntos y bueno una orden es una orden nos encontrábamos los dos en la azotea por lo regular siempre que almorzábamos nunca decíamos nada simplemente nos dedicábamos a terminar nuestros alimentos para después irnos pero esta vez Akashi rompió el silencio.
-Ayer en la práctica de baloncesto…-Mis músculos se tensaron a imaginar la posibilidad de que el notara mi extraña actitud hacia su compañero de equipo- ¿Por qué te fuiste?...-Fijo su mirada de forma penetrante lo cual me hizo estremecer ligeramente pero mi rostro no lo demostró-
-Me aburrí
-¿Solo por eso?-Su mirada bicolor se posó en mí con más intensidad que antes-
-Si
-Sera mejor que me digas la verdad- Dijo en un tono firme-
-No puedo decirle algo que no existe…
-De acuerdo ya que no quieres hablar de lo que paso ayer, cambiemos de tema y háblame sobre Himuro Tatsuya
-¿Himuro Tatsuya?...
-¿Qué tipo de relación sostienes con él?
-Somos amigos…
-Aléjate de el
-¿Qué?...
-Es problemático ser amigo de alguien como él, así que aléjate lo antes posible
-No lo hare
-Es una orden-Dijo con una mirada más que amenazadora
-NO ME IMPORTAN TUS ORDENES –Me disponía a irme cuando Akashi comenzó a hablarme nuevamente-
-Sinceramente no me sorprende que te juntes con este tipo de personas ya que al fin y al cabo los dos son iguales…
-¿Qué quieres decir con eso?...
-Bueno él se vende por dinero y tu… eres el hijo de una zorra-Mis manos prácticamente se movieron solas y le aventaron mi comida encima desatando de esta manera una pelea de comida entre los dos.
Sinceramente vivir con Akashi, en una gran mansión y dentro de una escuela como esta no había sido nada sencillo desde el principio pero todo hasta el momento me había parecido soportable, sin embargo lo que me había provocado un intenso malestar en mi persona a tal grado de hacerme perder ligeramente el equilibrio fue haber visto a ese intrigante pelirrojo de piel tostada tan cerca mío cuando Himuro-kun nos presentó incluso al estrechar su mano sentí como una fuerza eléctrica recorría mi interior, tal vez esto era peor de lo que había imaginado, tal vez el pelirrojo comenzaba a gustarme, pero sin lugar a dudas la peor situación en la cual me había encontrado desde que llegue a esta ciudad era esta.
-¿Por qué estas espiando a Tatsuya? …-El pelirrojo me agarraba fuertemente del brazo mientras me miraba un poco molesto, yo había seguido a Himuro-kun después de haber notado que nuevamente tenia marcas extrañas en los brazos, sin embargo había sido descubierto en el proceso y lo peor del caso era quien lo había hecho-
-Yo puedo explicarlo…-Dije algo nervioso pero con mi habitual rostro-
-Pues más te vale que comiences- Estaba más que claro que no podía decirle al pelirrojo que estaba siguiendo al azabache por que sospechaba que estaba siendo abusado, si no había entendido mal él era el mejor amigo del Himuro-kun y si ni siquiera el sabia el grave problema en el cual se encontraba el azabache yo no era nadie para contárselo, además que aunque me dolía pensar en ello él era mi principal sospechoso de ese abuso puesto que ayer había salido juntos, aunque me negaba a creer que el pelirrojo y Himuro-kun tuvieran algún tipo de relación alejada a la de amistad aunque eso no debía afectarme ya que ni siquiera sabía que era lo que sentía hacia el chico de los ojos-rubí –
-Me aseguraba que llegara a salvo
-¿A salvo?
-Sí, es que a veces lo molestan los demás chicos y quería asegurarme de que estuviera bien –Me pregunto qué tipo de reacción provocaran estas palabras-
-¿Quién lo está molestando?... TE JURO QUE LO VOY A HACER MIERDA-Dijo completamente furioso, a lo que no pude evitar sonreír aliviado era imposible que alguien que se preocupara tanto por Himuro-kun pudiera lastimarlo de la forma en la que lo había hecho-
-Nadie por el momento, pero aun así quería cuidar de el
-¿Kuroko verdad?...
-Si
-Vamos te invito algo
-¿Eh?... ¿Por qué?...
-En agradecimiento por cuidar de mi hermano-Dijo avergonzado el pelirrojo-
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No sabía cómo había llegado a esto pero todo comenzó hace un mes cuando le invite a Kuroko una malteada del Maji Burguer creo que todo había sucedido demasiado rápido, sin darnos cuenta después de los entrenamientos nos reuníamos para conversar y comer algo, era extraño pero nos agradaba hacernos compañía mutuamente, sinceramente nos la pasábamos genial hablando de cosas triviales y sin sentido, incluso había comenzado a enseñarle a jugar baloncesto y aunque era un poco despistado con un poco de practica no lo haría tan mal, también me había enterado que era hermano de Akashi, lo cual fue un tremendo shock para mí, el peli celeste me pidió que por el momento no le dijéramos nada ya que su relación con él era un poco delicada, debo confesar que desde que lo vi por primera vez sentí una sensación muy extraña en mi interior pero a lo largo de este mes se han vuelto más intensas al grado de confundirme sobre manera, realmente no sé qué es lo que me está pasando. Ese día llegue tarde a la escuela fue una sorpresa para mi encontrarme al pequeño peli celeste en la entrada
-Buenos días Kuroko-Dije un poco nervioso pero feliz de verlo-
-Buenos días Kagami-kun, llega tarde
-Bueno tú también, sinceramente me sorprendió que encontrarte en la entrada
-Es que recordé que ayer encargaron una tarea de matemáticas y olvide hacerla, así que estaba pensando que hacer
-¿Qué te parece si faltamos a clases?-Dije con una amplia sonrisa-
-Eso sería irresponsable Kagami-kun
-Vamos Kuroko no sea gallina además así podría decir que hoy te encontrabas enfermo y mañana entregarías la tarea.
-No creo que sea correcto-Dijo con su habitual expresión-
-Ni siquiera saldremos de la escuela nos esconderíamos en la azotea del edificio principal ahí prácticamente nadie va así que no nos encontrarían
-…
-Bueno si no quieres no insistiré mas –Comencé a caminar cuando sentí como alaban de mi uniforme-
-Está bien…
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Ya había pasado la hora del almuerzo y se habían sorprendido de como aún no se aburrían de hablar entre ellos, mientras se contaban cosas triviales y anécdotas del pasado.
-¿En serio hizo eso Kagami-kun?-Dijo entre pequeñas risas el peli celeste-
-Sí, es que pensé que la mejor forma de jugar a los bomberos era incendiando la casa-Dijo el pelirrojo avergonzado-
-Tuvo una infancia increíble Kagami-kun
-Supongo-sonrió sutilmente- y dime ¿cómo fue la tuya?
-Solitaria...-El peli celeste hizo una pausa- mi padre nunca estuvo conmigo y mi madre siempre estaba triste
-Yo lo lamento...-Dijo triste el mayor-
-¿Por qué lo lamenta?
-Por hacerte recordar cosas tristes
-El menor niega- No te preocupes además yo quería contarte, no sé porque pero a ti te puedo decir lo que sea-la mirada celeste se posó en la rojiza- me encanta estar acompañado de Kagami-kun
-A mi también me encanta estar al lado de ti Kuroko- Ambos comenzaron a acortar la distancia mientras sus corazones comenzaban a latir más rápido, ninguno de los dos sabía lo que sentía pero era un hecho que no pararían hasta descubrirlo, de manera lenta unieron sus labios iniciando un suave y tierno beso que conforme a los segundos se fue volviendo más apasionado, el peli celeste poso sus manos en el cuello del mayor, mientras era tomado de manera un poco brusca de la cintura, en ese momento no les importaba nada, simplemente querían perderse en los labios contrarios-
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El azabache subió las escaleras del edificio principal lo más rápido que pudo, quería un lugar en donde ocultar sus lágrimas y todo su pesar, sin embargo al cruzar la puerta que daba a la azotea la cual se encontraba abierta logro observar como el amor su vida se estaba besando con su mejor amigo, su cuerpo se paralizo por completo mientras sentía un intenso dolor punzante en el pecho y de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas de dolor y tristeza mientras percibía como su corazón se le partía en dos, su presencia no fue notada en ningún momento y conteniendo su llanto y todos sus sentimientos desgarradores decido irse, dejando en ese lugar tal vez la última parte de su alma que faltaba por romperse.
Bajo las escaleras sin ánimos y con los ojos todavía húmedos, ese día lo había perdido todo, su amor, su mejor amigo y la oportunidad de estudiar en una gran escuela, ¿qué le diría a su madre?, ¿Qué debía hacer ahora?, se había quedado sin armas para luchar, se encontraba tan inmerso en sus pensamientos que no noto como unos chicos le había tapado el paso.
- ¡¡¡Lo encontramos!!!...-Grito uno de los chicos haciendo que el azabache los mirara y se estremeciera sutilmente-
-¿Qué es lo que quieren?
-Es hora del juego plebeyo...
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-El teléfono sonó por quinta vez provocando que su dueño fastidio-
-Shintarou, espero que sea importante porque no estoy de buen humor
-Akashi... ¿Qué hiciste?...acusarlo de robo no era parte del plan-Decía el peli-verde con un tono algo preocupado-
-...
-Akashi creo que esto nos puede meter en problemas, además en estos momentos los estudiantes se han vuelto completamente locos, están hablando de darle un castigo por robar.
-...
-Demonios Akashi di algo
-Shintarou...
-¿Qué?-Dijo exaltado-
-Te juro que yo no hice nada
Continuara...