Los hombres me desagradan…
No me mal entiendan, no es que odie a todos los hombres solo a los irresponsables, hostigosos, promiscuos, los hombres que son capaces de cometer los actos más crueles, aberrantes, cobardes…
No odio a todos los hombres, solo odio a los hombres como Aomine Daiki…
-¿Sabes?... no te creo nada –Dijo serio el castaño de ojos chocolate mientras miraba algo molesto al moreno frente a el-
-¿Que estás diciendo? –Cuestiono ofendido el de cabello azulino-
-Que no te creo nada, así que será mejor que te disculpes con Himuro-san en este momento –le ordeno autoritario mientras lo miraba aún más serio-
-Jajajaja -El moreno emite una carcajada burlona- ¿Qué yo me disculpe con este plebeyo?... Por favor Sakurai debes estar bromeando.
-Himuro-san no es ningún plebeyo –Defendió el castaño al escuchar las palabras ofensivas del mayor-
-Mira lindura –Suspira el moreno irritado mientras mira al castaño y luego al azabache el cual seguía aun con la respiración agitada encima del lavamanos- no pienso quedarme aquí a escuchar tonterías, así que te lo diré una vez más, no obtendrás nada bueno juntándote con personas como el –Señalo con desde al ojo-gris-
-Tampoco obtendré nada bueno estando cerca de una basura como usted pero no por eso lo pienso dejar en paz-Lo mira altivo y de una forma un tanto burlona-
-Tks… has lo que quieras entonces, me largo de aquí –Chasqueo la lengua más que irritado mientras mascullaba molesto y salía del lugar dejando al castaño y al pelinegro solos-
-Es un idiota…-Dijo iracundo el castaño mientras miraba como el de cabello azulino se retiraba, fue entonces que escucho un golpe a sus espaldas, se trataba del azabache del lunar el cual se encontraba en el suelo- ¿Himuro-san se encuentra bien?-Pregunto preocupado mientras rápidamente se acercaba al chico del lunar-
-Sí, si… estoy bien… -Dijo mientras intentaba levantarse del suelo pero volvía a caer-
-Claro que no está bien Himuro-san debo llevarlo a una enfermería-El castaño tenia completa razón el azabache no estaba nada bien, desde hace algunos días que se sentía débil, cansado y no lograba coordinar bien las acciones que hacía, de hecho por eso mismo el moreno lo había tomado desprevenido y no logro defenderse se maldecía mentalmente por haber permitido que ese desgraciado lo besara, instintivamente al recordarlo se talla los labios con el dorso de su mano-
-De verdad estoy bien… no debes de preocuparte -Dijo jadeante mientras el Castaño lo ayudaba a levantarse-
-Himuro-san no me diga que no me preocupe, porque solamente me preocupare más, así que no aceptare excusas, en este mismo instante lo llevare a la enfermería-Lo toma fuertemente del brazo sacándolo del cuarto de servicios higiénicos y comienzan a caminar hacia la enfermería, durante todo el camino el azabache le suplicaba al castaño que se detuviera, que no lo llevara pero el de ojos chocolate hacia caso omiso a sus suplicas el azabache realmente estaba nervioso sabía perfectamente que su estado de salud no era el mejor pero se negaba a ser atendido simplemente por necedad suya. Después de algunos momentos llegaron a la enfermería por suerte no había nadie más que la responsable del área la cual se trataba de una adorable joven de cabello obscuro y rizado, con enormes ojos cafés, por su semblante parecía que era una persona muy agradable y amable.
-Buenas tardes… se encuentra el doctor Touka?... –Pregunta amablemente el castaño, mientras aun sujetaba la muñeca del azabache para evitar que se escapara-
-El doctor Touka está de vacaciones, desde hace una semana que me encuentro supliéndolo-hace una pequeña reverencia mientras les sonríe- mi nombre es Koemi será un placer cuidar de ustedes-
-Gracias… -Tanto el castaño como el azabache hacen una pequeña reverencia-
-¿Y díganme en que les puedo ayudar? –Les pregunto sonriente-
-Mi compañero se siente mal –Dijo el castaño empujando suavemente a Himuro hacía el frente, automáticamente el azabache se sonrojo-
-De acuerdo –Sonríe para tranquilizarlo y comienza a buscar sus herramientas de chequeo- ¿qué síntomas tienes?...
-Yo..ha…-El azabache se sentía muy avergonzado-
-Esperare afuera –Dijo el castaño al notar la incomodidad de Himuro y sin más abrió la puerta para retirarse-
-Vamos no seas tímido te prometo que no muerdo –Bromea la enfermera mientras se acerca indicándole al menor que tome asiento y le colocaba una banda para medir la presión, bombeo la cintilla por algunos segundos mientras miraba el medidor, hizo una pequeña mueca de desconcierto, quito la banda y prosiguió a hacer algunos otros chequeos de rutina- ¿Te has estado alimentado de manera adecuada?
-… Si… –Dudo un poco pero después contesto algo dudoso-
-Mmm… -No muy convencida la enfermera se volvió a acercar con una pequeña lámpara para inspeccionar detenidamente los ojos del azabache-¿Cuál es tu nombre?... –Pregunto buscando entre sus archivos-
-Himuro Tatsuya…
-Bueno Himuro-chan no tengo muy buenas noticias…
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-Ese Aomine es un idiota –Mascullo molesto el castaño mientras esperaba que Himuro saliera de la enfermería estaba completamente furioso por culpa de esa horrible persona el pequeño azabache se había sentido mal, a su cabeza no dejaban de llegar los recuerdos de como el moreno había humillado al chico del lunar y al instante la sangre le hervía, ¿cómo podía existir gente tan mezquina?, era un hecho, debía esforzarse y poner más presión encima de Aomine, buscar una forma de vengarse de él, debía darle una lección y bajarle los humos de una vez por todas, salió de sus pensamientos de hongo malvado cuando la puerta de la enfermería abrió y el azabache salió-
-Himuro-san… ¿Cómo está?, ¿Que le dijeron?... –Se acerca rápidamente mientras mira a Himuro muy preocupado-
-Estoy bien Sakurai… -Le sonríe- la doctora me dijo que solo es un poco de estrés y que simplemente debo descansar.
-¿Esta seguro Himuro-kun?-Cuestiono dudoso-
-De verdad Sakurai, no tienes de que preocuparte -Dice y comienzan a caminar rumbo hacia sus salones-
-Está bien -le sonríe- entonces lo acompañare a su salón.
-No debes molestarte
-No es ninguna molestia –El castaño le sonrío para después acompañar al azabache hasta su salón para seguidamente dirigirse a su aula, estaba llegando tarde pero no le importaba, lo único que tenía en su mente era como ese maldito de Aomine le hacía hervir la sangre, su juicio estaba segado por completo; quería destruirle ese maldito ego al moreno y bajar su pensamientos ególatras para demostrarle de una vez por todas que no era tan importante como él se consideraba, su salón de clases lo tenía justo en frente pero lo paso derecho, no tenía tiempo para tomar aburridas clases de historia internacional, tenía que planear una estrategia, mañana a estas horas el moreno le estaría pidiendo disculpas de rodillas.
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-Buenas noches joven Himuro -Decía el mayordomo mientras realizaba una pequeña reverencia recibiendo al menor dentro de la mansión- pensé que hoy dormiría en su departamento.
-De hecho estaba rumbo al departamento cuando Murasakibara-san me mandó un mensaje, quiere hacer una video llamada-Explica mientras deja sus cosas en la sala-
-Entiendo, en ese caso pediré de inmediato que le preparen la cena y una habitación.
-De hecho no tengo mucha hambre y en cuanto a la habitación….
-No se preocupe será una habitación diferente a esa horrenda habitación oculta-Le sonríe- y debe comer algo… por favor aunque sea un poco.
-Está bien… comeré algo ligero y muchas gracias por lo de la habitación.-Agradece para posteriormente ser guiado a una habitación, tomar una ducha vestirse con una camisa del peli-morado y unos pequeños shorts para posteriormente después pasar al comedor para cenar, realmente se esforzaba por comer pero no tenía nada de apetito, solo pensaba en el incidente con el moreno y en esa cita con la enfermera, suspiro pesadamente mientras se preguntaba si acaso era buena idea decirle lo que había ocurrido al peli-morado-
-Ese suspiro fue tan profundo que todos en la mansión lo escuchamos –Comenta burlón Arata mientras limpiaba algunas piezas de plata del comedor- ¿Le sucede algo señorito Himuro?....
-Niega- Nada grave solo pensaba en algunas tareas…-Decía mientras picoteaba la fruta en su plato- ¿Murasakibara-san suele viajar seguido a Estados Unidos?-Pregunto para cambiar de tema-
-Si…-Respondió escueto el mayor-
-¿Por trabajo?-Volvió a preguntar el azabache mientras llevaba un poco de fruta a su boca-
-…-El mayor se quedó silencio por un momento, como si estuviera meditando la respuesta- Si… por trabajo-Al fin dijo pero no sonaba muy convencido, Himuro estaba a punto de hacerle otra pregunta cuando sonó su teléfono mostrándole un mensaje del gigante el cual le decía que le llamaría en unos minutos-
-Es Murasakibara-san…-Dice casi atragantándose con la fruta iré a la habitación, gracias por la cena-Dijo y se levantó para salir corriendo dejando casi toda la comida intacta a lo que el mayor solo negó y comenzó a recoger la mesa, después de unos cuantos minutos llego a la habitación encendió la laptop que Arata le había proporcionado, entro a la cuenta que el gigante le indicaba en el mensaje para después de unos cuantos minutos de espera comenzar una llamada con el de cabello morado-
-Buenas noches Muro-chin –Comienza a hablar el gigante-
-Buenas días Murasakibara-san –Se ríe levemente al ver el rostro cansado del gigante- ¿Cómo estuvo tu vuelo?
-Bien… pero lo que más odio es el cambio de horario, me molesta mucho…-Hace un pequeño puchero y bosteza tallándose un ojo mientras pequeñas lagrimitas de sueño aparecían en su rostro-
-Jejeje… entiendo eso me sucedió cuando yo me mude a Tokyo –Comenta sonriente-
-¿Y cómo le fue a Muro-chin en la escuela?
-…-Se queda callado por unos segundos recordando los eventos pasados cuestionándose nuevamente si debía comentárselo al gigante-
-¿Sucedió algo?-Pregunta serio el peli morado al ver el semblante de duda en el azabache-
-Niega- Nada importante…-Dice mientras se encoge de hombros- ¿Ya terminaste tus deberes?, ¿Cuándo regresas?
-No cambies el tema Muro-chin, dime que sucedió.
-Te estoy diciendo que no es nada grave.
-Pero es que…-El todo de voz del gigante comenzaba a subir-
-Enserio Murasakibara-san, ¿podrías intentar confiar en mí?-Le mira anhelante- Escucha… prometo que si se llega a presentar una situación realmente grave que yo no pueda solucionarla inmediatamente se lo hare saber, pero por favor intente confiar en mí y en mi capacidad para resolver los problemas.-Lo mira atentamente- ¿De acuerdo?
-El gigante bufa un poco molesto pero ciertamente el azabache tenía razón, había prometido darle su espacio y confiar en el así que eso debía hacer-Es un trato…-Dice entre susurros mientras se cruza de brazos dejando sorprendido pero feliz al azabache ya que realmente le estaba dando su confianza-
-Gracias…-Dice con una sonrisa-Prometo que le demostrare que puede confiar en mí…bueno creo que lo mejor será que descanse un poco-
-Pero quiero ver un poco más a Murochin~-Puchea mientras deja escapar un pequeño bostezo demostrando su cansancio-
-Jejejejeje –Se ríe divertido- ¿Lo ve?, usted se encuentra muy cansado así que lo mejor será que vaya a dormir un rato.
-De acuerdo….-Dice sin muchos ánimos- Murochin… ¿me mandas un besito?
-Este… Yo…-Dice sonrojado-
-Solo uno pequeño~
-Asiente y aunque un poco incómodo lleva dos de sus dedos a sus labios para besarlos y después los dirige a la lente de la cámara- Li…Listo… ¿así está bien?
-Si~-Dice alegre el peli purpura- Hasta mañana Murochin
-Adiós….
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Mientras tanto en uno de los distritos más ricos y elegantes de la ciudad enrollado en las sabanas de su cama un pequeño castaño maquinaba en su mente su nuevo plan de venganza, este plan debía ser más agresivo, menos sutil e ir directamente al grano, y justamente esa tarde ya había dado comienzo a su nueva estrategia y al parecer todo estaba marchando de maravilla, mira sonriente la pantalla de su celular al momento de notar cómo le llegaban una serie de mensajes de texto.
-Esto es perfecto…prepárate Aomine Daiki~ -Dice mientras comienza a contestar los mensajes-
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*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
En la cafetería nuevamente se encontraban tres lindas moscas esperando a que el tierno chico del lunar apareciera en la cafetería para invitarlo a almorzar con ellos, todo parecía de lo más normal a excepción que por una extraño motivo el pequeño honguito se encontraba enviando mensajes de texto de manera constante desde que el receso había comenzado, mientras se mostraba realmente entusiasmado con la conversación-
-Huyy!!!... se puede saber quién es el causante de dicha sonrisa- Dice en tono burlón el halcón al notar como el pequeño hongo sonreía alegremente-
-Niega y sonríe- Digamos que es un secreto… al menos por ahora pero mejor cambiemos de tema, ¿aún no llega Himuro-san?-Cuestiona buscándolo con la vista- Espero se encuentre bien…
-¿Por qué no habría de estarlo?... –Cuestiona el mayor de los tres mientras le quitaba la cascara a una mandarina-
-Bueno… por lo que sucedió ayer con Kise-san y además…-El castaño se calló por unos segundos considerando si acaso era buena idea mencionar lo que había ocurrido con Aomine para finalmente omitir el evento creía que no tenía el derecho de divulgar un evento tan incómodo para el chico del lunar- ayer Himuro-san no se sentía del todo bien… así que lo lleve a la enfermería.
-¿Cuál fue el diagnostico? –Pregunto en calma Kasamatsu pero por dentro estaba un poco preocupado por el menor-
-Él me dijo que solamente era estrés y que solamente necesitaba reposo…aunque no estoy seguro de que eso sea verdad –Menciona el castaño-
-Mmmm…-Ambos azabaches solo se quedan pensando en lo comentado cuando miran como el adorable plebeyo entra a la cafetería, de manera automática el halcón y el pequeño honguito le hacen señas para que tome asiento a su lado, a lo cual aún avergonzado y sonrojado por la cercanía que estaban desarrollando asiente y se apresura para tomar su bandeja con comida e inmediatamente ir con ellos, nuevamente gracias a la actitud tan despreocupada de las dos moscas menores el ambiente se había vuelto realmente grato y llevadero, por otro lado de manera prácticamente paradójica la zanahoria, la banana y el chocolate se encontraban a unas cuantas mesas de ellos, tal parecía que eran unos masoquistas, la única razón por la que seguían sentándose durante el almuerzo en ese preciso lugar era para cerciorarse que los contrarios no se sentaran junto al azabache pero como ya lo habían comprobado en varias ocasiones anteriores estos no les harían caso y seguirían entablando amistad con el plebeyo. El ceño del moreno, el peliverde y el rubio estaban más que fruncidos, cada que miraban como los contrarios los desobedecían sentían la sangre hervir a la par que su orgullo era ligeramente pisoteado-
-Aquí vamos de nuevo…-Bufa el moreno- no importa cuánto se lo diga a ese estúpido conejito jamás entiende.
-El peliverde asintió mientras en su interior se decía algo similar pero refiriéndose al halcón-
Mientras tanto el rubio se encontraba absorto en sus pensamientos como si estuviera reflexionando seriamente en lo que haría a continuación, aun no podia quitarse el recuerdo y el mal sabor de boca de la discusión que había tenido el día anterior con su senpai además de todo el embrollo que había provocado, tal vez era hora de buscar una mejor alternativa a la situación o al menos eso le decía la idea en su cabeza-De acuerdo… es hora de cambiar de táctica-Suspira un poco desesperado el rubio mientras se levanta de la mesa-
-¿A qué te refieres Kise?-Cuestiona el moreno mirándolo-
-¿Iras nuevamente a molestarlo?-Ahora pregunta el peliverde-
-Algo así… pero solo diré que si no puedes contra ellos mejor únete~-Dice risueño mientras se dirige hacia la mesa de las moscas y el plebeyo, se coloca enfrente de Himuro mirándolo fijamente, activando las alarmas de todos los presentes y sobre todo las de Kasamatsu- ¡¡Lo siento!!!... –Dice con una voz cristalina mientras comienza sollozar e inmediatamente abraza al chico del lunar dejando a todos estupefactos-lamento mucho lo que hice ayer… realmente no sé por qué lo hice.
-¿Qué tramas Barbie plástica? –Dice el halcón separando a Himuro de los brazos del rubio-
-Yo…no tramo nada… ¡¡¡whaaa!!!...-Solloza con más intensidad el rubio asustando al halcón, al honguito y al plebeyo- de verdad lo lamento… prometo jamás hacer algo como eso otra vez pero por favor Himuro… discúlpame~-Los tres menores se miran entre si y después dirigen su semblante confundido hacia Kasamatsu el cual solo había observado todo con los brazos cruzados y el ceño fruncido-
-Kise no estamos de humor para estas bromas-Dice calmadamente-
-No estoy bromeando de verdad me arrepiento, si no fuera así jamás pediría disculpa en frente de toda la escuela –Tal comentario hizo que el mayor se replanteara la situación, el rubio era muy orgulloso como para disculparse en frente de toda la escuela solo por una mentira, tal vez realmente había cambiado, suspiro y miro a los tres menores los cuales aún seguían confundidos- Himuro… es decisión tuya perdonarlo o no.-Himuro mira el rostro del rubio, realmente parecía afligido, de verdad parecía arrepentido de sus acciones-
-Asiente no muy convencido- Es…está bien… Kise… te perdono…-Dice mientras el rubio se abalanza sobre el para abrazarlo haciéndolo sentir más incómodo mientras el halcón bufaba y el castaño miraba la situación desconfiado, por otro lado el mayor de todos se sentía intranquilo por el reciente cambio de actitud pero también recordaba los días en los que apenas había conocido al rubio y como este tenía un aura realmente amable, tal vez realmente había recapacitado-
-¡¡Bien!!!...esto merece que vayamos a celebrar-Dice con entusiasmo el rubio-
-¿Qué?... pero debemos regresar a clases-Dice Himuro-
-Podríamos meternos en problemas –Dice preocupado el castaño…
-Barbie plástica no porque Himuro te haya perdonado significa que puedas pasar el rato con nosotros-Dice molesto el halcón-
-¿Ah no?...-Dice el rubio con un rostro inocente-
-¡¡¡No!!!...-Dice más que exasperado el de mirada afilada iniciando una pelea entre él y el rubio, mientras los demás intentan calmarlos-
-No puedo ver esto…-Gruñe entre dientes el de cabello verdoso para inmediatamente salir de la cafetería dejando al moreno completamente solo en la mesa-
-¡¡¡Claro!!!...de todas formas quería comer solo –Dice sarcásticamente el moreno mientras comienza a comer su hamburguesa de manera brusca, cuando un par de chicas se acercan a su mesa
-¿Aomine-san~ podemos sentarnos con usted?...-Cuestiona una chica pelirroja mientras sonríe coqueta,b inmediatamente el moreno miro a la chica sonriendo ladino tenía unos enormes pechos que apenas entraban en la blusa de su uniforme, por igual su compañera rubia tenia los pechos grandes además que ambas tenían un buen culo o al menos eso pensaba el moreno-
-¡¡Claro!!... siéntense hermosas~-Dice con una sonrisa ladina mientras las devoraba con la mirada y se imaginaba una película porno con ellas en su mente-
-¿Esta seguro?...-Cuestiona nuevamente la pelirroja- porque hemos escuchado rumores acerca de…su celoso novio-Dicen burlonas mientras miran de reojo al castaño que aún seguía intentando calmar a su amigo halcón y al rubio pero al ver como esas chicas se acercaban a su “novio” inmediatamente su mirada se plantó en el moreno, escuchando como la pelirroja lo mencionaba-
-¿Qué?...jajajajajaja-Suelta una carcajada el moreno- no se preocupen… él no es novio –Dice con sorda mirando altanero al castaño mientras jala a la chica pelirroja y la sienta en sus piernas, el castaño empuño las manos con gran fuerza mientras sus ojos demostraban enojo-
-¿Sakurai estas bien?...-Pregunta el de mirada afilada al ver el semblante del castaño, estaba a punto de tomarlo del hombro cuando el castaño inmediatamente se dirigió hacia la mesa de moreno y sin ningún reparo empujo a la chica tirándola al suelo-
-¡¡¡Aléjate de el!!!...-Dice completamente furioso-
-¿Por qué demonios lo haría?-Dice la chica levantándose del suelo- además no tienes ningún derecho de exigirlo Aomine-san ya dijo que no eres su novio-Dice altiva la pelirroja enfrentado al pequeño castaño, por su parte el moreno solo miraba todo desde su silla con una gran sonrisa burlona-
-Tienes razón-Dice Sakurai mirando al Aomine- No soy su novio… de hecho soy su prometido –Dice dejando a todo sorprendidos mientras observan como el castaño se subía a la mesa- Y ya que estamos haciendo confesiones solo quiero decir que estoy embarazado de Aomine Daiki y juro que matare a cualquier zorra que intente acercarse al padre de mi hijo.-Los ruidos de asombro se escuchaban por toda la cafetería mientras tanto Kasamatsu y Takao se atragantaban por la impresión de la noticia-
-¿PERO QUE DEMONIOS ESTAS DICIENDO? –Grita furiosa el moreno mientras toma fuertemente del brazo al castaño y lo hace bajar de la mesa-¡¡¡ LO QUE ESTAS DICIENDO ES UNA MENTIRA!!!...
-Claro que no… y aquí está la prueba-Dice mientras de su bolsillo saca una carta de laboratorio que decía prueba de paternidad con el nombre del moreno en ella-
-¡¡NO!!...¡¡NO!!!... esto es cierto porque yo jamás te he….-El moreno se detuvo antes de terminar la oración por su parte el castaño sonrió ladino, estaba logrando justo lo que quería-
-¿De verdad Aomine piensas negar a tu hijo?... supongo que debo haberlo visto venir… es decir que puedo esperar de un hombre con unas bolas tan pequeñas como las tuyas~-Dice burlón a la par que las carcajadas de los chicos en la cafetería se vuelven completamente notorias- aunque pensándolo bien… tal vez tengas razón y este bebé no sea tuyo por que supongo que con esas bolas tan chiquitas apenas logras dar lechita~ ha no ya recordé… fue el viagra –Nuevamente todos comenzaron a burlarse del moreno mientras Kasamatsu comenzaba a acercarse para detener al castaño era la primera vez que lo miraba actuar de esa manera y sobre todo decir semejante cosas obscenas, estaba punto de llegar a él cuándo observo como un molesto moreno lo cargo en su hombro y lo saco de la cafetería llevándolo a uno de los jardines más alejados de la escuela-
-¿Acaso estás loco?...-Le dice furioso bajándolo de su hombro tirándolo al suelo- No mejor no me respondas ¿pero sabes qué? No funcionara tu estúpida mentira… sabes perfectamente que esa prueba no es verdadera y dentro de unos meses todos verán que eres un mentiroso- Dice burlón-Así que mejor ríndete porque el único que saldrá perdiendo eres tu… -Sin más el moreno se retira del lugar-
-Eso ya lo veremos chocolatito~ -Se ríe y toma su celular tenía unas cuantas llamadas que hacer-
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Mientras tanto tres confundidos azabache y un rubio salen de la cafetería intentando buscar al castaño pero lo habían perdido de vista-
-Es mejor si nos dividimos para buscarlos-Decía el halcón mientras tomaba los celulares del chico del lunar y el rubio para registrar su número y el de Kasamatsu- de esta forma estaremos en comunicación, así que es mejor apresurarnos…-Sin más todos partieron por diferentes lados para buscar al pequeño honguito, Himuro lo busco por los salones y los jardines internos pero no encontró nada, hacia todo lo posible por apresurarse y buscar en todos los lados posibles pero su cuerpo se estaba cansando y pequeños punzones de dolor atacaban su cabeza, probablemente era por lo que le había dicho la enfermera, negó un par de veces y nuevamente volvió a recuperar el paso sabía que el moreno era muy agresivo y no quería pensar en lo que podría hacerle a Sakurai. Estaba a punto de dirigirse a otro edificio cuando miro al rubio el cual también parecía estar buscando en los salones y rápidamente se acercó a el-
-Ya revise este edifico mejor vayamos al siguiente-Le dice de forma amable pero el rubio simplemente aparta la vista y como si no hubiera escuchado sigue revisando los salones del edificio- Oye… te digo que ya revise el edificio… -el rubio sigue ignorándolo- Vaya… supongo que esa disculpa solo fue una mentira –Dice algo molesto pero sin darle mucha importancia para después voltearse e intentar irse pero siente como es detenido del brazo-
-Escucha plebeyo… cuando llegué a mi casa me lavare la boca con cloro… aún sigo sintiendo asco por todas esas estupideces que dije en la cafetería pero sé que son necesarias… mira, resulta que desde hoy vamos a jugar un juego, las reglas son las siguientes… cuando estemos en público seremos grandes amigos y cuando estemos solos será mejor que no me voltees a ver o juro que te partiré la cara. –El azabache se suelta del agarre-
-¿Y qué te hace creer que yo aceptare tal juego? –Le mira molesto-
-Sonríe ladino- Porque es tu última alternativa… mi padre me informo que Murasakibarachin no se encuentra en la ciudad, lo que quiere decir que tú te encuentras completamente indefenso hasta que el regrese
-Yo puedo defenderme solo…-Dice escueto aparentando tranquilidad pero por dentro comenzaba a sentirse un poco inseguro-
-¡Ja!...-Suelta una risa ahogada- Si… claro… recuerdo perfectamente cómo te defendiste aquella tarde en la cafetería-Se acerca el rubio al oído del azabache y le susurra- Escúchame bien… tu jugaras conmigo a los amigos, sin decírselo a nadie o juro que te hare sufrir tanto que lo que sucedió en la cafetería te parecerá el cielo.-Dice y sin más se va del lugar dejando al azabache solo con las manos empuñadas y un nudo de coraje en la garganta-
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Ya habían pasado algunas horas y las clases habían terminado el moreno regresaba a casa completamente exhausto, uno de los sirvientes le abrió la puerta, le dio la bienvenida y el moreno apenas le respondió, se dirigió a la sala tiro su mochila al suelo y se tumbó en el sofá, seguía pensando en la estupidez que había hecho el castaño y como sus compañeros de clase solo murmullaban y se burlaban de él. Se maldecía internamente, hace tiempo que no podía descansar sus días siempre eran ajetreados gracias a ese maldito mocoso, era un molestia en el culo que no lo dejaba vivir su vida en paz, soltó un suspiro sonoro y se removió en el sofá, sabía perfectamente que el mismo había tenido la culpa de todo lo que le estaba pasando. Desde que había dicho aquella mentira sobre que el castaño se había acostado con el todo iba de mal en peor y aunque la forma más sencilla era retractándose no podía hacerlo era muy orgulloso además que no podía darse el lujo de admitir que un tierno conejito lo había vencido, Se giró en el sofá coloco su bazo encima de sus ojos para taparlos de la claridad con toda la disposición de dormir cuando escucho unas risas un tanto sonoras provenir del comedor, una la conocía perfectamente era la de su madre pero la otra no lograba distinguirla, se levantó del sofá y se dirigió al comedor una vez en el encontró a su madre tomando la merienda en compañía del pequeño castaño de ojos chocolate-
-¿Sakurai que haces aquí?... –Fue lo único que logro decir mientras se recuperaba de la impresión-
-Ao…Aomine… yo… puedo explicarlo…-Dijo con un todo dulce mientras sus mejillas se sonrojaba y su mirada se dirigía a la madre del moreno la cual era de un piel achocolatada y hermosos ojos azules y cabellos de igual color, de un carácter completamente amable, pero también severo-
-Daiki… él está aquí porque yo lo invite –Dice de manera calmada pero autoritaria levantándose de la silla- Sakurai ya me ha contado todo lo que existe entre ustedes.
-¿Te… te conto todo?-El peli-azul traga saliva mientras comienza a sudar frio y su mirada se dirige al castaño-
-Sí, me ha contado todo y solo quiero decir que estoy de acuerdo.
-Madre yo lo puedo explicar pero por favor no me mates…-Se apresuró a decir hasta que carburo las palabras de su madre y mostro un semblante confundido- espera… ¿estás de acuerdo?
-Claro que estoy de acuerdo-Dijo la mujer con un todo de alegría mientras se acercaba al moreno y lo abrazaba- no sabes lo feliz que hace saber que tienes un novio tan lindo como Sakurai-chan.
Continuara…
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POR OTRO LADO EN NEW YORK
-Señor Murasakibara tiene una llamada del agente Hiroki –Dice uno de sus ayudantes mientras el gigante se encontraba leyendo algunos papeles para posteriormente asentir y contestar el teléfono del escritorio-
-Buenas noches agente Hiroki…-Dice arrastrando un como las palabras-
-Buenos días joven Murasakibara, ¿Cómo se encuentra en su viaje?
-Es bastante molesto… pero creo que sobreviviré… ¿Tiene alguna novedad importante acerca de Murochin?
-Si de hecho ya tengo listos los reportes del día de ayer y hoy, ¿Gusta que los envié?
-¿Se encuentran vigilándolo como les dije?
-Sí, vigilamos todo lo que hace en la escuela y cuando regresa a casa.
-De acuerdo… pero recuerde sean discretos no quiero que se dé cuenta y no interfieran a menos que sea absolutamente necesario.
-¿Entendido joven, entonces le envió los reportes?
-…-El peli morado se quedó pensativo por unos minutos recordando las palabras que el azabache le había dicho ayer: “Enserio Murasakibara-san, ¿podrías intentar confiar en mí?”- Señor Hiroki no necesito los reportes…-Suspira- al menos no por ahora, simplemente cuídelo y avíseme si llega a tocar a Kasamatsu Yukio.