Los días pasaron fue muy difícil para el azabache evitar al peli morado pero milagrosamente lo había conseguido, sabia el horario de Taiga el cual era el mismo que el del grandulón y se aseguraba de no salir en los ratos libres que tenían, claro a menos que Taiga le hiciera compañía, el almuerzo lo tomaba siempre fuera de la cafetería para evitarse topar con el e intentaba ir lo menos posible a su casillero, creía que en unas cuantas semanas el peli morado se olvidaría de esa tonta idea de contratarlo y todo regresaría a la normalidad, pero esto no sería tan sencillo como él se lo imaginaba-
-Tatsuya Himuro la maestra Isuki quiere hablar contigo, dice que te espera en la biblioteca terminando las clases-Dicho anuncio lo había dejado desorientado por un momento pero no le tomo mucha importancia ya que era el alumno con mejor promedio de la escuela y era normal que los maestros siempre lo llamaran para preguntarle si se encontraba bien con los temas o si necesitaba alguna asesoría, era más que obvio que era el consentido de todos los maestros y como estaban al tanto de su situación económica siempre le ofrecían ayuda referente al sector académico para que así no perdiera su beca, se dirigía en calma hacia la biblioteca pero antes de llegar a la puerta fue jalado del brazo y llevado a la fuerza a un pequeño jardín que se encontraba atrás del edifico
-¿Qué ocurre?...-Dijo para sí mismo mientras su cuerpo azotaba contra una pared de forma un poco brusca y sentía como era acorralado por un cuerpo mucho más grande al suyo lo cual rápidamente le trajo un extraño sentimiento de que esto lo había vivido antes, abrió levemente los ojos rogando con que no se tratara de lo que el imaginaba, pero al parecer sus suplicas no fueron escuchadas puesto que se encontraba acorralado nuevamente por ese gigante peli morado que le aterrorizaba, al momento de percatarse que era el trato de huir pero le fue impedido, azotándolo nuevamente con la pared pero de una manera más sutil que al inicio-
-Murochin no fue a mi casa…lo estuve esperando toda la tarde-Dijo arrastrando la voz mientras hacia un puchero y acariciaba su mejilla-
-Este…yo…no pude ir -Dijo el azabache con voz temblorosa mientras apartaba la mirada con las mejillas ruborizadas-
-¿Murochin no pudo?... ¿o no quiso?- Al decir esto último con su mano libre apretó fuertemente la muñeca del menor causándole dolor y pánico asiendo que soltara un pequeño gemido de dolor-
-No… espera me lastimas… -Dijo con la voz entre cortada mientras sentía como el agarre del mayor se hacía más fuerte- de verdad que no pude ir me sentía mal…
-¿Mal?...-Al escuchar esto rápidamente soltó su muñeca y llevo su frente a la del menor intentando medir su temperatura-¿Murochin está enfermo?... no siento fiebre pero puede ser otra cosa… debemos ir al doctor para que te revisen –Tomo suavemente de la mano al menor y comenzó a caminar- Te llevare con el doctor de mi familia él nos dirá que te sucede.
-No, no es necesario…-Dijo intentando ocultar su pánico por ser descubierto en su mentira, si bien es cierto que al peli morado no le convenía divulgar su secreto y él se lo podía quitar de encima cuando quisiera, no quería provocar una discusión, creía que con algo de paciencia el más grande podría entender que él no estaba interesado en prestar sus servicios así que por esta vez desistió y decidió seguir el juego del mayor-
-Claro que es necesario no quiero que Murochin se enferme.
-Pero debo hablar con la maestra Isuki, me está esperando en la biblioteca-Decía mientras forcejeaba levemente para liberarse de su agarre-
-No te espera, yo lo invente para poder verte, porque Murochin me estaba evitando –Dijo tranquilamente llegando a la salida en donde se encontraba un enorme y costoso carro gris el cual los esperaba, abrió la puerta y casi a la fuerza metió al azabache al interior para después entrar el, durante todo el transcurso a la mansión Murasakibara el ambiente se quedó en silencio el pelinegro evitaba toparse con la mirada del mayor mientras sentía como sus mejillas se sonrojaban cada vez más, lo que no fue ignorado por el peli morado el cual no desaprovecho la oportunidad de observarlo por completo, contemplando cada detalle de su persona, admirando su nívea y fina piel, su hermoso color de ojos (ojo), esa pequeña marca de nacimiento que decoraba su rostro y sobre todo esos pequeños y finos labios que le provocaban acercarse más, no logro resistirse y estiro su mano para poder tomar algunos mechones de cabello y acarícialos levemente provocando el sobre salto del menor, dicha acción le pareció muy interesante quería descubrir que más expresiones podía hacer se acercó levemente a él y acorralo su cuerpo contra la esquina del asiento y deposito un casto beso en los mechones de cabello que anterior mente había tocado, posteriormente descendió sus labios por su mejilla, aprisiono su barbilla con su mano e hiso que el azabache le mirara, su mirar reflejaba un poco de miedo, pero a la vez inocencia y castidad algo que el definitivamente quería probar, no pudo soportar más y decido comenzar a acortar la distancia entre sus labios, pero justo cuando estaba a punto de cumplir con su objetivo la puerta del auto fue abierta por el chofer indicando que ya habían llegado, el mayor hiso un pequeño chasquido con la boca indicando su molestia al ser interrumpido, mientras el azabache se sentía enormemente aliviado por aquella interrupción, cuando el menor bajo del auto pudo notar que su acompañante era una persona completamente distinta a él, alguien que nunca paso por situaciones de hambruna o desesperación, alguien que tenía mucho dinero de sobra y se notaba a simple vista por las grandes dimensiones de la mansión en la que vivía y que decir del interior todo era absolutamente costoso, se sentía completamente desubicado dentro de aquel lugar, por un momento sentía que se encontraba en una especie de cuento de hadas, un sueño del que no podía despertar, después de unos momentos apreciando el lugar el azabache fue encaminado a una pequeña habitación donde se encontraba una especie de sofá cama,una mesa de centro y unos cuantos sofás individuales más, dicho cuarto también tenía un escritorio y estantes con muchos libros, logro apreciar que en el escritorio se encontraba un hombre de edad un poco avanzada quien se levantaba de su lugar y se aproximaba a saludar al peli morado-
-Buenas tarde Murasakibara-sama, en cuanto me avisaron que solicitaba mis servicios he venido lo más pronto posible, ¿Dígame que se le ofrece?
-Se siente mal… quiero que lo revise -El peli morado se limitó en decir y dirigió una mirada al azabache que se encontraba a su lado-El hombre mayor se dedicó a asentir y le indico al menor que se sentara en el sofá para que le realizara un chequeo, después de unas preguntas y algunas acciones de rutina el mayor dio por terminado la revisión-
-Entonces… ¿Sientes mareos y leves dolores de cabeza?-Pregunto un poco extrañado el doctor mientras un preocupado azabache intentaba mentir lo mejor posible para no ser descubierto-
-¿Tiene algo?-Pronuncio el gigante con su característico todo de voz-
-Nada en especial solo le falta alimentase un poco mejor y descansar, le recetare algunas vitaminas y con esto estará bien –El azabache se sorprendió al escuchar al médico ya que estaba más que seguro que el mayor se había dado cuenta de que su malestar era una completa mentira, aunque tal vez lo había hecho para que él no se metiera en problemas con el peli lila- aquí tiene –El médico le extendió un frasco de vitaminas para que el azabache las tomara-
-Pero no tengo dinero para pagarlas…-Dijo con algo de vergüenza el menor-
-No es necesario, el joven Murasakibara-sama se hará cargo tómelas –Le dedico una leve sonrisa haciendo confiar un poco más pelinegro para que este tomara el frasco-
-El mayordomo se encargara de pagar sus honorarios… gracias por sus servicios- Hablo el gigante arrastrando su voz mientras miraba como el medico se retiraba de la habitación, después de unos minutos se dirigió al escritorio tomo el teléfono y marco a una extensión después de dar algunas ordenes se volvió a dirigir al azabache-Ven…-Extendió su mano para que el menor la tomara, pero al ver que este no hacia ningún intento de tomarla se acercó con un podo de brusquedad y lo tomo de la muñeca obligándolo a seguirlo nuevamente hasta a una habitación de la planta superior, mientras caminaban notaba como el pelinegro hacia ligeros movimientos para soltarse pero entre más el azabache se oponía más fuerte se hacía su agarre, llegaron a la habitación del mayor y si antes Himuro había sentido que al entrar a aquella casa se encontraba en un cuento de hadas, ahora al entrar a esa habitación sentía que se encontraba en su peor pesadilla, el cuarto era algo pequeño a comparación del que antes habían estado, no tenía muchas cosas unos cuantos sofás, una mesa de centro, un pequeño tocador en donde habían perfumes, al lado de la puerta se encontraba el baño y enfrente del juego de sala había una cama muy amplia la cual estaba al lado de un gran ventanal que daba vista al jardín pero ahora estaba cubierta por unas cortinas, al entrar el mayor cerró la puerta con seguro y rápidamente poso sus manos por detrás del azabache asiendo estremecer al menor mientras sentía la respiración del mayor sobre su cuello-
-He pedido que te traigan algo de comida… no sé si quieras comer antes de iniciar o…-Las manos del gigante se posicionaron en la cintura del azabache provocando que este se sobresaltara un poco y se girara para verle mientras se alejaba-
-No era necesario pedir la comida…yo… (No pienso quedarme)-Pensó esto último mientras buscaba una manera de escapar-Yo…no tengo hambre
-El doctor dijo que Murochin debe comer… así que si no es ahora será antes de que se vaya-Dijo en forma de regaño mirando fijamente al azabache-
-¿Qué pasa si no quiero?...-Respondió el azabache un poco molesto por haber sido regañado, tal vez no estaba en la mejor situación para ponerse a la defensiva pero ya no tenía fuerzas para portarse tranquilamente, a estas alturas ya no le importaba si hacia un escándalo para que el mayor lo dejara ir-
-Murochin debe portarse bien… Murochin no quiere hacerme enojar…-Dijo esto en un tono más obscuro mientras pasaba de largo al azabache para dirigirse a su closet y buscar una playera-
-Cobro 80 dólares por beso en la mejilla y 50 por caricia-Dijo algo molesto el azabache, pensaba que tal vez al escuchar los altos precios de sus servicios este desistiría en adquirirlos-
-Soy muy malo para llevar las cuentas, así que solo dime cuanto te debo cuando terminemos-Se giró y extendió su mano con una playera en ella- ten… póntela
-Tsk…-Chasqueo ligeramente su lengua mostrando así el pequeño enojo que sentía al ver que su plan no había funcionado- ¿Puedo usar tu baño?-el siguiente plan era encerarse en el baño y después ya vería que hacer-
-No, quiero que Mirochin se cambie aquí –Dijo penetrando su mirada en el azabache-
-Eso no lo hare-Recrimino esa petición el pelinegro mientras se ruborizaba-
-Te pagare más si lo haces-
-…-Respiro profundamente e intento poner sus ideas en orden tal vez no era tan malo acceder a lo que el peli morado quería es decir ya había vendido besos y caricias antes, tal vez si lo hacia el gigante lo dejaría de molestar, sabiendo que esa prácticamente su única opción se giró dándole la espalda el mayor y comenzó a quitarse la camisa de su uniforme bajo la atenta mirada del peli morado, debido a que no comía adecuadamente por la falta de dinero sus costillas se marcaban ligeramente en su piel dándole un aspecto muy frágil a su cuerpo-
-Murochin parece un fideo…-Dijo con su característica voz, mientras el azabache se sonrojaba y nuevamente se colocaba su camisa aquellas palabras lo habían avergonzado mucho además de que también lo habían hecho enojar un poco así que se reusaba a ponerse la playera que el gigante le había dado, el mayor lo miro y rápidamente entendió que no se pondría su playera así que sin más tomo un gran suspiro- Colócate en la cama…-Dijo tranquilo pero al notar que el azabache no se movía se dispuso a ir por el pero antes de moverse el azabache se encontraba arriba de la cama, el pequeño estaba actuando de una forma un tanto caprichosa tal vez para hacerlo enojar o al menos eso creía y aunque se estuviera portando un poco “mal” eso le encantaba, por su parte el azabache estaba tan metido entre sus pensamientos entremezclados, entre pánico, enojo e impotencia que no se había percatado de cómo había acatado la orden de ponerse en la cama así que para cuando quiso reaccionar, el mayor ya se encontraba encima de él besando su cuello y colando sus manos debajo de su camisa-
-Es…espere Murasakibara-san… dijimos que solo serían besos en la mejilla y caricias sobre la ropa- Pronunciaba con voz desesperada mientras intentaba con todas sus fuerzas de liberarse de aquel gigante-
-Dije que como Murochin había sido un niño bueno me portaría bien…pero Murochin no vino cuando le dije y no se quiso poner mi playera, así que Murochin no fue un niño bueno… y no tengo por qué portarme bien –Dijo el mayor con su tono característico mientras seguía llenando de besos y lamidas el cuello del azabache y sus manos tocaban con desesperación su espalda asiendo que el menor se estremeciera, las manos del azabache golpeaban fuertemente el pecho del mayor intentando alejarlo pero sus golpes no hacían el menor movimiento en el mayor, pero sí que interfería en su objetivo de comerlo a besos así que con su mano izquierda tomo ambas manos del azabache y las sostuvo fuertemente por arriba de su cabeza mientras que con su mano libre tomo su barbilla de manera un poco brusca y lo obligó a que lo viera- Murochin es mi nuevo dulce… y quiero probarlo…-Al terminar de decir esto acorto la distancia entre su labios y comenzó a besarlo de manera apasionada, el menor no tenía ninguna intención de corresponder pero al sentir que el agarre en sus manos se hizo más fuerte un leve gemido salió de su boca dejando de esta forma que la húmeda lengua del mayor entrara explorando toda aquella cavidad, probando toda la miel que el azabache guarda en sus labios, el peli morado parecía disfrutarlo enormemente mientras el pelinegro se sentía un tremendo nudo en la garganta se sentía realmente mal de encontrarse ante tal situación, lo besos y las caricias continuaron por varia horas, cada vez que el azabache se reusaba al contacto el peli morado aplicaba un poco de fuerza para someterlo, sin embargo más allá de besos forzados el gigante no intento nada más, cuando el mayor se sintió satisfecho dejo en libertad al pelinegro el cual se encontraba con sus labios rojos y algo hinchados debido a los múltiples besos a la fuerza que había recibido durante algunas horas, la parte superior de su uniforme se encontraba totalmente desreglado, después de unos momentos el gigante intento acariciar la mejilla del pequeño pero este se negó completamente, tomo un suspiro muy largo y se dirigió a la mesa de centro donde había un pequeño cofre saco una gran cantidad de dólares- ¿100,000 dólares serán suficientes? –Extendió los billetes hacia el azabache, el cual sin decir una palabra se dirigió rápidamente a la puerta dejando al peli morado con el billetes en la mano, el pelinegro se dispuso a abrir la puerta pero antes de hacerlo se vio detenido por la mano del gigante-
-Por favor déjeme ir…-Dijo esto con su voz entre cortada intentado contener sus lágrimas-
-¿Por qué Murochin esta así? no se supone que había hecho esto muchas veces antes
-Yo jamás he hecho algo como esto… -Grito completamente desesperado mientras sus lágrimas brotaban de sus ojos- yo jamás… había…-Tallo sus labios mientras intentaba recuperar su compostura-
-Murochin jamás había besado a alguien…-Dijo arrastrando las palabras mientras intentaba acariciar la mejilla del menor pero antes de siquiera acercarse el azabache salió corriendo de la habitación, un cosquilleo se sintió en su mano y sus labios sentían arder, el mayor tenía pensado dejarlo en paz después de haberlo probado… pero al enterarse que el había sido el primero en saborear su exquisito sabor era un hecho que no dejaría que nadie a parte de él lo tocara.
Continuara…