Los nervios lo carcomían, no podía seguir el consejo de Kangin y no preocuparse, ¡¿Cómo no estarlo?! Si un desconocido (para él) los descubrió, aunque al principio fue él mismo quien quería hablarles con la verdad a todos, en el fondo no estaba tan seguro y es que decirle a tu hermano menor, a un malvado y celoso hermano menor, que eres novio de uno de sus mejores amigos no es tan fácil. Aunque si se ponía a pensarlo detenidamente su mapache fue muy convincente con el niño y con “convincente” nos referimos a una excusa demasiado absurda.
Flash back
-¿Hyung?
Lo alejó rápidamente de su lado con ambos brazos, frente a ellos un pelirrojo sonrojado los observaba con curiosidad, en la estancia que llevaba en el colegio, nunca lo había visto, con tan sólo verlo a la cara se dio cuenta que era mucho menor que él, su uniforme blanco se lo confirmaba.
-¡Henry! ¿Qué haces?
-Yo… bus… buscaba a Zhoumi y… y, bueno, él no está aquí obviamente… ¿Tú que haces con el hermano de Kyunie hyung?
Palideció ¿cómo es que lo conocía?
-Es mío Henry
-¿Tuyo?
-Sí, así como tú perteneces a Kibum, Teukie me pertenece a mí
-¡Kangin!
-¡Ahh! Entiendo –dijo con una sonrisa. -Ósea que se aman y son pareja
-¡Exacto!
-¿Y porque se esconde? No creo que los profesores se enojen si los ven juntos, ni a mí ni a Kibumnie nos dicen algo
La inocencia con la que hablaba lo enterneció.
-Los profesores no son el problema
-¿Entonces?
-Nosotros nos conocemos desde que éramos niños -“Mentira” pensó Leeteuk. –Y fue en aquellos tiempos que nos enamoramos –“Doble mentira” –Sin embargo ahora, que hemos vuelto a reencontrarnos y nuestro amor a florecido como la primera vez –hablaba tan poéticamente que bien pudo convertirse en pupilo de Neruda. –Nuestros amigos han conspirado en nuestra contra
-¿Qué han hecho?
Kangin tenía una brillante idea.
-No pueden vernos juntos hasta que Yesung acepte a Kyuhyun como su pareja
-¡Oh! –sus manos pararon en sus cachetes en una expresión de completa dulzura. -¿Por eso mismo se esconden? Porque se aman pero desean que Kyu y Yesungnie sean novios
-¡Correcto!
-No se preocupen, yo mantendré su secreto y no sólo eso –infló su pecho con orgullo. -¡Formaré al Kyusung!
Fin del flash back
¿Kyusung? Vaya que su imaginación era inmensa. Ya se le había bajado el susto por ser descubiertos, Henry parecía un buen niño, idéntico a Hae, por lo que cambió de pensamiento y recordó algo sumamente importante… su trabajo.
-¡Rayos! Se supone que la cita es al mediodía
Corrió a toda velocidad directo a su auto, trabaja como psicólogo desde hace más de tres años, porque si señores, él ya era todo un hombre trabajador, a los 19 se graduó sin problemas de psicología y ahora fungía su profesión con orgullo. No había tenido muchos casos alarmantes, podía contar con los dedos de una mano las veces en que un paciente cargaba con problemas graves. El más fuerte fue el de Kyungsoo o Do, como él le puso, un niño de apenas diez años que fue violado por su vecino, por suerte, aquel malnacido se estaba pudriendo en la cárcel.
“Yo realmente aborrezco a esos puercos”
…
¿Por qué Heechul se comportaba así? ¿Qué tenía contra Yesung? Si él supiera lo que vivía en su casa no se comportaría tan déspota con su pequeño. Siempre quiso tener un hermano menor, alguien a quien cuidar y enseñarle todo lo que sabía, pero su madre ya no pudo tener más hijos, en algún momento la adopción fue una opción, sin embargo nunca iniciaron los trámites. Lo más cercano que tuvo a un hermano fueron Henry y Zhoumi, siendo el primero su consentido… o el de todos. Aunque todo se debía a sus problemas de salud, al nacer el corazón de Henry no creció con el tamaño adecuado, los doctores no le pronosticaron mucho tiempo de vida, dijeron que sería un milagro si llegaba a los cuatro y años después el milagro sucedió, Ry pudo alcanzar los seis años sin ningún contratiempo y a los siete se sometió a la primera de las ocho operaciones, ahora, diez años después, estaba vivito y coleando, claro que seguía en tratamiento pero ya no había mucho riesgo. Zhoumi por el contrario, fue más fácil de educar, siempre amable y generoso, desde chiquito se le vio su gusto por la moda, cada vez que salía con sus amigos, era él quien le escogía el atuendo indicado y siempre recibía halagos por ir bien vestido. Su personalidad se fue desarrollando conforme crecía, pero hubo un momento en el que sus ojos pendieron el brillo, por mucho que intentó descubrir la razón nunca lo averiguó, cada vez que le preguntaba sus ojos se ponían llorosos y le pedía que no siguiera, eso lo mataban por dentro, porque tenía miedo, miedo a que algo malo le hubiera pasado, a que le hayan hecho lo mismo que a Yesung, si saber que él era víctima de violación lo destrozaba, pensar siquiera que sus niños pasarán por aquello lo mataba, pero el cambio llegó solo y todo gracias a Siwon, el chico elegante que llamó la atención de su gentleman. La vida de todos parecía ir bien, la de todos menos la de él, no sabía si lo que hacía era lo correcto, pero no podía quedarse de brazos cruzados haciendo oídos sordos, por supuesto que no, había decidido contratar a unas personas que Shindong le recomendó para que siguieran a los padres de Yesung y que ellos tomarán evidencia de todo lo malo que hacía, en especial del desgraciado que ultrajó a su nene. Pensaba pedirle ayuda a Heenim para rescatarlo, sin embargo ahora, aquello ya no parecía buena opción, era demasiado impulsivo y podía meter a JongWoon en más problemas.
-Ahh, ¿que se supone que haga?
-¿Sobre qué hyung?
-¡Zhoumi! ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
-Voy llegando, ¿te ocurre algo Hannie? Porque si necesitas ayuda sabes que cuentas conmigo
Sonrió ante sus palabras, lo había educado bien.
-Estoy bien, ¿tú necesitas algo? -lo vio evadir su mirada y se alarmó. -¿Qué pasa?... ¿Te hicieron daño? ¿Henry está bien?
-Sí, no te preocupes hyung, Ry está bien
-¿Y tú? -una vez más, no lo miró, palideció en cuanto descubrió el motivo. -Oh no, ni se te ocu…
-¡Acompáñame al centro comercial!
-Zhoumi…
-¡POR FAVOR HYUNG!
Con ojos de cordero a medio morir le suplicaba, el muy desgraciado sabía que no podía resistirse a esa mirada del gato con botas.
-Está bien
-¡Siii!
-Pero no tardaremos mucho, lo máximo será dos horas
Asintió alegre, dos horas, si claro, ni él se creía aquello.
…
¿Dónde estaba? Llevaba aproximadamente medio receso buscando a su tortuga, como le conmovió oír a su Yeye decirle que amaba a tales animalitos. Por lo cual había ido días antes a una tienda de mascotas a comprarle una parejita.
-Yesung se alegrará, puedo apostarlo
Siguió buscando, ya no quedaban muchos sitios donde ocultarse de él, ya había notado lo tímido que era y lo nervioso que se ponía con su persona y eso le encantaba al castaño. Entró al baño con sigilo y ahí lo vio, frente a los lavaderos tallándose el rostro, al estar de espaldas no notó su presencia pero al alzar la vista y ver a través del espejo fue que reparó en él y el color se fue de su cara.
Pov Kyuhyun.
Hace tiempo que no sentía tanta cólera recorrer mi cuerpo, la escena donde golpeaban a Wookie por ser tan pequeño llegó a mi mente, recordé como me sentí al verlo en el suelo, siendo golpeado por otros estúpidos niños que se creían la gran cosa, pero verlo a él, a él precisamente, con su uniforme desgastado lleno de polvo y lo peor, de sangre. La rabia me inundó y más cuando lo vi ponerse pálido, probablemente pensaba en ocultarme lo sucedido, algo que me cabreó.
-¿Quién fue? –no contestó, simplemente apretó sus tiernos labios que ahora estaban hinchados y algo morados. –Yesung no volveré a hacerte esta pregunta de nuevo, así que contéstame antes de que me encabroné más de lo que estoy. –se sobresaltó justo cuando mencioné esa mala palabra, pero mis pensamiento estaban en otro mundo, me acerqué con paso firme y lo sujeté por los hombros, disgustado. -¡Maldita sea! ¡Dime quien fue el miserable que se atrevió a tocarte!
-…
-¡CONTESTA!
Sé que no era la mejor opción gritarle, es sólo que… la idea de alguien más haciéndole daño me enfurecía como no tienen idea, imaginar siquiera que algún ser pudiera herir a alguien tan puro e inocente como él, que lo perjudicaran simplemente por diversión me enloquecía. Lo sentir temblar y un dolor atravesó mi pecho, no quería ser yo el causante de sus lágrimas, deseaba que me tuviera confianza y me contará todo sobre él, no que se asustará por mis reacciones. Lo apreté entre mis brazos y comencé a acariciar su espalda, no lo obligaría a decime quien fue el que lo golpeó, investigaría por mi cuenta. Sus sollozos fueron disminuyendo hasta cesar por completo. Lo separé unos centímetros de mí, solamente para alzar su cabeza y ver directamente a sus ojos brillosos. No resistí y lo besé, fue apenas un roce, pero fue lo suficiente para llenarme por completo.
-No tengas miedo Yeye, yo siempre estaré para ti
-No es cierto…
-Claro que sí amor, no estoy dispuesto a alejarme de tu lado, me cautivaste desde la primera vez que te vi y por eso mismo pienso en defenderte ante todo… te quiero
Lo último lo expresé con toda sinceridad, quería que mis intenciones le llegarán, que no dudará de mí.
-¿Sin importar nada?
-Nada hará que cambie de opinión, cree en mí
Sus manos se aferraron a las mías con tanta fuerza, lo vi dudar por unos instantes hasta que me besó, por supuesto no dude en responderle, pude apreciar el cariño en su forma de mover sus labios inexpertos, porque noté aquello, me gustaba creer que yo era la única persona que había probado esa boca.
-Eres mío Yesung, sólo mío