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Cicatrices por Yahaira998

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Notas del capitulo:

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Sé que soy una desconsiderada, también sé que prometí responder sus comentarios pero no he podido hacerlo. ¡Lo siento!

¡Pero! Para que no me odien tanto he actualizado The cursed child y ahora estoy actualizando cicatrices. 

¿Qué? ¿No es suficiente?

Pues bueno, también escribí un one-shot siendo por supuesto KYUSUNG, ¿quieren leerlo? Necesito que me lo digan. 

-¡Vamos Yesungnie! ¡Dile que sí!

-No creo que sea buena idea Henry

-¿Por qué no? Si no harán nada malo… ¿O si lo harán traviesos? -se expresó con una mirada acusadora y divertida.

-¡Henry!

-¿Qué? Yo sólo digo

Kyuhyun le había “avisado” esa mañana que lo mejor para que él pudiera desarrollarse en matemáticas era “estudiar en casa”, pero aquello le aterraba de sobremanera, cada vez que lo veía sentía como su pecho se contraía, lucía tan guapo y genial ante sus ojos, un hombre sin duda perfecto.

Nada que ver contigo JongWoon, tú sólo eres una porquería.

Apretó el libro de animales que consiguió en la biblioteca, claro que era una porquería, no dudaba aquello, por eso es que tenía mucho miedo, porque Kyuhyun tenía un buen prestigio, Donghae siempre que podía le contaba lo unidos que eran en su familia, en cambio él. Estaba seguro que amaba al castaño y podría ser que él también le profesara algún tipo de cariño, por ello se escondía ¿Qué pasaría si descubriera la verdad sobre su vida?

Te odiará, yo lo hago.

-¿Jongie?

-Voy tarde al trabajo, tengo que irme –guardó el libro dentro de su mochila y corrió directo a la puerta.

-¿No esperaras a Hannie ni a Kyunie?

-Lo siento

Se alejó con pasos rápidos, no había sido del todo mentira lo que le dijo a Henry, desde la vez que Seok lo… bueno, desde entonces lo habían despedido del restaurante, ni siquiera le dejaron mostrar su justificante, simplemente lo echaron del trabajo, sabía que no podría mantener a sus padres con un solo empleo, buscó en muchos lugares pero no recibía respuesta positiva, así que no hubo de otra… tuvo que tomar dos turnos en el bar.    

-¡Ey! ¿A dónde crees que vas con tanta prisa?

-Kyuhyun… -sus mejillas adquirieron un color rosa al ser sujetado firmemente de la muñeca por el chico que tanto le gustaba.

-El mismo cariño –recibió un beso de pico por sorpresa y ahora todo su rostro era rojo. –Me encanta verte sonrojado –sus dedos comenzaron a recorrer su cara por completo, contemplado la piel acaramelado del chico que amaba. -¿Y bien? ¿Me dirás a donde ibas con tanta prisa?

-Yo…

-¿Te estaban molestando? –su ceño se frunció de repente y tomó una expresión de gran molestia, comenzó a mirar hacía todos los lados tratando de encontrar a alguien que quisiera dañar a su tortuguita.

-Nadie me molestaba Kyu

-¿Seguro? Dime la verdad, porque si alguien te está amenazando juro que hago que lo corran del colegio –habló decidido.

-No puedes hacer eso

-Tal vez yo no… pero el padre de Kangin si –una sonrisa arrogante apareció de la nada, después le guiñó el ojo de manera coqueta.

-Descuida, no hay necesidad de expulsar a alguien

-¡Por supuesto que sí! Alguien te golpeó y no pienso quedarme de brazos cruzados cuando un estúpido ha dañado a la persona que quiero

-Deja de decir eso… -bajó la mirada y se deshizo del agarra con sutileza.

-Es la verdad amor

Hablaba con tanta seguridad que Yesung juraba que lo que decía era verdad.

-Tengo que irme –si bien, no dio un paso cuando volvió a tomarlo pero ahora de las manos.

-Tus manos son muy pequeñas –su voz reflejaba completa ternura y algo de tristeza que el pelinegro percibió. -¿Por qué siempre me haces esto?

-¿Qué cosa?

-Huir cuando te habló de mis sentimientos, me lastimas –sus ojos se encontraron y el más pequeño sintió un dolor al ver tanto sufrimiento en su mirada. –Quiero estar cerca de ti, deseo saber qué te gusta o te disgusta, que es lo que piensas de mí… de nosotros

-No existe un “nosotros” Kyuhyun

-¡Ese es el problema! –se exasperó, necesitaba desahogarse de una vez por todas. -¡Podría haber un nosotros sin embargo tú no lo permites! ¡¿Por qué?! ¡¿Cuál es el impedimento?! ¡¿Soy yo acaso?! ¡¿Me odias?! ¡DIME!

Cerró sus ojos con fuerza tratando de evitar el dolor que le causaban esas preguntas, deseaba decirle la verdad y cuando estuvo a punto de contestar su interior resurgió.

Anda contéstale, dile quien es el del “problema”, confiésale que les arruinaste la vida a tus padres, que trabajas en un prostíbulo, pero lo más importante, revélale que estás sucio, que te han estado violando desde niño. ¡Habla JongWoon! Verás cómo se avergonzará de sentir algo por ti, haz que te tenga asco.

-No Kyu… - gimoteó. –Por favor tú no… -y lo abrazó, tan fuerte que el mayor pudo apreciar el anhelo con el que era aprisionado.

-¿Yesung?

-Es la primera vez que me siento así con alguien, protegido… querido, no te alejes de mi lado por favor –rogó con tanto sentimiento que las lágrimas llegaron a los ojos del castaño. –Eres el primer chico al que amo –confesó sorprendiéndolo.

-Así que es eso –correspondió al gesto del más bajo y después lo alzó en el aire, hasta que el pelinegro enroscó las piernas en su cadera. –También eres la primer persona  a la que amo pequeño –besó su cabellera. –Y por tal motivo quiero luchar por los nuestro, pero para lograr aquello necesito de tu consentimiento –otro beso. -No voy a obligarte a nada

-¿Nunca? –se desconcertó y no por la pregunta, sino por la forma en que lo dijo, con temor.

-¿Qué te hici…

-Promételo por favor, prométeme que nunca me obligarás a hacer algo que no quiero

Desconocía los motivos de su petición, sin embargo no comentó nada, no iba a arruinar el momento.

-Con mi vida

-¿Estás seguro?

-Completamente Señor Kim, no hay registro alguno con el nombre de su hijo

-¿Y de ella?

-Nada, excepto…

-¿Qué?

-En el rastreo que se realizó aparece el apelativo de Kim JongWoon

-¿Y?

-Fue registrado hace 17 años, por las fechas en las que su nieto debió nacer

Se quedó en silencio unos instantes hasta que se decidió por algo, iba a tratar de recuperar lo que le quedaba de familia.  

-Investígalo

-Como ordene señor

-Te voy a encontrar perra y esta vez, no escaparás

El aire frío arremataba en su cara con fuerza, pasaba de la media noche y el seguía afuera de su casa, no pudo evitar soltar una risa irónica al pensar lo último.

¿Realmente podía llamar a aquella pocilga su “hogar”?

No, por supuesto que no. Ni siquiera era suya, tampoco pagaba una mensualidad por ella, quien lo hacía era su primogénito. Kim JongWoon o Yesung, apodo que le otorgó una vez después de oírlo cantar, aún recordaba como la emoción lo inundó cuando lo nombró con cariño, fue la primera y la única vez que lo hizo y desde entonces comenzó a dirigirse para sí mismo como Yesung. Desconocía el motivo por el que se dirigió hacía su único hijo con amabilidad, quizás fue que al escucharlo cantar sus sueños llegaron a su mente, la ilusión que tenía de convertirse en cantante cuando era adolescente pero que se rompieron con su llegada. Su padre tenía toda su confianza albergada en él y fueron sus propias acciones lo que lo llevaron a la ruina.

¿Cómo fue que se descuidó? ¿En qué momento fue tan estúpido para enredarse con una cualquiera y embarazarla?

La odiaba a ella y lo odiaba a él, pero sobretodo se odiaba él mismo, porque se destruyó, porque no tuvo los huevos para enfrentar la situación y se perdió entre las drogas y el alcohol. Escuchó unos pasos a sus espaldas, no necesitaba voltear, sabía muy bien quien era, se trataba de la única persona que se preocupaba por su bienestar sinceramente, el único que cuidaba de él a pesar de tratarlo como una mierda.

-Papá debes volver a casa, hace mucho frío, te puedes enfermar –no lo miraba, le temía demasiado para hacerlo, se fijó en su vestimenta, traía unos pantalones negros apretados y una camisa roja con los primeros botones rotos.

Apenas regresaba del bar.

-Mírame Yesung –ordenó sin necesidad de elevar la voz, vio sus ojos y pudo apreciar el miedo, su corazón se contrajo.

La había cagado como padre.  

-Vete

-Pero papi…

-¡Eh dicho largo!

No volvió a insistir, se marchó no sin antes dejarle un suéter que traía en sus manos, su hijo era un encanto de persona, siempre lo había sido y el mismo se estaba encargando de marchitarlo. Su vida era una porquería, él era una porquería, una escoria que permitió que violaran a su hijo una y otra vez.  

La felicidad irradiaba de su cuerpo que todos en su casa lo notaron, sin embargo, ver como Kyuhyun alimentaba a los peces de Donghae provocó que sus hermanos se atragantarán con su licuado mañanero.

-¿Te sientes bien hyung?

-Por supuesto que si mi querido nemo

-¿Nemo? –él no lo nombraba así desde que eran niños, su asombro cambió a irritación al percatarse de como suministraba comida de más. -¡Kyuhyun deja de hacer eso! ¡Vas a matarlos!

El nombrado reaccionó ante aquello, la botella que contenía el preciado alimento para peces estaba casi vacía.  

-¡Ah! ¡Lo siento Hae!

-¿Se puede saber qué te pasa? -más que molesto estaba desconcertado por la actitud tan amable de su hyung.

-Ahh mi Yeye vendrá hoy a nuestra casa –pronunció con tanto amor e ilusión, que provocó que a Leeteuk se le atorará un pedazo de hotcake en su garganta.

-¿Convenciste a Yesung de venir?

-No sólo eso Hae, hemos decidido darnos una oportunidad

-¿Qué?

-Como lo oyes, Yesung y yo somos novios

Y los hermanos se desmayaron de la sorpresa.

Notas finales:

¿Qué piensan? ¿Actualizó pronto? O ¿Me voy por otro rato?

¡Besos y saludos! 


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