Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cicatrices por Yahaira998

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los chicos ya han crecido, es hora de que empiecen a conocerse. 

Ajustó su uniforme con el que comenzaría una nueva etapa, gracias a sus esfuerzos pudo conseguir una beca en uno de los mejores colegios de Seúl, lo que indicaba casi todos los gastos pagados y aunque el uniforme no estaba incluido en esa lista, lo obtuvo a mitad de precio. Un bostezo surgió dejando en claro la necesidad de dormir, pero eso era un lujo que no podía permitirse, sabía que con el inicio de las clases el descansar se alejaría de su lado, pero aquello no le importaba realmente, lo único que deseaba era terminar sus estudios, obtener un buen trabajo y poder darle a sus progenitores todo lo que les quitó al nacer, quería que se sintieran orgullosos de él.

Eso nunca pasará, les arruinaste la vida.

Deshizo aquél pensamiento que siempre lo atormentaba y bajó a la cocina para prepararse un desayuno, con ayuda de sus diversos trabajos podía traer comida decente a su hogar y mantener alegres a sus padres por la aportación que llevaba…aunque a ellos sólo les interesaba el dinero.

El olor a alcohol y nicotina inundaron sus fosas nasales, la sala estaba repleta tanto de botellas de cervezas como de personas semidesnudas durmiendo profundamente, en su mayoría hombres. Pasó sobre ellos haciendo el menor ruido posible y se dispuso a cocinar en tranquilidad procurando no mancharse, cuando los huevos estuvieron listos y servidos en un plato dio media vuelta para dirigirse al comedor, pero chocó con alguien perdiendo el equilibrio.

-¡Eh, cuidado pequeño! –unas manos lo sostuvieron, no tuvo necesidad de ver quien era su salvador, reconocería esa voz en cualquier parte. -¿Qué haces despierto tan temprano Ye?

-Yo… -al sentir las caricias de ese hombre sobre sus brazos se alarmó, era muy temprano para que su pesadilla iniciará.

-¿Tu qué?

-Voy a desayunar antes de irme a la escuela

-¡Oh cierto! –los masajes se detuvieron, algo andaba mal. -Había olvidado que tenías una beca, dime algo Yesungnie –hizo que alzará la mirada, vio la sonrisa macabra que lo atormentaba en sus sueños, esos ojos que hacían que perdiera el control de sí mismo.  -¿Estás preparado para hacer amigos?

Tragó duro, el hambre había escapado y ahora sólo sentía un nudo en su estómago producto del temor.

-Sé que lo estás, es más –nuevamente se le acercó y cerró los ojos con fuerza, sintió algo rozar sus labios, estaba a poco de besarlo, lo presentía. -Puedo apostar que la ansiedad por conocer de una vez por todas a una persona te carcome, pero déjame recordarte algo niño estúpido. Tú NUNCA encontrarás a alguien que te quiera, que te aprecie y sabes ¿por qué?, porque no eres más que basura, un pedazo de mierda que no debió nacer, alguien que no hace más que estorbar…

No es cierto Yesung, eso no es cierto.

-Que para lo único que sirve es para pasar el rato

Y lo besó y no de una manera dulce o tierna, mucho menos romántica, lo besó con fervor, con odio, como lo venía haciendo desde que era un niño, el aliento a cigarro chocaba con el suyo y nada podía hacer, por la simple razón de que con eso aseguraban otro mes en la casa.

-Eres la escoria que pudre al mundo –y con esas palabras se alejó de él.

No eres nada de eso Yesung, tú eres alguien que tiene talento, que puede superarse y ser… No, jamás serás algo de lo que dices.

Corrió hacía el lavamanos y vomitó, era un ser patético, uno que luchaba contra sus propios demonios. Sabía que no podía lamentar su suerte, aceptaba que nacer fue un error muy grande.

-Sí Hae, por enésima vez, esa playera se te ve bien –habló un castaño con fastidio.

-Pero ¿estás seguro? No quiero que Hyukie piense que no se dé esto

-Tú no sabes nada

-¡KYUHYUN!

-Ya está bien, sabes que me molesta que hables del mono en mi presencia y más que te arregles para él

-Debes dejar ese lado celoso hyung y aprender a respetar las relaciones de los demás

-Lo que le pides a nuestro querido hermano es imposible Donghae –habló el mayor de los Cho entrando con elegancia.

-Umm ¿Por qué lo dices Teukie?

-¿Qué haces aquí?

Ambas preguntas fueron hechas al mismo tiempo que no pudo evitar sonreír, había extrañado su hogar.

-Primero porque Kyu no conoce el respeto –el mencionado sólo rodo los ojos. -Y segundo, puedo venir cuando quiera, también es mi casa

-Yo no lo decía por eso, me refería a que haces aquí en Seúl, deberías estar en Estados Unidos

-Debería, pero no

-¿Por?

-Pues porque los extrañaba demasiado que no creía poder estar un segundo más sin ustedes, así que tomé el primer vuelo para acá

-¡Aww que tierno! ¡Yo también te extrañe estos meses! –y se abalanzó a sus brazos. Siendo recibido con gusto, pero faltaba el de en medio.

- ¿Qué pasa Kyunie? ¿No vas a abrazarme?

-¿Nos extrañaste? –le cuestionó con una ceja alzada, no se creyó ni un poco aquel cuento de sus sentimientos, lo conocía demasiado para saber que le mentía.

El silencio se instaló entre los tres, los mayores se miraban fijamente sin mover ni un músculo, hasta que uno de ellos no soportó más los ojos acusadores y habló con la verdad.

-Está bien, no entendía ni un poco el inglés, le hablé a nuestros padres para que arreglaran mi traslado al mismo colegio que ustedes y poder continuar mis estudios, ¿contento?

-Demasiado –dio unos cuantos pasos hasta quedar frente a frente y posó sus brazos alrededor del rubio. –Realmente te extrañe mucho hyung

Se separaron al escuchar unos pasos bajando de las escaleras, directo hacía ellos.

-¡Oh mi niño ha regresado! –exclamó una mujer con alegría.

-Y se ha vuelto a teñir el cabello –le siguió un hombre entre cansado y burlón.

-¡Omma! ¡Appa! –chilló con una voz de niño que estaba lejos de su edad.

-Me alegra que regresarás bebe –la señora lo estrujó entre sus brazos. –Se nota que has estando haciendo ejercicio

-Espero que esta vez tu estancia sea definitiva

-Lo es papá, ya no pienso irme de nuevo

-Bien, porque mañana mismo empiezas las clases

-¿Hasta mañana?

-Así es campeón o dime, ¿realmente quieres iniciar hoy?

-Este… quien soy yo para cuestionar las órdenes del señor de la casa –esbozó una sonrisa nerviosa dejando ver su hoyuelo.

-Excelente, ve a tu cuarto a acomodar tus cosas que los empleados ya se encargaron de llevar todo, en cuanto ustedes chicos.

-Si –dijeron al unísono.

-El chofer los espera

Y con eso entendieron que era hora de partir a la escuela, se despidieron de cada miembro de su familia y se fueron. El transcurso del camino fue de lo más normal y con eso nos referimos a un Donghae entusiasmado que no paraba de cantar ¡Nadaremos, nadaremos!

Pov Kyuhyun

Un tic apareció en mi ojo izquierdo, la voz chillona de mi queridísimo hermanito me estaba hartando, había intentado ignorarlo poniéndome los articulares, pero estos no sirvieron de mucho, seguía escuchándolo. Le rogaba al cielo (y al chofer) por llegar de una vez a nuestro destino y tal parecía que mis plegarías fueron escuchadas. En cuanto el carro se estacionó baje de inmediato y salí corriendo, no ponía atención al camino, lo único que tenía en mente era huir, tanta era mi adrenalina por escapar que no noté una cabellera negra perdida entre los pasillos y no hubo más opción que estamparme con él y tirarlo al suelo, en otras circunstancias quizás, me hubiera detenido a ayudarlo y disculparme, pero no en este momento.

-¡Kyunie espérame!

Oí el grito de mi dongsaeng y aunque lo amaba, lo ignoré, yo a diferencia de él no era tan bueno en los deportes, por eso me seguía a muy pocos metros, me alcanzaría si no hacía algo para evitarlo y como bajado del cielo apareció ante mí la salvación, cambie de rumbo y me dirigí con aquel intento de hombre.

-¡Mono estúpido!

-Ky…

-¡HYUKIE!

No tuvo oportunidad de responderme, Donghae ya se encontraba en sus brazos repartiéndole besos por todo su feo rostro, aún no podía comprender los gustos de mi hermano. Me alejé de ellos con la respiración agitada, este año si asistiría a las clases de gimnasia, saqué el horario de mi mochila y me dispuse a buscar el aula donde pasaría el resto del año escolar.

Fin del pov Kyuhyun

JongWoon se levantó del césped quitándose el resto de hierba, no tuvo el mejor inicio de clases pero había sido mejor, hasta ahora, del resto. Recogió su mochila y detalló el lugar, le quedó en claro porque ese lugar era reconocido como el mejor instituto de Corea, la elegancia y majestuosidad con la que fue construida se hallaba impregnada en cada edificio, avanzó por los corredores intentando memorizarlos, pero un dato atravesó su mente, se suponía que lo primero que tenía que hacer era ir a dirección, explicar su situación de becado y luego recibir el itinerario.

Con eso en mis pensamientos, examinaba todas las construcciones pero me era imposible acertar con el indicado.

-¿Estás perdido? –la voz a mis espaladas me sobresaltó, gire y pude notar una sonrisa divertida en aquel rostro. –Lo siento, no era mi intención asustarte

-No te preocupes, soy muy asustadizo

-Ya lo noté, soy Hangeng por cierto, mucho gusto –su mano se alzó en el aire como muestra de presentación, levanté la mira de inmediato con el corazón latiendo a mil.

-Yo me llamo JongWoon, pero puedes decirme Yesung

-¿Yesung? –se quedó en silencio unos segundos que a mí me parecieron eternos. –Me agrada, te diré así de ahora en adelante.

Que no sea una broma, que no sea una broma.

Me repetía mentalmente, estando frente a frente pude contemplarlo, era alto, al menos más que yo, su cabellera negra y bien peinada tapaba su frente, piel clara y ojos más rasgados que los míos, poseía una linda sonrisa, una que te hacía sentir en paz.    

-¿Pase tu examen visual?  

-¿Eh? –me sonrojé al ser atrapado. – ¡Lo siento! No quería incomodarlo

-Jajaja tranquilo Yesung, no me molestaste

-¿De verdad?

-Sí, eres muy tierno –sintió como le revolvía el cabello en un gesto cálido.

-Gra… gracias

-Entonces ¿responderás a mi pregunta?

-Umm

-¿Pase tu examen?

-Yo… tú… ¿no eres de aquí?

-No, soy de China de hecho, vine con mis primos

-¿Tus primos también vinieron?

-Sí, se suponía que iríamos juntos con la directora para hablar de nuestros plan de estudios, pero…

-¿Pero?

-Zhoumi y Henry quisieron aventurarse solos y me abandonaron, por eso cuando te vi con la mirada perdida supuse que tú al igual que yo, te habías extraviado

-Woah… -fue lo único que atine a decir.

-Jaja ¿y ahora qué pequeño?

-Eres muy inteligente

-Vamos

Me tomó del brazo y caminamos por toda el área, parecía saber a donde se dirigía.

-¿No habías dicho que no conocías el lugar?

-Y así es

-En ese caso, ¿Por qué  me guías como si supieras el destino?

-Porque antes de toparme contigo vi un mapa que mostraba todo el sector

-Ahh

De ahí en adelante no dije nada, varios minutos después salíamos con nuestros respectivos papeles.

-Bien Yesung, aquí es donde nos despedimos

-¿No estudiaremos juntos?

-Lo dudo, ¿ya viste nuestro uniforme? –asentí. -Son de diferentes colores, lo cual quiere decir que vamos en grados diferentes.

Bajé la cabeza decepcionado, Hangeng me agradó de sobremanera considerándolo de inmediato como un amigo, mi primer amigo.

-No te pongas así Yeye –me habló cariñosamente, una vez más me despeinó y solté una pequeña risa. –Eso es, sonríe que te ves más lindo, que tengamos distintos trajes no significa que ya no nos veremos, es más, ¿qué te parece si al terminar la jornada nos vemos en la entrada?     

-¿Hablas en serio?

-Muy en serio

No aguanté más y lo abracé, al darme cuento de eso intenté apartarme pero unos brazos me rodearon, mi corazón brincó ante su respuesta.

Me están abrazando

El sonido del timbre llegó a nuestros oídos, nos separamos y lo vi por última vez en la mañana.

-Mucha suerte en tus clases, has amigos.

-Los haré

Aquello sonó a promesa, una promesa que le había hecho a mi primer amigo y no pensaba defraudarlo.

Vamos por más.

Y con eso salí rumbo al salón, entre más pronto, mejor.

Notas finales:

Creo que a diferencia de los anteriores, este fue más largo, serán así de ahora en adelante.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).