¿Qué hacía?
No tenía ni la más mínima idea, lo único que recordaba era ver a su pequeño hermano saltarle encima a quien al parecer era su nuevo amigo, porque conocía muy a Donghae y estaba al tanto de que él gustaba de lanzarse sobre las personas que consideraba sus amigos, fue por eso que se acercó a separarlo del otro, para ayudar, sólo que no contaba con enamorarse.
Porqué sí, el gran Cho Kyuhyun se había enamorado a primera vista, en cuanto vio a aquel pequeño su corazón dio un brinco tremendo, es que sólo basto que sus miradas chocaran para quedar cautivado. Frente a frente no dejo pasar la oportunidad de escudriñarlo, poseía una piel acaramelada que se antojada dejar una marca en ella, vista profunda a causa de unos ojos negros como la noche, no le molestaría perderse en ellos, su cabello azabache y alborotado a consecuencia de la caída, pero lo más importante, labios jugosos y apetecibles, rosas, delgados y que te tentaban a probarlos, todo en ese pequeño era magnífico.
-¿Tú te… te encuentras bien? –tartamudeé, algo que jamás hice en mi vida, no habló simplemente afirmó con su cabeza. -¿Seguro? – repitió el gesto, no me conformaba con eso, lo que yo anhelaba era escuchar su voz. –No lo pare…
-¡Perdón JongWoon! perdóname no quería herirte –Hae me apartó de mi deslumbrante imagen, ahora no paraba de toquetearlo algo que me molesto, él ya tenía a la anchoa.
-¿Tú nombre es JongWoon? –volvió a asentir, iba a levantarlo de una vez por todas del suelo cuando alguien se me adelantó.
-¿Te lastimaste?
-No –un sonido suave y un poco ronco se escuchó, por fin habló, pero sus palabras no fueron dirigidas para mí.
-¿Seguro? Porque fue una gran caída
-Me siento bien Hangeng, tranquilo
-¡Casi me da un infarto Yesung! No me pidas que esté tranquilo
Lo abrazó, ¡el maldito chino de pacotilla lo estaba abrazando! La furia se apoderó de mi cuerpo y más cuando note que ese lindo chico me mintió.
-Creí que te llamabas JongWoon –frío y cortante, se sobresaltó ante mi cambio de actitud y un rubor adorno sus mejillas.
-Y así es pero, Yesung es mí apodo, para… para mis amigos
-Entiendo, no somos amigos
-¡Espera! Yo… yo sí quiero ser tu amigo
La inocencia que mostro fue lo que me detuvo, sus palabras me derritieron por completo, ¿existía alguien tan tierno como él? Ni en sus sueños, nuevamente iba a acercarme cuando el imprudente de mi dongsaeng se expresó, dejándome en shock.
-¡Tú eres ese muchacho al que mi hermano empujó en la entrada!
-¿Lo empujaste?
El dúo Lee lo interrogó, ambos confundidos.
-Fue un accidente, venía huyendo de Donghae, así que la culpa es de él
-¡MENTIROSO!
-Espera, espera, ¿fue por eso que llegaste empañado en sudor?
-En efecto
-¿Fue… un accidente?
-¡Claro! No quise empujarte, yo… no te dañaría
Silencio.
Los colores subieron a mi cara una vez que me di cuenta del significado de mis palabras, aquello sonó en extremo cursi.
¡¿Pero que rayos te ocurre Cho?! ¡Reacciona!
-Quiero decir que yo no… no quise…
-Kyu no tenía intención de herirte, él no es así
Agradecí a Ryeowook, yo no hubiera podido explicarme, casi siempre era Siwon quien me ayudaba pero… Un momento, ahora que recordaba, ¿Dónde está él? Mire a mis alrededor y entendí porque no salió a mi rescate. Todo parecía indicar que los populares Cho y Choi quedaron flechados.
…
Kyuhyun salió disparado de nuestro lado, dejando a Han con la palabra en la boca, puede que fuera alguien con ego alto y un poco de egocentrismo pero, si alguien le agradaba no le hacía esos desplantes. Segundos después supimos el porqué de su desplante, el travieso de mi primo se arrojó sobre alguien, corrimos dispuestos a brindar ayuda sin embargo, unas piernas largas me distrajeron de mi acción principal. Y el dueño de esas extremidades me dejo embelesado.
Un ángel descendió del cielo, uno tan encantador y asombroso, teníamos las miradas puestas sobre cada uno, ignoraba lo que pensaba sobre mi persona, pero yo… Yo rechazaba apartarme de él, tez blanca, nariz respingada y ojos que hipnotizaban, se aproximó hacía a mí, la brisa sopló y un olor embriagador me hizo sentir satisfecho, compartíamos la misma estatura, un punto a mi favor, de esa manera solo necesitaba darme un empujón para besarlo.
¿Quién era?
-Soy Zhoumi, un placer –impecable e insuperable, respondió a mi pregunta muda, estábamos conectados, podría jurarlo.
-El placer es mío –besé el dorso de su mano, mordió su labio inferior y aquello me pareció tan sensual y excitante. –Siwon
Me desconecté de mis alrededores para prestar mayor atención a quien tenía enfrente, al ser que me dejo deslumbrado.
-Eres perfecto –le hablé sin vergüenza, porque cuando el amor toca a tu puerta, nada importa.
-No me conoces
-Me encantaría hacerlo
-A mi igual –respondió con un brillo en sus ojos.
Aún sujetaba la mano que besé, fiel a mis pensamientos de no dejarlo marchar, algún ser impuro de esos que abundaban en el colegio podría intentar quitárselo.
Como si lo fuera a permitir.
-Eres nuevo ¿cierto?
-¿Eso crees?
-Estoy seguro, de lo contrario ya te hubiera encontrado
-Puede que seas despistado
-Tal vez sea un poco ciego, pero créeme cuando te digo que una belleza como la tuya no pasa desapercibida –una melodiosa risa escapó de sus labios rojos.
-Soy primo de Hangeng, tú nuevo amigo por lo que pude ver
-¿Tú eres uno de sus primos? –quedé perplejo, ahora con más razón me acercaría a él.
-Sí, mi hermano y yo somos tan cercanos a Hannie que decidimos seguirlo hasta Corea
-¿Tienes un hermano?
-Henry, por cierto no lo encuentro, le dije que nos veríamos los tres en el receso
La preocupación con la que habló me enamoró, el saber que no era de esas personas superficiales que sólo se interesaban en ellos mismos lo convertían en mi idóneo.
-No te preocupes por él, estoy seguro que está bien y si alguien le hace algo, lo lamentará
-¿Lo ayudarías?
-Ayudaría a cualquier persona que tenga que ver contigo
-Siempre eres así
-Sólo contigo amor
-Eso espero
-Lo prometo
Y él era un hombre de palabra.