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Un nerd en alerta por Luan Vega

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Notas del capitulo:

Si, si. Llegue rápido con la actualización. 

Travis pov
 
—llegas tarde. 
 
Escuché a Alexander decir mientras entraba al salón de historia el cual se encontraba vacío. 
En su mirada se podía leer claramente el "me estas haciendo perder mi tiempo". 
Después de una semana de esta tutoría ridícula creí que Alexander dejaría de ser tan arrogante e irrespetuoso, pero no. Seguía igual o peor que la primera vez que cruce palabras con él. 
 
—¿Has hecho los ejercicios de revisión que te di? —preguntó Alexander mientras dejaba caer la mochila gris que me pesaba al lado del escritorio.
 
—¿Y la tarea? —preguntó Alexander, sus ojos no se despegaron del  libro de Sidney Sheldon que estaba leyendo.
 
—emm ...—mire hacia mi costado con disimulo. Bueno, ¿y si no la hice? mi sinceridad ante todo, ok me he olvidado. 
 
Alexander finalmente levantó la vista de su libro, sus ojos marrones me miraron no demasiado impresionados. 
 
—¿No la has hecho, verdad? —preguntó Alexander, cerrando parcialmente el libro con un suspiro. Luego lo abrió y continuo leyendo el libro, ignorándome por completo. Me quedé allí delante de él parado torpemente, antes de decidir sentarme a su lado. Por lo general compartimos banco y tomo asiento a su lado, pero durante aproximadamente unos diez minutos antes de que Alexander decide ordenar los libros del estante que se encuentran en el salón. 
 
—¿Qué estás leyendo ahora?— le pregunté, ya comenzaba aburrirme. Los asientos de metal no son exactamente cómodos y es bastante malo para el trasero estar sentado mucho tiempo en estas clase de sillas. Y además el reloj es lo único que hace ruido en el salón.
 
—Algo que no serás capaz de comprender—, dijo Alex volteando a la página siguiente. 
Hay algo en su aura que lo rodea. Es como un repelente con una etiqueta enorme en el centro que dice 'Lárgate', si eso tiene sentido.
 
Su cabello castaño no demasiado largo cayó alrededor de su cara como una melena de león. El suéter de cuello de tortuga azul oscuro no parecía tan necesario para las condiciones climáticas moderadas que estamos teniendo en esta temporada del año. Sacudí la cabeza sintiéndome un poco raro. No me gusta el hecho de que este chico esté constantemente en mis pensamientos. 
 
—Amo del juego—lo oí decir en voz baja.
 
—¿Qué?— pregunté confundido.
 
—Querías saber el nombre del libro, ¿verdad?—Alexander suspiró.
 
—Oh, cierto —murmuré, tratando de olvidar la razón por la que no había estado prestando atención. 
 
—Bien, ¿qué has visto en historia hoy? —preguntó, finalmente cerrando y dejando el libro apilándolo encima de los demás libros que había puesto a un lado en la mesa de madera.
 
—Tu estás en mi mismo año se supone que deberias saber— dije un poco irritado, le encanta hacer  preguntas demasiado obvias. 
 
—Sí, pero yo tomé la historia del 12º grado no la del 11º grado, así que no tenemos los mismos temas en historia, ahora bien, ¿cuál fue el tema de hoy?—preguntó de nuevo.
 
—El imperio romano ... creo ...— dude, tratando de pensar en la clase de hoy. Tuve una clase de repaso por lo que es algo que aprendimos antes.
 
—¿Piensas? —preguntó Alexander con los ojos incrédulos.
 
—Um, sí,— dije, pasando mi mano por mi cabello corto. De acuerdo, tal vez no estaba escuchando, tal vez estaba enviando mensajes de texto por WhatsApp... 
 
Alexander se golpeó la frente, murmurando entre dientes.
 
—Repasaremos la tarea que te mande hacer y no la has hecho más tarde, porque ahora vamos a aprender un poco sobre los romanos y espero que sea el tema correcto —dijo Alexander, tomando su portapapeles. ¿Por qué lleva esa cosa siempre?
 
—¿Qué crees que es lo más interesante de los Romanos?—, preguntó mordiendo la punta de su lapicera, mientras que la manga de su suéter se caía un poco.
 
—Travis— dijo Alexander bruscamente.
 
—Lo siento, maldita sea —dije, sacudiendo la cabeza. Estúpidos pensamientos que me dejan en las nubes, tal vez le pida que use una bolsa de papel sobre su cabeza. 
 
—Su ejército y su influencia política— le dije, en realidad recuerdo algo de la clase. Alexander me lanzó una mirada sorprendida y sonrió.
 
—¿Sabes qué es lo que más me gusta de ellos? —preguntó, volteandose hacia mí, poniendo sus pies encima de su asiento antes de abrazar sus piernas. Sacudí la cabeza negando.
 
—Los romanos sabían de la ingesta y  si el uso del plomo era mortal, incluso el dios del plomo estaba asociado con la locura, pero ¿qué usaban para pavimentar sus calles? El plomo ¿Qué utilizaron para endulzar su vino? Plomo ¿Qué utilizaron para hacer sus tuberías de agua? Plomo, ¿puedes creerlo? Probablemente causó la creación de toda su civilización ... — realmente no escuche el resto. Estaba ocupado mirando su rostro. Sus ojos estaban iluminados extrañamente, en un buen sentido. Estaba sonriendo ... Disfrutando cada palabra que salia de su boca... Durante la semana que llevo conociendo a Alex no lo he visto sonreír con sinceridad como lo estaba haciendo en este momento. 
 
—¿Travis? —preguntó Alexander. Parpadeé sentándome derecho en la silla. Alex se cubrió la boca entre risas ...
 
—¿Podemos continuar? —le pregunté acercándome al libro de texto que estaba abierto frente a mí.
 
***
 
—Mierda —murmuré, saliendo de la clase de historia.
 
—Mierda como de qué ...
 
—¡No empieces otra ves!— dije firmemente. Ya era bastante malo que los pasillos estuvieran vacíos, lo que significaba que terminamos el "tiempo de estudio". No necesitaba que Alexander se sintiera inteligente conmigo y comenzará a explicar el significado de la palabra mierda y sus derivados. 
 
—Te espero a la misma hora mañana —dijo Alexander, pasando por delante mío siguiendo su camino. Ni siquiera se si me sentía molesto por su vacío o porque había quedado solo en medio del pasillo.
 
—¡Espera!— grité haciendo que Alexander se detuviera.
 
—¿Cómo vas a ir a casa?— le pregunté, recordando que por lo general tomaba el autobús. Se encogió de hombros y me miró directamente.
 
—Tengo dos piernas, así que voy a caminar las cuadras hasta llegar a la estación de autobuses —dijo Alexander, dándose la vuelta. Me quedé pensando si debía o no dejarle caminar esas cuadras hasta la estación o debería darle un aventón en mi coche. Sacudí la cabeza sorprendido, incluso pensé en eso. Suspiré mientras caminaba hasta mi casillero, Samantha me había enviado un mensaje de texto avisando que habría otra reunión mañana en el centro comercial, típico. Al menos no es una de esas fiestas escandalosas, sólo una reunión al mediodía con amigos, mayormente los viernes terminan las clases temprano, eso es una ventaja contra el cansancio.
 
—Podría proclamarme un maratonista si este es tu ritmo regular en un día normal de clases para salir de la escuela —, oí la voz de Alexander que se iba acercando por el pasillo. Dejé de mirarlo entre cerrando los ojos hacia él; había intercambiado sus libros y tenía una bolsa negra sobre el hombro que no la había visto antes.
 
—Yo estaba ... Pensando.— Admití mientras seguía meditando.
 
—Que sorpresa,—murmuró Alex, una leve sonrisa se formó en sus labios mientras finalmente me pasaba por delante. Dejé de fruncir el ceño. ¿Habrá una explicable razón por qué su sonrisa siempre me pone nervioso?
 
Lo ignoré, moviéndome hacia mi casillero, no iba a dejar que un nerd me pusiera de los nervios. Inserte la cerradura de combinación antes de que mi casillero se abriera. Ya se encontraba demasiado lleno y podría necesitar encontrar otro antes del final de este semestre. No necesitaba buscar ningún libro, sólo agarrar las llaves de mi coche.
 
Cuando conseguí mis llaves, tuve una pequeña lucha al cerrar el casillero, unos golpes aquí y allá y finalmente se bloqueó.
 
—¡Urg!—Suspiré, tirando mi mochila sobre mis hombros. Caminé por el pasillo y finalmente salí de la escuela. El clima parecía anormalmente frío esta tarde ... Hice una mueca, recordando el suéter de Alex.
 
Ese bastardo. Pensé frotando mis manos expuestas sobre mis brazos, mi camiseta era demasiado fina y el frío estaba calando fuerte en mi cuerpo. Estaba en el aparcamiento en la búsqueda de mi coche; Siempre olvido dónde lo estacionó. Suspiré aliviada al verlo en el borde de la puerta de la escuela, típico de mí. Caminé hacia el, abriendo las puertas antes de entrar. Inmediatamente encendí la calefacción, estaba desesperado por huir de inmediato del frío. 
 
Encendí el motor y volví a pensar en Alex, y los extraños pensamientos que fomenta en mi... Sacudí la cabeza arrancando el coche y saliendo del estacionamiento. Lo que sea que este fomentando en mi cabeza lo voy a desechar como basura.
 

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