Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anti tú por Sirius-Severus

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A la mañana siguiente se despertó antes que los otros tres. Aún no había hablado con Remus sobre la pequeña discusión que tuvieron. No sabía cómo hablar con él porque en parte pensaba que tenía razón pero a la vez sabía que su amigo también tenía razón. Que se había comportado como un completo idiota. Sabía que tenía que disculparse porque lo había tratado mal pero el orgullo le frenaba por dentro para que no lo hiciera, si esperaba un poco quizá Remus cedería e iría a hablarle. Sí, sonaba egoísta, pero bastante orgullo se había tragado ya las últimas semanas como para volver a hacerlo. Que no. Es que no.

Aquella mañana era la última de clases antes de las vacaciones y recordó que tenía que hablar con James para decirle que al final no podían pasar las vacaciones juntos porque el estúpido de Snape le obligaba a quedarse como esclavo. Bueno, no, eso no se lo podía decir porque entonces estaría jodido. Le tocaba inventarse alguna excusa de mierda que fuera creíble para que su amigo no lo odiara por dejarlo solo y no quedara como que él no quería ir. Maldijo a Snape internamente por joderlo de esa manera.

¿Tanto le costaba dejarlo tranquilo dos semanas? Tampoco es como si estuviera pidiendo acabar con el trato en ese momento ni para parecido. Solo quería despejarse un poco, olvidar todo lo que le estaba pasando aquellos días. 

Lo necesitaba porque se estaba empezando a volver loco. ¿En qué momento se le fue tanto la cabeza como para llegar a besar a su mayor enemigo? Por Merlín, cada vez que lo pensaba le daban ganas de lanzarse un Avada Kedavra a si mismo. Y aunque no quería pensarlo no podía evitarlo. Era algo que rondaba su cabeza todo el tiempo. Y era agotador. Muy agotador. Y por eso necesitaba al menos esas dos semanas para darse cuenta de qué le estaba pasando. Pero claro, Severus lo tenía cogido por los huevos hasta el último momento. Si es que luego le decían que estaba todo el día de mala hostia pero como para no estarlo. Era un puto esclavo de un Slytherin. Del peor de todos los presentes en el colegio.

De verdad que su mala suerte cada vez era más notoria.

Se levantó, se vistió y sin esperar a los otros tres merodeadores salió del cuarto. Su estómago le estaba rogando por algo de comida y él no era quién para negársela. 

Cuando llegó al gran comedor este estaba medio vacío. Hasta faltaban algunos profesores. Si es que encima de todo se estaba volviendo todo un madrugador. Atrás habían quedado aquellos días en los que Remus era el que lo despertaba con mucho esfuerzo y muchos vasos de agua contra su cara.

La mesa de los Gryffindor estaba casi vacía, todo lo contrario a la mesa de los Ravenclaw. Malditos empollones que se levantaban dos horas antes para ir a la biblioteca a estudiar cuando ya habían acabado los exámenes. Eso no era normal. Dumbledore debería de tomar serias medidas con los Ravenclaw porque esa competitividad no era sana. Estaban locos, solo vivían para sacar buenas notas. Eran sin duda los más aburridos de todo el colegio. Al menos las clases con los Slytherin eran más entretenidas. Aunque eso no lo diría nunca en voz alta. Antes muerto.

Cuando aún quedaba una hora de desayuno decidió dar una vuelta por todo el castillo. Al menos así se despejaría un poco y podría pensar una excusa decente para James.

A lo lejos vio a Regulus y decidió seguirlo. No lo hubiera hecho de no ser porque lo notó nervioso, como tratando de no ser visto. Y como no, su instinto de hermano mayor le decía que debía seguirlo para cerciorarse de que nada malo le fuera a pasar. No es que de un día para otro su instinto de hermano mayor hubiera aparecido así como así, no, es que realmente parecía que algo no andaba bien. Y ante todo eran hermanos. Su deber era protegerlo aunque su vida dependiera de ello.

El menor recorría los pasillos intranquilo. Lo siguió cuando este bajó por las escaleras hasta llegar a las mazmorras. Y allí lo estaba esperando Snape. Regulus se acercó hasta el otro Slytherin y lo abrazó.

¿Por qué lo estaba abrazando? ¿Y por qué Snape se estaba dejando abrazar por otra persona? Vamos, jamás había visto una muestra de cariño por parte del Slytherin hacia otra persona. Jamás. Ni siquiera con Lily cuando aún se hablaban. Aquello sí que era extraño.

Pero a la vez estaba sintiendo algo... difícil de explicar. Ver que ambos se estaban abrazando le estaba haciendo sentir molesto.

¿Por qué? No lo sabía y no quería saberlo. Pero era así y no le hacía ninguna gracia. Era innecesario esa muestra de cariño. Jamás había visto a su hermano abrazar a nadie que no fuera Kreacher. Ni siquiera a su madre.

Además de que la amistad que parecía tener con Snape no era tan duradera. No era como la suya con James, Remus y Peter, no, los había empezado a ver juntos desde el año anterior y ahora parecían ser inseparables. ¿En qué momento cambió eso? Ni siquiera iban a la misma clase, Regulus era un año menor que Snape, y ninguno de ellos tenía muchos amigos allí, por lo que no entendía en qué momento surgió todo.

De verdad que últimamente estaba muy perdido. No entendía nada ni a nadie.

Y cuando Regulus saltó a Severus este le dijo a su hermano que entrara a la sala común de Slytherin y lo esperase allí. Apenas pudo ver el rostro de su hermano unos segundos para darse cuenta de que tenía los ojos rojos.

-Black, si vas a espiar a alguien al menos hazlo bien- venga ya, su hermano no se había dado cuenta de que lo había estado siguiendo todo el camino pero en diez malditos segundos Severus lo había pillado.

Si es que ese chico no era normal. Para nada. ¿Cómo podía enterarse de todo?

-¿Le pasa algo a Regulus?- no se iba a andar con rodeos. Quería saber qué le pasaba a su hermano y lo iba a averiguar de una u otra forma.

-¿Por qué tendría que pasarle algo?- lo vio cruzarse de brazos.

-Snape, suéltalo, si le pasa algo grave o se ha metido en algún lio puedo ayudarlo- también se cruzó de brazos cuando se acercó al menor.

-No necesita tu ayuda- se puso más serio de lo normal y terminó diciendo- porque no le pasa nada.

Y una mierda. ¿Lo había hecho a propósito? Sólo con la expresión que puso en ese momento estaba claro que algo estaba pasando.

Lo cogió del brazo y lo metió en la primera puerta que pilló. Era un armario no muy grande y repleto de polvo.

-O hablas tú por las buenas o te hago hablar yo por las malas- lo acorraló contra la pared. Si se sentía intimidado tenía más posibilidades de sacarle información.

-Que miedo, Black- en dos segundos tenía la varita de Snape apretándole el cuello. Respiró hondo y lo apuntó con la suya.

-Habla.

-Ya te he dicho que no- no lo dejó terminar de hablar.

-¡Que qué coño le pasa!- la rabia le estaba empezando a recorrer todo el cuerpo de tal forma que estaba a nada perder la cabeza.

-¡Si Regulus no te importa! ¿para qué quieres saberlo?

¿Que qué? Claro que le importaba. Le importaba porque era su hermano. Ese hermano al cuál había protegido a base de hostias cuando eran pequeños porque unos críos mayores se metían con él. Ese hermano pequeño al cuál le había echo creer cuando eran pequeños que también podía utilizar la magia aunque en ese entonces no podía, sólo para no verlo llorar. Ese hermano al cuál seguía queriendo más que a su propia vida a pesar de ser tan diferentes.

Que no se atreviera Snape a decir que no le importaba porque él no sabía una mierda de todo lo que había detrás.

-Te crees muy listo pero...- susurró apoyando la frente en la pared, cerrando los ojos y dejando escaso espacio entre ambos. No podía más. Sintió todo el cuerpo repleto de rabia. Una rabia insana que expresó dando tal puñetazo a la pared que podía jurar que se había roto la mano -¡NO TIENES NI PUTA IDEA DE NADA!

Snape dio un pequeño brinco del susto cuando continuó dándole golpes a la pared. Igual pensaba que el siguiente sería él. Pero no, no iba a pegarle, no lo iba a hacer. Ni siquiera se le había pasado por la cabeza a pesar de sus palabras.

Quizá anteriormente sí lo hubiera hecho, para qué negarlo, pero ya no. Aunque el Slytherin no tuviera ni idea de lo que él sentía por su hermano y afirmara que le daba igual, no le partiría la cara. Sólo necesitaba descargar toda la rabia y frustración acumulada durante tanto tiempo, y que finalmente explotó al ver a su hermano llorando. Eso fue la gota que colmó el vaso.

-Para- aunque escuchó el leve susurro de Snape, no le hizo caso. Aún necesitaba desahogarse porque sentía una dolorosa presión en el pecho que lo consumía -¡Para! ¡Que pares!

Severus le cogió con ambos brazos el suyo y sólo así pudo pararlo. Evidentemente era más fuerte.

-¿Estás loco?- lo vio cogerle la muñeca para mirarle la mano -Es un milagro si no te la has roto, estúpido.

Y era cierto. Al abrir el puño sentió un dolor punzante, como un desgarro en la piel. Miró la pared y allí había sangre. Definitivamente se le había ido la cabeza por completo, como nunca antes. Porque sí, él se desahogaba dando golpes mientras que otros lo hacían llorando. Así era él.

Podía parecer una exageración su reacción pero había llegado a su límite. Y él también se podía ver desbordado como todo el mundo. Todo parecía ir mal y el no saber cómo manejar las situaciones lo había llevado hasta ese punto. Y era su culpa, lo sabía, porque si toda la mierda que había estado acumulando durante meses y meses la hubiera soltado con alguien, si se hubiera desahogado tan sólo una vez, no habría llegado hasta ese punto. Pero no, si estaba mal por algo, si algo le afectaba, no lo decía, hacía como si nada, quizá con la esperanza de que en algún momento se olvidaría de ello. Pero no, no era así, y al final de tanto aguantar había explotado. Su cabeza no podía más, estaba agotado mentalmente.

Quizá había llegado la hora de hablar con sus amigos y de expresar cómo se sentía respecto a algunos temas.

Si hasta le daba igual que fuera Snape quien lo hubiera visto así. Prefería que fuera él a algún profesor o compañero. El Slytherin no diría nada, ni siquiera lo juzgaría.

Ambos se miraron por unos instantes. El menor fue el primero en desviar la mirada y volvió a sacar su varita.

-Te va a doler- sólo cuando lo vio susurrar algo y apuntarle la mano con la varita entiendo a que se refería con "doler".

Fueron unos segundos de intenso dolor que quemaba hasta que las heridas se cerraron. Al menos ya no tenía la piel en carne viva. Aunque seguro que algún moratón tendría al día siguiente. Lo volvió a ver susurrar algo y tanto la pared como su mano estaban nuevamente limpias. Con otro hechizo le vendó la mano.

-Te seguirá doliendo unos días- se lo imaginaba, la verdad, porque tan sólo al intentar mover los dedos le había dolido una barbaridad -no la muevas mucho.

¿Y ahora qué? Snape acababa de curarle la mano. Pero lo más importante es que había conseguido que parara de joderse a si mismo. Había conseguido pararlo sin demasiado esfuerzo. Sin magia.

-Gracias- aquel susurro había salido tan rápido de su boca que incluso a él mismo le habría costado entenderlo de ser Severus. Pero no iba a volver a repetirlo. Bastante que le había agradecido.

-Escúchame bien lo que te voy a decir porque no lo repetiré.

Se sorprendió al ver que se le acercaba decidido.

-Si quieres arreglar las cosas con Regulus lo tienes jodido- para decirle eso mejor que no le dijera nada. De verdad que Snape no servía para consolar a nadie -pero no imposible. Cúrratelo.

-Pero, ¿cómo...- no lo dejó terminar de preguntar.

-Espiándolo no- vale, sí, en eso tenía razón. Era verdad, pero lo hizo porque obviamente si le preguntaba no le iba a contestar así como así. Lo hizo como última alternativa.

Lo vio darse la vuelta y dirigirse hasta la puerta. Cuando la abrió dijo.

-Esta noche estás libre.

Oh. Al menos algo bueno había sacado de toda esa situación. Podría pasar la noche con sus amigos, ya que al día siguiente comenzaban las vacaciones y se irían. Dentro de lo malo había algo bueno.

*************

-¡Remus!- se acercó hasta el castaño cuando este salió a toda prisa de la clase de pociones, la última de todas de aquel día.

Cuando vio la mirada Lupin apagada sintió pena. Pena porque estaba mal por su culpa. No pudo evitar el impulso de abrazarlo.

-Lo siento, ¿vale?- susurró abrazándolo aún más fuerte -sé que te hable como un gilipollas.

-Eres un gilipollas.

-También.

Ambos rieron y Sirius le revolvió el cabello. Menos mal que se había disculpado porque si tenía que pasarse dos semanas sin hablar con el ni en persona ni por carta se mataría. Remus era demasiado preciado para él como para estar tanto tiempo sin hablarse. De hecho, tenía claro que a la vuelta de vacaciones le contaría todo lo relacionado con Regulus y tal vez, sólo tal vez lo relacionado con Snape. Todo dependería de cómo fueran esos días con el Slytherin.

-Hey, ¿vamos a preparar las cosas para mañana?- James se le tiró encima, logrando que casi se cayera de morros contra el suelo. Si es que luego le decían que era un bruto, pero James era igual.

-¡Tio! He estado a nada de comerme el suelo- dijo intentando quitarse a James de la espalda utilizando sólo la mano buena -quita, que pesas.

James se bajó de su espalda refunfuñando.

-Bueno, ¿entonces vamos a preparar las cosas? Mis primos llegan mañana e irán a recogernos a la estación con mis padres también.

Oh. Después de lo sucedido aquella mañana con Snape se había olvidado por completo del tema de James. Joder, que tenía que inventarse algo rápidamente y no se le ocurría nada. Nada de nada. Estaba más en blanco que cuando en primero le tocaba hacer redacciones kilométricas de pociones.

-Eh... tengo que hablar contigo sobre eso- ¿Dónde estaban las buenas idea cuando se las necesitaba? Maldita sea -pero mejor en el cuarto y no aquí en medio.

James lo miró entrecerrando los ojos. Su amigo no era para nada tonto y segurísimo que ya sabía que le diría que no iría al final. Pero ese "no" tenía que dárselo con una aplastante explicación que lo dejase sin réplica y ahí estaba el problema. Y más sabiendo que James se había ilusionado con no estar sólo con sus odiosos primos.

El trayecto entre las mazmorras y su cuarto se le hizo tan corto que pensó que había llegado con un hechizo. Si casi ni tuvo tiempo para pararse a pensar en algo cuando ya estaban atravesando el cuadro de la señora gorda.

En un abrir y cerrar de ojos estaban los cuatro dentro de la habitación, cada uno sentado en su cama, menos Peter que estaba buscando algo en su baúl.

-¿Y bien? ¿por qué no vas a venir?- miró a Remus pensando que tal vez este diría algo, aunque obviamente él no pintaba nada en aquella conversación.

-Eh... de verdad que lo siento- y tanto que lo sentía, si era el primero que quería ir y reírse de los primos muggles de James, pero eso ya no era una opción -dile a tu madre que a la siguiente sí que iré. 

-Pero, ¿por qué no vienes? ¿es porque estarán mis primos? Vamos, si son muggles, simples y aburridos muggles. 

-No, es que creo que debo quedarme y... solucionar unas cosas pendientes. Ya sabes.

-No, no sé, ¿qué cosas? ¿con la chica misteriosa?- sí, efectivamente, sólo que no era una chica, no, era Snape, pero sí, loco sí que lo traía sí.

-Sí, bueno... sí.

-¿Y no nos vas a contar nada sobre ella? ¿quién es o al menos a qué casa pertenece?- la voz de Remus resonó fuerte en toda la habitación. Se notaba que estaba intrigado por saber quién era.

-Quizá en un tiempo.

Ya que tenía que mentir sobre quién era la persona con la que se veía no iba a inventarse también que le gustaba y todas esas cosas. No iba a enredar aún más las cosas de lo que ya lo estaban porque eso no acabaría bien de ninguna forma. Bastante tenía ya con lo que tenía como para encima tener que inventarse una relación con sus detalles y esas mierdas. No. Ni del palo. Evitaría el tema todo el tiempo posible y cuando se acabara el trato diría que no había salido bien la cosa y que no quería hablar de ello. Quizá con el tiempo se olvidarían de todo y fin. Ya está. Si todo salía tal cuál perfecto.

-Ya que Sirius no quiere contarnos nada al menos hagamos algo interesante, que serán dos semanas aburridas sin vernos- propuso Remus dejándose caer de espaldas sobre la cama.

-¿Qué os parece si salimos esta noche al bosque prohibido?- sugirió James mientras se levantaba y apuntaba con la varita a sus cosas para guardarlas en su baúl.

-No me apetece nada.

-¿Y dar una vuelta por el Castillo?- está vez fue Peter el que habló, sentándose por fin en su cama.

-Uff.

-¿Y si le hacemos una broma a Snivellus?- dijo James mirando a Remus. La cara del castaño cambió de contenta a seria. Al parecer no le iba a hacer falta negarse porque ya lo haría su amigo. Menos mal. Un marrón menos para él.

-No más bromas estúpidas a Snape, que ya no tenemos trece años.

James lo miró alzando los brazos en señal de rendición.

-Bueno bueno, tampoco voy a insistir, que si Lily se entera de que le he hecho alguna broma a Snivellus me mata -Remus lo fulminó con la mirada al escuchar ese mote-Snape, quería decir Snape, no me mires como si me estuvieras perdonando la vida, Remus.

No pudo evitar soltar una carcajada. Desde luego que Remus cuando sacaba las garras las sacaba pero bien, y había dejado muy claro que Snape no le caía mal y que ya era hora de dejar esas estupideces de críos pequeños. Y es que tenía razón. Aunque le costara al principio, era cierto que esas bromas ya era hora de dejarlas atrás.

Obviamente alguna podría caer en algún momento, no iba a mentir, pero no como antes, que era un machaque constante contra el Slytherin. Se había dado cuenta que eso ya no le apetecía. Que ya no se divertía humillándolo, no era gracioso bajarle los pantalones frente al colegio entero. Ni tampoco era gracioso ensuciarlo con todo tipo de cosas asquerosas ni insultarlo en publico. Ya no tenía gracia.

Y lo había descubierto al pasar tiempo con él aunque fuera de forma forzada. Ver cómo este cuidaba a su hermano o incluso ver que se llevaba bien con Remus ya era suficiente como para hacerle sentir que no era tan asqueroso y rastrero como había pensado todos esos años anteriores.

Las cosas estaban cambiando para todos en muy poco tiempo y era sorprendente. Hasta era capaz de hablar con Snape y de picarse mútuamente. A ese paso quizá después de vacaciones incluso podría hablar con Regulus, ya no lo descartaba. Al menos lo intentaría.









    


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).