Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anti tú por Sirius-Severus

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A la mañana siguiente sentía el arrepentimiento hacer mella en su cabeza. Ya no podía hacerle ninguna broma a Snape. Y eso incluso podría darle igual si alguno de sus amigos pudiera hacerlo, pero el trato era que ninguno lo haría y eso no le hacía ninguna gracia. Ahora todo sería mas aburrido. Tantos años jodiendo a Snape para que ahora todo cambiara de la noche a la mañana. Le hervía la sangre de tan solo pensarlo. Le daban mas ganas de querer molestarlo. No, definitivamente no le hacía ni pizca de gracia la nueva situación. 
 
Y cómo no, su humor de perros se hizo presente desde el momento en que se levantó. No sabía qué haría con James, no sabía si contarle sobre su trato o no. Si contarle ya de paso sobre todo lo de Regulus, o no. Pero claro, si no lo hacía mantener a James alejado de Snape para que no le hiciera ninguna broma sería algo jodidamente difícil. 
 
Refunfuñando se levantó de la cama, cogió su uniforme y capa y se dirigió a los baños. Definitivamente un baño era lo que necesitaba. 
 
De camino al baño de prefectos vio el reloj que indicaba que eran las seis de la mañana. Si de por sí este solía estar vacío porque no había decenas de prefectos precisamente, siendo las seis estaría solo totalmente. Daba igual que no fuera prefecto, cuando le apetecía iba allí, se sabía la contraseña gracias a Remus, y ningún alumno le decía nada porque obviamente, era Sirius, uno de los alumnos mas populares, nadie le diría nada, ni siquiera los de Slytherin. Eso sí, lo miraban mal, eso siempre, pero le daba igual. 
 
No tardó ni diez minutos en estar dentro de la enorme bañera. El agua caliente relajaba sus músculos poco a poco. No sabía lo mucho que necesitaba aquel baño relajante hasta ese momento, hasta que se vió allí. Podría tirarse toda la mañana sumergido en la bañera, con el ligero olor a vainilla inundando el baño. Cerró los ojos dejando caer su cabeza hacia atrás. 
 
El silencio sepulcral del baño fue interrumpido no mucho después para su desgracia. 
 
-¿Qué putas posibilidades hay de que alguien venga aquí un sábado a las seis de la mañana?- dijo en voz alta, se sumergió por completo dentro del agua frustrado. A los segundos salió a coger aire. No iba a salirse del agua fuera quien fuese. 
 
-Black...- no podía ser. Oficialmente tenía mala suerte, la peor de todas. Se giró para encontrárselo a pocos metros, con un pijama negro puesto y el uniforme en mano. 
 
-No me jodas...- Snape lo miraba con la misma molestia que lo hacía él. 
 
-Vete.
 
-¿Que qué? 
 
-Que te vayas. 
 
-Vete tú que estaba yo primero, chs- Snape lo fulminó con la mirada y dejó la ropa en el lavabo. 
 
-No eres prefecto, lárgate Black. 
 
-Ni tú. 
 
- Yo tengo permiso de Dumbledore, tú no. 
 
-¿Me ves preocupado? No, ¿verdad? Pues eso.- no estaba para aguantar a Snape. No quería ni verle la cara. Gran parte de su mal humor era por su culpa y solo le faltaba que también le jodiera con lo del baño. 
 
-Black... 
 
-Vete o métete, me da igual, pero cállate porque te juro que si no lo haces lo hago yo- cerró los ojos y se hundió un poco más en el agua, llegándole esta hasta la barbilla. 
 
El silencio que se hizo en el baño era como el que había antes de que Snape llegara. Supuso que este se había marchado, pero no escuchó la puerta. Abrió los ojos y se encontró al Slytherin quitándose la parte superior del pijama. El contraste del oscuro pijama y su blanquecina piel le resultó curioso. A pesar de tenerlo a unos metros, pudo distinguir unas cicatrices en su espalda. Entrecerró los ojos queriendo verlas mejor. Algunas se veían bastante grandes, y de seguro fueron dolorosas en su momento. Entonces un pensamiento invadió su mente, ¿esas cicatrices eran de las bromas que le habían hecho? No, no podía ser, sus bromas no llegaban a tanto, hasta para él había un limite y eso tenía pinta de haberle dolido como su madre, de ser golpes mucho más fuertes que los que James y él le habían dado en su momento. Además de eso, se dió cuenta de que era mas delgado de lo que la ropa lo hacía ver. Estaba viendo a Snape medio desnudo. Podría apostarse un dedo de la mano a que era la primera persona que lo veía así, y seguro que ganaría la apuesta. Se dió cuenta de que era justo lo contrario a él físicamente. 
 
-Deja de mirarme, estúpido. Es incómodo.- ¿cómo se había dado cuenta de que le estaba mirando la espalda? Estaba de espaldas a él, era imposible. Frunció el ceño. 
 
-¿De qué son esas cicatrices?- preguntó sin ningún rodeo. Notó el silencio incómodo que se instaló en el ambiente. 
 
-No te importa. Mira para otro lado. 
 
-Tengo mejores cosas que hacer que mirarte.- giró la cabeza algo indignado. Ni que lo estuviera acosando, vaya. 
 
En cuestión de segundo notó que el agua subía un poco. Abrió los ojos y efectivamente, Snape estaba dentro de la enorme bañera, enfrente de él, a unos metros de distancia. Se sorprendió al verlo allí. Snape. Con él. En la misma bañera. Que sí, que no era raro puesto que aquella bañera era prácticamente una piscina, pero no se soportaban y aquello era algo demasiado íntimo para dos personas que llevan años detestándose. 
 
-Espera, ¿estás desnudo?- le preguntó Snape.
 
-Pues claro, es una bañera. ¿Tú no?
 
-¿Qué? No, claro que no- la cara de asco de Snape le hizo gracia y lo indignó a la vez -ponte algo, Black. 
 
-JÁ- le sonrío con burla, colocó los brazos por encima del borde la bañera, dejando al descubierto parte de su pecho - si tanto te molesta te puedes ir, nadie te está reteniendo. 
 
Snape gruñó por lo bajo desviando la mirada para el gran ventanal. Nuevamente el baño quedó en silencio total. Ninguno de los dos estaba cómodo, pero el orgullo era mayor. 
 
Al rato Sirius decidió salir. Vio que Snape desvío la mirada hacia él debido al movimiento del agua al acercarse al borde donde estaba su toalla. 
 
-Mira para otro lado si no quieres verme la tercera pierna. 
 
-Por Merlín, que asco.
 
Snape chistó con la lengua, y se sumergió aún más en el agua, metiendo la parte posterior de su cabeza, mojándose el cabello. Cerró los ojos y volvió a salir hasta los hombros. Para cuando hubo abierto los ojos, Sirius ya estaba poniéndose los pantalones. Cuando se los hubo puesto rebuscó entre sus pertenencias, sacando un tarro. 
 
-Tú- Snape lo miró y él le lanzó el tarro, cogiéndolo al vuelo el Slytherin -Esencia de Díctamo. 
 
-¿Para qué...?- Snape miraba el tarro con el ceño fruncido. Él se encogió de hombros. 
 
-Lo sabes mejor que yo. 
 
-Pero, ¿por qué?- Snape no se fiaba de él, cosa que era normal. 
 
-Las cicatrices no se irán sin Esencia de Díctamo.- con otra toalla comenzó a frotar su cabello. 
 
-No pienses que te voy a dar las gracias Black- soltó una suave carcajada ante lo dicho por el otro. 
 
-Tampoco las quiero.
 
Se terminó de vestir, se puso algo en el pelo que Snape no supo lo que era, perfume, hizo desaparecer sus cosas y salió del baño.  
 
*********************
 
Cuando llegó a la sala Común de Gryffindor allí estaba Remus riñendo a dos chicos de primero que se estaban peleando. Se río ante la imagen de los dos chiquillos con la cabeza agachada y su amigo sosteniendo un pergamino, el cuál señalaba. Era como recordar cuando hacía unos años McGonagall los reñía porque solo Remus hacía las redacciones y los otros se copiaban de él. 
 
-Hey- Remus se giró y le sonrío -¿Qué han hecho? 
 
-Se estaban peleando porque querían copiarse la redacción de pociones y no sé cómo la tinta ha empezado a salir disparada del pergamino. 
 
-Nosotros éramos mas inteligentes. 
 
-Calla- el castaño rodó los ojos y él se río. 
 
-Por cierto, ¿dónde están James y Peter? 
 
-Están durmiendo, aún es temprano, ¿bajamos a desayunar mientras?
 
-Claro
 
Todavía no sabía qué hacer. ¿Se lo decía a James y Peter o no? Quizá lo mejor sería esperar unos días y ver qué pasaba, al menos hasta que Snape y su amigo hablaran. Que esa era otra, no sabía cómo sería, porque el Slytherin tampoco podía ir y decirle a Remus que no se flipara, que jamás le había tenido miedo y que jamás se lo tendría. No, obviamente así no podía ser.
 
Cuando llegaron al gran comedor aún estaba medio vacío. Algunos profesores no habían llegado. Se sentaron donde pillaron y comenzaron a desayunar. 
 
-Por cierto, ¿hoy iremos a Hogsmeade? 
 
-Yo no creo, aún tengo un montón de trabajo acumulado- contestó mientras cogía un bollo -pero ve con los otros, por mi no hay problema. 
 
-Cuando se despierten les preguntaré, creo que James dijo que tenía que comprarse una pluma nueva- dijo Remus pensativo. 
 
-Se compró una hace tres semanas. 
 
-No, esa la compró para Lily. 
 
-¿En serio? 
 
-Sí- le respondió Remus comiendo de sus gachas de avena -últimamente estás en tu mundo y no te enteras de nada, ¿está todo bien, Sirius? 
 
-¿Eh? Sí sí, es solo que no paro de pensar en lo de Regulus. 
 
-Ya sabes lo que pienso sobre eso- hizo una pausa que para Sirius resultó algo dramática -habla con él, es tu hermano después de todo. 
 
-Y un Black, un Black al mas puro estilo, un Black con mentalidad de Black. 
 
-Sirius, tú también tienes un cierto punto de Black con mentalidad de Black, y lo sabes- Remus sintió que se le secó la boca por un momento al ver la mirada asesina que le lanzó el de ojos grises. 
 
-Retira eso, Moony. 
 
-Vamos, no me digas que no es cierto. 
 
-No lo es. No tienes ni idea de cómo son los Black. 
 
-Tú eres un Black al fin y al cabo. Haces la misma exclusión con los Slytherin como ellos lo hacen con los Gryffindor. 
 
-¿Cómo?
 
-Sí, siempre dices que a tu familia no le gustan las otras casas, y menos todavía Gryffindor, que tenemos complejos de héroes y solo queremos llamar la atención, pero a tí la casa de Slytherin parece darte hasta asco. Pareces odiarlos a todos. Nunca te he visto con uno de ellos. Te basas en cómo es tu familia para juzgarlos a todos. Es decir, haces lo mismo que ellos pero al revés. Slytherin contra Gryffindor, Gryffindor contra Slytherin. Unos ideales contra otros. Es lo mismo, bueno, no lo mismo exactamente, es... parecido. 
 
Se quedó callado. No sabía cómo tomarse aquellas palabras. Remus, su amigo, su querido amigo lo acababa de comparar con su propia familia. Que él hacía lo mismo... y lo peor de todo es que no supo como replicarle, qué responderle, cómo defenderse. No era lo mismo, bueno, en parte sí, pero por diferentes motivos, no era odiar por odiar, detrás había un sin fin de motivos que mil veces les había explicado a sus amigos. 
 
Se levantó y salió del gran comedor con un Remus llamándolo de fondo. Necesitaba despejarse. Aquel día empezaba de maravilla, pensó irónicamente. Primero le jodían el baño y ahora le jodían el desayuno. ¿Qué sería lo siguiente? ¿encontrarse a su madre esperándolo en su cuarto para pasar el día juntos como madre e hijo? Se tocó las sienes algo irritado. 
 
El resto del día pasó sin más, evitando hablar con Remus. Aún no sabía cómo responderle. Estaba irritado, enfadado con su amigo, no le había gustado lo que había dicho, pero por otra parte lo pensaba y algo de razón tenía y eso le molestaba aún más. Sí, algo de los Black corría por sus venas. 
 
*****************
 
El domingo Remus bajó a desayunar junto a Peter, quedándose James en el dormitorio junto a él.
 
-¿Qué ha pasado?- le preguntó el de gafas sin miramientos. 
 
-Nada. 
 
-No soy estúpido- lo miró sonriendo socarronamente y recibió un golpe en el brazo -estoy hablando en serio. Cuéntame qué ha pasado. 
 
-Ayer en el desayuno salió el tema de Regulus, mi familia y todo eso, ya sabes- se encogió de hombros y continuó con lo que decía -y Remus dijo algo que me molestó y aún lo hace. 
 
-¿El qué? 
 
-Me comparó con ellos, dijo que tengo actitudes de un Black. Que excluyo e insulto a los Slytherin como ellos lo hacen con los Gryffindor- James se quedó pensativo durante unos segundos. Aquel era un tema delicado para Sirius y el de ojos castaños lo sabía. 
 
-Bueno, yo también lo hago y no soy un Black- Sirius levantó las cejas al escucharlo -quiero decir, a mi tampoco me agradan los Slytherin precisamente y no soy de tu familia. Creo que lo que te dijo Remus va mas allá que lo de ser un Black o no. 
 
-Lo peor es que tiene razón, ¿sabes? Pero compararme con ellos me parece injusto- sentía el enfado volver a su cuerpo. 
 
-Ya, es una putada de las gordas- ambos rieron cortando un poco el mal ambiente -pero ahora entiendo el por qué ayer se pasó toda la tarde esperando que aparecieras por la sala común. No se fue a dormir hasta que llegaste. Supongo que estaba preocupado.
 
-Necesitaba pensar, ya sabes.- James le tocó el hombro y se levantó, desperezándose.
 
-Venga anda, será mejor que bajemos a desayunar porque estoy hambriento. 
 
Cuando llegaron al gran comedor, Sirius vio a su hermano sonriente junto a Snape. No sabía de qué hablaban pero su hermano parecía pasarlo bien. Entonces miró a la mesas de su propia casa, allí estaban Peter y Remus, el último algo cabizbajo. Quizá lo mejor sería hacer como si nada, al fin y al cabo era uno de sus mejores amigos y una de las mejores personas que jamás había conocido. No merecía la pena estar molesto por algo así. 
 
Al llegar a la mesa se sentó junto a Remus, y este lo miró a los segundos. 
 
-Lo siento, no debí decir lo que dije- al ver la expresión de Remus sintió cierta culpa por haberlo preocupado el día anterior. 
 
-Da igual, olvídalo- se encogió de hombros intentado que no se sintiera mal. 
 
-No, en serio, no eres como ellos, lo siento- Sirius le revolvió el cabello sonriendo y sintió que el castaño se relajaba un poco. 
 
-Está bien, de todas formas algo de razón tenías... digamos que... ¿50-50?- Remus sonrío. -Mastica Peter, que te vas a ahogar, tío. 
 
Los tres rieron al ver a Peter con las mejillas repletas de comida. Más que una rata, parecía un hámster almacenando comida. Sí, la tensión que había unas horas atrás ya no era palpable en el ambiente. Volvían a estar como siempre. Algunos alumnos de Gryffindor los miraban por el escándalo que tenían montado, y hasta el propio Dumbledore le sonrío cuando sus miradas se cruzaron por unos segundos. 
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).