Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

RDragón por MiRoApril

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Últimamente solo podía tener, ¿Pesadillas? ¿Era una pesadilla? Todos los sueños eran iguales, más no ocurrieron en el mismo lugar, además del primero en todos los demás se encontraba en la habitación de la academia. Su amiga le realizaba la misma pregunta, “¿Quién es el dragón rojo? ¿Lo sabes? “ ¿Debía saberlo? No entendía el interés de YooBin por el dragón rojo, era una historia de niños, con suerte recordaba cómo iba la historia y tampoco la preguntaría a sus padres. Pero, ¿Era real? ¿Era un sueño? Despertaba y lo recordaba, parecía tan real que difícilmente decía que era un sueño. La primera vez en su casa pareció más real, aun así no lo pregunto por no parecer un idiota, ¿Qué tal si lo había soñado?

 

Había pasado un largo tiempo desde que su interés por la historia había desaparecido, años y que de la nada su amiga le recordara un cuento de infancia, si es que era su amiga quien se lo había recordado, recordó viejos tiempos, entre ellos a su abuelo. ¿Por qué creía que YooBin le había preguntado por ese cuento? Si era un sueño ella no estaría a su lado por la mañana y así fue. Aunque no cerraba la puerta de su habitación, en casa de sus padres, en la academia YooBin no sabía su número de habitación, era imposible que fuera hasta su habitación, se quedara en la ventana y lo observara dormir. ¿Podía soñar menos lógico?

 

Era un sueño, debía convencerse de eso, pero al mismo tiempo debía entender el porque estaba recordando en un momento como ese un pasado tan lejano, prácticamente de la infancia, un cuento infantil que no tenía tema para aparecer en su vida actual, siquiera tenía hijos pare relatar el cuento como si este hubiera desaparecido de su memoria, por ende, tenía que pensar mejor lo que le estaba sucediendo.

 

Quizás solo un mal sueño.

 

La semana ya había iniciado con extraños encuentros, el primero era encontrarse en clase, una vez más sin la presencia de YooBin a su lado como en varios días, pero esta vez tampoco se encontraba Daesung, ¿Cómo se suponía que debía soportar a Hero? La clase ya era aburrida y espeluznante, una mala escena de terror, enfrentarla solo, era peor.

 

La asistencia como todos los días, fue a viva voz por parte del maestro, en ese caso Hero, para su sorpresa saltando el nombre de dos o tres compañeros que juro faltaban en esos baches. Con el tiempo de escuchar la misma lista todos los días en cada clase, notarían inmediatamente que esta fue modificada. Faltaban tres, entre ellos Daesung.

 

Al final la clase, el sombrío fue el primero en desaparecer por el pasillo, y como cualquier persona, su curiosidad no se alimentaría si no abría la boca. Se acercó hasta Hero, el único maestro hasta el momento con el que había notado esa ausencia, seria al primero que le preguntaría. Pero una vez que estuvo cerca, la voz del hombre le detuvo en cuestión de segundos.

 

—No te metas en otros asuntos. — Fue la respuesta de Hero a ninguna pregunta que formulara por su boca.

 

¿Tan obvio era?

 

No creía posible ser obvio con solo un acercamiento, pudo acercarse a preguntar sobre el último examen, que para su sorpresa no reprobó, aun así la calificación era baja, tenía dudas, pero Hero no las resolvería, para eso debía consultarle a Yoobin.

 

Se quedó en el pasillo viendo como el cuerpo de Hero se perdía por las escaleras. Con esas palabras no se sentía tan valiente de seguirlo y menos enfrentarlo para preguntarle una estupidez como esa, de seguro algunos notaron que esa academia no era buena en enseñanza, por Hero, no veía problemas en otros maestros, podía decir incluso que gracias a Rain su cuerpo estaba más tonificado, ese hombre si sabía de ejercicios físicos sin exigirle al cuerpo, como si conociera cada parte del cuerpo, músculos y huesos.

 

Por otra parte, ¿Qué tal si estaban enfermos? Pero de estar enfermos,  ¿No debían aparecer en la lista de todos modos? ¿Por qué estaban desaparecidos?

 

Su cabeza era demasiado creativa desde que tenía los sueños de YooBin, cualquiera al que le hablara al respecto confundiría el sueño con sentimientos, todo porque aparecía la mujer en ellos y no pensarían directamente en el posible significado que tenía este. ¿qué podría significar?

 

Otro acontecimiento de la semana era el hecho de recuperar su computadora, otra escena extraña. ¿Es que todos con el tiempo se volvían fríos y distantes? ¿Eso provocaba la academia? Estaba bien ambientar el lugar en tiempos pasados, pero era demasiado el hecho de que todos tomaran personalidades parecidas a reyes o misteriosos tipos enmascarados que pudieron existir, empleados, toda esa formalidad, ¿Para que seguir actuando? Los primeros días era divertido, con el tiempo, era frustrante.

 

Seung Hyun apenas le vio en  el marco de su puerta, se puso de pie, tomo el aparato tras él y lo entrego en sus manos, sus palabras fueron tan secas que le hicieron sentir la soledad en la que se encontraba en ese lugar. No existía con quien hablar.

 

Para empezar, había subido las escaleras con tantos nervios que no podía entender donde aparecieron ellos. Su último encuentro con el inspector le revolvió el estómago, en el buen sentido de la palabra. Acorralado contra una pared, con esa mirada amenazante, solo pudo ver el atractivo del mayor, no hablaría de sentirse confundido o algo parecido, se sintió intimidado, ¿Seria esa forma de expresarlo? No quería ser patético pensando cosas de chicas como el típico…”Ahh.. Que guapo” “Me late el corazón cerca de él” Estupideces que claro, él creía un chiste. ¿Nervioso por un hombre?

 

No creía enamorarse de un hombre, aunque no lo veía improbable, más dudaba que ocurriera, al menos el no se sentía atraído por ninguno, pero tampoco tomaba las orientaciones como un tabú. ¡Ya era hora de abrir los ojos! La maldita sociedad tenía a gran parte de la población, sobre todo la asiática, escondiendo a los homosexuales cuando descaradamente realizaban películas, novelas e incluso obligaban a los idols a realizar lo que las empresas de entretenimiento llamaban como “Fanservice” ¿Por qué a las mujeres les gustaba ver a dos hombres juntos? Por la misma razón que a los hombres les gustaba ver a dos mujeres juntas. La diferencia estaba en que un hombre lo veía hermoso, de buena forma, incluso si no fuera algo sexual, pero algunas mujeres se espantaban de saber que entre hombres realmente existía esa relación.

 

Mientras existiera como una fantasía no había problema. No entendía ese concepto.

 

En fin. Todas esas mariposas y no sabía cómo más llamar a la estupidez que sintió al subir hasta la oficina, desaparecieron cuando el famoso y guapo inspector le trato como si nada.

 

—Cumplo con mi palabra.

 

Fue lo único que salió de sus labios para luego ir hasta su escritorio y volver a sus malditos papeleríos. Si le hacía las cosas sencillas no había nada divertido. El esperaba distraerse un poco discutiendo con el inspector, después de todo era el único que le llevaba la contraría en ese lugar.

 

Se había acostumbrado tanto a depender del móvil que siquiera prendió la computadora en su habitación para utilizarla, no tenía ánimos de llamar a sus amigos, ni a sus padres, solo necesitaba que su vida tuviera una vez más una emoción para sonreír día a día.

 

 

Ya se consideraba un loco. No quería dormir, podía quedarse mirando el techo de su habitación por unas horas hasta que sus ojos se cerraran, esa rutina la había tomado una semana después de seguir soñando con Yoobin, ya no solo aparecía en el alfeizar de su habitación, ahora la encontraba sentada en su escritorio, y para peor, fue aquella vez que la vio cuando sus ojos cansados lo traicionaron en la biblioteca. ¿Es que podía soñarla en cualquier lugar que estuviera? Eso ya no era normal, pero siempre terminaba despertando, debía ser un sueño. Si ya estaba despierto y la veía ahí, ¿Por qué volver a dormirse? Sus parpados pesaban tanto que no se resistía a volver a cerrarlos.

 

Esa noche, fue lo último que pudo aguantar.

 

En una mañana de viernes, con un mal despertar. Se vistió como lo hizo normalmente, todas las mañanas era lo mismo. Paso por la cafetería por un café para mantenerse despierto, aunque se trataba de HaRa, por ende podía dormir si quería, la mujer era bastante comprensiva cuando se trataba de la salud y el no estaba descansando bien. De partida, prefirió faltar a clases y se quedó nada más en el segundo piso apoyado contra el alfeizar de una ventana en un pasillo poco concurrido por los alumnos. En realidad, tenía la gran oportunidad de ir hasta su habitación y volver a dormir o a intentarlo, pero ese día se encargaría de buscar a YooBin. Sus sueños probablemente le indicaran que debía buscarla, ya que después de ese fin de semana no había vuelto a ver a su amiga.

 

 

Sus secos labios, su botella de agua vacía a un lado, solo le indicaban una opción para saciar su sed, bajar hasta el comedor.

 

Tenía una opción tan sencilla como ir hasta su baño y beber agua directamente del grifo, pero con la contaminación que existía en la actualidad, ¿Quién le indicaba que esas aguas estaban completamente limpias para ser ingeridas? Bien, lo había hecho una o dos veces, pero con su cabeza sin darle un descanso, prefirió tomar un paseo corto hasta el comedor buscando que el sueño apareciera tan pronto como lo hacía al ver a su mejor amiga en sus sueños.

 

El silencio era espeluznante a esas horas de la noche, ya entendía por qué no había bajado solo antes por agua o cualquier cosa que se le ocurriera durante la madrugada. Es que ese castillo era tenebroso. ¿Qué tal si escuchaba pasos? ¿O voces? Se asustaría más de lo normal. Lo paranormal no iba con él. ¡No!

 

Como todo hombre, busco valentía de donde no existía y bajo las escaleras a oscuras, con la ligera ayuda de la aplicación en su móvil, ya todos esos aparatos traían una linterna incorporada por parte del flash de la cámara, de algo debía servir el aparato.  Has el momento en el que llego al comedor no escucho nada, pero podía sentir la presencia de alguien tras él o en cualquier lado de ese castillo, como si le estuvieran siguiendo, más creía que era la típica sensación que se sentía al encontrarse a solas en un lugar como ese, sobre todo a oscuras.

 

Abrió la nevera y saco una nueva botella de agua. Quería volver a su habitación antes de notar que estaba en otro maldito sueño y YooBin aparecería de la nada para asustarle y volver a preguntarle sobre el maldito dragón rojo. A esas alturas odiaba todo.

 

Por el mismo pasillo donde llegó, vio la figura familiar, era el cuerpo de YooBin, lo reconocería perfectamente, la forma en que su cabello caía por su espalda, con las puntas onduladas, ese color no muy común entre los asiáticos, parecido a un rubio, pero era un tono anaranjado.  No sabía si llamarle, saludarla o esperar a lo que sucedía en todos sus sueños.

 

Pero no sucedió.

 

El uniforme que traía ese cuerpo era diferente, era el uniforme de la clase nocturna. Así fue como recordó a la mujer que vio en el centro comercial aquella vez, ¿Era la misma? ¿Qué hacía en ese castillo? No estaba sola, estaba acompañada, no exactamente de compañeros de su misma clase, ya que los otros cuerpos, femeninos, tenían ropa casual y podía creer que eran de su clase.

 

¿Y si estaba loco?

 

Los cuerpos no tardaron en salir por la puerta principal. No era viernes, no sabía cómo se suponía que eran las clases nocturnas, pero a ellos no los dejaban libres hasta el viernes por la tarde, por ende no podían ir a recogerlos o ir se en bus, estos solo se encontraban disponibles para el fin de semana, ¿Por qué salir a esas horas? Sabía que muchos disfrutaban de romper las reglas, esa academia no sería una excepción.

 

No, no debía meter más cosas en su cabeza, volteo y se dirigió a su habitación, ya tenía suficiente. ¿Dónde se suponía que se encontraba el supuesto inspector que se paseaba por los pasillos de ese castillo? Dos cosas, esa mujer no era YooBin y ese no era un sueño, por lo que todo estaba bien hasta el momento, si seguía a esas tres solo volvería a calentar más su cabeza, no necesitaba pensar más.

 

Con la botella en sus labios ingreso a su habitación, cerro su puerta y por lo curioso que era el humano, se acercó hasta su ventana, volvió a sentarse en el alfeizar y observo como esas tres intentaban salir por las rejas completamente cerradas, un espectáculo que sería digno de ver, probablemente para hacerle gracia un poco. Con tantas cosas en su cabeza había perdido el sentido del humor.

 

Con un nuevo trago a su agua, sus pestañadas se volvieron más lentas, sus ojos pesaban una vez más, ¿Realmente estaba…? El sueño llegaba cuando no lo llamaban. Su mirada se quejó fija en las tres mujeres frente a las rejas, pero no vio ningún movimiento, sus ojos se cerraron por completo y su cabeza se apoyó contra la pared.

 

 

Se estaba volviendo loco. Conclusión.

 

 

Termino tomando sus cosas de lo cansado que estaba, ubico su bolso en su hombro y bajo las escaleras. Soltó un bostezo mientras cubría su boca con su diestra, realmente necesitaba un descanso. ¿Cómo hacerlo con tantas preguntas en su cabeza? El pasillo estaba libre, todos en clases, era obvio, el único que se las había saltado. Ya no dudaba en encontrarse al inspector y tener que dar explicaciones de porque no estaba en clases, más se encontró una escena que no creyó esperar…

 

—No, no lo haré. — Se quejo YooBin quitándose de encima la mano de Seungho.

 

—Debes hacerlo, no tienes de otra.

 

—Que no, no quiero y no lo haré.

 

Ahí estaba, finalmente la chica que le quitaba el sueño. Pensó decir esa frase cuando se encontrara completamente enamorado y de forma metafórica, pero resulto ser que se trataba de su amiga y de una forma completamente literal.

 

—Dijiste que lo harías, ahora hazlo. —Pronunció amenazante Seungho.

 

—No. No estoy lista para eso.

 

¿No estaba lista? Sabía que su mejor amiga había mentido con respecto a tener una relación solo por él, no pensó que fuera real y que esta se trataba de ese tipo, el supuesto “Amigo de infancia” Debía pensarlo bien, YooBin le había mencionado que jamás había tenido una primera vez de nada, absolutamente nada, ¿Qué era lo que buscaba ese tipo?

 

Como todo amigo, no dudo en acercarse, su idea era volarle los dientes a Seungho uno por uno. Podía ver como este le aprisionaba la muñeca una vez más a YooBin con fuerza, pues esta tironeaba de su brazo para conseguir liberarse.

 

Se acercó amenazante, dejo caer a un lado su bolso sin importarle meterse en problemas. ¿Dónde estaba SeungHyun cuando se le necesitaba? Ahora era cuando tenía una primicia, el metiéndose en problemas por golpear a alguien y el tipo forzando a una alumna, que por sus palabras no sonaba a nada inocente.  Uno, dos y tres pasos dio hasta clavar su puño contra el rostro contrario, conocía su fuerza no era débil, ese golpe había dejado a muchos tirados en el suelo con un par de dientes menos, el labio sangrando y uno que otro inconsciente.  A ese tipo, no le había hecho rasguño alguno, aunque llevo su mano hasta su rostro por el supuesto dolor, su mano parecía más resentida que el golpe que el otro recibió.

 

—Te dijo que no. — No retiro su postura.

 

—¿Siempre apareces donde no te llaman? —Se quejó el hombre.

 

—Por ahora me alegro que sea así. —Tomo de la mano a YooBin. — Ahora déjala, ¿Quieres?

 

La mirada del tipo fue directamente a su mejor amiga, otra escena de lo más extraña. Comúnmente todos eran de continuar la pelea y no dejarse pisotear el ego, pero ese tipo guardo silencio viendo a YooBin tras su cuerpo. Acaricio su mejilla como si se tratara de un gran dolor, apretó sus labios y finalmente vio como de sus labios salía una que otra gota de sangre. Entonces entendió, ese tipo solo se resistió al golpe para parecer más intimidante.  

 

—Me las vas a pagar. — Dijo en un tono algo desinteresado.

 

Se giró y tal como lo conoció, se alejó.

 

—Dragón…—Dijo en un susurro la mujer tras su espalda.

 

—¿Estas bien?

 

—Si, bueno…—Apretó sus labios y tomo su mano. — ¿Tu mano está bien? Digo…

 

¿Su mano? ¿Había notado la diferencia del golpe?

 

—¿Qué mierda te pasa? Desapareces por semanas y ahora te encuentro con este supuesto amigo de infancia forzándote a dios sabe que… ¿Puedes explicarme? Porque no estoy entendiendo nada.

 

—También tengo deberes que hacer Jiyong. —Se excusó.

 

—¿Y esos deberes te dejan fuera de la clase de Hero? —Arqueo una ceja. — Van dos semanas que no vas… Sé que eres buena en los números pero ese viejo no te permitirá aprobar su clase si no asistes a ella.

 

YooBin inmediatamente sonrió y soltó unas risas suaves.

 

—¿Te preocupaste por mí? — El siguiente movimiento, si lo sorprendió.

 

Su amiga alzo sus brazos y rodeo su cuerpo en su abrazo. De todo ese tiempo juntos no habían tenido ese tipo de contacto físico. Eran cosas de su cultura, pero tampoco la rechazo, era como si el tormento de sus sueños se fuera con un simple contacto con la mujer.

 

—Eres de los que no hay…—Dijo YooBin tras separarse apenas para lograr ver sus ojos.

 

—¡Hey! Ustedes…

 

Y esa voz era la que estuvo esperando minutos antes.

 

—Sepárense, esto no…—El inspector guardo silencio y se quedó observando atentamente a YooBin. —Pasaran más tiempo juntos…—Dijo en un tono seco. — No en los pasillos.

 

—Disculpe señor.

 

YooBin realizo una venía como de costumbre y tomo su mano para alejarse.

 

El camino hasta los jardines fue más largo de lo que espero, por otra parte su cabeza estaba en otro mundo, ya no tratándose solo de su amiga, sino del inspector y el por qué no dijo nada por la falta de asistencia a las clases. Seung Hyun solo se les quedo mirando mientras se retiraban, pudo verlo cada vez que giraba su cabeza para asegurarse que seguía ahí, fue esa la razón del porque se le había hecho tan largo el viaje y otra fue comparar las sensaciones de su cuerpo. Sí, porque después de un abrazo con YooBin sin otras intenciones, sus nervios se hicieron presentes al ver al inspector a su lado. Tal y como aquella vez que fue por la computadora, solo que ahora tenía la necesidad de aclarar la escena, más por YooBin no pudo hacer más que seguirla.

 

—¿Por qué no nos castigó? —Pronunció sentándose al lado de su amiga en una de las bancas.

 

—¿Debería? Hm… No creí que debiera hacerlo, no hicimos nada malo.

 

—No, pero… Faltamos a clases.

 

—Oh…¿Debería castigarnos por eso? —Volvió a preguntar en ese tono inocente.

 

—Olvídalo... —Tomo aire. — Por cierto. Necesito hablar contigo.

 

—Claro. ¿No me estuviste extrañando estos días? —Rio leve.

 

—De hecho es por algo así.

 

—¿Eh?

 

—Estas apareciendo en mis sueños…

 

YooBin rio leve en forma de burla, podía sentirlo.

 

—Entonces, estas soñando conmigo… ¿Y que pasa en tus sueños?

 

—Bueno. —Pensó por un momento. — Me preguntas siempre por el dragón rojo.

 

—¿El dragón rojo? —Pronunció desentendida. — Conozco la historia. ¿Tu no?

 

—Si, claro, pero, ¿Por qué estaré soñando con algo así? —Tomo una pausa. — Y anoche…. —La miro fijamente. — Anoche había una chica muy parecida a ti en el castillo, con uniforme de la clase nocturna. Estaba con otras dos chicas y salieron en medio de la madrugada.

 

—¿No fue otro sueño?

 

Era cierto, había despertado en su cama, ¿Cómo pudo dormirse en el alfeizar y despertar en su cama? Pero ese sueño…

 

—No. —Dijo con firmeza. — Fue real.

 

—Hm… Bueno. —YooBin comenzó a relamer sus labios, estaba algo nerviosa, podía notarlo. — No pude ser yo, estaba en mi habitación. Yo… Reprobé unos exámenes y pedí realizarlos otra vez, me ausente esos días por eso.

 

—¿Estuviste estudiando?

 

La mujer asintió.

 

—Pero. — Tomo una pausa. — ¿Conoces el carnaval?

 

—¿Carnaval?

 

Asintió.

 

—Todos los años hacen un carnaval, ya sabes… Juegos mecánicos, puestos de comida, juegos a la suerte, bailes y todas esas cosas. —Dijo normando con sus dedos. — En una de las festividades que hacen en el carnaval se trata del dragón rojo. ¿Quieres ir?

 

—Espera. ¿Cómo llegamos del tema de mis sueños a un carnaval?

 

Nada tenía sentido. Tantas cosas en su cabeza lo estaban hartando, todo el mundo tenía su paciencia y el también, no era que acabaría con todo, pero deseaba respuestas. ¿Qué lógica tenía? YooBin no podía saber sobre sus sueños, porque eran eso, sueños. Pero la noche anterior pareció tan real, si no fue su amiga, ¿Quién fue?

 

—Estoy cansado. — Dijo finalmente cambiando el tono de voz. — No he dormido bien, apareces en todos mis sueños, todos aquí actúan de manera extraña, Hero me tiene harto con su misterio de mierda, el inspector también, ya no tengo a mis amigos en clases. Si hay algo que sepas de este lugar… Lo quiero saber. Ahora. — Pronunció firme.

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).