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Memorias de Nadie por Alejandra Kurosaki

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Notas del fanfic:

Anteriormente había escrito algunos Fics, lamentablemente los perdi, así como mi usuario. Eran sobre Naruto (a nadie le importa lo siento :D)

Me encanta Bleach, (aunque las últimas sagas están hechas con las patas jeje)

Me encanta el IchiUryuu, pero también el GrimmIchi, UlqIchi y todo lo que tenga que ver con violar a Ichigo o Uryuu. (No, la violación es broma, siempre lo hacen por su voluntad, o por la mía en este caso jejeje)

 

En fin, espero que esté relato sea de su agrado. Es mi primer Fic con temática de Bleach  también espero no alargarlo mucho, (odio los fic muy largos)

 

Gracias por leer!! 

Ale K.

Notas del capitulo:

Daremos una vista previa al pasado de nuestros personajes.

1.- Lemon desde el primer instante.

2.- Groserías

3.- Sadomasoquismo (o un intento vaya)

Es todo lo que puedo decir en mi defensa...

 

Ahora, vamos a la lectura !! <3

**Ichigo***

Siento como las uñas se entierran en mi espalda, me escuezen, pero eso no importa. Me aferro a las caderas níveas y aterciopeladas y aumento considerablemente las embestidas sobre mi amante.

Las gotitas de sudor caen sobre mi frente para finalmente morir en la de él. ¡Oh por Kami! Es tan hermoso verle sonrojado, y gimiendo sabrá que cosas. Es el tercer acto que tenemos antes de que comience a salir el sol. Nuevamente llegaremos tarde al instituto, ojerosos y cansados. Pero eso no importa ya, quiero que diga mi nombre, quiero que abra la maldita boca y diga que me ama.

 

-Vaya... ¿Aún tienes bastante energía?... Mjhn... —Me pregunta jadeando.

-¿Quieres que paré? —Le cuestionó al tiempo que lo tomo en brazos y lo coloco en posición de loto sobre mi. -Vamos Uryuu, ya casi amanece y tenemos que ir a la escuela, pronto acabaremos.

-¿A quién le importa la... maldita escuela ahora?, ¡Termina de una puta vez! —Me dice apretando los dientes.

Siento como su mano choca en mi cara, y me deja ver su sonrisa perversa. Ha llegado el momento, me digo mentalmente.

Tomo a mi amado y lo giro para dejarlo de espaldas a mi.

-Te vas a arrepentir por esto, Ishida. —Le amenazó por la cachetada de hace un momento, escucho mi voz ronca, amenazante.

Me inclino hacia enfrente, y tomó su orgullo viril con la mano, con la otra, tomo su cabello enredandolo en mi puño y lo jalo hacia atrás, siento como vibra debajo de mi, cada músculo siente el placer cuando tocó ese punto sensible para él.

Comienzo con movimientos lentos, sintiendo como me aprieta, como tensa la espalda y me mira de reojo, él sabe perfectamente lo que está apunto de suceder, siempre ha sido así, salvaje, bestial.

-Eres un maldito... degenerado... Kurosaki... Mjhn —Lo dice entre suspiros ahogados, aferrando sus manos a las sábanas, estrujandolas.

Y entonces comienzo a acariciar su miembro, duro como una roca, caliente y exquisito, al tiempo que comienzo con una brutal danza de caderas, sintiendo aquel punto que lo hace gemir terriblemente. Sincronizo mi mano con la pelvis, y mi amante se retuerce de placer debajo de mi, entonces me acerco a su oído y muerdo el lóbulo, escuchando como sisea, algo quiere decirme pero los espasmos del inminente orgasmo no lo dejan.

-Quiero escucharte Uryuu... mjhn... quiero que lo digas o voy a parar todo esto. —Me mira de reojo, veo esa oscuridad en sus ojos, el vivo destello de la lujuria.

-No te atreverías, bastardo... Mjhn... —Gira el rostro y siento como empuja hacia atrás la cadera, haciendo que me dé un espasmo de placer.

 

***Uryuu***

Estoy a su merced, pero no cederé, quiero sentir todo lo que tiene que dar, tras haber pronunciado las palabras anteriores Ichigo hace lentos sus movimientos, sintiendo como el calor de mis entrañas baja considerablemente, siento morir, no quiero que termine, no así.

-Estas jugando... Sucio... Aahhh... 

-Dilo... Quiero escucharte. Es una maldita orden... —Y alcanzo a ver cómo de muerde el labio inferior.

Siento como jala más mi cabello, duele, pero es un agradable. Intento voltear mi cara hacia él en la misma posición donde se encuentran sus labios, me encanta cuando me besa estando detrás mío.

-Vamos... Estúpido, dilo...

Dice entre mis labios y siento como todo a mi alrededor da vueltas, estoy a punto de llegar, pero si no se lo digo, se enfadada mucho.

-Ichigo... -Veo como en sus ojos está ese destello, esa luz de lujuria, sus pupilas se dilatan y siento como acelera las estocadas mientras su mano no deja de acariar mi miembro.

-¡Oh Uryuu!... Ahhh... Ahhh...

-Te... Te a-amo... Desgraciado!

Y entonces ocurre, siento como algo caliente y delicioso me quema por dentro, como Kurosaki se desploma sobre mi espalda, mordiendola fuertemente, duele, pero el dolor se mezcla con el placer y no aguanto más, mi tan esperado orgasmo llega, siento como mi virilidad comienzo a chorrear de entre la mano de mi amante, ya que siempre tiene esa maldita costumbre de tapar por completo mi glande.

Nuestras respiraciones resuenan por toda la habitación, que apenas está siendo iluminada por los primeros rayos del sol. El ambiente huele a sexo, siento los ojos pesados, me duelen, el cansancio me vence, sintiendo levemente como Ichigo sale despacio de mi. Después, no siento nada.

 

***Ichigo*** 

 

Lo miro desvanecerse sobre la cama, sudado, escurriendo la miel de nuestros cuerpos, siempre es igual, termina rendido, pero también es porque yo no doy tregua. Llevamos cerca de una semana haciéndolo, diario, a todas horas y dónde nos encontremos. Sonrió al pensar en cada rincón de la casa donde nos hemos amado.

Nunca esperé sentir esta pasión por él, es decir, que llegáramos a tanto, hace apenas unos meses nos confesamos el uno al otro, aquella tarde de verano, dónde por primera vez probé el dulce sabor de sus labios. Solo de pensarlo siento como mi "amigo" comienza a reaccionar. Debo despejar mi mente sino quiero terminar violando a alguien dormido.

Veo el reloj digital que se encuentra en el buró al lado de la cama, marca las 5:01am, por suerte este día tenemos clase hasta las 9:30 am. 

 

****

Ichigo y Uryuu, eran como el agua y el aceite, más sin embargo se complementaban muy bien. Por esos días cumplirían cerca de 8 meses desde que comenzaron a salir. Ichigo vivía con sus hermanas y su padre, pero hacía apenas una semana que habían salido a tomar unas vacaciones. Las hermanas del chico no acudían a una escuela en especial, más bien recibían educación de un maestro privado, su padre se encontraba agotado de tanto trabajar, así que decidió junto con  sus hijas, realizar varios viajes por distintos destinos turísticos del país, durante un mes completo. Nuestro pelinaranja se relamió los labios, pensando que aún quedaban 3 deliciosas semanas por disfrutar con el chico de cabellos oscuros.

Uryuu por su parte vivía con su padre, afamado director y doctor del Hospital General de la ciudad de Karakura. A base de mentiras, como trabajos en equipo, una escursion y lo que se le ocurriera, lo usaba para que su padre le permitiera no dormir en casa. Y vaya que se lo había creído muy bien. Se decía que tenía que aprovechar al máximo que la casa de Ichigo estuviera sola.

El pelinaranja se levanta de la cama para dirigirse al baño, su cuerpo estaba bien desarrollado, sus brazos y abdomen bien trabajados, los cuales siempre han sido causa de envidia entre los chicos de su clase, y a la vez eran venerados por sus compañeras. No le importaba cuando en clases de natación lo admiraban, en especial Uryuu, quien siempre aguantaba el deseo de tocarlo, pero a los ojos del Kurosaki no pasa desapercibido ese brillo de lujuria en ellos.

Abrió la regadera, sintiendo como el agua recorria su cuerpo, se quedó ahí, pensando en nada, solo disfrutando el momento. Cierra los ojos y siente como unas manos comienzan a recorrer su torso. Se deja hacer, no hay nada tan gratificante que sentir las manos ya expertas de su amado sobre el.

-Basta Uryuu —Dice esbozando una sonrisita. -No querrás llegar en silla de ruedas al instituto.

-Es sólo una caricia, Ichi-chan... Además está vez no me invitaste a tomar un baño.

El de cabellos oscuros lo rodea quedando justo frente a él, le da un pequeño beso en la comisura de los labios.

-¿Quiere tallar mi espalda? Amo... —Ishida se da la vuelta, frotando aproposito sus nalgas en el sexo apenas erguido del pelo naranja.

-Cuidado Ishida, estás jugando... Con fuego. -Le dice mientras lo aprisiona entre él y la pared del baño, poniendo la rodilla entre las piernas del pálido. Y de nuevo se dejan llevar por la pasión.

 

***Uryuu***

 

Las clases transcurren normal, a excepción de que la maestra ha decido ponernos un exámen sorpresa, Maldito Ichigo, si tan solo anoche me hubiera dejado estudiar un poco.

Lo miro de reojo y lo encuentro pensativo mirando por la ventana. Daría cualquier cosa por saber que atraviesa por su mente en estos momentos.

Regreso la vista a mi hoja de examen y contesto las 3 primeras preguntas, parecen fáciles. Siento como esa mirada potente me atraviesa la espalda y un leve escalofrío recorre mi cuerpo hasta la entrepierna al recordar lo sucedido anoche. Giro mi cabeza hacia la persona que me está viendo fijamente, y ahí está esa puta sonrisa, me guiña un ojo antes de levantarse y se dirige hacia la maestra para darle su hoja.

-Vaya señor Kurosaki, veo que ha terminado rápido. Puede esperar en el pasillo hasta que los demás terminen.

Veo que hace una pequeña reverencia y se dirige hacia la puerta, pero no sin antes mirarme y ver ese brillo en sus ojos, lo reconozco, sé que está sediento, y pensándolo bien, no lo hemos hecho en la escuela, me propongo terminar rápido el exámen.

 

****

Cierto peliazul recorre los pasillos de la escuela, su trabajo consiste básicamente en cuidar que todo alumno entre a clase, revisar la zona norte del instituto, así como tener bajo su control las llaves del laboratorio, siendo así como un tipo supervisor. Su mirada es fría y felina, sus ojos celestes miran a su alrededor. Y divisa a unos cuantos metros una cabeza naranja, camina con soltura y desición, -Seguramente volvió a hacer de las suyas —Piensa para sus adentros, el pelinaranja está distraído mirando su móvil, apretando unas teclas aquí y allá.

 

-Kurosaki. —El aludido cierra su teléfono y lo guarda de inmediato en la bolsa izquierda de su pantalón, -¿Si? ¿Que ocurre, Grimmjow-san?

-Es lo mismo que pensaba preguntar, ¿De nuevo fuiste castigado?

-¡Oh! Claro que no. La maestra nos puso un exámen y hace unos momentos lo termine.

-Vaya, eres listo chico. —Y le dedica una sonrisa.

Continuaron su plática, hablando de trivialidades. No tardó en aparecer por la puerta el de cabellos oscuros, apenas iba a decir algo cuando vio a Ichigo acompañado por Grimmjow, no pudo evitar sentir esa punzada en el pecho, no le gustaba verlo hablando con el.

-¿Tú también haz terminado el examen, Ishida?

-Asi es. —Contestó secamente, no podía evitarlo, sabía de antemano que aquel chico en varias ocasiones le había insinuado cosas a Ichigo, quien por supuesto le respondía con una negativa.

Ichigo noto el descontento en su voz, solo esperaba que no pasara algo malo ahí. Grimmjow entendió de inmediato, y caminó rodeandolos diciendo:

-Ya entiendo Ishida-san, no te preocupes, no me acerco a Ichigo con esas intenciones. —Remarcando sus últimas palabras se paró delante del pálido y mirándolo fijamente pronunció -Sé lo que se sienten los celos, no te preocupes. —Y se alejó de ellos, dejando a Ishida con los puños apretados dentro de sus pantalones.

-Tú te lo buscaste, Uryuu.

-Lo estás justificando, idiota. —Dijo con rabia el piel nívea.

-No. ¡Por Kami! Solo estábamos teniendo una charla como compañeros. Deja eso ya, por favor.

—Suspiro cansino.

-¡Seguro que si! ¡Ese imbécil solo quiere cogerte! ¿Acaso no lo vez?

Ishida frunció el seño y apretó los puños hasta que los nudillos se le pusieron más blancos. Ichigo alargó su mano hacia su rostro, entrecerró los ojos y suspiro levemente, sintiendo la suavidad de la piel de su amado,

-Basta ya Uryuu, lo que piense o no Grimmjow no me importa. Quien en verdad me importa eres tú.

Ishida cerró los ojos, saboreando la caricia del pelo naranja. Sabía que aquello era verdad, y le enfermaba, pero lo que más le preocupaba era que sabía que había algo entre ellos. Hasta donde sabían nadie, incluyendo a sus amigos desconocían que eran pareja.

 

Grimmjow entro a su oficina, apenas prendió la luz dio un pequeño salto hacia atrás, le asustó bastante que el pelinegro se encontrará ahí, pero hizo lo posible para que el mayor no se diera cuenta

-¿Qué se te ofrece Cifer?

Sus palabras sonaron con rabia. Tenía que hacerlo, porque el peligro lo podía oler en el aire.

-Nada, solo venía a verte. —Una sonrisa torcida se asomó por su rostro, y de un movimiento rápido se puso delante de él peliazul, tomo un mechón de su azulado cabello y parándose de puntillas lo olió, degustando en la punta de la lengua su aroma -Eres delicioso, tal como lo recuerdo. —Acaricio con la punta de la lengua la parte interna de su oido, sintió como el ojiazul tembló, conocía muy bien sus puntos débiles y trataba siempre de sacar partido de ello.

-Alejate Ulquiorra... Ahh... -Un pequeño gemido salió de sus labios entrecerrados.

-Tú cuerpo me dice lo contrario, ¿Quieres... recordar? —Lo decía arrastrando sensualmente las palabras, su voz se hizo ronca y oscura, Grimmjow sentía como poco a poco su autodomio se iba a la mierda.

Con desespero el supervisor busco los labios de su superior, devorandolo, mordiendo y saboreando aquel dulce néctar de su boca, Ulquiorra por su parte aferró a la espalda de él, sintiendo los músculos bien formados, dibujando cada pliegue que se formaba por encima de la ropa, el ojiazul lo abrazo con fuerza, haciendo que sus caderas y sus ya duros sexos chocarán entre sí. La tensión sexual era tanta que sin romper aquel beso apasionado, desabotonaron sus camisas, incluso rompiendolas, lo que significaba que aquello no iba a terminar bien, pronto se deshicieron de sus pantalones, quedando desnudos uno frente al otro. Cifer sonrió triunfal, había conseguido que su amante de antaño respondiera a sus caricias, Grimmjow por su parte sentía las estremidades algo pesadas, pero no le importo, sabía muy bien las artimañas usadas por el mayor. 

-Desgraciado, ¿pensaste que iba a caer con eso? —Estiro la mano hacia el estante de libros, y de entre en medio de dos libros saco una jeringa, y sin pensarlo dos veces inyectó la sustancia aceitosa y amarilla cerca de su ombligo, tiro la jeringa usada al cesto de basura y levantando la vista dijo -Si vas a tomarme, quiero que lo hagas mientras estoy consciente. Tus esporas del sueño no van a servir de nada.

-Excelente, eso quería escuchar... y más aún, porque tienes un efectivo antídoto.

 

***Ichigo***

 

Se podia apreciar pocos alumnos en el Instituto Karakura, parecía algo anormal, dado que se acercaba el festival de ciencias, me parece extraño, ya que años anteriores siempre habia chicos corriendo de aquí allá, acarreando materiales para sus proyectos.

****

-No vas a tomar tu soda, Kurosaki? El calor la calentará antes de que puedas beberla. —Uryuu se ajustó las gafas, haciendo que el sol reflejará en ellas, Ichigo por su parte tomo la pajilla entre los dedos y dio un sorbo sin dejarlo de mirar profundamente, el joven se sintió intimidado apenas preguntando sin pensar -¿Te encuentras bien? Haz estado muy ausente.

-Solo pienso, en como te haré el amor en cuanto regresemos a casa, Ishida.

El joven sintió como sus mejillas ardían por aquellas palabras, tuvo que aguantar las ganas de lanzarse sobre él y besarlo como si no hubiera un mañana. Ichigo se quedó esperando alguna respuesta de su parte, el otro apenas iba a decir algo cuando se formó un escándalo cerca de ellos, dos alumnos se peleaban, Ichigo se levantó para ver de quién se trataba seguido por Uryuu. Estaban muy entretenidos mirando los golpes, que nunca se dieron cuenta que alguien echaba gotas de algo en la bebida del pelinaranja.

 

***Grimmjow***

 

Ulquiorra me tiene atrapado entre él y el escritorio de mi oficina, he perdido la cuenta de los encuentros se han ocurrido en este pequeño cubículo, su boca tortura mi espalda, dejando una estela de besos y mordiscos, siento como su miembro roza mis glúteos, y entonces lo siento, como empieza a adentrarse en mi, lento y mortal, se aferra a mis caderas y yo a la orilla del escritorio, me empala, y sienti como llega a mi punto de una limpia y mecánica estocada, y comienza un vaivén lento, agónico. De un modo u otro logra girarme, para quedar frente con frente, me besa con frenesí y yo correspondo a su beso, como si la vida se me fuera en ello. 

-Escucha bien, Grimmjow... Quiero que te toques, acariciate a ti mismo y que no se ocurra correrte antes que yo... 

Obedezco sin más, siempre me ha parecido algo obsceno que me pida eso, siempre se complace cuando yo me autosatisfago, y veo ese brillo en sus ojos. Se apodera de mi boca de nuevo, y yo sigo meneando mi miembro, que ahora lo frotó inconsciente entre su abdomen y el mío.

Comienza a moverse con más fuerza, y paro unos segundos mi masturbación, pero el muerde con fuerza mis labios, dándome a entender que no me detenga. De pronto siento como su cuerpo tiembla, dándome la señal de que está a punto de venirse sobre mi, pero ocurre algo inesperado, saca su miembro y de pronto lo veo como lo junta con el mío, y con mi mano atrapada y las dos de el comienza a masturbarnos, no puedo soportarlo y las primeras gotas de semen se asoman por mi pene, entonces Ulquiorra levanta la mano y me da un golpe, siento mi rostro arder, -Ni se te ocurra,

—Entonces pone una mano en mi cuello y trata de estrangularne, mis más bajos instintos salen a flote y con mi mano libre también lo golpeó, viendo como un pequeño hilo de sangre escurre por sus labios, pienso en que me he pasado y siento como entra en mi tan rápido que apenas lo puedo asimilar, y nos corremos al mismo tiempo.

 

***Ulquiorra***

 

Mi cuerpo cae pesado sobre el de él, y no tengo la fuerza suficiente para salirme de su cavidad, levanto la mirada y lo veo con los ojos cerrados aspirando aire con fuerza, me encanta ver su sonrojo y su piel bronceada perlada en sudor.

-Eres delicioso Grimm,... Pareciera que teníamos siglos sin estar juntos.

-Callate bastardo. -Mi amante me empuja y hace una mueca de desagrado al sentir que salgo estrepitosamente de él.

Se dirige hacia el pequeño armario que hay ahí, saca dos camisas, me arroja una y me dice:

-Largo de aquí, es suficiente. 

Y entonces entiendo que es una invitación inconsciente para que esto vuelva a suceder.

 

***Uryuu***

Ichigo toma un sorbo de la soda después de terminar la pelea, y entonces veo como da un salto en su lugar, y como sus ojos pierden su brillo para después cerrarse.

-Kurosaki!!! -Le grito al ponerme al lado de él para sostenerlo, intento arrastrarlo a la enfermería, pero es más grande que yo, Chad corre hacia nosotros y lo carga corriendo al pasillo donde está la enfermería, después todo es confuso. No me dejan entrar y lo único que puedo hacer es llevarme las manos a la cabeza y cerrar los ojos, rogando al cielo que todo esté bien.

 

C O N T I N U A R A . . .

 

Notas finales:

Primero que nada, muchas gracias por leerme!!

Espero que esté cap. Haya sido de su agrado! 

Espero pronto actualizar.

 AVANCES :

Han ordenado explícitamente que Ichigo permanezca en cama hasta que despierte, su padre y sus hermanas han salido de viaje, así que he decidido llevarlo a mi casa.

-Ishida-san... —Escucho a mis espaldas, esa voz la reconozco enseguida. -Ichigo, ¿Se encuentra bien? 

-No es de tu incumbencia. —Me doy la vuelta, pero Grimmjow me detiene cuando me dice lo siguiente

-Creo que sé cómo ayudar a Kurosaki.

Y entonces sospecho que el hizo algo.


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