No comprendia los motivos de sentir como su corazón latía a mil por hora, la cabeza tambien le daba vueltas y podía pensar que se debía al exceso de estrés, con el fundamento de lo que esta aconteciendo en el rancho. Se voltea a su lado derecho y aprecia como Aioria le daba la señal de que todo estaba en perfectas condiciones, eso le parecio un tanto extraño y después se voltea a su lado izquierdo notando que Regulus no dejaba de soltar una carcajada poco simulada.
- Me recuerda a nuestro primer paseo en compañía de mamá y papá, ellos dos montandos en un solo caballo, igual Aioria y yo, y tu Aioros solo con Mocachino – Aioria se entristeze un poco al recordar aquellos buenos momentos, pero Aioros estaba más rojo que la primera vez y Shura podia sentir la tensión que despedia el joven Aioros.
(Opening – You lost me de Christina Aguilera)
- Aioros deberias liberar las tensiones o sino nos tirara ambos a causa de la tensión que le estas transmitiendo – El mayor de los tres hermanos se pone nervioso al escuchar aquel susurro a su oído, su cuerpo se erizaba y podia sentir que su mente le hacia las mismas jugadas de la primera vez, se voltea para mirarlo con timidez.
- ¡Hagamos una carrera los cuatro! ¿Qué dicen? – Exclamo muy emocionado Regulus mientras colocaba a su caballo al frente de los demás y así detenerlos, Aioria parecia estar muy seguro de querer competir con sus hermanos y era el deporte que se desempeñaba muy bien, por otro lado, Aioros se gira hacia su hermano por demás bañado de sudor frio, su expresión se torno ausente y su rostro parecia más blanco que el de las otras veces.
- Por mi, me parece muy apropiado para este momento, no hace ni frio y no pareciera que lloviera – Comento Shura logrando obtener las miradas de los más chicos, en cambio, Aioros parecia querer bajarse del caballo, pero el equino no parecia cederle el deseo.
- ¡No quiero! – Exclamo Aioros hecho un manojo de nervios, obteniendo la mirada triste de Regulus, la de desconcierto por parte de Aioria y la de reproche de Shura, esa mirada podia sentirla – No podemos hacer una carrera así por así, tenemos una pista para eso y estamos a mitad del campo, podriamos caernos uno de nosotros – Shura se cruza de brazos para así carraspear la garganta, no le parecia por demás justo y más cuando Regulus parecia estar al borde de las lagrimas.
- No crees que estas diciendo cosas de mal gusto y ofendes a tu pequeño hermano, si tan mal se siente, entonces regresamos al rancho y llamamos a un doctor – Aioros abre sus ojos enormemente al escuchar dicha amenaza, más cuando Regulus reía bajito y eso le demostraba que la tristeza que se apodero de su hermano menor desaparecio por dicha amenaza.
- Esta bien, ustedes tres ganan – Dice sin más, suelta un suspiro para posteriormente los cuatro aposicionar en una linea de yullitos que había por ahí, limitando esa como la zona de partida.
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Cuando los cuatro se fueron, no muy contenta con lo que parecia estarle viniendo, ya que aquellos dos hombres que le pidieron muy caballerosamente de que los acompañara hasta lo que parecia ser la oficina de dicha casa. Estaba sentada de piernas cruzadas en una de las sillas, observaba los grandes libreros y algunas pinturas en las que aparecia la familia León, pero lo le que llamo más la atención era la hermosa mujer de largos cabellos rizados en un color carmesí que parecia estar sentada en un sillón antiguo, a sus lados estaban sus hijos más pequeños, Aioria en la derecha y en la izquierda Regulus, el menor era el más pequeño por lo que se veía, atrás estaban el señor Ilias y su prometido, los cuatro hombres vistiendo de igual manera y la mujer parecia vestirse muy elegantemente.
- Ese cuadro en cualquier momento lo pasaran al sotano, el joven Aioros sugirio crear un cuadro nuevo donde tambien se les integre su tío y el tutor de los tres, no queda mucho para que el pintor del cuadro venga de nuevo – Comento Julian mientras tomaba asiento en la silla del jefe, posando su mirada en la hermosa mujer que tenia delante suyo.
- Parece ser quien pinto este retrato debe ser un pintor muy famoso y aprecio las grandes obras de artes caras y unicas – Comento Hilda mientras abandonaba su intención de imaginarse estando en un cuadro familiar en compañía de Aioros y los demás de la familia.
- “Parece que el joven Aioria no se equivocaba de esto… Es muy astuta esta mujer, pero siento que le falta madurez a la hora de medir sus acciones” Es muy cierto, conozco al pintor y apuesto que estaria por demás espantado si la señora León no se lo permite, dado que ella fue de la idea de pintar ese retrato y todos los que haya en esta ascienda, en la mansión y en las demás que tienen al nombre de la familia León – Hilda se asombra al escuchar hablar de aquella mujer que trajo al mundo a esos tres hermanos, jamás penso que esa mujer tenia por demás poder en lo que tuviese hasta estando muerta – Puede que los jovenes León no hablen mucho acerca de su madre, más Aioros, dado que él era muy apegado a su ella y poco estaba con su padre, y eso se debía a que siempre fue un chico con pocas palabras y sensible, desde que la señora fallecio, su vida cambio radicalmente y más que sus amigos lo invitan a todas las fiestas para que se despejara un poco. Un ser querido que se separa de ti y de los demás, golpea muy duro, y de ese golpe es muy raro que un vampiro de clase noble y sangre pura se recupere, en este caso, puedes tomar como ejemplo a los Diamatidis – La mujer de largos cabellos platinados, frunce el ceño imaginandose a ese tal Kardia estando en un estado deprorable, jamás lo penso y podia decirse que ese sujeto era muy infantil.
- Sería muy ironico decirlo de esa manera, señor Julian, no conozco muy bien al mejor amigo de mi prometido y puedo decir que ese hombre no parece aparentar que extrañe a un ser querido – El hombre de cabellos celestes se tira para atrás y entrelaza sus dedos, podia leer el accionar y de como pensaba aquella mujer, y estaba por demás seguro que no era una gran candidata para conformar dentro del circulo que él y su hermano pertenecian.
- No me referia a Kardia, él es un joven muy fuerte, perdio a sus padres de la misma forma que los jovenes León perdieron a su madre, los hermanos Doría padecieron algo sumamente peor. En cambio, los hermanos Diamantidis son personas muy calculadoras, elocuentes, moralistas y con más influencias que todas las otras familias nobles que conforman este circulo, ellos podrian querer borrarte a ti, si no pueden hacerlo los León, una amistad es una amistad y los amigos se ayudan entre ellos. ¿Comprende el punto que quiero que usted entienda? Hermosa dama – Hilda medita en su lugar por demás nerviosa e intimidada por aquel hombre que parecia ser de su edad, pero no, dado que su manera de hablar era muy simplista y autoritaria, algo que a ella le cuesta cultivar.
- Entonces… Cambiando de t-tema… - No podia recuperarse después de oír aquella pregunta, no comprendia absolutamente nada, hasta que la puerta de la oficina se abre dejando ingresar a otro hombre.
- Como guste hermosa flor de los prados nevados de las tierras nordicas – Hilda se ruboriza al escuchar aquel piropo que le tiraba sin ningun escrupulo o reparo, estaba en un completo estado de shock – Parece que la deje sin aliento, de seguro que ya entendera con más exactitud lo que le dire a continuación – Julián se pone de pie para ir hasta donde estaba la joven Hilda, para tomarla del menton y obligarla a mirarlo a los ojos, esboza una sonrisa sadica dispuesto a colocarla en su lugar – Haces algo encontra de la paz de esta familia y de la servidumbre prometo por la tumba de la señora León que dicha organización te pondra bajo arresto, te torturara hasta más no poder y borrarte de la faz de la tierra. Por lo tanto, te sugiero que dejes en paz al joven Shura por una gran cantidad de tiempo o sino, vete despidiendo de tu hermosa belleza e impureza que hay en tu asquerosa sangre vampira – Acto seguido la suelta dejandola en un completo estado de horror absoluto, su hermano mellizo esboza una sonrisa de satisfacción al ver que por una vez esa mujer es ubicada sin ser subestimada, algo que unicamente podria hacer el señor Ilias o Sysipho.
Los dos abandonan la habitación dejando a una Hilda al borde de las lagrimas del terror, podia verse que la mujer estaba a un paso de tomar la peor decisión, averiguaria acerca de esa organización y acerca de todo los secretos de esa familia, como también de las demás. Por que ese hombre no parecia estarle demostrando lo contrario o algo que pueda sobreprotejerla a ella, sino le mostraba una cara de dicha moneda que era por demás intimidadora.
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La carrera a caballo fue por demás entretenida para los hermanos León, menos para Aioros, dado que el más grande parecia estar al borde del colapso emocional y todo porque tuve que compartir su caballo con el mayordomo. Al llegar a la puerta del establo los tres dejaron sus caballos en sus lugares, Aioria anuncio a su hermano que se encargaria de organizar todo para la remodelación y Regulus se encargo de avisarle a su hermano mayor que saldria hacia la ciudad para así saludar a su mejor amigo Yato que estaba por irse de allí.
- Parece que ambos se sienten más sueltos que antes – Comento Aioros mientras era ayudado por Shura a bajarse del caballo.
- ¿Por qué lo dice? – El de cabellos castaños desvia su mirada hacia otra parte ocultando su sonrojo, Shura acorta la distancia entre ellos dos para posteriormente acercarsele y tomarlo de la barbilla, obligandolo a que lo mire a los ojos.
- “Ay diosito santo… No puedo creer que sea tan pero tan… ¡guapo!” Lo digo porque extrañaba a mis hermanos y verlos sonreír, desde que mi madrefue ascesinada frente de nosotros, mi vida no fue la que todos mis amigos no cercanos piensan, solamente los quepudieron verme destrozado y deprimido fueron Kardia, Manigoldo, Dhoko, Saga y Kanon, por lo tanto, ellos supieron como levantarme los animos – Shura esboza una sonrisa fascinado al oír esa parte de la historia acerca del joven Aioros, algo que en cierto modo podia compararse con su caso.
- No conozco a sus amigos, pero para mi usted es una persona un tanto especial y que por ende no deberia estarle dando vueltas con un estrategia para conquistarme – Al decir esto último le guiñe un ojo y le dedica una sonrisa de coqueteria, para posteriormente abandonar el establo dejando a un Aioros sonrojado hasta más no poder, confundido y sobre todo aturdido por lo que acababa de oír.
- “¿Qué acaba de ocurrir aquí?” – Recupera la compostura para salir de allí, tenia tantas cosas metidas en su cabeza que no lograba encajar las piezas de lo que parecia ser un rompecabezas de un millon de piezas, algo que le costaria armar muchisimo.
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Al cambiarse de ropa, Shura se dispone hacer los quehaceres de la tarde, prepararia todo el menú para la cena con la ayuda de Amelia, organizaria la distribución de los materiales y el personal brindandole su ayuda al joven Aioria, algo que ya se le había pedido con antelación. En eso cuando cruza el umbal del pasillo principal que conectaba las escaleras al segundo piso con la sala y la biblioteca, escucha que el timbre de la casa estaba sonando, se asoma para ver quien era y logra divisar a dos personas completamente identicas.
Se acomoda su uniforme y les abre la puerta, dejandose mostrar muy espontaneo y serio con su puesto, hasta que siente las risas emanando de esos dos hombres.
- No hace falta que seas tan serio – Comento uno de los gemelos mientras se disponia a ingresar a la casa como si fuese también suya.
- Kanon no seas un hipocrita y mal educado con el muchacho – Le regaño el otro hombre, Shura no comprendia absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo ahora mismo.
- Oye Saga, entonces es cierto que Aioros esta babeando por este muchacho, por mi eligio el mejor de los candida… - En eso ambos hermanos se callan abruptamente al ver que por las escaleras bajaba con un semblante aristocrata y elegante, aquella mujer parecia estar observando a Shura con la necesidad de matarlo con la mirada, pero el joven cierra la puerta para posteriormente desaparecer del campo visual de la mujer.
- Les doy la bienvenida – Comenzo hablar Hilda con suma elegancia, demostrandoles a los amigos de su prometido ese lado de su persona.
Ambos gemelos intercambiaron miradas sin comprender nada, para así ambos hacer una leve reverencia hacia la prometida de su mejor amigo – No hace falta que las de, nosotros somos los que no supimos avisarles que vendriamos de visita – Aclaro Saga para así limpiar el mal entendido que pueda haber, por lo tanto, Hilda les hace un ademán para que ingresaran a la sala.
Cuando los tres ingresan Aioros ya estaba allí, sentado en el sofá y enfocando su mirada en el comedor, tanto Saga como Kanon estaban demostrando sintomas de preocupación y eso se debia a que cierta persona les pidio que fueran a ver como esta su amigo.
- Amor, tus amigos vinieron a visitarnos – Hablo con mucho enfasis Hilda mientras colocaba una mano en el hombro de su prometido, quien se voltea para asombrarse con la visita de sus amigos.
- ¿Podrias dejarme hablar con ellos a solas? – Le pregunto con una sonrisa ladina, Hilda parecia estar notando que algo raro le estaba ocurriendo a su prometido, asiente y antes de irse, decide depositarle un beso en la comisura de los labios.
- Por supuesto, me encargare de ayudar con algo a los sirvientes – Acto seguido se retira de la sala, dejando a un Aioros por demás confundido y a los gemelos que no estaban muy seguros de la situación.
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Al estar los tres a solas, Saga podia notar que Aioros no parecia estar en buenas condiciones, sobre todo cuando hace unos días atrás parecia estar un tanto raro y ahora por demás confundido.
- Parece que venir aquí y escaparte de los chequeos medicos, es cosa de familia, ¿No es así Aioros? – Los tres se voltearon un tanto anonadados al ver un hombre alto, de cabellos castaños cortos, con un poco de barba inundandole su rostro y su mirada marron se enfocaba en cierta persona que tragaba grueso – Eso no importa, le dije claramente a tu tio que no debias salir sin que se me avisara si despertaste “Después de tremendo golpe que te diste en la cabeza”, ahora dejate revisar y no cacarees – El mayor de los tres hermanos León obedecio a la orden de aquel hombre que parecia estar camuflado de alguna forma, vistiendo como un simple caballero de clase media y desaliñado, algo que no sabria como explicarse.
- Padre ¿Desde cuándo regresaste? – Pregunto por demás aturdido Kanon al ver a su padre que había estado por muchos años fuera del país, dejandolos a los cinco solos y siendo unicamente él y su gemelo cuidando de su madre.
- No hace mucho, agradezco que el señor Ilias me haya brindado un lugar para vivir fuera del país, se que deje a su madre con un mar de sentimientos, la quiero y debo protegerlos de la tempestad que esta proxima de desatarse – Aioros observaba a ese hombre que parecia estar confesandose sobre cosas de familia – Sin embargo, Aioros te recomiendo que no te sobre exijas, no tenemos la tecnologia suficiente para saber que tienes o como progresas, por lo tanto, en estos momentos estas bien y antes de darte el visto bueno dejare que mis hijos hagan el trabajo por mi – Se voltea para mirar a sus dos hijos menores que lo observaban por demás aturdidos, el hombre de cabellos castaños se hace aun lado para abstenerse a la conversacion entre sus hijos y ahijado.
- Desearia poder ser más fuerte y poder ayudarlos a todos, pero… - Agacha su mirada muy apenado al recordar acontecimientos antes que regresace de nuevo a casa, en cambio, su mente no parecia estar dejando ver con claridad, sino transportando esos sentimientos tan estancados en una nueve de confusión y auto-mostrandose lo que parecia ser una fantasia, con el sirviente y las sensaciones que acababa de encontrarse.
- Pero nada, ahora somos nosotros lo que te vamos ayudar a solucionar tu confusión, porque solo no estas, tienes a tus hermanos, amigos y por supuesto él – Le señala Saga con la mirada hacia la biblioteca que parecia estar el joven a que se referia, Aioros se ruboriza una vez más con tan solo verlo a lo lejos, Kanon sonrie recordando lo que antes les comento Kardia y era con relación al extraño comportamiento de Aioros.
- Si tanto estas confundido de que si estas enamorado de Shura y no de Hilda, deberias estar por demás seguro que tu linda cabecita te esta engañando y con el simple hecho de seguir a tu corazón es lo que necesitas para aclarar todo esto – Aioros abre sus ojos enormemente al verse leído por segunda vez y esta accion era realizada por dos gemelos.
- ¿Recuerdas la tarde que fuiste a visitar a Kardia? Si de no ser así es mejor que hables con ese chico y dile por una vez que te gusta, si te rechaza vuelve a intentarlo y no te quedes de piedra y no le digas cosas tan inlogicas e irientes, porque lo terminaras perdiendo – Le dijo sin más Saga, para así él y su hermano ponerse de pie e ir hasta su mejor amigo para levantarlo y forzarlo hacer eso.
- Esperen, no quiero… por favor, no – Era demasiado tarde ya que Youma se había delantado para que ese chico supiera algunas cosas, y sobre todo para que fuera a socorrer al joven Aioros.
- “Parece que tiene una perdida de memoria parcial, el golpe debio ser muy fuerte o puede que haya tenido un colapso emocional orillandolo a recrear ese mecanismo de defensa que no hace mucho tuvo.” Será mejor que descanses lo más que puedas Aioros, no te satures de emociones y de trabajo, solamente descansa – Acto seguido, el padre de los gemelos sube a la segunda planta con el fin de ir hablar de cosas importantes con ciertas personas que podrian estarle esperando.
Por lo tanto, Aioros no parecia estar de acuerdo con ser él quien de el primer paso, porque la mirada neutra y carente de una preocupación siendo transmitida hacia su persona, parecia estar incitando a eso, pero lo unico que hacía era mantenerle la mirada a Shura por el tiempo que sea apropiado.
(Ending – Sin darme cuenta de Sergio Dalma)