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Un Juego Prohibido por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí traigo otro capitulin más, si actualice rapido y agradezcan que las ideas regresaron a mi mente, xD, sin más los dejo disfrutar con este gran capitulazo.

Observa como su hermanito lloraba a moco tendido a causa del susto que le dio, estaba conmovido al escuchar todas las promesas que haría por él – Ya Regulus, estoy bien y no me volveré a tropezar con ningún mueble, ¿Quieres? – Lo toma de las manos para que separe de él y pararse con la ayuda del chico de cortos cabellos verdes oscuros.

 

- ¿Lo prometes? – Le pregunta con inocencia mientras se limpia las lágrimas que había derramado anteriormente, estaba feliz de que su hermano mayor haya recobrado la conciencia y lo más extraño, era cuando alza el rostro para toparse como Shura observaba a su hermano mayor con perspicacia y una sonrisa de oreja a oreja, pero lo que más lo extraño era que Aioros estaba sonrojado y observando hacia otro lado - ¿Eh? – Emite con un tono infantil, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo y menos podría entender cuando la sala era visitada por su padre.

 

(Opening – No me arrepiento de Victor Escalona)

 

El dueño de casa observaba atónito el desastre que habían montado sus hijos, no podía comprender eso y menos aún al ver que el ayudante del jardinero no esté vestido correctamente. Se cruza de brazos, afila su mirada dispuesto asesinar a cualquiera de esa casa – Ya esto es imperdonable – Sus palabras acataron la atención de los presentes, Shura se espanta al ver que la mirada parda de su patrón se enfocaba en él, baja la mirada al entender el reproche. Sin embargo, Aioros se compadece al percatarse que su padre estaba dispuesto a echarle la culpa por completo a ese inocente muchacho.

 

- Padre – Lo llama Aioros dispuesto a defender a su hermanito Regulus y al ayudante de Lugonis, quería hacer algo por ese muchacho que lo ayudo también hace unos pocos minutos. El hombre de apariencias de temer, dirige su mirada hacia su hijo mayor quien había acortado la distancia entre ellos para enfrentarlo – Se lo que dirás, pero el joven Shura me ayudo a levantarme y yo fui quien hizo todo este desastre, sé que me merezco un castigo y estoy dispuesto a tomarlo sin desobedecer a tu palabra – Ilias relaja sus facciones al notar que su hijo mayor parecía estar defendiendo al sirviente y su otro hijo, lo conocía perfectamente como para decir que ahora estaba el Aioros de hace unos cien años atrás, aquel muchachito que defendía hasta los animales de los maltratadores. En cambio, Shura estaba anonadado al escuchar aquellas palabras amables que dijo el hijo del patrón, se sentía en parte acomplejado, porque nunca pensó que fuese una buena persona y no de la clase de persona que se imaginó que era.

 

- Veo que ya volviste a ser quien eras antes hijo – Aioros y Regulus pestañean varias veces al escuchar aquel cumplido, sin embargo, Ilias observa al joven Shura con aires de patrón a punto de reprocharle algo esencial – No obstante, a lo que dije, joven Abinia traté en lo posible usar ropa si ingresa a esta casa, ¿Entendió? – Shura asiente con la cabeza gacha, en parte su patrón tenía razón y tendría más cuidado para la próxima. El castaño mayor dirige su mirada a la sala que parecía un completo desastre para posteriormente irse de allí, dejando a sus hijos con la palabra en la boca.

------- J~P -------

Aioria decide regresar dentro de la casa para encontrarse con sus hermanos y el ayudante de Lugonis acomodando el desastre que se había montado en la sala - ¿Qué acaba de suceder aquí? – Pregunto con la impresión de que un huracán paso, temía que fue Regulus, pero lo que lo dejo en shock era ver a su hermano mayor riendo como un tonto y rascándose la nuca de los nervios.

 

- Fui yo quien hizo aparecer el huracán, Jeje jeje – El hermano del medio sacude su cabeza y se limpia el oído derecho para comprobar que escucho bien.

 

- ¿Acabo de escuchar bien o es una broma de mal gusto? – Indago para su sorpresa un libro gordo termino por golpearlo, Shura abre la boca al apreciar como los libros flotaban en el aire - ¡REGULUS YA BASTA! – Grita exasperado Aioria para así él también utilizar sus poderes para comenzar a aventarle los libros que lo golpearon a su pequeño hermano, quien reía divertido ante la escena.

 

Aioros ríe nerviosamente ya temiendo lo que estaba pensando el joven de procedencia española, hasta que el grito de su tio Sysipho quien ingresaba a la sala hecho una furia - ¡SE DETIENEN AHORA MISMO O LOS CASTIGO A TODOS LOS QUE ESTAN AQUÍ! – Él también utilizo sus poderes para hacer que sus sobrinos gritaran de dolor ante la opresión en sus cabezas, Hilda también corrió hasta la sala en compañía de dos sirvientas quienes la seguían a todas partes y eso extraño aún más a Aioros.

 

- “¿Es encerio lo que me dijo la primera vez Lugonis acerca de esta familia?” – Toma los libros que se aventaron entre los dos hermanos, los guarda en el baúl para posteriormente retirarse de la sala, dejando a que esa familia se arregle entre ellos.

 

No sabía que hacer al respecto, su tio estaba al borde de matarlos con sus regaños constantes y menos podía protegerlos, porque si él se metía terminaría peor que sus hermanos. Se gira dispuesto a entablar una conversación con el joven apuesto, pero al ver que no estaba a su lado, decide irse hacia el jardín dispuesto charlar con él.

Por otro lado, Hilda no entendía el motivo de todo aquello y menos comprendía a su prometido, quien no le hizo caso aparente. Se cruza de brazos y avanza hasta donde están sus cuñados, con el fin de entablar una linda relación con ellos, pero al tocar a Aioria este la fulmina con la mirada y después Regulus quien estaba dispuesto a humillarla.

 

- Así está mejor, ustedes dos comiencen a empacar todos esos libros que sobran y cárguenlos al vehículo, que dentro de tres días se marchan al rancho en compañía de su hermano mayor – Los más chicos sonríen ante la noticia, irían en compañía de Aioros y eso significaba que podían pasar tiempo como hermanos.

------- J~P -------

No podía recordar las palabras que le dijo el primer día Lugonis, lo frustraba muchísimo y deseaba saber qué era lo que le dijo. Se detiene al pie de un masetero sin plantas, para así admirar la tierra húmeda, su mente estaba de esa forma, de un color negro total y sus ideas eran escasas, como si no pudiese concentrarse.

 

- Por fin te encuentro – Se voltea para ver quién era el dueño de aquella voz, para posteriormente quedar anonadado al ver la amplia sonrisa que adornaba en el rostro de aquel individuo.

 

- “Mierda… ¿Qué hago ahora? ¿Lo espanto como lo hago con las chicas o?” – Se vuelve a girar para no mirarlo a los ojos, no tenía la fuerza necesaria para hacer frente a la locura que acababa de ver.

 

Aioros se acerca un poco a él joven Shura para buscar su mirada, se tira un poco hacia el costado y observarlo con inocencia - ¿Te preocupa algo? – El joven de cabellos verdes oscuros se tensa al escuchar el tono inocente que emitía el mayor de los tres hermanos, se gira para quedar frente a frente de ese hombre de cabellos castaños.

 

- No quiero faltarle el respeto patrón, pero – No sabía que decir, su tono de voz sonaba afligida, no aguantaba la vergüenza al articular una pregunta o pidiendo explicaciones a uno de los dueños que lo emplearon. Aioros lo nota y ya podía intuir lo que tanto le preocupaba aquel chico.

 

- No hace falta que me hables con formalidad, todos los empleados que forman parte de esta casa son familia y eso te lo puedo demostrar con Lugonis, él es quien conecta de un lado a otro para que la relación entre amo y sirviente sea fuerte, ¿Comprendes? – Shura alza su rostro para encontrarse con la mirada parda y el destello de interés que despedía el chico, se alarma un poco, y le era muy extraño que ese hombre le hablase como si fuese su amigo – Tomare tu silencio como si lo comprendiste, volviendo al punto del que deseabas preguntar, trata de olvidar lo que viste, ¿Sí? – Shura se espanta al escuchar aquella amenaza, y ver que ese joven le sonreía ampliamente no le pareció justo y menos hablar de la forma que lo pedía.

 

- “¿Me está amenazando con esa sonrisa de inocente? Oh no, eso no se lo permitiré hasta el punto de que me cueste mi trabajo” Está bien, si usted lo pide amo mantendré mi boca cerrada – Le hace frente aceptando el reto, Aioros internamente se alegra, pero en su mente le decía de lo que dijo estaba muy mal.

 

- Ahora que lo dices, lo que dije estuvo mal y te pido perdón, solo que trato de proteger a mi familia – Agacha su mirada avergonzado ante su estupidez, no estaba midiendo sus límites y eso confundía muchísimo a Shura, quien lo miraba con extrañeza.

 

- Bien, si usted lo dice de esa forma “Menudo rollo que se está montando este tio” – Se da la vuelva dispuesto a seguir con su trabajo, dejando así a un Aioros con la palabra en la boca.

 

- Se fue – Murmuro para sí mismo, tira su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos con fuerza, se maldecía a si mismo por decir cosas sin sentido - ¡Demonios! – Derrotado se marcha hacia dentro, se volvería a encerrar en su cuarto y no saldría hasta la hora de la cena, todo por no saber que decirle a ese chico que lo estaba volviendo loco, por lo menos pudo hablar con él y apreciar esa voz tan masculina que le estaba provocando que sus piernas perdieran fuerza.

------- J~P -------

Al hacer guardia de que sus sobrinos más chicos hiciesen sus tareas diarias, lo motivaba a pensar que podía con esos tres chiquillos y cumplir con la voluntad de su difunta cuñada – Veo que mamá Sysipho cumple con su rol en esta casa – El mayor ríe ante el comentario gracioso de su actual pareja, se voltea para así abrazarlo por el cuello y depositarle un casto beso en los labios.

 

- No es para tanto El Cid, me alegra mucho que mi hermano está bien de salud y que mis sobrinos se encarguen de hacer marchar la casa, porque pronto tu y yo nos mudaríamos a esta casa, bueno, yo vivo aquí, pero deseo que tu estés también viviendo conmigo y mis sobrinos – El hombre alto y cabellos cortos azulados, sonríe tontamente al imaginarse viviendo en una mansión de locos y por fin ser oficialmente pareja de su amado Sysipho.

 

- A mí también me hace mucha ilusión vivir aquí, pero hasta que tu hermano acepte que soy el indicado para ti, y ya sería dejarlo para el futuro venidero – Su pareja deja salir un suspiro triste, tenía mucha razón su amante, pero actualmente la casa era un completo desastre y debía administrar casi todo.

 

- Tienes razón, yo solamente trato de cumplir con la voluntad de mi difunta cuñada, ella hacia todo de esta casa y era el máximo pilar que sostenía a mi hermano, sin embargo, ese día para mi me destrozo muchísimo, más al tratar de que mis sobrinos recuperaran sus vidas normales y no estén siempre pensando en su difunta madre – El Cid asiente al recordar aquel trágico día, él al ingresar se encuentra a los tres hermanos abrazados y llorándole al cuerpo tendido de su madre, lo que lo destrozo era ver como Ilias se juraba matar al desgraciado que abrió fuego atentando con la seguridad de su familia.

 

Los pasos sonaban por los pasillos de la planta superior y como también por las escaleras, aquella mujer de unos cuarenta años o más, va con dirección a donde estaba el patrón - ¡El señor Ilias acaba de desmayarse! – Anuncia la mujer alarmando a los dos adultos y a los más chicos, en eso Aioros ingresa por donde salió para posteriormente se comienza a inquietar al no entender porque su tio y El Cid iban corriendo hasta la planta superior.

 

- ¿Qué sucedió? – Pregunto Aioros al acercarse a sus hermanos menores, pero al apreciar como Regulus buscaba consuelo en Aioria, pudo presentir lo que sucedía.

 

- Tu padre se acaba de desmayar, si es eso lo que deseas saber – El castaño se voltea para derrumbarse delante de Hilda, ella lo toma del rostro y lo atrae a su pecho para consolarlo, como también dejar que sus hermanos también lo hiciesen, porque los tres lloraban en silencio temiendo lo peor.

------- J~P -------

Al cabo de unas cuantas horas, el doctor había analizado por completo y eso era una gran muestra de gratitud por parte de Youma que un gran amigo de la familia – Se que no está en condiciones para seguir en pie señor Ilias, pero debería abstenerse a los grandes esfuerzos y de alterarse por lo más mínimo, o sino su enfermedad se acelerara – El hombre suelta un insulto en griego que captaron todos, sin embargo, el doctor Stoltidis se pone de pie y se dirige hasta donde estaba Sysipho para hacerle una seña para alejarse de la cama – Se lo que piensa y lo que me va a decir, pero su hermano ya no podrá mantenerse por mucho tiempo con vida, hace un año que viene anémico y sus colmillos están muy desgastados, eso ya es un sinónimo que no podrá resistir a la enfermedad natural que tiene su cuerpo – Sysipho se cubre la cara lamentando su mala suerte, no quería darles esa noticia a sus sobrinos y menos permitirles ver a su padre en ese estado tan de probable.

 

- Duele cuando usted lo dice, fue valiente al escapar de aquella atrocidad, todo porque lo llamaron para curar al joven Monthay e intentaran asesinarle para ocultar las pechorias – Youma asiente ante aquella verdad, la herida de la bala le quedo marcada en su pecho, pero su capacidad generativa pudo soportar que ese pedazo de acero no tocara sus signos vitales.

 

- Es cierto, yo puedo ser testigo en clave de lo que ocurrió aquel día y de cómo trataban al pobre chico… “Lástima que esos tres chicos saben que sigo vivo y como también se lo que pretende Hypnos contra nuestras familias” – Pensó para sí mismo Youma mientras se disponía a guardas sus cosas y retirarse de la habitación de la cabeza del grupo mafioso del pueblo.

 

Sysipho acompaña a ese gran amigo de la familia hacia la salida, cuando abre la puerta y los dos salen se encuentran que al pie de la entrada al cuarto principal estaba Aioria por demás anonadado – Si quieres ver a tu padre, puedes entrar Aioria – El del medio asiente automáticamente e ingresa al cuarto, en un completo estado de shock.

------- J~P -------

La hora de la cena había llegado, un silencio sepulcral se instauro en el ambiente. Regulus dirige su mirada a la silla donde siempre se sienta su padre, después se dirige a la otra silla que estaba completamente vacía en donde también se sentaba su difunta madre, aquello le provocaba una gran tristeza y se negaba al ver la realidad de los hechos.

 

- Se lo que están pensando ustedes tres, pero traten de acompañar a su padre en todo y en lo posible, sean los hijos cariñosos que son con él – Hablo Sysipho tratando aminorar la atmosfera, pero le era tan complicado que no pudo soportar al ver como Regulus rompía en llanto delante de todos.

 

El Cid se acerca al pequeño Regulus para abrazarlo y consolarlo, entendía ese dolor, porque no es la primera vez tuvo que consolar a una persona devastada ante la mala noticia de un ser querido que estaba en sus últimas – Lo que pueden hacer ahora, es acomodarse entre los tres que hacer a partir de ahora, porque estoy seguro que ustedes juntos podrán manejar el negocio de la familia sin ningún problema – Regulus asiente a la idea, Aioria simplemente se quedó en un completo silencio y asumiendo que la idea no era tan mala, pero las cosas para Aioros era muy chocante y sobre todo que ahora su padre quedo deshabilitado en cumplir sus tareas como la cabeza de la familia.

 

En cambio, una persona estaba muy pero muy contenta con que las cosas tomaron otro rumbo, era consiente el dolor que se instauro en el aire, pero su felicidad era inmensa porque ahora su prometido asumiría sus tareas como la próxima cabeza de la familia León y eso la incluía a ella como su prometida – No se preocupen yo estaré allí para apoyarlos en la toma de decisiones – Hablo por fin, logrando obtener una sonrisa por parte de Sysipho y El Cid, sin embargo, Aioria frunce el ceño dispuesto a enfrentarla porque ya no la aguantaba más.

 

- Si claro, ayudarnos si lo único que haces es gritarles a los pobres sirvientes y humillarlos porque no tienen ni dinero para caerse muertos, ¡¿A eso llamas compadecerte y prestar ayuda a los que lo necesitan?! – La mujer de cabellos plateados hace un gesto de sentirse ofendida ante el insulto que uso Aioria con ella, más sentir la mirada acusadora de Sysipho, porque podía notar que él estaba al tanto de su tarea asignada en la tarde por Aioros, obligándola a manotear su copa de vino y beber su contenido con nerviosismo.

 

- Yo no sería esa clase de persona, tú lo mal interpretaste en todo sentido Aioria, solamente vi que esas personas no parecían estar enteradas de quien era yo y simplemente me faltaron el respeto por ser la prometida de tu hermano, eso es todo – El hermano del medio tiro la silla hacia atrás y se marcha de allí con la ira instaurada en su garganta, Regulus también lo siguió no sin antes transmitirle su disconformidad a esa mujer.

 

- No te hagas la víctima y menos alardear que eres la prometida de mi querido hermano, pero yo no te voy a permitir obtener lo que tu deseas – Acto seguido se marcha de allí, dejando a esa mujer hecha una fiera a causa de sus palabras. Sin embargo, Aioros también se puso de pie y pasa a retirarse del comedor e ir a su cuarto.

------- J~P -------

Escribe una nota rápida pidiéndole a Hilda que durmiesen en cuartos separados por estos quince días, necesitaba estar solo durante unas largas semanas – “Con esto bastara para que me entienda” – Se dirige a la puerta para así llamar a una de las sirvientas para que le entregue la nota sin dar ninguna explicación a la señorita en cuestión, al verla alejar, decide recostarse por unos minutos en el sillón que estaba al pie de la ventana al balcón de su cuarto. Se lleva sus rodillas al pecho y las abraza, tenía un mar de sentimientos y de pensamiento actualmente, acababa de conocer y hablar con ese chico llamado Shura, su corazón latía cada vez que lo escuchaba en su mente, revivir esas fantasías que por fin tenían nombre y sonido propio, traga suave al imaginarse estando con él, sin embargo, estaba comprometido con una mujer y por una vez en su vida dudaba de su orientación sexual, algo que jamás llego a tener en cuenta - Necesito buscarme, pero… ¿Por dónde empiezo? – Se habla sí mismo, piensa en ese muchacho y en las palabras que le dijo esa misma mañana – “Es cierto, lo que hice hoy en la mañana antes del almuerzo fue inmaduro y tonto de mi parte… ¿Acaso me gusta? ¡Claro que no! ¿O sí?... ¡Claro que no! Tengo una mujer muy hermosa a mi lado y… ¿Me gusta? ¿No me gusta? ¿Si me gusta? ¿No me gusta? ¿Sí? ¿No?” – Deja salir un suspiro de derrota, se estaba cansando él mismo ante esas dudas que se instauraron en su mente, para posteriormente ser invadido por una brillante idea - ¡Ya se lo que hare! – Sale como el viento de su cuarto, no sin antes cerrarlo con llave y llevársela consigo, baja hasta la cocina para averiguar donde dormía Shura Abinia, una de las sirvientas le dice donde, para posteriormente ir hasta el ala este de la mansión, en el sector de los cuartos de los sirvientes para posteriormente tocar la puerta y espera a que atienda.

 

Había concluido con su baño exprés, se coloca el pijama que le regalo Lugonis para su cumpleaños, se sentía muy contento y cómodo al recibir una prenda muy cara. No obstante, al escuchar que la puerta de su cuarto sonaba, se extraña ante eso y decide abrir. Hasta que se encuentra con la imagen del joven Aioros estando en su puerta mirándolo con cara de travieso.

 

- En- ¿En qué le puedo ayudar? – No sabía que decir al respecto cuando ese chico sin su consentimiento ingreso a su cuarto, en cambio, Aioros utiliza sus poderes vampíricos para encerrarse los dos en ese pequeño cuarto con una sola cama y un solo mueble.

 

Se gira para posteriormente decirle todo a la cara – Quiero proponerte un juego, donde tu y yo somos participes – Shura alza sus cejas asombrado ante la patraña que acababa de pedirle ese hombre, suelta una risa demostrándole que no lo entendía – Sencillo, tú me dices todo lo que te preocupa si lo deseas y yo también lo hare, hasta el punto de contestar todas tus preguntas acerca del pueblo y de lo que relaciona a mi familia, ¿Comprendes? – El de cabellos cortos y verdes oscuros, reflexiona ante esos términos para después cruzarse de brazos y asentir.

 

- Qué comience el juego, joven amo – Le dice y Aioros sonríe victorioso, al obtener una buena después del teatrito cómico que se montó en la mañana. Sin embargo, al sentirse cansado mentalmente, se desploma y Shura lo atrapa antes de que cayera al suelo.

(Ending - When It's Time de Green Day)

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, dejen en los comentarios lo que piensan al respecto. Sin más, nos leemos en el próximo capitulo.


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