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Un Juego Prohibido por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí una vez más actualizo este fanfic, espero que lo disfruten tanto como yo disfruto al escribirlo ;D

Todo el viaje que tuvo que hacer en compañía del joven amo, prácticamente lo mortifico a cierto nivel que ya no sabía que hacer al respecto. Lo bueno de todo ese viaje, es que pudo percatarse que ese hombre de una estatura media alta que él, de un cabello cortos con leves rizos en las puntas y de un color castaño más oscuro que el de sus hermanos menores, su mirada parda le demostraba que podía confiar en él y lo más raro de todo ese balance, era ver la torpeza del chico con el simple hecho de presentarse delante de él.

Esboza una sonrisa muy boba, dado que esta vez Lugonis tenía toda la razón sobre sus sospechas y podía decirse que él ya estaba sintiendo un cierto apego a esa persona, hasta el punto de continuar poniendo en duda si es del todo amable.

 

(Opening – No me arrepiento de Victor Escalona)

 

Con simple observarlo dormir sobre su hombro le producía aquella sensación que tuvo cuando lo cargo hasta su cama, no entendía ese sentimiento y analizar minuciosamente lo hablado con Lugonis. Sin embargo, para Aioros era de la misma forma o distinta en cierto sentido, ya que desahogarse con su mejor amigo Kardia, le funciono para darse cuenta lo que sentía en primer lugar por ese joven de procedencia española.

--- Flashback ---

Habían llegado a una enorme mansión un tanto lúgubre, no le gustaba para nada el desagradable gusto de los dueños y eso le producía escalofríos con tan solo apreciar quienes estaban en la puerta esperándolos – Puede que te estés preguntando, pero estuve pensando que estarías a gusto charlar con Lugonis mientras yo hablo con mi amigo Kardia, ¿Qué dices al respecto? – Shura medita aquella idea, no le pareció tan descabellada que la anterior y podía lidiar con eso, por el momento.

 

- Estoy de acuerdo, joven amo – Aioros una vez más hace un puchero infantil al escuchar la formalidad que tanto usa ese chico, no lo comprendía y ya se estaba cansando de eso.

 

El carruaje se detuvo, Shura muy amablemente bajo primero para así ayudar a su amo bajarse del vehículo, Aioros lo miraba incrédulo y a la vez ruborizado ante el pequeño detalle de ser escoltado por ese hombre, sonríe tímidamente y otra gran idea se le cruzo por la mente.

 

Afuera los Diamantidis observaban aquello bastante sorprendidos, más Kardia quien analizaba el comportamiento de su mejor amigo y trataba de buscar algún indicio que orillaba a su amigo de la infancia visitarlos – No vino Regulus – Menciono el chico de cabellos cortos y mirada zafiro, Milo no comprendía esa depresión de su primo y podía apostar que ese bueno para nada sentía algo por el hermano menor de Aioros y Aioria.

 

- ¡Aioros, Bienvenido! – Lo recibió con una gran sonrisa la prima de Kardia y Milo, él también estaba gustoso al ser recibido con tanta alegría por aquella mujer de un carácter de temer.

 

- Muchas gracias por la bienvenida Shaina, hace tanto tiempo que no nos vemos, después del recital en París – La chica de cabellos rizados hasta quedar a la altura de su pecho y en color verde chillón, abraza una vez más al mayor de los hermanos León.

 

- Es cierto, recuerdo que me tardo quince minutos de hacerle mover el trasero a este saco de lágrimas – Se separa del castaño para mirar sobre su hombro a su primo Milo, quien desviaba la mirada indignado ante los apodos cutres que usaba su prima con él – Por lo tanto y mientras duremos estando aquí con nuestra familia, podremos visitarnos seguido, pero lástima que no será así esta vez – Aioros miraba a la joven Shaina quien se abrazaba a sí misma, desvía un segundo su mirada hacia Kardia quien le hacia una seña de que entraran todos a la casa y poco a poco todos ingresaban en un completo silencio.

***

Al verlos adentrarse a la casa, Shura decidió por sus medios ir a los jardines ya que pudo sentir los claros gritos de furia que casi siempre daba Lugonis cuando la entrega era errónea. Recorrer el corto tramo hasta dar con lo que parecía ser un jardín delantero, Shura se asombra al ver la belleza que era y podía decir que era por demás hermosa que lo de adelante.

 

- Veo que esta familia es por demás extraños a la hora de cuidar sus plantas – El hombre de largos cabellos rizados y rojizos, se voltea para así sonreír muy gustoso al ver la visita de su querido y favorito aprendiz.

 

- En cierta forma es porque el joven Milo decidió que nadie tocase el frente, dado que su duelo sigue vigente – Shura frunce el ceño al escuchar aquello, más misterios que resolver y eso para él ya sonaba como historias fantásticas.

 

- ¿Duelo? – Se cuestiono extrañado al tratar de encontrar sentido a las palabras de su maestro, sin embargo, decide ayudarlo con los plantines que debían ser plantados en un gran masetero que daba a la alcoba.

 

- Exacto, sigue de duelo porque no hace mucho tiempo que su prometido fue brutalmente asesinado por tres jóvenes que son de lo peor y mi hijo – Su voz se corta al recordar la mala experiencia que tuvo ante la discusión de su único hijo, al ser él quien le quería alejar de esa persona que supuestamente lo “amaba” – También fue arrastrado a hacer eso, pero ya paso la tormenta y estoy por demás seguro que mi hijo regresara a mi algún día – Shura se conmueve al ver la fuerza de voluntad que tenía Lugonis, sabía que tenía un hijo varón y de la relación que este tenía con cierto muchacho de una cierta familia adinerada.

 

- Puede que él se haya equivocado, pero usted hizo un gran esfuerzo de traerlo a este mundo y brindarle ese amor incondicional que un padre te puede dar. “A pesar de que al mio nunca llegue a conocerlo y ahora, un enorme mar me separa de mi querida madre” – Lugonis deja sus herramientas para abrazar a ese chico que quiere tanto como si fuese su propio hijo, Shura lo acepta y se deja infundir por ese sentimiento de paternidad.

 

- Tienes toda la razón, no debo bajar la guardia y velar siempre por su seguridad – Se separa de ese chico para depositarle un beso en la frente, Shura sonríe tontamente, dado que lo respetaba, lo admiraba y sobre todo lo quería como el padre que nunca tuvo – Cambiando esta atmosfera que instaure por error, ¿A qué debo de tu visita? ¿Ocurrió algo malo en la mansión León? – Shura trata de encontrar las palabras justas para expresárselas a Lugonis, quien estaba cruzado de brazos y mirarlo con neutralidad.

 

- Vine junto al joven Aioros, pero está ocurriendo cosas raras en esa mansión y yo no sé qué hacer, entiendo que no debo meterme en donde no me llaman, sin embargo, soy arrastrado sin mi consentimiento por el hijo del patrón – El hombre de cabellos rojizos alza sus cejas sin haber comprendido nada de lo que decía ese muchacho, pero podía intuir que algo malo le ocurría a él.

***

Dentro de la mansión, el silencio era por demás perturbable, Milo se había alistado para salir junto a su primo hacer unos trámites en compañía de la dama de compañía de Shaina. Por lo tanto, la poca servidumbre que había en aquella mansión era muy notable y prácticamente preocupaba de cierto modo.

 

- Pasamos a retirarnos – Anuncio Yato a sus mayores quienes asintieron ante el informe, dejando así a ambos chicos retirarse de la mansión.

 

- Te noto algo extraño Kardia, ¿Qué anda sucediendo? – El mayor de los Diamantidis, deja salir un suspiro de tristeza, sabiendo que su mala suerte no podría ser peor.

 

- No hace mucho vinieron Hypnos y su esposa para hablar con nuestro tutor, García, pero él nos dijo que no debemos involucrarnos con esa gente, debido a lo que nos pasó cuando Milo y yo éramos pequeños, sostengo que venía a embargar nuestra fortuna a nombre de la orden vampírica – Aioros frunce el ceño disgustado y a la vez furioso ante la osadía de ese par de demonios, estaba seguro que su padre los haría colocar en su lugar si se enteraba de este supuesto “embargo”.

 

- Mi padre no permitiría que ese ser despreciable haga lo que se le entre por la cabeza, porque la orden la constituyeron nuestros padres Kardia, tu padre fue el primer presidente, después el señor Sage por tres siglos consecutivos, después la madre de Manigoldo, después el señor Zhukovski, sé que él es un humano, pero hay razones por la que se creó un circulo donde vampiros y humanos podían entenderse sin llegar a otros extremos, sin embargo, ahora mi padre corre un gran riesgo, dado que tiene poco apoyo moral por parte de las otras familias – Kardia suelta un bufido y después un insulto, su prima Shaina temblaba del pavor al tratar de encontrar algún hueco para tener esperanzas en todo eso.

 

- Pero si fuera el caso – Tomo la palabra Shaina mientras enfocaba su mirada en su primo, quien esperaba a que siguiera hablando – donde tu Kardia o Milo asumieran el poder, de seguro que Hypnos Abagnali no podría contra ustedes dos, ya que ustedes son la rama principal de nuestra dinastía y tendrías más apoyo moral en un futuro muy próximo, como también un persona que estaría dispuesta a sacrificarse por ti o por Milito, dado que su crianza cuenta mejor que la mía y la de Yato – Aioros esboza una amplia sonrisa ya que estaba de acuerdo con lo dicho por Shaina, en cambio, Kardia se pone nervioso ante esa loca idea, él no podría y menos su hermanito menor, ambos eran incapaces de llegar hasta esas alturas.

 

- ¡Yo no podría con eso! – Le escupió con el temor tatuado en su rostro, Shaina comprendía a su primo, pero no podía permitir que esos dos continuaran con su vida mediocre – Y menos Milo – Esto último lo dijo en un murmuro ya tranquilizándose por sí mismo, podía pensarlo a lo largo de esos años, pero también debía prepararse mentalmente para lo que se vendría.

 

- Eso estará por verse, por lo tanto, disfrutemos de la actualidad – Los tres toman sus respectivas tazas con té para dar un sorbo, en cambio, Aioros parecía estar un poco dudoso si debía hablar frente a Shaina sobre lo que está ocurriendo.

 

- Aioros, te noto un tanto distinto después de la fiesta de bienvenida que hicieron tu padre y tio, ¿Acaso ocurrió algo extraño entre tu e Hilda? – El castaño niega ante la pregunta mientras agacha su mirada demostrando así a sus dos amigos lo preocupante era estar en su situación.

***

- Yo no creo que sea eso solamente – Lo enfrento con una mirada neutra, haciendo que el chico que estaba bajo su tutela lo mirase a los ojos – Pienso que tu estas más confundido que un turco entre medio de la neblina, porque te conozco lo suficiente para decir que el joven Aioros te está haciendo una gran bola de nieve en tu pequeña cabecita, muchacho – Shura deja salir un suspiro de derrota y debía admitirlo, estaba confundido de una forma u otra.

 

- Entonces, si te cuento que me propuso jugar a un juego en donde nos involucra a nosotros dos únicamente – Lugonis abre sus ojos enormemente y suelta la caja de madera que traía consigo, porque escuchar aquello ya le era muy propio de esa familia.

 

- ¿Tu aceptaste, pequeña cabrita? – Shura cierra sus ojos y asiente, era demasiado obvio que iba aceptar sabiendo que el chico se le presento altas horas de la noche para invitarlo a jugar a un juego que no sabía de qué iba, podía intuirlo, pero estaba demasiado confundido como para estar pensando en eso.

 

- Apenas aceptar el chico se desmayó, no me quedo de otra que cargarlo, recalco que es un peso muerto, y lo llevé hasta mi cama para que estuviera allí cómodo y yo solamente me acosté en el pequeño sofá que tengo al pie de la cama – Lugonis comenzó a reírse al imaginarse aquella escena, estaba por demás consiente que seres como los vampiros pesaban menos de lo que un ser humano pesaba al desmayarse.

 

- ¿Tú conoces lo que es ser un vampiro noble? – El joven de procedencia española abre sus ojos asombrado al escuchar aquella pregunta, no estaba al tanto de la situación, pero podía jurar que ya trato de indagarlo con el hijo de su patrón, y este lo mando de paseo.

 

- Si te pido que me lo expliques no lo harás, entonces me recomendaras que hable con ese loco y yo terminare por sentirme el imbécil del siglo porque herí sus sentimientos, entonces, ¿Qué me recomiendas en verdad? – Lugonis lo mira con cara de “ya lo acabas de decir”, no obstante, eso era poco para Shura.

 

- No te lo dire porque tú ya lo acabas de decir, pero te seré franco, tu estas por demás interesado en el joven Aioros que con las chicas y noto que él está de la misma forma o más bien loco por ti desde que sus miradas se cruzaron, ¿Tú crees en el destino? – Ahora el turno de Shura reírse en su cara, Lugonis no pudo soportar que ese chico sea por demás frívolo y cabeza hueca, dado que su especialidad era ser el peor villano en toda la historia.

***

- No ocurrió nada con ella, simplemente estoy confundido – Voltea su mirada para posarla en el joven de cabellos cortos y verdes oscuros, que parecía estar contento al disfrutar de la compañía de Lugonis, él sonríe embobado y Kardia lo observa anonadado.

 

- Ya veo – El peli azul esboza una sonrisa maquiavélica, mientras guiaba su mirada de Aioros al joven que parecía estar hablando con Lugonis, para así percatarse que ese muchacho era el que atrapo con sus redes de la seducción a su mejor amigo - ¿Te puedo prestar mi oído? – Aioros regresa su mirada parda a su mejor amigo, quien lo miraba victorioso al darse cuenta de su secretito.

 

- Maldito canalla – Espeta con frivolidad y en gradeciendo su tono de voz, provocando que el heleno estallara en una risa que inundo la casa completa.

 

- Jajaja, te pille justo con las manos en la masa, jajaja – Aioros usa su poder telepático para hacer que el sillón donde estaba sentado Kardia se diera vuelta provocando que este callera de lleno y junto con el mueble - ¡SI SERAS UN IMBECIL! – Ahora era el turno de Aioros reírse ante darle su cucharada de su propia medicina a un Kardia que parecía estar echando fuego por donde lo vieran

 

- Si te diste cuenta de mi secreto, entonces – Hace una pausa para agachar su mirada y ocultar el rubor que se asomó por sus mejillas - ¿Qué me sugieres? - el mayor de los Diamantidis lo observa anonadado, porque era la primera vez que lo observaba en ese estado.

 

- ¿Qué te sugiero yo? – Piensa un poco mientras analiza a ese muchacho que parecía ser por demás suficiente para estar en la vida de un desolado Aioros, asiente con una media sonrisa ya teniendo la respuesta que necesita – En simples palabras y en tres opciones, tú lo amas con locura, tu no quieres a Hilda y él a ti te atrae con tan solo seducirte, por último, lucha por ese amor – Aioros se pone de pie para ir hasta la puerta que conectaba la sala este con el alcoba y poder darse cuenta con tan solo mirarlo de que la respuesta que buscaba era esas tres opciones.

--- End Flashback ---

- Joven Aioros, joven Aioros – Abre sus ojos lentamente, sonríe tontamente al sentir el fuerte hombro que estaba usando como almohada, se endereza y estira los músculos que se tensaron, para así girarse y encontrarse con aquella mirada oscura fijarse en los pardos suyos – Ya llegamos a su casa – Él asiente muy feliz, para así ambos bajarse del carruaje e ingresar dentro de la vivienda.

------- J~P -------

Al ingresar a su casa, le pide antes que se separen que anuncie que ya mañana jueves se presenten en el jardín de la casa para así optimizar detalles - ¿Podrás hacerles llegar mi pedido a toda la servidumbre? – Shura sin dudas en su mente asiente ante el pedido, Aioros estaba muy contento al ver que por fin pudo ser alguien para ese ayudante de jardinero.

 

- En eso de las siete de la mañana estaremos todos los sirvientes esperando por usted – El mayor de los tres hermanos León asiente muy contento, para así los dos separarse en cierto sector de la casa.

 

Sin embargo, cierta mujer apreciaba todo aquello con seriedad y cuando su prometido se voltea sus miradas se encuentran – Veo que llegaste Aioros – El mencionado asiente en silencio mientras subía por las escaleras y quedarse enfrente de su prometida, quien no le quitaba la mirada de encima - ¿Por qué no me dijiste antes que partías con ese muerto de hambre? – Le lanza esa pregunta con un dejo de ácido en ellas al referirse a cierto hombre, sin embargo, Aioros frunce el ceño bastante enojado al escuchar de cómo se refería su prometida a un joven tan educado y atento como lo era Shura.

 

- ¡No tienes ningún derecho a mencionar de esa forma a Shura! – La encaro sin vacilar en ningún momento, porque era cierto, él jamás dejaría que alguien insultase a un ser tan especial como lo era Shura en su vida – Y tampoco pretendas ser mi esposa porque no estamos todavía casados, yo puedo romper cuando se me dé la gana este maldito y asqueroso compromiso – Hilda se ofende al escuchar aquellas palabras tan crueles que parecían desgarrar su ilusión de estar atada a ese hombre de por vida, descruza los brazos para armar dos puños en sus manos, porque no aguantaba la ira que emanaba.

 

- ¡TU NO PUEDES DECIR ESO Y NADIE PUEDE! – Lo enfrenta ya sacando sus dos sus colmillos y mostrando sus miradas carmesíes, por ahí pasaba Regulus con una sonrisa feliz al saber que su hermano Aioros regreso hasta que se topa al pie de las escaleras en el segundo piso a su hermano discutiendo con aquella mujer.

 

- ¡¿ENTONCES QUE QUIERES?! ¿Qué me ate a ti porque se te da la gana? – Hilda alza su mano lista para abofetearlo, pero esta vez fue más rápido Aioros al hacerlo, porque el sonido de la abofeteada se escuchó por toda la casa y el silencio se instauro – No pienses que yo soy como los demás hombres que pasaron por tu vida, yo tengo más derechos que tú y puedo chasquear un dedo obligando a los subordinados de mi familia que vayan hasta donde están tu familia para que los haga desaparecer, ¿Tú quieres eso, cierto? – Su cuerpo temblaba ante la amenaza de muerte hacia su familia que le hizo Aioros, ahora estaba consciente de que no podía sola en ese juego y menos se dejaría humillar por su prometido.

 

- No metas a mi familia en este asunto, Aioros – Deja salir sus lágrimas demostrándole a ese hombre que tanto ama con locura de que fue herida, sin embargo, Regulus se esconde al pie de la escalera para continuar escuchando la discusión – Yo te amo, yo te amo muchísimo y más de lo que puedas imaginar, quiero tenerte a mi lado, que salgamos de paseo como lo hacíamos estando en el extranjero, ir a visitar tus amigos y que me presentaras ante la sociedad, ¡Pero ni eso me das! ¡simplemente te importa tus hermanos, tu familia, a esos asquerosos sirvientes y enfocas toda tu atención ese muerto de hambre! – Se voltea dispuesta a retirarse hacia su ahora cuarto, pero siente un fuerte agarre, se gira y no pudo soportar al ver que hizo.

 

- ¡AIOROOOS! – Grito Regulus al apreciar como su hermano mayor rodaba escaleras abajo, golpeando así su cabeza. Aioria salió disparado de la oficina para ver que ocurría, y aprecia como su hermano estaba tendido en el suelo, y a esa mujer que no parecía moverse en lo absoluto de su lugar.

 

(Ending - When It's Time de Green Day)

Notas finales:

Sin más que decir, dejen un lindo Reviews con su opinion, para así saber si les agrada esta historia. Por lo tanto, yo paso a retirarme y nos leemos en el próximo capitulin.


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