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Un Juego Prohibido por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les traigo un capitulin más, quiero sus opiniones al respecto de las personalidades de los personajes después de leer este capitulo. Sin más las dejo disfrutar.

El día había llegado, Aioros selecciono al grupo de sirvientes que serían transferidos al rancho de su familia y como bien sabia era que sus hermanos menores parecían estar planeando pasar tiempo los tres juntos, eso le inundaba de una felicidad que jamás olvidaría ese sentimiento de ser un hermano mayor ejemplo para sus hermanos. Sin embargo, Shura no parecía estar del todo enterado, dado que tenía miles de dudas al ver ese comportamiento despectivo que tenía en esos momentos Aioros y como bien sabia era posible que lo esté evitando de algo que desconocía; No obstante, Hilda también era partidaria a sentirse aislada del circulo que protegían esos dos mocosos que parecían estar rugiéndoles con las constantes miradas de rabia que le lanzaban a ella, comprobó que Aioria y Regulus eran muy apegados a su hermano mayor, dependían de su opinión en todo, estaba a su lado a cada momento, y eso la fastidiaba.

 

(Opening – No me arrepiento de Victor Escalona)

 

- ¡Wow! ¡Ya llegamos, ya llegamos! – Gritaba por demás emocionado Regulus al asomarse por la ventanilla del carruaje para apreciar la hermosa vista del rancho, se podía ver a una casa campestre de tres plantas, ancha de sus lados, con cinco alcobas de lo que parecían indicar las habitaciones principales del lugar y que en un ala del lote había un enorme establo con caballos que parecían estar saliendo del sitio para ir a pastar.

 

Shura también se asoma por la ventanilla de su lado, para quedarse embelesado la gran cantidad de animales que había en ese sitio - ¿Cuántas cabezas de ganado tienen? – Pregunto acatando la mirada neutra de Aioros, él también dirige su mirada a ese chico que no tardo en desviarla con el ceño fruncido.

 

- Te pasare la lista de los animales, como para introducirte a tu nueva labor, tenemos un criadero de tres especímenes de caballos, Haflinger tenemos unos diez caballos, cinco yeguas y cinco machos, los que ya nacieron y crecieron fueron vendidos a otros socios de nuestra familia y a los amantes de estos hermosos caballos – Shura escuchaba muy atento a la explicación que daba Aioria, quien parecía estar analizando un gran libro con anotaciones – Después tenemos a los más originarios de este país que son los Mustang, de esos tenemos seis de cada sexo, sin embargo, tenemos problemas a que se amansen con las personas y por su mayoría son ariscos, recuerdo que uno de ellos hizo caer a uno de nuestros domadores y le rompió la cadera a causa de la caída – Hilda se lleva la mano a su boca asombrada al escuchar aquella anécdota, Aioros asiente ante ese detalle porque él estuvo presentes antes de su partida a Francia, podía jurar que ese caballo pensaba mandarlo a sacrificar, pero no se animó hacerlo – Por último el que es muy extraño y por lo que tengo entendido son muy caros de vender, los Pura Sangre, prácticamente son nuestro espécimen más pedido por las diferentes nobles de cada país con monarquía y en cantidad tenemos siete machos y seis yeguas – Shura sonríe al poder apreciar a esos animales tan hermosos y llamativos, podía jurar que en ese preciso instante uno de los caballos parecía seguir el carruaje y eso asombro a Regulus.

 

- Parece que Mocachino nos sigue Aioros, parece feliz de vernos – El castaño mayor sonríe ampliamente al apreciar a su gran amigo que parecía llamarlo con su relinchido, dado que era su primer caballo y el que en esos momentos deseaba andar – Espero que Hércules este contento de verte a ti Aioria – Su otro hermano se cruza de brazos y frunce el ceño, detestaba que siempre que visitaban el rancho su pequeño hermano mencionara a su caballo – Yo quiero ver al mio, Denebola Shura es un cruce de Pura Sangre con Haflinger, tiene un hermoso pelaje blanco con manchitas pequeñas de color café y su cola es como la de un león, deseo que la veas – Shura ríe al ver lo emocionado que estaba Regulus, se sentía contento al ver que después lo de la otra anoche no le perjudico mucho, pero podía jurar que en menos de un día se sentía fatal debido a que Aioros parecía estar evitándolo.

------- J~P -------

El transporte que transportaba a los sirvientes se detiene y de igual manera el carruaje en el que venían los patrones, el primero de bajar era Shura para así ayudar a los jóvenes amos quienes le agradecían ese detalle, sin embargo, tuvo que hacer una pequeña excepción con Hilda quien estaba dispuesta hacerle la vida imposible a partir de ese momento.

 

- Parece que te dejas rebajar por quienes no aceptas, veo que tienes lo suficiente como para decir, estoy dispuesto a morirme de hambre con el poco dinero que gano – Shura frunce el ceño ante ese comentario de mala muerte, estaba por demás feliz con lo que tenía y también estaba cómodo con lo poco que tenía, más razones para enfrentarla.

 

- Yo no soy como usted señora, yo sí puedo morir con dignidad y orgullo, pero jamás me demostrare un cobarde como algunos pocos – Eso molesto muchísimo a Hilda, quería darle una abofeteada, pero alguien la detuvo.

 

- El que comienza una disputa termina perdiendo, por lo tanto, contrólate Hilda, ¿Sí? – La mujer de cabellos platinados se ruboriza al ver esa sonrisa tan cálida, le era otorgada para ella y al apreciar eso, Shura no sabía cómo sentirse al respecto.

 

- ¿Eso quiere decir que puedo tener a una dama de compañía para mí? – Aioros asiente muy contento, la toma de la mano para así ambos adentrarse a la vivienda dejando atrás a un Shura que no sabía cómo sentirse en verdad. No obstante, Aioria y Regulus observaban como su hermano era objeto de una manipulación tan grande, que ambos deseaban hacer desaparecer a esa ramera.

 

- No permitiré que la felicidad de mi hermano mayor sea interrumpida y menos le permitiré que humille a Shura – Murmuro Regulus mientras se disponía a ir a donde bajaban los sirvientes que convivirían a partir de ese momento con sus respectivas familias en ese rancho.

 

Aioria duda con respecto aquel comentario que hizo su pequeño hermano, como también no lograba conseguir un hueco ante esa burbuja que parecía demostrar su hermano Aioros, por otro lado, podía entender que humillar a una persona tan digna y elocuente como era Shura, no lo permitiría, aunque le cueste la vida – Shura ¿Puedes acercarte un momento? – El susodicho asiente y se acerca al joven Aioria, podía suponer que arbitraria lo que pasaría en la ascienda – Puedo entender que la señorita Polaris pretenderá hostigarte hasta el cansancio, yo lo voy a impedir mientras estemos aquí en el rancho, sería por unos largos meses, digamos que unos dos meses y medio conviviendo, sirvientes con amos, solamente yo administrare la casa junto a mis hermanos, con eso tienes garantía de vida asegurada. ¿Estás de acuerdo con mi planteamiento? -Shura analiza palabra a palabra de lo que comento el joven Aioria, si estaba feliz al ver que ese muchacho era un as con las negociaciones y de hacerse escuchar.

 

- Por supuesto que estoy de acuerdo con usted, joven Aioria, pero me gustaría sugerirle algo al respecto – El chico se cruza de brazos y lo mira neutro a la espera de escuchar aquella sugerencia – Lo que sucede entre la señorita Hilda y yo se deba al extraño comportamiento de su hermano mayor, entiendo que el joven Aioros se siente confundido, pero desearía que esto no afecte a su compromiso – Aioria abre sus ojos anonadado al escuchar aquella revelación, se mete el dedo meñique en su oído derecho demostrando que no escucho bien.

 

- “Entonces, me quiere decir que… No es posible, ¿Mi hermano se enamoró de este muchacho? O… No, ¿O sí?” Puedes pasar a la sala, creo que mi hermano querrá decirnos algo a todos – Shura asiente ante eso, porque podía jurar que el juego que tenían entre él y el joven Aioros era un secreto, pero jamás lo pusieron en terminado y debía hacer un movimiento él para averiguar que le sucedía. Por otro lado, Aioria parecía estar armando un plan en donde él este en participe en la jugada de su hermano mayor, podía suponer que Aioros no deseaba hablar con ellos dos, sus hermanos menores, y estaba dispuesto a hacerlo hablar.

------- J~P -------

Al ya darles las indicaciones correspondientes a cada sirviente, podía decir que lo faltaba era despojar las sabanas de los muebles y alistar sus habitaciones, porque la hora del desayuno estaba por comenzar.

 

- Amor, ¿para cuándo los sirvientes acomodaran esta ascienda? – Aioros apoya su cabeza en la de su prometida, Hilda sonreía ampliamente al poder recibir por fin un poco de atención.

 

- Eso lo podemos ir haciendo nosotros y creo que no te vendría bien irte a cambiar para estar cómoda, porque no venimos aquí a un viaje de placer, solamente a trabajar querida – Hilda se espanta al imaginarse tomando una escoba y barrer o trapear los baños, no eso si pensarlo, al alzar su rostro pudo ver que Aioros estaba dispuesto a convencerla.

 

- Esta bien, lo hare, y por ti amor – Aioros sonríe no sin antes brindarle un beso en los labios, Shura que ingreso en compañía de Aioria no sabía cómo tomarse aquella escena, si vomitar o simplemente ponerse celoso.

 

- ¿Pueden dejar de hacer eso frente a nosotros? – Hablo Aioria mientras tomaba una de las sabanas para sacarla con brusquedad provocando que el polvo volara y hacer que todos tosieran menos él.

 

- Contrólate Aioria y evita hacerte el amo de todo porque no lo eres, todavía – Su hermano menor frunce el ceño y lo mira da mala manera, sin embargo, Shura se abstenía ante lo que hablaban sus patrones.

 

- Dijiste todavía, pero tengo el poder y la potestad de ser el que te mantenga con los pies sobre la tierra, porque tú lo único que haces es traer personas que dan dolor de cabeza – Aioros frunce el ceño ya al borde de perder la paciencia, Regulus no parecía estar enterado de lo que ocurre ahí dentro y como también apreciar a su “cuñada” que observaba a Aioria con aire de superioridad.

 

- Aioros, Aioria tiene razón en esto, últimamente desde que regresaste tu querida prometida anda creyéndose la ama y señora, pero ya se lo comenté a nuestro padre y él piensa que tú debes hacerte cargo de las malas acciones que ella anda tomando sin tu consentimiento – Hilda se espanta por demás al escuchar lo que comentaba el joven Regulus, que parecía estar reforzando lo que dijo su hermano mayor.

 

- Entendido si padre lo dice, cumpliré su palabra – Se voltea para observar a su prometida quien no sabía dónde meterse, dado que la mirada era la misma que le lanzo cuando ocurrió el incidente – Cambiando de tema, quiero hacer un anuncio oficial y aclaro que ya tuve la aprobación de nuestro tio y nuestro padre – Regulus y Aioria intercambiaron miradas ya intuyendo el anuncio, en cambio, Shura parecía estar muy nervioso porque la mirada tan intensa de Hilda lo estaba impacientando – Shura Abinia será ascendido como el mayordomo de la familia, el primero y único mayordomo, como también se encargara de defender a los demás empleados y los dirigirá – El mencionado observa que todos lo miraban con una gran sonrisa y Regulus salto a sus brazos para felicitarlo, en cambio, al ver aquello Aioros desvía su mirada para así darles su “espacio”.

 

- Felicidades Shura, ahora serás el único encargado de la casa y eso me hace muy feliz porque sí que estas capacitado para dicho puesto – Le dice Aioria mientras se le acerca para brindarle un abrazo, Hilda al escuchar aquellas felicitaciones no le hacia ninguna gracia y ya podía suponer que ese muchacho sería su mayor obstáculo.

 

- Shura ve dentro de quince minutos a mi cuarto, quiero hablar contigo en privado – Le dijo fríamente y con un dejo de autoridad, algo que molesto muchísimo a Shura, no obstante, Hilda lo mira de arriba hacia abajo para después irse detrás de su prometido.

 

- Los buenos uno y la mala cero – Comento Regulus muy contento al ver que por fin el plan de su tio para poner a prueba a esa mujer estaba haciendo sus frutos, era muy complaciente apreciar que las cosas marchaban correctamente a lo hablado, pero al separarse un poco de Shura lo aprecia algo triste - ¿Sucedió algo Shura? – Aioria también repara en eso, ya intuyendo lo que sucede y debía esperar a como se desenvuelve el problema.

------- J~P -------

La soledad lo estaba matando poco a poco, podía sentir que algo se le estaba olvidando un detalle muy importante, era algo que traía consigo, pero no conseguía recordar que era en verdad. Busca en el baúl que le trajeron unos empleados ya establecidos en el rancho, para así encontrar al fondo del objeto.

 

La puerta suena, alza su rostro para desviarlo un poco hacia el reloj que había en la pared y nota que ya habían pasado los quince minutos - ¿Qué demonios acabo de hacer? – Murmura para sí mismo, no sin antes levantarse e ir hasta la puerta y abrir, se queda estoico al apreciar como su mirada y a la de Shura se cruzaban, ambos no sabían que decirse al respecto – Pasa – Le dice sin más mientras se hacía aun lado, el chico de cabellos verdes oscuros ingresa al cuarto medio arreglado para así después cerrar la puerta con llave y evitando que Aioros lo notase.

 

- Antes de que me diga lo que desea decirme, yo le agradezco el ascenso, pero – Hace una pausa mientras agachaba la mirada un poco apenado ante su discurso poco novedoso – quisiera saber, ¿Qué clase de potencial vio en mi o simplemente es un capricho suyo, señor? – Aioros abre sus ojos enormemente, por primera vez sudaba en frio, porque no sabía que responder a eso y más dudar lo que vio.

 

- Yo no tengo ningún capricho con ningún empleado y menos podría decirse eso – Se tapo la boca al reparar lo que acababa de decir con esas palabras, Shura arma dos puños y se cruza de brazos mientras alza su rostro, demostrando lo frustrado que estaba actualmente.

 

- ¿Encerio que es eso lo que usted dice? – Hecho una furia se voltea y avanza hasta donde esta Shura, no le parecía nada justo escuchar ese tono de voz dirigiéndose a él y menos verlo enojado.

 

- ¡¿Cómo que es eso?! ¡¿Acaso para vos no significo nada?! ¡Andas enamorando a cualquiera con esa actitud de macho alfa y yo caigo en tu propia red! – Shura se queda congelado por unos minutos al escuchar tremendo disparate, ese si podía decir que es una de las más grandes tonterías que ha escuchado, se gira para después notar que Aioros se marcha de la habitación y decide seguirlo.

 

- ¡Deje de estar inventado cosas en donde no las hay! ¡¿Y a qué demonios se refiere con esa clase de expresión?! Por lo que yo sé y respecta a mí, nunca tuve alguien en mi vida y eso no debería interesarle – Aioros se detiene al ver que ya había llegado a la sala, se gira para así enfrentarlo y los dos se mantenían serios, no obstante, alguien parecía estar observando la escenita.

 

- Y-Y-Y ¡Y entonces! Có-Có… ¡¿Cómo explicas eso que mi hermano pequeño te ama?! ¡¿Eh?! – Shura mira hacia sus lados ya con la ficha caída, era eso lo que le inquietaba y era ese el motivo del porque lo evitaba a toda costa, como también las miradas de “odio” mal fingidas hacia él por las muestras de cariño que le daba Regulus de vez en cuando.

 

- Jajaja, ¿Por cuánto seguirás con estas ideas mal pensadas que tienes? Por lo que se, entre el joven Regulus y yo solamente hay una amistad, puedo contarte que se me confeso, pero yo no acepte sus sentimientos y veo que tu hermanito está en perfectas condiciones y menos anda ignorándome como cierta persona mal informada – Aioria se cubre su boca evitando reírse, porque la cara roja que tenía ahora su hermano mayor era bastante cómica y no sabía si era de que estaba muy furioso o era por la vergüenza ante la revelación.

 

- “¡SOY UN IMBECIL! ¿Por qué? ¿Por qué? Ahora piensa que soy un tonto, un cabeza hueca y sobre todo una mala persona” Lo siento, ¿Sí? – Shura lo mira con calidez, estaba dispuesto aceptar esas disculpas y podía decirse que le parecía un poco lindo verlo ruborizarse.

 

- Acepto sus disculpas – Un sonido de alguien aplaudiendo los sorprende a los dos, Aioros hervía de la vergüenza al ver que su otro hermano menor los descubrió, Shura estaba igual pero no avergonzado sino congelado.

 

- Bravo, bravo, magnífica obra de amor, la mejor que he visto en menos de un siglo – Aioros se cubre con sus manos el rostro y lo más escalofriante era sentir la mano de ese chico que lo vuelve loco posarse en su hombro derecho, da un brinco obligándolo ver al frente – Tranquilos que no les dire a nadie sobre su secretito y menos a la señorita Polaris “Uh, esto sería la primicia de una revista de chimentos, porque apuesto que la bruja esa pagaría por saber lo que tiene mi hermano con Shura… Jeje, creo que el as para mi baraja lo tengo en frente” – Aioros suelta el aire contenido para posteriormente guiar a Shura hasta de nuevo a su cuarto disponerse a darle el obsequio que dudaba si en dárselo o no, sin embargo, Regulus parecía estar festejando en el comedor, porque podía decirse que ahora su hermano mayor no trataría mal a Shura con la simple idea de ignorarlo.

------- J~P -------

Ella ya había hecho su parte del trabajo, estaba dispuesta a ir a la habitación que ahora si podía convivir con su prometido y le daba muchísima ilusión poder tener un poquito de intimidad con su amado Aioros. Con una gran sonrisa llega a la puerta, hasta que oye voces del otro lado y decide acercar el oído para poder distinguir quienes eran los que hablaban.

 

- No puedo aceptar esto, me parece demasiado como para alguien como yo que no está acostumbrado a usar este tipo de ropa – Frunce el ceño al ya saber quién era el dueño de aquella voz.

 

- Por favor si te acercas un poco y lo aprecias en el espejo te hace más guapo de lo que ya eres… - Hilda se separa un poco ya no comprendiendo aquel comentario que parecía estar haciéndole al sirviente, no podía creer que Aioros fuese esa clase de hombres.

 

- ¿Qué acabas de decir? – Podía presentir el silencio incomodo que parecía reinar entre los dueños de aquellas voces, quería ingresar para intervenir, pero se queda estupefacta al ver que de una manera brusca se abren las puertas y ella cae de lleno al suelo, dejándose mostrar delante de Aioros y Shura.

 

Alza su rostro muy adolorida por el golpe y se lleva la sorpresa de su prometido muy cerca de ese hombre, sosteniendo su camisa a medio desabotonar y el otro sosteniéndolo del pecho, algo que jamás creyó posible. Ambos hombres estaban más blancos que la nieve, sus respiraciones no eran paulatinamente sino la contenían, el rostro de estupefacción de aquella mujer los dejo congelados en las posiciones que estaban.

 

(Ending - When It's Time de Green Day)

Notas finales:

¿Qué hara a partir de ahora Hilda? Esa es mi duda al respecto, ya como bien sabran ya paso el primer arco argumental de esta gran historia, y la que ya esta por comenzar será muy picantona por lo tanto espero que me ayuden dandome ideas con respecto a los celos de esta mujer... ÑwÑ 


 


Sin más dejen un Reviews dandome sus opiniones con estas incognitas, por lo tanto yo paso a retirarme y nos leemos en el próximo capitulo de este fanfic, y esten atentos a Order Vampire. Bye!


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