-mi pequeño Aki-chan-
-mamá-
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El chico corrió a abrazar a su otro progenitor mientras lloraba en su pecho solo quedaban unas pocas fotos del joven castaño, Hibari las había quitado de a poco y solo estaban en lugares estratégicos.
Tsuna sonreía mientras abrazaba a su niño, era solo un bebé cuando él se había ido de ese mundo, pero lo vigilaba desde el cielo junto al resto de cielos Vongola.
-has crecido muy rápido mi bebé-
Lo separó de si mientras miraba sus ojos tan iguales a los suyos, ese cabello junto a la actitud huraña digna calca de su padre incluso notaba parte de Reborn en él.
-te han criado bien-
-yo…no debí…pero es que quería saber…-
-shh calma mi niño, no lo hiciste con malas intenciones-
El castaño coloco su mano sobre el pecho del menor y sonrió dándole paz al onceavo cielo.
-aquí todavía eres puro-
La mirada de Tsuna cambio mientras bajaba su mano hasta el vientre del menor, Akira miraba con temor a su madre cuando Giotto lo toco pudo recordar absolutamente todo, incluso pudo ver ese día.
-no siento energía emanar de tu vientre mi amor, no estas preñado-
El onceavo suelo suspiro sintiendo un alivio en su corazón mientras derramaba lágrimas aquello, pese a no estar consiente; había hecho a su corazón doler se había prometido así mismo llegar puro a su matrimonio con Ryuu y ahora estaba manchado.
-mamá yo…-
-no fue tu culpa mi amor, no tienes de nada que disculparte-
-lamento interrumpirlos, pero debemos ver que hacer con la situación mientras más avanza el tiempo el poder que emana de Akira pierde control-
Primo les enseñaba una pantalla donde podían ver el campo de batalla en tiempo real el cuerpo de Akira emitía descargas que impactaban contra el suelo provocando que este se agrietase.
- ¿Qué podemos hacer? –
-no puedo despertar-
Primo se sentó en la cabecera mientras buscaba alguna solución Tsuna tomo lugar correspondiente con su primogénito y esperaron.
-llamare a los demás cielos-
Giotto toco una campana y en pocos minutos estaban los demás cielos en la sala cada uno tomo asiento en su respectivo lugar mientras las miradas inquisitivas se dirigían al onceavo, quien se acojono un poco, pero la llama de Tsuna se potencio logrando que las miradas parasen.
-bien, conocen la situación a la perfección; necesitamos una solución para que la llama del onceavo se calme y deje de herir a su familia-
-un X-burner-
-los Vongola no pueden perder a su líder de nuevo-
-podría funcionar, pero requiere una gran cantidad de precisión y energía, si fallamos por centímetros podremos la vida del onceavo en riesgo-
Todos meditaban las palabras de primo mientras se miraban entre si para saber quien podía lanzar el dichoso ataque.
-yo lo haré-
-mamá-
-perfeccione el X-burner cuando era más joven así que no debe ser difícil además…es mi hijo-
Ninguno de los demás cielos se opuso mientras asentían liberando sus llamas primo alejo a Akira mientras sonreía
-debes volver, todo estará bien pronto-
El chico volvió a abrir los ojos semi consiente de lo que pasa podía ver a sus amigos noqueados mientras una barrera de energía los protegía, la décima generación esquivaba los rayos que lanzaba su cuerpo los cuales ya lograban levantar el suelo, Cheacker sonreía con maldad mientras el combatía, su cuerpo no respondía pese a que lo intentará.
La sonrisa de Cheacker se borró mientras la décima generación observaba el cielo en este las nubes formaban una especie de tornado que tocaba el suelo, justo enfrente del muchacho empezó a formarse una poderosa energía de color naranja.
Las nubes se disiparon mientras dejaban ver a una persona semi transparente de alborotados cabellos castaños y ojos miel por uso de las llamas; su llama brillaba con fuerza en su frente y sonreía.
(CANCIÓN)
-ese es…-
-imposible-
-décimo-
-Tsu-kun-
-Tsuna-sama-
-conejito-
Los guardianes de Tsuna cayeron de rodillas mientras el escudo donde estaban sus hijos se quebraba, Tsuna movió su mano poniendo otro escudo impidiendo que los jóvenes escapasen, los rayos se intensificaban mientras el décimo los esquivaba con elegancia.
-Cheacker Face-
El hombre estaba en shock, pero cuando escuchó la voz de Tsuna lo observo, su respiración se agito y se le fue el color del rostro.
- ¡te asesinaron! –
Tsuna descendió mientras miraba seriamente al sujeto quien temblaba, los experimentos del hombre rodearon al joven Vongola pero este con un solo movimiento provocó una onda expansiva aniquilándoles, con paso seguro camino hasta el hombre quien retrocedía.
-sí, tú me asesinaste; lograste poner en contra a un miembro muy cercano de esta familia; alguien que estaba enfermo, me alejaste de mi hijo e intentaste secuestrarlo en varias ocasiones; y ahora por tu culpa el esta así y tendré que hacer algo que no me gustará-
Los X Gloves empezaron a formarse en las manos del Vongola mientras Cheacker intentaba huir, Tsuna estaba tranquilo cuando una segunda presencia hizo acto de aparición deteniendo al hombre que simplemente sintió terror.
Frente a él se encontraba primo Vongola igualmente armado con los X Gloves preparando el ataque, ambos jefes estaban serios mientras el hombre temblaba.
- ¡Zero point breakhout! –
El ataque llegado por ambos bandos no le dio tiempo a reaccionar a Cheacker mientras su cuerpo se congelaba lentamente, Primo miro a Tsuna y este asintió cargando una generosa cantidad de llamas a su guante derecho.
-por el honor de Vongola-
-por el honor de nuestra familia-
-en nombre de los cielos Vongola-
-libramos al mundo de tu existir-
El certero golpe hizo explotar el hielo en miles de pedazos pequeños, ambos jefes se observaban mientras suspiraban, un golpe de poder los hizo subir la mirada; Akira empezaba a lanzar rayos feroces que derribaban árboles y levantaban la tierra.
- ¿estás listo? –
-sí-
Ambos alzaron el vuelo Tsuna no sin antes darle una sonrisa a su familia y poner un escudo a su alrededor; Primo coloco su mano en el hombro de Tsuna mientras le transmitía sus llamas.
Uno a uno, fueron apareciendo los jefes de la familia brindando sus llamas al décimo logrando que las mismas llamas de este se potenciasen de forma increíble formando un aura a su alrededor.
Los anillos de todos los guardianes de la décima generación se activaron lanzando un rayo de luz hacia donde se encontraba Tsuna formando un arcoíris a su alrededor.
Al igual que los anillos de los chicos, los cuales empezaban a recuperar la consciencia observando con asombro la escena frente a sus ojos.
-Akira-
-jefe-
El horror se extendió en una exclamación general cuando vieron a Tsuna tomar posición para lanzar un X-burner directo a Akira.
- ¡TSUNA! ¿QUÉ VAS A HACER? –
-DAME-TSUNA-
- ¡Cállense!, estoy salvando la vida de Akira-
El impacto golpeo directamente el pecho del menor y la fuerza de este provocó una onda expansiva junto a una luz que los cegó momentáneamente, cuando recuperaron la visibilidad el décimo ya estaba en tierra con el cuerpo de su hijo en brazos, Akira tenía un hoyo en medio de su pecho el cual cerraba poco a poco debido a las llamas tipo sol que su madre emitía.
Tsuna llego hasta Kyoya quien aun no podía creer lo que pasaba, el pelinegro extendió sus brazos tomando el cuerpo de su primogénito mientras Tsuna sonreía suavemente acaricio la mejilla de su exesposo dejando un suave beso en los labios de este.
-te amo…llamen a Shamal-
Antes de que preguntasen, el resto de la onceava generación emitió un grito cayendo desmayados poco después que su líder.
-volveré pronto, cuando Akira despierte tengo mucho que aclararles y reñirles-
Así el décimo contesto a la pregunta no hecha por los ojos de sus guardianes. Mientras las nubes volvían a rodearlo a él y a primo; desapareciendo tal y como llegaron.
-ya escucharon al jefe…alguien contacte con el doctor pervertido-
Hayato sonreía mientras empezaba a dar instrucciones aquella visión les había devuelto un poco del alma que habían dejado ir junto a su jefe.
Kyoya observaba a su hijo, el joven, junto al resto seguía dormido llevaban una semana en aquel estado de “coma temporal” como lo había llamado Shamal, aunque no lo pareciera sus cuerpos habían sufrido un daño considerable, pero de entre todos Akira era el más afectado.
Se acerco a su cama acariciando sus cabellos y depositaba un beso en su frente; en esa situación temió perder lo único que le quedaba, Tsuna había dejado un gran hueco en su corazón al irse; sin Akira habría caído en la locura irremediablemente, la puerta se abrió dejando entrar al asesino a sueldo seguido de Takeshi, Ryohei y Byakuran.
-siguen durmiendo-
El de cabello blanco sonrió mientras revisaba los signos vitales de su hijo, el cual por cierto estaba al lado de Akira.
-deja de decir obviedades dame-inútil-
Reborn suspiro, pero aun así revisaba los cortes en brazos de sus hijas, las gemelas se encontraban juntas y su padre dio un suspiro aliviado al ver que estos sanaban con prontitud.
-no hagan tanto escándalo; los despertaran y aun necesitan descansar-
Takeshi suspiro usando su tono serio mientras besaba las frentes de Yumiko y Tora tomando una silla para sentarse en medio de sus camas.
Los demás lo imitaron pese a todo el miedo que recorrió sus cuerpos era el mismo y ni que decir de las “madres” de los menores; Hayato se había desmayado llegando a la mansión, Lambo enfermo una semana, Kikyo soportó un poco más antes de que le diese fiebre repentinamente y terminara en cama dos días.
Shamal suspiro mientras entraba a la habitación y revisaba a la onceava generación, desde aquel día no había cruzado palabra con ninguno de ellos, y aunque sabia que debía hablar de la carta de Tsuna esperaría hasta que los pequeños despertasen, esta actitud, aunque extraña no preocupaba demasiado a los padres de los chicos quienes observaron al doctor pervertido cambiar los sueros y los medicamentos sin decir ninguna palabra.
Shamal llego a su consultorio mientras destapaba una botella de whisky y buscaba una copa, de vez en cuando lo hacía aún le costaba dormir por las noches después de que hiciese aquello con su jefe.
-debías dejar eso-
La copa resbaló de sus manos al mirar frente a sí a su exjefe.
-Tsu…Tsuna-sama-
-sólo Tsuna, Shamal; ¿no les has dado la carta, cierto? –
-yo no…no puedo-
-Shamal, tienes que dárselas su alma ya pesa demasiado para que no lo hagas-
El hombre miro al joven mientras este sonreía sin ningún tipo de rencor; Tsuna era lo más parecido a un ángel, se levanto mientras buscaba en el cajón de su escritorio; desarmo una pluma e insertándola en un agujero diminuto alzo un doble fondo en el objeto.
-la he guardado con recelo desde que me la entregaron-
-ahora debes dárselas, me tengo que ir, pero volveré pronto y Shamal…-
-sí-
-no debes culparte por nada, fue mi decisión; además si no lo hacías iba a sufrir por muchos días más-
Una caricia fue depositada en su mejilla y así como llego el espíritu de Tsuna desapareció, tomó la botella y la vacío en el fregadero de su consultorio, salió buscando al guardián de la tormenta necesitaba convocar a una reunión urgente no solo con los Vongola sino también con Cavallone y Varia.
Solo bastaron unas horas para que todos estuviesen reunidos, el solo mencionar el nombre del castaño movilizo a las familias a gran velocidad.
- ¿y bien? ¿Para qué nos citaste Shamal? –
- ¿y que tiene que ver esto con Tsuna? –
El doctor tomo una bocanada de aire observando a los guardianes, Dino y su familia junto a Xanxus y los suyos.
-primero que nada, hace 16 años mentí vilmente; a Tsuna le quedaban dos semanas mas de vida sustentado por los medicamentos-
Como pudo alcanzo a esquivar dos balazos, el tridente de Mukuro, el látigo de Dino y una de las tonfas de Hibari, suspiro mientras el resto calmaba los ánimos y los aludidos recomponían la compostura.
-para su información fue una orden directa de Tsuna; no podía hacer otra cosa; además cuando el décimo murió fui yo quien le administro una droga capaz de sumirlo en un sueño profundo del cual no despertaría; Tsuna no quería sufrir ni verlos sufrir a ustedes, él es y será siempre un ángel-
El resto se quedo callado mientras apretaba los puños, sabían de sobra el carácter de Tsuna y por la mirada del doctor este sufría en silencio.
-casi un mes después de la muerte del décimo me llego esta carta-
Tridente Mosquito les enseñó el sobre con el escudo Vongola casi intacto muestra de que la carta solo había sido abierta una vez.
-Reborn ¿podrías leerla a todos? –
-dámela-
Familia Vongola
Familia Cavallone
Grupo de asesinato independiente Varia
Si están leyendo esto significa que ha pasado un mes desde mi muerte; la súper intuición Vongola tiene sus pros y sus contras; para este tiempo se han acoplado a mi ausencia, Hayato espero que estés realizando bien tu trabajo como mi mano derecha; Reborn, Kyoya espero que puedan cuidar de Akira es difícil cuidar a un bebé, pero confió en ustedes. Oni chan ayúdalos como puedas y Xanxus no les causes tantos problemas.
Ahí algo que debo decirles: lo sé todo, se su pecado; como he dicho antes la súper intuición Vongola tiene sus pros y sus contras, entre los pros son visiones a futuro tuve una visión un par de meses atrás y pude verlo todo.
La carta tembló en manos del asesino a sueldo mientras el resto perdía el aliento, su secreto aquel que juraron llevar a la tumba había sido descubierto antes de ser efectuado.
Nos los reñiré demasiado porque ya no estoy vivo, pero tengan en cuenta que no lo hubiese aprobado de estarlo.
No puedo cambiar lo que ya sucedió, pero lo único que puedo decirles es que los perdono, perdono sus actos a todos, Varia, Cavallone y Vongola.
En esta carta os otorgo el perdón librándolos de sus pecados; ahora sigan sus vidas y no vuelvan a cometer el mismo error.
Las cabezas gachas y los puños apretados; la familia Vongola y el resto se mantenía callado cada uno de ellos era culpable de forma directa al ejecutar la acción o de forma indirecta al callar, incluso Dino ayudo a desaparecer documentos y el cuerpo de la joven.
Aquel perdón había llegado tarde, casi 16 años tarde; pero pese a ello sintieron que un peso fue quitado de sus almas. Una alarma empezó a sonar mientras Shamal salía corriendo apresuradamente Kyoya sintió su alma en un hilo y corría detrás del médico, ya que aquella alarma había sido instalada en la habitación de los chicos.
- ¡Todos fuera! –
Shamal evito que entrasen mientras tomaba el desfibrilador cerro las cortinas ya que el corazón del onceavo Vongola quería dejar de palpitar.
-vamos Aki no ahora-
Un par de angustiantes minutos después Shamal salió mientras su rostro mostraba seriedad absoluta.
-llamen a una ambulancia debemos trasladar a Akira al hospital Vongola, parece que ha entrado en coma permanente no se cuando va a despertar y necesitara sustentación artificial-
Las miradas de todos se dirigieron a Kyoya, este estaba en shock Reborn lo acerco a su pecho y por primera vez en la historia pudieron escuchar el llanto ahogado del guardián de la nube de la décima generación.