La ambulancia partía con su triste sonar, mientras una camioneta negra perteneciente a la Vongola avanzaba junto con el auto de los Cavollone y el que transportaba a Varia; Reborn observaba a Akira quien era llevado con sustentación artificial; pronto llegarían más ambulancias para trasladar al resto de la onceava generación; él tenía que hacer varias llamadas para que esto no saliera de las tres familias.
Podían enfrentarse a un ataque si se sabía que la futura generación de Vongola se encontraba en mal estado; cuando llegaron un grupo de doctores y enfermeras los esperaban con varias camillas; como siempre el primero en entras fue Akira quien fue trasladado a una sala exclusiva para poder ponerle sustentación artificial.
Minutos después llegaron las tres familias siendo recibidas con una reverencia por el personal del hospital, Kyoya no hablo tenía los ojos enrojecidos y simplemente paso de largo hasta la habitación de su hijo; Hayato llego a movilizar a todo el personal dando instrucciones especifica; que incluso Xanxus acepto sin rechistar; Reborn acompaño a Lambo hasta la habitación de sus gemelas; y el resto también se esparció en la habitación de sus respectivos hijos.
-/-/-/-/-/ SUEÑO -/-/-/-/-/-
- ¿Dónde estamos? –
-parece que es la mansión, pero varios años antes-
-muchos antes-
- ¡jefe! –
-Akira-
- ¡amor! –
La onceava generación se le abalanzo a su joven jefe mientras este sonreía al caer junto con sus guardianes al pasto, todos los chicos reían mientras hasta ellos llegaron dos adultos uno de cabello rubio y otro de cabello castaño.
-es bueno verlos reír-
-me recuerda a mí junto a mis guardianes cuando los tiempos eran pacíficos-
-chicos, les presentare a unas personas; él es primo Vongola el primer guardián del cielo Vongola y el que esta a su lado…es mi mamá-
- ¡Giotto-san y Tsuna-san! –
-increible-
-kufufu…interesante ¿quieren pelear? –
-nufufu heredero idiota-
La onceava nube recibió un golpe en su cabeza de parte de la primera logrando sorprender al menor mientras el resto aparecía; maravillando a los jóvenes.
-la…-
-prima generación-
Las gemelas al ser las menores eran las más asombrada acercándose algo temerosas a los respectivos guardianes de sus elementos; la onceava generación miraba con asombro aquella actitud tan parecida a la de su madre Lambo, su sonrojo creció cuando Knuckle y Lampo despeinaron sus cabellos.
-Primo-san ¿Por qué estamos aquí? –
-llámame Giotto, Akira; supongo que están en una especie de Limbo-
-el descontrol de sus poderes los sumió en un coma no controlado-
-sus cuerpos deben reintegrar su energía y para ello deben dormir-
- ¿despertaremos pronto? –
-mamá debe estar preocupada, y queriendo matar a papá-
-Lambo-san siempre quiere matar a Reborn-san-
-papá siempre intenta meterle mano a mamá-
-pese a que ya tiene dos hijas, si no fuera por mamá la mansión sería una guardería-
-eso sí suena típico de Reborn-
Tsuna reía mientras el resto olvidaba la preocupación momentánea, tardarían en recuperarse lo que debían pese a que sus padres estuviesen angustiados.
-/-/-/-/- FUERA DEL SUEÑO -/-/-/-/-
Los días se convirtieron en semanas y estos en meses mientras los angustiados padres, visitaban a su hijo; las cosas habían mejorado un poco en la mansión Vongola, ya casi no se sentía ese frio y lúgubre ambiente; ahora había calidez, esa calidez que se había perdido cuando perdieron a su jefe; Kyoya había ido por Nana Sawada y esta había aceptado cuidando a su nieto de vez en vez; Mokuro batallaba de vez en cuando con la pequeña Nagisa quien era algo traviesa; siendo ayudado por Byakuran que siempre le daba dulces a la bebe provocando su hiperactividad.
-duerme tu a Nagisa…hoy duermes en la sala-
-pero amor…solo fueron unos bombones en su leche-
Byakuran esquivo junto a su bebita el tridente de su esposo; la niña reía mientras chupaba la camisa de su papi.
-mami se pone furiosa a veces-
- ¡a quien llamas mami! –
-mejor corramos Nagi, papi no quiere ser castrado-
Tsuna observaba todo desde aquel Limbo que habían creado, tal vez era algo malvado de su parte, pero quería que ellos regresasen a lo que eran, cubrió la esfera de cristal cuando Giotto entro. Este suspiro sabiendo lo que hacía su predecesor.
-deberías dejarlos ir-
-por ahora no; solo un par de meses más, solo necesito confirmar que estén bien y juntar el poder necesario para acompañarlos; necesito hablar con Reborn y Kyoya-
- ¿celos? –
-no, Kyoya me sigue amando como la primera vez; aunque aun sigue siendo extraño ver que él y mi extutor… y sabes que quiero mi noche con él-
El sonrojo en los pómulos de Tsuna simplemente hizo que Giotto sonriera con malicia; mientras picaba sus cachetes; molestando a su predecesor, si Tsuna hubiera muerto cuando debía y no más joven podría disfrutar de ciertos “placeres” con su pareja; no por nada eran los cielos Vongola.
-alguien quiere que le den duro contra el muro-
-Giotto-
-oh vamos me negaras que has espiado mientras Alaude, Daemon y yo…-
- ¡no escuche nada! –
Tsuna huyo mientras Giottto sonreía tal vez podría traumar un poco a los predecesores y jugar con sus esposos mientras estuviesen ahí. Si, serian; un par de meses divertidos; miro hacia el jardín donde la prima generación entrenaba a la onceava generación en el uso de su poder.
Kyoya se sentía extraño cada vez que visitaba a su hijo parecía que alguien lo observaba; ya casi se cumplía un año de la tragedia y estaban por llegar al cumpleaños del onceavo capo y el aniversario luctuoso de Tsuna.
-mi bebé, por favor despierta; tenemos que ir a ver la tumba de mamá-
Nunca había llevado al menor con él; en especial por el dolor que le causaba ver aquella roca con el nombre del capo; beso la frente de su hijo con ternura mientras Akira se removía; sus ojos se abrieron poco a poco sorprendiendo a Kyoya.
-buenos días papá-
- ¡Akira! –
Kyoya abrazo a su hijo mientras este se sorprendía al sentir las lagrimas mojar su ropa; miro a su progenitor este se veía pálido y un poco más delgado; su cabello había crecido y su rostro de frialdad había pasado al olvido.
Con el paso de las horas el resto fue despertando mientras sus aliviados padres suspiraban; Shamal los reviso uno por uno dándoles el alta después de un día de observación. La limosina de los Vongola se abría paso entre los bosques de Sicilia mientras los chicos conversaban animadamente se habían sorprendido mucho del tiempo que había pasado ya que en el lugar donde estaban había sido realmente corto para ellos.
- ¿Qué pasa hijo? –
-mi super intuición-
Kyoya y el resto sonrieron mientras llegaban a la mansión como ya era tarde esta estaba a oscuras; las luces se prendieron mientras los empleados gritaban “sorpresa” frente a ellos había un cartel que decía Bienvenidos y el lugar estaba decorado bellamente. Sus tíos sonreían mientras les daban un montón de regalos; Akira sonreía mientras era abrazado posesivamente por Ryuu, la fiesta siguió su curso mientras en un momento dado ambos jóvenes se escabulleron de la mirada de sus padres; Ryuu guio a su prometido y novio hasta un balcón mientras sentían la fresa brisa golpearles la cara.
-mi ángel-
-te amo-
-igual yo-
Sostuvo sus hombros girando su cuerpo para que quedase frente a él y se inclino en el piso a modo principesco logrando que el onceavo se sonrojara y cubriera su boca con ambas manos, el chico saco una caja de terciopelo mientras la abría mostrando frente a sus asombrados ojos un hermoso anillo de oro el cual tenía un diamante grande en el centro junto a dos pequeños.
-sé que no eres una mujer y que esto es una simple formalidad, pero necesitaba hacerlo;il mio angelo Vuoi sposarmi? (mi ángel. ¿quieres casarte conmigo? ) –
- ¡SÍ, SI QUIERO! –
El chico se le aventó en brazos mientras se besaban dulcemente, el beso subió un poco de tono cuando el guardián de la niebla coló su lengua en la boca del mas bajo logrando que se estremeciese en sus brazos, sus manos bajaron acariciando suavemente su torso.
-Ryuu-
-eres hermoso-
-no le quites la virginidad aún o soltare a su padre-
Ambos miraron sorprendidos al decimo capo de la Vongola que sostenía de la camisa a Kyoya evitando que golpease con sus tonfas al guardián de la niebla, había llegado justo cuando su hijo desapareció y después de una conmoción inicial que ambos jóvenes no habían escuchado sumidos en lo suyo alego buscar a su hijo, Kyoya lo acompaño encontrándose a ambos jóvenes en aquella situación.
-el tiempo pasa tan rápido, mi bebe se casa-
-sobre mi cadáver-
-Kyo-chan, quiero que mi bebe se case; y que gastes todo lo necesario en la boda y la sucesión ¿entendido? –
Pese al tono dulce pudieron ver al guardián sudando frio mirando la sonrisa de su esposo, mientras asentía lentamente; tomo sus caderas y gruño por lo bajo.
-tienes suerte que es tu madre quien me lo pide; o no movería un dedo-
-Kyoya-
-tu y yo tenemos que hablar-
-lo mismo digo-
Lo ultimo que vieron fue al guardián de la nube cargando a Tsuna como costal de papas sin que este se quejara más bien dicho una sonrisa se extendía por todo su rostro, Reborn llego hasta ellos suspirando mientras sacaba su arma apuntándole a Ryuu.
-caminen, ahí que volver a la fiesta-
-si abue-
El mayor suspiro ya no caería en las mañas (las cuales él le enseño) de su queridísimo nieto, así que ignorando sus ojos de cachorro los regreso a la fiesta sin quitarles la mirada de encima. Por otro lado, Kyoya se comía a besos a Tsuna quien solo cooperaba, ya no era un espíritu ahora tenía un cuerpo físico y podía sentirlo estremecerse.
-Kyo-Kyoya-
- ¿Cómo? –
-los cielos podemos hacer esto, pero requiere de una cantidad enorme de llamas…utilice una medida…especifica en…Aki y el resto…lo guarde-
El decimo Vongola se estremecía hacia mucho que no sentía a su esposo y el tiempo solo lo había puesto mejor, se hinco tomando por sorpresa al otro mientras desabrochaba sus pantalones con desespero y tomaba su miembro.
-espere mucho para hacer esto y para la boda de mi bebé-
Por toda contestación el de ojos grises empujo su boca directamente a su polla la cual el castaño tomo gustoso, lamiendo de arriba abajo, y sacándole gruñidos al mayor, callaría hasta que tuviera su sesión salvaje de sexo después preguntaría la situación con Reborn.
-Kyoya-
Su mente quedo en blanco al ser asaltado de la forma más sucia y placentera posible, los dedos de Kyoya tanteando su entrada, y su boca mordiendo sus pezones a gusto; aun recordaba como tocarle y llevarlo al cielo; cuando el miembro del mayor lo penetro soltó un grito alto, sabia que su pervertido esposo había mandado insonorizar la habitación antes de que Aki naciese por pedido de sus sonrojados guardianes quienes querían evitar más traumas.
-más, más-
Ya no podía pensar y su boca solo pedía mayor velocidad y profundidad; las caderas de ambos chocaban provocando un sonido sucio en la habitación y cuando al fin se corrió; arrastro al ex líder del comité disciplinario con él provocando que sus entrañas se llenasen.
-increíble, sigues siendo increíble-
-solo contigo, mi conejito-
Tsuna rio recordando aquel apodo que Kyoya le había puesto en sus años de estudiantes, cuando le pregunto el porque este respondió que era como un indefenso conejo al que podrían atacar en cualquier momento, pero a su vez si lo hacían enfadar mordía; ese apodo dicho en noches de pasión como aquella y cuando el mayor quería ser cariñoso sin ninguna persona cerca.
-aun te amo-
-yo tambien Kyoya-
- ¿te iras pronto? –
-aun no hemos perfeccionado esto, primo fue a darle instrucciones a Verde para que pueda quedarme más que un par de horas; quiero disfrutar la boda de Akira-
-mm aun no quiero a Ryuu-
-tienes que, ese par se ama desde pequeño; además si no dices nada no preguntare nada sobre ti y Reborn-
Rio con malicia al ver a su esposo tensarse y ponerse algo pálido; beso sus labios mientras empezaban a comerse de nueva cuenta.
-hazme el amor hasta que lo olvide-
-lo hare-
La semana que siguió paso relativamente tranquila hasta que empezaron los preparativos de la sucesión, Akira reía con malicia al ver a Hayato y a su abuelo traer a todos a punta de bombas y balazos; aunque aún había un tema que no había hablado con Ryuu puede que no hubiera llegado a mayores, pero se sentía mal.
-Ryuu-
Vio que su abuelo y padre no estuviesen cerca y tomo la mano de su prometido guiándolo hasta su habitación; esto no lo había hablado ni con su padre, solo con su mamá en sueños.
- ¿Qué pasa Aki? –
-tenemos algo que hablar-
Ryuu se sentó acercando a su novio a si mismo al verlo tan abatido, acaricio su cabello para calmarle y que hablara con confianza.
-cuando estuve en manos de ese tipo, me sentía en una especie de sueño; me confundía y así logro que yo…tuviera sexo con él, no paso a mayores o al menos eso dijo mi mamá, pero…Ryuu yo ya no soy…puro-
Las lagrimas brotaban de los bellos ojos avellana, mientras Ryuu se mantenía impasible abrazando su cuerpo.
-yo quería…que tu tomaras mi primera vez…estoy sucio Ryuu…entiendo si no quieres casarte…y-
-amor, he esperado 16 años para poder casarme contigo, no te dejare ir por algo tan simple como eso; pero te aseguro que tomare tu cuerpo hasta borrar cualquier marca que ese tipo haya dejado-
Su voz profunda y sus ojos determinados estremecieron al onceavo capo quien se sonrojo con furia, al ver una sonrisa pervertida en su novio; se parecía tanto a su progenitor varón, sus labios fueron tomados con gula mientras caían recostados en la cama, su cuello fue asaltado mandándole escalofríos a su cuerpo; era tan diferente de lo poco que recordaba había pasado con Cheacker, Ryuu se separó mientras sonreía y alzaba sus manos en señal de rendición.
-no antes de la boda, lo sé-
Akira miro al frente afuera de su ventana, donde en el árbol su abuelo le apuntaba a su novio con un rifle alemán 1996 con mirilla, el chico hizo un puchero sonrojado y ambos salieron de ahí. La boda sería terminando la sucesión; por lo tanto, la semana se volvió tediosa para todos; la semana se convirtió en dos y esta en un mes; casi 7 meses después todo estaba listo.
Akira se movía de un lado al otro mientras las sirvientas intentaban colocarle un par de pinzas en el cabello para ahorrarse un poco el arreglo para su boda, su abuelo entro mientras suspiraba y lo sentaba en la cama; el chico portaba un traje blanco como el que uso su madre mientras en sus hombros caía la capa de primo Vongola, en el armario había un hermoso kimono color blanco el cual usaría para la boda.
-tranquilízate un poco, todo saldrá bien-
Reborn tomo las pinzas y se las coloco a su nieto, le recordaba tanto a Tsuna el castaño había estado igual cuando fue la sucesión; y también su boda; nada más que su alumno estaba el doble de histérico.
-pero abuelo, ¿y si me equivoco en la sucesión? ¿y si Ryuu me deja plantado? –
-no te equivocaras ya que llevamos meses practicando, y si a ese mocoso se le ocurre plantarte le corto los huevos-
-te quiero abuelo-
El chico se calmo un poco permitiendo que las sirvientas le maquillasen discretamente, salió de su habitación mirando a todo mundo inclinado y tomo aire; caminando con dignidad hacia la entrada para ir a donde sería la sucesión Vongola, sonrió al ver a sus guardianes en la puerta con sus trajes y a su novio quien lo veía con amor, pronto estarían casado y eso le emociono.