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MI DESTINO por Sayurayaoista

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Notas del capitulo:

Sayura: esperemos que les guste

Ana: a nosotras nos encanto

Nina: esto se pone peor cada cap

Xóchitl: ¡a leer!

 

-/-/- con Yumiko, Tora y Kaito -/-/-

Habían decidido llevar algunas flores – más por insistencia de la fémina del grupo que por otra cosa- y justo ahora la susodicha de encontraba dentro de una pequeña tienda eligiendo algunas, su hermano y el otro joven esperaban en un puesto de comida del otro lado de la calle, ambos vigilantes de la joven de ojos esmeralda, su compañera no era débil ambos lo sabían, Tora y Takeshi decían que había sacado el carácter de su madre -y solo ella podía decirle así o uno terminaba golpeado y el otro en abstinencia- Hayato y este se mostraba orgulloso de su primogénita.

Tora dejó de observar a su hermana por un momento solo para mirar a su compañero de armas, este no despegaba la vista de su hermana; a pesar de su cara siempre seria podía notar el ligero brillo en sus ojos, un suspiro broto de sus labios, no es que no le agradase el chico de cabellos agua, solo lo resumía a que era su hermanita, la consentida y la niña de sus padres.

-mira-

La voz de Kaito lo sacó de sus pensamientos, miro al frente donde tres sujetos observaban a una distancia prudente, la tienda donde se encontraba Yumiko, una mueca de enfado surco su rostro notando sus intenciones casi al instante, miro a su compañero quien apretaba los puños.

-ve tú…o no me contendré-

Kai asintió mientras llegaba rápidamente con la joven quien lo miro extrañada. Mientras la señorita que cobraba sonreía discretamente.

-Solo vámonos-

Ambos salieron del lugar siendo interceptados por un trío de jóvenes de alrededor de 17-18 años con pinta de pandilleros.

-hola hermosa princesa-

-bonita deja a ese tonto y ven con nosotros-

-vamos a divertirnos-

Los tres le cerraron el paso a ambos jóvenes quienes se pusieron serios, Yumiko estaba a punto de sacar sus armas, pero Kaito la detuvo, negando con la cabeza y enlazando sus manos.

-no queremos causar problemas…así que ¿nos podrían dejar pasar? Tenemos prisa-

Kaito era un joven tranquilo que evitaba el combate tal como su antecesor de 10 generaciones atrás, pero por otro lado si lo hacías enfadar; su padre Ryohei solía decir que era una bomba que podía explotar en cualquier instante y Kikyo decía que tenía un carácter muy fácilmente alterable.

-bueno imbécil tú te puedes largar-

-la muñeca se queda con nosotros-

-Non posso con molta idiozia (no puedo con tanta idiotez junta)-   -non me neanche (yo tampoco)-   -yo me encargó de ellos la mia bella principessa (mi bella princesa)-   -el tonto cree que puede con nosotros-   La de ojos verdes se quedo sorprendida mientras los colores se le subían al rostro al sentir los labios del de ojos agua sobre su mano.   -vamos par de tórtolos no tengo tiempo para esto-   -tres minutos…es todo lo que necesito-

 

El joven se desabrocho el saco, el cual dejo al cuidado de ella y después se arremangó la camisa hasta los codos, tomo una posición defensiva subiendo ambos puños.

Los tres matones se lanzaron al ataque mientras ambos hermanos observaban el combate, y tal como había predicho el de ojos grises solo bastaron unos cuantos golpes y tres minutos exactos para noquearlos a todos, ese casi innato boxeo y parte de las ilusiones de Kikyo lo hacían uno de los guardianes más fuertes, solo un lugar debajo de Ryuu quien ostentaba ese título.

-basuras ¿nos vamos? -

Los hermanos asintieron mientras seguían su camino.

-/-/- con Midori y Aimi -/-/-

Las gemelas sonreían espalda contra espalda observaban a todos los chicos a su alrededor los cuales portaban diversas armas blancas.

¿Cómo se habían metido en aquel lío? Fácil ser hijas de quien eran llamaba problemas a sus vidas, pero omitiendo lo obvio y en resumidas cuentas dos chicos habían intentado propasarse con ellas y tal como les había enseñado su papá Reborn barrieron el piso con sus cuerpos, después de ello llegaron unos tipos que hablaban algo sobre perturbar la paz y cosas así, todo se salió de control y pues…aquí estamos.

- ¿Qué sucede aquí? -

Al lugar llegaron un par de gemelos de cabellos negros y ojos oscuros, las gemelas enfrentaron miradas con ellos mientras sonreían al más puro estilo de su progenitor varón, esto pintaba para ser interesante; los demás se retiraron a una distancia prudente permitiéndole a sus líderes tomar el control.

- ¿Quiénes son ustedes? -

Midori se lanzó al ataque contra uno de los chicos quien lo contrarrestó sacando una espada, obligándola a dar una voltereta.

-mi nombre es Midori di Vongola Bovino-

-mucho gusto yo soy Yuki Kusakabe-

Aimi siguió su ejemplo lanzándose contra el otro chico obteniendo el mismo resultado.

-mi nombre es Aimi di Vongola Bovino-

-y el mío es Yu Kusukabe-

Ambos pares de gemelos luchaban a la par, ellas emocionadas de alguien digno de sostenerles mas de cinco minutos y ellos sorprendidos por aquellas habilidades y claro por tan lindas niñas.

-/-/- con Ryuu -/-/-

Aquel lugar era frío y lucía más abandonado que de costumbre, se abrazo a si mismo mientras caminaba por los pasillos, llego a esa especie de explanada donde su padre tenía su “trono” invocó su tridente mientras de sentaba en aquel sitio, y sin más hablo.

-Chrome-

- ¿Moku…Mokuro-sama? -

De entre las sombras apareció una joven parecida a él de alrededor de 30 años, quien caminaba despacio apoyada en su tridente, el joven corrió a auxiliarla cuando noto aquella curva pronunciada en su vientre.

- ¿estas…embarazada? -

-tengo 8 meses-

La joven alzó el rostro se veía pálida y bastante delgada, a pesar de tener 8 meses su vientre apenas se notaba de 5, ella miro al joven frente a él y la ilusión desapareció de sus ojos, el chico la guío al sillón sentándola en él.

-tú no eres Mokuro-sama-

-soy su hijo mi nombre es Ryuu Gesso Rokudo-

- ¿Gesso? Como ¿Byakuran Gesso? -

-él es mi otro padre-

- ¿Cómo? -

-kufufu larga historia lo resumiré a que Byakuran conoció a papá antes de que se volviera malo y término enamorado de él y después de muchos – demasiados- golpes e ilusiones papá le dio un chance y después de lo sucedido con el décimo capo pues se fueron a unas largas vacaciones y aquí estoy yo-

La joven sonrió cada gesto de aquel joven era idéntico al de Mokuro también podía notar algo de Byakuran, un dolor punzante recorrió su vientre obligándole a emitir un quejido de dolor.

- ¿Qué sucede? -

-mi bebé…ya viene-

- ¡demonios! -

-/-/- con Yumiko, Tora y Kaito -/-/-

Los hermanos observaban aquella tumba, la cual mostraba a un hombre de edad madura quien vestido con kimono abrazaba a su padre quien portaba su típico traje, junto a otra donde se veían a las mismas personas unos años más jóvenes.

-era él-

-Tsuyoshi Yamamoto-

En el otro extremo del lugar Kaito miraba con ojos fríos aquella foto donde mostraba a una joven de alrededor de 16 años de cabello naranja y ojos del mismo tono que sonreía junto a aquella lapida que rezaba Kyoko Sasawaga.

-era bonita-

La guardiana de la tormenta se inclino a su lado dejando un ramo sobre está, el de cabello agua la miro mientras se inclinaba a su lado tomando su mano.

-no tanto como tú-

La de cabello gris se sonrojo, aunque fueron llamados de emergencia por su compañero de la lluvia.

-parece que Ryuu tiene problemas ¡vámonos! –

- ¡si! -

-/-/- con Aimi y Midori -/-/-

Las gemelas respiraban agitadas aquellos chicos les estaban dando verdadera batalla, pero no se detendrían; no por nada eran hijas de el mejor asesino a sueldo de Italia y el guardián del rayo.

-parece que tendremos…que usar nuestras llamas-

-eso parece-

Tres jóvenes aparecieron en la escena sobre uno de los techos, deteniendo la batalla, y provocando que cuatro miradas se posaran sobre ellos, uno tenia el cabello agua, otro era de piel canela y había una mujer, el de piel canela les grito.

- ¡Aimi! ¡Midori! Ryuu está en problemas ¡ya dejen de jugar! -

- ¡Tora-san! -

-muévanse-

-si-

Las gemelas sonrieron mientras los otros tres desaparecían, voltearon a ver al par de gemelos mientras arrojaban una cápsula al piso la cual empezó a sacar humo cuando este se disipo ninguna de las gemelas estaba y los chicos pudieron descansar.

-son fuertes y letales-

-pero también hermosas-

-aunque se pusieron felices al ver a ese chico-

-de alguna forma…me molesta-

-a mí igual-

-hay que hablar con papá-

-vamos-

-/-/- con Ryuu -/-/-

El joven corría rápidamente con una muy adolorida Chrome en sus brazos había tenido que cambiar su imagen a su apariencia adulta para poder cargarla, luego de pedir indicaciones a un transeúnte llego hasta una clínica, una chica rápidamente la atendió y una enfermera pego un grito.

- ¡Chrome, desu! -

La chica era joven de alrededor de 30 años de cabellos castaños y ojos del mismo tono, atrás de ella una mujer de su misma edad, de cabello corto ondulado y ojos azul grisáceo llegaba apresurada.

-no es momento de gritar Haru, muévanse, Chrome va a dar a luz-

- ¡si Hana-san! -

Ryuu las observo detenidamente hasta que sus compañeros de armas llegaron con él, a excepción claro esta de su prometido a quien no le habían avisado, tenía un mal presentimiento y quería evitarle más sufrimiento al joven capo.

- ¿Cómo está?, Ryuu-

-mal, vamos hay que esperar, Midori, Aimi la enfermera y doctora son a quienes buscan-

-de acuerdo Ryuu-san-

-alguien vaya por Nana Sawada-

-yo iré-

-te acompañamos-

Ryuu quito la ilusión sobre su persona, Tora salió seguido de las gemelas; mientras todos los demás se sentaron a esperar.

-/-/- con Akira -/-/-

El joven había entrado a aquel lugar cerrando la puerta tras de si mientras el hombre sentado detrás del escritorio lo observaba sorprendido, era mayor alrededor de 65 años su cabello era semi canoso delatando que en algún tiempo fue negro sus ojos eran pequeños y se encontraban amparados por unas gruesas gafas.

El hombre estaba atónito aquella aura llena de sed de sangre, la sonrisa y el cabello; estaba frente a la copia perfecta de cierto muchacho de quien no sabia hace mucho tiempo y también de cierto hombre de patillas que lo atormento una temporada, a excepción de esos ojos color avellana muy claro.

-director N-e-z-u Doachiro he oído mucho de usted-

- ¿qu-quien eres tú? -

-mi nombre es Akira, Akira Hibari Vongola-

Los colores se le escaparon del rostro, lo sabía; el chico camino elegantemente hasta la silla enfrente de él, la jalo sentándose de cierta manera que daba escalofríos mostrando un aura imponente.

-supongo que ya ha deducido quien soy, pero se lo corroboraré mi padre es Kyoya Hibari aunque no he venido por él-

- ¿en-entonces? -

-he venido por mi otro progenitor pese a que mi segundo apellido no revele su identidad ya que papi dejo su apellido de soltero cuando se fue de aquí, necesito información sobre mi padre doncel Tsunayoshi Sawada-

Aquel apellido fue soltado con fuerza lo obligo a levantarse para después caer en su silla con un gran suspiro, miro por la ventana donde un hermoso cielo se presentaba ante sus ojos, el día había llegado.

-Tsuna...siéntate muchacho-

El hombre se levanto caminando por la habitación hasta un cuadro que mostraba la imagen de un bello árbol de Sayura, lo movió dejando al descubierto una caja fuerte.

-16 años he esperado que vinieras-

Esta era antigua al punto de necesitar una llave, el de cabello negro observaba todo sin hablar debido a la sorpresa; el hombre mayor saco una llave de su pecho y la introdujo en la cerradura, suspiro una vez más; mientras sacaba tres objetos y los llevaba de regreso a la mesa.

Akira observaba aquellos objetos con curiosidad el primero era una carta sellada que, aunque imperceptible despedía llamas del cielo, después había un anillo y una caja arma.

-tómalos son tuyos, los he guardado por dieciséis años-

- ¿Cómo? -

-tu ma…Tsuna me los dio a guardar hace exactamente el mismo tiempo….

-/-/- hace 16 años -/-/-

Se acomodo las gafas sobándose el puente de la nariz al observar aquel papel en sus manos, lo soltó subiendo ambos codos a la mesa mientras empezaba a llorar.

-nos…salvamos-

Desde hace unos meses la escuela ostentaba una deuda lo suficientemente alta y él no podía solventarla inesperadamente un benefactor anónimo no solo pago la deuda, sino que también había donado 100 000 000 yenes más.

Unos toques a su puerta lo sacaron de su felicidad, respiro y se seco las lágrimas con buen animo dio un “adelante” la puerta se abrió dejando ver a un joven de alrededor de 22 años de cabello castaño el cual desafiaba la gravedad y ojos color naranja vestía un traje negro con corbata naranja y destilaba un aura que extrañamente era tranquilizadora.

- ¿Qué desea caballero? -

- ¿he cambiado tanto para que no me reconozca, Nezu-sensei? -

-perdone la descortesía, pero no lo reconozco ¿ha sido alumno de esta escuela? -

El hombre sonrió desbordando un sentimiento de alegría en el lugar tomo el asiento que se le ofrecía mientras continuaba hablando.

-hace tiempo ya, cuando usted aún no era director, y tenía su puesto como profesor del 1°A, en esos años muchos de los alumnos me molestaban, incluso usted, pero nunca deje de sonreír, no me vaya a malinterpretar, no le guardo rencor Nezu-sensei, usted y los alumnos me convirtieron en quien soy; mi nombre es Tsunayoshi Sawada actualmente Vongola pero esa otra historia.

-da…me Tsuna-

-el mismo y para que vea que no le guardo rencor incluso he pagado la deuda de Nami-chuu-

-fuiste tú-

El hombre intentaba procesar todo cuando la atmósfera cambio Tsuna no sonreía ya y se mostraba serio, un escalofrío recorrió su cuerpo al mirarlo.

-alguien intenta hacerme daño sensei, y temo dejar solo a mi hijo-

- ¿tu hijo? -

-tengo un bebé, un pequeño doncel, aunque si le digo quien es el padre se va a ir de espaldas-

La sonrisa volvió a su rostro al hablar de su hijo, sus ojos se iluminaron y su aura volvió a ser tranquila, su instinto maternal era demasiado fuerte y provocaba ternura al verlo.

-se llama Akira-

-bonito nombre-

-y su otro padre es Kyoya Hibari-

- ¿el ex líder del comité disciplinario? -

-el mismo…por eso mismo quiero confiarle unas cosas a usted conociendo a mi esposo, nunca se las dará a nuestro hijo…si algo llegara a pasarme-

-Tsuna-san-

-Nezu-sensei le dejare encargadas estas cosas, algún día, mi primogénito vendrá, si esta solo, significa que yo ya no estoy en este mundo, sino tenga la seguridad de que estoy vivo; cuando él venga entrégueselos son parte de su herencia-

-/-/-/-/-/-/-/-/-/-

El hombre mayor empezó a llorar notando aquella verdad que el joven Tsuna le había dicho.

-Tu padre…-

-murió hace dieciséis años-

-lo siento tanto muchacho, a pesar de todo Tsuna hizo muchas cosas buenas por esta escuela y este sitio-

-mi padre era una buena persona-

-ven…te daré su expediente-

-también necesito el de alguien más, Kyoko Sasawaga ¿fue alumna de aquí? -

-si lo fue, ella y tu papa eran amigos, a tu padre le gustaba ella y mira con quien término…tu papá Kyoya es de temer-

-ya me lo han dicho-

-/-/- con el resto de los guardianes -/-/-

Ya habían pasado un par de horas y en la pequeña sala de espera se podía palpar la tensión, lo único que había pasado era que Hana les había informado que su estado era grave.

Haru salió del lugar con una triste sonrisa en el rostro, Nana corrió hacia ella para después terminar llorando una vez recibidas las noticias.

- ¿Qué sucedió? -

Ryuu estaba alterado, y ninguno de sus compañeros lo había visto así antes, bueno solo una vez cuando intentaron secuestrar a Akira en su cumpleaños número trece.

- ¿Quiénes son ustedes? -

-somos los hijos de los guardianes de la décima generación de Vongola, y la onceava generación, dicho sea de paso-

Haru termino de rodillas completamente sorprendida mientras sus ojos derramaban lágrimas, Hana salió detrás de ella igual de impresionada, pero sin más hablo dictando la fatal sentencia.

-el bebé vive, pero ella…no lo logró, la falta de peso, la anemia, sufrió un…paro cardiorrespiratorio después de dar a luz-

Los jóvenes bajaron la cabeza mientras Ryuu apretaba los puños, su llama de la niebla se hizo presente mientras una fina línea de rayos tipo cielo también.

- ¿Dónde está el bebé? -

-la llevamos a los cuneros, es una niña-

-llévenme halla-

Hana observó a una enfermera quien asintió llevándose al joven.

- ¿Cómo ocurrió? -

-le dijimos que no debía vivir sola Kokuyo siempre fue un lugar peligroso y sin Mokuro-

-hace unos meses llego aquí, pálida, golpeada y…violada-

-no quiso perder al bebé-

-/- con Ryuu -/-

El joven observaba con furia contenida la pequeña cuna donde se encontraba una hermosa bebé copia de su madre, la cual estaba conectada a un respirador artificial, por obvias razones había nacido baja de peso y era pequeña.

Estaba molesto, molesto con su padre doncel que nunca corroboro que ellos estuvieran bien, molesto consigo mismo por nunca preguntar más; un pensamiento inundo su mente y se corroboró cuando otra enfermera de acerco a él.

- ¿Cuál es el nombre de la bebé? -

-Nagisa, Nagisa Rokudo-

La enfermera asintió y la otra lo dejo a solas. El de cabello índigo se recargo en el cristal mientras apoyaba su mano en el.

-te protegeré como no pude proteger a tu madre, mi pequeña Nagi-

-/-/- con el resto de guardianes -/-/-

- ¿Qué está pasando aquí? -

Todos los guardianes se tensaron ante aquella voz tan seria con temor voltearon a ver a la puerta donde el onceavo líder y su futuro jefe los miraba sonriendo, cualquiera que lo viera pensaría que aquella sonrisa era hermosa digna calca de Tsuna, pero quien lo conocía bien sabía que su enojo había sobrepasado el limite de su paciencia y estaba a punto de lanzar su cero point breakthrough first edicion a quien se atreviera a darle una mala noticia.

-Aki-

Su aura se calmo en su totalidad al ver a su prometido tan devastado, rápidamente corrió a el sosteniéndolo, Nana llego hasta ellos y así ambos cobijaron el llanto del guardián de la niebla de la onceava generación.

-/- mansión Vongola -/-

Mokuro se llevó una mano al pecho siendo sostenido por su esposo quien se veía preocupado.

- ¿estás bien? -

-tengo un mal presentimiento-

-/- Checker Face -/-

-así que también tiene el don de su madre-

-así parece mi señor, además nos informaron nuestras fuentes que esta comprometido con su guardián de la niebla-

-interesante, esos dos siempre de profesaron tanto odio y que sus hijos estén emparentados-

- ¿Qué quiere que hagamos mi señor? -

-síganlo vigilándolo no quiero perder detalle de lo que pase en Nanimori con el onceavo-

-si-

Cuando aquel hombre de quedo sólo emitió una risa maligna de esas que sólo presagiaban muerte y dolor.

-mi querido Aki-chan te quitare más que tu vida, me darás lo que mas quiero en este mundo…un sucesor, pero primero debo deshacerme de tus molestos guardianes antes de que tu papi te encuentre-

-/- casa de Nana -/-

Akira sostenía aquella carta entregada horas atrás, se encontraba indeciso de abrirla o no, un beso sobre sus cabellos lo hizo encarar a su pareja plantándole un pico en los labios, Nana les había dado la antigua habitación de Tsuna, mientras el resto dormía en la planta inferior.

- ¿te la abro? -

- ¿debería hacerlo? Vine buscando la verdad sobre su muerte y me he topado con una traición tras otra y con mucho dolor…yo no quería-

El de cabello índigo beso sus labios limpiando sus lágrimas eran demasiadas emociones para un solo día, su corazón era tan noble como el de su madre.

-tranquilo…mañana será otro día, descansa mi bello ángel-

-te amo Ryuu-

-yo también Aki-

El onceavo dejo aquella carta en la mesa de noche y se acurrucó en el pecho de su pareja, entrando al mundo de los sueños, sin ser consciente de la guerra que se estaba por desatar en el siempre tranquilo Nanimori y que tal vez, sellaría su destino.

Notas finales:

Sayura: oh dios esto se esta poniendo instenso

Ana: esperamos que les haya gustado

Nina: y que nos dejen algun lindo review

Xóchitl: Bye bye 


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