El onceavo capo había despertado temprano, aquella carta le había robado al menos 4 horas de sueño, miraba y volvía a mirar aquella perfecta caligrafía en letra cursiva que rezaba Akira Hibari Vongola delatando a su dueño.
Mirando el amanecer desde la ventana unos brazos le rodearon la cintura; sonrío, mientras recargaba la cabeza en el pecho desnudo de su prometido y este le volteaba para darle un pico de buenos días.
- ¿aún no quieres abrirla? -
-tengo miedo, pero ya no hay vuelta atrás-
- ¿quieres estar solo? -
-solo un rato-
-bien, iré a ayudar a Nana y a despertar a los demás-
El de cabello índigo busco una playera y después de colocársela salió del lugar, dejando solo al joven capo quien después de lanzar un suspiro tomo la carta entre sus manos y rompió aquel sello, se sentó en la cama dispuesto a leer.
Mi pequeño niño:
Hola mi pequeño Akira si estas leyendo esto significa que mis sospechas eran reales y también que ya no estoy vivo.
Perdóname amor mío no quería dejarte solo, quería criarte, verte crecer, verte correr, oír tu primera palabra, entrenarte, ver como nos superabas a mi y a tu padre, incluso a Reborn; que más diera por ver la cara de mi espartano tutor sorprendida, perdona por no ser fuerte mi querido hijo, y por no descubrir quien amenazaba con arrebatarnos la felicidad.
Si, yo sabia desde hace meses -cuando aún te tenía en mi vientre- que alguien intentaba hacernos daño, empezó de forma sutil me sentía observado pero no dije nada con lo paranoicos que andaban tu padre, Reborn -aunque lo niegue- y Hayato-chan no iba ni a poder poner un pie en la ciudad sin que tres camionetas, cientos de guardias y un helicóptero mas varios Mosca de Spanner me vigilasen.
Aunque ahora creo que hubiera sido mejor, se que ya has sacado conclusiones mi querido niño, eres listo y tienes la intuición de los Vongola, efectivamente si he muerto fue porque alguien de la familia me traicionó.
Te he dicho que ya lo veía venir, lo que inicio con acoso lejano hacia mi persona-ya que solo yo lo notaba y era el único afectado- se volvió cada vez mas recurrente y cercano al punto de que se extraviaran mis objetos personales -llegado a este punto cabe aclararte que no dudo de ninguna empleada ni de mis propios guardianes- y algunas cosas que me habían obsequiado para ti, mi bebé.
Por ahora hasta aquí ha quedado, después de que naciste las cosas se calmaron, así que no se quien fue; para este punto supongo que eres fuerte mi niño, conozco a tu padre- y vaya que lo hago- debes haber sido entrenado y mucho mi ángel, por eso te confió mi posición más valiosa, supongo que Spanner te ha hablado de las cajas-arma y para que sirven -espero que ya tengas guardianes- y lo más probable es que ya tengas una.
Pero esta mi amor es especial única para los cielos de Vongola transmitida de generación a generación, su nombre es Natsu; aprenderás por ti mismo como usarlo, tu intuición te guiará, solo recuerda que atiende a tus emociones, es lo único que te puedo aconsejar.
Te amo mi pequeño doncel y siempre lo haré, ya sea en la tierra o en el cielo siempre estaré contigo.
Atte: Tsunayoshi Vongola de Hibari décimo capo de la familia Vongola.
Las manos de Akira temblaban estrujando la carta en un mar de sentimientos divididos entre la tristeza y el dolor más la furia contenida, se coloco aquel anillo al lado del de Black, sorpresivamente la caja empezó a moverse de manera brusca.
-realmente estas conectado con mis sentimientos ¿verdad? Tranquilo, encontraremos a quien le hizo esto a mamá…y a todos-
Aquel objeto pareció entenderle ya que dejo de moverse, se levanto secándose las lágrimas mientras colgaba aquella caja al lado de su compañero y se cambiaba de ropa, si antes deseaba saber la verdad ahora solo quería saber quien había sido tan vil para traicionar a la familia de esa forma y por que su padre no había hecho nada, encontraría a esa persona y le haría ver que sucede cuando traicionas a la mafia más poderosa de toda Italia.
- ¡Akira-chan a desayunar! -
La voz de su oba-chan lo saco de sus turbios pensamientos para después sonreír con calma, si había alguien quien supiera lo que había pasado, esa persona sin duda era Miura Haru gran confidente de su padre y ahora ya sabia donde encontrarla.
Los guardianes sabían que su tierno -cuando quería- jefe tramaba algo, igualmente Nana lo noto ya fuera por el brillo peligroso en sus ojos, o por aquella sonrisa llena de picardía, o esa aura de aparente inocencia; Ryuu suspiro al verlo sabia que aunque le digieran que no, el onceavo capo no desistiría en lo que fuera que pensara hacer, ya habían pasado por los pequeños “berrinches” de su novio aunque esas ocasiones eran distintas gracias a cierto asesino a sueldo que -aunque no admitiera a viva voz- siempre cedía a los caprichos del menor.
Jalo a su novio para sentarlo en sus piernas afianzándolo de la cintura para evitar que huyese, sonriendo ante el sonrojo que pinto sus mejillas, Nana sonreía mientras a los demás poco les importaba aquella escena podían verla siempre a la hora del desayuno en la mansión, pese que el joven varón desatara la furia del padre varón del doncel; era divertido ver a Kyoya-san cabreado al punto de derretir los cubiertos con sus llamas porque lamentablemente no podía hacer nada o su joven hijo se cabrearía y terminaría en pelea, el pequeño doncel había sacado su fuerte carácter inclusive el mismo declaro que se casaría con su guardián.
-/-/-/- hace 5 años -/-/-/-
Todos se encontraban desayunando tranquilamente algo extraño considerando quienes eran, a pesar de lo de Tsuna intentaban seguir pese a lo difícil que resultaba, la única persona que faltaba en el grupo era dos jóvenes el primero, el onceavo cielo de Vongola y el segundo su guardián de la niebla.
- ¿y Akira? -
-ya lo he llamado Hibari-sama, igual al joven Gesso-kun pero ninguno de los dos contesta-
Kyoya asintió mientras suspiraba resignado, una sonrisa burlona apareció en los labios del ilusionista mayor, mientras que Reborn oculto su mirada en la fedora. Las puertas del comedor fueron abiertas y por ellas apareció el de cabello negro arrastrando consigo al de cabello índigo, el primero estaba sonrojado mientras el segundo sonreía.
-dame-Akira-
-siéntense-
-papá yo…! me casare con Ryuu cuando crezca! -
El comedor se quedo en silencio mientras ante las miradas casi atónitas de todos, la parejita compartía un pico en los labios terminando con la niebla afianzando las caderas del cielo. Un par de auras hostiles se dejaron sentir mientras la tensión subía y subía siendo rota por la clara risa del actual ilusionista de Vongola.
- ¿molesto Ave-kun? -
-Mokuro…no empieces-
-Mokuro…más te vale empezar a correr, y llevarte a tu primogénito contigo o no respondo de mi-
La voz que había utilizado el guardián de la nube no daba lugar a replica, eso y cierto hitman empuñando su pistola contra el menor eran casi suficiente para preocupar a todos, pero el onceavo cielo volvió a hablar.
- ¡ni se te ocurra hacerle daño a mi prometido abuelo! -
El joven cielo se había puesto frente al otro enfrentando miradas con Reborn quien sencillamente estaba sorprendido, una llama pura del cielo empezó a formarse en la cabeza del capo.
-Akira-
-hemos sido novios desde los 5 años y no permitiré que tú o papá le hagan daño-
-calma mi príncipe, te vas a hacer daño-
El pequeño varón abrazo a su novio por la espalda mientras este recargaba su cabeza en su hombro, el ambiente se relajo poco a poco, Kyoya tuvo que hablar a solas con su hijo solo para darse cuenta que era inútil tratar de convencerlo ya que era tan o más terco que él; y término aceptándolo con varias condiciones como el que se casarían después de tomar el mando de Vongola, aunque después vino una semana de peleas entre la nube y la niebla de la décima generación ya que el segundo no desaprovechaba la oportunidad de molestar al primero, y la casi muerte de la onceava niebla a causa de cierto asesino sobreprotector.
Durante ese tiempo también tuvieron que acostumbrarse a aquella escena de Akira sentado en las piernas de Ryuu mientras este le daba de comer, pese a la protesta de su progenitor – al cual, el cielo lo paso por el arco del triunfo- siguió con aquella conducta sonriendo como niño pequeño que se ha salido con la suya, obligándolo a resignarse junto a Reborn; sí, el guardián más fuerte de la décima generación y el asesino a sueldo número 1 de toda Italia habían sido derrotados por un chiquillo de tan solo 11 años.
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- ¿Qué haremos hoy jefe? -
El cielo suspiro mientras se ponía serio saco aquella carta de entre sus ropas mostrándosela a los demás. Busco con la mirada a Nana quien había ido un momento a la cocina y habló.
-no podemos hablar aquí, nos vemos en el techo de Nami-chuu en dos horas, Ryuu y yo iremos al hospital a ver a Nagi-chan-
El joven se levantó de las piernas de su novio mientras este tomaba una tostada para el camino, ambos se dirigieron a la salida.
-te vemos al rato oba-chan-
-iremos ver a mi hermana Nana-san-
-cuídense chicos-
Ambos se fueron mientras los demás terminaban de desayunar con algo más de calma.
-parece que nos quedamos solos ¿Qué hacemos? -
-deberíamos dar una vuelta y después ver como llegamos a Nami-chuu-
Kaito se levantó caminando hasta la de cabellos grises quien se sorprendió y a la vez se sonrojo.
- ¿quisieras dar una vuelta conmigo Yumiko? -
-s-si-
Ambos jóvenes salieron del lugar mientras un par de miradas se dirigían al hermano de la joven quien se había mantenido callado.
-hey... ¿Quieren un helado? -
-por supuesto Tora-san-
-nos vemos Nana-san-
- ¡cuídense chicos! -
-/-/- con Ryuu y Akira -/-/-
El de cabello negro sonreía mientras acariciaba a la pequeña Nagisa mientras sonreía, ya la niña estaba fuera de peligro y había sido pasada a una cuna normal donde ambos podían tocarla y estar con ella, aún no podían darle el alta medica debido a la situación.
-te vez tan lindo así-
El de cabellos negros se sonrojo ante la mirada de amor de su novio, desvío la vista mientras sentía un beso en el dorso de su mano.
-no puedo esperar para casarnos y tener a nuestros hijos-
-Ryuu…te amo-
-igual yo mi príncipe-
-bien, tengo que hablar con alguien Ryuu quédate con Nagi-chan-
-de acuerdo, cualquier cosa me llamas-
-si amor-
El onceavo capo salió de aquella habitación buscando con la mirada a cierta enfermera que en cuanto lo vio, huyo, el cielo la alcanzo tomándola por el brazo.
-Miura Haru, debo hablar contigo-
-Aki…chan-
La ahora mujer bajo la cabeza evitando aquellos ojos que le recordaban tanto a su antiguo amor y posterior mejor amigo. Sin más se soltó del agarre del capo mientras caminaban hasta una oficina y cerraba la puerta, el joven se quedó recargado en esta de brazos cruzados dando ese aire de cierto guardián y cierto asesino.
-has crecido mucho, desde la última vez que te vi-
-sé que eras amiga cercana de mi papá, por lo que investigue dejaste la mansión después de su muerte ¿Qué sabes tú de eso? -
-yo…-
Apretó los puños lo único que sabía era lo del envenenamiento y aunque tenía sus sospechas nunca confirmo nada; hubiera querido quedarse al lado de ese pequeño, pero su otro padre se lo llevo lejos y estar en ese lugar solo le provocaba tristeza.
-Tsuna fue envenenado, es todo lo que se; estuve con ustedes hasta que él se fue-
La mirada de la mayor se volvió triste, Akira se mantuvo firme anotando aquello en su lista mental, saco la carta de entre sus ropas y se la mostro.
-fue alguien de la familia-
Haru tomo aquella carta leyéndola detenidamente mientras sus ojos empezaban a rozarse, tenía una sospecha; pero nunca quiso confirmarlo tal vez porque era su mejor amiga en ese entonces.
-creo tener un sospechoso…sospechosa más bien-
-dime su nombre-
-Kyoyo Sasawaga-
- ¿Por qué ella? -
La mujer le indico que tomase asiento mientras el joven le obedecía, un suspiro broto de sus labios recordando aquellos lejanos días de escuela mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.
-cuando íbamos, después de rogarle a mi padre que me cambiara; a Nami-chuu tu padre estaba enamorado de Kyoko a pesar de que ella siempre lo trato como un amigo, mientras que yo decía que sería se esposa-
Una clara risa salió de sus labios al recordar haberse topado con cierta escena subida de tono cuando “vigilaba” a Tsuna, dándose cuenta en el instante que había perdido la batalla ya que contra él no podía luchar.
-cuando terminamos la secundaria y entramos a preparatoria- al mudarnos a Tokio- Tsuna ya no estaba enamorado de Kyoko; y a las pocas semanas hizo oficial su relación con Kyoya; Kyoko estaba devastada, después de las peleas por los anillos ella había comenzado a sentir algo por Tsuna-
-ya veo-
-aunque dude de ella ya que semanas después consiguió un novio, después de eso nos fuimos a Italia a que Tsuna tomara su puesto de décimo Vongola, decidimos acompañarlo ya que era nuestro amigo y compañero, y una semana después de la sucesión Kyoya y Tsuna se casaron…al estilo Vongola-
-/-/-/- Flashback -/-/-/-
La mansión se encontraba bellamente adornada en su totalidad mientras algunas sirvientas corrían de un lado para el otro, afinando los últimos detalles que cierto tutor y asesino había pedido a punta de balazos claro está.
En una de las habitaciones se hallaba un pequeño castaño bastante nervioso rodeado de sus dos mejores amigas, su madre, la hermana de su guardián de la tormenta, sus hermanos Lampo e I-pin de 15 años y Futta de 18, los 6 intentaban calmar al décimo cielo quien se paseaba de un lado a otro evitando que le ajustaran aquel kimono blanco que había sido hecho a pedido especial.
-Tsu-kun deja de caminar-
-Tsuna-san arruina el kimono-
-vamos Vongola-kun deja de moverte-
-Tsu-kun para ya desu-
-pero…y si Kyoya se arrepiente y me deja plantado ¿Qué hare? –
El pobre castaño estaba al borde de las lagrimas hasta que la puerta fue abierta bruscamente por el ex – tutor de este quien sonreía sádicamente, Tsuna se abrazo a él haciendo tiernos pucheros, después de tanto tiempo juntos el asesino se había convertido en un padre para él además que siempre cedía a sus caprichos.
-tranquilo Tsuna, si eso pasa; le arranco las bolas-
Después de eso el menor se quedo tranquilo esperando pacientemente a que terminaran de arreglarle el kimono, el joven lucía más bello que nunca, aquel kimono blanco estaba hermosamente bordado con hilos de oro, el obi era de un violeta suave; por detrás lucía el escudo de Vongola y por delante del lado derecho estaba bordada la llama de la nube, sus ojos lucían semi naranjas debido al uso de sus llamas, su rostro discretamente maquillado solo resaltaba sus facciones naturales; al salir de su cuarto todo el mundo le hizo una reverencia admirándose por tan bello y angelical ser.
Reborn sonreía orgulloso de su alumno, no lo admitiría en voz alta, pero adoraba al chico, lo tomo del brazo ya que él sería quien entregara a Tsuna en el altar pese a las protestas de Iemitsu quien alegaba ser el padre siendo ignorado por ambos.
-estas temblando-
-estoy nervioso-
Justo antes de salir de la mansión el asesino se detuvo sacando un collar de oro con una pequeña letra T incrustada con diamantes pequeños. El joven observo sorprendido al asesino mientras este lo colocaba en su cuello.
-este mi regalo de bodas Tsuna…te quiero-
- ¿Qué dijiste? -
-no te lo pienso repetir dame-Tsuna, así que confórmate con eso-
Reborn oculto la mirada en su fedora mientras Tsuna se abrazaba a su brazo, sumamente conmovido y feliz; dio un hondo respiro antes de escuchar aquella marcha nupcial; alzo la vista mirando el jardín de la mansión que estaba decorado con una carpa empezó a caminar sobre aquella alfombra roja mientras I-pin y Lambo iban tirando pétalos de flores a su paso. Casi se le hace un nudo en la garganta al ver a Kyoya en el altar, el vestía un yukata masculino también bordado, del lado derecho tenía la llama del cielo bordada, llegaron hasta él y Tsuna pudo ver aquel brillo de amor en sus ojos cuando sus manos se conectaron.
-bien Kyoya, te entrego a Tsuna pero ten por seguro que si lo haces llorar te arrancare las bolas-
Para dar énfasis a sus palabras transformo a León en pistola apuntándola en la sien del guardián de la nube quien ni se inmuto, guardo el arma y ambos observaron a Dino quien oficiaría la boda.
-pese a la advertencia de Reborn y de que hallas sido mi alumno también te advierto que no te atrevas a dañar a Tsuna, Kyoya; o no solo será una venganza de Vongola la familia Cavallone también estará sobre ti-
-moo Dino-nii empieza ya-
- ¡mi hermanito es tan lindo! Bien, bien comencemos esta boda-
La ceremonia empezó tranquila, hasta aquel momento tan tenso donde se hizo la pregunta más temida.
-si hay alguien…que no sea Iemuitsu-san, que se oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre-
Un aura gélida congelo a los presentes provenientes del joven Tsuna quien tenía, su zero point breakthoug first edicion listo para ser lanzado, de Kyoya quien había sacado sus tonfas las cuales ya se encontraban rodeadas de sus llamas de nube y Reborn quien detrás de Dino amenazaba a los presentes con una ametralladora, el silencio se hizo sepulcral mientras la familia sonreía esos tres no iban a cambiar nunca, las familias aliadas reían de buena manera ante la “sutil” advertencia.
-bien…ahora…Re-born…sen-sei… ¿podrías…sentarte? -
- ¿mm? ¿me estás dando órdenes potro inútil? -
-so-solo quiero con-tinuar…con… la boda-
-está bien-
Cuando Dino pudo respirar un par de veces aquello siguió su curso, Tsuna se encontraba feliz y Kyoya sonreía de manera sutil.
-bien ahora pueden besarse-
Ambos se sonrieron mientras se acercaban poco a poco, hasta que una fuerte explosión los alertó. Una muy macabra risa se dejo escuchar y todas las miradas se dirigieron al joven capo que reía, antes de que ninguno pudiera reaccionar Tsuna alzo el vuelo.
- ¡no arruinaran justo ESTE momento! -
El capo salió del lugar siendo seguido de cerca por su tutor y consejero permanente, quien se veía fastidiado.
- ¡y tu no arruinaras ese kimono Tsunayoshi Vongola, no necesito que después estés llorando! -
Nadie se movió mientras escuchaban sonidos de disparos y gritos de agonía. Los guardianes del decimo prefirieron mantenerse en sus lugares, su jefe había estado presionado las ultimas semanas desde la sucesión y añadiéndole los preparativos de la boda, el castaño necesitaba liberar estrés y preferían evitar la masacre.
- ¡X-burner! -
Después de aquella fuerte explosión, tanto el capo como el hitman regresaron al lugar totalmente tranquilos y hasta felices, Tsuna alisaba su kimono y sacudía un poco de polvo de este; mientras Reborn guardaba sus armas, el de patillas se acerco a un tipo de seguridad mientras cruzaban palabras y todos los agentes desaparecían.
-bien podemos continuar Dino-nii-
-ven aquí Tsuna-
El castaño sintió el jalón de su novio mientras sus labios se juntaban un fuerte sonrojo invadió sus mejillas y cuando intento respirar; Kyoya aprovecho para colar su lengua dentro de su boca, mientras sus manos se paseaban descaradamente por el pequeño y tembloroso cuerpo.
-consíganse un hotel-
La voz del ex arcobaleno de la lluvia fue apagada por un balazo cerca de su mejilla disparado por Reborn. Ambos novios se separaron recibiendo las vivas y vítores de todas las familias.
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-la boda de tus padres no fue normal-
-como nada en nuestra familia-
-y tu llegada al mundo fue menos que normal-
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-KYOYA HIBARI TE CASTRARE CUANDO TE ENCUENTRE-
Aquel era el potente grito del pequeño capo de Vongola quien, pese a estar sufriendo contracciones sobrevolaba la mansión en busca de su querido esposo, su vientre delataba sus 8 meses de embarazo y aunque reducida, su llama le permitía lograr aquella hazaña.
El embarazo de Tsuna fue normal hasta los 3 meses de embarazo después de ello su temperamento cambio volviéndose casi bipolar; Kyoya sufrió estos cambios mas que nunca, sobre todo cuando al pequeño castaño se le antojaba alguna cosa y no lograba despertarlo; el muy ingenioso de Tsuna iba a llorarle a Reborn quien terminaba levantándolo a punta de balazos.
-decimo baje ya, o podría dañar a su hijo-
Hayato y Takeshi intentaban convencer al capo, ya que eran los únicos que se atrevían a hablarle; Mukuro se había llevado semejante semana de congelamiento cuando le informaron a su jefe que estaba peleando con la nube; así que prefirió mantener su distancia con su joven jefe, Lambo junto a Reborn buscaban a Kyoya mientras que Ryohei había sido noqueado hace un rato por un furioso cielo.
Cuando Tsuna observo llegar a Reborn con Kyoya atad y amordazado en su espalda se tranquilizo descendiendo lentamente solo para caminar hasta ellos sonreírle a su esposo y posteriormente noquearlo.
-vamos que dejaras sin padre a tu hijo-
Shamal atendió su cesárea y cuando Kyoya despertó fue arrojado al cuarto de Tsuna, aun algo temeroso de su doncel le miro sin atreverse a acercar, recargándose en la puerta.
-vamos Kyoya no te voy a morder-
El de cabello negro se acercó mientras Tsuna sonreía amorosamente al pequeño bultito en sus brazos. El guardián de la nube sonrió al ver a tan pequeñito ser, de cabello negro y piel blanquita, abrazo a Tsuna y beso sus castaños cabellos.
-te amo-
-yo también-
- ¿Cómo se llamará? -
- Akira (Claro, brillante) Akira Hibari Vongola-
-es hermoso-
/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/
-eran tan pequeñito y frágil-
- ¿Qué paso después? –
-Tsuna-san…fue envenenado-
- ¿Cómo? -
Antes de poder seguir una fuerte explosión los distrajo seguida de otras más, ambos salieron corriendo cuando las alarmas del lugar se dispararon; Akira instintivamente protegió a Haru al distinguir a alguien entre las sombras.
- ¡Tú! -
- ¡oh! Mi querido Vongola, a ti te estaba buscando-
-cheacker face, sal de aquí; el asunto es entre nosotros, no involucres gente inocente-
-tienes el alma de tu madre, bueno vamos a jugar con todos los aquí presentes-
- ¡AKIRA! –
Ryuu llego hasta ellos con su hermana en brazos, la beba lloraba; Checker lo observo mientras sacaba un arma extraña y disparaba contra la onceava niebla.
- ¡RYUU! –
El joven se dio la vuelta protegiendo con su cuerpo el de su hermana menor recibiendo el impacto de lleno, el cual lo noqueo; Hana logro jalarlos a un lugar más seguro, una fuerte oleada de frio se dejo sentir mientras todos observaban a Akira quien había activado sus llamas, una más que pura llama del cielo rodeaba su cabeza mientras pequeños rayos de llamas tipo nube formaban ondas a través de su cuerpo.
-extraordinario-
-NO TE PERDONARE-
-vamos pequeño Vongola, ataca-
-/-/-/- cerca de ahí -/-/-/-
- ¡Kyoya-san! –