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MI DESTINO por Sayurayaoista

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Notas del capitulo:

Sayura: perdonen el enormeeeeee atraso en este fic

Nina: habiamos tenido un monton de cosas por hacer y no lo recordabamos

Ana: esperamos actualizar pronto 

Xóchitl: aunque sea poco a poco ya que no lo dejaremos a la deriva; sin más que decir 

todas: ¡a leer! 

Reborn y Kyoya habían llegado a la estación de policía de Nami-chuu mientras el antiguo compañero y amigo del guardián de la nube se sorprendía, la mortal seriedad de ambos le indicaba que no iban a decirle nada bueno; los paso a su oficina mientras ambos empezaban a platicar toda la historia de principio a fin, esta vez sin ninguna mentira.

Lambo y Byakuran habían llegado al aeropuerto mientras se sentían algo nerviosos; ya había pasado 30 minutos y aun no llegaba el avión de sus aliados; cuando las pantallas mostraron la llegada del vuelo proveniente de Italia los hizo respirar tranquilos.

Los tres ilusionistas respiraban agitados aquella misión requería una cantidad titánica de poder y solo habían logrado violar un 10% de la barrera de Cheaker Face, los más jóvenes era mantenidos bajo vigilancia sus padres querían evitar un descontrol mayor.

- ¡pero mamá! –

-he dicho que no, Ryuu tienes que descansar si gastas tu energía de esta forma descontrolaras tu poder-

El joven estaba inestable al punto de mezclar su energía con la de su otro progenitor, logrando que el equilibrio de sus llamas se viese afectado seriamente. Yumiko suspiro mientras le servía un té al joven, Ryuu también era su líder; ser el prometido de Akira le daba esa posición; otro al que no lo calentaba ni el sol era el hijo de Ryohei, Kikyo estaba deprimido desde el secuestro de su marido pese a que no lo dijera y es que el adolescente lo encontró llorando más de una vez.

La familia pese a la situación solo doblegaba sus esfuerzos, pero Cheacker les tenía una sucia jugada.

Ryohei se mantenía callado mientras observaba a Akira hacer de comer y convivir con el monstruo de Kawahira o al menos sabia que aquel era su nombre real. El hombre parecía alguien completamente opuesto a quien realmente era, pero el no podía hablar o terminaría matándole y así no podría proteger al 11° cielo.

-Ryohei-chan ¿quieres probar? –

Y ahí estaba el otro detalle el pequeño Vongola estaba perdiendo la memoria cada vez más rápido debido a aquella bebida que Kawahira insistía en darle.

Sin divagar mucho se acerco mientras comía lo que se le ofrecía, muchos recuerdos golpeaban su mente el joven doncel tenia la sazón de su décimo, sonrió recordando como es que habían descubierto tal detalle de Tsuna

-/-/-/-/-/-

Caminaba por los pasillos de la mansión mientras buscaba a su jefe, habían llegado a Italia hacia apenas 2 meses y el castaño aún se perdía en el lugar, en esa ocasión se habían dividido a él le toco la planta baja donde estaba la cocina, entro al lugar mientras observaba aquella escena peculiar.

Tsuna sonreía mientras un delicioso aroma inundaba el lugar, el joven tenía puesto un mandil de color morado suave mientras silbaba una melodía el resto del personal observaba a su jefe quien estaba muy concentrado, salió un momento mientras le avisaba por radio a los demás donde se encontraba el menor.

El resto llego poco después observando la mesa puesta y a su jefe muy feliz.

-vamos chicos, tomen asiento; que se enfría-

-décimo, usted…-

- ¿se cocinar? Sí, mamá me enseño solo que prefería comer su comida casera en Namimori-

Todos tomaron el primer bocado mientras sonreían y para alegría del castaño empezaban a comer con avidez.

-es delicioso Tsuna-

-serás una buena esposa algún día-

- ¡Reborn!-

Todos habían reído de buen modo, el tiempo había pasado y podían disfrutar de su comida en contadas ocasiones, en especial cuando el capo quería desestresarse de la carga de trabajo.

-/-/-/-/-

Regreso a su realidad mientras sonreía y le alborotaba los cabellos al pelo negro

-cocinas delicioso Aki-chan-

-gracias-

-serás una buena esposa algún día-

El menor se sonrojo mientras asentía sonriéndole al otro hombre quien dejaba una suave caricia en sus cabellos, Ryohei se sintió incómodo mientras observaba al chico tomar la bebida que se le ofrecía. A los pocos minutos el menor perdió la conciencia siendo sostenido por él.

-ayúdame a llevarlo al laboratorio-

El guardián del sol se sorprendió mientras aceptaba de forma dudosa cargando en brazos al onceavo cielo, llegaron hasta aquel sitio que le daba escalofríos y recostó al menor en una camilla.

Cheacker le abrió el yukata mientras ponía unos electrodos en su pecho y frente, tomo su brazo inyectándole aquel suero que potenciaba su agresividad, las llamas tipo nube hicieron acto de presencia mientras el menor seguía profundamente dormido.

-sal de aquí-

-pero…-

- ¡ahora! –

Un fuerte dolor recorriendo su espina dorsal lo hizo terminar de rodillas en el piso mientras respiraba agitado, Cheacker sostenía un control sonriendo con cinismo; sin más remedio se levanto mientras salía del lugar suplicando al cielo que el niño estuviese bien.

-ya no puedo esperar pequeño Vongola-

El hombre empezó a realizar una serie de operaciones mientras observaba en un monitor cercano el progreso de su experimento, la sonrisa de triunfo que se plasmo en sus labios era épica.

Ryohei había salido al jardín mientras daba vueltas como león enjaulado, tenia miedo y con justa razón, pero lamentablemente no podía usar sus llamas, ya lo había intentado, pero solo lograba herirse a si mismo.

-Ryohei-

Escucho una voz, era débil, pero la había escuchado camino hacia donde esta provenía mientras tocaba aquel escudo recibiendo una descarga eléctrica.

- ¿Quién? -

Del otro lado Verde sonreía ante el triunfo de la prueba, les hizo una señal a los ilusionistas y estos depositaron sus llamas en una maquina que era vigilada por Spanner mientras Soichi realizaba unos ajustes y Giannini cooperaba.

-Ryohei somos Vongola ¿puedes escucharnos? –

El guardián del sol asintió sin tocar la barrera, mientras hablaba.

-es débil, pero los escucho-

La satisfacción en sus rostros fue mayúscula al fin había una esperanza.

- ¿Cómo esta Akira? –

-mal, justo ahora esta en el Laboratorio de Cheacker Face no sé qué está haciéndole me saco a la fuerza de ahí; tengo algo incrustado en el cuerpo que manda descargas dolorosas a mi espina dorsal-

Verde suspiro conocía de sobra el trabajo de Cheacker mientras se mordía el labio siguió hablando.

-haremos todo lo posible para sacarlos hoy; estate atento-

-sí-

Los ilusionistas parecían exhaustos pese a que la energía había sido conjunta no podían mantener la comunicación debido al enorme drenado de sus llamas, Ryuu era el que parecía menos cansado, pero aún así respiraba agitadamente. El científico le mando un mensaje a Reborn resumiéndole los detalles de su conversación, mientras esperaba la respuesta cuando esta llegó sonrió de lado.

-bien ahora sigamos con esto-

Akira despertó recién entrada la tarde se sentía extraño mientras sudaba mucho y el calor recorría su cuerpo, Kawahira entro a su cuarto mientras cambiaba el paño húmedo de su frente, el cual no había notado hasta ahora, gimió ante el frío contacto y observo al hombre.

- ¿Cómo te sientes? –

-acalorado, ¿Qué pasó? –

-te mande por agua cuando terminamos de comer, pero no regresaste y me preocupe; tus llamas parecían descontroladas y ardías en fiebre-

El hombre se arremangó mientras Akira podía observar pequeñas laceraciones en sus brazos, abrió los ojos sorprendido y levemente asustado, mientras tomaba su mano, unas llamas color amarillo curaron las heridas del mayor, a diferencia de su madre su control en las llamas de la última voluntad era mayor y podía cambiar el tipo que usaba.

-deja de usarlas estas ardiendo aún, no quise desvestirte, pero parece que es lo mejor ¿te ayudo? –

El sonrojo por la pena y el sonrojo de su fiebre se confundieron mientras Kawahira lo ayudaba a levantarse quitando el kimono que traía puesto, se sintió un poco incómodo mientras miraba sus partes bajas dándose cuenta de que estaba erecto maldijo a sus hormonas mientras se cubría.

-deberías arreglar eso en el baño, y de paso te preparare la tina; tu fiebre empieza a empeorar y no quiero que te suceda nada grave-

-s-si-

El hombre se dirigió al baño preparando una tina de agua helada mientras Akira se sonrojaba, y sus manos temblaban nunca había hecho algo como aquello y le daba vergüenza aunado al hecho de que se sentía débil por la fiebre, Kawahira regreso mientras una idea cruzaba por su mente sintiéndose el doble de apenado, el mayor lo ayudo a levantarse mientras caminaban al baño, el menor con toda la pena del mundo bajo la única prenda que lo cubría mientras suspiraba.

El de cabello blanco se había dado la vuelta para darle privacidad y con cuidado se metió a la tina, un jadeo de satisfacción broto de sus labios al sentir el cambio de temperatura y como su fiebre comenzaba a bajar.

Kawahira tocaba su frente de vez en vez comprobando que la temperatura del muchacho y la del agua, cuando esta se templo ayudo al chico a salir mientras templaba el agua de la regadera, el joven Vongola se cubrió sus partes íntimas que aún estaban duras y el de cabello blanco le paso una toalla, mientras sonreía.

-ya estas mejor, me alegra; saldré para darte privacidad-

El hombre tomo el pomo de la puerta, pero fue detenido por el jovencito quien agachaba la mirada, el hombre lo tomo del mentón mientras observaba aquellos ojos cristalizados.

- ¿Qué pasa? –

-Kawahira-san…yo…no-

- ¿quieres ayuda? –

-s-si-

El hombre asintió mientras se desvestía notando el sonrojo del menor, este observaba su cuerpo con disimulo; se metió a la regadera incapaz de seguir mirándole, Kawahira sonrió su plan estaba saliendo a la perfección; entro a la regadera mientras con cuidado rodeaba la cintura del menor.

Akira gimió bajito mientras sentía las manos ajenas bajar por sus caderas, y llegar hasta su entrepierna, un gemido más audible broto de sus labios cuando la mano del mayor se cerro en torno a su erección.

-tranquilo, no te dañaré-

-esta bien-

Las manos del de cabello blanco se movían en torno a su erección sacándole gemidos, las manos expertas hacían que sus piernas temblasen y se pegara al pecho contrario, sosteniéndose de los brazos ajenos, su cuerpo convulsionaba cada vez más mientras gemía sin control, un escalofrío recorrió su espina dorsal y un fuerte gemido broto de sus labios mientras terminaba en la mano del otro.

Akira respiraba agitadamente mientras su sostenía del mayor, su sonrojo tomo fuerza al sentir algo duro chocando contra sus nalgas, Kawahira suspiro contra su oído mandándole pequeños escalofríos.

-perdona pequeño Vongola… pero me gustas-

El corazón de Akira palpitaba, pero algo dentro de su interior le decía que no debía llegar más lejos, que debía conservar su pureza, que algo en todo esto estaba mal; pero cuando los labios del mayor conectaron con los suyos toda queja de su mente fue acallada.

Después de ello el hombre lo guio hasta la habitación principal, sus cuerpos cayeron sobre un futon y la conciencia del onceavo Vongola quedó a la deriva.

Ryohei luchaba contra su dolor, mientras los amarres en su cuerpo laceraban su piel; había regresado minutos antes de que Cheacker subiese con el menor en brazos y lo había encontrado en aquel estado de enfermedad el de cabello blanco haciendo uso del dispositivo en su cuerpo para doblegar su voluntad, lo había amarrado a la camilla del laboratorio.

-tengo que…avisarles-

Concentro toda la energía que pudo frente al dolor logrando activar sus llamas solo un poco lo suficiente para quemar sus amarres, su boca tenía un sabor metálico producto de la sangre que emanaba de sus entrañas.

Salió del lugar escuchando lo que ambos hablaban en el baño, el seguro estaba echado y no tenia fuerzas para pelear, salió al patio con la respiración agitada y llego hasta la barrera.

-Cheacker…tomara…el cuerpo…de Aki-chan-

Sin decir más se desmayó, los guardianes que se encontraban del otro lado se tensaron mientras todos llegaban al lugar seguidos de los científicos, estos son mediar palabra empezaron a colocar una serie de aparatos; Verde miro a la onceava generación mientras los colocaba frente a las máquinas.

-vamos niños, no se contengan dejen salir toda su furia-

Verde hizo hacia atrás al resto mientras la explosión de su poder lanzaba un rayo al cielo, las maquinas atrapaban aquella energía haciendo muchos ruidos Spanner y Soivhi tecleaban a toda velocidad; Verde sonrió mientras cargaba un cañón y apuntaba contra la barrera.

Las maquinas pitaron fuertemente y un rayo de luz blanca impacto contra aquella barrera destrozándola como si fuese de cristal.

Kikyo corrió a auxiliar a su esposo mientras la familia se ponía en guardia.

Cheacker chasqueo la lengua mientras observaba una cámara de seguridad, la habitación estaba insonorizada y por suerte en castaño no se había despertado; sonrió con malicia al verlo desnudo solamente cubierto por una sábana.

-tendremos que entretenerlos un rato pequeño, en tu estado no es recomendable que luches; pero eres mi último recurso-

Beso la frente del exhausto menor mientras salía colocándose su ropa, buscando a sus experimentos, observó las cuerdas quemadas en donde había atado a Ryohei y la sonrisa se volvió psicópata mientras negaba.

-detesto que me desobedezcan-

La tierra a sus pies se removió, mientras sacaban sus armas lucharían por su jefe; la onceava generación saco sus armas y liberaron a sus cajas arma.

- ¡Taka! –

La guardiana de la tormenta libero a un halcón el cual sobrevolaba en su cabeza rodeado de llamas de la tormenta, el ave se poso en su hombro.

- ¡Yoru! –

El chico se encontraba serio mientras liberaba a un gran lobo gris bañado en llamas de lluvia el cual giraba felizmente al lado de su amo.

- ¡Tamashí! - ¡Kibō! –

Las gemelas sonreían maliciosas mientras liberaban a dos criaturas diferentes; la guardiana del sol tenía un guepardo y la guardiana del rayo tenía un águila calva; los cuales estaban llenos de sus llamas y giraban en torno a las gemelas.

- ¡Unmei! –

Kaito liberó a un pequeño armadillo, el cual giraba en torno a su amo dejando un rastro de sus llamas sobre el piso.

- ¡Kazumi! –

Ryuu libero a su caja, la cual rebelo a un pequeño zorro tipo Kyubi cuyos ojos eran bicolor, el animal se subió al hombro de su dueño mientras bostezaba.

La décima generación parecía sorprendida por la cantidad de llamas que expedían cada uno de los animales; sus hijos se mantenían tranquilos mientras la tierra a sus pies se abría.

-ustedes no saben cuando rendirse ¿cierto? –

La voz de Cheacker resonaba mientras muchas cosas brotaban de la tierra, haciendo lucir el lugar cono digna película de terror. Los cadáveres se movían como si tuviesen vida propia, mientras iban hacia ellos; la onceava generación salió al ataque sin mediar palabra.

-chicos-

- ¡ayúdenos! –

La décima generación también empezó a abrirse espacio en aquel campo de batalla; Cheacker observaba el desarrollo mientras colocaba al joven Vongola en una camilla, su sonrisa se ensancho cuando una maquina hizo ruido, de ella saco 6 tubos de diferentes colores correspondientes a las llamas de la última voluntad.

-mi pequeño Vongola, tus amiguitos serán nuestro escudo-

El hombre sonreía mientras preparaba los diferentes líquidos mando otra horda de sus experimentos separando a la 10° generación de los jóvenes, los fue acercando a la casa mientras le inyectaba una sustancia nueva al joven pelinegro; la había diseñado para que protegiera al bebé en su vientre y de paso poder controlarlo.

-vamos mi pequeño tienes que dar tu mejor actuación-

El joven de ojos avellana sonrió, pero sus ojos estaban carentes de brillo; su mirada se torno tranquila mientras sus llamas tipo cielo formaban un aura en su cabeza.

- ¡chicos! –

La onceava generación observo a su jefe quien era sostenido por Cheacker, la décima generación por su parte intentaba llegar hasta ellos algo no estaba bien todos lo sabían. El capo logro golpear al hombre mientras corría hacia ellos, los guardianes le hicieron espacio a su jefe mientras lo abrazaban, Akira sonreía suavemente mientras pequeñas lágrimas descendían de sus ojos.

-ahora-

El chico volvió a opacar sus ojos mientras les arrojaba a todos un líquido.

- ¡chicos! –

- ¡niños! –

Las llamas de la onceava generación hicieron acto de presencia de forma descontrolada, sus ojos estaban opacos sin vida mientras empuñaban sus armas contra la décima generación. Los experimentos de Cheacker dejaron de atacarles mientras se ponían de lado de los jóvenes Akira se abrazaba a Kawahira mientras este acariciaba su vientre.

-fuera de aquí familia Vongola, Akira y la onceava generación son míos; además el cielo tiene a mi heredero en sus entrañas-

La décima generación miraba asombrada mientras su poder se disparaba, si Cheacker quería una pelea; tendría una pelea todos llamaron a sus cajas arma mientras se ponían enfrente de sus primogénitos.

No era algo que les gustase, pero no quedaba de otra, los científicos se mantuvieron al margen mientras las miradas chocaban.

- ¡onceava generación como su cielo, les ordeños protegerme! –

-si señor-

Notas finales:

Sayura: espero que aun le den una pasada al fic

Nina: perdonad de nueva cuenta

Ana: la universida es dificil

Xóchitl: y hacemos todo lo posible


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