P.O.V. Frank
Debo cumplir lo que dije y al menos, solo a él le seré sincero
Shiro: dijiste que escapabas de alguien, ¿Quién era y qué relación tiene contigo?
-oye esas son 2 preguntas-
Shiro: responde, dice mirándome serio
-ok, está bien, ese chico se llama John, lo conocí hace muchos años, fuimos compañeros- intento decir lo mínimo para no mentir pero para que no se entere
Shiro: ¿Por qué le tienes miedo? –supuse preguntaría eso
-¿no puede ser otra cosa?- lo miro suplicante
Shiro: no
-el quiere algo que yo tengo, algo muy valioso, muchas personas se sacrificaron por ello-
Shiro: wow, ok déjalo ahí, supongo es algo muy delicado –creo lo entiende- y supongo que si te pregunto qué es eso que tienes, no me responderás
-eres muy inteligente, pero ¿te lo prometí, no?, debo cumplir lo que dije- le digo sonriendo
El ¿Sonríe?, no debería sorprenderme, poco a poco me acostumbre a verlo así, pero en momentos me pregunto porque él me hace sentir así, si no fuera un chico, pensaría que estoy enamorado de el
Shiro: bueno la tercera pregunta –dice mientras se acerca a mí, se recuesta a mi lado y abre la laptop - ¿Qué película quieres ver?
Yo, lo veo eh inevitablemente lo abrazo –Gracias- él se recuesta a mi lado, nos quedamos sin decir nada ¿en realidad importa si no es mujer, para enamorarme? –pero prefiero verte a ti
Shiro, solo sonríe y se esconde es mi pecho, está actuando diferente, tan poco tiempo y de algún modo, logre que él me sonriera así, me siento como nunca solo estando a su lado, creo que no es necesario que sea una chica para enamorarme otra vez
Shiro: entonces ¿Qué hacemos?
-pongamos alguna música-
P.O.V. Shiro
De uno u otro modo, supongo que no soy el único con un pasado que considera doloroso, me digo, ¿tener que escapar de una persona que al parecer lo iba a matar?
No sé si lo que paso fue peor o menos de lo que yo, al final cada uno tiene sus propios problemas y aprende a sobrellevarlos, solo que pese a sus problemas el siempre sonríe, quisiera aprender más de el
Llevamos toda la tarde conversando de cualquier cosa, tonterías diría yo pero de algún modo, extrañaba eso, hace muchos años no disfrutaba de compañía
Frank: vamos Shiro, te verías muy lindo con un traje de osito así como el de aquella foto
Ya comenzó con esas cosas- no creas que me convencerás y además ¿tu como sabes de esa foto? –debió haberla visto mientras dormía
Frank: eso no importa, el punto es que sería muy tierno –dice eso mientras me mira con ojitos de perrito una sonrisa tonta y se acerco mucho
-¡Que no!_ digo alejándolo mientras pongo mi mano en su cara –eres estresante y muy raro Frank- digo mirándolo de reojo
Frank: yo prefiero el termino, único –dice con su voz fingida y exagerada en exceso que usa para bromear- y además de personalidad irresistible –me mira sonriente
-eres raro y punto- digo cortante –aun así se me hace muy extraño que seas tan popular entre las chicas-
Frank: ¿Celoso? –dice con mirada picara
Lo veo con mirada asesina -¿Qué dijiste?
Frank: eeeh… yo, jejeje nada –dijo nervioso- se acabo la gaseosa, iré a por mas, dicho eso sale del cuarto
Me pongo a pensar, en cómo es que hace unas pocas semanas, incluso, hace pocos días, me sentía tan solo como siempre, es increíble como ya no me siento así; Frank, junto a él puedo renegar, reír, temer, preocuparme, estresarme, sin miedo y de modo natural
Hace mucho deje de sentir, no por voluntad, si no porque ya no sentía, pese a que mi madre se esforzó en su día a día, nada de lo que hizo pudo hacerme sentir bien, ni me podía hacer sentir mejor, sin embargo, no me sentía bien pero, lo deje así pues tampoco me sentía mal
Sin darme cuenta me aleje de mis conocidos, mis amistades, mi familia… de mi madre y de mi mismo, ya había dado la vida por perdida, dejando los días pasar, sin metas, esperanza ni motivos, sin estar bien o ,mal
Cuando pensé que todo estaba mal, llego alguien que me hizo pensar lo contrario, me hizo sentir lo luz dentro de mí, esperanzas por ser quien fui, sin embargo, ese maldito solo me uso, cuando confié, cuando ame, la traición el dolor que te da cuando la persona en quien mas confías, te trata como estropajo; quizá por eso deje que Frank se acercara y yo, me acerque a el, no quería que sintiera lo mismo que yo, lo que pase por la estupidez de otros, al menos, que el no se sienta así, el único en años que intento que sonriera de nuevo
Frank regresa a la habitación con una botella de gaseosa
Frank: listo –dice con una sonrisa- ¿estás llorando? –Dice preocupado al verme, rápidamente viene y se sienta a mi lado –Shiro, dime ¿Qué paso? –me acaricia el cabello
-no es nada- digo secándome las lagrimas –ya es tarde- digo mirándolo tranquilo y con una leve sonrisa
Frank: ¿No te puedes quedar a dormir? –dice con ojos de perrito tierno
-mañana tenemos clases- digo cortante
Frank algo decepcionado baja su mirada
-tal vez otro día- digo sonriente y él me mira con ojitos brillantes
Frank: si –sonriente- ahora tomemos un poco de la gaseosa y comamos botanas –dice sirviendo un vaso y ofreciéndomelo –gracias- dice sonriente
-¿Por qué?- no entiendo
El solo sonríe
El poco tiempo que ya teníamos pasa tan rápido, como hace mucho no lo hacia
Ahora que lo pienso, hace tiempo que no hacia muchas cosas, sabes Frank, siempre me agradeces tu, cuando soy yo el que debería agradecerte
Anocheció y como pensé Frank ofreció acompañarme hasta mi casa, esta vez no opuse mucha resistencia pues sabía que igual terminaría haciendo lo que el quería
Estamos caminando a mi casa, en el dulce abrazo de la noche, hay poca gente pues ya es algo tarde, las luces están encendidas en las callen alumbrando el camino, es como las novelas que leía donde el chico lleva a la chica a su casa después de una cita
Me sonrojo, ¿cómo puedo pensar cosas así? Al menos la oscuridad de la noche oculta mi rubor
Frank: Shiro estas rojo ¿Tienes fiebre?
-¿Acaso siempre estas viéndome?- digo irritado enserio me vio así, al menos no se dio cuenta
Frank: ¿o acaso estas pensando en cosas raras?
Siento como mi cara arde, eso si me tomo por sorpresa
Frank: estas aun mas rojito ¿Qué estabas pensando? –me mira pícaro
-¡Nada! ¡Aléjate!- digo empujándolo
Frank: jajaja –se ríe mientras remueve mi cabello con su mano- cuando te conocí no pensé en ningún momento el quizá caminar juntos de este modo, o verte actuando de este modo
-¿qué quieres decir?-
Frank: que estoy muy feliz que confíes en mi como para ser como realmente eres, ese lado tuyo que ahora solo yo puedo ver
-Ni yo entiendo cómo o porque-
Frank: no seas tan duro con tu mama, ella igual que yo, solo buscamos que siempre estés bien; esa hermosa sonrisa que me muestras, estoy seguro la haría muy feliz
-Yo, lo intentare- digo sonriente
Frank: te ves lindo cuando sonríes, eres un buen chico
-No lo sabes- digo algo frio y bajando la cabeza
Frank: tus ojitos, tu sonrisa me dicen que si lo eres; ese día cuando le compraste un helado a Ken, fue muy tierno y desinteresado, eres un buen chico, no porque yo lo diga, si no porque lo eres
Solo él sabe cómo ponerme de este ánimo, me siento raro, pero es reconfortante
Frank: ya llegamos –dice parándose en la puerta de mi casa
-gracias por todo Frank- siento que debería decir o hacer algo mas
Frank: espero descanses, me saludas a tu mamá dice sonriente –bueno me voy a casa
-está bien, regresa con cuidado, supongo me escribirás al llegar, o cuando yo entre-
Frank: jejeje, me conoces; cuídate –dice acariciando mi cabello
Cuando el está caminando ya para irse, yo voy y le abrazo por su espalda, el se sobresalta
Frank: ¿Shiro? ¿Qué sucedió?
Yo no se que responder, solo me quedo callado
Frank: entiendo –dice mientras agarra mis brazos y mis manos, siento que esta es una imagen bastante tierna a ojos de otros
Yo me estoy ya retirando mis brazos pero el me sigue agarrando
Frank: solo un poco mas
Nos quedamos así un rato, no se cuanto y no me importa, creo que esto es lo que me preguntaba que debía hacer, nos separamos y lo miro sonriente
-Regresa con cuidado y me escribes al llegar-
Frank: con una enorme sonrisa –descuida eso hare-
-ya voy entrando- digo señalando la puerta
Frank: Shiro
-dime-
Frank: nunca dejes de ser quien eres, yo siempre estaré ahí para asegurarme de ello –dice guiñándome un ojo, antes de emprender camino a casa
Paso a casa y la luz de la cocina esta prendida
Mamá: Buenas noches Shiro ¿Te divertiste hoy? –dice sin poder ocultar su felicidad reflejada en una sonrisa que emanaba un aura de paz
-Si mamá, me divertí- ella abre los ojos y se ponen cristalinos
Mamá: me alegro mucho, te oí llegar, así que me puse a prepararte tu cena
Frank tiene razón, ella no tiene la culpa de que yo sea así
-Gracias mama, iré a lavarme y bajo a cenar- voy camino a mi habitación y pienso, es mejor comenzar a hacer las cosas ahora
Voy corriendo y le doy un abrazo fuerte a mi mamá
Mamá: Shiro, hijo ¿Sucedió algo?
-No, nada, solo quería abrazarte y pedirte disculpas por todo lo que te hago pasar, no es que quiera ser así, solo soy como una moneda y todo lo que paso sello mi otra cara-
Ella me dice que no diga nada más, me entiende mientras asiente con la cabeza
Mamá: se que no eres bueno con las palabras, pero estoy muy feliz de ver a mi hijo, sonreír de nuevo
-¿Sonreír?- me doy cuenta que sí, estoy sonriendo, de veras no me entiendo pero estoy… Bien
Los malos pensamientos, y temores ya no se ven tan grandes como los recuerdo, me pregunto cuánto más estaré bien
Ya en mi cuarto, me recuesto un rato en mi cama boca arriba
Siento como vibra mi móvil y cuando lo veo es un mensaje de Frank que dice:
“Acabo de llegar, estoy bien, mis padres estaban cuando regrese, llegaron cuando no estaba, comes algo Shiro y no dejes de sonreír, te quiero mucho” dice con un corazoncito al final
-Jajaja, Frank, eres un tonto… pero, yo también te quiero-