PARTE 2
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La segunda visita que hicieron fue con su Leraje. Las cosas parecían normales en su tribu y nadie parecía estar sorprendido de que le acompañara alguien a quien no habían visto. Eso le tranquilizo, ya que significaba que los rumores no habían hasta ese lugar.
Sin embargo, cuando entraron a la sala de Leraje, el príncipe recordó porque era tan difícil hablar con ella.
Todo el salón principal estaba lleno de humo, por lo que era difícil respirar para cualquier persona normal, el mismo humo nublaba la luz de los ventanales por lo que el lugar parecía en penumbras, y tirada en unos enormes cojines se encontraba la anfitriona quien lloraba de forma desconsolada y no parecía que fuera a parar pronto. Sus lágrimas habían provocado que su maquillaje escurriera por sus mejillas.
Era realmente una visión lamentable.
-¿Qué le pasa? – murmuro Alibaba al príncipe mientras trataba de abanicar con su mano, el humo que le rodeaba.
-Ella… debe de haberse enterado que fuimos a ver a tío Focalor – le respondió de la misma manera.
La duda en el rostro de Alibaba estaba presente, sin embargo se sorprendió al ver que la anfitriona se inclinaba hacia ellos.
-Oh príncipe Aladdin ¿Por qué los hombres no pueden solamente fijarse en una mujer?
El peliazul sonrió nerviosamente, ahora su tía no pararía hasta que expresara (nuevamente) todo su desagrado hacia los hombres infieles.
-Tía Leraje, de seguro te has enterado que visitamos a tío Focalor ¿cierto?
La chica tomo una gran bocanada de su pipa para después expulsarla
-¿Hablo sobre mí? – en sus ojos se notaba un ligero brillo de esperanza.
Aladdin no sabía que responderle, porque no, su tío Focalor no la había nombrado, sin embargo sabia que esas palabras no le gustarían a su tia.
-¡No lo hizo ¿verdad?! – concluyo la mujer. - ¿Cómo podría? ¡Si tiene tantas mujeres que no puede recordar a su Leraje!
Ahora no había nada que hacer. La mujer sollozo fuertemente mientras volvía a fumar. Aladdin supuso que al menos por ese día no podrían hablar correctamente con ella. Ahora recordaba porque sus padres siempre iban personalmente a invitarla, porque cuando enviaban alguna invitación esta generalmente no era vista sino hasta unos meses después, porque la mujer pasaba demasiado tiempo lamentándose, y tampoco recibía las transmisiones mágicas que a veces usaban, por lo que era necesario ir personalmente para que pusiera atención.
Sin embargo, supuso que en esos momentos era cuando su madre hacia dote de su facilidad para hablar, ya que él, simplemente no encontraba como hablar con su tía Leraje.
Suspiro resignado.
-Creo que lo mejor será que nos alojemos y después regresemos Alibaba-kun
Sin embargo, cuando volteo a su acompañante, noto que este ya no se encontraba a su lado.
-¿Alibaba-kun?
Por suerte, el humo de la pipa se concentraba casi en su totalidad en la parte superior de salón, por lo que no le fue difícil ver que su amigo se estaba dirigiendo hacia la mujer que no dejaba de lamentarse entre los cojines.
-¿Focalor y tu eran novios?
La pregunta del rubio hizo que Leraje alzara la cabeza y viera al chico rubio que ya estaba frente a su rostro.
-Yo le propuse que saliéramos y él dijo que si – expresaba con su voz un poco nasal - ¡Pero no paso ni un mes cuando supe que otras mujeres se acercaban a coquetearle y él lo aceptaba!
Mas lagrimas escurrían de sus mejillas. Mientras Aladdin se acercaba rápidamente a su amigo para decirle que se fueran, ya que era inútil tratar de hablar con ella cuando estaba triste.
-¿Y porque aun así esperas por él? – el rubio preguntaba con mucha calma
-¡porque él nunca me dijo que terminábamos! – Dio una bocanada a la pipa - ¿Por qué no se da cuenta que Leraje es quien más lo ama?
El rubio quedo pensativo por unos minutos mientras se volvía a escuchar llorar a la mujer.
-¿Me permite contarle una historia?
La mujer le observo curiosa, e igualmente Aladdin quedo sorprendido por la propuesta.
-Si no le gusta, al menos habrá ocupado un poco de su tiempo en algo más que llorar. Y si le gusta, talvez aprenda una o dos cosas.
La forma firme y confiada en que hablaba Alibaba sorprendió al príncipe, ¿Qué tenía planeado?
Leraje no se levantó de su lugar, pero asintió con su cabeza. Y esa fue la señal que Alibaba necesitaba para continuar.
-Había una vez, un rey, un rey que había comenzado desde lo más abajo, el no nació en la realeza, todo lo que obtuvo, su poder, sus súbditos e incluso su reino se lo gano a través de trabajo duro, incluso fue un esclavo en algún punto de su vida, él quería tener un reino en donde las personas fueran felices y no solo eso, quería que el mundo también fuera así, por lo que él comenzó a hacer alianzas con otros reinos, poco a poco logro obtener el respeto que deseaba, así como muchísimo poder.
Aladdin se sentó a lado de Alibaba
-Sin embargo, a pesar de todo existía un imperio que no estaba de acuerdo con eso, ellos igual querían unificar el mundo, pero de una forma diferente, utilizaban métodos que al rey no le gustaban, pero tenían un poder militar tan grande que el enfrentarse a ellos era una locura. Solo sería una guerra sin sentido.
Observo fijamente a la mujer enfrente de él.
-Para que entiendas lo que voy a decir tienes que saber que este rey era increíble en todos los sentidos que quieras imaginar, no solo era guapo, también tenía un gran carisma, una enorme sabiduría obtenida de los años de sufrimiento y lucha, pero sobre todo, su aura era la de alguien brillante, deslumbraba a quien se acercaba a él, las personas no podían evitar quedar cautivadas con su aura y encanto, no podían evitar seguirle.
Por alguna razón el nombre de “Sinbad” apareció en la cabeza del príncipe. Mientras el rostro de Alibaba cambio a uno de nostalgia
-el conoció a una princesa de ese imperio, a pesar de que se encontraron en una situación nada buena, la chica no pudo evitar enamorarse del rey. Incluso al principio se mostraba renuente de regresar a su imperio, sin embargo después de pasar tiempo con el rey, se dio cuenta de que quería ser alguien que pudiera estar a su altura y de esa forma ella regreso a su reino. –Ahora su mirada se ensombreció – pero el rey quien rápidamente se dio cuenta de los sentimientos de la princesa aplico un hechizo en ella para poder espiar el imperio enemigo a través de los ojos de la chica. Sin embargo, cada vez que eso ocurriera ella no recordaría nada, por lo que estaba relativamente seguro de que no sería descubierto. Cuando fue cuestionado acerca de su actuar, este dijo que haría lo necesario para poder conservar la prosperidad de su reino,
El relato del rubio paro de repente, el príncipe noto como su amigo se encogía en su lugar y apretaba los puños con fuerza.
-¿Alibaba-kun?
-Si ella se enterara de que solo estaba siendo usada por el hombre del cual se enamoró, probablemente sufriría mucho, porque ella es una chica con un gran corazón… y a él… no le importo eso.
Las palabras de Alibaba eran en voz baja, pero como estaba cerca de él, el príncipe pudo escucharlas con claridad. Se preocupó un poco del estado tenso del otro y toco su hombro, este reacciono con sorpresa demostrando lo ensimismado que se encontraba con lo que había dicho. Volteo a ver al príncipe y sonrió torpemente y regreso su vista hacia Leraje.
-¿Quieres decir que yo seré utilizada en algún momento por Focalor? – cuestiono la mujer quien ya había dejado de llorar.
-No – negó el rubio rápidamente – lo que digo, es que enamorarse de alguien es normal, pero siempre se debe pensar en la posibilidad de que no podamos ser correspondidos. La princesa de la historia quería ser mucho mejor para que el Rey la notara, pero ella no se había dado cuenta de que el rey era alguien que no estaba dispuesto a amar a una persona como su compañera permanente.
-No necesito que me ame – dijo la Leraje con seriedad – yo puedo hacer eso por los dos.
-¿y luego? – reto el rubio – al final la que se cansara más rápido serás tú, amar no es algo que se pueda ir dando como si fuera cualquier fruta, el amor requiere trabajo y más importante, solo debe de concentrarse para las personas que lo merezcan.
Leraje se quedó callada un momento, Aladdin no sabía cómo interpretar eso ¿quizás se había molestado?
-No creo que Focalor sea tan egoísta como el Rey de tu historia – contesto.
-Y tú tampoco eres como la princesa – dijo seriamente – porque estoy segura de que si ella se enterara de la verdad, lloraría sin duda, pero después se daría cuenta que eso no solucionara nada, por lo que iría y le haría frente al Rey – sonrió confiado – estoy seguro de que lo mandaría al Diablo de la mejor manera.
-¿Y cómo sería eso?
-Dejándole claro que es ella quien lo rechaza, y no al revés.
La enorme sonrisa de Alibaba pareció contagiar a la líder, quien también dibujo una enorme sonrisa.
-Apuesto a que eso sería terrible para el- dijo un poco burlona.
-El primer amor siempre será el más bello, pero muy raramente será el definitivo – concluyo el rubio.
-¡Tienes razón! – Dijo Leraje ahora con más ánimo, mientras se levantaba – El que se lo pierde es el ¿cierto? – dijo mientras le guiñaba el ojo a Alibaba.
El rubio contesto alzando el pulgar. Por un momento a Aladdin le pareció que su amigo era como un hermano mayor que le daba consejos a su hermanita después de una ruptura amorosa. Sonrió al ver recuperada a su tía.
Después de eso, Aladdin quedo demasiado sorprendido de que las cosas transcurrieran con mucha normalidad. Su tía Leraje les había pedido que descansaran para que se pudiera preparar un banquete en honor a su visita.
El peliazul estaba contento de que a la hora de la cena su tía se veía realmente optimista, incluso acepto alegremente la invitación a su fiesta de cumpleaños diciendo que le mostraría a Focalor que ella estaba dispuesta a avanzar.
Se quedaron dos días más, ya que parecía que a Leraje le había simpatizado mucho Alibaba, tanto que incluso le pidió que le contara otras historias, cosa que el rubio acepto alegremente. Al príncipe le pareció curioso como habían ocurrido las cosas, sin embargo estaba contento de que la presencia de su amigo le hubiese hecho bien a su tía.
El día en que partieron Leraje les despidió prometiendo que no faltaría a su fiesta de cumpleaños y haciéndoles prometer que regresarían a visitarla.
-Alibaba-chan, por favor déjame hablar unos minutos con el príncipe.- pidió amablemente Leraje.
-Por supuesto
Cuando el rubio se retiró, Leraje se recostó nuevamente sobre los cojines, pero su rostro estaba en dirección al príncipe.
-Mi querido príncipe, desde que usted nació ha sido rodeado de amor y buenos deseos, cada uno de sus tíos han deseado que usted crezca con bien, por lo que también se han encargado de su educación ¿cierto?
-Eh, si, así es – dijo un poco confundido.
-Estoy consciente de que en estos últimos años, nuestro Rey Solomon ha estado instruyéndolo respecto a la forma de gobernar Alma Torán ¿o me equivoco?
-No, todo es cierto.
-Sin embargo – encendió su pipa – aún hay cosas que no le han contado ¿cierto?
El príncipe se mostró confundió ¿a qué se refería?
-Hace unos meses, cuando te encontrabas en unos de tus viajes, ocurrió algo extraño cerca de la falla continental.
-¿a qué se refiere? – pregunto cauteloso.
-Se encontraron vestigios de un sistema de David, uno que requería muchísimo poder.
Aladdin no supo que decir. Y por la expresión de Leraje, parecía como si ya se lo esperaba, la vio suspirar.
-No sabemos exactamente para que era, Lord Ugo debe de estar averiguándolo, sin embargo, encontraron que ese lugar estaba plagado de magia que era completamente desconocida, ni nuestro rey o Lord Ugo habían visto nada igual, al ser cerca de la gran falla, nuestro Rey Solomon se dispuso a preguntarle a la Madre Dragón acerca de lo que se pudiese tratar.
El príncipe estaba en silencio, apenas pudiendo procesar lo que le estaban diciendo.
-La madre Dragón dijo: “Ese sistema es la última carta de David”
El asombro era demasiado, él no sabía nada de eso, ¿Por qué no se lo habían dicho?
-Espera – trato de pensar con la cabeza fría - ¿Quieres decir que David aún no está muerto?
El simple hecho de pensar que su abuelo siguiera con vida era una posibilidad que le helaba la sangre, y si eso sentía el, era probable que para su padre y sus tíos fuera aun peor. Ahora recordaba lo que había dicho su padre respecto a tratar “Algunos asuntos que aquejaban al reino” ¡Pero esto era más que “unos asuntos”!
Después de expulsar el humo de su cuerpo, Leraje lo observo seriamente.
-Tu padre ha asegurado que David está muerto, sin embargo, lo que nos preocupa a todos es que planeaba David con ese sistema.
-¿Y no encontraron nada más?
-No, tus padres y Lord Ugo se dieron cuenta por que sintieron una anomalía en el Rukh, tu padre dijo que fue como si se hubiese creado una distorsión, sin embargo cuando llegaron al lugar solo encontraron vestigios de una poderosa magia y encontraron el sistema mágico de David.
-este sistema ¿Cómo era?
-No tengo idea – admitió – sin embargo nos avisaron a todos los líderes de las tribus que estuviéramos atentos a cualquier anormalidad que sintiéramos. Probablemente tu fiesta de cumpleaños también vaya a ser el momento en que tu padre nos explique que tanto han averiguado.
-¿¡Cómo es que yo no lo supe!?
¿Cómo era posible? Era cierto que hace unos meses había tenido un gran viaje, sin embargo cuando regreso a su hogar, absolutamente nadie le había dicho nada, ni siquiera alguna insinuación. Todo parecía de lo más normal. Pero el saber esto cambiaba por completo las cosas, si ese sistema de verdad era difícil de descifrar, eso quería decir que necesitaban toda la ayuda que fuera posible.
-Probablemente tus padres no querían preocuparte siendo que está muy cerca tu cumpleaños, sin embargo, mi querido príncipe, debes de saber que este viaje que haces probablemente tenga también una segunda intención.
-¿eh?
-Como te he dicho, después de que sintieron esa energía, hasta ahora no se ha vuelto a sentir nada mínimamente parecido, ninguno de los lideres ha reportado una anomalía, sin embargo con este viaje, nuestro Rey quiera saber si encuentras algo inusual, tu padre dice que la distorsión en ese momento se sintió por apenas un segundo, por lo que no era raro que nadie más pudiese sentirlo. Aun así tu padre se sentía demasiado temeroso de lo que pudo haber ocasionado, por esa razón cree que si alguien puede notar alguna anomalía durante este viaje, ese serias definitivamente tú.
El príncipe bajo la mirada, ¿Cómo podría su padre confiar eso, cuando ni siquiera fue capaz de sentir la anomalía la primera vez?
-¿Por qué me cuentas esto?
Si se suponía que era un secreto el cual sus padres no le habían dicho, ¿Por qué Leraje lo hacía?
-Porque tienes derecho a saberlo príncipe, no todos los lideres estuvimos de acuerdo en que se te ocultara esta información, por lo que sería bueno que también le preguntaras a Belial, mi querido príncipe, es momento de que les hagas ver a tus padres que ya no eres un niño – sonrió dulcemente.
Aun sin estar del todo convencido, Aladdin asintió, sabia lo sobreprotectores que podían ser todos en el reino con él, pero aun así, la situación era algo que el ameritaba saber. Al menos Leraje pensaba lo mismo.
-Gracias por tus palabras tía – hizo una reverencia.
-De nada mi querido príncipe, al contrario, gracias por traer a ese chico contigo – sonrió – y no te preocupes, el parece el tipo de persona que te apoyara en los momentos difíciles, pero también parece que te sabrá dar un buen golpe cuando lo amerites – dijo burlonamente.
Aladdin no sabía si esas palabras las decía por lo que él pensaba…
-Por eso debes cuidar mucho a Alibaba-chan y no serle infiel.
La enorme sonrisa de su tía de alguna manera le hacía sentir que no sería bueno decirle que él no tenía esa clase de relación con Alibaba-kun, sin embargo, se dio cuenta que talvez los rumores ya estaban esparcidos por todo lo ancho y largo del mundo.
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Después de que salieron de las tierras de Leraje, Aladdin simplemente no podía concentrarse en otra cosa que no fuera el descubrimiento en la falla continental. Pero más importante aún, no podía concebir la idea de que sus padres no le hubiesen dicho nada.
Él sabía que era joven, un poco impulsivo, pero nunca había hecho las cosas con mala intención, estudiaba y se entrenaba arduamente porque quería saber más del mundo y principalmente porque quería saber cómo ayudar a que el reino tuviera una paz prolongada. El que no le hayan comentado nada, significaba que aún no lo consideraban lo suficiente maduro para entender la situación… y eso lo molestaba.
Por suerte todo el camino hacia la tribu de las gorgonas fue bastante rápido, gracias al cielo que su tío Astaroth era bastante serio y reservado, por lo que la conversación con él fue rápida y concisa. La invitación a su fiesta de cumpleaños fue aceptada y le invito a que se quedara a cenar antes de que se dirigieran con Belial.
Ahora se encontraba en el cuarto que le habían dado para que descansara. No dejaba de pensar en las palabras de Leraje, ni siquiera las pláticas de Alibaba lo desconcentraban de sus pensamientos. De hecho, su amigo había salido de la habitación poco después de que se las habían asignado, incluso si le hubiera dicho a donde iba, probablemente el príncipe no le hubiera prestado atención.
Antes de que se diera cuenta ya había llegado la noche y decidió salir al balcón de la habitación, observo el cielo, y fue en el momento en que noto las estrellas brillantes, que se dio cuenta que Alibaba no había regresado al cuarto desde la tarde. Se dio cuenta que a lo mejor su amigo se habría enojado de que no le hubiese prestado atención durante todo el camino y parte de su estancia en la tribu. Tenía que encontrarlo y pedir disculpas.
Sin embargo, apenas había concretado ese pensamiento, cuando vio que la puerta se abría y Alibaba ingresaba por ella.
-¡Aladdin! – Sonrió – pensé que estarías descansando.
-¿Eh? ¿Por qué? – respondió confundido.
-Bueno, desde que dejamos las tierras de Leraje te ves abrumado, ¿Tienes algún problema?- su amigo se sentó invitando al peli azul a hacerlo también
Al menos ahora el príncipe sabía que era bastante malo para ocultar sus preocupaciones.
-No te preocupes Alibaba-kun, son cosas mías.
Porque aun después de pensarlo durante todo el día, se dio cuenta que la única respuesta obvia era que sus padres simplemente no habían confiado en él. Era claro, pero no evitaba que se sintiera herido
El rubio observo como Aladdin volvía a perderse en sus pensamientos.
-¿Sabes? Esta tribu es muy extraña, y en verdad da miedo que las personas tengan serpientes en la cabeza – dijo de forma burlona
-Cierto – respondió el príncipe sin cambiar su expresión
-Pero la comida es deliciosa, y tienen unas frutas curiosas, son jugosas pero son tan grandes que una sola podría ser suficiente para alimentarme una semana entera ¿no crees?
-Cierto –
-La tribu es muy bonita, espero que mañana puedas mostrarme mejor el lugar – sonrió
-Cierto
-el líder Astaroth, incluso si es enorme como los otros líderes, en realidad es bastante respetuoso y muy atractivo ¿no? – dijo en tono coqueto
-Cierto… espera ¿Qué?
Volteo alarmado hacia su amigo, pero solo vio como un puño se dirigió rápidamente hacia su cabeza, provocándole un enorme dolor.
-Pones atención a cosas extrañas Aladdin – decía Alibaba ahora bastante irritado - ¡ya deja eso ¿quieres?!
-¿Eh?-
-¡Te deje todo el día para que pudieras pensar con calma lo que te aquejaba, pero por lo visto no sirvió de nada!
El príncipe apenas estaba siguiendo lo que decía, iba a responder algo, cuando vio como Alibaba se ponía serio y le observaba a los ojos.
-¿Me vas a decir que te ocurre?
Se sorprendió de ver a su amigo tan serio, parece que su actitud fue más preocupante de lo que le hizo pensar en un principio. Pero no sabía que decir, ¿Cómo podía decirle a su amigo que sus padres le ocultaban información que era importante para el reino? No sonaba como algo que debiera decir tan deliberadamente.
-No es…
-¡Si vuelves a decir que es nada te golpeare nuevamente!
El puño alzado de Alibaba le indicó a Aladdin que no mentía. Noto como la mirada de Alibaba se suavizaba.
-Aladdin, si quieres no me cuentes, pero no pienses sobre eso como si estuvieras solo y nadie te pudiese comprender.
Esas palabras sorprendieron al príncipe, él no pensaba eso ¿cierto? Simplemente se sentía triste de la desconfianza de sus padres, ¿Por qué no pudieron confiar en él? Él les había demostrado que incluso si no pudiese resolver un problema, al menos estaría a su lado para poder enfrentarlo juntos.
Detuvo en seco sus pensamientos y observo la ahora triste expresión de Alibaba.
Por fin comprendió lo tonto que se había comportado.
-Lo siento mucho Alibaba-kun – dijo mientras tomaba sus manos – no es que no confié en ti, simplemente pensé que era algo que debía de resolver por mi cuenta, pero ahora veo que eso es un error – le sonrió dulcemente – talvez si soy todavía demasiado inmaduro.
Decidió contarle a su amigo lo que le molestaba, le conto la conversación con Leraje e incluso le conto quien era David, le explico cómo se sentía al respecto de la situación y porque no había querido contarlo.
Durante ese tiempo el rubio mantuvo una expresión tranquila, escuchaba atentamente cada palabra del príncipe y hacia algún comentario ocasional para obtener un poco más de detalle de la situación.
Cuando termino de explicarlo todo, Aladdin se dio cuenta que realmente se había sentido mal desde que termino de hablar con Leraje, ahora la opresión que sentía en su pecho desde que supo las cosas, había desaparecido.
-Eres un idiota Aladdin
Sin duda no se esperaba esa reacción de Alibaba.
-¿Qué? –pregunto incrédulo
-Ahora entiendo porque todos se desesperaban conmigo – dijo entre dientes – Aladdin, sinceramente, creo que te estas ahogando en un vaso de agua. Es más que obvio que tus padres no te iban a decir nada de lo que estaba pasando.
-¿y eso porque? – dijo confundido.
-Porque tú eres demasiado importante para ellos – dijo con obviedad – ellos son los que deben de estar sintiendo que han fallado, ya que se supone que tu debías de nacer en un mundo en el que todos los males que a ellos les aquejaban ya no existieran. No te dijeron porque sienten que la responsabilidad es de ellos. Sin embargo, si lo que te dijo Leraje es cierto, entonces aun así cuentan con que tú puedas notar si algo anda mal, porque confían en tus habilidades.
-¡Pero ni siquiera fui capaz de sentirlo la primera vez!
-Y eso fue porque estabas viajando en dirección apuesta a la falla continental ¿cierto? – el príncipe asintió – según te dijo Leraje, ellos apenas pudieron sentirlo desde el reino, pero el viaje que estamos haciendo nos acerca gradualmente a la falla, por lo que ellos creen que tu sin dudas notaras si ocurre algo fuera de lo común, si esto no pasa de ser más que una falsa alarma entonces está bien, pero si tu llegases a decirles que algo está mal entonces ellos sin duda te contaran la situación.
El príncipe bajo la mirada avergonzado, no lo había pensado desde esa perspectiva. Ciertamente sus padres y sus tíos eran muy sobreprotectores, por lo que entendía las palabras de Alibaba.
-Además – prosiguió Alibaba – Leraje te dijo que tu aun podías hablar con Belial sobre esto ¿cierto? Pregúntale a él todas tus dudas y en base a sus respuestas, tu decide si le preguntas o no a tus padres sobre el asunto.
Alibaba despeino a Aladdin
-Y si aún te sientes confundido, puedes hablar conmigo cuando quieras, no pienses en esta situación como si solo te influyera a ti, ahora yo estoy aquí contigo – termino guiñándole un ojo.
Esas palabras provocaron un ligero sonrojo en el rostro de Aladdin, sin duda su amigo sabía cómo hacerlo sentir mejor.
-Sí, tienes razón – sonrió con dulzura. – eres mucho más maduro de lo que pensé Alibaba-kun
-¿Qué se supone que significa eso? –respondió un poco molesto
Aladdin volvió a tomar las manos de su amigo.
-Gracias por venir conmigo Alibaba-kun
La sonrisa sincera del príncipe, de alguna manera logró inquietar a Alibaba, sintió un extraño nerviosismo y quiso evitar su mirada por un momento.
-¡¿Qué rayos pasa con esa expresión?! – Grito Alibaba ahora con un notorio sonrojo en su rostro- no me digas que vas a ser el tipo de hombre que se burla de las mujeres – expreso ahora indignado mientras se dirigía al balcón.
-¿eh, pero que hice?
El príncipe también se dirigió al balcón y se recargo en el mismo. Ahora se sentía como un tonto por haberse preocupado tanto, después de las palabras de Alibaba, sentía que no importara que tan mal estuviera la situación, todo estaría bien mientras su amigo quisiera escucharlo.
“El parece el tipo de persona que te apoyara en los momentos difíciles, pero también parece que te sabrá dar un buen golpe cuando lo amerites”
Las palabras de Leraje acudieron a su mente y agito su cabeza rápidamente para no pensar cosas extrañas.
-¡Hay más estrellas que de costumbre! – Exclamo Alibaba emocionado
El príncipe observo el cielo y corroboro lo dicho, las estrella brillaban en el cielo como si de diamantes se trataran. Era un bello paisaje para ver.
“Los dos solos, viajando, conociendo nuevas tierras que de seguro ella no conoce, y en una muy hermosa noche estrellada ¡Declárate!”
Esta vez golpeo su cabeza para que el calor que se había acumulado en su rostro se disipara un poco, no pudo evitar observar el perfil de Alibaba que seguía ensimismado observando el cielo estrellado. Incluso en la noche podía notar como sus ojos brillaban. Esos ojos que parecían ser de oro y que se perdían en el horizonte, casi como si buscaran algo…
Eran hermosos
Por un momento pensó que no sería mala idea si el tiempo se detuviera en ese instante, solo para poder observar un poco más las expresiones de Alibaba.
-¿Estas bien Aladdin?
La mirada preocupada de su amigo hizo que reaccionara, no se sentía con la capacidad para dar una respuesta inteligente, por lo que simplemente dijo que se iría a descansar. Cuando por fin estaba acostado, se avergonzó de darse cuenta de las cosas que estaba pensando y de que por un pequeño instante, en su cabeza rondaba la voz de hermano que decía: ¡Declárate!
¡No! Debía de pensar en lo que hablaría con su tío Belial.
Sí, eso es lo que debería de pensar.
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