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Otras vidas por Yaoi lovers

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Había sido un día sumamente tranquilo, tuvo tiempo de sobra para seguir dibujando e incluso para pasar un largo rato en la bañera sin preocupaciones. 


Makoto había salido desde temprano y al volver encontró a su amigo tan concentrado en lo que hacía que prefirió no distraerlo mientras se encargaba de la comida. Fue solo hasta que Haru terminó que se percató de la presencia del chico.


—No quería distraerte, te veías tan concentrado —sonrió unos instantes antes de volver a fijar su atención en el platillo que preparaba—. Tuviste un día ocupado ¿Verdad...?


En cuanto regresó se percató de que sus materiales seguían sobre la mesa en que trabajaba; todo estaba en orden, pero al parecer había estado mucho tiempo trabajando sobre sus ilustraciones y aun no guardaba lo que utilizó.


Haru se mantuvo en silencio, ni siquiera era consciente del tiempo que había pasado ya y mucho menos de lo absorto que estaba en lo que hacía. Makoto sonrió entrecerrando los ojos, su amigo parecía feliz y eso era suficiente para sentirse tranquilo.


Volvió a centrar su atención en la comida y de reojo pudo ver a Haru tomando algunas fotografías para luego enviarlas. Sonrió unos instantes sin detener su labor mientras pensaba en lo animado que Haru parecía cada que hablaba con Matsuoka; no tenía la certeza de que las fotografías fueran para él, pero dado que ese pasatiempo no lo compartía fácilmente suponía que no podía tratarse de nadie más.


—Makoto —hizo una pausa para asegurarse de no distraer a su amigo—. ¿A qué hora es la competencia mañana?


—Que bueno que lo mencionas. Tuvimos una reunión antes de partir y nos avisaron que va a retrasarse; aunque de cualquier manera tenemos práctica.


La expresión de Haru no decía mucho, siempre imperturbable, pero casi podría jurar que su mirada cambió al escucharlo. Se limitó a sonreír mientras seguía con la preparación indicándole que en cuanto supiera la nueva fecha se lo informaría.


Lo cierto es que tan pronto como escuchó aquello un pensamiento cruzó su mente. Rin había mencionado mucho el evento en el acuario y saber que ahora tenía el tiempo libre para asistir de alguna manera lo hizo sentir emocionado.


Redactaba el mensaje para informarle sobre la situación cuando la pantalla de su teléfono mostró el texto de Matsuoka. Se sorprendió al verlo, le pareció extraño que justo en el momento en que iba a comunicarse con él llegara su mensaje, y sobre todo porque nuevamente lo invitaba.


"Iré" fue lo que sus dedos rápidamente teclearon tan pronto como terminó de leer. Todo había ocurrido tan repentinamente que no pensó en otra respuesta, solo quería que supiera que después de todo podría asistir. 


Estaba entusiasmado, más de lo que siquiera podría decir; no conocía los detalles sobre la visita que harían al acuario pues Matsuoka solo repetía lo emocionante que sería y cuanto ansiaba estar ahí; y aun así, algo lo hacía desear ir también.


Era extraño, pero cuando se trataba de él terminaba actuando de manera impulsiva y sin pensar demasiado en las consecuencias. Y en realidad, así fue desde la primera vez que se encontraron.


A veces aun pensaba en ese momento, y en la sensación que experimentó después de ello, o en lo ocurrido luego de mostrarle su ilustración más reciente. Al parecer, todo lo que estuviera relacionado con él terminaría por ser extraño de una u otra manera.


Y aun así, tenía esa sensación que lo hacía seguirlo pese a lo extraño que pudiera ser. No se sentía incómodo ni nada parecido, solo había un sentimiento que no podía definir cuando hablaban o estaban cerca.


Pero quizá solo estaba pensando demasiado en ello, después de todo la situación en que se conocieron fue extraña y podría ser la única explicación para sentirse de esa manera. No tenía sentido darle más vueltas.


Simplemente preguntó la hora y el lugar en el que se encontrarían para su salida del día siguiente. Rin tardó en responder y aunque le parecía extraño suponía que la causa era que terminaba de ajustar el itinerario y necesitaba estar seguro de los detalles.


Así llegó el día siguiente y con ello su visita al acuario. Partió con el tiempo suficiente y se dirigió hasta el lugar donde se reunirían, Makoto salió antes y se despidió de él deseándole que se divirtiera.


Podía ver en el rostro de Haru la emoción que guardaba desde el momento en que aceptó la invitación de Matsuoka, aunque para él fuera extraño ver a su amigo actuar así sabía que el pelirrojo tenía algo especial que lo hacía comportarse de esa manera.


Haru salió un poco después de la partida de Makoto y llegó a la hora acordada, Rin ya lo esperaba mientras estaba apoyado sobre la pared con su mirada perdida en algún punto lejano. Se acercó hasta él y le ofreció una disculpa por hacerlo esperar.


—En realidad no es tu culpa, llegué antes de lo que esperaba —rascó su nuca evitando su mirada, apenas había podido dormir por lo mucho que esperaba esa reunión y había salido de casa más temprano de lo planeado—. ¿Vamos ya?


No quería pensar demasiado en eso así que prefirió seguir con el plan y entrar al lugar para buscar la zona donde realizaban las actividades. Era una hora perfecta así que debía haber lugares disponibles aun.


Rin no dijo nada y simplemente se apresuró hasta el lugar esperando que Nanase lo siguiera hasta la figura de tiburón que decoraba la entrada del área con la emoción grabada en su rostro.


Él se veía notablemente sorprendido al notar de que se trataba el evento, pues la mayor parte de los asistentes eran niños de preescolar entusiasmados por realizar algunas actividades manuales que habría durante el taller.


Eran pocos los lugares disponibles antes de empezar y Rin se mostraba feliz por haber llegado justo a tiempo. Ocuparon los espacios libres y poco después dio inicio. Primero el personal dio una breve explicación sobre los tiburones blancos: donde viven, su comportamiento y alimentación.


Nanase veía con curiosidad a Matsuoka, se veía igual de entusiasmado que los pequeños que ahí se encontraban y prestaba principal atención a las preguntas que ellos hacían y la respuesta que recibían.


Luego de la explicación por fin comenzaron con la actividad; se trataba de una figura de tiburón igual a la que los recibió, con la diferencia de que la que les entregaron podía pintarse y aun no estaba armada.


No hablaron mucho mientras se dedicaban a completar la actividad, Nanase estaba concentrado al pintarlo y Rin miraba con curiosidad lo que el resto de asistentes hacia, sonriendo a los pequeños cuando mostraban con orgullo lo que habían logrado.


Al terminar salieron del lugar para comenzar a caminar entre los estanques y así poder observar a las diferentes criaturas del acuario. Su primera pausa fue en la zona donde se encontraban los pingüinos mientras Matsuoka jugaba con su tiburón.


Nanase se había mantenido en silencio mientras observaba algunos pingüinos jugueteando y veía de reojo el tiburón que hizo intercalando su vista con el de Matsuoka. Sentía curiosidad, pero había preferido no hacer ningún comentario al respecto.


—Sousuke me vio igual la primera vez que vinimos juntos —sabía lo que su expresión significaba y no le sorprendía ni un poco que fuera así—. Supongo que esperabas algo más sorprendente después de escuchar lo emocionado que estaba —su vista seguía atenta a los animales, no quería pensar que lo había decepcionado, pero era lo que su expresión parecía decir.


—No creí que fuera algo así —no sabía que responder, solo le parecía curioso, aunque no estaba decepcionado ni nada parecido.


Se mantuvieron en silencio unos instantes, mientras algunos pingüinos caminaban por el lugar y jugueteaban entre ellos cautivando la atención de los visitantes incluidas las de ambos chicos, quienes aun no encontraban las palabras adecuadas para retomar la conversación.


—Los tiburones son criaturas sorprendentes ¿No crees? —Rin sonrió mientras jugaba un poco con el tiburón que cargaba—. Y los blancos en particular me parecen mucho más maravillosos —giró hacia él mostrándole la figura con una amplia sonrisa—. Es una lástima que no sea tan fácil contemplarlos...


Volvieron al silencio, Nanase escuchó atentamente la explicación que el personal le dio a otro de los asistentes cuando preguntó la razón por la cual no tenían tiburones blancos en el acuario, así que entendía el porqué Matsuoka dijo eso.


Y aun así, seguía sintiendo curiosidad por el motivo de su emoción, aunque se sentía extraño preguntando al respecto y por eso prefirió mantenerse en silencio, incluso si eso podía resultar incómodo para ambos.


—Pero quien puede culparlos, el océano es demasiado grande para conformarte con un pequeño estanque —su vista no se había despegado de los animales frente a ellos, e incluso parecía que había olvidado que estaba con alguien más—. Están hechos para cazar y comer carne, no pueden pedirles que dejen de hacerlo —por fin volteó para mirarlo sonriendo ampliamente mientras mostraba sus dientes y colocaba al tiburón cerca de su rostro.


Nanase lo miró con curiosidad, había notado la similitud entre sus dientes y los del tiburón que cargaban, pero aun era confuso para él entender a que intentaba llegar con todo eso.


—Me pregunto si no es solitario, después de todo no es común verlos cerca de otros de su especie —se quedó mirando al tiburón en su mano con cierta nostalgia, al parecer ya no tenía más por decir.


Siguieron unos instantes más observando a las criaturas jugando y mirando con curiosidad a los visitantes, por alguna razón el ambiente se tornó un poco extraño y ninguno encontraba una forma de romper esa tensión.


—Ven, vamos. Seguro esto te gustará mucho más —Matsuoka sonrió de nuevo y tomó su mano para guiarlo hasta el acuario donde había más especies.


El azul profundo y cristalino rodeaba a cada uno de los habitantes del tanque y verlos nadando de un lado a otro era simplemente maravilloso. Los diferentes peces nadando en cardumen, las rayas deslizándose por el estanque, los tiburones tigre yendo de un lado a otro...


Nanase estaba simplemente cautivado con lo que veía, había leído sobre varios de los ejemplares que nadaban ahí y poder observarlos tan detenidamente era maravilloso. Ni siquiera hizo algún comentario cuando Matsuoka presionó su muñeca repitiendo que aun había algo mejor.


Y así lo arrastró consigo hasta la parte posterior del tanque donde había ventanas circulares que permitían observar más de cerca a los habitantes del acuario. Estaba tan entusiasmado por mostrárselo que ni siquiera había soltado su mano y Nanase tampoco comentó nada al respecto.


Pasaron unos minutos hasta que por fin soltó su muñeca mientras le indicaba donde se encontraban algunas de las especies sobre las que quería comentar, él también dijo algunas cosas sobre ellas o sus hábitats y el resto de animales con quienes convivían.


Pasaron varios minutos observando a los animales y compartiendo algunos datos e impresiones sobre ellos. Nanase se mostraba mucho más emocionado y su mirada no se despegaba del acuario mientras escuchaba atento las palabras de su acompañante.


Luego de varios minutos el pelirrojo volvió a rodear su muñeca para guiarlo hasta el túnel de los leones marinos y así poder subir al siguiente piso y observar las criaturas que aun les esperaban.


—Seguro van a encantarte las medusas ¿Sabías que también las crían aquí? —apenas había dejado de hablar mientras caminaba por el túnel y señalaba algunos de los animales riendo y contándole algunos recuerdos sobre lo que vio en ocasiones anteriores que visitó el acuario.


Llegaron por fin al siguiente piso y el pelirrojo de inmediato lo guió hasta el acuario para mostrarle a las medusas bola de cañón y luna sobre las que tenía un particular interés. Era evidente que no podía contener su emoción y que estar ahí le ayudaba a descargar toda su energía.


Luego de visitar el resto de estanques y hablarle de diferentes cosas que sabía al respecto de los hábitats de las criaturas, de sus hábitos, la pesca y conservación de ciertos especímenes y algunos datos aprendidos en sus visitas anteriores, dieron por terminado el recorrido.


Matsuoka aun tenía mucho por decir y seguía hablando sobre el mar y sus habitantes con la misma emoción que la primera vez que conversaron, parecía que mientras ese fuera el tema de conversación podría pasar días enteros hablando sin descanso.


—Lamento mucho que esto haya sido tan decepcionante —Nanase se veía tan distraído que pensó que ya no lo estaba escuchando—. Quería que fuera divertido y ambos pasáramos un buen momento que pudiéramos recordar... Aunque por buenas razones, y no porque fuera tan lamentable —sonrió mostrando sus dientes, aunque era evidente que la situación no lo hacía feliz.


—En realidad fue divertido —su expresión se mantenía igual que siempre, pero su voz mostraba cierta emoción—. No era lo que imaginaba, pero al final fue grandioso venir y hacer esto —tomó al pequeño tiburón que había construido mirándolo con una casi imperceptible sonrisa y fijando su atención por completo en él.


—Tu reacción fue mucho mejor que la de Sousuke —la risa escapó de sus labios y esta vez era genuina mientras tomaba su propio tiburón y lo acercaba al de su acompañante—. Lo primero que hizo fue golpearme en el hombro y advertirme que nunca volvería a salir a ningún lugar que le recomendara.


Seguía riendo mientras le contaba lo que su amigo había hecho en esa ocasión y Nanase solo lo miraba con una disimulada sonrisa atento a sus expresiones. Matsuoka era peculiar y por alguna razón no podía dejar de verlo mientras se mostraba tan entusiasmado.


Caminaron juntos hasta la salida mientras el pelirrojo seguía hablando y compartiendo todos sus pensamientos. Se sentía tan cómodo conversando pese a no recibir más respuesta que algunos monosílabos y algunas muecas que ni siquiera se percató del momento en que estuvieron fuera.


De nuevo el silencio se había formado entre ellos, cada uno con muchos pensamientos rondando su mente mientras se detenían en un lugar cercano a la salida buscando no obstruir el pasó.


—Supongo que también usarás el tren para volver ¿Te parece si caminamos juntos a la estación? —un ligero movimiento de cabeza fue su respuesta, y tras ello comenzaron a caminar.


Tomarían líneas diferentes así que solo sería un pequeño camino el que recorrerían juntos, pero Matsuoka no desaprovecharía la oportunidad para seguir conversando un poco con él. Aunque el tiempo no fue suficiente y llegaron a la estación antes de lo que esperaban.


—Fue muy divertido este día —no podía dejar las cosas así nada más antes de despedirse—. Disfruto mucho poder compartir cosas como esta con alguien más, incluso si es solo algo pequeño —la sonrisa seguía presente en sus labios mientras hablaba buscando las palabras adecuadas—. Fue un gran día, aunque no pudiera cumplir tus expectativas...


—También me divertí, incluso si no era lo que esperaba —ni siquiera pensó mucho antes de interrumpirlo, para él también fue entretenido y quería hacérselo saber—. Fue algo divertido, y aprendí algunas cosas que nunca había escuchado.


No entendía la razón, pero en cuanto Matsuoka lo escuchó su expresión cambió por completo y volvió a sonreír mostrando lo tranquilo y relajado que se sentía tras escucharlo incluso si era un comentario tan simple como ese.


Aunque el pelirrojo había sonreído durante todo el tiempo que estuvieron juntos podía notar algo diferente en la última; todas habían sido genuinas, pero esa en particular había causado una sensación diferente a todas las demás.


—Supongo que entonces está bien si vuelvo a invitarte para la próxima... —una pequeña sonrisa fue la respuesta que recibió, pero había sido suficiente para entender lo que significaba—. Sabes... Estaba pensando... —rascó su nuca desviando un poco su mirada, llevaba todo ese tiempo pensándolo y no encontraba la manera de decirlo—. Es un poco extraño que me llames Matsuoka, así que está bien si solo me llamas Rin.


Se miraron durante unos instantes, Nanase no esperaba escuchar algo así en ese momento y no estaba muy seguro sobre la manera en que debía responder.


—Y también me preguntaba si está bien que te llame solo Haruka... —el silencio de su acompañante no decía mucho y comenzaba a ser extraño que solo lo mirara sin decir nada—. Está bien si no te sientes cómodo con eso, de cualquier manera puedes llamarme Rin en el momento que quieras...


—Está bien —pensaba la mejor manera de responder, pero Matsuoka había sido mucho más rápido que él para hablar y era evidente que escucharlo en ese momento lo sorprendió—. Será solo Rin si te sientes más cómodo, y puedes llamarme Haruka, estoy bien con eso.


Rin volvió a sonreír mostrando todos sus dientes, quizá era la sonrisa más alegre y con mayor entusiasmo que le había mostrado en todo el día y apenas pudo pensar en algo más mientras lo miraba.


—Supongo que de verdad no fue tan mala la experiencia de hoy —había sido algo repentino preguntar aquello, pero sintió la necesidad de hacerlo y pensar en llamarlo por su nombre le causaba una sensación peculiar—. Y creo que también significa que está bien si en otro momento te invito a otro lugar, aun no he podido mostrarte porque mi restaurante favorito tiene la mejor carne que hayas probado...


Una vez más sonrió, ni siquiera sabía cuantas veces lo había hecho ya, pero sabía cuántas Haruka le había sonreído de vuelta y esa era la segunda. Apenas era perceptible y casi la confunde con el apenas audible sí que le siguió.


—Te llamaré después entonces, y en otra ocasión iremos a comer juntos. Hasta pronto Haruka —sacudió su mano hacia él antes de seguir su camino hacia la estación.


—Nos vemos Rin —solo lo miró unos instantes antes de continuar su trayecto.


Rin era alguien extraño y habían muchas cosas que se lo decían, y justo esa peculiaridad que lo caracterizaba era lo que terminaba por atraerlo; no en vano le entusiasmo tanto saber que al final podría acompañarlo esa ocasión.


Miró a su pequeño nuevo amigo mientras pensaba en lo ocurrido ese día y la sensación tan extraña que invadía su cuerpo. No era incomodidad o molestia, ni siquiera podía definir lo que estaba sintiendo, pero estaba seguro de que algo estaba pasando incluso si no lograba entenderlo.

Notas finales: ajtkaie Quería poder terminar este capítulo mucho antes, y también quería subirlo más temprano, además de dedicarle una historia a esta parejita por san Valentín y aquí andamos, sin poder hacer una ni otra(?
 
En fin, el día aun no termina y al menos no tardé medio año en volver a publicar (aunque casi porque la última actualización fue en los último días de agosto xD)
 
Este capítulo en particular es muy importante para la historia y ajfjairia Solo espero que las miles de revisiones que hice ayudaran a plasmar claramente lo que quiero que sepan y que estén tan emocionados como yo uwu
 
En fin, las responsabilidades de adulto me consumen y debo atenderlas xD Que lo hayan disfrutad y podamos leernos pronto.

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