Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segundo capítulo de hoy...

Aquella tarde fatídica cuando el pequeño YiFan había perdido a sus padres, HwangBo se encargó de protegerle, con sus conocimientos médicos trato la quemadura que había lastimado todo el costado derecho del niño, incluso dejando de lado sus propias heridas; pues ella había escuchado numerosas veces decir a Stephanie lo mucho que amaba y deseaba cuidar a su hijo.

HwangBo se había sentido identificada, ya que años atrás ella misma había quedo embarazada, su hijo lo era todo, era su centro, le amaba con locura; pero, nada pudo hacer por él y su frágil corazón, así que tan solo a un año de estar juntos, el pequeño falleció, dejándola con el corazón destrozado, deprimida; perdió todo, incluso al que alguna vez juro ser el amor de su vida, su esposo, pero en aquel momento poco le importaba.

Su recuperación no fue rápida, sin embargo lo había logrado después de mucho esfuerzo y el gran apoyo que recibió por parte de su hermano y su familia, incluido su sobrino Yixing o Lay como todos le llamaban, era lo más cercano a un hijo que tenía, así que cuando se fue para especializarse en psiquiatría y después trabajar en Seúl, sintió un gran vacío; pero al conocer al amable y cariñoso hijo de los Wu, volvió a sentir ese cariño especial y de protección.

Por eso trato de alejarlo de todo mal, de todo peligro,  esconderlo en casa que los padres del niño dejaron; pero ella aún era buscada por varios de los implicados en el robo y asesinato de los Wu, sospechaban que tenía pruebas que los delataba y sabía que ocultarse no sería fácil.

Su hermano y su familia terminaron mudándose a las entradas de Busan, por lo que sintió un poco de alivio y apoyo; les visitaba de vez en cuando y poco a poco les fue contando sobre el niño que protegía; siempre trataron de ser discretos para que el pequeño Lay no escuchara nada de esas terribles experiencias; pero Lay era una de esas personas curiosas e interesadas por un montón de cosas a su alrededor, así que desde la primera vez que escucho a su tía hablar de ese niño sintió una necesidad de conocerle para brindarle su apoyo, y compartirle de sus dulces y juguetes.

Por años Lay escucho hablar de YiFan, que ahora como él, era un adolescente, aunque en palabras de su tía, este no la pasaba bien, tenía problemas mentales que le hacían ponerse muy enojado o se aislaba en su propio mundo; para varios eso podría ser una señal de "corre", pero, no para Lay, de hecho estaba mas interesado.

-

Lay recuerda esa noche cuando escucho llorar a su padre desgarradoramente, la noticia sobre el asesinato de su hermana le fue demasiado duro de asimilar, ambos siempre fueron cercanos, se contaban todo y se apoyaban en el otro; Lay también la apreciaba mucho, le gustaba escucharla y verla en acción cuando hacia su trabajo, ella, le había transmitido la pasión por el cuidado de otras personas.  

Su padre no era una persona sana, su presión arterial tendía a subir en situaciones estresantes, además que a sus 60 años ya acarreaba varios otros problemas, pero el señor Zhang era una persona de palabra y, quería cumplir con las suplicas de su hermana por cuidar de YiFan.

Aun enfermo estaba dispuesto a salir, pero la señora Zhang no tenía los mismos planes, no podía dejarle hacer viajes frecuentes o cargar con un joven que le diera extremos problemas y que su esposo terminara afectando más su salud.

-Padre, déjeme ir a mí. Yo acompañare y cuidare de ese chico – le prometió un día.

-¿Cómo... sabes de él? – le pregunto intrigado, no se suponía que Lay tendría que saber aquello.

-Lo he escuchado todo, y sé que necesita de una mano en la cual apoyarse.

Sus padres se negaron numerosas veces al pedido de su hijo, estaban preocupados por que YiFan pudiese hacerle daño, pero Lay les había asegurado que él podría hacerlo; además, que le serviría como experiencia ya que su elección académica había sido enfocada a la medicina, igual que su tía.

Tardo pero logro el consentimiento de sus padres, por lo que decidido tomo un día un camión que lo llevo a la parte sur de Busan y comenzó su búsqueda, y vaya que no fue fácil dar con la dirección que su tía les dejo, la casa estaba bien escondida entre la zona boscosa de Busan, pero todo su esfuerzo dio frutos y la encontró justo antes de que la noche lo alcanzara.

Estaba un poco nervioso, sabía que su tía no le había contado nada a YiFan sobre su paradero y ganarse la confianza de aquel seria todo un reto.

Toco la puerta, varias, varias veces, hasta que un chico mucho más alto que él, rubio y con cara enfurruñada le abrió.

-¡Largo! – así fue recibido, pronto la puerta se volvía a cerrar, aunque Yixing fue más rápido y coloco su pie para impedir la acción.

-Disculpa que te moleste, mi nombre es Yixing, pero puedes llamarme Lay...

-¿Y a mí que jodidos me importa? ¡Largo he dicho! – forcejearon en la puerta.

-Estoy perdido ¿Podrías ayudarme? – le pidió con su usual calma y sonrisa.

-¡NO! – pero el tipo no caía fácilmente a sus encantos.

-Por favor, ya está oscureciendo, aquí afuera da un poco de miedo ¿Sabes?

YiFan había logrado quitar el pie del intruso, cerrando la puerta en la cara de Lay.

Pero Lay es por así decirlo... obstinado, por lo que se acomodó cerca de la puerta y comenzó a charlar con el otro, sin importarle si este le contestaba o no.

YiFan estaba desesperado, la voz de aquel chico le provocaba dolor de cabeza, sin contar que en ocasiones decía cosas realmente raras, pero le fue más extraño escuchar que de un momento a otro el chico comenzaba a hablarle en mandarín ¿Acaso él sabía que podía entenderle?

Lay ya comenzaba a sentir frío y cada vez se escondía mas la luz, temía que en cualquier momento algún animal llegase y terminara por devorarlo; bien, quizás exageraba, pero si tenía un poco de miedo, por lo que comenzó a cantar en su dialecto de origen, y eso fue lo mejor que pudo hacer, porque aquel hombre enfurruñado volvió a abrir la puerta.

-De acuerdo, entra, pero solo será esta noche y más te vale guardar silencio si no quieres que te arranque la lengua, lenta, y dolorosamente.

Lay paso saliva audiblemente y tapó con sus manos su boca, afirmando al mandato del otro.

Poco después podía observar como el rubio calentaba algunos fideos para la cena y como enseguida los metía a su boca y disfrutaba de su cena calientita.

El chico bajito de ojos soñadores término babeando – ¿Podrías darme un poco? – le mostró una cara tierna, casi suplicante para darle un poquito de lastima y que accediera.

-¿Qué te dije sobre hablar? – Lay formo un puchero y bajo la mirada, resignado.

Kris se sintió frustrado porque ¿Por qué sentía pena por aquel raro hombrecillo?  Sirvió otro plato y se lo paso de mala forma.

El de ojos dormilones comenzó a devorar sin reparo, y tan sumido estaba en el sabor de sus fideos que no se dio cuenta al cometer su gran desliz – Wow, YiFan, esto sabe muy bueno.

El alto se levantó de su asiento y camino hasta quedar frente al otro - ¿Cómo es que sabes mi nombre?

Y rayos, demasiado tarde se percató del error – Pues... tú me lo dijiste ¿No te acuerdas?

-No, por supuesto que no, porque nunca lo hice.

-Ah, sí, estoy seguro que...

-¡¿Quién eres?! – le interrumpió, tomándolo con fuerza por el cuello de su camisa.

-Yo... - el rubio se acercaba a su cara, amenazante – Bien te diré, yo... yo  soy el sobrino de HwangBo.

-¿Qué? – El rubio ladeó la cabeza – ¿Ella te mando aquí? ¿Dónde está? Se marchó hace mucho y...

-Murió – entonces YiFan le soltó, le miro directo a los ojos para buscar cualquier signo de mentira, pero no vio nada de eso, él ya lo suponía, no era algo propio de Hwang desaparecer por tanto tiempo, le dolía un poco escucharlo, pero más era el sentimiento de rabia, porque intuía las razones.

-¿La mataron? – pregunto directo, Lay no pudo mentirle, solo asintió.

-Ella en verdad quería ayudarte, te tenía mucho aprecio, así que ahora estoy yo aquí, para brindarte una mano cada...

-¡No! ¿Para qué? ¿Para qué tú también termines muerto? No te conviene inmiscuirte en mi vida, todo a mí alrededor termina en cenizas, y solo te arrepentirás.

-No tengo miedo y no me arrepentiré – respondió con firmeza.

-Pues eres muy estúpido, esas personas acabaron con mi vida, mataron a mis padres y ahora también a... - YiFan sentía cada vez más enojo, sus manos viajaron inconscientemente hasta sus cabellos, halándolos con fuerza, pero pronto sintió otras manos sobre las suyas, removiendo con cuidado para evitar que se hiciera daño.

-Mi tía paso por una etapa difícil en su vida – comenzó a explicar con gran calma – Perdió el interés por la vida algún tiempo, pero logro encontrar consuelo en otras personas que le apoyaron y que estuvieron cerca y, para ella tú eras uno de esos; se propuso ayudarte. Ahora, déjame decirte que tal vez, como te pudiste dar cuenta ella era muy terca – YiFan volteo a mirarle, porque sí, la mujer nunca despegaba el dedo del renglón cada que una idea pasaba por su mente – y lamento informarte que eso es de familia. No te desharás de mí hasta que me des un pase directo a tu vida.

YiFan prefería la soledad, era un ermitaño profesional, él no quería a nadie más cerca de su perturbada vida; pero ese chico, no había mentido en cuanto a su terquedad, ni siquiera desistió ante las amenazas sanguinarias constantes.

Había regresado pocos días después con un frasco lleno de píldoras que YiFan bien conocía, se negó rotundamente a tomarlas, pero Lay sabía la manera perfecta para llevarlo al hartazgo y hacerlo ceder.

Pronto sus visitas se hicieron hasta cierto punto "normales", al menos ya no sentía la necesidad de ahorcarlo cada que se infiltraba a su casa, de hecho, opto por darle una copia de las llaves, pues si él no le abría en corto tiempo, Lay terminaría por romper su puerta o romper sus ventanas con todo y protectores.

Yixing comenzó a sentirse en confianza con el rubio, así que se abrió al contarle varias cosas de su vida, aunque al rubio no le gustaba comentar nada de él, pero en algún punto comenzó a intuir que YiFan andaba en cosas raras; en ocasiones llegaba hasta sus fosas nasales olores de sustancias no legales y, estaba seguro que cada que desaparecía era para hacer algún tipo de trato sucio con quien sabe que tipo de personas; incluso un día le exigió que no le llamara mas YiFan, mucho menos Kevin, "solo llámame Kris" le había dicho y solo pudo acceder para evitar que al que ahora veía como a un amigo, se enfadara.

Discretamente Lay se fue metiendo más en la vida de Kris, logrando que de vez en cuando este bajara sus defensas y le permitirá ayudarlo en su arreglo personal, principalmente en su cabello, aunque también había días que le contaba alguna que otra cosa, lo que era un gran avance.

-

Se separaron por algún tiempo, pues Kris desaparecía por días más continuamente y Lay comenzó su especialización en psiquiatría, porque si, el quería ayudar a su amigo; sin embargo, descubrió que el fuerte vínculo que lo unía a él no le dejaba actuar de forma ética y profesional, pero no podía redirigirlo con alguno de sus colegas sin el riesgo de exponer su identidad y ponerlo en peligro nuevamente, sin contar que Kris se opondría rotundamente.

Pero, cuando escucho de las primeras muertes en Seúl que involucraban a las personas culpables de la muerte de los Wu, Lay supo que no era coincidencia y, su amigo ahora era un asesino lleno de crueldad.

Intento detenerlo, hablar con él e implorarle que no se arriesgara más, pero como siempre, fue ignorado, y ahora eso lo convertía en su cómplice al guardar silencio.

"Si no paras, te denunciare" le había dicho un día, harto de esconder tales cosas.

"Antes que puedan atraparme prefiero morir" fue su respuesta, y tuvo miedo, porque sabía que no era una jugada o simple chantaje, y todo su ser se había estremecido al imaginar una vida sin Kris, porque aunque la lógica le decía que era hora de alejarse, no lo podía hacer; pues Lay ya no miraba más a Kris como a un simple amigo, su estúpido corazón había reclamado por mayor contacto y atención del otro, se había enamorado, y él se odiaba por eso, pero no podía evitarlo, aún no había una cura para un sentimiento tal como el amor.

-

Aquel día que Kris le había llamado, sintió una especie de emoción, pues su amigo nunca lo había hecho hasta esa fecha, siempre era Lay el que terminaba buscándole; aunque su alegría duro poco, Kris le llamaba con un tono de desespero, pidiendo ayuda para otra persona.

Cuando llego y vio a ese chico morir poco a poco, se recrimino, el rubio ya comenzaba a dañar personas ajenas a su venganza; no podía dejar que el pobre chico muriera, así que hizo lo posible para salvarle, pero ¿Por qué Kris también quería ayudarlo?

Vio la entrega y trabajo cuidando del otro, y noto una chispa diferente en sus ojos, algo había cambiado, al menos mínimamente en el retorcido ser de Kris, ahora parecía ser capaz de tener sentimientos positivos de empatía y real preocupación por otros.

Ese chico le estaba cambiando.

Kris no le había contado nada del hombre al que atendía, pero una parte de su cabeza aún tenía la idea que este estaba por cuenta propia, intentando ayudar a Kris, pero todo se desmorono cuando despertó.

"ChanYeol" fue el nombre que le dijo y noto la confusión en su mirada, busco con impaciencia a un tal BaekHyun, pero Lay solo le mostró a Kris, y entonces su mente se llenó de las suplicas repetidas de ChanYeol, y el tontamente le había prometido ayudarle a salir una vez estuviese mejor.

Pero los días pasaron y no era capaz de sacarlo de ahí.

Era obvio, Kris quería al muchacho junto a él, parecía calmar un poco a sus demonios, parecía darle otro objetivo en la vida, incluso había logrado que el rubio regresara a su tratamiento, pero ChanYeol ni siquiera era consiente de aquello, no era consiente que sin querer había devuelto una ligera sonrisa sincera a un alma vacía.

La cuestión aquí era que hacer, su mente era un dilema, no había nada profesional ni humano en permitir aquello.

"Un mentiroso, hijo de puta" así se sentía con ChanYeol, y un "idiota e inútil" por no ser él, la persona capaz de ayudar a "un amigo"

Su mundo pesaba, y no veía respuesta correcta.

¿Qué debía hacer?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).