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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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BaekHyun no estaba dispuesto a soltar el expediente sobre el caso de ChanYeol, se negaba a escuchar a las demás voces necias que le decían que era lo mejor, entre esa voces se encontraba por supuesto la de su padre, que aunque ya estuviera retirado aún les aconsejaba y dirigía cuando su camino parecía sombrío, y claro que al enterarse trato de convencerle que al menos pasara el caso al departamento de búsqueda de personas desaparecidas y que él se concentrase en los casos más recientes y urgentes.

Pero no, BaekHyun no quería dar su brazo a torcer, demostró a su padre y hermano que podía perfectamente continuar con su trabajo incluso cuando personas como el secretario JunHo lo señalaban como incompetente, le cayó la boca al continuar con casos exitosos; así que buscar a ChanYeol podía seguir en sus prioridades, y no pararía hasta encontrarlo, aunque solo fuese su cuerpo, porque su amor y la culpa no lo dejaba en paz, ni siquiera SeoHyun o KyungSoo le culparon de nada al enterarse de la noticia, pero él si lo hacía, eso lo tenía muy claro, SeHun siempre le repetía que dejara ese sentimiento atrás ¿pero cómo podría?

 

El día del cumpleaños de BaekHyun, él quería hacer algo especial, solo para sí mismo, tan solo quería ir al lugar donde siempre festejaban su cumpleaños, tomar un poco de café y perderse en los recuerdos, pero SeHun siempre sabia de sus intenciones, y no es que no quisiera que lo acompañara pues él era quien más lo apoyaba; pero ese era su lugar, de ChanYeol y de BaekHyun, nada más; sin embargo, termino cediendo a su invitación, tal vez tirarse a los recuerdos era mejor con un amigo.

~

Ese día quedaron de verse muy temprano por la mañana para aprovechar el día antes de continuar con sus trabajos.

SeHun fue el primero en llegar, pidió una de las mesas de la zona externa, y tranquilamente espero hasta que BaekHyun llegara, no quiso pedir nada hasta que estuvieran juntos y ni siquiera daba importancia a los coqueteos de las meseras.

Cada que salía con su amigo sabía que la hora se respetaba, pero por algún motivo no aparecía. 10, 15, 20 minutos y nada, decidió esperar solo un poco, ignorando ahora las miradas molestas de las meseras. Sus pocos minutos más de espera se convirtieron en una hora, estaba a punto de rendirse cuando vio la rubia cabellera de su amigo aparecer.

-Lo siento mucho, SeHunnie. – Baek llegaba apresurado y jadeando, se sentó de golpe en una silla de al lado. – ¿Esperaste mucho tiempo?

Claro que SeHun quería reclamarle, pero por alguna razón lo dejo pasar – No tanto. – quito importancia al asunto, pero al verlo más de cerca y olerlo. – No de nuevo, BaekHyun. Quedamos que ya no beberías en días laborales. – Baek solo agacho la cabeza. – De seguro ni has llegado a casa ¿No es así? – No contesto – ¡BaekHyun!

-Perdóname, SeHunnie, es que… – no sabía que decir. – Prometo que esta vez no fue tanto, mírame, estoy muy consciente – le sonrió.

-No importa la cantidad que hayas bebido, solo… – suspiro derrotado – Sabes que me preocupas ¿Cierto? – Levanto su mentón para que lo mirara – ¿Lo sabes?

-Claro que si, SeHun, eres la persona que más me cuida y ayuda en todo. De hecho, ni siquiera sé cómo agradecer todo lo que haces por mí, tu si me apoyas con la búsqueda de ChanYeol y-

SeHun levanto una mano, deteniendo su parloteo, ¿por qué siempre tenían que terminar con ChanYeol en la oración? Y  por supuesto que quería encontrarlo, pero no podía soportar que BaekHyun solo pensara en eso. – Que tal si empiezas agradeciéndome con comer algo, cada vez estas más delgado, eso te hace ver feo.

-¿Feo?

-¡Feliz cumpleaños, BaekHyun!

-¿Cómo puedes felicitarme después de llamarme feo, eh, justo a mí? – su amigo reía y BaekHyun quería seguir reclamando pero fueron interrumpidos por la mesera que llego decidida a tomar la orden y atenderlos de una buena vez.

Y como hace mucho tiempo no sucedía, BaekHyun reía de las tonterías que decía SeHun, en ese momento solo eran Baek y él, no había nadie en su entorno.

-… si, si, de seguro estás enamorado de alguien. – le había dicho en broma, siguiendo una plática vana, pero SeHun no había contestado, y para BaekHyun fue su pase a seguir molestándolo - ¡Oh, por Dios! Si estás enamorado.

-Cállate.

-Déjame adivinar, es el nerd que cada que te ve se le cae la baba. – BaekHyun reía mientras SeHun fingía un escalofrío.

-Claro que no, además ni lo conozco.

-Eso se puede arreglar.

-No gracias, yo ya tengo alguien en mente.

-¿En serio? ¿Quién? ¡Cuenta!

-Hm… es complicado. Creo que él nunca se fijaría en mí de esa forma.

-Oh… entonces si es un él. – menciono ya que SeHun iba más hacia la bisexualidad. – Yo creo que estas equivocado. Cualquiera estuviera babeando por ti, que tonto no lo haría.

-Uno muy tonto.

-Bah… Deberías de arriesgarte, has algo loco, no sé, invítalo a salir o… mejor bésalo.

-¿Besarlo? ¿No crees que eso sería muy apresurado? ¿Qué tal si se enoja y me golpea?

-SeHun, la vida es muy corta, debes aprovechar cada minuto con esa persona que quieres, – dijo con un toque melancólico. – Si él te golpea, pues vuélvelo a besar, no creo que nadie se pueda resistir a ti. – dejo la cara melancólica y le sonrió sincero.

-¿Eso crees?

-Sí, eso creo.

De pronto BaekHyun sintió su cara ser tomada por dos grandes manos, y todo paso muy rápido, SeHun había acortado la distancia entre ellos, y pudo sentir la suavidad de sus labios tocar los suyos. Se estaban besando, no era un beso apasionado, solo era un toque entre labios, lleno de sinceridad por parte de SeHun.

Baek no sabía qué demonios hacer. Entonces ¿era él la persona que SeHun quería? ¿Pero por qué?

No se movió, no por algunos segundos, su mente era todo un lío y tal vez culpaba un poco a los residuos de alcohol en su sistema por no permitirle pensar bien, pero SeHun había sido su amigo y cómplice durante tantos años y ahora era la persona que más lo apoyaba, no quería dañarlo, no a él, porque… no soportaría perder a alguien más.

SeHun probó un poco más sus labios, sabía que no estaba siendo correspondido, pero tampoco había sido rechazado ¿Qué debía pensar? Lentamente se separó de aquellos delgados y esquicitos labios.

-Lo lamento mucho, Baek. Yo… – se sintió estúpido, su cara enrojeció tanto.

-No…, no te disculpes. Está bien.

-¿Está bien? – de pronto sintió ser reanimado

-Sí. Tan solo olvidemos esto.

Su sonrisa se desvaneció, guardando silencio por un momento, pero no lo aguanto más – ¿Por qué?

-Porque somos amigos, SeHunnie; además… sabes que yo amo a ChanYeol. – SeHun había bajado la cara, reprimiendo una risa amarga. – SeHun-

-¡Lo sé, BaekHyun! Pero no tienes idea de todos los años que he deseado decirte cuanto te aprecio y no solo como amigo. Espere por ti, te acompañe en todas tus locuras, tristezas y éxitos; ¡incluso hicimos el amor hace mucho tiempo! y de pronto llegaste tan feliz hablándome de ChanYeol y lo mucho que lo amabas. – Mordió su mejilla tratando de calmarse – Los acepte a ambos en mi casa, los vi amarse; te ayude a buscarlo por todos lados; pero… ya no está-

-¡No tienes que recordarme eso! Pensé que me apoyabas. – soltó dolido.

-¡Y lo hago! He estado junto a ti en cada maldito momento doloroso, en todo el proceso, y tú… – calló un momento, pensando en lo egoísta que podía sonar, sabía que lo era pero, él también estaba intentando luchar consigo mismo, no era fácil. – Sabes que, tienes razón, tan solo olvidemos esto.

Ambos permanecieron en un silencio incomodo, nunca había sucedido esto entre ellos, y BaekHyun podía ver la profunda desesperación que guardaba su gran amigo; había sido tan tonto para nunca darse cuenta de lo mucho que lo dañaba. Sus ojos cristalinos le recordaban mucho a aquel niño que prometió que su padre lo ayudaría, y aquel con el que había jurado siempre estar juntos. Lo necesitaba consigo.

-SeHun. – ambos encontraron sus miradas. – Ayúdame a encontrarlo, ayúdame a encontrar a ese maldito asesino, encontrar… el cuerpo de ChanYeol, y entonces, démonos tiempo y… veamos que sucede ¿sí? – le dedico una sonrisa sincera.

SeHun no podía creer lo que escuchaba – ¿Qué? – pero la sonrisa hermosa de BaekHyun le daba una pequeña esperanza.

Llegaron juntos hasta la comisaria en el auto de SeHun, fue entonces, justo antes de entrar que reviso su celular, tenía una llamada perdida de SeoHyun desde hace unas horas, de inmediato le devolvió la llamada, aunque esta no fue respondida, ni siquiera entraba a marcación; se preocupó, por lo que reviso el mensaje de voz que tenía.

-Baek, necesito tu ayuda, yo- – el mensaje se cortó.

-¿Qué demonios? – intento volver a llamar, teniendo el mismo infortunio.

-¿Qué sucede? – le pregunto SeHun.

-Es SeoHyun, no sé qué le pasa, pero no me contesta su celular. Creo que es mejor ir a verla. – era obvio que no tendría un cumpleaños tranquilo.

Y justo antes de dar la vuelta e irse, vieron a un grupo grande de policías saliendo con apuro, BaekHyun detuvo a uno.

-Oficial Minseok, – el mencionado se detuvo enfrente del inspector – ¿Qué está sucediendo?

-Es un gran incendio, inspector.

-¿Dónde?

-En una bodega de Seocho-gu, es probable que pertenezca a uno de los narcotraficantes de la zona.

-¿Seocho? – el oficial asintió.

-Disculpe, tengo que retirarme.

-Ah, sí claro, gracias.

SeHun miro a BaekHyun, podía ver su preocupación reflejada en la cara.

~

Llegaron lo más rápido que pudieron, podían ver las llamas salir de la bodega y como los bomberos luchaban por extinguirla. No perdieron más tiempo, caminaron hasta la casa de SeoHyun.

El lugar también estaba acordonado y el pulso de BaekHyun se disparó en cuanto vio salir una camilla con un cuerpo cubierto en ella.

-¡Esperen! – ordeno a los hombres que transportaban la camilla, mostro su placa y se acercó hasta ellos.

Levanto sin vacilación la manta que cubría el cuerpo, y todo su rostro se puso pálido, estaba un poco mareado al ver el rostro sin vida de SeoHyun.

-¿Baek? – se acercó SeHun, observando a la persona perecida, quito la mano de BaekHyun y volvió a cubrirla, lo tomo del brazo para alejarlo un poco y permitir que se la llevaran.

-Es… es mi culpa, SeHun, ella intento llamarme para pedir ayuda.

-Esto no es tu culpa, BaekHyun, ni siquiera sabemos que ocurrió. – trataba de calmarle, pero él estaba perdido en sus pensamientos.

Siempre un paso tarde ¿Por qué tenía que fallarles a todas las personas de su entorno?

Volvió a la realidad una vez escucho el llanto de un bebé.

Se acercaron hasta el sonido, y vieron como el oficial MinSeok entregaba a un pequeño al paramédico.

-¿Quién es él? – pregunto, aun casi seguro de la respuesta.

-El recién nacido de la mujer fallecida. Lo encontré en su cuna, solito. Qué triste ¿no cree?

BaekHyun no contesto, solo mostro su placa nuevamente y pidió acompañar el pequeño hasta el hospital.

 

SeHun lo alcanzo en el hospital, ambos estaban al pendiente a cualquier información del pequeño.

Un doctor había salido del área neonatal donde se encontraba el menor, así que pronto lo detuvieron para hacerle una infinidad de preguntas acerca de su salud.

El doctor les había dicho que se encontraba en buenas condiciones, solamente que había que vigilar su alimentación ya que se encontraba un poco bajo de peso.

-También encontré esto en su muñeca izquierda. – le mostro la esclava de oro con la grabación de un nombre al reverso. – Al parecer su nombre es ChanHyun.

BaekHyun sintió su garganta secarse, trataba de contener las lágrimas, pues el sabia la conexión de aquel nombre.

-¿Y qué es lo que sigue, doctor? – pregunto un poco entrecortado.

-Pues, me han informado que sus padres han muerto hoy y no se ha encontrado a ningún otro familiar cercano al niño, – su piel se puso chinita, apenas se enteraba que ChanHyuk también había muerto – por lo que solo  queda esperar a que aparezca algún familiar y lo reclamen o, se iría a un centro de adopción.

~

Ambos inspectores estuvieron moviéndose, ocupando sus influencias para tratar de acelerar el proceso para que les entregaran el cuerpo de SeoHyun despues de la autopsia, y aunque era complicado e incómodo, también los restos de ChanHyuk, del cual solo habían quedado cenizas. BaekHyun solo quería darles un buen sepulcro, eso hubiese querido ChanYeol.

Al mismo tiempo encontrar a algún familiar de ChanHyun, aunque en ese punto no tenían mucho, o mejor decir nada; pero ahora que lo pensaba, BaekHyun si sabía de dos personas.

-Tenemos que encontrar a la mamá y noona de ChanYeol, estoy seguro que ellas podrían hacerse cargo de ChanHyun. – mencionaba con convicción.

SeHun solo pudo agrandar los ojos – Debes estar bromeando ¿verdad? – no, sabía que no bromeaba. – ¿Y quieres decirme cómo vamos a encontrar a dos personas que llevan desaparecidas más de 15 años?

-Hm… – BaekHyun se lo pensó.

-Los técnicos no pudieron darnos ninguna información sobre ellas ¡Ni siquiera saben si están vivas!

-Pero hay una persona a la que no hemos acudido. – Se miraron directo a los ojos – Ese nerd, “el hombre de la habitación oscura”.

-¿Qué?

-Dios, como no pensé antes en él.

-Ah…, puede ser porque es imposible que nos ayude. Sabes que el solo trabaja para los más altos rangos policiales.

-Sí, sí, lo sé, pero creo que podríamos convencerlo, tal vez podríamos ofrecerlo una buena suma de dinero.

-Estoy seguro que gana más que nosotros, no le interesara aquello.

-Aish, bueno ya veremos que le ofrecemos, tenemos que intentarlo, SeHun. No podemos dejar desamparado a ese pobre niño, además podría ayudarnos con “K”

BaekHyun formo un pucherito, SeHun sabía que ya había perdido.

-¡Carajo! Está bien.

Baek emitió un chillido agudo y se aventó hacia su amigo, abrazándolo fuertemente y, bueno, tal vez podría sacar provecho de aquello, pensó SeHun.

-¡Andando! Ese bebé nos necesita.

Se adentraron en la comisaria, sabían que si querían encontrar a aquel hombre, tendrían que entrar al “cuarto oscuro” y si eran sinceros estaban un poco nerviosos, habían escuchado varios rumores de pasillo, cosas como: <<ese hombre es capaz de leer tu mente>> <<puede vaciar tus cuentas bancarias en un santiamén si así lo desea>> <<si lo miras por más de 30 segundos hace explotar tu cabeza>>  y muchas otras cosas más, que si bien algunas eran un tanto ridículas, nadie se atrevía a comprobar.

Se miraron antes de atreverse a tocar la puerta, pero después de hacerlo nadie abrió, SeHun le hizo un gesto con la cabeza para que fuera él quien la abriera, pero comenzaron una lucha de gestos y miradas por quien lo haría. BaekHyun no tuvo otra opción.

Giro con cautela la perilla, y empujo un poco la puerta, asomando solo su cabeza, el cuarto como bien lo apodaban, era oscuro, solo pudo ver el brillo de una pantalla al fondo y el sonido de alguien tecleando con habilidad.

Abrió un poco más la puerta, atreviéndose a adentrarse unos pasos a la habitación con SeHun muy por detrás de él.

-Ahm… – aclaro su garganta intentando llamar la atención del hombre, pero parecía estar inmerso en su trabajo. – Hola, buenas tardes, yo soy el inspector-

-BaekHyun, lo sé – se escuchó una voz un tanto dulzona y nasal, pero aun no realizaba ningún otro movimiento.

Baek se sorprendió de que lo conociera y sin siquiera mirarlo. – ¿Cómo es que me conoces?

-Tengo la mejor memoria de todos aquí. No, es más, tengo la mejor memoria de toda Asia. Probablemente la mejor del mundo. – menciono más para sí mismo.

-Oh, claro. – se acercó más, hasta quedar detrás de él, miro hacia atrás al no sentir a SeHun junto a él, con la cabeza y su mirada intento hacerlo llegar hasta él, pero SeHun negaba erráticamente, él solo estaba listo para escapar en cualquier momento pues le gustaba que su cabeza estuviera integra, gracia. Estaba solo. – Bueno, lo que sucede es que-

-No te puedo ayudar, tengo mucho trabajo que hacer; además se supone, inspector, que usted tiene a su disposición a todo un grupo técnico listo para resolver cualquier cosa que le pida.

¿Qué demonios? Quizá es cierto que pueda leer las mentes. ­– ¿Ah…?

Entonces el chico detuvo el tecleo y giro lentamente su silla. BaekHyun pudo ver a un chico menudo, si al caso más alto que él, pero de complexión delgada, cara aniñada cubierta por unas gruesas gafas y una posición encorvada.

-Ya se puede ir, inspector.

-¿Qué? No, espera. Esto es muy importante… ahm… – ¿Cómo demonios se llamaba?

-LuHan, Doctor Xiao LuHan.

Bien, ese tipo sí que daba miedo, que jodidos. – Oh, cierto. – fingió que lo sabía, pero el chico solo lo veía con expresión seria y un poco asesina. – Doctor Xio-

-Xiao. – corrigió.

-Sí, eso. Esto es muy importante, tenemos que ayudar a un pequeñito desamparado y-

-¿Por qué tendría yo que ayudarlo a hacer cualquier cosa?

-Pues, mire, yo podría… – volteo a ver a SeHun en busca de ayuda, este poniendo una cara de horror al ver que lo miraba.

Xiao volteo hacia donde miraba el inspector, no podía distinguir bien entre tanta oscuridad, pero era una persona por naturaleza curiosa, así que estiro su mano para encender el interruptor de la luz. La habitación fue iluminada, cegando por un momento a los presentes, SeHun intento cubrirse con el dorso de su mano, pero cuando la bajo, pudo sentir la mirada penetrante de aquel hombre llamado LuHan, sintió un ligero temblor, de verdad no quería que sus sesos se esparcieran por la habitación, era muy joven y bonito para morir de aquella manera.

LuHan había quedado impactado, por supuesto ya había visto a aquel Adonis, pero vaya que ninguna de las cientos de fotos que había tomado de sus cuentas sociales se parecía a lo que ahora veían sus ojos, el reflejo de la luz con el juego de sombras lo hacía ver sumamente atractivo.

-De acuerdo, Byun. Hablemos. – Dijo aun mirando a SeHun, después volteo a verle – A solas.

Y eso fue un pase gratuito para la apresurada salida de SeHun.

BaekHyun no podía creer que lo hubiese convencido, ¿era así de fácil? ¿O no? – Dime, LuHan ¿Qué es lo que quieres? Tratare de conseguirlo como pueda.

El otro lo miro con el ceño fruncido, ¿Cómo se atrevía a tratarlo como a un amigo?

✴✴

-Te voy a matar, Byun BaekHyun. – repitió como por enésima vez antes de entrar a aquella cafetería tan escondida y silenciosa, acercándose hasta la mesa más arrinconada del lugar donde ya lo esperaba otra persona sentada en el sitio, viendo su computador portátil, tal vez jaqueando información de la CIA o algún sitio interesante cibernético, ¿él que sabía? En este momento solo esperaba que esto pasara pronto y que sus sesos siguieran intactos y dentro de su cráneo.

-Oh SeHun, llegar 3 minutos con retraso. – el chico había cerrado su computador y puesto toda su atención en su cita.

-Ah…, hola a ti también, doctor Xiao.

Y vaya, eso fue suficiente para LuHan para  colorear el rostro en un tono rojo suave, el hombre era guapo, pero vestido más informal era… Dios bendito.

-Tu… puedes llamarme LuHan... – menciono ahora con menos confianza, porque aunque pudiera ser una mente brillante no era nada bueno para relacionarse con otras personas, si al caso solo hablaba muy de vez en cuando con su madre, y eso porque la mujer le reprendía cada que tardaba demasiados días sin comunicarse, porque si, un genio también puede tener una madre controladora.

-Si, como sea. – se sentó en el lugar enfrente del tipo, observando sus manías, como subir a cada rato sus anteojos y su postura tan encorvada.

-Ah…, vaya aquí viene la mesera. Oh SeHun, te recomiendo que no pidas nada frito en este lugar, el olor delata que el aceite que usan en la freidora es reutilizado y eso es muy dañino para tu salud porque produce obesidad, envejecimiento prematuro, diabetes, hipertensión e incluso cáncer, por una serie de cambios y procesos derivados del calor y por residuos de los alimentos-

-¡Okay! Detente ¿quieres? – decía mientras subía las manos tratando de calmar al chico frente a él.

LuHan se detuvo en ese instante, tratando de leer la expresión de SeHun, se supones que estaba… ¿enojado? ¿Agradecido? ¿Cómo carajos se supone que se lee las expresiones humanas?

La camarera se presentó muy coqueta frente a SeHun, entregándolo la carta, después volteo todavía amable para saludar a su otro cliente, pero solo al reconocerlo puso una cara de hastío.

-No necesito la carta, gracias. Ya sabe lo que voy a pedir.

-Hm… sí chico, ¿y usted? – se refirió a SeHun.

SeHun sabía que probablemente LuHan era una de esas personas que si pedías lo incorrecto te llenarían de información hasta las pelotas de todo lo malo que provocaría – Tráigame lo mismo, por favor.

La mujer alzo las cejas. – De acuerdo.

-Qué mujer tan igualada, seguramente soy mayor que ella.

Sí, pensó SeHun, pero su cara no decía lo mismo, fácilmente podría pasar como su hyung, aunque fuese al revés y el hombre le llevara como 4 años.

LuHan lo lleno de información de quien sabe que tanta jodida información cibernética y otros datos “importantes” que SeHun no alcanzaba a comprender, era muy obvio que LuHan no tenía muchos amigos con los cuales platicar, pero SeHun estaba alcanzando su límite al escucharle hablar casi sin pausas.

Fue salvado poco después por la mesera, quien llego con 2 vasos enormes y 2 platos extendidos de igual gran tamaño con huevos y algo raro encima.

-Aquí está su pedido. Tengan buen provecho.

La mesera se alejó y SeHun se quedó mirando con ojos enormes lo pedido, mientras LuHan atacaba la pajita para beber del vaso y terminar con un ah… con la cara extasiada.

-¿Qué demonios es todo esto?

LuHan lo miro como si fuese una pregunta tonta – Un bubble tea de leche con chocolate extra grande y huevos revueltos con pepinos, ají, espinacas, aceitunas verdes y brócoli. Aquí hay un poco de lechuga si gustas.

-Ah… no gracias, mis huevos ya están lo suficientemente… verdes. – Con una cara un tanto asustada miro su plato, prefirió empezar por la bebita, tomo la pajita y dio un pequeño sorbo, y… – Wooah… – sus ojos se agrandaron, la verdad era que no sabía mal. Bien a quien engaña, le encanto, le fascino, fue exquisito, fue… Lo siento, le gusto.

LuHan sonrió un poco al ver su expresión. Y SeHun al ver que comía tan tranquilamente y hasta deliciosamente de su plato, se atrevió con más confianza a probarlo.

Una, dos, tres mordidas y – ¡Demonios! Pica. – tomo nuevamente con prisa su bebida, tratando que no se notara tanto el tono rojizo que había provocado el picante.

LuHan rió, fue más bien una carcajada, y entre cada respiración hacia un sonido extraño muy gracioso que le recordaba a un cerdito, a SeHun se le hizo un poco tierno. Bueno si, el hombre tenía algunos encantos, pero nada que lo asombrara.

-¿Cómo es posible que puedas comer esto? – le pregunto aun siseando y tomando su bebida.

-No es tan picante. – subió sus lentes y limpio una lagrima que le había provocado tanta risa. – Oh SeHun, pensé que podías aguantar de mejor manera el picante, no sabía que fueras tan blandito. – A LuHan también le había costado, pero era uno de sus platillos favoritos por lo que poco a poco fue mejorando en el arte de comer ajís, además de que por eso pedía una bebida dulce que le ayudara a tolerar mejor los alimentos.

SeHun se sintió herido de alguna forma, nadie lo llamaba blandito y vivía para contarlo, así que sugirió un reto.

Reto a LuHan a poner más picante en su comida y ver quien aguantaba más tiempo sin tomar de sus bebidas. El correcto doctor Xiao no hacia ninguna clase de estupidez solo porque alguien se lo pidiera, no iba con su estilo; sin embargo, termino cayendo a las peticiones absurdas del menor, no sabe por qué fue en contra de su lógica, pero solo lo hizo.

Ambos terminaron con las mejillas totalmente rojas, sus caras sudadas, tomando con desesperación sus bubble tea, con gente mirándolos por todos lados por sus escandalosas risas y siseos, y también con un gran dolor de estómago.

No pudieron terminar sus platillos, pero estaban llenos solo con sus bebidas, a SeHun le gusto, ahora estaba en su lista de cosas favoritas. Al final se relajaron y pudieron comentar cosas vanas y sin tanto sentido que sorpresivamente LuHan disfruto, jamás había tenido una plática así con nadie.

-¿Entonces no tienes poderes extraños? – le pregunto SeHun, semi-riendo y semi-serio.

-Esa gente es ridícula, algunos hasta dicen que tengo el poder de la telequinesis, son absurdos y es molesto que siempre me miren de esa forma, como si pudiera lastimarlos o infectarlo de algo. – rió un poco incómodo, porque aunque con SeHun le había parecido gracioso todo aquello, sinceramente le lastimaba que la gente lo mirara de tal forma y lo evitara. SeHun logro ver lo que sentía, así que cambio a una cara más seria, mirándolo fijo, incentivándolo a continuar. – Cuando voy entrando puedo escuchar como dicen, “cuidado, ahí viene el hombre del cuarto oscuro, no lo miren fijo a los ojos si no quieren que su cabeza explote”

SeHun se sentía un poco culpable, porque si era sincero, él también pensó que aquel hombrecillo era raro y hasta peligroso, pero ahora podía ver la profunda tristeza que cargaba por ser excluido y arrinconado a la soledad.

Se despidieron poco después con unas sonrisas amables y una posible amistad, al menos para SeHun, que no podía ver nada más allá de eso, pues él ya tenía a quien amar.

Tomaron caminos opuestos, pero LuHan sentía que debía agradecer a SeHun por haber pasado una buena tarde juntos y tal vez… invitarlo a otra cita, camino rápido para alcanzarlo, pero antes de hablarle vio como el inspector BaekHyun se acercaba a él, así que se escondió detrás de un arbusto.

-SeHun, ¿Cómo te fue con el rarito? Tu cabeza sigue intacta, eso es bueno.

-Sí, me fue bien...

LuHan se fue deprisa, no quería escuchar que SeHun le llamara raro después de haberle abierto sus sentimientos porque para él, eso era un paso enorme, salir de un lugar seguro nunca es fácil.

-… pero no lo llames raro, él es una persona agradable.


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