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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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Yixing llego en la tarde del mismo día, entro sin dificultades aun sin tener la llave de la cerradura, algo que parecía extraño en Kris que siempre mantenía la casa hermética, pero lo que más llamo su atención fue aquel perro peludo y amable que se le acerco a olfatearlo y lengüetearlo.

-Hey, hola amigo ¿Cómo llegaste aquí? – le miro intrigado porque sabía que Kris odiaba a casi todo animal del planeta.

El perro le acompaño escaleras arriba, buscándoles en el cuarto de Kris, al no encontrar a nadie se dejó guiar por el perro hasta el siguiente cuarto.

-Oh…, no creo que sea buena idea entrar ahí, perrito; el dueño es muy gruñón con ese cuarto. – pero al animal no pareció importarle y entro de todos modos al sitio. – No…– quiso detenerle, acercándose más hasta la puerta donde logro ver dos cuerpo en la cama, Kris acostado enfrascado en un sueño profundo y ChanYeol sentado al pie de la cama, como vigilando el sueño del mayor. – ¿ChanYeollie? – le susurro.

El menor volteo a verlo rápidamente. – Ah, shh… – indico silencio con su dedo índice y después salió del cuarto junto con el can para encontrarse con Lay. – Apenas pudo dormir. – le dijo al encontrarse con él y mirando como Lucky le saltaba y movía la cola. – Le agradas a Lucky.

Lay se quedó por un momento petrificado, tratando de darle sentido a las cosas, y es que ¿Cómo era posible que un perro haya sido admitido por Kris? Pero eso era lo último de sus preocupaciones ¿Por qué rayos estaban ambos en un cuarto que Kris siempre atesoro con gran recelo? A Lay ni siquiera le permitía tocar el pomo de la puerta, gritaba como loco porque para él era sagrado, lo único sagrado que tenía.

No pudo guardar su duda – ¿Qué… sucede ahí dentro?

ChanYeol le miro sin entender realmente su pregunta. – Ah…, pues veras, nunca había visto así a Kevin y…

-¿Kevin? – frunció el ceño. – Es raro que lo llames así, creo que será mejor que no te escuche pronunciar ese nombre.

-Ya se lo he dicho y no pasó nada malo, al contrario. – Lay estaba sumamente sorprendido, era mucho el cambio que encontraba, cosas que Kris nunca le hubiese permitido a él no importa que tan cercano pudo hacerse o que tanto le apoyo. ChanYeol observo las cejas alzadas de Yixing, pero prefirió no preguntarle nada por el momento y enfocarse en el rubio. – Mira Lay, la verdad es que esta vez fue algo difícil de ver, él… parecía haber enloquecido, se aventaba y gritaba al aire, incluso se lastimo un poco las rodillas, pero como te comente no tiene sus medicamentos y… yo trate de hacer lo mejor que pude para calmarle, por eso terminamos en el cuarto, le hice varias preguntas para distraerlo, hasta que se quedó dormido.

-Es raro que estén en ese cuarto, nunca lo permitió, incluso rara vez él entraba ahí ¿Qué ha cambiado?

-Hmm, pues ahora es el cuarto que ocupo para dormir, de vez en cuando los dos salimos al balcón y solo nos quedamos ahí, por un buen rato.

Lay sintió su cara volverse un poco roja, y es que aunque no lo quisiera admitir, se sentía molesto por no ser él el que lograra todo aquello, tuvo un momento de discusión interna, pero se recordó que hacia allí.

Saco de su maleta varios frascos de pastillas que metió en el gabinete del baño, todos perfectamente ordenados. Al salir busco a ChanYeol de nuevo, encontrándolo en el sillón de la sala junto a Lucky.

-Dime algo, – llamo su atención. – ¿Te lastimo? – después de eso se sintió el silencio entre ambos, parecía que el menor estaba avergonzado. – Cuando tiene esta especie de crisis, se pone violento, no difiere su entorno y las personas reales y sé que puede llegar a dañar a los demás.  

Lay se acercó hasta sentarse al lado de ChanYeol y observo como disimuladamente jalaba de sus cabellos, enredándolos y desviando la mirada en un gesto evasivo.

-¿Quieres que te ayude a cortar ese cabello? – trato de darle confianza, el menor asintió y Lay termino cortando un buen tramo de su cabellera, dejándolo varios centímetros por arriba del hombro.

-No fue su culpa. – soltó el menor mientras Yixing terminaba los últimos toques. – No debí molestarlo de esa manera.

Lay no podía creer lo que escuchaba, el menor defendía a Kris aun cuando le había dañado.

-ChanYeol, – le hizo girar el rostro para que lo mirara a la cara. – esto mucho menos es tu culpa, Kris tiene un problema y eso no es culpa de nadie, pero es difícil ayudar a alguien que no quiere mejorar. – suspiro. – Lamento mucho que hayas pasado por todo esto, no debí permitirlo desde un principio; pero ahora estoy aquí para corregir mi error.

El menor frunció el ceño. – ¿A qué te refieres?

-Vengo por ti, ChanYeollie. Te voy a sacar de este lugar, yo haré que Kris reciba la ayuda necesaria, así que no te debes preocupar nunca más por esto, podrás regresar a tu antigua vida y reencontrarte con las personas que amas.

El menor permaneció estupefacto, no sabía qué hacer, que decir.

-ChanYeollie, sé que va a ser difícil, pero conseguiré la ayuda necesaria para ti, no me iré hasta que sepa que tú te sientes mejor. – observo como el menor parecía perdido en sus pensamientos, le entendía, iba a ser complicado adaptarse de nuevo a la libertad, pero no le dejaría solo, le ayudaría y compensaría una pequeña parte de lo que jamás pudo hacer por él.

Trato de tomar su hombro para reconfortarle y hacerle saber que no lo abandonaría, no otra vez; sin embargo, ChanYeol la quito con fuerza, levantándose exaltado del sitio, asustando un poco a Lucky.

-¡No! – le grito desesperado, comenzando a caminar de un lado a otro con las manos en la cabeza.

-Hey, calma. – le hablo suave y trato de pararle. – Estaré cerca hasta que lo necesites, después prometo desaparecer y no molestarte con recuerdos dolorosos-

-¡He dicho que no! – le enfrento cara a cara, asustando por un momento a Lay y al can quien corrió a esconderse a su sitio.

-¿ChanYeollie? Está bien, podrás ver a tu familia y amigos.

-Yo no tengo tal cosa. No lo entiendes, allá no hay nada para mí, no quiero regresar a ese lugar, no deseo hacerlo.

-No, Channie, escucha-

-¡No me llames así!

-Bien, te llevare a otro lado, conmigo… ah…

-No quiero ir a ningún lado, me voy a quedar con él. No lo voy a abandonar como lo has hecho tú.

Lay estaba sorprendido por esas palabras, jamás quiso abandonarle pero él tenía sus propios problemas y sabía que su amigo  no deseaba verlo en esos momentos, de hecho aún recuerda el ultimo día que lo vio, la forma en que lo saco de su casa y como se había aprovechado de sus sentimientos; le había besado, tratando de distraerle de su objetivo, le había prometido que se entregaría pronto, y después le había dicho que si lo amaba los dejara en paz ;además, Kris necesitaba otra clase de ayuda.

Y claro que aun sentía cosas fuertes por su amigo pero por eso necesitaba hacer bien las cosas.

-Discutiremos esto después, pero ahora tenemos que irnos. – lo tomo del brazo.

-No. – ChanYeol lo aparto tan fuerte que casi cayó al piso.

-ChanYeol, me iré en un tiempo a China, mi madre está allá y su salud no es buena, debo ir a verla, y no puedo dejarte aquí, expuesto a otro ataque. Ya sé, vamos los dos a China, ahí conseguiré ayuda para ti. Y, también la conseguiré para Kris, tenemos que entregarlo...

-No lo harás. – le tomo del cuello de su playera, mirándolo amenazante.

Se escucharon pasos detrás de ellos, Kris se acercaba hasta ellos con tal calma que asustaba.

-Ya le has escuchado, ahora lárgate, Lay. – menciono haciendo que ChanYeol se alejara y Kris le enfrentara.

-Estas mal, Kris, no puedes cuidar ni de ti mismo; además, tú me prometiste algo.

-Y lo haré, solo debo terminar lo que empecé.

-Ya no te creo.

Kris se acercó, hablándole en su idioma natal. – Si tu llegas a hacer algo estúpido, me iré contra tu madre, contra tu sobrina, contra toda tu familia, les haré sufrir, sabes que puedo hacerlo. – rió amargo. – Fue un grave error entrar en mi vida, yo te lo advertí, así que solo vete, vete y cuida de tu familia, Lay.

Lay fue sacado de la casa a empujones, con Kris aun recordándole de lo que era capaz, y esta vez… le creyó, porque nunca había visto tal determinación y maldad en sus ojos.

Después de aquella discusión, Kris pensó que sentiría un poco de remordimiento, no obstante, se sintió mejor que nunca, esa extraña opresión en su pecho que no dolía, era cálida; y es que ChanYeol le había elegido a él sobre BaekHyun, sobre todo.

-Entonces, – el menor le miro a los ojos. – ¿En qué momento vamos por la sexta víctima? – le sonrió sombríamente, cayendo en cuenta que el menor ya no era el mismo.

Correspondió a la sonrisa. – Todo a su tiempo, aun es necesario conocer a los condenados.

~

Lista de condenados.

   1.- Jung Yunho, 61 años, biomédico; estudiaba los procesos fisiopatológicos de la enfermedad de Stephanie y la interacción con los medicamentos en su organismo. Era consciente de las modificaciones que deseaban hacer al medicamento e incluso ayudo a la elaboración.

   2.- Lee Min Woo, 58 años, químico farmacobiólogo; participo en las modificaciones de los medicamentos de la creación de Wu FanMi por el reconocimiento y el dinero.

   3.- Eun Ji Won, 66 años, CEO de una industria farmacéutica, copatrocinador y uno de los principales alentadores para tomar fama del trabajo de FanMi.

   4.- Choi HanRa, 45 años, esposa del senador JunHo; victima a las afueras del bar Heaven; instigo de forma vulgar y burlesca a la violación de Stephanie.

   5.- Kim Jung, 50 años, propietario de una línea farmacéutica de renombre, la persona que dio patente al medicamento modificado de FanMi; encontrado en el parque Hangang la navidad pasada.

   6.- Son Byung Hee, 68 años, medico experimentado en toxicología; se encargaba de la prevención toxica de las sustancias psicoactivas que entraban al cuerpo de los pacientes; quiso experimentar junto a otros especialistas, dando dosis incorrectas en Stephanie y la falla en el control de la enfermedad. Ahora tenía su propio centro médico de renombre.

   7.- Son Hyun Woo, 46 años, hijo de Byung Hee, en ese entonces practicante de medicina; su delito estaba no solo en el robo de patente y ocultar hechos, él había sido uno de los participantes de la humillación hacia su madre. 

   8.- Lee Min Hyuk, 48 años, guardia de seguridad de la empresa, más que proteger de todos, decidió callar lo sucedido, beneficiarse y sobre todo, también fue participe del daño a Stephanie.

   9.- Kim JunHo, 53 años, senador actual…

   10.- Kwon JiSung, 60 años, presidente actual de corea del sur…

   11.- Choi BoAh, 45 años, esposa del presidente Kwon, fue enfermera de Stephanie…

Cada uno de ellos, había sido participe directo en la muerte de los padres de Kris, y él... quería venganza, y la conseguiría.

ChanYeol se sentía ansioso, nunca pensó que estaría tan dispuesto a terminar con la vida de alguien, desearlo con fuerza, tanto que cada vez intoxicaba más su alma con esas ganas enfermizas de dañar y también, de buscar satisfacción en sustancias estimulantes.

Sin embargo, Kris no le ayudaba a saciar sus ganas por completo, siempre le decía que era mejor ganar un poco de experiencia en el terreno antes de aventarse a una gran ciudad, además de que esta vez irían por dos.

Le acompaño de forma más regular a realizar varios trabajos, siempre con las mismas reglas, no hablar ni mirar a nadie que no fuera Kris.

En algunos lugares lo llegaron a pensar estúpido por no ser capaz de comunicarse con los demás, pero gracias a que Kris le fue permitiendo hacer más cosas, notaron las habilidades que tenía en velocidad y distracción; y sí, tal vez su nueva vida le había dejado sin tantos músculos, pero sus maniobras y audacia le ayudaban para desorientar a contrincantes.

A cada nuevo trabajo que iba le nombraban de diferentes formas, desde “el mudo” hasta “gigante estúpido” pero de a poco se ganaba el respeto de varios, haciendo que pronto le pidieran al rubio llegar a más trabajo con su chico.

Recuerda en especial un día de septiembre, la noche era muy lluviosa y nadie se atrevía a realizar el trabajo de distracción para la emboscada a uno de los competidores de ventas de drogas en Yang san, implicaba mucho peligro por la alta seguridad del narco en sus compra-ventas.

El líder narcotraficante para el que trabajaban tenía bien identificado a ChanYeol y sus habilidades, por lo que para esa tarea le pidió personalmente que jugara ese papel. ChanYeol se negaría, debía hacerlo porque Kris no estaba enterado de aquello y corría riesgos innecesario, quería guardarse para otras escenas importantes; pero todo se fue al carajo en cuanto el tipo le ofreció una droga estimulante que sentía le hacía falta en el momento, no se había metido nada desde hace dos días y sentía que enloquecía, no sabía ni qué demonios aceptaba, pero cerro el pacto al extender la mano y dejar que el tipo le enseñara como introducir aquel liquido con esa jeringa hasta una de las venas de su brazo, al principio le molesto el pinchazo doloroso, pero después de un rato la droga entro en su sistema, acelerando su corazón, poniéndolo más alerta y con la necesidad de salir a acabar con todo, quería hacerlo bien, el tipo le había prometido varias de esas botellitas con meth* que le darían el rush* necesario para sus actividades.

Kris le estuvo buscando durante el ataque, preocupándose al no verle por ningún lado, eso hasta que dieron la señal de inicio y le vio corriendo de forma veloz frente a varios mafiosos que sin pensarlo comenzaron a disparar, el corazón de Kris se aceleró y su ceño se frunció mientras apretaba con coraje sus dientes, eso no le había sido comunicado.

Desde el frente y lados también comenzaron disparos de su parte, Kris corrió hasta alcanzar a ChanYeol, necesitaba saber si estaba bien, y le encontró con una gran sonrisa sádica en la cara y con una pistola en mano disparando a los tipos que se acercaban, no tuvo tiempo de razonar en más cuando observo que otro hombre se acercaba desde un lado sin visibilidad de ChanYeol, no lo pensó y disparo.

El menor se sorprendió por el disparo tan cercano, pero su cara cambio al encontrar a Kris a su lado. – ¡Hey! Gracias hyung, es bueno tenerte al lado, esos cabrones se acercan rápido. – se giró para continuar disparando, Kris termino con los poco que seguían en pie y se dirigió con prisa hasta el menor.

-¿Qué demonios te pasa? – le había reclamado, y al tenerlo tan cerca pudo ver las pupilas dilatadas del menor. – ¿Qué te dieron? – le gruño la pregunta, la furia destacaba.

-Tranquilo, hyung, solo fue un plus para ayudar a esta misión.

-Nada de tranquilo, joder, ChanYeol ¿No te dije que no hicieras ni dijeran nada sin mi autorización?

-No he dicho nada. – se rió.

-Ese cabrón me las va a pagar.

-No, no, no. Kevin, – sabía que con eso lo detenía. – primero déjame cobrar mi paga, tú cobras lo nuestro y después le puedes sacar los sesos si quieres, todavía tengo energía para correr si es necesario.

El mayor le dejo hacer eso, cobraron sus pagas, supo lo que le había dado a consumir al menor y entonces Kris actuó, no lo mato, pero hizo algo que jamás podría olvidar y le impediría seguir contando su dinero ambas manos, “solo necesitas una para funcionar” le había dicho al cortarle casi por completo la muñeca.

Kris se había arrepentido al instante de pensar en ChanYeol y el daño que podría provocar a su mente por su rudeza y crueldad al dar una lección, pero es que nadie se metía con lo que era suyo y, ChanYeol le pertenecía; en cambio, escucho una risa escandalosa, preguntándole si él podía cortar la otra, haciéndole saber que su mente ya estaba dañada.

Claro que no le fue permitido, tenían que huir antes de que les dieran caza, y no es que los seguidores del tipo le fueran muy leales, pero al menos sacarían sus armas en un intento desganado por cobrar venganza.

Aun así corrieron aprisa a su camioneta, complicando la salida por las calles estrechas y dando uno de otro rayón a los lados del vehículo pero logrando escapar.

No hablaron hasta llegar a casa, Kris salió para ver el daño en su camioneta.

-¡Ah, mierda! – espeto pues el apreciaba su transporte.

-Hyung, deberíamos comprar una motocicleta, creo que sería más accesible a la hora de escapar ¿no crees?

Kris solo le miro de mala forma, haciéndole señas con la cabeza para que entrara a la casa, ChanYeol corrió para abrazar a Lucky y mimarlo, hasta que oyó el portazo.

-¡¿Acaso no entiendes cuando se te da una orden?!

-Oh, hyung, no te molestes conmigo. – y sabía que estaba en terreno peligroso, pero la droga aún estaba haciendo efecto en su cuerpo y no media riesgos, por eso se acercó al mayor y le planto un beso fugaz.

Kris se alejó de él, aun molesto con lo que había pasado, pero ChanYeol comenzó a insistir y el rubio no pudo contenerse cuando el menor se le pego más y comenzó a tocarlo de forma ardiente y dominadora.

-¿Acaso esto no te gusta… hyung? – le dijo formando un puchero.

-Oh, que mierda. – se le lanzo esta vez dominando por completo besos y caricias, dirigiendo la mano del menor hasta su entrepierna, despertando más a su amigo. – Esta vez harás lo que yo te diga… ¿entiendes? – le dijo con voz ronca por la excitación.

-Claro, hyung. Tu solo dime que hacer. – guiño un ojo.

Y esa fue la primera vez que la boca de ChanYeol conoció el miembro duro de Kris, sin otorgarle ninguna clase de mesura, haciéndole abarcar tanto como su cavidad pudiera, probando puntos sensibles y, eso no le molesto, lo necesitaba, deseaba hacer algo rápido y excitante, y menos le importo que después le tomara con dureza y sin preparaciones; ya nada importaba, ChanYeol sabía que ahora era resguardado en las abrazadoras llamas del infierno, después de todo, ya estaban condenados.

-Kevin…  – le dijo entre su explosión de éxtasis.

Y el mayor adoro que le llamara por ese nombre en su orgasmo. – ¿Hmm?

-Creo… creo que estoy listo.

-¿Para qué? – se tumbó a su lado aun con la respiración agitada.

-Acabar con los que sean necesarios.

Se miraron por un tiempo, pensando en lo que acontecería.

El mayor asintió – Con una condición.

-¿Cuál?

-Debes escuchar todo lo que te diga porque ahora me perteneces, – ChanYeol asintió. – Y… ahora dormiremos en la misma cama, esta – refiriéndose al cuarto de sus padres. – será nuestra habitación.

ChanYeol le sonrió. – Te pertenezco, Kevin.

~

El plan estaba en marcha, sabían lo que tendrían que hacer, debían estar concentrados y enfocados en su misión, esta vez no solo irían por uno, acabarían con dos de aquella lista, Son Byung Hee y Son Hyun Woo.

Byung Hee no representaba gran riesgo, ya era mayor y terminar con él sería sencillo; sin embargo, Hyun Woo era otra cosa, no solo porque ahora el fuera el director general del hospital que tanto tiempo dirigió su padre, el verdadero problema era que aunque el tipo fuese incluso un poco más bajo que ChanYeol, tenía músculos y no solo de adorno, como pasatiempo tenía la lucha cuerpo a cuerpo y no solo de pequeño se encargó de tener todas las cintas de taekwondo, más tarde se interesó también en el boxeo y Jiu Jitsu.

Y ese sí que sería un problema, pero necesitaba terminar con los dos, el paquete completo de culpas.

Su transporte para ese nuevo escenario seria aquella motocicleta que ChanYeol le había pedido, Kris no negaba que siempre prefirió su vieja camioneta, pero podía hacer una excepción y disfrutar de la libertad y emoción que proporcionaba en el menor.

Se detuvieron cerca del hospital, observando el lujo del mismo, sabían que pasar desapercibidos seria su primer reto, pero su plan ya abarcaba eso. Kris era meticuloso con sus pasos y conocía las entradas y salidas del lugar, por lo que aprovechar una de las entradas de descarga les daría el pase.

Noquear a un hombre que introducía productos médicos fue fácil, lo siguiente fue robar uno de los carritos de transporte en el cual entro el gran cuerpo de ChanYeol, cubierto por algunas mantas y productos médicos.

Una vez adentro se inmiscuyeron por los pasillos hasta llegar al lugar clave, la sala de proyecciones, donde sabía que el mayor de los Son pasaba su tiempo, aun empapándose de información aunque ya no laborara activamente.

Su entrada fue silenciosa, hasta que se detuvieron por detrás del señor.

-Hyun Woo ¿eres tú? – pregunto el hombre mayor aun metido en el documental, sabía que el único que se atrevía a molestarlo así era su hijo, nadie más lo haría.

Se extrañó por la falta de contestación y cuando giro sintió un golpe en la cabeza que lo dejo atontado pero aun consciente y asustado.

Le amarraron a una de las sillas del lugar y entonces Kris saco de la bata del médico su celular.

-Veamos, – comenzó el rubio. – ¿Cómo tienes a tu hijo en tus contactos?

La cara del hombre palideció al instante. – No, a mi hijo no, yo… yo puedo darte dinero, dime cuanto quieres y te daré todo, tan solo deja a mi familia en paz.

Kris miro al menor, quien cubría su cara con un cubrebocas y usaba guantes de látex en las manos, evitando al máximo su incriminación en el asunto, le hizo una señal leve con la cabeza, y de inmediato ChanYeol presiono más el cañón de la pistola en la sien del viejo, deteniendo todo su parloteo.

-Lo encontré, claro como no lo pensé, lo tienes como hijo. – rió irónicamente y comenzó a teclear.

-¿Qué haces? – pregunto el señor.

-Le diré que venga a reunirse contigo, por supuesto. – el hombre quería negar nuevamente, pero ChanYeol se encargó de callarle. – Bien, mientras él llega vamos a hablar ¿De acuerdo? – recibió un asentimiento desesperado. – ¿Sabes quién soy? – el hombre le observo, y Kris vio la ligera duda en su rostro. – Claro que lo sabes. – esta vez le negó. Kris hizo otra seña al pelinegro.

ChanYeol golpeo con la empuñadura en su cabeza, abriendo una herida en su frente, el hombre se quejó e intento liberarse de los amarres.

-Volvamos a lo nuestro, entonces dime ¿a quién te recuerdo?

Guardo silencio por un momento, para después hablar con furia – Tú deberías estar muerto, debiste haber quedado en cenizas en ese incendio junto a tus padres.

-Bingo. – se levantó y esta vez fue él el que dio el siguiente golpe, directo al estómago, dificultando la respiración del viejo.

El hombre escupió sangre y trato de recomponerse antes de hablar. – Entiendo, pero ahora dime que ha hecho mi hijo, el solo fue un pasante en ese lugar, nunca tuvo nada que ver en la muerte de tus padres, entonces si quieres castigar a alguien… que sea solo a mí.

-Hmm que bonita familia; pero no, te equivocas. – se puso frente a frente. – Tu pequeño niño fue alguien malvado. – le hablo como quien habla con un niño y después se levantó, camino de un lado a otro mientras comenzaba a hablar. – No es nada inocente, daño a mi madre.

-No, no es verdad, él- - recibió otro golpe de parte de Yeol, callándolo.

-Él y otros más…, violaron a mi madre, frente a mis ojos, yo lo vi todo y ese maldito se atrevió a lastimarla; entonces… ¿no crees que es justo que ambos paguen por sus pecados?

-No, no es verdad. – negó errático, pero sabía que su hijo nunca fue una persona del todo inocua, igual que él.

El hombre quería seguir rechazando la culpa de su hijo, pero escucharon la puerta girar y antes de siquiera pensar en gritar, ChanYeol se encargó de mantenerlo callado.

Hyun Woo entro a la sala, tratando de adaptar sus ojos a ese lugar oscuro, solo iluminado por la luz de la pantalla. – ¿Padre? – se adentró más y prendió la luz del salón.

-¿Qué tal? – saludo Kris desde el fondo.

-¿Qué carajos…? ¿Papá? – se sorprendió al encontrar a su padre en esa forma, amarrado, sangrando y con una pistola amenazando su cráneo. –  ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren?

-Hey, shh. Son demasiadas preguntas a la vez. – le sonrió Kris. – Pero no seas tímido, acércate un poco para que saludes a tu padre, ah… pero ten cuidado, la mano de mi amigo puede tensarse y puff, los sesos de tu padre se esparcen por todos lados.

El menor de los Son se acercó a paso lento, mirando a la persona que sostenía la pistola y que se ocultaba detrás de un cubrebocas, pero miro con extrañeza al otro que ni siquiera se molestaba en cubrirse y, esa no era una buena señal para ellos.

-Ahora, vas a escuchar el por qué se encuentran hoy aquí tu padre y tú.

ChanYeol aparto la mano de la boca del hombre para dejarle explicar.

-Dile. – pero el hombre permanecía callado. – ¿No vas a hablar?

-Hijo, ¡corre! – ChanYeol golpeo con su codo al mayor, derribándolo de su silla, cayendo como peso muerto al suelo.

 Kris le miro y entonces saco su Glock y apunto al menor de los Son.

-¡No! – rogo el hombre aun tirado en el piso. – Lo sentimos, nosotros no queríamos lastimar a los Wu, a… a Stephanie, tratare de recompensarte de todas las maneras posibles, dinero, casa, tu solo pídeme lo que desees.

Hyun Woo se quedó absorto, recordando las cosas que había hecho durante esa investigación, sabía que nunca olvidaría el rostro de aquella mujer y sus gritos de auxilio; y también, podía suponer quien era el hombre rubio, en especial por el gran parecido al entonces doctor Wu.

-Bien, – miro a Hyun. – ya lo sabes. ¿Algo que decir?

-¿Qué intentas? – fue lo único que salió del menor Son.

-Hacerte sufrir de la misma manera. – menciono con un tono grave, casi demoníaco.

Al escuchar aquello el viejo comenzó a removerse como gusano, logrando que por un momento ChanYeol y Kris desviaran la mirada, Hyun no desaprovecho esa pequeña distracción y en un movimiento rápido pateo la pistola que tenía Kris en la mano y se lanzó por ChanYeol, derribándolo y enterrándole una rodilla para inmovilizarlo y quitarle la pistola.

ChanYeol no pudo reaccionar a tiempo y pudo sentir como le era retirada su arma, pero incluso antes de que apuntara a algún lugar, Kris se aventó al hombre, comenzando una lucha de cuerpo grandes, con ligera ventaja de Hyun Woo quien pateo fuerte en la zona de las costillas y tomo del arma en el piso, apuntando a Kris, y entonces, un disparo se escuchó.

Por un momento todo quedo en silencio, el costado izquierdo de la playera de Kris se volvía color escarlata, seguido de eso el sonido de alguien cayendo al piso, no obstante, no se trataba de Kris, Hyun Woo perdió fuerza en sus piernas por una herida profunda en su espalda, ChanYeol también había atacado, hundiendo por su columna una navaja que dejo a Woo sin la posibilidad de volver a levantarse.

-Gracias por eso. – le dijo al pelinegro.

-Te la debía. – se miraron con sonrisas ladinas.

 El viejo miro a su hijo con la herida en la espalda, sabiendo lo que sucedía y porque no podía levantarse, sus nervios habían sido dañados.

-¡No, hijo! ¡Wu, eres un maldito, te arrepentirás, lo juro, tu cuerpo ardera en el infierno por siempre!

Kris se le acercó al hombre, sosteniendo de su costado la hilera de sangre que la bala le había provocado, solo era un rose, nada que no le permitiera terminar con esto.

-Es verdad, – le respondió al hombre. – pero tú y tu hijo se irán primero, arderán antes que yo. – soltó entre dientes.

Se dio el placer de desfigurar la cara del hombre, aun con Woo despierto y haciéndole ver la destrucción de su padre y antes de acabar repitió la acción con su hijo, ambos sufriendo en silencio por el otro y por ellos mismos, hasta que se cansó y dio el golpe final.

Tomo un escalpelo y delineo con la precisión de siempre, cortes finos y profundos, después les coloco frente a la pantalla de proyección, para que cualquiera pudiera verles.

-Se acabó, es hora de irnos, le dijo al menor.

-Pero estas herido, debemos ponerte algo.

-Si alguien escucho ese disparo, es probable que la policía este cerca, así que es hora de salir, sígueme.

Salieron por una puerta de emergencia y despues por una de las ventanas de un baño, escucharon las sirenas a lo lejos, pero su motocicleta ya estaba en marcha.

-Ahora podemos borrar a dos más de la lista. – comento el menor, mientras presionaba con su propia manga la escasa sangre que aun salía del mayor y extendía el brazo contrario, disfrutando de su propia libertad.

-Eso haremos. – menciono con una mueca de satisfacción.

 

 

 

*meth: metanfetaminas.

*rush: sensación de euforia.


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