La lata de pintura se encargaba de rayar sobre la publicidad en lona con la cara de Kim JunHo y su estúpida pose junto a la frase de “candidato a presidente” y el eslogan “Cuando el justo gobierna, el pueblo vive”
-“Cuando el justo gobierna, el pueblo vive” – ChanYeol leía mientras soltaba una gran risotada y limpiaba una lagrima por tanto esfuerzo. – Ay…, que idiota más mentiroso. ¡Hijo de puta! – siguió rayando la imagen, dejando sin forma humana al candidato y pintando encima de su cara una carita de emoji.
-¡Hey! ¡Detente ahí! – escucho la voz de un policía, debajo del cubrebocas negro que lo cubría formó una sonrisa y comenzó la carrera. – ¡Alto!
El lugar donde delinquía era una zona de la alta sociedad de Seúl, y sabía que aunque ya oscurecía era cuestión de pocos minutos para que aquel estúpido policía que siempre recorría las mismas calles, cuidando de los niños mimados, los objetos de lujo de la comunidad y de mantener libre de malhechores que daban mal aspecto a las calles, llegara.
ChanYeol siguió corriendo, mientras escuchaba las órdenes del policía, se adentró a uno de los pocos callejones sin salida de la zona.
El policía le dio alcance, resoplaba tratando de recuperar el aliento. – Bien, ya basta muchacho. Pon las manos arriba y tira esa lata.
El menor subió las manos aun con la lata en manos.
-¡Suelta esa lata!
-Okay. – la arrojo en dirección al policía, este apenas si pudo librarse del golpe.
-¡Ah! Ahora si estas en problemas, muchacho. – saco de la parte trasera de su cinturón una tonfa extensible y preparo las esposas.
-Hey, ¡ya, me rindo! – le dijo al policía.
-Qué pena, eso lo hubieras pensado antes.
Se acercó con rapidez, con el bastón en el aire, y ChanYeol en lugar de correr dibujo una sonrisa que se reflejaba en su mirada, algo que enfureció más al policía.
Esquivo el golpe y lo alejo con una patada. – Ahora, es nuestro turno.
-¿Nuestro? – pregunto confundido, su mente proceso enseguida y trato de sacar su radio para pedir refuerzos, pero el aparato fue mandado lejos por el golpe de un tercero.
-Demasiado tarde. – Sorprendió el rubio. – ¿Te recuerdo a alguien, Lee Min Hyuk?
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-No entiendo, su modus operandi permanecía intacto los primeros meses, atacaba por un tiempo determinado y de la misma forma, ahora… su firma sigue siendo la misma, pero ya no hay abuso sexual ni control en el tiempo de ataque. – menciono Baek Beom, quien comenzaba a acompañar a su hermano a la escenas del crimen del asesino de Seúl “K”, tratando de brindarle su experiencia; pero, ni siquiera con la ayuda del comisario general, habían avanzado mucho, y es que el asesino de pronto decidió cambiarles el juego, distraerlos de varias maneras.
BaekHyun suspiro al ver al policía muerto, encima de su patrulla y con la gran K en el pecho.
-Él fue mi superior en la primera estación en la que estuve. – comento el oficial MinSeok, después de acordonar toda la escena. – No hable mucho con él pero ayudare en lo que sea necesario, después de todo fue uno de mis superiores.
-Gracias, oficial. Cualquier cosa que recuerde hágaselo saber al inspector SeHun. – hablo BaekHyun, para después seguir buscando pistas en la escena primaria del callejón, observando con detenimiento.
-BaekHyun, tenemos que encontrar algo de este asesino, pronto. Si no lo logramos, los reclamos seguirán y tendremos que desmantelar el DESS y eso será una mancha en tu curriculum, debes mantenerte lo más limpio posible para llegar a donde yo estoy ahora.
Baek lo estaba escuchando, claro que sabía de esa posibilidad, después de todo ya llevaba un año buscando al asesino, pero no tenían siquiera la relación entre las víctimas, ¿Por qué exactamente ellos? Era confuso, no había nada establecido, necesitaba halla por lo menos eso para avanzar.
-Lo sé, Beom; y no me importa. – su hermano se sorprendió por su respuesta. – Aunque me sea negada la ayuda de los especialistas del DESS, yo seguiré buscando. Ahora, será mejor que te vayas de aquí y veas a esa hermosa ahijada mía, más al rato pasare con ChanHyun a saludar.
Su hermano siguió hablando de un montón de cosa, pero BaekHyun ya no lo escuchaba, trataba de concentrarse en las pistas que pudieran haber dejado fuera.
Pasos alejándose le hicieron saber que ahora estaba solo, camino por el rumbo, buscando más cosas; de pronto una lona con la cara del candidato más apoyado llamo su atención, no solo porque se tratara de JunHo, quien era el que más presionaba por respuestas, sino también por las rayaduras sin sentido que se extendían a lo largo y por ese emoticón pintado en la cara del hombre, se parecían a las caritas que dibujaba ChanYeol en algunas de sus fotos solo para divertirse, y no decir que la escritura que era también parecida; el recuerdo le hizo sonreír instintivamente, y por alguna razón decidió tomar una fotografía con la cámara que usaban en escenas del crimen, tal vez solo deliraba, pero le hacía pensar en él.
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Trabajo con su equipo por un largo tiempo, organizando sus ideas mientras la autopsia daba sus resultados; aun seguían con la duda de las dos anteriores víctimas, y es que seguía siendo sospechoso que K hubiese atacado a dos personas el solo aun estando herido, sabían que había sangre del hombre, y también que la herida del menor de los Son fue hecha por detrás, ¿pero por qué? Si el criminal siempre atacó de frente, ninguna víctima tuvo heridas por sorpresa, las cámaras le mostraban al rubio entrando por una de las puertas de descarga del hospital, pero no había cámaras traseras que mostraran su huida, lo que si mostró una cámara cercana fue a un hombre huyendo, deduciendo que era K por la forma en que claudicaba al caminar, resultado de su herida, pero, cerca de él se mostraba otro chico, que por desgracia ninguna cámara capto su rostro.
¿Eso quería decir que K tenía a un cómplice? ¿Qué lo había llevado a pedir ayuda?
La cabeza de BaekHyun y de muchos de los integrantes del DESS estaba por estallar, jamás pensaron que un asesino les daría tantas vueltas, dejándoles con una gran confusión.
-Baek, – le llamo su amigo, sacándolo de sus pensamientos y sus cientos de posibilidades. – LuHan está aquí, quiere que lo veamos.
Bajaron hasta el lugar de trabajo de LuHan.
-Les llame hace 15 minutos, no pueden hacerme perder el tiempo de esa manera.
-Basta con tus reclamos, LuHan. Dime si has encontrado algo. – exigió con desespero, no estaba de humor para nada.
-Hoy no es tu día, eh, inspector. – prendió el foco que ilumino a los presentes, mirándolos con prepotencia. – Creo inspectores, que deberían ser más amables conmigo, estoy ayudándolos sin ganar mucho al respecto. – formo una mueca con los labios. – Y si así lo desean, simplemente pueden retirarse.
-No LuHan, perdona a Baek, – se disculpó SeHun por él. – no han sido días fáciles. Pero haremos lo que sea necesario por ti. – para Baek era gracioso ver a su amigo, ¿ahora era él el que suplicaba? Debía de estar preocupado por la amenaza de desmantelar el DESS.
Como sea, funciono, LuHan sonrió ladino y se giró en su silla para mirar a su computadora.
-No he tenido mucho tiempo para resolver toda la carga que ustedes me dieron, estuve muy ocupado; además de que la ACIC descubrió mi intento de jaqueo de sus secretos importantes, – murmuro eso ultimo más para sí mismo. – y como castigo me hicieron trabajar el doble por ellos. Oportunistas. – se quejó.
-¿Entonces no has encontrado nada? – pregunto Baek.
-¿Acaso escuchaste salir eso de mi boca? – BaekHyun recibió un codazo de SeHun, insistiendo en no molestar al otro. – Por supuesto que encontré algo.
-¿Qué? – la cara de BaekHyun cambio de inmediato, acercándose más al chico genio.
-Del tal Andy Lee, al parecer el tipo es muy cuidadoso y no usas tarjetas de crédito a su nombre, lo suyo es el efectivo, pero también ha ido dejando huellas a su paso, encargándose de negocios con gran remuneración, y por eso mismo, hay hombres que desean deshacerse de él, y si les sigues el paso, te llevan a su paradero y justamente uno de los narcos que intento deshacerse de él, me hizo saber que ha llegado a una parte de Seúl, escondido en una bodega de plásticos que no ha trabajado en años, haciéndola sumamente sospechosa. En conclusión, tenemos una de las guaridas del tipo; pero es necesario moverse rápido antes de que decida cambiar de sitio de nuevo, es un tipo ágil.
BaekHyun y SeHun miraban la pantalla, tratando de seguir el ritmo de la información lanzada, la localización y las imágenes captadas de cámaras cercanas dando zoom a la imagen del hombre que buscaban.
-Vaya. – menciono BaekHyun, aun sorprendido por todo aquello que él ignoro y que sinceramente nunca hubiera pensado, atraparlo por medio de sus enemigos. – ¿Y… tienes algo de la madre y hermana de ChanYeol?
LuHan suspiro. – No hay nada aun de ellas, tarde un poco más de lo que esperaba en seguirles el paso a esos hombres; además, sabes que tengo mis propios problemas y varios casos, así que no presiones Byun.
-Sí, disculpa. – no le quedaba más que agachar la cabeza y ser amable con Xiao, necesitaba su aportación y gran cerebro.
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BaekHyun entro en contacto con KyungSoo, le informo sobre la ubicación de Andy Lee, tenían que ponerse de acuerdo y formar un plan a prisa, no sabían cuánto tiempo tendrían con ese hombre quieto, por lo que realmente todo fue más apresurado que organizado.
KyungSoo llego con Kai y, aunque BaekHyun intento zafarse de la compañía de SeHun, no fue posible, desde que ambos se enteraron de aquello, SeHun se le pego cual garrapata, conociendo sus intenciones.
Llegaron a una hora donde la vigilancia no era tan activa, LuHan les había dado las rutinas del hombre y sus puntos débiles en protección.
-Hay que entrar, sacarle la información así tengamos que sacarle todas las uñas y encontrar al maldito de K.
-Calma, Do. Tenemos que entrar con la cabeza fría. – Trato de bajar la desesperación del más bajo.
-Es verdad, aparte, recuerda que solo es una posibilidad que él sepa donde se esconde Kris. – Para Kai era mejor recordarle que esa podía ser una opción, quería que Soo no terminara herido si Lee no tenía información o no deseaba soltar nada.
Entraron por una de las ventanas del sitio, se escondieron entre materiales y cajas viejas, no había muchas personas, como bien les había dicho LuHan. KyungSoo logro someter a un hombre antes de siquiera saber qué lo golpeo.
Cubrieron su boca con cinta y amarraron sus manos. – Hola, – saludo Soo. – ¿Qué tal tu día? – se burló, recibiendo una reprimenda por parte de los demás.
BaekHyun se hizo cargo. – ¿Está aquí Andy Lee? – el hombre ni siquiera le mantuvo la mirada.
-Quítate. – lo empujo el más bajo. Saco de su bolsillo un cuchillo largo al que le quito su funda, dejando ver una hoja delgada y curva, con el filo brillando por el reflejo de la luz que emanaba por las ventanas. – Este es un bonito cuchillo deshuesador. Con esto quitan los huesos de la carne; pero… me pregunto qué tan capaz es de quitar bolas. – mostró un rostro sardónico mientras comenzaba a bajar la cremallera de los pantalones y desabonar.
El hombre rápidamente comenzó a sudar y a tratar de removerse, KyungSoo tenía una facilidad para intimidar a sus presas, y no era para menos, tenía la punta del cuchillo casi tocando los testículos del hombre.
-Voy a bajar tus calzoncillos para tener una mejor visión del corte ¿okay?
El hombre comenzó a berrear, implorando con los ojos.
BaekHyun detuvo el cuchillo a milímetros de ser colocarlo en su objetivo. – ¿Ahora si vas a responder? – El hombre asintió con desespero. – ¿Esta aquí Andy Lee? – volvió a asentir.
-¿En esta bodega? – Pregunto SeHun, quien ya había hecho un recorrido visual a todo el espacio, y como esperaba, negó. – ¿Dónde está? – movió la cabeza a una dirección fuera del lugar.
-Soo, déjalo hablar. – pidió Kai.
-Un pequeño grito y adiós a tus pelotas. – amenazo, quitando sin cuidado la cinta.
El hombre respiro agitado, se recuperó un poco y comenzó a hablar. – Afuera, hay algunas oficinas que usa Lee, él se encuentra en la del medio.
-¿Esta acompañado? – pregunto SeHun.
-Solo por su segundo al mando, hay otros en las oficinas contiguas. Pero si logran no ser vistos por ellos, Lee estará expuesto.
-Bien. – Soo volvió a tapar su boca, amarro sus piernas y por cooperar le subió los pantalones. Le dejaron en una esquina donde no pudiera moverse o pedir ayuda, escondido entre varios materiales.
-¿De dónde sacas esas cosas, KyungSoo? – pregunto SeHun.
-De la cocina, claro. Mi pasatiempo es cocinar y por supuesto que no lo iba a poner en las bolas de ese hombre, ¡que asco! – menciono como si fuese una charla de lo más casual.
-Ah, claro. Qué raro es. – murmuro al final, no entendiendo la mente de ese pequeño ser malvado.
Pasaron con agilidad al área de oficinas, evitando a toda costa ser descubiertos, intentaron abrir el pomo, pero tenía seguro; sin embargo, KyungSoo tomo un alambre que encontró tirado en el piso y con destreza logro abrir la puerta. Los cuatro entraron, al principio se veía un pasillo corto que daba a dos oficinas, podían escuchar la plática de ambos tipos, agradeciendo mentalmente que el otro hombre no les hubiera mentido.
SeHun se quedó al principio de la puerta, protegiendo la entrada.
Los otros tres sacaron sus armas, y sin pensarlo más, entraron al lugar, donde los dos hombres se les quedaron viendo estoicos, demostrando que no temían a nada.
-Buenas tardes. ¿A qué debo su visita, caballeros? – pregunto el jefe con suma tranquilidad.
-¡Jodete, Lee! Necesitamos respuestas y nos las vas a dar ahora si no quieres que esparzamos tus sesos por toda la habitación.
Lee hizo un gesto de desagrado. – No gracias, mis sesos se ven bien dentro de mi cabeza. Pero, díganme. ¿Cuáles son las preguntas? – continuo con calma.
-¿Dónde está Kris, alias K? Dime todo lo que sepas de ese hombre. – exigió Baek.
-¿Kris? Ah… si, K, ese tipo es tan difícil como intentar atrapar la lluvia con las manos.
-¡¿Dónde está?! – exploto.
-¿Por qué piensas que yo lo sé?
BaekHyun estaba al punto del desespero, necesitaba respuestas y no iba a dejar que ese bastardo se burlara de él, así que hizo una señal a sus dos compañeros.
Kai se encargó de inmovilizar al segundo al mando, dejándolo fuera de juego; mientras tanto KyungSoo sacó su pistola, golpeando a Lee con el cañón y pateando al hombre en el estómago, alejándolo con todo y la silla ejecutiva de impoluta piel negra.
Lee limpio con su dedo el rastro de sangre que salía por su labio y nariz. BaekHyun lo tomo por el cuello, dificultando la respiración por unos instantes.
-¡Dímelo! – lo soltó para apuntar el mismo la pistola en su sien.
Lee exhibió una sonrisa ladina. – ¿Y… exactamente que ganaría yo?
-¿No has entendido? Si quieres vivir debes hablar, o te juro que en este momento-
-No lo harías. – dijo con seguridad.
-¿Por qué piensas que no puedo hacerlo? – BaekHyun presiono el arma en la frente del tipo.
-Porque puede que sea tu única oportunidad para encontrar a ese bastardo, como te lo dije, ese hombre es muy escurridizo, y sé, Inspector Byun, – Baek se sorprendió al ser reconocido tan fácilmente por Lee. – que usted tiene una riña especial con K ¿no es así? – por un momento la habitación se llenó de silencio, confirmando al mafioso lo que decía y sintiéndose ahora en ventaja.
-No intentes jugar con nosotros, – exclamo KyungSoo. – créeme, yo no me tentaría el corazón por hacerte pedazos y-
-¿Qué es lo que quieres? – interrumpió al bajo, obteniendo la sonrisa de satisfacción de Lee.
-¿Qué? BaekHyun…
-Silencio, Soo.
-Bien, – comenzó el tipo. – lo que necesito es protección, perdí a un grupo de personas hace un tiempo y ese estúpido de K no ha podido venir a remplazar los espacios de estas fechas. A él le importo poco que yo lo tenga en la palma de mis manos, que sepa su ubicación; por lo tanto, estoy dispuesto a ayudarlo si usted me ayuda, inspector. Necesito que una de mis cargas pase las fronteras, pronto.
-Lo haré. – dispuso. – Pero primero tienes que darme la dirección de K.
-Ah, – Lee se burló. – lo siento, inspector; pero no me fío de su palabra. Primero tiene que darme lo que quiero para hacer el trueque.
-Claro que no, yo cumpliré; además, ¿cómo sé que tú cumplirás y no te largaras apenas pase tus cargas?
-Hey, tranquilo, inspector. Hagamos un trato, yo te enseño una parte de la información recopilada de K y cuando mis cargas pasen, tendrás lo demás. Soy un hombre de palabra, Byun.
BaekHyun sentía que su interior ardía de cólera, no entendía como había terminado en esto, pero acepto.
-Para enseñarte, primero debo estar seguro de que no atacaras en el momento justo, así que suelta a mi segundo al mando, y deja que entren dos más de mis hombres para tener situaciones equitativas.
-Solo una.
-No, qué me dices del hombre que cuida la entrada.
No entendía como ese tipo sabía todo, era peligroso darle ventaja, pero no tenía otra opción, quería encargarse de Kris y encontrar el cuerpo de ChanYeol, sabía que si lograba eso, todo estaría mejor.
Cuatro hombre contra cuatro de ellos, armas en mano, desconfianza en las caras de todos, BaekHyun se acercó hasta Lee, donde vio que metía una serie de claves y carpetas ocultas, un montón de cosas que él no entendía; parecía que Lee era muy cuidadoso con todo.
Solo lo dejo ver una foto de un lugar lleno de flora, arboles alrededor, parecía un lugar poco poblado, a excepción de esa casa de dos pisos y la camioneta negra que suponía pertenecía a K.
-Sigue en Corea, al sur. Es lo único que tendrás de mí por ahora.
Por el momento no era mucho; sin embargo, era una pista útil para él, y sabía que lo que haría por ChanYeol, traicionaría todas sus bases como policía, estaría yendo en contra de sí mismo, pero no importaba más, después se encargaría de atrapar al hombre.
-Está bien, hagamos el trato. – Lee lo miro con gestos superiores, como si esto lo hubiese dejado pasar para conseguir lo que quería.
Sus manos se levantaron, sellando el trato; pero entonces, justo antes de que terminaran de pactar, una explosión se escuchó cerca de ellos, proveniente de la bodega.
Todos se pusieron alerta, Lee lo miro como si él fuese el culpable.
-No, yo no he hecho eso. – se defendió.
-¡Revisen que sucede! – ordeno el capo, mandando a otros dos de sus hombres a revisar.
Sin embargo, solo se escuchó una explosión más, justo en la oficina contigua, desequilibrando a todos en el lugar.
Tenían que correr, huir de ahí antes de que el fuego los alcanzara, no obstante, BaekHyun no podía desaprovechar esa oportunidad, así que se abalanzo para tomar la computadora portátil de Lee.
El capo estaba furioso al pensar que todo había sido planeado por ellos, sacó su pistola, ordenando a los demás en la habitación atacar, a BaekHyun no le importaba ya nada, había llegado hasta ese punto por conseguir esa información y no dejaría perder esa pista valiosa.
Comenzó la riña entre los suyos y las personas de Lee, pero él solo puso su vista en el objetivo, tratando de tomarla en manos, Andy disparo antes de llegar a ella, la bala había atravesado por el medio del computador, alejándolo ligeramente, pero no retrocediendo, la tomo aun con el daño que presentaba, tal vez aun podían salvar la información.
El jefe intento arrancarle de las manos el aparato, así que sintió varios golpes en la cabeza que lo estaban aturdiendo, pero nunca soltó lo que deseaba, logrando ganar en la batalla y dando pasos para atrás con todo y el aparato.
Lee alzo su pistola, apuntando justo al centro de su cara, BaekHyun no fue tan rápido al sacar su arma, y entonces, el disparo se escuchó, proveniente del arma del hombre.
BaekHyun sintió algo tibio en su cuerpo, la sangre comenzaba a formar una laguna en el piso, y él, solo tuvo tiempo de sostener a SeHun, antes de que cayera al piso, confirmando lo que menos deseaba, su amigo había recibido el disparo por él.
Miro con rabia al culpable de todo, ambos subieron sus armas, disparando al mismo tiempo, Baek solo sintió la ráfaga tibia cerca de su hombro, y Andy… había recibido un disparo entre ceja y ceja.
Volvió la mirada a su amigo, ubicando el disparo cerca del pecho, presiono para evitar que se desangrara.
-¡¿Por qué… por qué hiciste esto, idiota?! – le reclamo, intentando mantener la calma y que no lo viese perdido y asustado, pero su amigo lo conocía perfectamente, incluso tal vez más que él mismo.
-“Yo recibo la bala por ti.” Recuerdas. – trato de reír pero el dolor no le permitió mas que hacer una mueca.
-No, no, idiota. No tenías que hacer esto, tú ya has hecho mucho por mí, no tenías… no
-Yo por ti, haría muchas cosas. – no sabía que responder, su amigo ya había hecho tantas cosas por él, y él solo le traía problemas.
-¡Salgamos! – grito Kai al ver las llamas extenderse rápidamente.
No podían esperar más, KyungSoo le ayudo a levantar a un debilitado SeHun, Kai buscando una salida de ese infierno que no solo atormentaba a la gente de Lee, a ellos también, pues la única puerta que tenían a la vista estaba cerrada con seguro.
Kai intento abrirla, pero era imposible que solo con su fuerza lograra derribarla, debían retroceder y buscar otra salida; sin embargo, las llamas ya estaban cerca de ellos, rodeándolos y dejándolos sin escapatoria.
-¿Qué hacemos, inspector? – pregunto KyungSoo con un tono entre sarcástico y verdadero temor.
Baek no tenía la respuesta, y eso lo hacía exasperar, no por él, sino por aquellos tres chicos que siempre le acompañaron en esta locura, todo por ese deseo de venganza, de atrapar a ese maldito bastardo que le había robado una parte de su vida. Así que solo los miro con arrepentimiento, lamentando el arrebato de sus anhelos.
-No es tu culpa. – escucho en apenas un susurro audible de SeHun, a punto de perder el conocimiento, pero aun así tratando de quitarle la carga.
-Me hubiese gustado patear más culos en esta vida, pero ni creas que te salvaras si te vuelva a encontrar, BaekHyun. – había mencionado el más bajo de ellos, resignándose, y logrando darle un golpe mayor en su corazón.
¿Se estaban dando por vencidos? Tal vez; sin embargo, el destino les tenía preparado otra cosa, aun no era su momento y un golpe fuerte en la puerta los volvió a la realidad, apenas esquivando la pesada puerta que caía frente a ellos, para después dejar ver una camioneta blanca, marca Hyundai, que BaekHyun bien conocía.
-¡Suban! – grito el conductor, y BaekHyun entendió que su hermano lo había seguido, de nuevo; pero siendo sincero, lo agradecía, estaba salvando sus vidas.
El auto arranco rechinando las llantas, evadiendo las patrullas que ya comenzaban a llegar a la escena.
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-¡Feliz cumpleaños, hyung! Sopla las velas.
-Yeol, creo que has exagerado en esto de las velas, ¿no crees? – le dijo el rubio, viendo las llamas salir de esa bodega.
-Considéralo un doble regalo. – rió el menor, disfrutando del calor de las llamas y la extensión que consumía todo a su paso. – Lee no volverá a jodernos.
-Era un grano en el culo. – se voltearon a mirar. – Y él único que puede joderte soy yo. Espero un triple regalo, creo que podemos darle un buen uso a esas esposas del policía; después de todo, hace mucho no festejaba estas mierdas.