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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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Un villano de larga vida…

Quien atravesó mi corazón innumerables veces.

Mis recuerdos son una locura.

Que me orienta hacia la crueldad.

Solo bebo mis recuerdos tóxicos.

Que crecen profundamente en mi corazón

Me obligan más, me acorralan.

Incluso mi habitual autoculpa…

Dejo que mi interior se queme…

EXO – Trauma.

 

La frecuencia con la que latía su corazón decaí de forma drástica. El Dup… lup… dup… lup… desaparecía con cada segundo.

Todo su cuerpo respondía a la intoxicación a la que lo había sometido, no solo de esa noche, sino también a la de varios meses.

-¡Preparen el desfibrilador! – ordenaba un médico. – Comienza RCP.

 ¿Y qué importancia tenía si Kris lo había abandonado? Tal vez, solo era mejor dejarse ir, desaparecer de este mundo.

Podía escuchar la voz de alguien llamándolo, no se detenía y de vez en cuando lo aturdía. Estaba cansado de ser  molestado; además, se preguntaba donde diablos se encontraba. ¿El infierno quizá? Estaba seguro que el cielo no era,todo a su alrededor era frío y lúgubre, toda su piel se enchinaba al sentir las bajas temperaturas, pero por dentro sentía que algo lo consumía, fuego ardía en su interior.

Caminaba sin rumbos, perdido en las extensas áreas de la incertidumbre, pasaban segundos, minutos, horas, probablemente días, y nada ocurría, no tenía forma de saber que tenía que hacer o cuánto tiempo estaría en ese sitio oscuro; solo sabía que después de un tiempo comenzaba a perder la razón, tenía miedo, no quería vagar en ese vacío sitio toda su vida, prefería al menos encontrar las llamas del infierno que al menos le otorgaran un poco de luz.

Luz, estaba desesperado por esta, así que cuando escucho esa molesta voz que lo llamaba se dirigió hasta a ella, no importaba si tardaba, solo quería encontrar la fuente de esa voz, tal vez lo llevaría a un mejor lugar.

~

Su piel continuaba siendo fría, a excepción por esa zona en su mano, algo la mantenía tibia, y algo más cambiaba. Había encontrado luz. Empezó como un pequeño punto resplandeciente que se extendía por todo su alrededor.

Parpadeaba intentado acostumbrar a sus ojos, pesaban, sentía que estaban pegados, pero mayor era el peso cuando intento moverse, dolor, algo que no había sentido en mucho tiempo, se sentía rígido y desorientado, apretó las manos, logrando sentir que algo le impedía cerrar el puño derecho.

Se escucharon balbuceos y cuando por fin logro enfocar la vista tenía sobre él un par de ojos mirándolo.

-¿Channie? – sabía que conocía esa voz molesta que lo estaba persiguiendo en la oscuridad. – ¿Puedes escucharme? ¿Te sientes bien?

Demasiadas preguntas para él. Observo su mano siendo sostenida por la mano de BaekHyun, era eso lo que lo mantenía cálido, pensó. Aun así deseaba apartarla, pero su cuerpo estaba entumido, no obstante cuando BaekHyun intento tocar su cara, logro alejarse ligeramente del contacto.

BaekHyun se acercó a la cabecera de la camilla, apretando un botón y alejándose torpemente, intentando mantener el equilibrio.

-El medico ya viene. – le comunico, después le sonrió, mostrando esa sonrisa rectangular que lograba iluminar y trasmitir calor a los que la recibían, no como ese calor sofocante que sintió en la oscuridad, era solo esa que alegraba a otras personas, aunque ahora no a él. – Es un alivio verte despierto. ¿Cómo… cómo te sientes? ¿Te duele en algún lado? – espero la respuesta pacientemente.

ChanYeol abrió la boca. “¡Dije que no hables! Es una orden. No puedes hablar hasta que yo te lo indique ¿entiendes?” Cerro la boca de repente, podía recordar las palabras de Kevin, repitiéndose en su mente.

“Aquí, hay alguien que te va a vigilar” dirigió la mirada hacia el lado contrario, después busco por todos lados, no podía ver a nadie, pero de pronto se sentía vigilado, alguien andaba por ahí, vigilándolo desde las sombras.

-¿Channie? – pregunto con preocupación al ver que se inquietaba. – ¿Qué sucede? – siguió sin responder, mirando hacia donde lo hacia el menor. – Tranquilo, está bien, nadie va a hacerte daño. No más, aquí estoy yo. – toco su cabeza tratando de llamar su atención. – Chan… por favor, háblame.

El medico entro al cuarto, seguido por una enfermera.

-Señor Park, ha despertado. – ¿Señor Park? Ese era su padre y prefería no recordar nada de él.

BaekHyun se hizo para atrás, dando espacio a los expertos, sentándose y moviendo una silla de ruedas que lo transportaba.

Comenzaron a hacerle estudios y a hacerle preguntas que por supuesto no respondió verbalmente, solo asentía o negaba con la cabeza, ya harto de tanta atención.

-Necesito que me hable, saber que puede hacerlo y que vamos bien. – ChanYeol lo ignoro, girando la cabeza al lado contrario. – Al menos debe intentarlo. – el medico comenzó a desesperarse. – ¡Acaso no quiere mejorar! Ha sido rescatado y tiene una segunda oportunidad de vida. – la respiración de ChanYeol comenzó a agitarse, para empezar ¿Rescatado? ¿Quién había dicho que quería ser rescatado? – Señor Park… – esa fue la gota que derramo el vaso. No entiende como pero logro sentarse y tomar de la bata del médico para acercarlo y propinarle un golpe directo a la cara.

-¡Channie! – BaekHyun se levantó brincando con un solo pie para llegar a su lado.

ChanYeol seguía intentando golpear al médico, la enfermera intentaba quitárselo de encima y BaekHyun intentaba que entrara en razón.

-¡Sédalo! – ordeno el médico entre golpes.

ChanYeol enfureció y en uno de sus golpes al azar, empujo a BaekHyun haciéndolo caer al solo tener un pie de apoyo; después, solo le fue imposible mantenerse despierto, la enfermera le había administrado algo en la bolsa del suero.

El psiquiatra había dicho que ChanYeol sufría de estrés postraumático y que su comportamiento y su mutismo eran causados por imágenes que se repetían una y otra vez en su cabeza; además, el consumo de drogas también era un factor importante en todo esto, ChanYeol se retorcía, intentaba escapar, sudaba y en ocasiones vomitaba por la falta de esas sustancias en su cuerpo

Había días donde no podía mover ni un dedo más, y otros donde se comportaba agresivo y según los doctores también había alucinaciones.

Pero lo que nadie sabía era que ChanYeol no solo se comportaba así por la  necesidad del uso de drogas en su sistema, él necesitaba a Kris, estaba furioso y triste por su abandono; pero nada de eso se comparó al momento en el que un doctor en el afán de tratar de ayudarlo, le dijo que su captor estaba muerto, que ya no lo volvería a ver nunca y que debía de sentirse tranquilo.

Fue la primera vez que logró escapar de ese cuarto de hospital en el que lo mantenían, necesitaba de un alivio a su incertidumbre. Kris no podía estar muerto, era imposible ¿o no? La duda lo carcomía, él solo deseaba un descuido para largarse de ese sitio y reencontrarse con Kris, seguir con sus planes y si lo que decía ese estúpido doctor era cierto, entonces él también debería estar muerto.

Solo deseaba tener algo en su cuerpo que lo ayudara a dejar de pensar en aquello y que más que nada, lo ayudara a alcanzar a Kris en el infierno. No sabía dónde ni que conseguir, así que cuando vio a una enfermera con medicamentos en mano, no dudo y se lanzó a ella, queriendo obtener lo que fuese para lograr su objetivo pronto.

Le quito algunos medicamentos e inyecciones al tumbar a la mujer, pero incluso antes de averiguar que había conseguido, unos guardias de seguridad lo atraparon, quitándoles los medicamentos y ayudando a la enfermera a levantarse.

Un doctor llego a la escena. – Sédenlo. – ordeno, pudo distinguir la voz de su médico. No podía odiar más a ese hombre.

Trato de impedirlo, lucho con los guardias que lo sostenían, pero eso solo provoco que más personas llegaran a detenerlo y al final, volvió a perder la lucha.

Cuando BaekHyun se enteró de lo ocurrido, se movió lo más rápido que podía manejar esa silla de ruedas hasta el cuarto del menor. ChanYeol estaba profundamente dormido y unas abrazaderas rodeaban sus muñecas.

-¿Pero por qué tienen que ponerle esas cosas? ¡Debe haber otra forma para calmarlo! – reclamo al médico.

-Son varias las ocasiones en que el señor Park se ha comportado violento; no coopera con la medicación que se le da y esta vez trato de asaltar a una enfermera. Es peligroso no solo para él, también para los demás, inspector Byun.

BaekHyun apretó los dientes para evitar decir algunas palabras malsonantes a ese doctor, no quería ver a ChanYeol de esa forma, pero tampoco quería que hiciera otra locura como la de esa tarde.

-Las abrazaderas no lo lastimaran y el psiquiatra ha autorizado esto, inspector. Su tratamiento necesita llegar hasta el paciente, solo hacemos lo mejor para él.

Soltó el aire que sostenía. – Entiendo. – trato de razonar, remojando un poco sus labios. – Y sobre el psiquiatra ¿ha autorizado la visita de su familia?

-He hablado con él, me ha dicho que podría ser algo difícil de manejar para el paciente debido al tiempo que estuvieron lejos; sin embargo, creo que en estos momentos ellas podrían ayudar más que nosotros. Hablare al psiquiatra para que lo preparen para verlas.

-Gracias, doctor. – se mantuvo al lado de ChanYeol, cuidándolo.

Por supuesto que estaba preocupado por la reacción de ChanYeol, después de todo, tenía más de 15 años sin ver a su madre y hermana, ni siquiera estaba seguro de si las reconocería. Ellas deseaban verlo y explicarse, pero también temían causarle un mayor dolor al que pasaba, por lo que solo lo visitaban cuando dormía, lamentando haberlo dejado solo por tanto tiempo.

Después de varias horas, BaekHyun salió del cuarto, empujando su silla para trasladarse a su propio cuarto, necesitaba al menos un descanso.

-¿Alguna vez pasas tiempo en tu cuarto? – BaekHyun alzo la vista, encontrándose con SeHun cargando una bebida en mano. – Digo, se supone que eres un paciente también. Una bala entro en tu pierna, tuviste una operación hace poco y deberías estar guardando reposo. Tu doctora no está feliz por eso, nunca puede encontrarte.

-Deja de sermonearme y ayúdame a llegar al cuarto. Necesito un baño.

-Claro que lo necesitas, hace días que no tomas uno. – comenzó a empujar la silla.

-¿Acaso me estas espiando?

-Todo lo que puedo, sí. – ambos rieron, SeHun de verdad era un soplo de aire fresco, y por eso, BaekHyun se lamentaba, él nunca podría corresponderle de la forma que el otro deseaba.

SeHun le ayudo a tomar un baño, cuidando del yeso que cubría su pierna.

-Yo puedo solo, deja de tratarme como a un bebe.

SeHun rió. – ¿Acaso estas avergonzado? Ya hemos visto todo de nosotros y tú, incluso mordiste uno de mis glúteos ¿Recuerdas?

BaekHyun enrojeció. – Eso paso hace años, no sabía lo que hacía y estaba ebrio.

-Empezábamos la universidad, y no estabas ebrio. – cerro la regadera y le aventó una toalla para que secara su cuerpo, con otra comenzó a secar su cabello, haciéndole algún peinado ridículo de vez en cuando.

-SeHun… – comenzó BaekHyun, dubitativo.

-¿Hmm? – termino de secar su cabello y le paso una bata limpia y un pantalón de algodón.

-No es necesario que vengas todos los días, pronto tendré el alta. No quiero quitarte más tiempo.

Él bufo. – No me quitas el tiempo, por si no lo recuerdas fuimos despedidos; además, no es molestia. Tú mismo estuviste ahí cuando yo estuve herido ¿Qué no?

-Sí, pero… – rasco su cabeza. Fue llevado hasta su cama donde le ayudo a acomodarse. – Lo que pasa es que yo…

-¿Qué sucede? – lo miro sonriente, ese chico solo mostraba esa cara a pocos.

-No quiero herirte. – soltó.

-¿Por qué lo harías? – volvió a la cara de póker, lo sabía; sin embargo, prefería cegar lo obvio, cerrar sus oídos a la verdad. – Es mejor que duermas, necesitas descansar, yo estaré al…

-SeHun, no te amo. – lo dijo rápido, antes de arrepentirse. – No de la forma en que tú lo haces, solo… como amigo. ChanYeol volvió, no pienso soltarlo de nuevo.

SeHun permaneció estático por unos segundos, su cara no reflejaba nada, pero escuchar lo que ya sabía le hirió, claro que nunca podría tener una oportunidad con BaekHyun, solo estaba ChanYeol, siempre estuvo él, no importa lo que intentara.

-Bien. – trato de sonreírle, pareciendo más bien una mueca. – Lo sé; pero eso no significa que te abandonare cuando más necesitas ayuda. – BaekHyun quería replicar, pero no le fue permitido. – No te preocupes, solo estaré hasta que estés mejor. Y yo empezare a empacar mis cosas de tu apartamento, me iré tan pronto consiga uno propio.

-No es necesario que te apresures con eso, puedes tomarte el tiempo que sea.

-Me tengo que ir. Olvide que tenía que hacer… algo.

-Oh, entiendo. – SeHun se despidió con la mano, Baek sabía que algo había cambiado, y todo había sido su culpa. – Lo siento. – menciono cuando su mejor amigo salió por esa puerta.

No tenía realmente nada que hacer, estaba desempleado, no tenía muchos amigos cercanos con los cuales salir y ahora estaba a punto de quedarse sin un lugar para vivir. ¿Desde cuándo su vida se convirtió en una mierda?

Camino sin un rumbo fijo, se detuvo al encontrar un pequeño restaurante donde sabia vendían su bebida favorita, solo pasaría a saciar su sed y a ahogar sus penas en bebidas sabor chocolate, tal vez acompañaría con unos huevos revueltos repletos de varias cosas verdes.

Comenzó a beber sin prestar atención.

-¿Ahogando las penas, Oh SeHun? – interrumpieron sus pensamientos, al mirar hacia arriba encontró a LuHan parado frente a él. – ¿Puedo? – señalo la silla vacía.

Asintió. – ¿Qué haces por aquí?

-Pues por si no lo habías notado estamos cerca de la comisaria y es la hora del almuerzo. – LuHan lo miro fijamente, tratando de saber lo que pasaba por su mente. – La pregunta aquí es ¿tú que haces aquí? ¿No deberías estar cuidando de Byun?

La comida de SeHun llego, la mesera miro a LuHan y este pidió lo mismo que su acompañante.

-Yo también vine a almorzar.

-¿Hasta acá? – alzo una ceja. – ¿No era más fácil ir a la cafetería del hospital, o ir a casa y prepararte algo?

-Demasiadas preguntas ¿no crees?

-Soy curioso por naturaleza, deberías saberlo; además, no he recibido ninguna respuesta, no una real al menos.

Comieron en silencio, mientras LuHan no apartaba la vista de SeHun, intentando descifrarlo.

-No soy bueno con las emociones humanas y eso, no salgo con muchas personas, pero estoy seguro que algo te pasa. ¿Acaso estas triste? ¿O quizá estreñido?

-No ¿Por qué dices eso?

-No sé, digo, tu mirada se pierde constantemente, no has comido más allá de la mitad de tu plato y frunces el ceño como si algo estuviese molestándote. – SeHun suspiro. – Anda ya, solo dilo, no es como si fuera a decir tus secretos a mis cientos de amistades, y si es estreñimiento puedo darte algunos datos interesantes.

-¡No es estreñimiento! – hablo más fuerte de lo que deseaba, varios ojos lo miraron.

-Entonces es tristeza. – afirmo.

SeHun soltó una risa corta. Ese hombre extraño sabía cómo conseguir lo que deseaba. – Solo, estoy buscando un departamento, vendí el mío hace tiempo y ahora tengo que apurarme a salir de la casa de Baek.

-¿Acaso te corrió?

-No, claro que no. Es tiempo de irme, es todo.

-Es por su novio. – preguntar como sabia de esa relación ya sobraba con LuHan. – ¿Te han terminado, Oh?

-No sé de qué hablas, nadie termino conmigo.

-Yo lo sé todo, SeHun. – tembló un poco al saber que era verdad. – De todos modos Byun no te convenía. Hay mejores personas que pueden estar junto a ti. Que te cuiden cuando estés estreñido.

Rieron juntos. – ¿A si? ¿Cómo quién?

-No sé, que tal yo. – SeHun volvió a reír, pero se detuvo al ver el rostro enrojecido del hombrecillo raro.

-¿Hablas en serio? – creyó que LuHan también reiría y le diría estúpido descerebrado; sin embargo, la cara del otro se acercó a prisa, robándole un beso, uno corto y un poco torpe. Cuando SeHun reacciono e intento hablar con LuHan, este ya había escapado, dejando incluso su cuenta sin pagar. – Genial. – sonrió.

BaekHyun recibió el alta médica, aún tenía que usar yeso y muletas por algún tiempo pero, SeHun le dijo la verdad y continuo ayudándolo, completaba papeleo, le dejaba comida y le llevaba cambios de ropa mientras el continuaba a lado de ChanYeol.

El comportamiento de ChanYeol seguía siendo inesperado, violento en ocasiones, no permitía que ningún terapeuta lo viera, no hacía caso a los médicos y trataba siempre de librarse de la intravenosa para poder escapar, solo permanecía tranquilo cuando BaekHyun estaba junto a él, no le hablaba y lo ignoraba por completo pero al menos no se alteraba con su presencia, eso le daba esperanzas a BaekHyun.

El psiquiatra le decía que no veía ningún progreso por parte del menor, él no quería ser atendido y no lograban sacarle ninguna palabra, así que le recomendó internarlo en un centro psiquiátrico. “Allá estará mejor atendido, habrá gente cuidando sus avances todo el día y podremos seguir ayudándolo con su adicción a las drogas, será lo mejor.” Le había dicho el médico.

Pero… ¿para quién era lo mejor? ¿Para los médicos que ya no se atrevían ni a tocarlo, para el centro psiquiátrico o para quién? Porque estaba seguro que para ChanYeol no era lo mejor y para él tampoco.

Ya había pasado más de un año privado de su libertad en no sabe cuáles condiciones y, encerrarlo de nuevo no era una opción. No lo permitiría, para eso lo tenía a él.

Al rechazar el encierro de ChanYeol, los médicos le informaron que sería dado de alta pronto, ellos no podían hacer nada más por su chico y solo podían recomendarle enfermeros que lo ayudaran a cuidarlo. BaekHyun se sentía enojado, ChanYeol no se veía sano, estaba muy delgado y aun sufría síntomas por la falta de droga en su cuerpo; sin embargo, tal vez estaría más tranquilo, el psicólogo que lo iba a ver en ocasiones también lo quiso apoyar, y aunque ChanYeol no le contestaba ninguna pregunta, trato de hablarle y prepararlo para volver a tener cerca a su madre y hermana, se lo comentaba en palabras sutiles, mencionando a la familia, le contaba de su propia madre y hermanos, del hogar.

ChanYeol parecía nunca escucharlo, pero en el fondo tenia sensaciones encontradas, odio, tristeza, añoranza. Él no quería pensar en una familia muerta, pero agradecía las visitas de KyungSoo, él era lo más cercano a una familia.

Cuando fue dado de alta algunas personas estuvieron cerca para apoyarlos, KyungSoo, ese chico que siempre lo seguía, e incluso SeHun, a quien ChanYeol aun odiaba ver, no quería admitirlo pero aún le dolía saber que BaekHyun lo había cambiado tan rápido por ese tipo.

No sabía a donde lo llevarían, pensaba que lo dejarían en la que algún día fue su casa, no quería estar ahí, tendría demasiados recuerdos; no obstante, cuando alzo la mirada y vio el edificio donde vivía BaekHyun se sintió peor, sería un estorbo para Baek e incluso para SeHun, prefería estar solo en su casa, sin nadie que lo molestara ni le recordara que había sido desplazado y abandonado.

-ChanYeollie, llegamos a casa. – menciono Baek, sentado junto a él en el asiento trasero, KyungSoo y su nuevo amigo venían adelante. Ayudaron a Baek a salir y después a él, no quería aceptara ninguna ayuda pero todos los medicamentos que le habían obligado a tomar lo habían dejado sin mucha fuerza, lento.

SeHun llego primero a la casa cuando entraron, era obvio, ahora vivían juntos y esto definitivamente sería una mierda; sin embargo, BaekHyun lo metió a su cuarto, de pronto tuvo ganas de burlarse de SeHun.

KyungSoo y el chico que se presentó como Kai se despidieron después de un rato, prometiendo volver al otro día, SeHun permaneció parado fuera del cuarto, moviendo algunas cajas.

ChanYeol se quedó solo en el cuarto por un momento, pensando en que si tuviera fuerzas estaría brincando por la ventana del departamento sin importar que estuvieran en el segundo piso, deseaba largarse a algún lugar donde nadie lo molestara y donde pudiese conseguir lo que anhelaba justo ahora.

BaekHyun despidió a SeHun por ultimo, le había dicho que había encontrado un departamento y que se llevaría por ahora solo algunas cosas que necesitaba y que pronto vendría por lo faltante, Baek esperaba que fuera verdad, no quería que su amigo estuviera mendigando por ahí, no podría nunca perdonárselo, pero ahora no podía seguir perdiendo tiempo en investigar.

Regreso rápidamente al cuarto, ChanYeol seguía acostado, mirando hacia el techo a un punto fijo.

-¿Te sientes cómodo? – esperaba al menos un movimiento de cabeza, pero nada sucedió.

Se acercó más a él, noto en su mirada un vacío inmenso. Quiso probar algo que siempre funcionaba para despertarlo o para lograr que hiciera algo que él quería.

Sintió un poco de miedo, pero acerco sus dedos a sus costillas e intento hacerlo reír con cosquillas, él era muy sensible a eso, y apenas era tocado se movía como lombriz mientras reía y gritaba.

Nada sucedió, ChanYeol seguía perdido en la nada, solo alejo la mano de BaekHyun para que dejara de molestarlo. Esta era la técnica infalible de BaekHyun, ni siquiera cuando Chan estaba enojado fallaba, pero ahora…

De repente pensó que este no era el niño a que tanto amaba, el que lo amaba a él como un tonto, este, solo era la carcasa de la persona amada, no había ningún sentimiento, y por un momento al menos deseo que le gritara, que se enojara o llorara, algo, una pequeña muestra de que aún estaba por ahí.

Reprimió sus ganas de llorar, no quería que ChanYeol, su ChanYeol tonto y feliz que probablemente se encontraba atrapado en su propio cuerpo, lo viera así.

-Oye. – le sonrió, intentando captar su mirada. – Hay otras personas que quieren verte. Me han avisado que están muy cerca.

Tocaron el timbre. – Oh, deben ser ellas. – se movió con sus muletas hasta la puerta.

-Adelante. – dejo pasar a dos mujeres, invitándolas a pasar hasta el cuarto.

Baek asomo la cabeza y le menciono a ChanYeol la llegada de las visitas. – Aquí están. – se hizo a un lado para dejarlas pasar.

ChanYeol giro la cabeza al oír voces desconocidas, y cuando ellas lo miraron se acercaron a él llorando y abrazándolo a cada lado. Se sintió incomodo, pero no pudo alejarlas.

Las dos mujeres lloraban y repetían su nombre mientras le pedían perdón.

¿Perdón? ¿Por qué razón le pedían perdón? Ambas se alzaron a la vez y se dejaron ver, su corazón se saltó un latido, oprimiéndolo.

-Mi amor, – la voz de la mujer mayor seguía alterada por las lágrimas. – soy yo. Mamá. ¿Puedes reconocerme? – sintió frío recorrer su espina dorsal. – Y ella, - señalo a la mujer joven. – es tu noona. Te hemos extrañado mucho ¿sabes?

-¡Channie! – lloro la que se suponía era su noona, acercándose a él, acostándose a un lado y apoyando la cabeza en su hombro, su madre lo siguió, besando su frente y apoyando su mejilla en su cabeza.

Esta entre dos mujeres que creyó muertas, por las cuales lucho, por las que mato a su propio padre. Ambas emanaban calor, lo acariciaban y decían palabras, ChanYeol se sintió… extraño, no tenía otra forma de describirlo, era demasiado para asimilar, su mente comenzó a aventarle un montón de imágenes y situaciones. Su respiración comenzó a acelerarse.

No, no podía ser cierto, querían engañarlo; sin embargo, cada que veía a las mujeres podía ver parte de él en ellas, ¿pero que debía pensar?

Quiso gritar por una explicación, pero se había instalado ese miedo injustificado por dejarse escuchar, por lo que solo pudo articular ¡Mamá, mamá! En un grito silencioso, desesperado. Comenzó a removerse, no estaba seguro de querer que nadie lo tocara, aunque realmente fuesen su propia madre o su noona, necesitaba asimilar, su padre le había dicho que estaban muertas y él lo había matado por eso.

-¿Channie? – su hermana se apartó.

-¿Qué sucede, bebé? – su mamá trato de calmarlo, pero parecía estar perdido en sus pensamientos, solo podía leer sus labios, llamándola. – Estoy aquí, cariño, mírame. – suplico, pero nada parecía lograr captar su atención y su madre comenzó a llorar, pensando que solo le hacía daño, así que salieron del cuarto, dejando que BaekHyun se hiciera cargo.

La mujer intento se fuerte, pero sentía que se derrumbaba, no podía creer que su pequeño niño pasara por tal dolor y que ella nunca pudo protegerlo.

BaekHyun salió y la señora YoungMi corrió hacia él.

-¿Cómo está? – ayudo a BaekHyun a llegar al sillón.

-Se quedó dormido. – el rostro de ambas mujeres lucia afligido. – Sé que es difícil para ustedes, – tomo del hombro de la señora en un gesto conciliador. – pero debemos tener paciencia, él mejorara, y necesitara de todo el apoyo posible para lograrlo. – eran palabras que también se decía a sí mismo, debía ser fuerte por ChanYeol.

-Es verdad. – trato de sonreír. – Aquí estaremos, él necesita escuchar que nunca quisimos abandonarlo.

-Nadie quiso abandonarlo. – murmuro.  

✴✴✴

Fue entonces, cuando ChanYeol tenía 5 años que su madre y su hermana mayor, Yoora, tuvieron que escapar...

ChanHyuk siempre solía ser agresivo y una persona alcohólica, apostaba con sus amigos y descuidaba de su familia. Se hizo de varios enemigos al intentar agrandar su zona de distribución y ventas en diferentes barrios de Seúl; pero había alguien a quien ChanHyuk había llevado hasta el precipicio, Dong.

Dong busco ganar dinero de otras maneras, para él era imposible pensar en un trabajo honesto que le diera tan poco después de acostumbrarse a los trabajos sucios y bien remunerados, así que comenzó a juntarse con otros negociantes, traficantes de personas para ser exactos.

ChanHyuk no tenía idea de que aún había alguien por ahí quien deseaba dañarlo, destrozar a su familia.

Una riña comenzó entre dos bandos de diferentes negocios, intentando terminar con el otro, pero por un momento todo salió de control para ChanHyuk, y sabía que en la mira estaban su esposa y su hija, aquel enemigo intentaba atraparlas, venderlas y usarlas para su satisfacción, y aunque ChanHyuk no era el mejor esposo o padre que hubiera, intento alejar a sus mujeres de ese hombre.

Con la ayuda de personas que colaboraban con él, saco a su esposa e hija del país, debía tenerlas lejos hasta que pudiera acabar con Dong.

Fueron llevadas hasta Japón, donde nadie pudiera reconocerlas ni tocarlas, la huida fue tan rápida, que YoungMi no tuvo tiempo de ir por su hijo; además, ChanHyuk no se lo permitiría, ChanYeol se quedaría con él para prepararlo para el trabajo familiar, debía hacer a ese niño más fuerte e intrépido.

ChanHyuk se encargó de sus enemigos; no obstante, no tuvo el tiempo ni el interés en ir por su esposa e hija, después de todo, ya había hecho suficientes por ellas.

Para ellas fue complicado adaptarse a su nuevo entorno, no conocían a nadie, no tenían dinero ni un lugar para resguardarse, por lo que YoungMi hizo de todo para conseguir algo de comida y un lugar para su pequeña hija y para ella, y nunca, ni un solo día dejo de pensar en ChanYeol, en lo mucho que sufriría estando con alguien como su padre, quien solo le importaba el negocio y el dinero. Tendría que trabajar duro para poder regresar por él. no imaginando lo difícil que eso seria.

Después de algunos años, ChanHyuk había escuchado de otras bocas que su esposa ahora estaba con otro hombre, él no tenía tiempo de comprobar ni de esperar por nadie, así que comenzó a conocer mujeres, a meterlas a su casa para noches de diversión; hasta que llego SeoHyun y lo enamoro, la quería exclusivamente para él, prometiéndole falsas esperanzas. Para ChanHyuk su esposa e hija estaban muertas, así que prefirió encontrar una nueva esposa, aunque fuese de manera ilegal, ya que YoungMi seguía existiendo para las leyes, y SeoHyun solo dejo que sucediera, aprovechándose de su situación desesperada.

Fueron 15 años después que YoungMi y Yoora recibieron ayuda, dos hombres se acercaron a ellas, ofreciendo la oportunidad de regresar a casa, por supuesto al principio fue difícil para ellas creerles, no habían tenido una vida fácil después de todo, pero ellos decían ser inspectores de Corea y además; traían para ellas desgarradoras noticias, uno de los inspectores, BaekHyun, les informo no solo del asesinato del señor ChanHyuk, sino también del de ChanYeol, para ellas fue la peor noticia que podían recibir, pero BaekHyun les había prometido recuperar su cuerpo y atrapar a los hombres culpables de ambas muertes, sin pensar que poco después ChanYeol aparecería con vida y con varios secretos.


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