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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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Cae dormido en mis brazos

No despiertes así

Porqué la mañana volverá

Al final de una carretera solitaria

Para que puedas soñar cómodamente

Voy a apagar la luz hoy

 

Cuando levantes la cabeza

Sonríe para mí

Para que puedas olvidar el dolor

 

Para que puedas dormir

Mientras te aferras

A todos los pequeños momentos preciosos

 

EXO – Lights out

 

Todas las pruebas que se habían encontrado en casa de K habían quedado detenidas en Busan, pero gracias a la influencia de Tao logro quedarse con el caso y ahora estaban por ser liberadas para Seúl, el problema era que BaekHyun y SeHun no trabajaban más en la estación policial.

Sin embargo, basto solo una llamada y hablar con su hermano para permitirles entrar como agentes invitados al caso y que volvieran a hacerse cargo y descubrir los motivos que llevaron a K a cometer tales actos.

Baek Beom además de aceptar les había ofrecido la oportunidad de volver a formar parte de la comisaria, pero BaekHyun aún no estaba listo para volver a ese lugar, de hecho, no está seguro si algún día podría volver después de todo lo vivido y, ahora su tiempo esta mayormente dirigido a ChanYeol.

Solo necesitaba saber lo que buscaba ese asesino para poder cerrar una etapa de su vida y tratar de continuar.

KyungSoo y Kai acordaron quedarse con ChanYeol mientras él y SeHun seguían buscando entre papeles, documentos, fotos, todo lo que encontraron en la casa de K donde sabe tuvieron preso al menor, y lo sabe porque hay reportes provenientes de equipos de Busan sobre sus huellas dactilares por todo el lugar, sabiendo  que al menos le permitía salir de una sola habitación.

El motivo del secuestro no daba una pista en específico, aunque BaekHyun no necesitaba pista alguna para saber que él era la razón de todo. Había provocado a alguien inestable emocionalmente y su poca prudencia al exponer a su pareja mientras trataba con un asesino peligroso, fue su peor error, y eso siempre estaría presente en su conciencia.

Precisaba no solo saber los motivos de K en los asesinatos, debía saber que había pasado con ChanYeol durante ese más de un año cautivo, y aunque sabría que podría doler, necesitaba entender sus vivencias pasabas para ayudarlo en su presente.

-Han llegado más notas de Busan, inspector Byun. – le informo uno de los hombres que colaboraba con ellos en el caso. Baek movió la cabeza para que continuara. – Creen que el primer lugar donde la victima estuvo presa fue en el cuarto del primer piso. Comparamos con la foto que le mando K a principios del secuestro, las paredes son las mismas y coincide con la colchoneta de la imagen, además de muestras de sangre de la víctima. – Baek podía recordar aquella fotografía que K le había mandado hace tiempo, pues aunque intento borrar la imagen de su mente, fue atormentado por esta durante las pocas noches de sueño que tuvo. – Es probable que permaneciera en ese lugar antes de ganarse la confianza del captor y lo dejase andar por la casa. Debajo del colchón se encontraron dos recortes de periódico. – le paso los recortes, checo el primero, era sobre la desaparición de ChanYeol y las pocas probabilidades de que estuviera con vida, en ese momento apretó entre sus manos los recortes, arrugándolos un poco; pero el segundo, fue el peor de ellos, ahí, daban por muerto a la victima de K y mencionaba a la policía suspendiendo su búsqueda. Por un momento contuvo el aliento.

-Esto… ¿lo tenía la víctima? – pregunto con la voz afectada, no podía evitarlo.

-Estaba en su cuarto y tiene sus huellas. Si, él los tuvo en sus manos. Es posible que se los diera como una forma de tortura psicológica, el hacerle pensar que estaba perdido, que nadie lo iba a buscar nunca, tal vez como una forma de ponerlo de su lado. – BaekHyun negó, no podía imaginar el dolor que ChanYeol había sentido al verse abandonado, pero eso jamás fue verdad, por supuesto que pensó que había muerto, pero jamás dejo de buscarlo.

 -¿Entonces, la sangre que se encontró en la camisa que nos mandó K, que significa? Se supone que por la cantidad encontrada era imposible que sobreviviera.

-Sí, hable con el encargado de laboratorio, me dijo de eso y solo podemos pensar que K lo salvo, es posible que obtuviera conocimientos médicos o que alguien cercano a él fuese médico o enfermero ya que los reportes médicos nos dicen que el mayor daño fue un corte en la muñeca y que fue cerrado adecuadamente, al igual que demás cortes. – BaekHyun podía recordar la primera vez que vio aquella cicatriz en la muñeca de ChanYeol, sintió una rabia mayor al saber que lo habían lastimado de esa manera, pero nada se comparó a las cicatrices que tenía en su pecho y hombro, el coraje por esas marcar incluso le provocaron nauseas.

-¿Por qué salvarlo después de lastimarlo? No entiendo.

-Bien. – el hombre suspiro. – JunMyeon cree que esa herida fue provocada por la misma víctima, quizá en un intento de terminar con... esa tortura. También hay cicatrices en las plantas del pie, por un posible intento de escape. Pero todo esto son especulaciones, Park ChanYeol no ha dicho absolutamente nada de lo que vivió en esa casa o fuera de ella. – por supuesto que sabía eso.

Su corazón comenzó a martillar dolorosamente, ChanYeol había hecho todo lo posible por regresar, se sintió tan desesperado para lastimarse a sí mismo y todas sus opciones fueron frustradas por el mismo K. Se reprochó el no haber trabajado incluso más fuerte.

-Y por último; en una cama se encontraron muestras de semen, de ambas partes, y por la revisión médica, la víctima fue-

-¡Detente! – ordeno casi gritando, no podía escuchar eso, ya lo sabía, el doctor del pelinegro le había informado de las cosas que encontraron en la exploración médica, sabia… sobre eso, sabia de las drogas que estaban en su cuerpo y de la última cicatriz que fue hecha sobre su pecho con colillas de cigarro, aseguro el médico. Tenía todo eso entendido, simplemente no quería pensar más en ello, su corazón sufría, su mente lo atormentaba. – Entiendo, clasifica la información y… puedes retirarte.

Trataba de concentrarse, continuar con el trabajo, pero su cabeza era atacada por imágenes que se colaban por su mente. Sus sienes pulsaban pero no se detendría.

-BaekHyun. – SeHun entro a la oficina donde trabajaba. – Es tarde, es mejor irnos, mañana podemos continuar, es mejor que descanses.

Miro su reloj, se estaba tardando más de lo que se había propuesto, no quería dejar a ChanYeol por tanto tiempo, aunque sabía que KyungSoo y Kai cuidarían bien de él, pero su intención era permanecer a su lado; sin embargo, ahora no se sentía con el valor de enfrentarlo, no después de lo que había descubierto, no se sentía capaz de verlo a la cara sin soltarse a llorar y rogarle perdón por su incompetencia. 

-Me quedare un poco más. Es mejor que te marches, SeHun.

SeHun sabía que no lograría moverlo de ahí, así que solo le dejo más café en su escritorio y se marchó.

Comenzó a ver algunos álbumes de fotos que estaban empaquetados en una caja, miro a Kevin Wu con sus padres, sonriendo.

Una llamada lo interrumpió por un momento, la madre y noona de ChanYeol querían ir a visitarlo, le llevarían la cena, pero deseaban que BaekHyun estuviera con ellas por cualquier cosa, BaekHyun prometió llegar pronto.

Se estiro en su lugar, solo quería terminar de ver el álbum e irse a casa. Continuo con el segundo, mirando lo que parecía ser una familia normal, una que había sido destruida y que había creado a un demonio, llego hasta la última página, ya cansado y con ganas de salir de ahí; no obstante, recibió el segundo golpe fuerte del día, en esa foto, se encontraba no solo K, también estaba ChanYeol, un ChanYeol sonriente, sin miedo en su cara, mientras en medio de ambos se encontraba aquel perro que habían recuperado de la casa, y el que había sido pedido por el oficial MinSeok para ser adoptado.

Su mente estaba  en shock, por lo que no escucho cuando tocaron en su puerta, el oficial MinSeok se asomaba pidiendo permiso para pasar, BaekHyun siguió sin reaccionar.

-Inspector, solo vine a informar sobre lo encargado, he hablado con el equipo de búsqueda y rescate. Hoy tampoco han encontrado el cuerpo del homicida. La búsqueda se ha cancelado.

No podía con más, por un momento pensó que nada valía realmente la pena.

El oficial siguió sin recibir respuesta, pensó que era mejor dejarle.

-MinSeok. – lo llamo antes de que se fuera. – Necesito un favor más.

✴✴

ChanYeol se sentía cansado de ser vigilado prácticamente las 24 horas del día, más que nada porque le obligaban a tomar medicamentos que aún lo hacían sentirse atontado y fuera de sí mismo; pero esta vez llego KyungSoo junto a JongIn para cuidarle y aunque sabía que Soo podría llegar a ser una persona dura y directa en sus palabras, también sabia cuando guardar silencio y dar apoyo con miradas y gestos.

-Es hora de tomar tu medicamento, Yeol. – le escucho decir, llegando con una pastilla pequeña y un vaso de agua, dándosela en la mano y entregándole el vaso, algo que agradecía pues BaekHyun prácticamente le metía la pastilla a la boca y lo ayudaba a tomar agua como si no pudiese mover las manos.

ChanYeol se quedó mirando la pequeña píldora y después miro por cortos instantes a su amigo.

-Es por tu bien, amigo. – ChanYeol pidió su espacio con la mirada. – Esta bien. Confió en ti ¿de acuerdo? – salió del cuarto.

Su debate comenzó, KyungSoo por supuesto que confiaba en él y no deseaba decepcionarlo, pero también estaba esa parte suya que odiaba con fuerza sentirse tan… aprisionado.

Poco después la puerta fue tocada, la madre y noona de ChanYeol llegaron a visitarlo con varios platillos preparados, comidas que alguna vez fueron las favoritas de su pequeño.

KyungSoo entro primero al cuarto para avisar de la visita y para preguntar si había tomado el medicamento, ChanYeol le aseguro que lo había hecho, recibiendo de su amigo una sonrisa como respuesta.

Las dos mujeres entraron, Yoora llegaba con un pequeño de aproximadamente un año en sus brazos, su hijo, pensó su hermano. Ambas lo saludaron con parsimonia para evitar alterarlo de cualquier manera pero con grandes sonrisas en rostro.

ChanYeol las miro por solo segundos para después bajar la cabeza y asentir ligeramente.

Querían esperar a BaekHyun para cenar, pero comenzaba a tardarse de más y no podían seguir retardándolo, en especial por ChanYeol a quien trataban de hacer llegar a un peso más sano y las horas de comida eran importantes.

Fue la primera vez que lo hicieron salir de esa habitación, se sentía torpe y fuera de sitio, pero logro llegar a una silla frente a más personas de las que ahora estaba acostumbrado y por supuesto, sin la voz gruesa con frases cortantes durante la cena de Kris. Todos intentaban crear una conversación alegre donde trataban de incluir a ChanYeol, pero permanecía encorvado en su silla, comiendo pequeños bocados de su plato, mirando a la nada y asintiendo de vez en cuando.

-Channie, cariño ¿No es de tu agrado la comida? – le pregunto su madre con preocupación. – Porque puedo hacerte algo más, quizá aún… te gusten las salchichas, de pequeño te encantaban. – titubeo la mujer, con un gran peso encima pero esperanzada de recibir una respuesta.

ChanYeol negó y trato de tragar a la fuerza un poco más, la verdad era que la comida de su madre era buena, podría recordar que siempre había sido una excelente cocinera, pero su estómago aún está cerrado para muchas cosas.

Cuando terminaron la cena, su madre y noona se pusieron a arreglar la cocina; KyungSoo le ayudo a moverse de nuevo al cuarto mientras JongIn cargaba al pequeño de su hermana, haciéndole caras raras y molestándolo, aunque al niño parecía agradarle todo eso.

KyungSoo menciono algo de ir a ayudar a su madre, saliendo del cuarto y dejando a JongIn y al niño junto a él.

JongIn se sentó a la orilla de la cama, hablando con el pequeño y contando múltiples cosas a ChanYeol sobre este, de cuan inteligente era, que ya decía esta u otra palabra y que pronto estaría listo para caminar sin ayuda, JongIn era un tipo demasiado parlanchín, reía de sus propios chistes y hablaba como un niño pequeño, tal vez en otras circunstancias ChanYeol se habría hecho amigo del tipo enseguida, pero en estos momentos se sentía un poco desesperado, quería gritarle que se largara con ese niño a otro lado antes de que  empezara a llorar.

Se escuchó un ruido en la cocina, algunos trastes habían caído. – ¡JongIn, puedes venir a darnos una mano! – le grito KyungSoo y ChanYeol respiro con mayor calma, al fin estaría solo.

-Oh, rayos. ¿Podrías cuidarle mientras voy a ver qué sucede? – por supuesto que no, quería decir, pero JongIn simplemente dejo al pequeño cerca de ChanYeol y salió corriendo.

El niño se lo quedo viendo fijamente mientras se chupaba los dedos, ChanYeol movió un poco la mano intentado alejar al niño como si de un cachorro molesto se tratara; no obstante, al niño le hizo gracia, rió sacando sus dedos llenos de baba y extendiendo sus brazos para ser cargado.

ChanYeol negó y volvió a mover la mano para que se alejara, el niño continuo insistiendo en ser cargado, de pronto un puchero se formó en sus labios.

Oh no. Busco a sus alrededores algo que darle para distraerlo, pero BaekHyun había movido toda clase de objetos que pudiesen ser un peligro para el mismo ChanYeol.

Comenzó a palmear superficialmente su cabeza para intentar calmarlo, alterándolo en cambio, así que tomo sus muñecas, moviéndolas con sus largas manos. Parecía funcionar, el niño dejo de hacer pucheritos. En una de las muñecas del pequeño resbalaba una bella esclava de oro, ChanYeol tuvo curiosidad, él creí que si su hermana tenía un hijo al menos debía saber su nombre.

Giro la pulsera, mirando el nombre gravado. Su cara palideció.

ChanHyun. Estaba escrito en una perfecta caligrafía, una que ya había visto antes. Miro de nuevo al pequeño, notando nuevamente el parecido, a su noona, a él, a su padre.

Sus recuerdos se inundaron de SeoHyun, de su última vez, de la sonrisa tierna que dedicaba a su bebé, de la promesa que había hecho de alejarlo de su padre e inevitablemente… de lo que tuvo que hacer para cumplir con aquella promesa.

-Ch... – y por primera vez en mucho tiempo, ChanYeol intenta emitir palabras. Resulta difícil, sus cuerdas vocales están paralizadas por la falta de uso y su garganta reclama. Pero lo vuelve a intentar, esta vez solo articulando, la voz se rehúsa a salir.

Sus ojos comienzan a escocer, no quiere que un pequeñito lo vea llorando, no desea asustarlo, no ahora que sabe quién es.

ChanHyun lo mira detenidamente de nuevo, pareciera que sabe lo que pasa porque con el impulso de sus manitas se levanta en sus dos piernas mientras se sostiene de la playera de ChanYeol quien lo sostiene con una mano para evitar que caiga y con la otra trata de ahogar sollozos que también resultan molestos a su garganta.

El bebé toma con sus manitas la cara de ChanYeol. – Hyung. – dice no tan claro, pero le entiende y asiente. Lo acerca con cuidado y lo abraza delicadamente para no hacerle daño, dejando que las lágrimas resbalen por sus mejillas, hasta que siente una mirada sobre él.

-Hola. – dice BaekHyun con la sonrisa grande y con los ojos aguados por la escena. – ¿Has conocido a ChanHyun? Es un niño encantador; además, él es el hijo de SeoHyun.

El niño voltea en cuanto oye la voz de BaekHyun. – ¡Bae! – grita con emoción y extiende sus manitas, BaekHyun se mueve con las muletas hasta la cama y sostiene al pequeño.

-Di: Hola Chan, hyung. – le muestra BaekHyun mientras mueve la mano, ChanHyun lo imita y saluda a ChanYeol.

Las lágrimas en el pelinegro siguen cayendo pero impide que lo vean de esa forma, escondiendo su rostro. ChanHyun parece tan cercano a BaekHyun.

-ChanHyun quería conocerte, le he hablado de ti, tu madre lo ha hecho, todos lo han hecho, solo... no sabíamos cómo acercarlo a ti, no queríamos estresarte o causar molestia. ChanHyun es un niño muy bueno, pero puede llegar a ser muy escandaloso. – el niño ríe y ChanYeol seca las lágrimas restantes y deja que el pequeño se acerque a él y juegue con sus manos grandes. – He traído algo para ti, lo llamare antes de que JongIn se lo coma a besos.

ChanYeol sube las cejas, esperando por lo que será, han sido demasiadas sorpresas por hoy.

BaekHyun silba. – ¡Mongryoung! – llama y se escuchan ladridos y pisadas acercándose.

Un perro llega tan rápido hasta un lado de ChanYeol y le pasa la lengua por toda la cara, saludándolo con tanta emoción que apenas y puede digerir la situación. El perro se aleja un poco y le mueve la cola y es entonces que puede ver una pequeña sonrisa en la cara del pelinegro, le abraza y ChanHyun también se emociona llamándolo pelo, pelo, mientras le acariciaba.

BaekHyun sonríe, le emociona ver así a ChanYeol; pero, la foto que vio en el álbum, donde ChanYeol sonreía con ese perro y K al lado le dan muchas vueltas en la cabeza, y solo intenta convencerse de que fue forzado, que estaba bajo amenaza, aunque eso también suena un poco ridículo debido a que era el pelinegro el que sostenía la cámara y a que no quiere pensar en más sufrimiento.

✴✴

Todos se van después de un rato, solo se quedan BaekHyun y Lucky, aunque BaekHyun insiste en llamarle Mongryoung, no desea discutir eso por el momento. BaekHyun le da las buenas noches y obliga al can a salir de la cama de ChanYeol, Lucky parece inconforme pero termina obedeciendo.

ChanYeol intenta dormir, pero sus recuerdos no lo dejan hacerlo, cada que cierra los ojos ve la imagen de su padre, cerca de la muerte, ve las llamas y todo lo que sabe que provoco, y no puede, no quiere que esas imágenes lo atormenten de nuevo, ya había decidido que era lo que debía hacerse y que no era algo malo, pero ahora que veía a su familia, a ChanHyun, todo regresaba con culpa.

Mataste a tu padre, eres un asesino… Eran las palabras que se repetían en su cabeza. Abrió los ojos, la oscuridad del cuarto lo recibió con gran extensión, se sintió tan pequeño en un lugar grande y siniestro.

Sintió miradas sobre él, aun temía que alguien por ahí lo estuviera observando, haciéndolo acatar órdenes. Su mano busco con desesperación la cadena de la lámpara. El cuarto se ilumino; sin embargo, aún se sentía inquieto, tal vez era por la falta del medicamento que le ayudaba a dormir. Quizá si debió tomarlo y no engañar a Soo, pero otra parte de si, le dice que no es lo que necesita. Él quiere otra cosa.

Sale de su cuarto tratando de no hacer ruido con la puerta, la cierra para aparentar que nada pasa y camina de puntas hasta la salida. Lucky lo olfatea y se levanta con rapidez moviéndole la cola. Yeol le pide que guarde silencio con un gesto y el perro obedece la orden pero continúa siguiéndolo.

Gira la perilla y como intuía está cerrada, pero sabe dónde pone BaekHyun las llaves, las busca, pero no encuentra nada, suspira sabiendo porque BaekHyun esconde las llaves.

No importa, ya ha logrado desarmar una perilla, no puede ser tan difícil esta vez, y con mayor agilidad logra quitar el seguro de la puerta. Abre dispuesto a salir pero Lucky lo sostiene con los dientes de su sudadera, tratando de impedir que salga. ChanYeol se voltea y se agacha hasta su fiel compañero, pero le niega con la cabeza, esta vez no puede llevarlo consigo, solo acaricia su cabeza y cierra la puerta impidiendo que el can salga, pero escucha que comienza a ladrar, BaekHyun despertara pronto, así que comienza a correr todo lo que sus piernas le permiten.

Tiene frío, la sudadera que lleva no le tapa lo suficiente y solo lleva unas pantuflas en sus pies, el dinero que tomo del guardadito de BaekHyun lo lleva bien protegido, sabe lo que quiere y no le importa caminar en la noche hasta ir por lo suyo.

Esta casi amaneciendo, no pensó que le tomaría tanto tiempo llegar hasta ese conocido barrio para él, pero la hora es perfecta, sabe los movimientos del negocio y prefieren transportar cuando la mayoría duerme.

Se sube la capucha de su sudadera, está por ir con una de las bandas que intentaba robar terreno a su padre, y ahora que no esta es más fácil para ellos distribuir en áreas extensas.

Se acerca a un hombre gordo y calvo que lo mira con recelo a su paso. – ¡¿Qué quieres, mocoso?! – su postura es defensiva.

ChanYeol señala hacia un paquete de contenido extraño.

-No estamos haciendo donaciones. ¡Lárgate!

ChanYeol da un paso hacia atrás al ver al hombre enojado, pero de inmediato saca un fajo de billetes y se lo muestra.

El hombre asiente mientras ríe. – Bien muchacho, por ahí hubieras empezado, solo dime que es lo que necesitas, puedo conseguirlo para ti.

ChanYeol vuelve a señalar el paquete extraño.

-¿Crack? ¿Seguro? – ChanYeol se encoge de hombros. – ¿Acaso no puedes hablar, muchacho? ¿Tanto te ha afectado la cabeza? – carcajea de forma histérica sin recibir respuesta de ChanYeol. – Veo que sí.

Le pide a uno de los chicos que guarda la mercancía que le pase un paquete de crack. Antes de dárselo le pide el dinero, ChanYeol saca el fajo de nuevo, no sabe cuánto tiene que darle, no le ha dicho el precio, pero el hombre no le permite nada más y le arrebata el dinero, contando con entusiasmo.

Se guarda el dinero en uno de sus bolsillos y le avienta un paquete de buen tamaño. – ¿Sabes cómo consumirla? – ChanYeol no se mueve. – Enserio, chico ¿eres estúpido? – le pide otra cosa al tipo de antes. Le da un tubo de vidrio y el mismo saca un pedazo de piedra y le muestra cómo hacerlo. – Solo porque me caíste bien te regalo esto. – le pasa el mismo tubo que uso. – Ten cuidado con el crack, hombre. – es lo último que le dice antes de retirarse.

ChanYeol camina con el paquete en manos, ya había probado la marihuana, la cocaína, anfetaminas y otras cosas que no recuerda, pero Kris no le había dado a probar crack.

Y de pronto pensar en Kris le hace sentirse más miserable, era tan injusto que lo hubiese abandonado y que terminara muerto, dejándolo sin la oportunidad de reencontrarse con él y reclamarle todo lo que quería.

Trata de no pensar más en Kris y busca un lugar donde consumir, no podía simplemente drogarse en la calle, podía exponerse a que cualquier idiota le quitara su droga o el poco dinero con el que se había quedado. Solo se le ocurrió un lugar que lo podría resguardar y ocultar de todos los que debían estar buscándole.

Llega a ese viejo edificio abandonado, era un milagro que no se hubiese derrumbado ya, no le importa, entra hasta la pequeña bodega que una vez le sirvió de refugio.

Quita las mantas llenas de polvo de los sillones y se acerca una mesita de madera. Se sienta en el sillón y trata de imitar las acciones del hombre calvo que le había vendido el producto, contaminando de nuevo su cuerpo. Después de probar se levanta y se dirige a una vieja cómoda, busca detrás de esta y encuentra otro fajo de dinero, no creyó que el dinero que guardaba en ese sitio para huir de su padre y comenzar una vida con BaekHyun, siguiera ahí, junto a una foto de BaekHyun y él juntos para recordándose porque se esforzaba, porque amaba a BaekHyun y por un momento piensa en romperla en pedacitos, pero solo se permite mirarla un poco más.

Una risa irónica apenas sale de su garganta, la droga comienza a hacer efecto casi de forma inmediata. Solo se sienta con la foto y el dinero en sus manos. Vuelve a tomar el tubo de vidrio.

✴✴

BaekHyun había despertado al escuchar los ladridos del perro, se levantó rápido para callarle, no quería que despertara a ChanYeol.

-Mongryoung ¡Shh! – le reprendió, el perro lo miro pero continuo ladrando y llorando a la puerta de salida. – ¿Qué sucede? – prendió la luz, tratando de calmar al perro, pero algo llamo su atención, el seguro de la puerta estaba desprendido. Se asustó y se movió lo más rápido que podía con esas muletas hasta el  cuarto del menor, su cama estaba vacía. – ¡ChanYeol! – llamo desesperado. Lo busco en el baño y en todas las habitaciones, pero no estaba, su corazón se aceleró, una sensación de Déjà vu se instaló en él. No podía perderlo de nuevo.

Llamo de inmediato a SeHun, quien no tardó en llegar hasta él, en el camino marco a KyungSoo, quien prometió salir a buscarle junto a JongIn.

Su corazón estaba más inquieto cada que pasaban las horas, necesito de la ayuda de su hermano y otros oficiales para buscarle, pero por cada negativa su pecho se oprimía más.

La mañana los recibió, seguida de la tarde, sabía que si no encontraba pronto a ChanYeol seria mas complicado.

-¿Has hablado con su madre? Creo que debería saberlo. – le dijo KyungSoo tras el teléfono después de horas de búsqueda.

-Lo sé, SeHun y LuHan han ido a verlas, yo no he podido hacerlo.

-Está bien, no te preocupes. Trata de calmarte ¿quieres? Seguimos buscándolo, JongIn ha ido a buscarlo a parques, yo estoy cerca del río Han y… – se detiene por un momento. – espera.

-¿Qué sucede? – su corazón se aceleró.

-No he ido a una parte ¿Cómo pude ser tan idiota?

-¿Dónde? – pregunto desesperado.

-Hay una bodega abandonada, ese era nuestro refugio, está cerca de donde vivía-

-Se dónde es. – no le dejo terminar y colgó.

Tomo un taxi, le dio la dirección y le pidió que fuese rápido.

La tarde comenzaba a caer cuando BaekHyun llegó hasta el lugar. Se movió a prisa entre los escombros del edificio, la oscuridad no ayudaba, pero logro llegar a la bodega abandonada.

-¿ChanYeol? – llamo esperanzado, no hubo respuesta, pero de pronto escucho lo que podían ser quejidos, se acercó hasta el sonido y ahí lo encontró.

ChanYeol permanecía en posición fetal, murmuraba incoherencias y movía los brazos al aire, sabía que algo andaba mal, el pequeño rayo de la luz de la luna que se filtraba por una ventanilla le permitió ver su rostro, justo al lado de lo que por experiencia en el campo sabia era crack.  

-No. No ChanYeol, por favor… no más. – sollozo. Se acercó a él, tomando de su barbilla para que lo mirara, parecía totalmente perdido.

-Lu… – ChanYeol intento decirle algo.

-¿Qué? – se sorprendió, acercándose más para poder escucharlo, tratando de reprimir sus sollozos.

-Lu…z, luz. – pedía con desespero en sus ojos.

BaekHyun tomo rápido su celular y prendió la lámpara, aprovechando para revisar su estado, era obvio que había consumido una buena cantidad de crack y que necesitaba ayuda.

-Que… se vaya. – volvió a balbucear.

BaekHyun había esperado tanto por volverá a escuchar su voz, lo anhelaba con fuerza, pero ahora que lo veía así, lo hacía desmoronarse, no solo por su tono rasposo y bajo, si no por su estado mismo.

-¿Quién?

ChanYeol señalo a una esquina vacía. – ChanYeollie, ahí no hay nadie. – sus lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, dolía. Movió un poco su celular, quitándole la luz de enfrente.

-Luz. – pidió con pánico. – Que… se vaya…

Volvió a colocar la lámpara frente a él. – Estoy aquí, – acaricio su cabeza. – nadie te va a hacer daño, lo prometo. – beso su mejilla con delicadeza, tratando de tomar su mano, encontrándose con la foto que ChanYeol sostenía con firmeza. Una foto de ambos.

KyungSoo entro en ese momento con la respiración agitada, BaekHyun le vio y asintió en respuesta.

-Debemos llamar a una ambulancia. – sugirió KyungSoo.

-No. Llamare a un doctor para que lo vaya a ver a la casa.

-Pero…

BaekHyun lo detuvo, no quería que ChanYeol volviera a pasar una estadía en el hospital, sabia lo mucho que al pelinegro le molestaba y afectaba.

JongIn llego de inmediato y ayudo a llevar a ChanYeol hasta el automóvil para regresarlo a casa.

 ✴

El medico lo saco de peligro, pidió saber lo que ocurría con ChanYeol para poder tratarlo de la mejor manera, asentía a todo sin decir palabras, pero antes de retirarse dejo una recomendación que BaekHyun no deseaba escuchar.

-Yo creo que su doctor tiene razón. – suspiro. – Lo mejor para ChanYeol es dejar que los especialistas se encarguen. Una clínica psiquiátrica es la mejor opción.

BaekHyun aun trataba de negarse a esa idea, no quería que ChanYeol pasara por algo que no deseaba, sabía que no lo aceptaría y temía que intentara hacer una locura apenas tuviera la oportunidad, no podía pensar que estuviera mejor que con él, pero después de lo sucedido se volvió a replantear si eso era cierto.

Se sentó a discutir con la madre y noona de ChanYeol, incluso ahí estaban KyungSoo, JongIn, SeHun y LuHan, dando sus puntos de vista y apoyándolo, se decidieron por pedir la opinión de alguien más, y llamaron al psicólogo que acompaño a ChanYeol en el hospital, Yesung definitivamente había sido un sostén fundamental para todos y tomarían sus palabras con la debida atención.

ChanYeol despertó por la tarde, a su lado estaba su madre quien apenas le vio despierto le acaricio la cabeza y beso por  todas partes, llorando mientras le veía. De pronto se sintió avergonzado, no quería que su madre lo viera de esa forma.

-Sabes, amor, BaekHyun nos ha guardado algo importante para nosotros. – saco de su bolsa el collar con el ala plateada que le dejo cuando era niño. ChanYeol lo observo sorprendido, pensó que aquel collar habría desaparecido durante su secuestro, pero ahora volvía a él. Su madre se lo coloco con cautela y lo abrazo con eterno cariño, prometiéndose a si mismo, cuidar de esa ala, sin importar si estuviera rota.

Comió y bebió solo lo que su estómago soporto bajo la mirada de su madre y de los otros que le visitaban.

-Hola ChanYeol. – reconoció la voz del psicólogo que estuvo a su lado durante su hospitalización, hablándole con la tranquilidad de siempre. Todos los demás salieron de la habitación para dejarlos hablar en privado.

Yesung fue el que llevo la comunicación, como siempre; pero esta vez, ChanYeol logro emitir una frase, las únicas palabras que necesitaba en ese momento. Deja la luz prendida. Por alguna razón se sentía atemorizado, con un presentimiento que lo angustiaba y deseaba que el cuarto así como su vida comenzara a iluminarse.

-Tu familia y amigos te aman, ChanYeol. Nunca olvides eso. – fue como concluyo el hombre, tocando su hombro como despedida y sonriendo hacia él, prendiendo la luz de la lámpara de al lado.

Entro un enfermero después de Yesung, coloco algo en su suero que comenzó a dejarlo somnoliento. BaekHyun fue el último en acercarse antes de que comenzara a cerrar los ojos. Beso con suavidad sus mejillas y le susurró al oído cuanto lo amaba y que estaba bien cerrar los ojos, él estaría ahí durante sus días oscuros. No debía temer, la luz regresaría.

Sus ojos se cerraron.

Cuando volvió a abrir los ojos ya no se encontraba en la habitación de BaekHyun, pensó que estaba de nuevo en un hospital, se sintió molesto, pero su molestia aumento al enterarse de que no se trataba de un hospital cualquiera. Estaba en un psiquiátrico.


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