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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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Dicen que cuando has tocado fondo no hay otro camino más que para arriba. Solo dos alternativas: continuar con un estado vegetativo y doloroso lamiendo las heridas o, resurgir.

✴✴✴

La prensa tomaba lugar en una de las salas de la estación de policías de Seúl, tratando de obtener la mejor vista y de tener su equipo de grabación listo. La nota de hoy era aclamada por los medios pues la población comenzaba a expandir información sin sentido ni respaldo, creando una incertidumbre colectiva y un miedo irracional, todo en torno al asesino de Seúl, “K”.

BaekHyun y su equipo habían trabajado arduamente para descubrir la verdad detrás de las acciones de K o mejor dicho de Kevin; y ahora, la verdad seria revelada a la población.

-…el principal objetivo de los asesinatos de “K” eran por venganza, arrastrada de tiempo atrás, cuando K, de verdadero nombre Kevin Wu, era apenas un niño, y tuvo que vivir en carne propia la traición hacia sus padres y su homicidio…

BaekHyun se tomó un respiro mientras una masa de preguntas lo aturdía.

-El doctor Wu FanMi, padre de Kevin, había estado intentando encontrar la cura para la esquizofrenia, inspirado por su esposa quien sufría de la misma enfermedad y más tarde enterándose que su hijo pasaba por la misma situación; sin embargo, su desesperación por conseguir el patrocinio lo llevo a encontrarse con personas que intentaban llevarse la gloria, y no solo modificaron sus investigaciones en un esfuerzo por apresurar el producto para el mercado y ahorrar algunos wones; también, fue traicionado por la orden de los principales patrocinadores. Y sí, me refiero al candidato a la presidencia Kim JunHo y a nuestro último presidente de esta nación, Kwon JiSung…

La sala se llenó de expresiones estupefactas, jadeos de sorpresa y decenas de otras preguntas que intentaban averiguar que más escondía el presidente de su población y la petición de pruebas.

BaekHyun sabía que se metía en terreno peligroso, todavía había por ahí muchos seguidores indignados por la muerte de su presidente; pero BaekHyun, había tomado una decisión y revelaría toda la verdad, no importando si se trataba de exponer a alguien que tuvo gran poder y por lo mismo querido o provocar en algunos pobladores la empatía para un asesino como K.   

Siguió mencionando algunos otros nombres implicados en la traición y asesinato de los Wu y Hwang Bo, la única persona que intento ayudar al pequeño Kevin y la que se cree se quedó con los papeles originales del trabajo del doctor FanMi, perdiendo todo avance.

Inevitablemente también tuvo que dar información sobre la victima de secuestro que se creía muerta, evitando por completo dar su ubicación o condición especifica.

-¿Y es verdad que no se encontró el cuerpo de K y que la búsqueda ha sido cancelada? – cuestiono un reportero.

-Es verdad, el cuerpo de búsqueda y rescate busco arduamente durante días, pero no se encontró con el criminal.

-Entonces ¿hay probabilidades de que continúe con vida? – esta vez pregunto una reportera de una de las principales cadenas de televisión.

-Las posibilidades son pocas, las condiciones con las que cayó al río, el impacto y la temperatura del agua estaban en su contra. Es posible que las corrientes lo hayan arrastrado a un lugar de poco acceso; no obstante, no podemos descartar la posibilidad y pedimos a la población que estén atentos, Kevin ha terminado con su objetivo, pero sigue siendo una persona enferma y peligrosa, así que si es visto, no duden en denunciar.

✴✴✴

ChanYeol permaneció en vigilancia médica durante varios días, la situación lo tenía molesto, sintiéndose profundamente traicionado por todos aquellos que le prometieron estar a su lado y se habían rendido encerrándolo en un psiquiátrico. Muchos sentimientos negativos inundaban su mente y quizá fuera eso lo que provoco que su estadía se volviera no solo más desesperante, sino también aterradora.

Las noches era el escenario perfecto para la expresión máxima de sus temores; cuando las luces descendían las sombras traían consigo a entes que le miraban amenazantes, esperando por un solo error para castigarle.

Su corazón latía a prisa, sus manos sudaban y había momentos en que juraba que alguien estaba junto a él, intentando dañarlo. Creía que los demonios que atormentaban a Kevin habían decidido ir tras él, en busca de una nueva víctima, y al estar lejos de Kris, se encontraba más vulnerable, solo, sin nadie que lo respaldara.

Uno de los médicos le prometió que pronto pasarían todos los síntomas, que nadie lo volvería a atormentar estando a su cuidado y con los medicamentos suministrados; tal vez tardarían, le dijo; pero prometió que todo estaría bien. No obstante, la actitud de ChanYeol resultaría ser su principal problema, retrasando todo proceso de curación pues no permitía que le ayudasen, no se expresaba y no hablaba con ningún médico.

Su salida del área médica fue un poco forzada, si bien no deseaba estar ahí, prefería quedarse en cama la mayor parte del día sin nadie aparte de los doctores que lo molestase a tener que convivir con un montón de locos por todas partes.

Tenían horarios para todo, prácticamente forzándolos a convivir con los demás internos; comidas, esparcimientos, actividades, e incluso el aseo frente a varios desconocidos.

Después del desayuno los dejaban permanecer en la sala, muchos veían televisión, otros tenían partidas de ajedrez o simplemente platicaban, ChanYeol solo quería pasar desapercibido, tomaba un libro del estante, se sentaba en una esquina solitaria y fingía leer, pues aunque lo intentara, su mente siempre estaba divagando, además, no es como si hubiera buenos libros de acción o de aventuras intensas.

-¡Hey! – alguien llamó su atención. – ¿Te mandaron al rincón? – se burló uno de los internos, menor a él. El tipo decidió que quería sentarse a su lado, arrastro una silla de forma ruidosa, provocando que varios los miraran. – Me llamo SungJae. – extendió la mano.

ChanYeol miro su mano por un momento, hasta que giro la cabeza, ignorándolo. Eso debía ser suficiente para que se marchara; pero, no fue así, y el chico raro y escandaloso no se despegó de él durante un buen rato.

-Me agradas. Seamos amigos. – afirmo con convicción. El reloj sonó al medio día, creando un sonido de cucú. – Tapa tus oídos. – advirtió, mientras el chico así lo hacía, ChanYeol solo frunció el ceño, aun no sabía mucho de las cosas que sucedían ahí, pero un grito alegre y agudo le saco de balance, casi cayendo de la silla. Se sorprendió a ver a los otros internos destapando sus oídos y continuando como si nada. – Ese es el buen ChangSub, siempre hace ruidos extraños al medio día. – señalo con gracia y ChanYeol solo pensaba que esto sería una gran mierda.

~

No se le permitió ver a ningún familiar ni amigo durante varias semanas, y por el momento era lo mejor, aún seguía molesto y pensaba que si los veía no sabría controlarse y solo se arrepentiría de sus palabras en un futuro.

Peniel, su psicólogo asignado era un hombre tranquilo y paciente, no le forzó a hacer nada que no deseara, espero hasta que el mismo ChanYeol decidió dejar salir palabras, y fue entonces que le confronto, llevándolo al punto de explosión donde dejo por primera vez, dejar salir sus emociones. Sus pensamientos se convirtieron en gritos que siguieron en golpes hacia sí mismo, pero Peniel le ayudo a redirigir su frustración a objetos inanimados.

Esa vez no había dicho mucho, solo expreso su enojo por verse obligado a permanecer en ese lugar con un montón de gente extraña. Aún faltaba que hablara sobre lo que había ocurrido durante ese más de un año de secuestro, pero no sabía si quería dejar saber lo ocurrido; su relación con su secuestrador lo dejaría como un verdadero demente y los actos que cometió junto a él, lo convertirían en un delincuente.

~

Tardo alrededor de dos mesen en sentirse listo para volver a ver a su familia, su madre y hermana entraron con grandes sonrisas y palabras de aliento, ChanYeol sabía que no debía culpar a esas únicas mujeres que formaban parte de sí mismo, ya había tenido suficiente con perderlas por años y creerlas muertas, así que aunque aún no sabía cómo expresarse o actuar frente a ellas, hizo su mayor intento por conocerlas, y cuando ambas lo oyeron platicar sobre su estancia y sus raros compañeros, sus lágrimas salieron, no por el hombre singular que le molestaba, más bien solo por el hecho de escuchar su voz, de compartirse un poco de su vida.

Para la siguiente semana no se encontró con su madre o hermana, BaekHyun era esta vez el que le visitaba. Se sintió extraño, él era el primero en su lista de culpables por estar en ese sitio, sintió que le odiaba por un tiempo, y aunque ahora no sentía más la necesidad de culparle por su encierro, seguía siendo incómodo estar cerca de él.

-Channie. – le llamo como muchas otras veces en el pasado. Le observo caminar con parsimonia, apoyando su marcha con un bastón negro.

-Ba… Baek, hola. – trato de sonar cortes. – Siéntate. – le invito al ver que aún le costaba trabajo caminar normalmente.

BaekHyun le escucho con la mirada atenta, deseoso de escuchar todo lo que saliera de su boca y ChanYeol también le escucho a él. Le hablo de ChanHyun, de lo mucho que crecía, y le informo que su madre estaba cerca de conseguir la adopción del pequeño y que BaekHyun seria desde ahora su padrino; le conto también de la hija de su hermano de quien igualmente era padrino, y de cómo ambos niños disfrutaban de la presencia del otro. Yo creo que serán buenos amigos, había dicho.

-ChanYeol. – le preocupo que BaekHyun no le llamara con el diminutivo cariñoso de siempre y que de pronto su cara se volviera seria.

-¿Si? – le invito a seguir.

-Hmm. – abrió la boca para después cerrarla. – No, nada. Solo quiero escuchar más de cómo te has sentido. – trato de sonreír pero ChanYeol sabía que deseaba decirle algo más.

-Dímelo… por favor. – Baek parecía dudar, tomo varias respiraciones antes de atreverse a decir algo.

-Yo, he continuado con el caso de… K y sus víctimas. He descubierto sus motivos, nada que lo absuelva de todo lo que provoco, por supuesto; cometió muchos delitos…

-Él… murió ¿Por qué me dices eso? – los ojos de BaekHyun reflejaron temor por sus palabras. – Murió ¿cierto? Eso fue lo que el médico me dijo en el hospital.

-¿Un médico? – parecía molesto. – ¡¿Qué medico?! Nadie tenía derecho a decirte nada y-

-Baek. – le interrumpió, quería respuestas.

-Eso, es lo más seguro. Cayó al río, estaba herido; sin embargo, no se encontró su cuerpo.

ChanYeol sintió que su corazón se saltaba un latido, las posibilidades eran pocas, pero que si Kevin seguía por ahí, esperando por él, buscándolo.

Negó, tratando de borrar esa idea. – B… bien, creo que eso no era lo que querías decirme… ¿cierto? – BaekHyun trataba de refrescar sus labios repentinamente resecos con el pasar de su lengua. – No des más vueltas. Dilo. – de repente exigió, necesitaba saber más.

-En sus escenas del crimen… comenzaron a haber cambios, en especial en las últimas. Había alguien que lo ayudaba. – ChanYeol se sintió sorprendido, un tanto asustado de lo que diría. – Hubo una testigo y otros traficantes de drogas que fueron atrapados y han hablado un poco de sus tratos con K. Algunos mencionaron a un compañero y…

-Deja de dar rodeos. – su tono bajo una octava. – Crees que fui yo ¿no es así? – y después de tanto tiempo sintió su voz firme, sin titubeos.

Los ojos de BaekHyun se agrandaron. – No. Es que, solo pensaba que podrías saber, ese chico, pudiste haberlo visto alguna vez, solo tenemos una captura borrosa del posible cómplice y- – sus ojos se encontraron, ChanYeol le desafiaba. BaekHyun froto su cara. – Su complexión es parecida y yo encontré una foto, donde están K, Mongryoung y... tu. No parecías asustado, eso fue-

-Su nombre no es Mongryoung, se llama Lucky. Deja de nombrarlo así, es desesperante y él es mío.

-¿Qué? – BaekHyun se sintió descolocado. – ¿Cómo- 

-Y no, no estaba asustado. Kevin me protegía, él no me haría daño, estuvo conmigo en los peores momentos, me comprendía y ayudaba. – no sabía a quién intentaba convencer, si realmente a BaekHyun o, a él mismo, ya no estaba seguro. – En él encontré lo que necesitaba y ¡nunca me cambio a la primera oportunidad que tuvo! ¡No como tú! – su voz se alzó innecesariamente, llamando la atención de varios. Se sentía frustrado, la verdad era que Kevin también lo había abandonado. 

-¿De qué hablas, Channie? Ese hombre no fue más que un maldito secuestrador y asesino y yo jamás te cambie ¿Por qué lo haría? Ese hombre intento meterte ideas, pero los que te amamos-

-¡Cállate! – grito, poniéndose de pie.

Algunos guardias los miraron, comenzando a acercarse para detener la discusión.

-Channie, cálmate por favor. Yo no quería hacerte sentir mal…

-¡Joder! Deja de llamarme así. ¿Por qué simplemente no te vas con SeHun para que te coja como te gusta? Porque yo no fui suficiente ¿cierto? Solo esperaste la mejor oportunidad para estar con él. ¿O qué? ¿Pensabas tenernos a los dos? – su risa fue amarga. – ¿Si quiera fuiste sincero alguna vez conmigo?

-¡¿Qué sucede aquí?! – uno de los guardias llego hasta ellos. – ChanYeol, debes calmarte.

BaekHyun se disculpó, rogando por un minuto más. Debía explicar, él no deseaba alterarlo y jamás le abandono, ChanYeol significaba una parte importante de su vida y lucho cada día por encontrarle.

ChanYeol se acercó a BaekHyun para que nadie más lo escuchara. – ¿Llegaste hasta acá para una declaración? ¿Es eso? ¿Me vas a encerrar en la cárcel, inspector?

BaekHyun se levantó para confrontarlo. – ¡No! Yo no vine a eso. ¿Cómo podría hacerle eso al hombre que amo?

-¡¿Entonces qué?! – el guardia se le acerco, tomo de su brazo para alejarlo.

-La visita se terminó. Inspector Byun, le voy a pedir que se retire.

-No, espere, solo un momento más. ChanYeol…

-¡Lárgate Byun! – el guardia lo dirigió fuera de las salas de visita. – ¡Nunca más vuelvas, escuchaste! Para mí estas muerto, así que hazte un favor y has lo mismo.

Se sentía alterado y totalmente fuera de sí, golpeo la almohada de su recamara hasta destrozarla.

-¡Hey amigo! Si no quieres esa almohada solo tienes que dármela, la mía ya no es tan cómoda.

-No es buen momento, SungJae. – resoplo con furia.

-Contigo nunca es buen momento, amigo. – se sentó en la cama, jugando con el relleno que había salido de la almohada. – Todo el mundo aquí pudo escucharte ¿sabes?

-¡Me vale una mierda!

-Wow, es lo más que has hablado conmigo. Que gran día. – sonrió.

-Joder, necesito un cigarro.

-Gánale a HyunSik en el ajedrez.

-¡Ah! Vete de una vez, SungJae.

-Bueno, me voy. Yo solo decía que si le ganas a HyunSik podrías conseguir lo que quieras. Ese hombre es como un genio que puede cumplirte deseos si le llegas a ganar, aunque realmente es casi imposible.

-Park ChanYeol. – entro el director del centro. – Dirígete al consultorio de Peniel.

SungJae rió. – Te van a regañar. – señalo con burla.

-SungJae, creo que deberías estar en la cocina, ahora. – el director le llamo la atención.

-Relajate, EunKwang, esos platos no se irán a ningún lado.

~

Por supuesto que Peniel lo sabía, y aunque no le presiono a dar explicaciones si lo mando a hacer algunas actividades grupales ya que necesitaba convivir más con otras personas, según él.

Era estresante, por el hecho de que algunos lo miraban como si fuese un monstruo malhumorado del que debían huir y otros como SungJae o IlHoon que veían divertido probar sus límites de paciencia.

Comenzó a intentar ganarle a HyunSik en el ajedrez, el desgraciado era un genio para el juego, pero ChanYeol era persistente y una vez que tenía algo en la cabeza iba por ello hasta lograrlo, así que lo logro después de varios intentos y consiguió una cajetilla de cigarrillos que aún no entiende como consiguió el hombre, pero que resguardo con gran recelo para fumar en los momentos más necesarios para él, pues en ese lugar ni siquiera les dejaban probar un poco de cafeína.

Y aunque castigaron sus visitas algunas semanas, su madre y hermana continuaron visitándolo, hablándole de lo inteligente que se volvía el pequeño ChanHyun y de cuanto lo extrañaba, al igual que Lucky como le habían renombrado.

-¿Sabes quién más te extraña, amor? – le pregunto su madre con aquella voz calma, pero ChanYeol no deseaba escucharle. – Él esta triste, lo puedo ver en sus ojos. – prefirió no contestarle. – No sé qué es lo que haya pasado entre ustedes; pero, al menos deberías darle una oportunidad de explicarse. No puedes esconderte para siempre. – acuno con cariño su rostro y beso su frente, justo como lo hacía cuando era un niño. – KyungSoo y su amigo quieren pasar un rato contigo hoy, así que es momento de que nos vayamos, creo que él podría ser una buena compañía para ti. – se despidieron, dejando entrar a KyungSoo y JongIn.

~

-Entonces, – comenzó Peniel, dejando una taza de té frente a ChanYeol. – ¿Quisieras decirme algo hoy? – ChanYeol giro la cabeza hacia la ventana, mirando las hojas de los arboles moverse. Peniel suspiro. – Sabes que no voy a presionarte; pero, llevamos varias sesiones en las que no deseas decir palabra, no puedo ser siempre yo el que hable; además, sé que en actividades grupales te niegas a participar. ChanYeol, no puedo ayudarte si tu no lo deseas, y no entiendo que te llevo a dar nuevamente un paso hacia atrás, pero esto no puede seguir así.

ChanYeol lo miro de reojo por un momento, sintiéndose culpable con ese hombre que no intentaba nada más que ayudarle sin juzgarlo, pero como podría decirle lo que había pasado con Kevin, lo que había hecho junto a él, ¿y que si le decía que había asesinado personas, que harían con él? Seguro lo mantendrían encerrado por siempre como a un desquiciado más.

-Tal vez he sido yo el que no ha podido ayudarte, así que te redirigiré con el terapeuta MinHyuk, quizá con el logres-

-¡No! – le interrumpió. – Por… por favor. No quiero un terapeuta nuevo. Yo… quiero hacerlo, hablar de lo sucedido; pero, tengo… tengo miedo. Seré juzgado, hice cosas terribles y…

-Inténtalo. – ChanYeol por fin le sostuvo la mirada. – Te prometo que todo lo que digas en este consultorio no saldrá de aquí. Nadie te va a juzgar.

-¿En serio? – Peniel asintió, pero aun así dudo. – Es que… esto me va a deshacer, y no quiero, yo…

-Tal vez sea lo necesario. Alguna vez has escuchado la historia del fénix, para renacer tuvo que convertirse en cenizas. Si es momento que convertirte en polvo hay que hacerlo, tal vez duela y tarde, pero algún día podrás resurgir de todo esto. – le dio una sonrisa conciliadora. – ¿Qué dices, lo intentamos?

Tomo con fuerza sus brazos, sintiendo tras la tela la marca que Kris le había dejado, recordando también la marca de su pecho. Saco de su bolsillo el dije de ala de su madre y con una mirada fija, asintió.

~

Lo que Peniel le había dicho no se comparaba a lo que sintió en cada sesión donde a él le tocaba hablar, después de tanto tiempo callando, todo comenzó a brotar como si una olla de presión hubiese estallado.

Su padre, su madre, hermana, amigos, BaekHyun, Kris, todos llegaron a su mente como una avalancha; podía sentir mucho dolor, resentimiento, vergüenza, culpas.

Era un asesino; y, cuando fue el turno de confesar su pecado tuvo miedo por la reacción de su terapeuta, pero su rostro continuaba imperturbable, como si jamás le hubiese confesado el asesinato de su padre o el de otra persona que a él no le debía nada.

Aun así se sintió tan ligero, un peso enorme había sido quitado de sus hombros y las consecuencias después de esto no le importaron mucho y por primera vez en mucho tiempo no sintió la necesidad de correr a intoxicar su cuerpo, esta vez en lugar de un cigarrillo para calmar sus nervios, eligió la vista del patio para contemplar, nunca había aunado en detalles del pintoresco sitio.

-¿Es mi imaginación o de verdad parece que hoy no odias al mundo? – SungJae se situó a su lado, ofreciéndolo una barra de chocolate que le había robado a la cocinera. – Hoy no me vas correr ¿verdad? – ChanYeol le frunció el ceño. – ¡Aish! Pensé que hoy sería el día. Bien, me voy, no hace falta que me corras.

-SungJae. – le llamo antes de que se marchara.

-¿Si? – pregunto con cuidado.

-Dame esa barra de chocolate, bastardo.

SungJae mira la barra y se la aventó a ChanYeol quien la atrapo sin esfuerzo. – Eso significa que somos amigos ¿no?

-Pensé que eso ya lo habías decidido hace tiempo.

SungJae rió. – Bien, amigo, pon atención. Te platicare de las locuras de hoy, ChangSub espanto a la nueva enfermera…

Está bien, por el momento podría soportar a su raro y exasperante amigo.

-¡Jóvenes! ¿De dónde sacaron ese chocolate? – salió la cocinera con la pala en mano.

-Demonios ¡corre, ChanYeol!

-¿Qué?

~

Peniel le llamo un día antes de su día de cita.

-Peniel, de verdad que no sabía que ese cabeza hueca de SungJae había robado el chocolate a la cocinera y-

-¿De que  estas hablando?

-Ah, de nada… ¿Qué sucede, para que me llamaste hoy?

-ChanYeol, hay alguien en el consultorio que quiere verte.

Era extraño, ni siquiera era día de visitas y si el director lo hubiese querido ver lo llamaría a su oficina. Siguió en silencio a su terapeuta.

La puerta fue abierta, revelando a la persona que lo buscaba.

-Baek ¿Qué… haces aquí?

-Hola, ChanYeol. – saludo.

-Los dejare hablar tranquilamente. Cualquier cosa estoy afuera ¿de acuerdo ChanYeol? – asintió y dejo que su terapeuta se fuera.

La habitación se llenó de silencio nuevamente, esperando a que cualquiera de los dos rompiera la incomodidad.

-Primero que nada, quiero disculparme contigo. No fue el momento apropiado para… – BaekHyun fue interrumpido por la mano de ChanYeol.

-Lo entiendo. BaekHyun, ya que estas aquí,...quisiera decirte toda la verdad.

-No ChanYeol, no es necesario.

-Lo es. Quiero… debo hacerlo. Así que por favor, solo escucha hasta el final.

El asentimiento de BaekHyun fue la clave para continuar, ambos se sentaron en los sillones, frente a frente.

Tardo un poco en reacomodar sus ideas, no tenía idea de por dónde comenzar, pero no habría mentiras, necesitaba decirle a BaekHyun todo lo que había pasado y, enfrentar su castigo.

Le contó desde su pasado en la infancia, cuando las cosas comenzaron a caer frente a él y toda su vida se llenó de actos ilícitos, pesadillas y sueños destruidos; después de todo, ChanYeol le había prometido contar todo aquello antes de desaparecer.

Prácticamente toda su vida había estado llena de quebrantos, drogas, peleas, traiciones; sin embargo, nada pudo compararse a los actos cometidos durante aquel año, no solo había ayudado a Kevin a realizar sus trabajos cuidándole la espalda, también había colaborado en el peor de los delitos, el homicidio.

El clima cambiaba afuera, el viento azotaba las ventanas, simpatizando con los sentimientos ebulliendo en el interior.

Las palabras de ChanYeol atravesaban como dagas el alma de BaekHyun, no solo por la sorpresa de saber que la persona que amas sufrió y causo sufrimiento, en su ser flotaba el sentimiento de culpa. Baek había estado tan feliz de encontrarle y hacerlo formar parte de su vida que nunca se dio cuenta de la bomba de tiempo que se alojaba en su interior, propensa a explotar y sacar los rencores que ChanYeol escondía.

Y tal vez, aunque no hubiese conocido a Kevin, a ese ser resentido y maligno; en algún momento, ChanYeol hubiera buscado la liberación que pedía a gritos su mente; pero no a tal grado.

Kevin había sido su parte de comprensión y empatía que sin saberlo buscaba con desesperación; BaekHyun no concordaba con la desesperación que su interior sentía y quizá pensó que jamás tendría comprensión necesaria con él.

Toda su historia fue contada en resumen, dando a conocer al verdadero hombre; y, la mente de Baek era un enredo de sentimientos y palabras no dichas, y es que ¿Qué podía decir en ese momento?

-Si tú quieres que hoy mismo vaya a declarar, lo hare. – ChanYeol se abrazaba a sí mismo, viendo su futuro tras las rejas. – Enfrentare mi castigo.

El labio inferior de BaekHyun seguía atrapado entre sus dientes, evitando el notorio temblor que producía. – Nunca lo ame. – ChanYeol frunció el ceño pidiendo una explicación. – A SeHun. Solo lo vi como a un hermano, un buen amigo y, nunca podré verlo de otra forma.

ChanYeol formo una mueca. – Ahora te creo. Después de todo, tú nunca me mentiste realmente; pero, todo me era confuso y… él llego.

-¿Le amas? – pregunto. – ¿A... Kevin, aun le amas? – ese nombre salia forzoso de sus labios.

-Yo… pues…

-No lo haces. ¿Verdad que no? solo fue la empatía al encontrar a alguien que necesitaba ayuda, tu eres una buena persona, solo quisiste ayudarlo-

-Baek. No puedes definir lo que sentí o lo que siento.

-Bien, pero no lo haré. Te lo dije antes, no voy a decir nada, solo finjamos que nunca paso ¿de acuerdo? Empecemos de nuevo. Te cuidare y apoyare en todo lo necesario, yo… estaré contigo. Viajemos a la playa o mejor vivamos cerca de una. Tu querías conocer la playa así que olvidemos todo y-

-¡No, BaekHyun! – respiro agitado. – ¿Cómo podría? ¿Qué no lo entiendes? Soy un asesino. Soy una persona peligrosa.

-¡No lo eres! – replico.

-Lo soy. Baek, mate a mi propio padre. – no pudo evitar soltar un sollozo. – Lo vi en sus últimos momentos, mientras ardía entre las llamas que ¡yo! provoque.

BaekHyun sacudió la cabeza, no podía pensar en ChanYeol haciendo algo así. – Él te maltrato y te mintió. – se levantó para acercarse al menor, cojeando por la falta del bastón hasta llegar a su lado. Le miro con cuidado y coloco una de sus manos sobre la de ChanYeol, recordando el tamaño de ambas y lo bien que solían encajar.

-¿Eso te ha detenido al encerrar a alguien como yo? – los ojos de ambos se volvían rojos, reprimiendo sollozos. – No, claro que no.

No insistió en ir preso, siendo sincero, el que Baek no lo quisiera encerrar le aliviaba muchísimo, pero eso no cambiaba el hecho de que debía pagar de una u otra forma. – No vuelvas a buscarme. No soy alguien bueno para ti.

La risa de BaekHyun fue amarga. – No puedes estar pidiéndome eso en serio. – ChanYeol bajo la mirada. – Mírame a la cara. – exigió. – ¿Ya no me amas?

No respondió, no pudo hacerlo, no estaba seguro de que carajos sentía cada día, como podía definir un sentimiento por otro ahora.

BaekHyun se levantó, sus ojos derramaban con más abundancia lágrimas. – Esta bien. – sonó quebrado. – Si eso es lo que necesitas para estar bien, solo me alejare. – quiso decirle más, que aunque se alejara jamás lo olvidaría ni lo dejaría de amar, pero su voz no colaboraba, así que solo se dirigió por el bastón que reposaba al lado del sofá, le vio por última vez y salió para alejarse de su vida.

ChanYeol se lo había pedido, pero aun así no pudo evitar que el dolor lo invadiera y que un sonido de desahogo viniera acompañado de muchos más. Peniel entro a verle, solo se agacho a la altura de ChanYeol ofreciéndole una caja de pañuelos y dejando que soltara todo sentimiento negativo, mientras  ChanYeol se aferraba con fuerza a aquel dije de ala.

-Sentir dolor es inevitable, ChanYeol, sufrir es una elección. Tienes a un grupo de personas para apoyarte, ahora, todo depende de ti.

 

“Sentir dolor es inevitable, sufrir es nuestra elección.” Buda


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