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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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Kris se consideraba una persona con infinidad de demonios dentro de su ser, él no tenía compasión por nadie, él no ayudaba a nadie, y por supuesto él no amaba a nadie; pero, cada que ponía una mano en ese chico, cada que lo dañaba, o lo veía llorar, algo en su interior se retorcía, ¿cómo era posible? Kris solo albergaba sentimiento negativos y de odio hacia aquellos que le dañaron y quitaron todo y en general hacia prácticamente todo el mundo.

Y entonces se producía un debate en su mente, una parte le decía que ese chico ni siquiera tenía nada que ver con su venganza, que si lo que quería era dañar al inspector, solo habría que hacer uso de sus habilidades y terminar con este; también estaban las voces que le decían que esto era lo correcto, dañar despacio, extenso y despiadadamente; aunque también estaba esa parte que le decía que lo quería a su lado, era un chico agradable a su vista y perderlo seria estúpido.

Pero ahí estaba él corriendo detrás de su presa, estaba molesto por la forma en que estaba huyendo, los golpes, las palabras que le hacían hervir y sobre todo cuando termino amenazándolo con un pedazo de cristal que él mismo había dejado olvidado un tiempo atrás, se burló de sus tontas intenciones, y entonces no vio venir lo siguiente y ChanYeol se había dañado así mismo provocándose un corte profundo en su muñeca, la sangre brotaba y se esparcía por alrededor, le quito el pedazo de cristal y trato de cubrir su herida, era raro porque Kris amaba ver la sangre brotar de los cuerpo, pero ahora estaba inquieto por la necesidad de parar la hemorragia, observo al chico desfallecer y no sabía qué hacer, solo se quitó su polera y la enredo alrededor de la herida, cargo y llevo de vuelta hasta su casa donde no le quedo de otra más que hablar al único hombre que conocía el lugar donde habitaba, este de profesión en medicina, se había especializado en psiquiatría para librarse de cirugías y horarios extensos, pero aun sabia como curar una herida de esa magnitud y lo más importante era que no vivía tan lejos de su oculto hogar.

 

El medico llego tan rápido como pudo con todo lo necesario para tratar al chico, al entrar al cuarto y ver al pálido y demacrado joven sobre la cama, sangrando, respirando con dificultad y prácticamente muriendo, se recrimino en no poder parar la venganza de su amigo, porque si, ese medico consideraba a Kris como un amigo - ¿Qué has hecho? – le reprendió apaciguadamente.

-Ah… yo no…

-Solo ayúdame. – le interrumpió y le dio algunas cosas - Sanitiza tus manos, colócate los guantes ayúdame en todo lo que te pida, debemos ser rápidos e impedir que siga la hemorragia y cerrar heridas.

El medico comenzó a sacar varios de sus instrumentos y con gran habilidad y ayuda de Kris, cerro la herida que se presentaba en la muñeca izquierda, pero sabía que el chico necesitaba de un donador urgente si no quería que entrara en un shock hipovolémico* grave, porque entonces no habría regreso, él no podría salvarlo.

Kris termino donando de su propia sangre con tal de salvar de ChanYeol, era lo menos que podía hacer por este.

-Él te importa – no había sido una pregunta, pero Kris trato de defenderse y negar cualquier cosa – No trates de engañarme, simplemente pudiste dejarlo morir – menciono con tono bajo y calmo mientras terminaba su trabajo y le colocaba una máscara de oxígeno.

-Lay, basta. Solo trato de salvarlo porque aún me es útil.

Ignoro las excusas de Kris y trato las heridas de menor importancia, limpio, desinfecto y vendo con sumo cuidado como pocos médicos lo harían  -Te dejare indicaciones, está muy débil, así que no creo que despierte por hoy, pero tienes que cuidarle y mañana vendré a dejarte medicamento para él.

Kris asintió y atendió a las indicaciones.

-También traeré para ti tu medicamento y más te vale tomarlo – oyó a Kris bufar, Lay le miro fijo – Me has metido en este embrollo, ahora debes cumplir con una cuantas pautas de mi parte.

Observo al médico irse y él se quedó al cuidado del menor, no durmió en toda la noche, checo a cada rato que todo estuviera bien, que el oxígeno fluyera de forma adecuada, que el tórax de ChanYeol subiera y bajara a buen ritmo, le reacomodo para evitar ulceras, le coloco paños de agua fría para bajar la temperatura e incluso movió los mechones de cabello que tapaban su rostro.

 

Al siguiente día escucho al médico entrar por la puerta, ni siquiera tuvo que levantarse para abrirle, Lay ya sabía dónde se encontraban las llaves de repuesto, Lay ya sabía muchas cosas de él.

-Vaya, no has dormido nada – le dijo al ver las ojeras que abarcaban casi la mitad de su rostro.

-Bueno, eso que importa. No ha despertado, ¿Eso es normal? ¿Hasta cuándo dormirá?

El medico sonrió ligeramente, dejando ver sus hoyuelos en las mejillas – Ten paciencia, él despertara cuando sea necesario, ahora déjame trabajar – tomo todos los signos del menor e introdujo el medicamento por la intravenosa – Esta mejor, aunque aún es necesario estar monitoreándolo.

-Entiendo – dijo fingiendo no importarle.

Lay saco un frasco de su maletín y se lo extendió a Kris, este sabia de que trataba – Ahora es tu turno.

-¡Agh! No entiendo como no te he matado.

No tomo mucha importancia al comentario pues Kris nunca le dañaría, lo supo desde tiempo atrás cuando lo conoció que él jamás lo lastimaría – Kris, tómalas, ahora – vio la reticencia en el rostro del otro – Bueno, si no vas a cumplir tu parte me iré – comenzó a guardar sus cosas.

-Las tomare – se apresuró a decirle, pero no bajo su maletín hasta que observo al rubio tomar sus pastillas – Listo ¿Contento?

-Se podría decir – sonrió dulcemente.

Lay se marchó, pero estaría regresando a vigilar de sus dos pacientes, y Kris continuo a los cuidados del menor.

***

Todo estaba lleno de sangre, cada que daba un paso sentía el espeso liquido sobre sus pies, no sabía a donde dirigirse ni que hacer para salir de ahí, pero diviso una cabellera rubia, era su Baek, corrió así él y observo como salía a borbotones la sangre de su cuerpo.

-¿Baek? – se acercó y trato de tapar la herida, pero todo su cuerpo sangraba – Amor ¿Qué sucedió? – le abrazo sin saber que más hacer.

-Channie – menciono con voz suave y débil – Lo lamento, pero… creo que tengo que irme.

-¿Qué? No Baek, todo saldrá bien, resiste – grito por ayuda pero nadie había a su alrededor.

-Ya no importa, él lo logro, nos ha separado, no pude salvarnos.

-¿De qué hablas? – el chico desfalleció - ¡Baek! ¡BAEK! ¡No te vayas! ¡No me dejes! ¡Baek!...

Y pronto abrió los ojos, su respiración era agitada ¿una pesadilla? se preguntó, trato de acoplar su vista al lugar, el cuarto estaba oscuro, solo una suave luz de una lámpara alumbraba el sitio, se quiso levantar pero sintió dolor por todo el cuerpo.

-Hey, que bueno que ya despertaste – le hablo una voz suave y tranquila, aumento un poco la intensidad de luz emanada de la lámpara y vio el apacible rostro de un joven con bata blanca varios años más grande que él

-¿Qué…? – salió su voz más ronca de lo normal y se percató de la mascarilla.

-¿Quieres agua?

ChanYeol asintió, el medico bajo la mascarilla y le ayudo a beber del vaso.

-Déjame revisarte ¿De acuerdo? – observo al médico checando signos y haciéndole varias preguntas y fue cuando recordó todo, volvió a ver su entorno, ¿Dónde estaba? ¿Era libre? Al observar con cuidado noto un sillón de plazas con alguien acostado sobre él, no distinguía  de quien se trataba por la poca luz, pero una parte iluminaba su cabeza, dejando ver su cabellera rubia ¿Era BaekHyun?

El medico observo como veía hacia el cuerpo acostado en el sillón – No durmió durante dos días, será mejor que lo dejemos descansar un poco.

ChanYeol quería preguntar si ya era libre, si todo había acabado, pero el médico le interrumpió al decirle que bajaría a prepararle algo ligero para comer.

No le quedo de otra más que esperar a que regresara el médico, aunque al regresar tampoco lo dejo hablar y se dedicó a hacerlo comer.

-Es hora de irme.

-¿Qué? No, espera… - le tomo débilmente de la mano.

-Calma ChanYeol, estarás bien. Por cierto llámame Lay.

-Lay, ¿Quién es él? – señalo al chico acostado.

-Ah…

-¿Es BaekHyun?

El médico no sabía cómo responder, está envuelto en un coctel de emociones y decisiones entre su amigo y él chico.

-¡Kris! – le llamo al otro para despertarlo – Es hora que me vaya, ChanYeol queda a tu cuidado.

El otro comenzó a despertar y a estirarse dejando ver su larga figura – No… – gimoteo ChanYeol – No me hagas esto, ayúdame – rogo al médico, apretando su agarre.

-Escucha – se acercó y acaricio su frente – Recupérate primero y después prometo hablar con él, ¿Si? – movió la mano del menor.

El medico tomo su maletín y salió a prisa.

-¡No, por favor! ¡Ayúdame! ¡Sácame de aquí! – grito desesperado, trato de quitarse la intravenosa, pero fue detenido por Kris.

-¡Basta! – le freno.

-¡¿Por qué no me dejaste morir?! ¡Te odio! ¡Ya déjame! – pero Kris no le soltó hasta que se calmó y finalmente se durmió.

**

Kris estaba exhausto, no podía quitarle los ojos de encima al menor sin que este intentara hacer cualquier estupidez, se había despojado de la intravenosa, se intentaba levantar lastimándose más las costillas, se quitaba los vendajes y cada que Kris se acercaba le golpeaba e impedía que le tocase, estaba harto de eso y lo peor era que Lay no se había presentado al hogar, y tal vez lo haría hasta que fuera necesario quitar los puntos de la herida de su muñeca y pie.

-Vamos, come – le insistió, pero el otro simplemente no quería tomar las cosas ni abrir la boca – Yeol, no me obligues a hacerlo por la fuerza – el menor lo volteo a ver furioso.

-¿Para qué te molestas? Déjame en paz, solo quiero que esto termine de una vez por todas.

Y antes de replicar, Kris escucho sonar su celular, se apartó un poco para responder a una voz furiosa.

ChanYeol observo apartarse al mayor, no había visto nunca su celular y quizá si lograba quitárselo podría pedir ayuda y salir, solo se le ocurrió una idea, tomo el vaso de vidrio que se encontraba en la encimera al lado de su cama y sin pensarlo más tiro con toda la fuerza que podía que en ese momento no era mucha.

Kris se giró a tiempo para ver el vaso acercarse hacia él, solo pudo moverse un poco antes que el vaso se estrellara a un lado de su frente.

Suspiro frustrado - Te marco después – colgó al tipo enfurecido, llevo su mano hasta su frente y sintió un hilo de sangre correr por su cara.

El menor comenzó a temblar, su tiro fallo estrepitosamente y no sabía las consecuencias de eso.

Kris se acercó a paso veloz hasta la cama, tomo del cuello del suéter y jalo con fuerza el cuerpo de ChanYeol hasta prácticamente sentarlo – Entonces quieres morir – dijo con los dientes apretados – Eso está bien, pero ¿sabes lo que hare? – ahora formo una sonrisa ladina – Te entregare en cachitos al inspector, dejare que llore y sufra por la imagen que no abandonara su cabeza, y solo entonces, le haré lo mismo que a ti, ¿Qué te parece eso?

ChanYeol contuvo el aliento, recordando una de sus pesadillas, no quería que Baek sufriera, no podría perdonárselo nunca, sintió una lagrima traicionera salir de su ojo derecho, fue soltado de forma brusca haciendo doler sus costillas, observo al rubio tomar del plato con comida e irse, dejándolo absolutamente solo.

 

Comenzaba a anochecer, solo logro estirarse y prender la lámpara de una encimera, pero tenía hambre y mucha sed; se acostó de un lado y se impulsó con esfuerzo hasta sentarse, ahora solo debía levantarse y entrar al baño él solo, le costó incluso mantenerse en pie, tenía una cortadura en uno de ellos, aun así siguió, con pasos claudicantes y, antes de dirigirse al baño observo por la ventana, hasta ese momento ni si quiera sabía que se encontraba en el segundo piso, era alto y ya no se permitió pensar cosas absurdas, solo observo la zona boscosa, sin casa a la vista, nada más se mostraba desde esa vista.

Tomo un poco de agua de la llave, solo para calmar la sed, seguido de eso observo la amplia bañera color perla, se sentía asqueroso, no había tenido una ducha en varios días y nada en él olía bien, así que ¿qué más daba?

Abrió las llaves y sintió correr el agua tibia de la llave, ¿Hace cuánto no se daba un baño cálido y relajante? Se despojó de toda su ropa y vendajes, probablemente no era buena idea hundir sus heridas al agua caliente, pero solo sería cuidadoso.

Entrar no fue tan problemático, pasar el rato y tallarse tampoco implico complicaciones, pero media hora después cuando intento salir de ahí, sí que tuvo problemas.

-Demonios – se reclamó por su estúpida idea, sus costillas y todo su cuerpo no ayudaban al esfuerzo que implicaba salir y lo peor fue que escucho la puerta abrirse y encontrar al mayor parado delante de él con un vendolete en la frente, justo donde lo había golpeado.

-Sal de ahí, hice algo.

El menor trato de ocultar su vergüenza al no poder salir así que lo intento de nuevo, pero que maldita suerte, respiro profundo, necesitaba salir de ahí a como diera lugar; pero entonces, sintió un brazo rodearle los hombros y otro pasar por debajo de sus rodillas para ser cargado y sacado de una vez por todas de ahí, fue sentado sobre la tapa del baño y sintió una toalla caer sobre su cabeza.

-Sécate, te traeré ropa – le dijo de manera calma, casi provocándole escalosfríos por lo abrupto de su comportamiento.

Después de secarse también recibió ayuda para cambiarse, un pijama de suave franela le cubrió y él estaba ardiendo de vergüenza, nuevamente fue cargado pero no se dirigieron a la cama, el mayor lo llevo en brazos hasta la planta baja y sentado en una silla frente a una mesa cuadrada, rápidamente un olor exquisito invadió sus fosas nasales.

El mayor sirvió fideos en un plato y se los puso enfrente con unos palillos al lado, ChanYeol no sabía que hacer ¿Era una trampa? Observo al rubio quien aún tenía la polera mojada por haberlo sacado de la bañera, después observo su cara y nada describía esta.

-Come – le ordeno sutilmente.

Y no lo pensó más, tomo los palillos y comió con un poco de desespero, no dejo nada, y la verdad es que no sabía tan bien como olía, pero en ese momento fue gloria, también recibió un vaso de jugo de naranja.

Vio a Kris abrir el refrigerador y sacar una cerveza, bebió la mitad de un solo trago, se le hizo agua la boca, no entendía porque si la cerveza no era de sus favoritas.

-¿Quieres? – le extendió  la botella.

Solo la tomo y bebió a pequeños sorbos, deleitando su garganta. Mientras tanto el otro saco otra y se sentó al frente de él, así paso un largo rato, solo viendo tomar al mayor, no decían nada, solo se miraban de vez en cuando.

-Guarda silencio de una vez por todas – escucho susurrar a Kris, aunque no sabía a qué se refería, pues nadie hablaba - ¡No! – grito, asustando un poco al menor.

-C… creo que es mejor que me vaya – señalo el cuarto en el que anteriormente estuvo encerrado, se levantó con dificultad, pero Kris no le dejo avanzar más y volvió a levantarlo en brazos para subirlo a la recamara.

ChanYeol se sentía totalmente confundido, como era posible que una persona pasara de ser tan atemorizante y demoniaca a ser alguien con una personalidad humana, todo esto le recordaba mucho a aquel libro viejo que había encontrado hace mucho tiempo en la pequeña estantería de su madre, en esa colección de libros se encontraba uno llamando “El extraño caso del Doctor Jekyll y el señor Hyde” el cual narraba la representación en una sola persona el conflicto interior del ser humano entre el bien y el mal, se preguntaba si Kris también habría bebido de una rara mezcla que le volviera una persona cruel y despiadada.

Ya en la cama se metió entre las cobijas y vio al otro cambiar su ropa por una cómoda y seca, y fue entonces cuando observo una enorme cicatriz en su costado izquierdo, probablemente provocada por una quemadura. Le vio sentarse en el sofá del cuarto y frotar ligeramente su cara, parecía tan inofensivo; sin embargo, temía que al igual que la historia a la mañana siguiente se convirtiera en Hyde, la cruel persona, el misántropo*.

-Oh, casi olvido tus vendajes – le desinfecto y cubrió de ellas y ChanYeol se preguntó por qué hacia todo esto.

-¿Por qué lo haces?

-¿A qué te refieres?

-Pues… - ya era tarde para arrepentirse - ¿Por qué matas, por que hacer todas esas cosas?

Escucho una risa del mayor – Hay personas que merecen eso y más, no tienes idea de la cantidad de atrocidades que puede hacer una persona de “bien” – hizo las comillas con los dedos – Además no entenderías.

-No lo sé, necesitaría oírte.

Y Kris le echó la culpa al alcohol en su sistema, pero sentía la necesidad de dar a conocer sus razones, de hablar de su origen.

 

 

*Shock hipovolémico: es una afección de emergencia en la cual la pérdida severa de sangre o líquido hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.

*Misántropo: Actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general hacia el género humano. 

Notas finales:

El siguiente capítulo ya es la historia de Kris.

Tengan buen día

(^3^)/


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