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RENACER DE LAS CENIZAS. por patjes

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La tarde estaba tranquila, el frío no era tan penetrante como días atrás, perfecto para llevar a cabo su trabajo en un pequeño y alejado bar, el bar Heaven.

A Kris no le agradaba que las personas lo miraran ni lo tocaran, por lo que al entrar a la instalación destinada subió su capucha y se sentó en una banca de una esquina frente a la barra, pidió una cerveza y dejo que el líquido amargo recorriera lentamente su garganta, mientras en su cabeza repasaba lo que tenía que hacer esa noche.

-Ya cállate, lo sé, ya cállate – susurraba y repetía Kris al aire, sin ningún receptor visible que lo escuchara.

Trataba de mantener la mirada gacha y sin ningún contacto visual; sin embargo, el cantinero, un señor de alrededor de unos 50 años, delgado y con zonas grisáceas en el cabello lo había descubierto hablando y lo miro extrañado, decidió entablar una conversación con aquel muchacho solitario del rincón.

-¿Esperas a alguien o vienes aquí solo? – le pregunto con voz animada.

Kris gruño, pero logro contestarle cortadamente – Solo – esperaba que el cantinero lo dejara en paz.

-Pues deberías de tener cuidado, últimamente andan personas locas atacando en Seúl y es peligroso andar solo…

-¿Cuánto le debo? – Kris cortó al cantinero, este le dio la cuenta y al tomar el dinero miro un poco de la cara del chico solitario, creía que era un muchacho guapo y joven, por lo que era raro que tratara de esconder su rostro, pero quién entendía a las nuevas generaciones.

Kris estaba por salir del bar y esperar por cierta persona afuera, pero una mano lo sujeto del brazo, se giró abruptamente listo para golpear a cualquier bastardo que estuviera enfrente, pero se detuvo al ver la sonrisa juguetona de una mujer de mediana edad, él sonrió ladinamente, pues no podía creer la suerte que tenía, “las presas llegan solas a la cueva del lobo esta noche”

-Hola guapo, hoy estoy muy solita ¿No quisieras acompañarme? – la mujer se le acerco más y le dio un guiño seductor.

-Claro preciosa ¿Qué te pareces si salimos un momento?

La mujer salió tomada del brazo de Kris y este no dudo en llevarla cerca de un callejón con la excusa de que cerca de ahí se encontraba su coche.

-Guapo, creo que te equivocaste de salida, este es un callejón y esta oscuro, mejor vamos a mi casa, tengo una botella de vino tinto exquisita – paso la lengua sobre su labio inferior, cosa que le provoco nauseas.

La mujer era mucho mayor a Kris, pero tenía un gran cuerpo y su ropa lucia estúpidamente cara para andar en un sitio como ese, eran obvias sus razones, la había seguido antes y la mujer solo buscaba un poco de diversión de chicos jóvenes en sitios de fácil acceso, sin embargo, esta no sería otra noche de diversión común.

Kris comenzó a besarla y a adentrarla más al callejón, empujo su espalda contra la pared para pegarse por completo a su cuerpo, hasta asfixiarla ligeramente por la presión.

-Hey, tranquilo galán… - soltó un quejido al sentir mayor presión sobre ella – Espera, así no.

-¡Yo decido como! – siguió besándola y mordiéndola hasta lograr sangrar su labio.

La mujer comenzó a asustarse por lo que intento empujar a Kris, pero este solo se apartó para propinarle un fuerte golpe en la cara que la derrumbo de inmediato hasta casi dejarla inconsciente.

La mujer iba a gritar, pero sintió la mano de Kris rodeando su cuello, se sentó sobre la mujer, bajo su capucha y sonrió con grandes ojos, transmitiendo temor.

-¿Sabes quién soy? – la mujer negó erráticamente.  Kris aflojo un poco el agarre de su cuello – Obsérvame bien, preciosa, tu, tu hermana y todos esos imbéciles que acabaron con todo una vez que pensaron que algunas personas ya no era de utilidad – soltó entre dientes y con voz un tono mas grave.

La mujer lo miro detenidamente a la cara y abrió como platos sus ojos - ¿Tu…?

-Lo sabes ¿No es así?

Kris se lanzó hasta sus labios mordiéndolos hasta casi arrancarlos, quito toda la ropa de la mujer, tomo su cuerpo de forma vulgar y dolorosa, la humillo por todo el tiempo que deseo, hasta que decidió que era suficiente de ella y así termino por romper de una vez por todas su cuello, saco su navaja y comenzó a delinear sobre el abdomen la letra K, normalmente era más detallado y prefería llevar a sus víctimas a otros sitios para atemorizarlos y después matarlos, pero con ella sentía la necesidad de terminar rápido su labor y dejar de mirar esa sonrisa que le provocaba nauseas, además la presa se había acercado esta vez a él y no podía desaprovechar la oportunidad, pero a momentos de terminar la marca, escucho una puerta abrirse, era la puerta trasera del bar donde momentos antes estuvo y logro ver la cara del cantinero, no tenía tiempo de hacer nada más, bajo su capucha rápidamente y corrió lejos del sitio.

 

Casi una semana había pasado desde su último ataque, las cosas transcurrían de manera monótona, sabía que no muchas personas se atrevían a denunciar por miedo a ser las siguientes víctimas, por lo que continuo con tranquilidad. Esa mañana entro a una cafetería para comprar su americano, se dirigió a una mesa de la esquina y se permitió beber con calma, la televisión estaba prendida, justo en el canal de las noticias, una reportera esperaba en las afueras de la Comisaria de Seúl de donde salía el nuevo inspector en jefe del DESS, Byun BaekHyun, varios reporteros se colocaron a su alrededor para escuchar las palabras del inspector.

“Hoy queremos dar a conocer a la comunidad sobre los avances que se tienen del nombrado asesino de Seúl, “K”. Gracias a los esfuerzos de la división especial de seguridad, conseguimos un retrato hablado de un testigo (el retrato apareció en el lado superior derecho de la pantalla), además de algunas descripciones físicas: hombre de tez clara, de entre unos 25 a 28 años de edad, alcanzando casi los 1.90m de altura, cabello rubio, de complexión fuerte, semblante serio y reservado; es importante decir que es probable que este asesino sufre de alguna enfermedad mental. Solo me queda decir que sean cuidadosos en especial por las noches, viajen acompañados y observen bien el retrato, si tienen información del sospechosos no duden en comunicarse con la comisaria…

Kris apretó en demasía el vaso que sostenía, derramando el líquido negro por sus manos, salió de inmediato de la instancia, cubrió su cabeza con su capucha y llego al sitio que ocupaba como hogar desde hacía poco tiempo, un sitio olvidado por la policía, apenas entro descargo la furia que guardaba en su interior, rompió una lámpara y pateo todo lo que tenía al frente, su sangre hervía, no solo había sido expuesto, sino que había sido llamado loco y eso lo irritaba al punto máximo, tenía sed de venganza y estaba seguro de quien era el maldito que dio a la policía toda esa información, lo mataría, no dejaría que ese cantinero siguiera respirando, pero no sería el único, el inspector también sufriría por haberse metido en su camino, se encargaría de provocarle mucho dolor.

“Ve por ellos, Kris, mátalos, destrúyelos…”

 

Esa misma noche Kris saco su vieja camioneta negra de su pequeño garaje, era extraño ver un auto así en una zona como esa, por lo que eran contadas las veces que la sacaba y hoy sería un día especial para dar un paseo.

Pensaba que aunque era una noche fría, el ambiente se sentía relajado y tranquilo por lo que decidió bajar cerca del río Han y pensar en una forma que lo llenara de satisfacción al terminar con sus objetivos; pero al llegar a las banquillas sus ojos se encontraron con un chico alto, cabello negro y atractivo a su vista, este estaba sentado mirando fijamente hacia enfrente donde una hermosas luces multicolores iluminaban las orillas del rio, el escenario era hermoso, mas Kris no miraba los foquillos encendidos, miraba la seria cara masculina y contradictoriamente tierna del muchacho que lo hizo olvidar por un momento su propósito; si bien Kris disfrutaba de grandes senos y faldas cortas, su gusto era más hacia una entrepierna abultada, el chico  vestía con unos sexys vaqueros ajustados, rotos por las rodillas y una simple sudadera en color negro que lo hacía ver más varonil y misterioso, quería acercarse, pero pronto su intento se vio frustrado cuando un chico más pequeño se colocó a espaldas del otro tapando sus ojos, el más alto se giró y beso en la boca a su ahora acompañante, los observo de lejos lamentándose por la inoportuna llegada del pequeño rubio, la expresión del alto había cambiado por completo a una más alegre con una sonrisa encantadora como nunca había visto en nadie más y que incluso le daba un toque de inocencia, al verlos separarse, Kris sonrió por la increíble idea que llego a su cabeza, pues frente a él se encontraba el nuevo inspector.

 No los perdió de vista todo el tiempo que estuvieron hablando y riendo ruidosamente en esa banca frente al río, era evidente lo mucho que el inspector Byun amaba a su chico y lo feliz que lo hacía, pero pronto haría que ese brillo especial desapareciera.

Después de un rato, la pareja se levantó y se dirigió al auto del inspector, Kris los siguió hasta un estacionamiento, él se quedó varios metros atrás para no despertar sospechas y los vio dirigirse a un bar exclusivo de la ciudad. Esperaría, Kris tendría toda la paciencia necesaria con tal de vengarse de aquel inspector que intentaba no solo atraparlo sino también exponerlo llamándolo loco.

Pasaron varias horas y el trasero de Kris comenzaba a entumecerse, se removía incomodo en su asiento, pero su espera dio resultados, ambos salieron de la puerta trasera del bar, a esa hora no había gente por esos rumbos y la calle no era tan iluminada como se pensaría de un sitio exclusivo, pensaba en atacar en un descuido; sin embargo, el inspector había dejado al chico para ir por su auto.

 Kris avanzo apenas desapareció el inspector, estaciono su camioneta justo enfrente del chico alto, se bajó y miro sus mejillas sonrojadas obviamente por su estado alcoholizado, le sonrió ladino.

-¿Qué me miras? – Le dijo el chico entre hipidos – No sé qué quieras, pero mejor aléjate, no me interesa nada de ti.

Kris no le respondió, no había tiempo, solo se impuso para darle un buen golpe en la cara que lo mando directo al suelo con la nariz comenzando a sangrarle, pensó que era suficiente, estaba por llevarlo a su hombro para meterlo a la cajuela pero en cambio, recibió un codazo directo en la boca que también lo hizo sangrar, la verdad era que no esperaba que una persona en ese estado pudiera dar tal golpe, pero era todo para el chico, pues ya no podía mantenerse en pie, lo jalo del cuello rompiendo de paso algún accesorio y le propino otro golpe que lo llevo a la inconsciencia, pronto lo cargo como costal de papas y aventó en la cajuela, escucho otro auto acercarse por lo que subió a prisa a su asiento y arranco antes de siquiera reaccionara el inspector.

***

 

ChanYeol comenzaba a despertar, se sentía confundido, no percibió luz alguna, se sentía incómodo y adolorido, pensó que tal vez la resaca comenzaba a surtir efecto, pero podía sentirse en movimiento por lo que pensó que Baek lo llevaba en su auto, así que solo se permitió regresar a la inconsciencia.

No sabe cuánto tiempo tardo en volver a despertar, pero esta vez el dolor punzante en su cabeza era más intenso, al igual que en varias zonas del cuerpo, en especial por el ardor que sentía cerca de su hombro derecho. Esperaba que su pequeño Baek llegara con una pastilla para el dolor, algo para el desayuno y que su regaño no fuera tan duro por permitirse quedar en tal estado de ebriedad, no lo volvería hacer, lo apunto en su cabeza.

Trato de abrir poco a poco los ojos, pero solo encontraba oscuridad y el entumecimiento de su cuerpo lo hizo pensar que no había dormido en una muy buena posición, trato de girarse y fue entonces cuando sintió su corazón agitarse, sus brazos estaban colocados hacia atrás de su espalda con las muñecas presas por una soga, al mover las piernas se percató que sus tobillos también estaban unidos. Trato de removerse y zafar sus extremidades de sus ataduras, pero con el movimiento solo logro dañarse, pensó que para ser una broma era demasiado por lo que trato de llamar a su novio.

-¡Baek! ¡Baek… Pequeño ¿Dónde estás?! – se impaciento.

Después de un momento escucho pasos acercándose, la perilla se giró y las luces fueron encendidas cegándolo por un momento, parpadeo repetidas veces para acostumbrarse a la luz, entonces vio a un tipo alto acercándose a paso lento, definitivamente no era su Baek, lo miro a la cara y fue como un gran golpe de recuerdos inundando su mente.

-¿T-tu, ayer…?

-Me sorprendes que recuerdes – escucho en su voz intensa, grave y burlona - ¿Cómo te llamas, cachorro?

-¿Qué…? ¿Qué quieres?

El tipo se agacho y tomo de la mandíbula de ChanYeol para que lo mirara fijamente – Aquí yo hago las preguntas ¿Estamos? – apretó con mayor fuerza antes de soltarlo – Mejor se bueno si quieres vivir y quieres ver vivir al inspector.

El simple hecho de la mención de BaekHyun puso a ChanYeol nervioso - ¡¿Qué hiciste con él?!

-Hey, no seas tan escandaloso – tomo de su cabello para halarlo y acercar su boca a su oído y susurrarle, mientras ChanYeol apretaba los dientes - ¿No entiendes la situación? ¿Eres idiota? Estas jodido, ahora eres mi prisionero y todo por culpa de tu noviecito – rio con sorna y soltó sin piedad de sus cabellos – Podría acerté sufrir, tomar de ti y luego tal vez matarte y entregar tu cuerpo al inspector y el solo sabrá que se ha metido con la persona equivocada.

-Tu… ¿Eres K, el asesino de Seúl?

-¿Así que me conoces? Creo que últimamente soy muy famoso. ¿K? – Bufo – Sí que son ingeniosos, prefiero Kris, así me llaman algunos. Bueno cachorro, dejemos las cosas claras, tú te portas mal y yo alargo tu sufrimiento, pero si eres buen chico podría recompensarte, no sé, por ahora un poco de agua es lo que pareces necesitar ¿No es así?

ChanYeol arrugo el ceño, pero era verdad que su cuerpo necesitaba agua, pues su boca y garganta se sentía tan secas que raspaba cada que hablaba.

Kris apoyo su codo en su rodilla mientras miraba a ChanYeol esperando por alguna respuesta, ChanYeol solo asintió con la cabeza.

-¿Cómo te llamas? – le dijo con una pose petulante.

ChanYeol estaba molesto, pero necesitaba de agua ahora, solo desvió la mirada y respondió – ChanYeol.

-ChanYeol – sentía nauseas al escuchar salir su nombre del bastardo que tenía enfrente – Que lindo nombre, pero más lindo eres tu – toco con sus dedos la cara de su presa, provocando que este retrocediera.

-Agua, ahora dame lo que prometiste – Kris sonrió y se levantó para dirigirse a la salida de la habitación.

Ahora que ChanYeol se encontraba solo y con la luz prendida, logro ver el pequeño cuarto en el que se encontraba, con las paredes en un azul cielo despintado y con humedad en varios sitios, dos puertas una de donde entro el bastardo y la otra parecía ser la de algún baño, no vio por ningún lado alguna ventana, y él solo se vio a si mismo recostado sobre su lado izquierdo en una colchoneta manchada por su propia sangre, ya no traía su sudadera, solo estaba con su playera que había sido desgarrada de la manga derecha y parecía tener un vendaje cubriendo el hombro. Necesitaba salir de ahí e ir con BaekHyun, para protegerse mutuamente, pero justo ahora solo estaba adolorido y cansado.

Volvió a escuchar ruido de pisadas acercándose, K o Kris como le había dicho que lo llamaban, nuevamente entro al cuarto con un vaso de vidrio en mano.

-Aquí – alzo el vaso, se agacho y puso el objeto cerca de su cara – Agua para el cachorrito.

-No me llames así, para que te di mi puto nombre. Desátame – le pidió/ordeno.

-Oh, el cachorrito esta de mal humor – acaricio con burla su mejilla, por lo que ChanYeol no aguanto más y mordió la mano de Kris, este soltó un grito de dolor y alejo pronto su mano, observando que había sangre en esta – ¡Te arrepentirás! – tomo el vaso de agua y lo tiro sobre su cara, haciendo que ChanYeol tosiera por el repentino encuentro.

-¡Maldito bastardo! ¡Te matare, una vez este libre, te mata…! – ChanYeol fue interrumpido por un fuerte golpe en el estómago que lo dejo sin aire.

K salió del cuarto, regresando a pocos minutos con una almohada y un pequeño objeto cuadrado que no había reconocido ese momento, dejándolo a un lado y acercándose  con la almohada.

Tomo del cuello de su playero y comenzó a desgarrarla por completo hasta que logro dejar su torso libre.

-¡¿Qué haces?! ¡Déjame! – Kris se detuvo por un  momento y miro detenidamente algunas viejas cicatrices que ChanYeol intento cubrir sin resultado alguno.

-¿El inspector y tu han tenido sexo salvaje? – lo miro con una ceja alzada.

-¡Púdrete!

 El mayor se burló. -¿Y quién es el que toma la posición de arriba? Bueno me imagino, pues el inspector se ve un tanto afeminado y poco activo.

Su cuerpo se estremeció al sentir las manos de su captor por sobre su bragueta, la cual bajo sin complicaciones para después bajar toda su ropa inferior hasta sus tobillos, Kris se alejó un poco y admiro con detenimiento cada parte del cuerpo a su merced. Se sentía expuesto y aterrorizado, intento tomar una posición fetal, pero sintió que su corazón explotaría al ser girado con brusquedad y al colocar la almohada por debajo de su abdomen obligándolo a alzar el trasero.

Escucho los ruidos de lujuria provenientes de Kris, ChanYeol lucho, sabe que lo hizo, pero estaba en completa desventaja y tan exhausto, así que trato de enfocar su mente para viajar a otro sitio, no era la primera vez que lo hacía, para él era como todas esas veces en que su madre le contaba de esos cuentos que tanto gustaba y que lo llevaban a transportarse a otros mundos llenos de misterio y magia, crear un sitio seguro en su cabeza cada que las cosas se ponían mal era algo que había aprendido desde hace algunos años; en un momento logro sentir el creciente dolor que provoco que su espalda se arqueara y su boca siseara, pero no dejo que saliera otro ruido de su boca, trato de volver a enfocarse.

-Baek, Baek, Baekkie… - repetía en una especie de mantra que lo ayudo a no pensar tanto en la situación. Logro crear en su mente la cara de la persona que más había amado hasta este punto, BaekHyun le sonreía de forma angelical, mientras lo invitaba a acercarse con su mano abierta, tomarla y a pararse junto a él para observar el bello paisaje frente al claro lago y le pedía que aguantara, que tarde o temprano el llegaría para sacarlo de ahí, pronto sintió sus finos y delicados dedos recorrer su mejilla con gran cariño y parsimonia limpiando restos de lágrimas que bajaban de esta, tan solo espérame Channie – Lo hare, Baek, estaré esperándote, tan solo, por favor, no tardes tanto.

Y aunque su cuerpo se movía a ritmo frenético, no dejo que su espacio creado se destruyera, aguanto hasta que sintió un peso extra sobre el suyo y una respiración agitada cerca de su oreja, una vez se separó de él sintió el repentino cambio de temperatura que le hizo temblar, más el molesto ardor en el trasero, una mano recorrió su espalda.

-Creo que esto recompensa todo, has sido un buen chico – ChanYeol no contesto y permaneció con la vista dirigida a otro punto, parecía seguir sumido en sus pensamientos – Una cosa más y hare algo bueno por ti ¿De acuerdo?

Nuevamente no hubo respuesta, quito la almohada de su estómago, saco el sucio vendaje de su hombro y apoyo con falsa sutileza el cuerpo de Chanyeol a su antigua posición, lo miro ir por el objeto cuadrado y colocarlo a la altura de sus ojos, fue tarde cuando ChanYeol se percató de lo que era y solo logro esconder discretamente su rostro al sentir del flash en su cara.

ChanYeol frunció el ceño - ¿Por qué?

-Le mandaremos un regalito al inspector – Kris no le dio tiempo de decir nada más guardo la foto instantánea en su bolsillo trasero, lo giro boca abajo y sacó una navaja para dirigirse a la soga de sus tobillos y comenzar a cortarla, una vez libres sus piernas se dirigió hacia la soga de sus muñecas e hizo lo mismo – Halla esta un baño – señalo la otra puerta.

Kris se alejó y cerró la puerta dejando a ChanYeol libre de sus ataduras, se giró y escucho crepitar sus articulaciones, pronto subió de su ropa y le costó más de un intento levantarse, su espalda en zona baja dolía al igual que todo su cuerpo, pero cuando logro empezar la marcha se dirigió al cuarto que le había señalado.

Solo encontró un retrete con un lavamanos al lado y al fondo una regadera rota, ni una ventana por donde escapar, solo un pequeño tragaluz en el techo con barrotes cubriéndolo. Hizo sus necesidades y se dirigió al lavabo, mojo su cara limpiando los rastros de sangre seca que aun tenia, escucho la puerta abrirse y vio a Kris con una cubeta con agua, la dejo a un lado de la puerta y le aventó una toalla, un jabón, una polera gruesa color negro que seguro le quedaba un poco grande y un pantalón de chándal del mismo color.

-Lávate, no quiero que te apestes.

No tenía ganas de replicar, solo acerco la cubeta a la ducha y se desvistió para comenzar a echar agua sobre sí mismo, el agua estaba templada pero era mejor a sentirse sucio, así que continuo con el jabón, pero al llegar a su hombro derecho volvió a sentir ardor, enjuago y sintió algunas líneas sobre su piel, termino de enjuagarse y como no había ningún espejo alzo la cubeta que era de metal y observo su reflejo difuso, primero vio su demacrado rostro y luego dirigió la cubeta hacia su hombro y al ver el reflejo en esta sintió su sangre hervir, una letra estaba marcada sobre su piel, una K que abarcaba desde su hombro hasta la mitad de su brazo, aventó la cubeta con furia y se prometió no descansar hasta hacer pagar al desgraciado, lo mataría.


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