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Ice Maiden - Doncella de Hielo por Marvel Yaoi Latinoamerica

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Loki yacía en la cama de Laufey. Estaba adolorido, y mucho. El color de su piel había vuelto a su tonalidad rosácea y estaba envuelto en pieles, pero aún sentía frío.

 

Él era el prometido de Laufey…

 “Laufey…”

 Rey de los Jotun.

“Laufey…. Ése Laufey”.

Rey de los monstruos… y Loki era uno de ellos.

 

Miró hacia al techo. Quería ir a casa y hablar con su padre. No podía ser cierto, no podía ser un Jotun, eso no. Era un truco, un hechizo. Alguien lo había maldecido y ahora Laufey pensaba que él era su prometido muerto ya hace mucho tiempo.

 

Sin embargo, estaba el hecho de que Laufey lo había tocado de una forma que para el Jotun era muy familiar. Loki nunca había encontrado ninguna referencia de otro agujero en el cuerpo masculino Asgardiano. Nunca lo había encontrado durante su propia exploración adolescente, y sus exploraciones habían sido extremadamente minuciosas.

 

¿Qué pasaría si él fuera un Jotun? ¿Y si fuera el prometido de Laufey y no el hermano de Thor? ¿Se suponía que debería haber crecido en este lugar? ¿Dónde estaban sus verdaderos padres?

 

Negó con la cabeza, e hizo una mueca ya que incluso ese movimiento le causaba dolor. No importaba. Lo que importaba era llegar a casa, volver a donde pertenecía. No le importaba si era un Jotun, podía esconder eso. Odin lo había hecho por él durante años. Loki podría hacerlo por siempre.

 

Escuchó un ruido en la entrada y levantó la cabeza con miedo. Laufey estaba parado allí, sosteniendo algo en su mano. Loki se encogió en sus pieles mientras él se acercaba a la cama y se ponía a su lado. Sus ojos se agrandaron. Podía sentir su corazón latir con fuerza mientras intentaba no sollozar ante el recuerdo de las manos y la verga del Rey Jotun.

 

- Silencio- murmuró Laufey - No voy a lastimarte.

Le quitó las pieles, revelando a un Loki tembloroso en el centro. Ya sea por miedo, frío o una combinación de ambos, no lo sabía. Laufey abrió la jarra que había traído con él.

- Esto adormecerá el dolor.

Recogió un poco del ungüento y se deslizó entre las piernas de Loki. Éste gritó e intentó alejarse, pero el dolor se acrecentó en su abdomen, haciendo que se quedara inmóvil en su lugar. Laufey aprovechó su quietud para deslizar sus dedos por la entrada de Loki, presionando suavemente contra el agujero que se encontraba hinchado. Loki se mantuvo congelado, ya que el dolor le había dado una lección mientras Laufey lo frotaba, pero también tenía miedo de moverse en caso de inspirar al Rey a ir más allá.

 

Finalmente Laufey se retiró, moviéndose de la cama y colocando el tarro sobre la mesa. Caminó hacia Loki, cuya piel volvía a su color rosáceo. Solo se mantenía azul cuando era tocado. Y él prefería su verdadero color. Se veía hermoso con él.

 

Se acercó y envolvió a Loki en sus pieles.

 

- Encontraremos la manera de romper la maldición de Odin, así no tendrás que estar tan cubierto- Sus palabras no parecieron calmar a su pareja. De hecho, éste parecía más alarmado por la idea. Laufey tuvo que recordarse a sí mismo que Loki había crecido pensando que él era un Asgardiano. Le tomaría tiempo adaptarse.

 

Que su primer apareamiento hubiera sido tan violento, tampoco había ayudado. Esa no había sido la forma en la que hubiera elegido hacerlo, pero no podía dejar que Loki escapara, incluso ahora Odin podría regresar. Habían pasado solo unas pocas horas y sólo bastaría con que Heimdall rompiera su silencio acerca de la muerte de Loki.

 

Laufey extendió la mano para acariciar el cabello de su pareja.

 

- Eres hermoso- dijo- Descansa y sana, cuando te recuperes te mostraré tu hogar.

               

 

 

 

 

 

Odin se volvió hacia Heimdall en el momento en que regresaron a Asgard.

 

- ¿Dónde está el cuerpo de Loki?- Preguntó.

 

Thor estaba detrás de él y parecía sentirse culpable.

 

- Loki no está muerto- dijo Heimdall- Laufey tiene a su prometido en la torre del castillo.

 

- ¿¡Prometido!?- Exclamó Thor, lo que le evitó a Odin tener que preguntar.

 

El Gran Padre había encontrado a Loki marcado con las runas de la familia de Laufey y asumió que debía ser su hijo, pero si Loki en realidad era el prometido de Laufey, Odin se había equivocado… terriblemente. Si no había sido abandonado como lo había supuesto Odin, entonces llevárselo había sido un grave insulto, y ahora Laufey lo tenía de regreso.

 

- ¿Está bien? - Preguntó Odin en voz baja, sin atreverse a poner en palabras el pensamiento que se le había cruzado por la cabeza.

 

- Está herido, pero sanará.

 

Odín se volvió hacia Sif y los Tres Guerreros.

 

- Llévenlo a los sanadores - Dijo, señalando a Fandral.

 

En el momento en que estuvieron fuera del alcance del oído, Odin se volvió hacia Heimdall.

 

- ¿Son sus heridas por la batalla?- Dijo, con los ojos encendidos.

 

- No. Él ha sido tomado por Laufey. Ahora es la pareja del Rey - dijo Heimdall solemnemente.

 

- ¡No!- gritó Thor - ¡Padre, tenemos que volver, tenemos que rescatarlo!

 

Odín se volvió para mirar a su hijo mayor.

 

- Volver ahora es declarar la guerra. Si Loki estaba comprometido con Laufey, entonces no tenemos derecho a llevárnoslo.

 

- ¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Padre enloqueciste?! ¡Loki no pertenece allí!

 

- ¿Por qué?- Dijo Odin lentamente- ¿Por qué crees que les prohibí a los dos que nunca vayan? ¡¿Crees que haya sido porque él estaba más seguro aquí?! ¡Él ni siquiera sabía que era un Jotun! ¡Ahora lo perdimos!- Su voz se había elevado a medida que hablaba, revelando la profundidad de su miedo. Thor retrocedió bajo la ira de su padre.

 

- Esto es mi culpa- Dijo al fin- Tiene que haber una forma de arreglar esto.

 

Odin lo miró por un largo momento. ¿Por qué su hijo mayor tenía que aprender de humildad a expensas de su hijo menor?

 

- Trataré de pensar en algo, pero Thor, Laufey sabe que Loki es valioso para nosotros, puede ser inamovible.

 

- Tiene que haber una forma - dijo Thor en voz baja- Tenemos que traer a Loki a casa.

 

 

 

 

 

Loki yacía inmóvil en la oscuridad. No podía dormir, tenía demasiado miedo. Horas habían pasado y Odin no había regresado. No quería pensar en el significado que aquello podría tener. Tal vez estaba reuniendo sus fuerzas, levantando al ejército. Tal vez la primera ola llegaría mañana. O tal vez no vendrían, tal vez la paz era más importante. Loki sabía que sí, simplemente no quería pensar en eso. Un príncipe no valía la pena ante una guerra. Tendría que escapar por su cuenta.

 

 

 

Le tomó a Loki tres días recuperarse lo suficiente para moverse con facilidad. Laufey continuó aplicando el ungüento adormecedor, y los sanadores Jotun vinieron a examinarlo después de la primera noche. Le dijeron a Laufey, frente a él, que aparentemente había sido demasiado rudo para ser su primer apareamiento, que había "desgarrado el sello" con mucha más fuerza de la necesaria y le había causado hematomas en exceso. Loki se quedó quieto mientras regañaban al Rey, esperando que Laufey ordenara sus muertes. Pero en cambio, este afirmó en voz baja que tenía poco tiempo antes de que el hermano de Loki intentara rescatarlo y que sería más cuidadoso en el futuro. Loki se mordió el labio ante la mención del futuro, no si podía evitarlo, él iba a salir de allí.

 

De la forma en que lo veía, si pudiera escapar el tiempo suficiente para llegar al sitio de Bifrost, entonces Heimdall lo llevaría a casa. Su magia de ilusión podría ser de ayuda allí. Solo necesitaba dejar un clon acurrucado, demasiado "adolorido" para moverse.

 

Funcionó, se deslizó del castillo rodeado de sombras y huyó, aun cojeando ligeramente, al sitio de Bifrost.

 

- Heimdall. ¡Heimdall, llévame a casa, por favor!-  Llamó tan fuerte como se atrevió. Seguramente Heimdall lo estaría vigilando-  ¡Heimdall!- Siseó, mirando por encima del hombro las luces del castillo a lo lejos.

 

Su entorno se iluminó, el Bifrost lo empujó hacia arriba. Casi lloró aliviado mientras se sentía volar...

 

-hasta el regazo de Laufey.

 

Laufey ni siquiera sabía que Loki estaba despierto. Era tan tramposo como su reputación, pero el hechizo vinculante se había mantenido. Loki no podía ir muy lejos de Laufey sin ser teletransportado directamente al lado de su pareja.

 

Loki lo miró, se había quedado inmóvil en estado de shock y Laufey reprimió su sonrisa, no pensó que tendría el efecto correcto.

 

- Estás vinculado a mí, Loki- dijo en voz baja- Nunca seremos separados.

 

Loki retrocedió, pero Laufey se aferró a él. Rehusándose a dejarlo ir mientras este luchaba más y más. Envolvió ambos brazos fuertemente a su alrededor y Loki comenzó a gritar, enojado, frustrado y asustado. Pateó y se sacudió, trató de golpear su cabeza contra la nariz de Laufey, echó la mano hacia atrás y trató de arrancarle los ojos.

 

No funcionó, Laufey era demasiado fuerte, era como luchar contra una estatua. Lo sostuvo hasta que Loki se vio obligado a detenerse completamente agotado. Con el pecho agitado, finalmente dejó de luchar.

 

Laufey estaba impresionado. Loki había luchado durante casi una hora. Su fuerza era una buena señal. Llevaría niños fuertes y, con suerte, muchos de ellos. Deberían haber estado casados r03;r03;hace años, siglos. Podrían haber tenido media docena de niños ahora. Se inclinó y mordió ligeramente a Loki en el lóbulo de la oreja. Este se puso rígido en sus brazos. Trató débilmente de comenzar a luchar de nuevo, pero había agotado sus fuerzas. Laufey deslizó una mano por el costado de Loki, provocándole un gemido exhausto. Pasó su mano bajo su abrigo, acariciando sus muslos y dejando que su mano vagara hacia arriba. Loki gimió en sus brazos. Se giró, tratando de evitar que la mano de Laufey subiera más. Pero él continuó mordiendo sus orejas y su cuello. Su piel era suave, como solía ser la de las doncellas de hielo. Él era una belleza, un verdadero premio. Levantó a Loki y lo llevó de vuelta a la alcoba real.

 

Loki gimió de miedo cuando Laufey lo recostó.

 

- No- Suplicó- No hagas esto, no me hagas daño.

 

Laufey se inclinó y mordió de nuevo la piel del cuello de Loki.

 

- No quiero hacerte daño- Murmuró- Quiero aparearme contigo.

 

Loki renovó su forcejeo ante tales palabras, y Laufey reconoció de que, para Loki, el dolor y el apareamiento significaban lo mismo. Su primer encuentro no fue la mejor forma de comenzar un matrimonio.

 

- Esto se sentirá mucho mejor que la primera vez- dijo Laufey, deslizando sus manos por todo el cuerpo de Loki- Los apareamientos son placenteros. Relájate, ahora tendré cuidado, tengo tiempo para tener cuidado esta vez.

 

Sus palabras no funcionaron. Loki luchó contra él en cada giro, cada toque, cada mordisco. Cuando finalmente deslizó sus dedos hacia la entrada de Loki, éste respondió sollozando. Laufey persistió. El cuerpo de Loki estaba diseñado para encontrar el apareamiento placentero, solo debía demostrárselo.

 

Cuando Loki vio el mástil de Laufey, soltó un grito. La última vez no había podido verlo antes de que fuera enterrado dentro de él. Era enorme, no era de extrañar que doliera, no estaba hecho para eso, tenía la mitad del tamaño de Laufey.

 

- No, no, no, por favor no, no puedo, es demasiado grande, ¡no puedo!- Su voz se elevó en desesperación cuando Laufey se instaló entre sus piernas.

 

- Puedes, eres una doncella de hielo, eres el tipo más fértil de Jotun. Estás hecho para esto- Laufey le aseguró- Eres completamente hermoso- dijo, presionando contra su cuerpo.

 

Loki gimió y se quedó quieto como la última vez. Era instintivo notó Laufey. Remontándose a un tiempo en el que los Jotun tenían que atrapar a sus parejas. Esto le permitía unos segundos para enterrarse adecuadamente en su interior, una posición que hacía mucho más difícil interrumpir el apareamiento.

 

Se movió lentamente esta vez, meciendo sus caderas y restregándose dentro de su cuerpo. Loki lloraba, las lágrimas corrían por los costados de su rostro mientras Laufey se movía. Él lo ignoró. Loki entraría en razón. Había nacido para esto. Podía sentir la humedad aumentado, y esta vez no era sangre, el cuerpo de Loki respondía a su presencia, facilitando su movimiento. Sus ojos estaban dilatados, su respiración era suave y lenta, todo lo contrario a la primera vez. Su miembro se levantó levemente cuando Laufey se movió y Loki gimió suavemente, sin poder evitarlo.

 

El Rey se inclinó y acarició el miembro de Loki, tratando de obtener una respuesta mayor. Éste gimió nuevamente tratando de escapar con debilidad, pero su cuerpo tenía otros planes. Laufey tomó el miembro de Loki con más fuerza y r03;r03;lo acarició, consiguiendo que empujara hacia arriba en respuesta. Loki dejó escapar un fuerte gemido ante la sensación que latía a través de él. Empujó sus manos hacia arriba, tratando de que Laufey se detuviera, el placer que le provocaba escalofríos a través de su cuerpo e iba en contra del deseo de su mente de alejarse lo más posible. Se estremeció bajo las atenciones de Laufey, gimiendo en una mezcla de emociones confusas.

 

Laufey aumentó su velocidad lentamente, manteniendo un ritmo firme y constante. Las caderas de Loki se mecían hacia arriba siguiendo sus movimientos, incluso mientras gemía para que Laufey se detuviera. Pero el Rey continuó. Loki necesitaba experimentar un apareamiento adecuado, y eso significaba llegar al clímax. No duraría mucho más, su cuerpo mostraba todos los signos de estar al límite. Laufey lo embistió un poco más fuerte, un poco más rápido. Debajo de él, Loki se puso rígido y dejó escapar un gemido, dejando los ojos en blanco cuando su clímax se apoderó de él. Laufey se inclinó y mordió el cuello de Loki. El clímax duraría unos diez minutos, en los que Loki estaría completamente indefenso ya que su cuerpo intentaba liberar su semilla. Laufey se movió con él, preparándose para su propio clímax. Se corrió en un gemido, derramando su fría semilla dentro del cuerpo de Loki.

 

Rodó sobre su espalda llevándose a Loki consigo, quien aún estaba recuperándose, jadeando suavemente mientras su cuerpo intentaba completar el clímax. Unos minutos más tarde se desplomó contra el cuerpo de Laufey, exhausto. Laufey hocicó el cabello de Loki, disfrutando la sensación de las hebras contra sus labios. A lo que el otro respondió en un murmullo que pudo haber sido una protesta, pero era demasiado suave para estar seguro. Momentos después se durmió, el primer descanso adecuado que había tenido desde el día en que había llegado a Jotunheim para respaldar a su hermano.

Notas finales:

Espero que lo disfruten ~ Estaré subiendo el próximo en breve


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