Naruto se sorprendió al ver el ojo morado y el labio partido de Sasuke.
—¿Qué sucedió?
—Ouch— el azabache retrocedió cuando Naruto le tocó el labio —. Sai.
—No entiendo esa rivalidad entre ustedes. Son hermanos.
—No me lo recuerdes.
Naruto beso la mejilla de Sasuke —¿Vamos a cenar?
—Me encanta..
—Naruto-san tiene visita.
Naruto apretó el botón del intercomunicador —¿Quién?
—Menma e Ino Namikaze.
Naruto se sorprendió —Hazlos pasar en cuanto Uchiha-san salga.
Frunció el ceño —Y...
—Pasemos la cena para mañana. De verdad necesito hablar con mis hermanos.
—Bien— Sasuke besó los labios rosas —Trato hecho.
Naruto sonrió tontamente al azabache y lo vió abandonar su oficina.
Segundos después, Menma e Ino Namikaze entraron a la oficina.
La rubia se lanzó a los brazos de su blondo hermano —Naruto.
El rubio rio y correspondió al abrazo. Menma se unió segundos después.
—Los extrañe tanto— dijo, a ambos mientras les besaba la mejilla.
—¡Eres un tonto! Al menos una carta nos hubiesen enviado.
—Lo siento. La verdad es que escribí varias pero nunca me animé a enviarlas.
Menma golpeó la cabeza del rubio —Tenemos que hablar.
—¿Sobre qué?
—Nuestros padres...
Naruto frunció el ceño —Sus padres.
—Tambien son los tuyos.
—Ellos no son mis padres.
Ino señaló al rubio —Quieras o no son tus padres. Eres su hijo mayor. Nuestro hermano mayor... ¿O no nos consideras hermanos?
—¡Claro que son mis hermanos! Pero ellos...
—Son tus padres y los de Gaara. No pueda seguir huyendo.
—No estoy huyendo.
—Lo haces al no aceptarlo. Son nuestros padres. Hicieron malas decisiones. No supieron defenderte de otra manera de los abuelos.
La mención de ellos le causó un escalofrío a Naruto. Chiyo-obachan siempre le prohibió salir de su habitación cuando ellas estaban en la casa.
—¿Qué tienen que ver sus abuelos? ¿Qué es eso de defenderme?
Menma miró a Ino y ella asintió —Será mejor que te sientes. Te contaremos lo que mamá y papá nos dijeron hace un par de años.
Naruto se sentó tras la insistencia de sus hermanos.
—Mamá nos contó que los abuelos amenazaron a papá— comenzó Menma.
—Le dijeron que sí no se deshacía de tí, nos alejarían a los tres y jamás nos volverá a ver.
—¿Qué?— miró sorprendido a ambos.
—Si. Eso sucedió. Papá decidió dejarte con Chiyo-obachan y esconderte de los abuelos cuando estuvieran en casa, y te hicieron pasar por muerto. Lo mismo sucedió con Gaara. Cuando supieron que eran doncel también lo entregaron a Chiyo-obachan... Solo que...
Naruto esperó pacientemente.
—Creo que se les olvidó que los tenían usted también...
—¿Y creen que creeré eso? — preguntó riendo.
—¡Naruto! Es la verdad.
—Supongamos que les creo ¿Y todos esos años de maltrato, de ignorarnos?
—...
—¡Se supone que nos dejaron con Chiyo-obachan para protegernos! Pero nos dejaron olvidados. Jamás nos quiero ¡Esa es la verdad! ¡Jamás les importamos!
—Naruto— susurraron, ambos. Las lágrimas de Naruto salían sin parar.
—¡Incluso nos olvidaron después de que sus abuelos murieron! La verdad es que nunca nos quisieron.
—Tranquilízate, Naruto.
—Tratamos de entenderte. Pero lo que les hiciste fue radical. Destruiste la empresa de papá ¡Te vengas te de él de una forma muy cruel!
—¿Cruel?— siseó furioso —¡los únicos crueles fueron ellos! Ellos nos olvidaron. Ellos nos ignoraron. Además, yo no destruí la empresa de sus padres ¡Destruí mi empresa! Era mía. Podía hacer lo que quería con ella!