Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos por Navidad. por PinketDiana

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Es la semana siguiente, sus amigos deciden que será buena idea celebrar una comida de Navidad en la casa de Naruto y Sasuke, sin escuchar sus contundentes objeciones. Por lo que el timbre suena a las una y media de la tarde, mientras ambos están en la cocina, cuidando de que el arroz no se pegue y el pollo no se pase del punto justo en el horno. Ambos se complementan bien allí, aún cuando su cocina no es demasiado espaciosa, y consiguen no chocar demasiado a pesar de todo pues ambos, a la misma par, sincronizados, se dedican a tareas distintas sin ponerse en el camino del otro.

Los besos se han convertido en parte de su rutina, como Naruto -una parte ínfima de él- esperaba. Hay besos por la mañana, acompañados de un café y un 'buenos días', un pequeño beso cae en la parte descubierta del hombro del mayor mientras este friega los platos del desayuno, hay un beso en la frente, en la parte derecha, mientras Sasuke grita a los cuatro vientos como odia a Ramsey, o al nuevo inspector que ha llegado ahora a Lucifer, o a una lista con demasiados personajes que Naruto no puede recordar. Hay caricias suaves, tan cálidas como rayos de sol cuando Sasuke suspira demasiado, frente a su libreta abierta, justo tal y como estaba el día anterior, para después besarlo dulcemente y preguntarle si quiere tomar un descanso.

Y Naruto puede jurar que incluso, quizás y solo quizás, Sasuke le pide de vez en cuando un beso. Lo ve en alguna parte de su mirada, cuando se encuentra con la suya, brillante y cálida, perdida en algún punto al que Naruto no puede llegar.

Pero él no piensa demasiado en eso.

Es Naruto, tras algunos gritos de Sasuke, quien abre la puerta. Hay demasiados 'hola' y felicitaciones que no puede responder a la vez, y rápidamente se encuentra con demasiadas cosas en la mano: Una ensalada, una botella de vino, un pastel, y algo que, sinceramente, no puede á seguro de que es de Sai, pero no se atreve a decir nada, por la respuesta que su amigo pueda ofrecerle. Cuando deja eso en la mesa, Sasuke hace una mueca, pero Naruto, con un toque en la cadera, le indica que no diga nada. Nada.

Sakura es quien designa las tareas, a pesar de que es el piso de Naruto y Sasuke, por lo que el mayor sigue pelando las verduras, acompañado de Ino y Lee, mientras que Gaara, Shikamaru, Naruto y la propia Sakura se encargan de poner la mesa.

La casa huele agradablemente a Vainilla, el olor que este mes ha elegido el rubio, con un toque extraño de los dispersos aromas que provienen de la cocina. Naruto adora las visitas, sobretodo en la época Navideña, por lo que realmente se siente como un niño pequeño; obliga a Sakura a colocar los vasos de cristal, aquellos que solo eran para ocasiones especiales, sustituye las toallas en el baño por otras rojas y verdes -demasiado excéntricas para Sasuke-. Se escuchan gritos provenientes de la cocina, movimientos de muebles desde el salón y el rubio jura que ha visto a alguien correr hacia la habitación del mayor. Por supuesto, es Sai.

—¿Sai? ¿Qué haces aquí?— Ni siquiera se molesta en objetarle que eso es una falta de respeto y educación porque seguro que el pelinegro responderá algo que Naruto no podrá seguir, y la conversación quedará olvidada, perdida en algún punto del sinsentido.

—Quería saber si Sasuke y tú...— El rubio siente como sus mejillas empiezan a sentir el calor, y rápidamente niega con la cabeza, furiosamente.—¿No dormís en la misma cama?—Detiene sus movimientos en ese mismo instante, y asiente con la cabeza, duditativo, como si no entendiese porqué eso sería raro. ¿No comparten los amigos cama?

—Si. A veces. ¿Por qué? ç

—¿Tenéis sexo?— Pero antes de que a Naruto le de tiempo a gritar cosas inapropiadas a los cuatro vientos, es Sakura quien interrumpe la conversación para pedir la ayuda de ambos en la sala de estar.

(...)

—¡Quítate del medio, idiota!— El menor levanta la cabeza de su plato, en el que estaba tan concentrando, intentando retirar las verduras que no le gustaba, para encontrarse con Sasuke gritando en la cocina, seguramente a Ino.

—¡Oye, eras tú el que estaba ahí parado, mirando a la nada!—El tono que ambos usan es jocoso, por lo que todos saben que no hay de qué preocuparse, pero hay algo en Sasuke que hace que Naruto se levante y se dirija a la cocina cuando Ino está saliendo de esta, con platos en ambas manos. Sin pensarlo mucho, se acerca al mayor, quien sigue en frente de la olla que está a fuego lento, perdido en alguna parte de su mente.

—Teme, ¿todo bien?— Pregunta, acercándose a él. -Si es más cerca que de costumbre, aún cuando entre ellos apenas existe el espacio personal, nadie tiene porqué saberlo-

—Sí. Lleva esto para allá, dobe, y dile a Sakura que quiere que haga con la ensalada.

Naruto suspira porque no hay mucho más que pueda hacer, pero aún así besa con suavidad la frente del mayor, quien se estremece ante el gesto y sonríe. Y con eso basta, no está bien, pero si es suficiente.

—Deja de actuar tan gruñón, teme. ¡Es Navidad!

Y mientras ambos rien, pequeñas carcajadas internas, perdidos en su burbuja, Naruto se retira al salón, para encontrarse a Sakura en el umbral de la cocina, mirando la escena con una sonrisa de lado, gritando por cada de su poro ya lo sabía, mas aún así, Naruto muerde su labio y le da el mensaje que Sasuke le pidió antes.

—Lo he escuchado. Sasuke la ensalada hay que aliñarla ya, o se resecará. El pollo también lo sacaré ya.—Dice la pelirosa, con aires de grandeza, aún con esa mirada en su rostro. Naruto se pierde en esa conversación como si fuese una canción de fondo a la que no le prestas demasiada atención, solo contemplando a Sasuke, quien se encuentra como pez en el agua dentro de la cocina.—Naruto, lleva el vino a la mesa ya.— Hace una pausa, para dar dos pasos y estar frente al rubio.— ¿Has besado a Sasuke, o han sido imaginaciones mías?

—No sé de qué estás diciendo, Sakura.— Sasuke murmulla, mientras él y Naruto comparten una mirada que dura menos de lo que ambos hubiesen deseado para que después Naruto saque el vino del frigorífico, porque según Shikamaru, el vino está mejor frío y no solo a temperatura ambiente. Lo que sea.

—Imaginaciones tuyas, Sakura. Seguro. —Es lo último que se escucha de Naruto, antes de abandonar la cocina, con una sonrisa que podría brillar hasta la habitación más recóndita y oscura del mundo.

(...)

La comida es bastante agradable e incluso hogareña. Al menos, Naruto puede asegurar eso, aunque quizás su humor puede estar algo acentuado a causa del vino. Pero, sin duda alguna, es Ino y Lee quien más borrachos están, bailando en el pasillo de ambos, correteando alrededor de los adornos navideños e intentando cantar canciones a tono con las festividades, pero fracasando en el intento, llegando a solo murmurar estrofas aleatorias para después reír hasta que ambos acaban tirados en el suelo. Y ess genial.

Los demás están descansando en la sala de estar. Habían estado jugando a la Wii por más tiempo del que les gustaría admitir, hasta que Sai casi estrella el mando contra la pantalla del televisor por segunda vez. Y finalmente habían optado por tumbarse en el sofá, silla o suelo, contemplado el techo y diciendo tonterías aleatorias, como por ejemplo:

—¿Vais a decirnos cuanto llevais saliendo, entonces?— Naruto, quien está con sus ojos cerrados, en el regazo de Sasuke, preguntándose si sería una buena idea decorar el techo de su salón con pequeñas estrellas brillantes para situaciones como estas, no escucha la pregunta en un principio hasta que Sasuke hace un ruido extraño y casi salta de su sitio, haciendo que la rodilla del mayor golpee su cabeza.

—¡Oye, teme, estoy intentando relajarme aquí!— Se queja.

—No, en serio, ¿cuánto lleváis saliendo, malditas ratas traidoras?— Sakura vuelve a preguntar. Y, aunque esta vez no está tan perdido en el techo, sino en las caricias de Sasuke en su pelo, se pregunta si es a ellos o solo lo está imaginando.

—¿Quién?— Pregunta, con fingida inocencia.

—Tú y Sasuke, maldito imbécil.

—¿Y todo ese odio, Sakura-chan?—Bromea, aún con los ojos cerrados, y es que esta conversación ni siquiera le sorprende demasiado. Sus amigos están bastante obsesionados con que ellos deberían salir de una vez por todas.—No estamos saliendo.

Quizás no es el mejor momento para asegurar eso, sin embargo, porque está apoyado en el regazo del mayor, quien le está dando caricias por la cara y el pelo y Naruto se está muriendo de ganas por besarlo, porque Sasuke visto desde esa perspectiva es demasiado adorable y tranquilo. Con sus mejillas sonrojadas por el vino y sus ojos brillantes cuando sus miradas se encuentran. Y es ahí cuando de nuevo tiene ese pensamiento de que quizás Sasuke le está pidiendo que lo bese.

—No estamos saliendo, Sakura.—Confirma Sasuke, quien levanta la cabeza durante unos segundos para contestar a la muchacha para luego seguir con su atención en las caricias hacia Naruto.

"Es el vino" Se dice, mientras coge la mano del mayor y la entrelaza con sus dedos. "Es una muy buena mano. Suave y grande." Se repite.

—Ya. Seguro que no.—Escuchan ambos de fondo, la voz de Sakura cargada de frustración, y luego hay algunas risas sueltas por la habitación, seguramente de todos los demás ante tal situación.

Ellos no están saliendo. Es verdad.

...

¿Pero sería tan malo si Naruto lo desease, solo un poco?

Notas finales:

Aquí está el siguiente capítulo~ Mañana seguramente, sino al día siguiente, subiré el siguiente. ¡Casi lo he terminado y realmente me está gustando como está quedado!

Yaiiiiiii~ Gracias por leer. Les deseo unas muy felices fiestas. Les deseo un año de cosas bonitas, sueños cumplidos y mucho amor para todos vosotros

y ¡nos vemos pronto! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).