-¡LE RI GOOO! ¡LE RI GOOO!
Si señores, ese era Yesung cantando.
Y sí, quienes los estaban cuidando eran nada más y nada menos que el HanChul.
Al principio el plan consistía en que cada pareja cuidará al pequeño por un mes, pero cambiaron de idea por los repentinos cambios de salud, al parecer JongWoon no contaba con una estabilidad en su organismo, por eso y para evitarse desvelos en los hospitales modificaron la estrategia.
Hangeng fue el más feliz por ser el primero en cuidar al vocalista y aunque Heechul se mostró airado los primeros días, para el tercero ya desbordaba satisfacción. Era jueves, casi terminaba la semana y todos a excepción de la couple se encontraban cansados, lo único que deseaban eran tirarse a la cama y dormir, pero no. A la diva le entraron ganas de ver Frozen a todo volumen y para colmo, vestir a Yesung como Elsa. Así que ahí estaban ahora los doce miembros, viendo desde la cocina cómo reía a carcajadas el pelinegro mientras cantaba la canción principal de la película montado en los hombros del chino.
-¿Falta mucho para que termine la película? –inquirió el bailarín principal recargado en la estufa.
-Creo que es lo que menos importa ahora Hyukie –contestó Hae desde el refrigerador. -Yeye está muy activo
-Ah… quiero dormir Ryeo
-Yo también quiero Minnie, pero no soy capaz de apagar la televisión
-Sí lo haces lo más probable es que Yesung llore -razonó Kibum, quien acariciaba la melena rubia de su novio. –Ve acostarte Ry, yo esperaré a que nuestro niño se calme
-Pero sabes que no puedo dormir si no estás conmigo –lloriqueó. -Te necesito…
Kangin rodó los ojos, le molestaba que sus “hijos” se mostraran cariñosos frente a él y más si se trataba de Henry, uno de sus preferidos.
-Suficiente, vayan a dormir todos
-¿Qué? –respondieron al instante aturdidos, Teuk por el contrario sonrío internamente, sabía que su hombre estaba celoso.
-Lo que oyeron
-Pe…
-¡APPA!
Otro grito resonó en la sala interrumpiendo a Siwon y llamando su atención, se quisieron dar contra la pared cuando vieron a Yesung completamente desnudo y que corría con los brazos extendidos hacía el mapache.
-¿Qué sucede cariño?
Lo cargó de sus nalguitas frías y después miró de forma molesta a Heechul por haberlo desvestido.
Se va a enfermar idiota.
Pronunció sin emitir sonido, pues el pequeño últimamente repetía todas las palabras que escuchaba y no deseaba que su nene fuera un mal hablado.
-¿Y si hacemos un muñeco? –una sonrisa traviesa y Kangin juraba que moriría de ternura.
-Mejor vamos a dormir cariño
-¿Por qué appa? –hizo un mohín y Ryeowook logró captar el momento con su celular. -Aún es temprano, ¿verdad que si Kyunie?
El castaño se sobresaltó al oír su nombre, estaba algo adormecido sobre Zhoumi, quién, cabe destacar, yacía dormido profundamente sobre la mesa con un hilo de baba.
-¿Eh?
-¿No me estás poniendo atención? –sus ojos se volvieron vidriosos y pequeños gemidos comenzaron a salir de sus labios. –Tío Heenim –sollozó.
-¿Sí bebe? –apareció la diva, arrebatándolo de los brazos del fuerte.
-Kyu hyung no me quiere
-Ay no llores bebito –lo meció entre sus brazos. –Él no quiere a nadie
-¡KYUHYUN! -cómo siempre, Leeteuk hizo acto de presencia calmando a sus niños. –Deja de meterle ideas a Yesungnie
-Yo no le meto ideas ¿cierto Yeye?
-Sí omma, Heenim no me mete nada
-Líder estúpido
-¿Qué es estúpido omma?
Otro par de miradas penetrantes y Hangeng se entrometió, antes de que mataran a su chula.
-Creo es mejor dormir
-¿Umm? ¿Tan pronto?
-Ya es tarde cariño y los chicos deben descansar
-¿No jugarán conmigo? –los miró con ojos de borrego a medio morir.
Maldición. Pensaron todos, Heechul le había enseñado sus técnicas manipuladoras.
-Ellos están cansados –explicó el chino. –Y tú como buen niño debes dejarlos descansar, porque… ¿eres un buen niño?
-¡JongWoon es buen niño!
Afirmó, pidió ser bajado de los brazos y después se acercó a cada uno con su trompa parada. A todos les dio besos en la mejilla, a todos excepto a Kyuhyun, a él se lo dio en la boca, todo un beso sonoro.
-¡Hasta mañana hyungs! –corrió directo al cuarto del HanChul, tropezándose con unos carritos que él mismo había dejado en la habitación. -¡Estoy bien! ¡No me dolió!
Y desapareció de la vista de todos, luego de unos minutos de silencio lo escucharon maldecir, había sido mala idea dejarlo con Heechul.
Y pensar que aún le quedaban tres días.