¿El karma existía? La respuesta a esa gran incógnita es sí. El maldito karma existe.
-¡Ah! ¡Omma! ¡Ah! –los gritos de un niño retumbaban en el lujoso deportivo de Eunhyuk.
El llanto de Yesung no parecía cesar, llevaba más de media hora llorando y por lo que veían, no iba a parar en un buen rato.
-Ya bebé, tranquilízate. Todo va a estar bien –Donghae estaba desesperado, no importaba cuanto meciera a su hyung, el llanto no cesaba.
-¡Porque no se detiene! –Hyuk, quien iba al volante, parecía que quería arrancarse la cabeza.
-¡¿Qué porque no se detiene?! –habló sin poder creerlo Hae. -¡LE MACHUCASTE SUS DEDITOS CON LA PUERTA DEL CARRO, IDIOTA!
-¡OMMAAAAAAAAAA!
…
-Tengo un mal presentimiento.
-¿Cómo?
-Lo que oíste Ryeo, algo no anda bien. Creo que tiene que ver con Yesung.
-Kyuhyun por favor. Yesung está bien, Hae y Hyuk lo están cuidando.
-Creo que por eso tiene ese presentimiento amor.
-¡Sungmin! –regañó el eternal maknae.
-¿Qué? –se encogió de hombros. –Yo sólo digo la verdad.
Se encontraban en la sala de ensayos, preparándose para una presentación que tendrían pronto. Kyuhyun sentía que algo no andaba bien y aquello lo preocupaba. Siempre que eso le sucedía era porque algo iba a sucederle a Yesung. Lo extrañaba demasiado, extrañaba que lo despertará por las mañanas con el desayuno, extrañaba que lo mimará sin ningún motivo, que le preguntará cómo estuvo su día y lo abrazará cuando le contestaba que mal, pero más que nada, extrañaba sus labios. El día antes de que fuera convertido en niño había probado su sabor, el más dulce y embriagador de todos.
-Yesung… -murmuró quedito y con cariño. –Te extraño…
-Más vale que no estés pensado obscenidades con mi pequeño.
-¡Kangin!
La voz macabra y amenazadora lo hizo volver a la Tierra, un poquito más y dice algo indebido.
-¿Y bien?
-¿Eh?
-¿En qué pensabas?
-Yo… pues, ya sabes… en…
-Kyuhyun está preocupado por Yesung.
Bendito seas Ryeowook. Llegando a casa le diré al conejo que te dé con todo. Merecido lo tienes.
-¡¿Qué le paso?!
El tono alarmado que utilizó provocó admiración y amor en el menor, Kangin era una persona cariñosa, que amaba y protegía a todos sin importarle nada.
-Nada. –continuó Sungmin. –Solamente le preocupa que Donghae y Eunhyuk lo estén cuidando.
-Te entiendo Kyu, a mí también me preocupa eso.
Leeteuk a veces perdía el rol de madre y líder de Suju.
-Suficiente -Siwon hizo acto de presencia junto con el resto de los miembros detrás de él, parecía una escena de una película. –Chicos… -inició con su sermón. -Sería mucho mejor que confiarán en sus amigos, puede que esos dos hayan mostrado una actitud algo infantil…
-¿Algo infantil? –interrumpió Shindong con sorna. –Caballito, uno de ellos aún se hace pipí cuando tiene pesadillas mientras que el otro no soporta dormir con la luz apagado, porque según él “es la hora de los fantasmas”.
-Como sea, nadie es perfecto, pero a la hora de actuar nos comportamos como lo que somos, unos adultos, ahí tienen a Heechul.
-Disfrazó a Yeye de Elsa –masculló Henry por la bajo, haciendo reír a varios.
-¡¿Qué dijiste enano?!
-¡Nada Hee!
-No le levantes la voz.
El comentario de Kibum fue corto y simple, sin embargo la amenaza estaba presente en esas palabras. Todos sabían lo protector que era el actor con Henry.
-¿O qué? –Sólo que a la diva le valía.
-O no respon…
-¡OMMAAAAAAAAA!
La cabeza de todos giró como la chica del exorcista y el color dejo sus rostros, frente a ellos había tres pares de ojos llorosos, no sabían porque estaban van asustado, sí por el vendaje que traía Yesung en su pequeña manita o por el grito que soltaron los “adultos” de Super Junior.