Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Danke por Melu102

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holu~ les traigo el capítulo ocho de esta linda, linda historia.

Ah~ las vacaciones, ese momento por el que esperas tanto tiempo pero cuando lo tenés enfrente todas las ideas que se te habían ocurrido para hacer en ese tiempo se borran completamente de tu mente, y al final pasas todos los días sin saber qué carajo hacer y terminas todo aburrida como yo XD

(-Si estás sola las 24 horas del día obviamente te vas a aburrir como perro.

-Callate Anacleto :”v

-Deberías conseguir una pareja, ah ¡cierto que no servís para eso!

-¡Callate dije! :””v)

Bien~ los dejo con el capítulo mientras le enseño a Anacleto a respetar a sus superiores, nosh vemos abajo <3

~~~~~~~~~~Alphonse~~~~~~~~~~

Los demás días habían transcurrido tan normales como siempre lo habían sido, en algunos casos Ed solía despertar temprano y con cara de cansancio, otras veces quien debía hacerlo era yo. Casi siempre desayunaba muy apresuradamente, para terminar saliendo a corretones de la casa porque se le hacía demasiado tarde. Llegaba siempre para el momento en el que la cena estaba casi lista, y me dedicaba a escuchar las ultimas noticias, fuesen serias u graciosas, directamente narradas por el Coronel Elric, al terminar me ayudaba con los trastos y ambos nos íbamos a dormir, para empezar el día nuevamente.

Extrañamente hoy no fue como los demás días, pues mientras me encontraba preparando el desayuno escuché sus pasos bajando sin tropezones ni pereza, pues seguían un ritmo alegre y hasta podía decir calmado. Mi sorpresa fue mucho mayor al notar que se encontraba ya vestido con su uniforme, peinado y con una gran sonrisa adornando todo su brillante rostro. Caminó unos pasos más y me rodeó con sus brazos alegremente.

   -¡Buenos días Al! – Expresó entonces, mientras depositaba un beso sobre mi cabeza.

   -Buenos días nii-san. Veo que estas de buen humor hoy. – Respondí mientras le dedicaba una sonrisa y me separaba de él para poder servir el desayuno.

   -¡Pues claro que debo estarlo! ¡Hoy empiezan nuestras vacaciones Al! – Me sorprendí más por mi falta de memoria que por la sorpresa de la noticia.

   -Cielos… es cierto, lo olvidé completamente. – Dije entonces mientras llevaba los platos hacia la mesa seguido de dos calientes tazas de chocolate. Aun no podía entender como había olvidado aquello, yo no era de olvidar cosas como esa.

   -No te atormentes Al, es normal que algo así pase. Dime ¿Hay algún lugar al que te gustaría ir? – Preguntó Ed animadamente, mientras le daba un pequeño sorbo a su taza.

   -Bueno… hace mucho tiempo que no visitamos a Winry. – Nii-san expresó una cara de molestia mientras dejaba la taza sobre la mesa. 

   -No me refiero a eso Al… quiero decir, ya sabes, algún otro lugar… mas ¿Alejado? – Dijo Ed mientras tomaba la taza entre sus manos para darles un poco de calor.

   -Ah… no lo sé nii. ¿Qué pasará con Winry y los demás? ¿Y si el ejército necesitase de tu ayuda? – Edward dio un suspiro ante mi comentario, para luego levantar la cabeza y sonreírme.

   -Ay Al, tienes que dejar de pensar en los demás y pensar un poco más en ti mismo. – Articuló mi hermano, mientras se acercaba hacia mí y depositaba un suave beso sobre mi frente. – Me tengo que ir, piensa entonces a donde te gustaría ir ¿De acuerdo? – Asentí alegremente, mientras Ed cruzaba feliz el umbral de la puerta.

~~~~~~~~~~Edward~~~~~~~~~~

Podría jurar por lo que sea que casi la mayoría de las personas dentro del cuartel tenían la mejor cara de alegría que les podrías haber visto en todo el año, incluso el Führer nos había felicitado a todos por el gran trabajo que habíamos hecho durante nuestros días de servicio. Creo que lo que más me impresionó de mí mismo, fue que ni siquiera las bromas del imbécil de Mustang diciéndome que era tan pequeño que incluso la policía podría llevarme a la comisaria pensando que soy un niño que se perdió en la calle me causaron ningún tipo de molestia. ¡Incluso nos dejaron salir más temprano!... De todas formas, al ser invierno seguíamos saliendo por la noche.

Aceleré un poco el paso para llegar rápido a casa, las estrellas se veían realmente muy bonitas esta noche, el brillo de cada una de ellas resaltaba entre el obscuro azul que se cernía sobre el cielo. Mis manos se escondían dentro de los bolsillos de mi abrigo color café negro, mientras mis labios jugaban divertidamente con mi respiración que al exhalar, el aire se esparcía en forma de un frio color blanco.

Mis pasos se detuvieron a unos pequeños metros de la casa, mientras sentía como el calor envolvía peligrosamente mis mejillas, mis ojos clavaban su vista en la gentil figura de Alphonse, quien llevaba encima su abrigo color negro, sus manos en los bolsillos, su semblante tranquilo admiraba profundamente el cielo, mientras sus ojos tomaban un dulce brillo sobre sus pupilas. Su cabello lo traía suelto, no lo había notado pero estaba creciendo bastante, tanto como para llegar a la altura de sus hombros. Hace mucho que no me pedía que se lo cortase, tal vez estaba pensando en dejárselo largo también. Sonreí por inercia ante la escena, mientras me dedicaba a observar como el viento hacia ondear lentamente las hebras castañas de Al. Desperté en cuanto su mirada se dirigió hacia mi semblante, di un pequeño respingo mientras el ardor en mis mejillas se hacía más fuerte. Él sonrió con alegría mientras se dirigía a mí rápidamente.

   -Bienvenido nii-san – Expresó él con una sonrisa.

   -Hola Al ¿Qué haces aquí afuera? – Pregunté curioso, mientras lo veía sonreír aún más.

   -Bueno… las estrellas están muy bonitas hoy, así que salí afuera para verlas ¿No crees que se ven hermosas hoy? – Preguntó inclinando la cabeza con sus ojos cerrados en arcos, asentí ante su pregunta y él volvió la vista hacia arriba luego de sonreírme.

   -Solíamos hacer esto de pequeños todo el tiempo. – Articulé yo mirando también hacia arriba.

   -Sí… salíamos al patio, nos recostábamos en el césped y entonces tú… - Mi mano izquierda se acercó lentamente a la de Al tomándola suavemente, no me atrevía a mirarle, mi sonrojo de seguro se había hecho mucho peor ante aquello. Desvié mi mirada solo un poco para mirar a Al por el rabillo del ojo, encontrándome con su hermosa sonrisa, mientras podría haber jurado ver un poco de color adornar sublimemente sus mejillas, el brillo en sus obres había tomado una intensidad que a mí se me hacía simplemente hermosa.

   -Tomabas mi mano. – Dijo luego de una pausa, bajando su mirada para detenerla sobre mis ojos, mientras su sonrisa se hacía más pacífica, más dulcemente amplia.

Seguimos admirando en silencio la hermosa plenitud de la noche, hasta que noté como mi hermano comenzaba a temblar un poco, me separé de él y le rodeé con mis brazos, mientras Al hundía su cabeza en mi pecho, correspondiendo a mi abrazo.

   -¿Tienes frio? – Pregunté, mientras el asentía en silencio. –Entremos adentro, está mejor allí. – Iba a separarme de él, pero sus brazos no me lo permitieron.

   -Espera… solo un poco mas ¿Sí? – Expresó entonces, sin apartar en ningún momento su cabeza de mi pecho.

   -Claro, como tu desees Al. – Sonreí mientras volvía a abrazarle. Me sentía feliz, no solo por poder compartir este precioso tiempo junto a Al, sino también por él, quien casi nunca solía pedirme alguna cosa, no era de esas personas que tuviesen muchos caprichos, y si los tenia, y sé que los tenia, Al no era de expresarlos en ningún momento, no porque sintiese que eran ridículos o sin sentido, era por culpa de esa hermosa pero a veces desesperante personalidad que él tenía ya desde nacimiento.

Ese sentimiento de saber que ha nacido por y para pensar en los demás simplemente me molestaba demasiado, Al había nacido para vivir y nada más, como él quisiese, sin tener que vivir privándose de cualquier cosa solo porque “no quiere molestar a los demás innecesariamente”. Siempre daría lo que fuera por escuchar de sus labios algún “quiero esto” o “has esto por mí, nii-san”. Son cosas por las que lucharía día y noche para que simplemente salgan en libertad. Y ahora, simplemente ahora, me hacía feliz saber que me estaba pidiendo algo, me era totalmente imposible negarme ante tales palabras, y la verdad, no es como si quisiera hacerlo.

Acaricié su espalda suavemente, para luego dejar un pequeño beso sobre su cabeza. Al cabo de unos largos minutos que por mi hubiese deseado que nunca terminasen, Al se separó de mí, dejando que una hermosa sonrisa adornase su rostro.

   -¿Quieres chocolate caliente, nii-san? – Preguntó entonces, asentí como respuesta y ambos nos dirigimos hacia dentro de la casa. 

Notas finales:

Kyaa~ ¡Me encanta de sobremanera escribir este tipo de partes! Disfruto tanto haciéndolas <3

¿Ven? Esto es algo que no se puede hacer en una estación tan insulsa y horrible como el verano maldita sea >:v

Por eso me encanta tanto el invierno~ si fuera por mí, me iría a vivir lo más cerca posible del norte o del sur y disfrutar del invierno todo el año <3 

En fin~ si llegaron hasta acá, muchas gracias por leer, y nos vemos en el próximo.

Bye~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).