-Mierda..- Susurro sin poder levantarse.
-Me matara..- Dijo temblando y con profundo miedo.
Intento un par de veces ponerse de pie pero el dolor era inmenso y le hacia caer de nuevo.
-Appa!!- Grito con lagrimas en los ojos.
-Appa!!!- Volvió a gritar con más fuerza para que su padre le escuchara y así lo hizo.
Tras 10 minutos después, su padre salio alarmado y se preocupo aun más al ver a su hijo tirado en el piso.
-¿Qué haces aquí?- Pregunto de brazos cruzados.
-Yo resbale..- Dijo desviando la mirada.
-Escaparías.- Dijo incrédulo el señor Cho viendo la cortina en el piso debido al mal amarrado de su hijo.
-Quería ir a una fiesta con Donghae.- Dijo con un puchero.
-Solo los malditos bandoleros están a estas horas en la calle, tu y Donghae tienen clase así que compórtense como tal.- Reprendió.
-¿Puedes regañarme dentro?- Pregunto Kyu con frió y miedo, pero no a su padre sino a cierto pelinegro que pudiera estar cerca.
El señor Cho solo asintió con la cabeza y tomo a Kyu del brazo, para pasar este por sus hombros y ayudarlo a sostenerse.
-¿Puedes apoyarlo?- Pregunto el señor Cho y Kyu negó con dolor.
-Bien, recargate en mi y vamos, te quedaras en casa hasta que puedas mover tu tobillo y reprenderé a Donghae cuando lo vea.- Dijo comenzando a caminar hacia la enorme mansión.
Kyu suspiro y sonrió aliviado una vez dentro de su casa, no había necesidad de decirle a su padre que cerrara con llave pues este tenia mucha vigilancia en la entrada.
Su padre lo recostó en la cama y cubrió con las mantas al menor.
-Appa..- Susurro Kyu antes de que este saliera.
Este se volteo y espero a que su hijo hablara.
Kyu quería contarle a su padre sus miedos pues lo consideraba su "Superhéroe" desde pequeño, cuando espantaba todos los monstruos debajo de su cama, sin duda el hombre frente a el, daría todo por alejarlo de las garras de Yesung.. pero al mismo tiempo incluso seria su vida y eso le aterraba.
Con miedo en los ojos le pidió ayuda a su padre, pero decidió no decir nada de aquello.
-¿Puedes cerrar la ventana?- Pregunto temblando un poco en su voz.
-mmm seguro.- Dijo el señor Cho y lo hizo.
-C..Con candado.- Dijo Kyu quitando la mirada de su padre.
-Si, no me arriesgare a que te rompas los dos tobillos.- Dijo como burla el señor Cho, pero sabia que algo le ocurría a su hijo.
-G..Gracias.- Dijo Kyu un poco más relajado.
-No hay de que pequeño, descansa.- Sentencio apagando la luz y cerrando la puerta.
Sabia que ya era un adolescente, pero en estos momentos le tenia miedo a la oscuridad y a dormir por miedo de que el monstruo viniera, pues el que el conocía era verdadero y sin duda podía llegar de la nada.
-Perdón Hae..- Susurro cubriendo su cuerpo completo con la manta.
*****
Donghae por su parte tenia los papeles en mano aquella noche, pero no fue.
Cerro con toda la seguridad su casa, incluso el portón del patio, apago todas las luces y fue a su cuarto por un par de mantas y una almohada.
Como si le estuvieran persiguiendo, corrió a toda velocidad a su escondite personal y se recostó en este, era sumamente pequeño el lugar pues este se encontraba detrás de la pared de madera y la entrada solo el la conocía, de pequeño la había creado y hasta la fecha la había ido modificando, debido a que escondía cosas muy personales para su edad y no podía dejarlas a la vista de su madre, este escondió por completo dicho lugar.
La entrada se encontraba detrás de una amplia estatua de un madera lujosa que su padre compro cuando fueron a Canada, la entrada no se notaba en lo mínimo pues estaba camuflajeada junto a la pared de madera, nadie que no era el lo había siquiera notado y así esperaba que siguiera.
Dentro de ese lugar tenia botellas de agua, botanas y comidas enlatadas, un colchon mucho más pequeño que lo que el tenia en su cuarto, un televisor antiguo y distintos juegos que fue dejando a lo largo de su vida en ese lugar.
Sabia que no siempre podía esconderse, pero le tenia miedo al pelinegro y no era para menos pues vio como este mato sin piedad a un par de hombres.
Solo estaría en este lugar hasta que su hermano le ayudara.
Habia mandado un mensaje a su padre diciendo que fuera a visitar a sus abuelos pues su abuela estaba algo enferma, no era verdad pero necesitaba que el estuviera lejos hasta solucionar eso.
Dentro del lugar aun se sentía en peligro y los malditos temblores en su cuerpo no sesaban.
Tiro su teléfono viejo y saco otro de su casa, para comunicarse con su hermano y con Kyu, bueno en verdad no sabia si lo haría con el menor.
-Perdón Kyu..- susurro temblando, temiendo que el castaño hubiera ido a aquel lugar.
******
Kyu se quedo despierto hasta las 7 am cuando su padre se fue a trabajar, pero el sueño le venció después de aquello.
-Buenos días bastardo...- Susurro una voz rasposa y este abrió enormemente sus ojos ante dicha pesadilla, pero..
¿Lo era?...
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