Besar a Dirk después de tanto desearlo se sentía jodidamente bien, amo lo suaves que son sus labios y la delicadeza con la que me besa, como si fuese el ser mas frágil del universo. Siento que sus manos pasean sin prisa por mi abdomen desnudo, presiento que quiere llegar mas lejos pero no lo hace, quizás simplemente tiene miedo de hacerlo sin mi permiso. Lo aprieto contra mi cuerpo a lo que el suelta un suave jadeo, Dios, siento que voy a morir.
—Si quieres llegar mas lejos, hazlo —susurre suave en su oído, el se aparto un poco de mi, sonrojado y confundido.
—Dave, después de algo como eso, ya no hay vuelta atrás, enserio tu...
—Lo deseo —veo que se cubre el rostro con una de sus manos, procesando la idea, quizás tomando una decisión al respecto.
Se abalanza sobre mi y me besa de manera brusca, mas apasionado que hace unos momentos, ya se que decisión tomo y no lo detendré, esto es un poco extraño, pero no me desagrada. Dirk besa mi cuello mientras mete una de sus manos dentro de mi pantalón desabrochado, rasguño un poco su espalda, el suelta un jadeo y sigo con mi acción, acaricio y rasguño su espalda, quiero escucharlo mas, sentirlo mas.
Dirk se aparta repentinamente de mi, y yo solo lo miro sin entender, ¿acaso se arrepintió? Me siento un poco decepcionado hasta que me doy cuenta de que jala mis pantalones para quitármelos, desvio la mirada avergonzado y logro ver su creciente erección marcándose a través de la toalla...espero que sea creciente porque ya se ve lo bastante grande como para dejarme sin caminar por un par de días. Luego besa suavemente mi abdomen, siento que voy a enloquecer si sigue siendo así de considerado.
Escucho un estruendo proveniente del pasillo, Dirk y yo nos miramos, no hay nadie en el apartamento a demás de nosotros, observo hacia la puerta y veo a John asomándose por el borde de la puerta, santísima mierda, nos descubrió.
—John, que mierda haces aquí? —pregunto un poco molesto por la interrupción.
—Y-yo eh, solo venia a, emh...solo venia a ver que estuviesen bien —suspira nervioso —pero veo que están perfectamente, estaré en la sala.
John se retira rápidamente a la sala de estar, volteo a ver a Dirk que silenciosamente me pide una explicación, debe estar pensando en matar a John, Jegus esto es tan vergonzoso, solo atino a tapar mi rostro con ambas manos.
—Mientras estabas en la ducha, hable con John sobre ir a buscarte, pensé que estabas en problemas por que no salias del maldito baño ¡estaba preocupado! —suspire nervioso —supongo que también le preocupe a el.
Veo que Dirk simplemente se levanta y sale de la habitación sin decir nada, supongo que ira a ponerse algo de ropa, a mi también me vendría bien ponerme algo antes de ir a ver a John, no quiero dejarlo mucho tiempo solo, no quiero que Dirk salga con sus estúpidos celos.
Cambio mi ropa interior y me pongo la ropa que quedo tirada en el suelo. Busco mi teléfono para revisar los mensajes, quizás John intento avisarme y no lo note, donde mierda podría es... el baño, corro rápidamente al baño y me encontré con lo peor, mi iphone en el piso lleno de agua, me lleva la que me trajo, lo levanto y aun que se que no encendera, lo intento de todos modos, esta muerto.
Voy a la sala de estar con mi teléfono fallecido entre mis manos y me encuentro con que Dirk ya vestido, esta persiguiendo a John por la sala con su katana, Dios, no puedo dejarlos un momento, los veo corretear por un rato hasta que notan mi presencia.
—Daaave, salvame— John se esconde tras de mi y Dirk se detiene y esconde la katana tras su espalda.
—Ya déjalo en paz, no te ha hecho nada, ademas, no tienes porque ponerte celosito— solté para molestarle.
—Vomitare —dice John en broma desde atrás, le pego un codazo para que se calle— creo que me iré, ya note que todo esta bien aquí, luego hablamos Dave.
John salio disparado antes que pudiese decirle adiós y en cuanto cerro la puerta la katana de Dirk se clavo en la ella.
—Ey no intentes matar a mi único y mejor amigo idiota —volteo y el me coge por la cintura.
—No lo haría, pero nos interrumpió, Estaba molesto ¿si?— me besa las mejillas—pero ahora podemos retomar donde lo dejamos.
Dirk se lanza al sillón conmigo en brazos y bueno, que puedo decir, estoy feliz con el chico que amo y todo es gracias a una de sus duchas eternas.