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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capitulo: 11 Ella…

El crujido de las hojas era el único sonido que se podía oír... las miradas encontradas solo mostraban sorpresa y desconcierto...

En el suelo un pequeño de ojos violeta, observaba a las dos figuras, que gruñían... ambos vampiros estaban con la guardia en alto...

-Aléjate –decía Yami, mientras se movía en círculos. Pero su contendiente, lo seguía con la mirada, mientras mostraba los dientes-

-“Por qué aria eso” –contesto golpeado, la vampira de cabello dorado-

Pero de repente y des pues de unos minutos de observar al carmesí. La mujer sintió un escalofrió, mientras que entre dientes susurraba –Atem...

Yami alcanzo a escuchar a la mujer y sin más exclamo con algo de duda... -¡¿Qué has dicho!?... –pero el rostro del carmesí, no solo mostraba curiosidad. Sino también preocupación.

La mujer quedo pasmada con lo dicho, y solo trato de no bajar la guardia. Pues ambos, seguían revoloteando alrededor del pequeño...

-“Yo sé quién eres”... Por qué yo fui tu prisionera. –Mai estaba convencida, de que eso hombre frente a ella, era ni más, ni menos. Que el príncipe Atem... pero Yami solo dio una risa, mientras se detenía...

-Eres estúpida no... ¿? –el tono del carmesí era burlón y eso se sabía, porque la mujer, de grandes pechos mordía su labio, por enojo.

-“Yo no me he equivocado”... Más bien tú te estas escondiendo.

Yami cambio su expresión, por una más seria y miro a la mujer con acoso. –Es mejor que te vayas... Este lobo es mío...

La mujer miro al pequeño en el piso y por su mente, se cruzó la pregunta. Si él era uno de los cachorros que buscaban. Mientras observaba al oji-rojo, por su rabillo...

-Yo no estoy interesada en tu mascota... Fue simple casualidad, el que nos topáramos, en el bosque.

La mujer les dio la espalda y se acomodó su capa. Y con rapidez comenzó su camino...

Pero la conversación de la mujer, con el carmesí. Dejo algo perturbado al pequeño, que seguía en el suelo, hasta que la mano de Yami se puso cerca de él...

-Te ayudare –exclamo el grande, con una seductora voz-

Yugi alzo el rostro y con sus grandes ojos, asintió... Yami solo se deleitó con el pequeño, observando su blanca piel y su pecho, que estaba expuesto.

El movimiento de ayuda fue tan lento, pues el vampiro quería que ese momento durase, para siempre. Yugi y Yami, quedaron cerca el uno del otro y sin pensarlo. Yami beso al pequeño, el cual se dejó hacer... los minutos pasaron y los dos chicos se separaron, y se miraran. Pues ninguno sentía vergüenza...

-“Eres un príncipe” –rompió el hielo el pequeño, que con disimulo, tocaba sus labios-

Los grandes ojos del pequeño se clavaron en el grande, y Yami solo resoplo. Pues el beso lo había excitado... Como era posible que la inocencia del pequeño fuera tan descarada...

Pero Yami en vez de contestarle, le pregunto algo... – ¿No te molesta, que te haya besado?...

El violeta ladeo la cabeza y sonrió... –No –dijo con ternura- Joey siempre me cobra un beso, cada vez que me ayuda. “Así” que también te pagare con besos...

Yami trago duro, pero no por el hecho de que el violeta se besara, con el perro rubio. Sino por el hecho de que, el pequeño, estaba dispuesto a besarlo de nuevo...

Así que con lentitud se acercó al pequeño, y lo abrazo... lo pego a su cuerpo y sin darse cuenta, su erección aumentaba...

Yugi por su lado, estaba tranquilo y solo quería ver sonreír al grande. Así que con delicadeza, el nene, puso sus manos en el rostro del vampiro y susurro –“Sonríe”...

Yami quedó pasmado y embelesado. Deseaba tirar al suelo al pequeño, y hacerle el amor. Hasta que ambos perdieran el conocimiento...

Pero él sabía, que el pequeño, no merecía eso... el merecía, ser tomado con dulzura, como ternura... Y para esconder su excitación, el vampiro se perdió en el cuello del violeta

Olfato un poco y con premura subió su nariz, al terso cabello... olfateo y sonrió, pues el aroma del pequeño, se estaba convirtiendo en su vicio...

-“Quiero morderte” –dijo sinceramente el vampiro-

Entonces el pequeño abrazo la cabeza del grande y dijo –“Hazlo antes de que me arrepienta” –la voz de Yugi parecía cohibida, pero a la vez excitada.

Y notando esto Yami, decidió morder al pequeño. Primero lamio con finura el cuello, causándole un cosquilleo al niño. Después poso un beso, y si como el tiempo se parase, atino a morder. Clavo sus colmillos y el líquido broto, mientras que con los labios lo comenzaba a succionar...

Yugi dio un leve gemido, pues el dolor era algo delicioso. No era como la primera vez, en esta ocasión. El crujido de su piel, fue como un orgásmico ruido...

-Aaa” Aaa” –dijo en forma de placer, pues el tono no era de dolor- Aaa” –volvió a gemir-

Y Yami noto que el pequeño, se estaba estremeciendo. Succiono un poco más y con lentitud saco sus colmillos. Estando aún muy cerca del cuello, toco sus colmillos, con su lengua y después miro su penetración... Lamio la sangre que sobre salía y con delicadeza, toco los dos puntos con su lengua...

El vampiro podía sentir las pulsaciones del pequeño. Y estas eran muy aceleradas, pese a que, había perdido sangre...

-“Te sucede algo”...  –pregunto el Nosferatu, colocando sus manos en los delicados hombros, mientras buscaba la mirada del otro.

Pero Yugi se encogió y escondió su rostro entre sus mechones. Al notar esto el grande, sujeto la barbilla del pequeño, tratando de que este alzara la cara.

Con paciencia el carmesí, se puso de cuclillas y busco la mirada violeta –Te he lastimado –exclamo con ternura el fiero vampiro-

Mas el violeta negó con la cabeza –“Entonces, por que no quieres darme la cara.

El pequeño tapo su rostro con sus manos, y en forma de puchero dijo –Tengo vergüenza...

El gesto de Yugi fue tan lindo, que saco una sonrisa del oji-sangre. –No debes sentirla, no hay por qué...

Yugi se inclinó al que seguía en el suelo. El corazón del grande se detuvo y se mantuvo quieto, esperando que él lobito, continuara con lo que, deseaba...

Y con un tibio susurro en el oído musito –Es que me he corrido...

Yami se mantuvo tranquilo y solo tomo aire, como si jamás lo hubiera hecho. Se separó del pequeño y cruzo su mirada con él...

Ambos mantuvieron el silencio y sin esperarlo el carmesí dijo unas palabras, que exaltaron al niño –“Te amo”...

Él lobito estaba algo extasiado, por el cumplido, pero también algo nervioso. Ya que con rapidez el vampiro se enderezó...

-Me he preguntado, por noches, el por qué no te violado y el por qué deseaba protegerte... pero no encuentro una explicación... así que atino, que estoy enamorado de ti... estoy loco por ti... y solo deseo una cosa...

El vampiro se abalance sobre el pequeño, pero no dejo que callera con brusquedad, metió sus brazos, para amortiguar el balanceo...

Y una vez que estuvo en el piso, volvió a mirar al pequeño... el cual se mantenía tranquilo y a la expectativa...

-“Voy hacerte el amor” –dijo en amenaza, mientras sus ojos se cerraban-

Pero con todo y la amenaza, el divino lobito, solo atino a tomar, entre sus manos, el rostro del otro... lo cual descoloco al chupasangre...

Pero con sublime ternura el niño susurro –“Quiero ser tuyo”

Yami al escuchar esto, sintió una enorme felicidad, y solo atino a preguntar –Entonces esto es...  

El pequeño tapo la boca del carmesí y después planto un beso. Como diciendo, “no digas nada”...

Los labios se rosaban con desesperación y lujuria, con rapidez el grande se apodero del beso, y sujeto la cabeza del menor. Yugi soltó al otro y un quejido salió... pues el vampiro había mordido, su labio...

Se enderezaron un poco y Yugi retrocedió. La nieve que estaba en el suelo, se metía en el camisón y esto mataba la pasión...

El pequeño paro el feroz beso y entre cortado, dijo – ¡Aquí no!... “Hace mucho frio”

Yami sonrió por la queja de lobito, era verdad que hacer el amor, en medio de la nieve, no era nada confortable...

Con una sonrisa en sus labios, se levantó y estiro su mano, para que el pequeño, se apoyara. El violeta tomo la mano y como si el mundo, se volviera anti gravedad. Yugi se levantó de los suelos, delicadamente, como una pluma en el aire.

-Regresemos al palacio –dijo varonil mente el chupasangre. Que se encontraba más que feliz-

Después de caminar por varios minutos, por la nieve, y por el bosque. Los dos seré mitológicos  llegaron a las puertas de un palacio.

Que se denotaba, por unas estatuas de dragón de ojos azules.

-“Eres un príncipe”... ¿? –pregunto el violeta sin mero avisó. Dejando al moreno, con un asombro. Pero tratando de ocultar su asombro dijo-

-¡¿Por qué preguntas eso?!... –su entonación era receloso, y sus gestos corporales cohibidos-

El pequeño entro al lugar y fue seguido, con sigilo por el otro. Que lo observaba atentamente.  –“Bueno” –exclamo, mientras se giraba rápido- ¡Es que esa mujer!... parecía muy segura de sí misma y antes de irse dijo algo, que tu no pudiste oír.

El moreno camino a escasos centímetros del violeta y con algo de furia exigió oír las palabras de la mujer. Yugi sin pensar mal las recito y Yami no estuvo contento

Pero el vampiro no tuvo mucho tiempo de reproche; porque en ese mismo instante un azabache, cruzaba a la puerta.

Los dos presentes miraron como el niño se aproximaba, y con brusquedad planto una bofetada al de ojos sangre. Los tres mantuvieron el silencio y sin más el azabache lanzo al viento. –Te odio -mientras lágrimas corrían pos sus mejillas-...

-“Tú y yo teníamos un trato”... Pero cuando llego Seto, me informo que nos casaremos el próximo viernes.

Al escuchar las palabras del azabache, los ojos violetas se conmocionaron... Yami se quedó callado, y entonces con la furia que aun recorría su cuerpo, el azabache, volvió a dirigirse al sangre.

-“¡Has algo!”... Oh yo, le diré toda la verdad, a él –Mokuba señalaba al lobito, que se encontraba desconcertado. Mirando a los dos, con una carita de ansiedad.

El mayor gruño ladeando su labio, pero sin hacer ruido. El carmesí no estaba contento, estaba exasperado, y más porque” su pequeño, lo observaba, con una cara acusatoria...

Con desplazamiento brusco, el vampiro chico, salió por una puerta. Dejando a los otros dos mirándose fijamente. El Nosferatu, dio un paso cerca del violeta. No obstante, antes de que se acercara más, el pequeño le dio un golpe y con rudeza se alejó de él; sin antes decirle unas palabras...

-“Querías hacerme el amor”... “Cuando el próximo viernes te vas a casar” –Yugi salió disparado, por las escaleras, que estaban cerca-

Dejando así al mayor desolado, con sus pensamientos. Mientras contemplaba al vacío...

 

Yugi regreso a la habitación, de la cual había salido corriendo. Una vez en el lugar, cerró la puesta y comenzó a llorar. Puso seguro a la puerta y se quitó el camisón que traía puesto. Camino al baño y entre abro la llave de la tina...

Sus lágrimas aun escurrían por su rostro, pero cuando se metió al agua caliente, dejo de llorar. Tomo un poco de agua, entre sus manos y limpio su rostro...

En realidad no se sentía bien, se sentía traicionado, triste, y solo... así que una vez más pensó en Joey –¿En dónde estás?... –dijo con pesar, mientras recargaba sus brazos y barbilla en la tina-...

Por el momento disfrutaría del baño, y luego trataría de razonar, sobre lo sucedido... ya que algo lo perturbaba; y era el hecho de que, Mokuba escondía algo.

Continuara>>> 


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